El domingo amaneci nublado desde muy temprano, aunque el rubio, inquieto, no escuch las gotas de lluvia golpear furiosas la ventana, tratando de entrar o quizs solo intentando despertarlo de su pesadilla.
Fuego. Solo haba eso a su alrededor. Un fuego abrasador que lo devoraba todo a su paso, incluyndolo a l mismo. No vea nada, salvo el color rojo del fuego; no oa nada, salvo la madera arder; el humo lo ahogaba, pero, por alguna razn, no estaba escapando, sino que buscaba algo entre las llamas.
-“vamonos de aqu!” –gritaba Kyuubi en su cabeza una y otra vez, tratando de controlar del todo su cuerpo para escapar de aqul infierno.
-no me ir sin l! –casi rugi el otro, antes de que un grito lo hiciera girarse y correr hacia el fondo del almacn, alejndose de la salida. Pero no estaba en ninguna parte. Y en el suelo, solo se encontr con un cuerpo calcinado hecho un ovillo. Todo en ese momento se volvi negro y rojo y solo un grito escap de su garganta, un grito que le abras la garganta de forma mucho ms dolorosa que el propio fuego, que segua alimentndose de l.
Despert agitado, plido, helado, aterrado, respirando con dificultad y abrazando el cuerpo que tena entre sus brazos como si no fuera real, como si temiera que de un momento a otro fuera a desaparecer de su lado. Con cuidado de no despertar a Sasuke, Naruto se levant para ir al bao. An era muy temprano, ni siquiera haba amanecido, pero aquella pesadilla, tan real pero a la vez tan horrible, lo haba desvelado. Se ech agua muy fra en la cara, tratando de relajar sus nervios.
-qu fue eso? –se pregunt a s mismo.
-“no lo se. Pero no te preocupes… solo fue un mal sueo” –el zorro pareca preocupado por el muchacho. Nunca lo haba visto perturbarse tanto por un sueo.
-“vamos a dormir Naruto. Tengo sueo… me agota tanto estudio”
-hoy casi no estudi –susurr serio, sin apenas hacerle caso.
-“pero pronto habr exmenes… y es cuando ms dbiles estamos…”
-eso es culpa tuya, que no tienes aguante y que sigues tratando de poseerme cuando ms dbil estoy… sin querer entender que nunca te entregar mi consciencia.
-“algn da necesitars de mi fuerza… y entonces no tendrs ms remedio que entregarme tu alma y al fin permitirme ser lo que siempre he sido y poder manejar todo a mi antojo”
-eso no puede ser porque mi alma es de Sasuke y ya se la entregu –susurr mientras secaba su rostro distradamente. Kyuubi se enfureci: odiaba que le soltara eso cuando la conversacin era seria.
-no me importa lo que digas, y ahora djame en paz, no tengo tiempo para aguantar tus comentarios. –esper a que Kyuubi “desapareciera” de su mente (no del todo, claro, solo dejaba de interferir en sus pensamientos) para acercarse a la ventana del bao y mirar la lluvia caer.
-por qu so eso? –se volvi a preguntar, tratando de olvidarlo:
-por qu so contigo… en ese lugar…? –cerr los ojos y suspir, frustrado y confuso.
Fro. Eso sinti Sasuke recorrer su cuerpo provocndole un desagradable despertar. Estaba tapado con las mantas con cuidado.
“entonces por qu sent fro?” se pregunt buscando al rubio con la mirada en la oscuridad del cuarto. Ni rastro. Se levant para ir a buscarlo, cuando vio que entraba a la habitacin, plido.
-ests bien? –el rubio lo mir, sintindose culpable por haberlo despertado.
-solo fui a despejarme un poco… me desvel. Siento haberte despertado… otra vez –el moreno le tendi una mano con timidez, esperando no ser rechazado. El rubio le sonri y camin hasta la cama para sentarse en ella y despus refugiarse bajo las clidas sbanas.
-tu cuerpo est helado –murmur el chibi cuando se abraz a l.
-entonces dame tu calor –col sus fras manos por debajo de la camiseta hasta llegar a su piel y aferrarse a su espalda, mientras besaba sus labios con urgencia, arrancndole un gemido de placer al moreno. Encogido contra su cuerpo, trat de darle su calor al rubio, sintindolo un poco inquieto. Al poco tiempo, sus cuerpos estaban a la misma temperatura por fin pero el rubio ya no poda dormirse.
-no puedes dormir? –le pregunt el menor, que trataba de no caer rendido en sus brazos.
-no te preocupes… solo durmete Sasuke –quera discutir, pero no poda. Cerrando los ojos, se peg a l y en seguida se qued dormido. El rubio lo mir por un ratito, hasta que, con todo tranquilo y en silencio, volvi a darle sueo. “solo fue una mala pesadilla” se trat de convencer mientras se le cerraban los ojos. “solo una mala pesadilla”. Unos minutos despus, solo la lluvia y sus respiraciones se oan en la habitacin.
La lluvia segua cuando el rubio volvi a despertar. Haba amanecido ya, pero aun era temprano para levantarse (sobretodo porque era domingo). Se acomod mejor y cerr los ojos, relajndose. Se segua sintiendo agotado por todas las cosas que haban pasado en tan poco tiempo y que casi no haba tenido tiempo de pensar.
-“Aun estas dndole vueltas a la pesadilla?” –Naruto neg con la cabeza, eso ya no le preocupaba. Pero senta que algo fallaba, que haba algo que aun no haba pensado.
-“estas siendo un paranoico” –susurr con burla Kyuubi dentro de su cabeza.
“T crees?” –consult solo pensndolo.
-“Claro que si. Creo que ya hemos pasado por casi todo lo que se puede pasar en una relacin. Y todo en muy poco tiempo. Creo que va siendo hora de que nos relajemos un poco y nos dediquemos exclusivamente a amar a nuestro neko” –Naruto sonri, sin querer discutir eso.
“Solo me preocupa Itachi”
-“Itachi? Por qu?” –lo medit un ratito, pero al final le confi lo que le preocupaba.
“No crees que hace mucho que no hace nada? Creo que esta tramando algo y esta esperando a que me relaje para atacar” –pens que Kyuubi lo llamara de nuevo “paranoico” o algo parecido, pero en lugar de eso solo guard silencio.
“ves? Piensas lo mismo que yo, admtelo” –aunque no lo reconoci abiertamente, intent quitarle hierro al asunto de una forma poco convincente:
-“Quizs se ha dado por vencido. No lo se… tal vez se ha dado cuenta de que, mientras este aqu, con nosotros, no tiene nada que hacer”
-en serio lo crees? –dijo, esta vez en voz ms alta, haciendo que una cabecita morena se incorporara y lo mirara, desorientado:
-ocurre algo? –el rubio lo mir, sonriendo, y neg con la cabeza
-hablaba con…
-lo se –le cort. Si hablaba con Kyuubi, no quera interrumpir, por lo que se volvi a apoyar sobre l y cerr los ojos.
-“no se si trama o no algo, pero ten por seguro que no voy a dejar que toque a mi Sasuke”
-nuestro Sasuke –susurr besando su cabeza.
Fue el domingo ms tranquilo que haban pasado en mucho tiempo. Naruto pudo, despus de mucho rato de esfuerzo, acabar su tarea. Durante la tarde se quedaron juntos en el sof, porque llova y no les apeteca salir. El menor estaba apoyado en el cuerpo del rubio, con las manos fuertemente entrelazadas en el regazo del mayor, entretenidos en una pelcula que dur ms de lo previsto.
-no me apetece ir maana a clase –susurr Naruto, mientras esperaba a que Sasuke saliera del bao y se reuniera con l en la cama.
-esta vez no tienes excusa –oy que le deca desde el bao. El rubio cerr los ojos y se tumb boca arriba, tratando de que se le ocurriera algo convincente para poder pasar otro da con su neko sin interrupciones.
-“maana ser imposible… pero todava nos queda esta noche” –una sonrisa ilumin su rostro, hasta que una vocecita en su cabeza, la voz de su sentido comn, le dijo que no deban porque entonces al da siguiente estara agotado y el menor necesitaba descansar bien o enfermara. Trataba de ganar a esa vocecita tonta y buena, cuando un cuerpo ligero se coloc sobre l y unos labios, tmidos, se posaron sobre los suyos. Abri los ojos y vio a Sasuke, sonrojado, mirndolo mientras se separaba despus del casto beso para susurrar:
-Listo?
-si, pero no para dormir –lo rode con los brazos para pegarlo a su cuerpo y besar su boca con hambre. Sasuke trat de seguir su ritmo, pero poco a poco fue cediendo hasta que el rubio gan aquella guerra de lenguas. Sin embargo, no pasaron de besos intensos y caricias furtivas, porque de verdad tenan que dormir. Al cabo de un ratito, Sasuke se abraz al rubio, buscando su calor y bostezando.
-no quiero ir maana a clase –volvi a quejarse el rubio.
-yo tampoco –murmur el moreno, sorprendiendo al mayor.
-De verdad?
-pero tenemos que ir –se apresur a completar el chibi, desilusionando al otro.
-buenas noches, mi neko –dese Naruto besando su frente, dejando ah sus labios.
-hasta maana.
El despertador son como deba y despert con un sobresalto al menor, que no se lo esperaba.
-odio ese maldito aparato! –susurr el rubio, al que le haba pasado lo mismo. Sin embargo, muy a su pesar, ambos se prepararon y salieron para clase.
Aunque el menor quera, no podan ir de la mano, ya que la gente poda sospechar que haba algo raro entre ellos y, al ser Sasuke menor, los separaran.
En la puerta, se despidieron como los otros das:
-te esperar aqu vale? Y si tardo… qudate a la vista, no te alejes de acuerdo? –el menor not su preocupacin y le sonri para que se calmara:
-est bien. No te preocupes, me cuidar. –el rubio, por alguna razn, se qued preocupado viendo cmo se alejaba hacia el interior de su edificio.
-Qu te preocupa? –son a su lado la voz de Hinata.
-no lo s… supongo que nada.
-no te preocupes y vmonos o llegaremos tarde.
Como de costumbre, el rubio tuvo que quedarse a esperar a que el profesor le hablara al acabar las clases. Hinata se adelant y le dijo:
-te esperaremos en el banco. –la chica camin hacia la salida, tranquila, mientras sonrea ante la cara que haba puesto el rubio cuando lo interceptaron en la puerta. Los profesores le daban mucho la paliza, pero era porque era un gran estudiante pero un poco perezoso (por no decir mucho) y les preocupaba que no sacara bien el curso solo por no tener ganas de hacer la tarea.
El menor esperaba donde siempre, viendo a los alumnos mayores pasar. Vio a Hinata, que sonri y se acerc a l ms deprisa
-otra vez? –pregunt Sasuke al ver que vena sola como casi todos los das. La joven sonri, mientras ambos ponan la misma cara de resignacin.
-Qu tal si nos sentamos a esperarle? –aceptando, Sasuke la sigui hasta un banco un poco apartado, separado de la carretera por unos arbustos, donde se sent, dejando su mochila y su chaqueta a un lado.
-Crees que tardar mucho? –la morena neg con la cabeza:
-no suele ser muy largo. Solo se preocupan por l, no lo hacen con mala intencin. –el menor baj la cabeza, sintindose culpable de que el rubio se distrajera tanto cuando trabajaba en casa.
-no es culpa tuya –adivin la joven.
-la verdad es que siempre ha sido as. –rieron al mismo tiempo, mientras la gente se iba dispersando.
De improviso, un coche aparc junto a la puerta del complejo y un hombre alto, con capucha, se baj de l. Camin sin hacer ruido, escondido entre los arbustos cuando, sin previo aviso, sujet al moreno por la cadera con un brazo de hierro y le coloc en la boca un pauelo. Hinata no tuvo tiempo de reaccionar, porque un segundo hombre se haba acercado por el otro lado, golpendola en la cabeza, para despus ayudar a su compaero a arrastrar al chibi hacia le coche, que con el motor en marcha, arranc antes de que la confusin se dispersara y alguien pudiera hacer algo.
Naruto caminaba deprisa por los oscuros pasillos, tratando de llegar rpido a la salida. Al llegar fuera, dobl una esquina y los vio a lo lejos, sentados hablando en un banco. Afloj el paso y sonri levemente, antes de que el terror se apoderada de l cuando unos hombres, tras golpear a Hinata, se llevaron a Sasuke. Corri, pero estaba demasiado lejos y, al llegar a la puerta, solo pudo ver cmo el coche se alejaba, con su inconsciente chibi dentro. Por un momento, el shock le hizo no entender bien lo que haba pasado. Pero eso dur poco. La rabia se rebel en su interior al ver que se lo haban llevado. Camin para ver si su amiga estaba bien, encontrndola algo aturdida.
-se lo han llevado –susurr Naruto, al borde de un ataque de nervios. La morena solo se pudo echar a llorar, sintiendo que la culpa la aplastaba, ya que no haba podido hacer nada por el menor.
En un coche oscuro, que iba muy deprisa, tres personas rean mientras un chibi aun no despertaba:
-visteis la cara de Naruto cuando nos alejamos? –pregunt Itachi quitndose la mscara que haba cubierto su rostro, sin parar de rer. Los otros dos asintieron, mientras el conductor, de cabello claro, le pisaba al acelerador.
-y ahora? –inquiri mirando al copiloto.
-solo esperar un poco –siseo Orochimaru, sonriendo con malicia.
-haremos sufrir un poco a Naruto antes del espectculo final. –Itachi no se uni a las risas de sus compaeros, se haba perdido en el cuerpo de su hermano que al fin era solo para l.
Continuar…
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