Al abrir los ojos, al principio no reconoci nada. Todo estaba iluminado tenuemente por un poco de luz que entraba por la ventana. Pareca que estaba a punto de amanecer. Tard un poco en poder mover el cuello para girar la cabeza y observar ms el cuarto donde estaba. Sin duda era de hospital. La cama era demasiado blanca y sus ojos tardaron en acostumbrarse para ver que haba alguien ms con l. Sasuke estaba hecho un ovillo, sentado en una silla junto a su cama, dormido. Lo mir durante un ratito, en silencio. Lo haba echado mucho de menos. Sonri al recordar que haba sido l el que lo haba ayudado a despertar.
De pronto, el chibi despert con un sobresalto. Desde que el rubio estaba en el hospital, no lograba dormir bien. Se frot los ojos, agotado, cuando se dio cuenta de que unos ojos claros lo observaban. Se quedaron quietos un momento, tratando de procesar que, despus de todo lo que haba pasado, de nuevo estaban juntos. Sasu se baj entonces de la silla y, sin tocar el suelo con sus pies descalzos, se sent en la cama. No saba qu decir. Solo trataba de no echarse a llorar.
-Sasuke… no llores… –acarici su mejilla, sonriendo.
-ests bien?
-claro que si, mi neko –cuando lo llam as de nuevo, mientras acariciaba su rostro, no pudo evitar abrazarse a su cuerpo. Naruto lo not tembloroso y fro.
-ests helado, mi neko –susurr mientras apartaba las mantas de la cama y, con cuidado de que no se enredara en los cables de suero que haba conectados a su cuerpo, lo meti dentro, junto a l. Sasuke se acurruc, echo un ovillo, contra su pecho, tratando de que su cuerpo y su corazn entraran en calor.
-Te amo –le susurr. Tras intentar abrazarlo con los cables, desisti y se los quit. As, libre de las ataduras, pudo situarse sobre l para besarlo en los labios, con suavidad. El menor no pudo evitar llorar en silencio, mientras se agarraba a su camisa de hospital y corresponda al beso. Cuando se separ para besar sus mejillas hmedas, el chibi suplic:
-no lo vuelvas a hacer…
-qu dices…?
-no vuelvas a dejarme solo…
-lo siento
-no es necesario que te disculpes… en realidad fue culpa ma… si hubiera ido con ms cuidado no me habran secuestrado y entonces nada de esto hubiera pasado y…
-calla ya, mi neko… no pienses ahora en eso. Ya no importa. Ahora lo nico que importa es que he despertado gracias a ti. Y que nunca ms voy a volver a irme y a dejarte aqu solo. –se volvieron a besar en silencio, mientras el rubio le quitaba la camisa al otro. Sasuke an no estaba tranquilo y, por eso, pidi:
-promtemelo…
-el qu, mi neko? -promteme que nunca vas a volver a dejarme slo… por favor… no lo hagas…
-crees que habr alguna novedad hoy? –Hinata se encogi de hombros, triste, mientras ella y Tsunade caminaban por el pasillo del hospital junto con una enfermera y el doctor que trataba al rubio. Esa maana, como todas, haban ido muy temprano para ver cmo estaba el rubio y el pequeo moreno que no se separaba de su lado nunca. Hinata saba la razn verdadera, pero tanto a Tsunade como a los que haban pasado por el cuarto les resultaba muy extrao que aqul chico, que no se pareca en nada al que descansaba en la cama, siempre estuviera all.
-Espero que hoy haya algn indicio de que va a despertar… porque no podemos tenerlo aqu para siempre. –despus de decir esto todos se detuvieron delante de la puerta cerrada, porque haban odo algo extrao:
-(…) por favor… no lo hagas… –despus de esa splica se oy un jadeo ahogado y sonido de un beso. El doctor abri en ese momento la puerta con un golpe que hizo a las dos personas de dentro del cuarto sobresaltarse. Tsunade, la enfermera y el doctor miraron horrorizados la escena. Hinata, que saba la verdad, no supo qu decir o hacer para quitarle importancia, ya que la situacin pintaba mal. Porque Naruto estaba sobre Sasuke, ambos dentro de la cama. El menor no tena camisa y lloraba. La joven saba que en realidad la escena no era la que todos pensaban (que el rubio trataba de violar a Sasuke) sino que, despus de estar tanto tiempo separados, no haban podido evitar dejarse llevar por sus sentimientos. Sin embargo, no import lo mucho que pensaron los tres jvenes una excusa, todo se les escap de las manos antes de poder hacer nada.
-Qu significa esto, Naruto? –los brazos del nombrado se tensaron alrededor del pequeo cuerpo, de forma protectora, empeorando la situacin.
-no es lo que piensan…
-tratabas de abusar de l! –la enfermera lo haba dicho con horror, sin querer imaginar lo mal que lo deba estar pasando el chibi.
-no es cierto! –grit Naruto. El menor trat tambin de hablar, pero Tsunade no lo dej:
-crees que somos idiotas? Esta claro que queras hacerle algo a Sasuke
-eso no es as…
-no digas nada, Sasuke. No tienes que mentir por l.
-no miento! Yo lo a…! –pero Naruto no lo dej continuar. Coloc un dedo sobre su boca y le susurr:
-djalo Sasuke. –lo abraz fuerte, tratando de despertar y descubrir que todo era una pesadilla. Pero no fue as. En lugar de eso, el doctor se acerc a l y le quit al moreno de los brazos, que trat de agarrarse a l. Sus manos fueron lo ultimo que pudieron mantener unidas, solo un momento, antes de que se llevaran de all a su chibi.
-Sasuke! –pero ya no podan orse. Tsunade e Hinata se quedaron con el rubio. Este mir a la mayor con odio.
-no puedo creer que lo hayas echo… es solo un nio –el otro pas de contestar. Se levant, puesto que ya estaba bien, y se dispuso a coger su ropa para vestirse.
-Qu crees que haces? –le pregunt la rubia cuando vio que sala del cuarto.
-no es obvio? Voy a buscar a Sasuke
-Crees que te voy a permitir mantener la custodia de ese chico? Ni lo suees. –el rubio no le dirigi ni una mirada. Solo sali del cuarto. Pero, por ms que busc, no dio con el chibi. Frustrado, volvi sobre sus pasos para buscar a Hinata o a Tsunade. Solo encontr a la morena, que lo esperaba sentada en una de las salas de espera.
-Dnde esta…?
-Si buscas a Tsunade, se fue hace un rato. En cuanto a Sasuke, ella se lo llev. Por favor… no hagas nada loco. Dale un poco de tiempo antes de ir y explicarle lo que ha… pasado.
-Crees que me va a escuchar? –pregunt, golpeando con el puo la pared.
-no! Por eso tengo que ir yo a buscarlo.
-estas bien, pequeo? –Sasuke la mir, mientras esperaban a Kakashi. No quera contestar, porque se senta enojado con ella por haberlo separado de Naruto.
-solo quiero irme con Naruto. –la rubia no entendi aquello, pero no le dio importancia mientras el de cabello blanco lo examinaba. Una vez acabado el chequeo, hicieron salir a Sasuke al pasillo un momento.
-esperame aqu vale? Enseguida salgo. –una vez a solas con Kakashi le pregunt:
-esta bien?
-la verdad es que estaba bien la otra vez que vino. No entiendo porqu lo has trado t en lugar de venir con Naru… ya ha despertado no? –la chica desvi la mirada un momento, para despus susurrar:
-cre que… podra estar mal.
-mal? No le he visto nada, salvo, quizs, falta de sueo. –la rubia asinti y se dispuso a salir al pasillo. Pero… no vio al moreno.
-Sasuke? –mir para todos lados pero no estaba. Supo enseguida a dnde haba ido. Reprochndose haber sido tan confiada, sac su mvil y marc el nmero de telfono de la persona a la que deba de haber avisado desde el momento en el que vio a Sasuke bajo Naruto.
Tsunade iba por los pasillos del hospital buscando al rubio, seguida de cerca por Iruka. Este, a pesar de que ms o menos intua que el rubio no habra tratado de obligar a hacer nada al menor, no poda eludir sus responsabilidades como polica.
-estoy segura de que sigue aqu. –Iruka suspir, cansado de dar vueltas.
-por qu no lo dejamos para maana? Pronto ser de noche. Y esta claro que no esta por aqu –en eso estaba algo equivocado, ya que si que segua en el hospital, solo que por otro lado, buscando a su neko. En una de las esquinas, los vio. En seguida se dio la vuelta y huy por las escaleras, pero Iruka lo vio. Sabiendo cmo estaban las cosas, trat de distraer a Tsunade.
-Qu piensa hacer?
-quitarle la custodia!
-Cree que Sasuke estar bien… con otra persona?
-mejor que con el pervertido de Naruto seguro que si. –ya no dijeron nada ms. Al final se rindieron y cada uno volvi a su casa. Slo que Iruka se desvi ligeramente… porque haba un asunto que deba arreglar.
Naruto volvi a casa al poco de “eludir” encontrarse con Tsunade y el polica. No haba encontrado a Sasuke, pero no poda arriesgarse a que lo pillaran. Nada ms entrar, not algo raro.
-“aqu hay alguien” –susurr en su cabeza. -lo s... –camin sin hacer ruido, pero enseguida encontr al intruso. Sentado en uno de los sillones, acurrucado y dormido, estaba Sasuke. Cuando lo vio all, por un momento crey que estaba soando. Pero supo que era real cuando acarici su cabello, tan suave como siempre. Lo toc con suavidad, despertndolo enseguida. Se miraron a los ojos:
-Naruto… –antes de que pudiera abrazarse a l, tocaron al timbre.
-no te muevas de aqu –camin con paso firme y abri sin vacilar. Era Iruka. Se miraron un momento, antes de que el polica le explicara brevemente lo que planeaba Tsunade.
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