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Convaleciente por Lein_Eorin

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Notas del capitulo: Una vez más escribiendo puras incoherencias y como siempre Sanji sufrirá por mi culpa T_T perdonenme fans del cocinero pero no soporto ver a mi Zoro sufrir jejejeje.

Disfruten de este capitulo!!

En el capitulo anterior:

Debido a un ataque sorpresivo de alguien desconocido Sanji pierde todo recuerdo de Zoro, esto lo hiere profundamente más esta decidido a conquistarlo aun cuando no lo recuerda por lo que finalmente da el paso y toma la mano del cocinero que sale huyendo. Zoro va tras de Sanji cuando un amigo inesperado llega a estorbar en el camino.  

Convaleciente.
Capitulo 5: Decisión.
Cuando la felicidad dura sólo un instante.

 

Ya estaban  todos en el cuarto, el nuevo cocinero les había conseguido  la enorme suit presidencial  y con muchas camas agregadas, tenía incluso un mini bar y yacuzzi. Todos parecían satisfechos y muy felices, al fin dando un respiro  con aires vacacionales.

Quisiera… enseñarle a rebanar carne al estilo Santoryu, entonces  seguro alejaría su maldita presencia de esta tripulación, lo rebanaría gustosamente con mi onii Giri… lo partiría en trocitos y luego esos trozos en más y así hasta desaparecerlo de la faz del universo… mira que confianza de venir y besarle de esa forma, mira que confianza  de aceptarlo, ¿pero que se creen esos dos amigos? ¿Qué pueden besarse así nada más?

-          Zoro – dijo Luffy poniendo su rostro frente al del peliverde que de inmediato se sonrojo, sintió que se mordía la lengua al recordar su anterior escenita, mas no era la primera vez que algo así pasaba con el capitán… seguro Vivi se quedó con una impresión muy mala de él.

-          ¿sucede algo?

-          Nah… sólo comprobaba si estas bien – desalentó el mugiwara y regresó feliz a la mesa donde todos comían y reían

-          Como decía … el primer arroz se le quemó totalmente, se pegó a la olla y Zeff por poco y lo descalabra con eso jajajaja – contaba el invitado que en más de una ocasión les hacia reír

-          Rayos ya no recordaba ese vergonzoso evento…  pero no fue mi culpa, tu me distrajiste – comentó Sanji  mientras servía más platillos a la mesa

Sólo les falta darse un beso y decirse “nena querida cuanto time, te extrañé mil”, ah el beso ya se lo dieron… y a todo esto… no puedo dejar que un simple cocinero me intimide, soy más fuerte que eso, mi decisión es imparable.

El peliverde se levantó decidido del rincón en el que se había enclaustrado y caminó directamente… a la terraza todo sonrojado y cerró delicadamente tras de si, su corazón latía con fuerza.

-          No puedo – susurró bajando la mirada

-          Puedo  usar mi wepon left  si gustas – escuchó a Franky que ya estaba al lado del moreno

-          Si de eso se tratara me bastaría con mis katanas – le comentó el otro

-          Que tanto dicen? – preguntó Brook recargando su huesuda mano sobre el hombro de Franky

-          Zoro al fin se decidió, pero tenemos un estorbo

-          Quieren que lo rebane silenciosamente

-          QUE NO SE TRATA DE ESO!!!

-          Chicos vengan!!  El Brother Gay  tiene un anuncio!! – les gritó animoso el capitán

-          Oi…se llama Troy – se apresuró a corregir Sanji, el chico sonrió

-          No me molesta, escuchen ladys and boys, me tengo que ir pero quedan cordialmente invitados para la party de mañana, una cena de gala en el salón de eventos. Fue todo un gusto Piratas Sombrero de Paja – se despidió inclinándose, le dio un beso en la mejilla  a Sanji  (que se congeló en su lugar todo sonrojado) y se retiró cerrando la recamara tras de si.

-          Que amigo tan raro Sanji – susurró Nami toda maliciosa

-          Es excesivamente cariñoso

-          Y excesivamente gay!!  Y yo que creí que nada podía superar a Bon Kure – comentó Ussop resoplando

-          Oi no compares a mi amigo con ese pedazo  de animal

-          Dejando al Brother gay atrás – cortó Luffy en seco y todos prestaron atención – quiero saber si pudieron investigar algo

 

Nami resopló un poco, Robin se cruzó de brazos, ambas con caras negativas.

-          Sólo descubrimos que este es uno de los pocos lugares donde el gobierno mundial no tiene jurisdicción, por lo que la misma isla tiene su sistema político y de justicia… aunque los marines nos siguieran, no podría arrestarnos. – comentó Nami

-          Por supuesto no dejan a los piratas adquirir residencia aquí, sólo tienen tres meses para descansar y reabastecerse, por eso los registran a todos… pasado ese tiempo es su obligación marcharse, de lo contrario se le permite al gobierno mundial entrar y arrestar a quien se oponga a marcharse. – puntualizó Robin

-          Bueno, pero… eso no quita que existan organizaciones versión CP9 trabajando encubiertos aquí – sugirió Franky

-          Eso es correcto… a veces el sistema de justicia es inusual he injusto… como si no lo supiéramos ya – dijo de tajo Sanji, aun colorado

-          En fin, habrá que  mantener en rigor la vigilancia, principalmente embarcamos aquí por Zoro, una vez que  tengamos el antídoto y haya descansado partiremos, o ¿me equivoco Luffy?  -  preguntó Ussop, recibió afirmación

-          Bueno, aun es temprano… así que… ¿Quién viene a nadar? – les preguntó animado el capitán

-          Tu… no puedes nadar – comentó Nami fastidiada

-          Tengo uno de estos – y mostró un flotador con un patito amarillo al frente – vamos

-          Siiiiiiii – gritó feliz Chooper y luego volteó a ver a Zoro – oh… mejor no

-          Ah no te preocupes – Zoro acarició la cabeza del medico con una sonrisa – me iré ya a dormir, si necesito algo les grito desde aquí

-          Bien… vamos chicos!! – gritó animado Luffy y todos asintieron, salieron corriendo.

El moreno se disponía a partir a la cama cuando  notó que Sanji había decidido quedarse para limpiar la cocina y mesa, pero claro era ya una costumbre en él. Sonrió para si mismo al saber que esta seria su oportunidad, así que bien decidido caminó junto al rubio y comenzó ayudarle a limpiar la mesa, este le miró de reojo con una leve sonrisa.

-          Muy amable Zoro- san

-          Zoro – contestó el otro con un trapo en mano y miró directamente a los ojos del rubio – sólo Zoro

-          Bien… Zoro… deberías descansar, Chooper me puso al corriente de tu estado – contestó

-          Sanji….

-          Si?

-          Ese chico te gusta? – Sanji dejó caer su cigarrillo y algunos platos debido a la sorpresa

 

Santa madre del cielo!! A penas comienzo  a llamarle por el nombre de  pila y se le ocurre preguntarme eso!! ¿Pues que se siente este espadachín? ¿De verdad éramos tan apegados?

 

-          Ah perdona – susurró  Zoro al notar la incomodidad del interlocutor – se me olvidaba que… me has … - no pudo continuar la frase, así que siguió limpiando sin decir más

-          No… él siempre ha sido muy afectuoso conmigo y yo… nunca me he negado, no quisiera hacerle un desdén, es una persona muy sensible – contestó con sinceridad y siguió con su deber

Ambos chicos se quedaron en un incomodo silencio, por un lado Sanji pensaba en la delicadeza del estado de Zoro, pues notaba sus manos temblorosas, sus ojos cansados, la boca un poco seca, la piel pálida y su frente sudorosa, estaba al pendiente de cada movimiento y su respiración;  el mismo se sorprendía de cuanta atención lograba prestarle… ¿estaría influenciado por los comentarios de sus nakamas?

Por otro lado el espadachín, que era más sincero consigo mismo, pensaba en como iniciar un contacto con Sanji, que tipo de pretexto tomar para sujetar su cálida mano como la última vez… no, para que usar un pretexto si simplemente podía expresarlo… 

-          Sanji … - el rubio volteó  en cuanto oyó su nombre y sorpresivamente sintió que Zoro le sujetaba fuertemente la muñeca, le lastimaba un poco

-          - ¿Qué? ¿Qué demonios haces? – forcejeó en vano

-          Si no te molesta… - Zoro  sujetó la barbilla del rubio con la otra mano y le plantó un beso apasionado, violento, aspirando incluso la bocanada del cigarrillo, degustando su lengua, sus suaves labios mientras estrujaba la muñeca y su corazón latía con fuerza.

El rubio por su parte se sorprendió ruborizado, inmovilizó la garganta del moreno, la estrujó sin delicadeza alguna mas el peliverde al sentir que el compañero le asfixiaba lo azotó con fuerza contra la tarja, estrujó aun más su muñeca aplicándole una llave, doblegando al rubio a resbalar su mano hasta sentir ese corazón que de verdad se saldría. Luego notó que la temperatura del espadachín era inusualmente alta, que su aliento estaba caliente y el mismo agresor  estaba ruborizado, jadeaba… entonces el rubio se sintió mortificado y terminó por empujarlo violentamente, tanto que este azotó contra la mesa.

Los dos se miraron sonrojados, respiraban agitadamente y sin decir nada Sanji salió corriendo de la habitación dejando a Zoro algo confundido he incluso agotado.

 

Zoro descansó un poco, luego se levantó rápidamente y corrió a toda velocidad fuera, se detuvo en medio pasillo mirando de un lado a otro, había tardado demasiado, el cocinero había huido. Dio un corto soplido cuando escuchó los tacones de Nami acercándose, la vio dar la vuelta cuando ocultó sus manos en los bolsillos de la bermuda.

Ambos se exploraron mutuamente sin decir una sola palabra y el silencio fue abruptamente destrozado por el sonido de una fuerte bofetada.

-          Se supone que eres mi amigo – le gritó volteándole otra bofetada, Zoro lo recibió sin protestar, luego unos cuantos golpes al pecho que el joven no reclamó y finalmente, cuando la chica se calmó, comenzó a llorar sutilmente

-          Nami… no… no sabía lo que estaba haciendo yo…

-          No quiero oírlo… si tu y Luffy sienten algo muy profundo esta bien… somos amigos después de todo pero… no me vuelvas a hablar de ello

-          Nami para… déjame  explicarlo

-          Yo lo vi con mis propios ojos – cortó la platica limpiando sus ojos con las mangas de su ropa -  si quieres a Luffy mejor cuida de él – la chica lo empujó sutilmente cerrando la puerta en su cara, él llamó nuevamente a la puerta; pero Nami no respondió. Le observaba por la mirilla, el chico se sujetó el abdomen reclinándose un poco y luego susurró un “Lo siento” muy sincero, después de toser un poco se retiró, la navegante estuvo a punto de abrir la puerta para ayudar a su amigo pero su acostumbrado orgullo se lo impidió.

 

Robin estaba recargada en la trabe del pasillo, analizando la actitud de Nami, pensando en sus lágrimas de niña, esperó a que Zoro se fuera y  por fin la chica caminó al cuarto y entró, su amiga  le esperaba con los brazos cruzados.

-          ¿Estás bien?

-          Supongo ¿Y tu? - preguntó la morena con una mirada tranquila

-          Supongo – susurró y caminó hasta Robin  abrazándole, no era muy común pero eran amigas y tenían que apoyarse

-          Cuéntame  que pasa

-          Bueno… pues…

 

Nami le explicó a Robin sobre sus sentimientos por Luffy de quien se había enamorado por su determinación, su alegría, su ambición y por supuesto era un niño bastante apuesto a su parecer, si bien era algo despistado, a veces tonto.. Muy tonto… siempre tiene el valor de defenderla y hacerle sentir bien, sus risas le invitan a soñar y pensar en que todo es posible. Esto mismo le contó a Zoro hace unos días en que este había estado sentado solitario, más de la cuenta, y a cambio de tan preciado secreto le prometió no decir nada; pero a pesar de haber cumplido terminó por enamorarse también de Luffy y estaba furiosa porque el espadachín no se molestó en decírselo, la joven se enteró de la peor forma y contó a Robin aquel beso que ambos jóvenes se dieron.

Robin miraba atenta a la chica, cada palabra, cada lagrima, sabía que su amiga comenzaba a madurar de una forma especial; pero aunque no dudaría jamás de ella, algo le dijo en su corazón (y por supuesto su experiencia) que aquel beso no fue lo que Nami estaba pensado, que pudiera ser que ese beso no tuvo sentido alguno, como una confusión de sentimientos; incluso podría ser un despliegue de emociones resguardadas, mal dirigidas…esto mismo le explicó a Nami pero ella replicó contando lo que Luffy había dicho sobre su amigo.

 Aquella explicación, por supuesto, no hizo dudar a la experimentada señorita que viendo la actitud cerrada de la pelirroja decidió no discutir más y dejar sus conclusiones  para otro día; pero le quedaba bien seguro que una relación entre Luffy y Zoro sería prácticamente imposible.

Mientras tanto el confundido cocinero nadaba distraído en la piscina mirando las bellas piernas de las clientes del lugar, dio un largo suspiro al divisar al capitán, Chopper, Usopp y Franky jugando voleibol.

-          Pareces distraído Sanji-san – comentó Brook mientras tomaba el té en la banca de enfrente

-          Estoy… desconcertado – susurró llegando hasta la orilla y tomando asiento junto al esqueleto

-          Zoro-san? – Sanji asintió impresionado de cual evidente era

-          No logro recordar nada – comentó tristemente

-          Y… ¿es muy necesario? – preguntó el esqueleto dejando su tasa de lado para voltear a ver al nakama – hazle caso al corazón, el siempre sabe lo que desea-  el rubio miro un segundo esos huecos negros que alguna vez albergaron unos ojos, sonrió como un niño

-          Brook… Gracias

Sanji corrió a toda velocidad por los pasillos, entró al cuarto ignorando por completo a Robin y Nami y se detuvo en seco frente a la cama donde Zoro descansaba, su corazón latía tan rápido, su respiración estaba acelerada, nunca se había sentido tan inseguro en toda su vida, quería preguntarle tantas cosas ¿Qué tipo de relación llevaban? ¿Eran amigos? ¿Por qué siempre peleaban? ¿Por qué lo había besado tan violentamente?

-          Sanji  – susurró Zoro y se acomodó en la cama

-          Zoro? – preguntó sonrojado el rubio y se acercó más a la cama notando al peliverde ruborizado, sollozando mientras apretaba fuertemente los puños, contrayendo la quijada

-          Maldito, apártate… - susurró, se levantó asustado, jadeante, llevó su mano a la cabeza y luego a la boca, cerro bien los ojos y luego volvió a abrirlos con el semblante angustiado, era sólo una pesadilla. El rubio se quedo quieto en su lugar, debatiéndose porque acción tomar  

-          No puedo… apartarme… no sé porque, no te conozco, no te recuerdo… pero… aun con todo no puedo alejarme de ti – declaró el rubio caminando hasta tomar asiento junto a la cama y estrechar entre sus brazos a Zoro, quien al principio impresionado no movió ni un dedo mas al sentir esa calidez y la cercanía se permitió perderse en el aroma y estrechar con fuerza al rubio – mi corazón me pide estar aquí – le susurró el rubio ocultando su rostro en el cuello moreno

-          Sanji… - susurró Zoro todo sonrojado, que diferencia sentía en esta nueva forma de tratarse – yo… estaba tan asustado…  si Kuma te hubiese hecho algo yo…

-          Kuma – susurró el rubio cerrando los ojos, sintiendo una terrible punzada en el pecho, una fracción de imagen vino a su mente, era él, entre  Kuma y Zoro que estaba hincado en el suelo, sangrando, cansado, pero con una mirada decidida… - ah!!! – susurró llevándose la mano a la cabeza, repentinamente todo dio vueltas y dejó caer su peso en el moreno que le sostuvo

-          Calma… ero… Sanji… no te fuerces – le suplicó apartándole de si para darle espacio y aire, el rubio abrió los ojos mirando los preocupados de Zoro, respiró nuevamente evadiendo la mirada, ese recuerdo le infligió dolor mas no entendía muy bien que había sucedido

-          ¿Qué sucedió con Kuma? Chooper me lo contó pero… hay… un recuerdo… tu… estabas herido y yo… estaba entre ambos ¿Qué paso después?

-          No se… si sea buena idea hablar de eso – comentó Zoro esta vez soltando a Sanji, recordando los reclamos de este ultimo tras la batalla, la verdad es que no le consideraba ningún débil, todo lo contrario, sentía tanto respeto por ese cocinero, tanto amor por aquel rubio que no quería lastimarlo recordándole como lo había golpeado, como lo había apartado del peligro.

-          Pero… quiero recordarlo

-          Todo a su debido tiempo – contestó tajante el peliverde y llevó sus manos hasta la nuca del rubio atrayéndolo de nuevo – lo más importante es que estés bien… -  le susurró con esfuerzo mirándole a los ojos, dedicándole una tierna sonrisa- no necesito que me recuerdes por ahora, sólo quiero que estés calmado…

-          Este recuerdo… me hace sentir angustiado – le confesó bajando la mirada y sin saber porque volvió a estrechar con todas sus fuerzas al moreno, como si fuera a escaparse, como si fuera una ilusión – me siento confundido, quisiera recordarte, entender porque me siento tan angustiado por ti… Zoro… creí que sólo sentía pena por tu estado actual pero no puedo dejar de pensarte, no puedo dejar de preocuparme. No quiero que…. – antes de poder terminar la frase el moreno ya le había apartado y ahora estaba regalándole un tierno y cálido beso, probando esos labios rudos, calientes, llenos de fuerza, apasionados-  

-          Confía en mi, estaré bien – le dijo en cuanto se separaron, luego sin decir más atrajo al rubio hasta su pecho mientras lentamente se recostaban en la cama. Sanji sintió como su piel se ruborizaba, el calor le recorría cada parte de su cuerpo, se estremecía mientras Zoro le iba abrazando con más fuerza, luego sintió su áspera mano acariciar su cabello, la mejilla, los labios – quédate aquí… por favor 

****

Le vió caminar por la proa, su piel tersa y blanca resplandecía con el sol, igual los cabellos dorados, el humo del cigarro se perdía con la fresca brisa mientras una sonrisa se se trazaba en su rostro. No muy lejos sus demás nakamas recostados en el pasto del Sunny, las chicas con sus típicas revistas y libros, el tirador y el doctor  jugando como toda la vida, el músico concentrado en su violin y el carpintero tomando su típica cola.

Entonces el capitán corrió a toda velocidad hasta el rubio exigiendo comida cuando una explosión muy conocida se dio en el jardín, pudo ver con lentitud como todos sus nakamas salieron expulsados del barco… Robin, Brook, Chopper fue en los primeros que pensó cuando las gotas de agua se levantaron por los laterales del barco destrozado. Vio con lentitud como Sanji corría a toda velocidad para atacar al intruso pero una fuerza superior lo derrotó de un golpe y calló ante sus pies bañado en sangre, sus ojos no podían dejar de mirarlo, luego el capitán quiso atacar y cuando todo el polvo levantado se disipó se encontró con la boca metálica de Kuma abriendo sus fauces para expulsar un rayo que Luffy no pudo ni esquivar… el capitán cayó con un agujero en el pecho.

Quería correr, quería hacer algo pero estaba temblando, sus dientes castañeaban y el shichibukai ya estaba frente a él

-          Esta vez… no tendré piedad

-          Luffy – susurró el moreno

***

Sanji abrió los ojos y volteó a mirar a su acompañante, recorrió el torso desnudo, dejando que las yemas de sus dedos sintieran esa enorme cicatriz, mientras pensaba en cuanto debió de haberle dolido, en cuando o quien marcó así la piel del moreno, sin imaginarse siquiera que ese joven ya había peleado con dos shichibukais y en ambas ocasiones quedó malherido.

 

-          Luffy… no… - susurró apretando los dientes, contrayendo el cuerpo- basta… detente!! – arqueó la espalda, su frente sudando, el cuerpo entero tensado – por favor… Luffy

El rubió llevó una mano a su boca y se levantó, dejando su cuerpo al desnudo, observó unos momentos al moreno y comenzó a vestirse deprisa, luego partió de la recamara azotando la puerta. ¿Cómo era posible que entregara todo su ser a alguien que susurraba el nombre de otro? ¿Cómo fue tan tonto para no verlo? Claro… esas miradas llenas de preocupación, esa forma de estrechar al capitán…  unos celos terribles se apoderaron de su corazón y la furia que le envidio hubiera podido matarlo ahí mismo, al fin ni le conocía; pero todos querían tanto a ese cazarecompensas.  Sus propias lágrimas nacían en sus ojos; pero las eliminó con la manga de la camisa desabrochada.

Si tan sólo hubiera comprendido el dolor que acompañaba a Zoro desde entonces, la preocupación de sostener a su capitán, su sueño, el de él y su promesa, la responsabilidad de ser el segundo de abordo y sostener a sus nakamas a cualquier precio, sentía que cada uno era su responsabilidad, eran su familia y lo más importante… el amor… su otra mitad… como deseaba ser más fuerte y proteger a los que amaba tanto.

Cada noche era lo mismo, ese sueño horrible en el que veía a todos morir a manos de Kuma y finalmente él, sin poder moverse, paralizado del miedo. Despertó jadeando, todo el cuerpo le indicaba dolor, la cabeza le daba vueltas y la sensación de asco llenó sus sentidos hasta que vomitó en la alfombra, su piel palideció al ver la abundante sangre manchando el suelo, un dolor intenso en su pecho le cortó la voz, hubiera querido que alguien le sostuviera… fue cuando notó que el rubio ya había huido. ¿Acaso estaría arrepentido de haberse entregado así de fácil al desconocido? O peor aun… no le había gustado ni un momento, ni un minuto, ni las caricias, ni los besos…

Por su parte Nami y Sanji caminaban juntos por la calle sin decir una sola palabra, aquello era simplemente extraño...  intentaban alejar de su mente esos sentimientos, ese beso... vaya confusión.

 

-         Sanji- kun... tu... viste lo que yo – susurró Nami rompiendo el silencio

-         Definitivamente Nami-san... su actitud y la forma en que se tratan…

-         ¿Por qué? ¿Desde cuando se estarán viendo?

-         Pues... no lo sé, vamos... él es...  el segundo de abordo- Nami sintió que la sangre le hervía, sus puños se cerraron con rudeza al tiempo que mordió su labio inferior, por su parte Sanji había sacado del bolsillo su típico cigarro y lo encendió aspirando un poco. Luego tomó a Nami de la mano y caminaron juntos hacia un callejón solitario

 

Ambos se quedaron callados unos momentos, luego voltearon a ver con media sonrisa

 

-         Tal vez... esto este mal pero... siento... que quiero hacerles sufrir – confesó la pelirroja llevando sus manos a las sienes e inclinados en el suelo, sus lagrimas comenzaron a brotar. - somos Nakamas; pero no dejo de sentirme triste y herida

-         calma Nami-san...- el rubio tiró el cigarro al suelo y lo apagó con la suela-  no me gusta verte llorar – dijo delicadamente y se arrodilló frente a la chica limpiando sus lagrimas con un pañuelo blanco- no hay nada que me hiera más que esto -Nami sonrió y abrazó a Sanji

-         Todo estará bien... no hay más remedio, habrá que aceptarlo – dijo molesto

-         Sanji...- susurró a su oido y el rubio la separó lentamente de si

-         melodi – dijo con un acento frances y después de ello surgió un beso lento y temeroso, el rubio recorrió los labios de la pelirroja mientras una lagrima escurría de su mejilla

-         espera... - dijo Nami separándole de si y volteando hacia otro lado

-         lo siento... yo.. - el rubio se sonrojó un instante

-         no... es... PERFECTO- sonrió macabramente y luego dejó brotar una carcajada desde lo más profundo de su ser – ya se como arreglar esto

-         Nami...

-         y tú... vas a ayudarme... VAMOS!! - la pelirroja se levantó con mucha energía y sujetando de la mano a Sanji ambos corrieron a toda velocidad por las calles del pueblo.

 

 

  

 

 

 

 

 

Notas finales: Todos los personajes de One Piece mencionados en esta historia son propiedad de su respectivo autor. Este material es expuesto sin ningún fin de lucro y para uso exclusivo de promocionar a los personajes y la serie aqui mencionada.

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