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Eternamente MDMD por Luzy Snape

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Notas del capitulo: un poco lioso este capitulo, pero espero les agrade.  nos vemos el viernes con un nuevo episodio.
Eternamente MDMD

Capitulo 5: Entre serpientes y una obra de teatro.

-Hoy están muy alegres los gryffindor's ¿No les parece? Aunque me pregunto ¿Por qué será?-dijo Dumblodore contento, contagiado de la alegría de los chicos.

-¡No todos están tan alegres, Albus!-señalo Minerva, observando caras ceñudas entre los leones pues fuera de Harry y su grupo, la mayoría de esa casa estaban muy serios, demasiado en realidad, especialmente una castaña que parecía estar chupando limones por la cara tan amargada que presentaba y cuyo ceño molesto se profundizaba mas y mas conforme escuchaba las risas de sus compañeros.

Mientras tanto en la mansión Riddle....

-¡Tomas Betancourt!-siseo Voldemort frente a una chimenea.

-¿Diga? ¡OH, eres tú, tío! ¿Sucede algo?-pregunto Tom extrañado por el hecho de que el lord se arriesgara a llamarlo al ministerio y cualquiera podría percatarse de su presencia, llegando a perder su empleo por no decir que le enviarían a Azkaban tan solo por tener contacto con el tenebroso, aun sin ser un mortifago conocido.

-¡Ven de inmediato a la mansión; tenemos que hablar!-ordeno Voldemort firmemente.

-¡Muy bien, pero dame solo unos minutos, por favor! No puedo marcharme simplemente y dejar todo botado en el trabajo-dijo Tom con calma para nada inmutado ante el tono usado por el lord, bastante acostumbrado a que Elizabeth también lo llamara de manera inesperada y cada vez que se le daba su gana.

-¡Tienes 15 minutos, Tomas; ni un segundo mas ni menos!-dijo Voldemort cortando la comunicación.

-¡Vaya, ahora se a quien se parece mas Beth!-pensó divertido Tom mientras rápidamente deba instrucciones a su secretaria para poder ir al encuentro con el lord en el tiempo establecido, así que justo unos 7 minutos antes se aparecía en los limites de la mansión pero para su mala suerte se encontró con Bellatrix Lestrange.

-¿Qué hace aquí, Betancourt?-escupió arrogantemente, Bellatrix, la pregunta.

-¡Lord Voldemort me llamo, Lestrange! así que quitate o voy a llegar tarde-dijo frió Tom pues en verdad le desagradaba esa mujer pues era tan malvada que fácilmente podría superar al mismísimo lord oscuro pero a la vez era rematadamente estúpida y solo se desvivía por complacer al tenebroso por lo que en realidad jamás representaría un verdadero peligro; un estorbo, una pesadilla, tal vez pero alguna otra cosa era poco probable puesto que no sabia pensar por si misma, lo cual le hacia peligrosa aunque no imposible de manejar, así mismo era demasiado testaruda.

-¿Piensas moverte en algún momento, Lestrange? Si llego tarde por tu culpa recibirás tu merecido ¡Ahora, quitate!-ordeno Tom tratando de conservar la calma aun cuando Bellatrix lo exasperaba a cada segundo que iba pasando.

-Se cree muy importante solo porque mi señor le llamo ¿No es cierto? Pero no lo es, solamente es un peón más que en cuanto deje de serle útil, será eliminado así que no piense ni por un momento que es mejor porque no lo es-dijo Bellatrix molesta sin permitirle el paso a Tom.

-¡Entonces aplícate el mismo discurso, Bellatrix! Tú solamente eres un peón mas, así que no imagines que eres algo mas de lord Voldemort porque simplemente no lo eres; por lo que deja de comportarte como una idiota -no que necesites mucha ayuda para eso- ¡Y muévete de una buena vez, que por tu culpa llego tarde!-exclamo enfadado Tom mientras bruscamente movía a la mortifaga a un lado, quitándola de su camino sin inmutarse al verla a punto de caer.

-¡Maldito, ¿Cómo te atreves a tratarme así? Soy muchísimo mejor que tú, Betancourt!-dijo indignada Bellatrix recomponiéndose rápidamente, yendo detrás de Tom de inmediato.

-¿Qué esta sucediendo aquí? Además ¿Por qué has tardado, Tomas? Dije que tenias solo 15 minutos ni mas ni menos y ya pasan cerca de 5 minutos-dijo Voldemort molesto, abriendo la puerta de su estudio ante los gritos de Bellatrix.

-¡Yo llegue a tiempo, mi lord! Pero Lestrange no me dejo pasar, al parecer se imagina que nadie puede acércasele al menos que ella lo apruebe y mucho menos un simple peón como lo soy yo, señor-dijo Tom con desagrado al mencionar a la pelinegra.

-¡Crucio!-dijo Voldemort señalando a la mujer, quien no pudo evitar caer al suelo de dolor provocando por la maldición que al cabo de unos minutos fue retirada pero aun así le hizo bastante daño a la mortifaga.

-¡Espero que con eso aprendas a no entrometerte, Bellatrix! Cuando yo llame ha alguien, no tiene porque interesarte puesto que solo eres un peón a mis servicios y si me exasperas puedo prescindir de ti y por otro lado, Tomas no es un simple peón a diferencia tuya, él es muchísimo mas importante y de mas utilidad ¿Comprendido?-dijo venenosa mente Voldemort viendo a la mujer en el suelo, sin conmoverse en lo absoluto.

-¡Comprendido..... Mi lord!-susurro con trabajos, Bellatrix cohibida ante el desprecio que notaba en su señor hacia ella, así como el ¿Cariño? -aunque podían ser figuraciones suyas pues la maldición la había cansado- que mostraba por Betancourt, quien arrogante sonreía detrás del lord, lo cual solo consiguió hacerla rabiar celosamente.

-¡Eso espero, así que no olvides cual es tu sitio, Bellatrix! Ahora diles a los demás hombres que no quiero interrupciones de ningún tipo; voy hablar con Tomas y no quiero que me molesten en lo absoluto-dijo Voldemort con firmeza mientras entraba en su despacho, seguido por Tom, quien no había quitado la burlona sonrisa de su rostro pues en verdad le divertía lo tonta que Bellatrix podía llegar a ser.

-¿Se puede saber de que te estas sonriendo, Tomas?-dijo Voldemort con molestia al ver la sonrisita que su sobrino traía en sus labios, todavía.

-¡De nada en especial, mi lord!-replico el joven. Borrando de inmediato su sonrisa pues sabía que el tenebroso podría malinterpretarla y pensar que se burlaba de él por lo que bien pudiera ser el siguiente en recibir un castigo y la verdad que no estaba dispuesto a tener alguno.

-¡Supongo que deberé creerte! Ahora dime ¿Cómo vas en tu acercamiento con la joven Evans?-pregunto seriamente Voldemort, utilizando intencionadamente el apellido usurpado de Elizabeth pues aun no estaba seguro de que fuese su hija -ya que pruebas aun no poseía que así lo confirmaran- aunque al mismo tiempo escupió dicho nombre como si fuese algo venenoso -pues muy en el fondo de su ser no negaba que fuera su hija y por eso el decir el apellido de aquel muggle que le había quitado a Elianor y en consecuencia sus hijas haciendo que le hirviera la sangre del coraje.

-¡OH, eso! Tomara algo mas de tiempo del que había pensado; la chica no es muy confiada y creo que esta "probando" mi honestidad así como paciencia /mas que el hecho de ser o no su primo/ debido a eso cualquier clase de avance es realmente lento, mi lord-dijo Tom con calma y dando la excusa que hace ya mucho había establecido junto con Elizabeth pues aun no era tiempo de que el lord oscuro se enterara del hecho de que ellos se conocían desde mucho antes y por lo mismo tenían una cierta confabulación contra Voldemort, porque si lo llegaba a saber estarían en gravísimos problemas.

-¡Comprendo! Entonces tendrás que darte prisa y acelerar el avance, porque si pierdo la paciencia en la próxima vez que te llame no creo que salgas tan bien librado ¡Ahora puedes retirarte, Tom!-dijo Voldemort secamente, despidiendo a su sobrino.

-¡Procurare hacerlo, mi lord; ahora me retiro!-dijo Tom obediente y tras una ligera reverencia salio del despacho del lord oscuro.

-"¡Te has reblandecido, Tom! Antes no habrías dejado que ese chico se marchara sin algunos cruciatus por su ineptitud; pero parece que el hecho de que sea tu sobrino -aunque medio muggle- te hace contenerte en darle algún castigo ¿Verdad?"-siseo la voz de Nagini, desde los pies del lord, reptando lentamente desde los mismos hasta subirse al brazo del sillón en que descansaba su amo para apoyar su bípeda cabeza sobre el hombro del hombre de manera tranquila y confiada pues sabia que no le haría nada, después de todo era la única amiga que en todo ese tiempo había tenido y por lo tanto le comprendía como nadie mas lo hacia.

-"¡Lo se, amiga! Se que dejo que ese chico salga impune la mayoría del tiempo y no es solo porque sea mi familia -eso solo es un punto mas a su favor- sino que él se parece mucho a mí antes de tomar un camino completamente diferente; cierto que siempre encontré fascinación por las artes oscuras y sus diversas ramas pero fue hasta después de perder a Elianor en que me plantee la posibilidad de convertirme en el tenebroso y Tom parece estar en el punto justo en que yo opte por la destrucción de todo y todos, en vez de buscar otro camino; tal vez por eso soy mas indulgente porque quizás él todavía pueda hallar ha alguien que le haga feliz y así no se llene de odio, Nagini"-siseo en respuesta Voldemort mientras acariciaba suavemente la cabeza de su serpiente, en un gesto -que si lo supiera, le hubiese sorprendido, indudablemente- tan lleno de ternura, cariño y confianza como la que Harry mostraba al tocar a su Iris.

-"¿Aun extrañas a esa mujer, verdad? A pesar de tanto tiempo transcurrido nunca has podido olvidarla y contra toda tu oscuridad aun hay algo dentro de ti, de Tom ¿No es así? todavía una pequeña parte de tu corazón recuerda a Elianor Summer y el amor que te inspiro, cuando creías que jamás conocerías ese sentimiento ¿Cierto?"-siseo Nagini con suavidad frotándose contra la mano que le acariciaba.

-"¡Creo que jamás la olvidare! Elianor me mostró un mundo al que pensaba que no tenia derecho; un mundo tan maravilloso que nunca pensé encontrar, por primera vez alguien me amo, sin pretensiones, sin prejuicios, sin desprecios, no me alejo al saber que era mago, no tuvo miedo de mí e incluso concebimos dos hijas, la prueba mas grande de cuanto me quiso a pesar de mi orgullo, de mis banalidades, a pesar de todo y de todos"-siseo Voldemort tranquilamente.

-"Lo das por hecho ¿No es así? A pesar de que aun esa chica no te ha dado ninguna prueba definitiva que demuestre su origen; das por hecho de que Lily Potter y Elizabeth Evans son tus hijas ¿Verdad, Tom?"-siseo Nagini curiosa por la respuesta de su amigo.

-"¡así es! No puedo evitar pensarlo, pues esa chica es tan endiabladamente parecida a mí, tanto en físico como en magia, que me resulta casi imposible dudar que no lo sea y si quiero pruebas es mas por confirmar si es cierto que Lily Potter también fue mi hija; porque de haberlo sido, aceptar el hecho de que la asesine, haciendo al mismo tiempo la vida de mi "nieto" Harry un infierno no es muy sencillo de compaginar en mi corazón pues la parte que es el lord se rehúsa aceptarlo, pidiendo incluso que la asesine pero aquella otra parte de mi corazón que aun conserva el recuerdo de Elianor y por consecuencia de Tom Riddle se niega a lastimar a los últimos miembros de su familia, Nagini"-siseo Voldemort calmado.

-"¡Ay, Tom estas en un situación bien difícil! Porque aunque el chico Potter sea tu nieto, sabes que existe una profecía que ha sido la culpable de tu enfrentamiento con ese morenito de ojos verdes ¿O lo has olvidado?"-siseo Nagini acongojada (hagan de cuenta que una serpiente puede "mostrar algo de sentimientos" ¿Quieren? Pues ya se que se lee algo raro lo acongojada pero, pienso que Nagini es como una persona, lo mismo que Iris o sea pueden "sentir" aclarado el punto sigamos)

-"¡Por supuesto que no! Aunque desconozco la totalidad de la misma, no hay duda de que a causa de esa profecía es que me encuentro enfrentado a Harry, lo cual complica las cosas puesto que si en verdad es mi nieto, empiezo a dudar el como voy a enfrentarlo llegado el momento de hacerlo, Nagini"-siseo en respuesta el lord de verdad confundido.

-"Quizás fuera bueno que le preguntaras a esa chica sobre la profecía, después de todo siendo tía de Harry Potter es mas que probable que conozca la misma y así, estarías mas seguro de a que te estas enfrentando ¿No lo crees así, Tom?"-siseo Nagini calmada.

-¡Es una buena idea! Le pediré a Tom que también averigüe ese aspecto, aparte de lo de Elizabeth"-siseo Voldemort con decisión.

-"¿Vas a llamarlo otra vez? Te recuerdo que acaba de irse y no creo que le haga gracia el regresar y dejar tirado -de nuevo- su trabajo; recuerda que ese chico es muy cumplido con sus obligaciones, Tom"-siseo Nagini como si nada.

"¡Esta bien! Lo llamare mañana, después de todo me doy perfectamente cuenta de lo poco que le agrada tener que venir a verme y dejar su trabajo; él definitivamente se parece a mí, a su edad"-siseo Voldemort con exasperación.

-"Bueno en algo se debía de parecer por ser familia, Tom"-siseo Nagini divertida, aunque aparento indiferencia cuando el lord le miro con una fulminante mirada.

-"¡Mejor cállate, Nagini! Y vamos a ver que han preparado los elfos para la comida"-siseo Voldemort con calma pues no quería seguir charlando con una serpiente que estaba mas del lado contrario que del suyo, pues era obvio que su bípeda amiga sentía aprecio por su sobrino e incluso podía jurar que también por Elizabeth así como por Harry especialmente desde que le comento que podían ser sus crías, esa fue la mejor forma en que pudo explicárselo antes de que comenzara con una serie de siseos que le habrían dado migraña, pero desde entonces Nagini esperaba -incluso mas que él- ansiosa el que se confirmara si en realidad lo eran.

Después de aquellos acontecimientos, el tiempo transcurrió con rapidez llegando de nueva cuenta el mes de octubre y faltando un día para el cumpleaños de la profesora Evans, lo cual traía nerviosos a todos en Hogwarts pues en verdad que no sabían que podía ocurrir ese año, pues el pasado había sido un lió fenomenal.

-Entonces no lo olviden: mañana por la noche será la presentación de su trabajo-dijo Litzy dirigiéndose a sus alumnos de sexto año, quienes estaban bien nerviosos.

-¿Tenemos que hacerlo?-pregunto una tímida voz.

-¡Si! No deben de preocuparse han tenido 2 meses para preparase, por lo que todo les saldrá muy bien-aseguro Litzy con una sonrisa.

-Pero aun nos hace falta el vestuario, y sin el mismo no podremos presentarnos-dijo Ginny Weasley, esperanzada de que todo se cancelara.

-El vestuario lo tendrán por la mañana al despertar en sus habitaciones, todavía les falta algunos detalles para terminarlos pero aunque deba desvelarme, estarán listos a tiempo. Ahora ya es tarde y deben ir a su siguiente clase y dejen de preocuparse todo saldrá perfecto-dijo Litzy despidiendo al grupo, el cual salio no muy convencido de lo que tenían que hacer pero no les queda mas que obedecer, si es que querían pasar el curso.

-Lit ¿Qué les has hecho a los chicos de sexto? Los pobres están realmente preocupados como no los había visto antes-dijo Remus, durante la comida, curioso.

-¡No les he hecho nada! Solo están algo estresados, ya sabes por lo del programa de estudios de este año que no ha sido muy sencillo para ellos pero después de mañana se les pasara y ni se acordaran de esto-respondió la joven tranquila.

-Y puede saberse ¿Qué es lo que harán?-cuestiono Sirius intrigado.

-¡No, no! Ni siquiera al director le he dejado saber, tendrá alguna idea porque vio el plan de estudios muggles pero no sabe como ha sido la metodología que he seguido con los siete cursos; eso es sorpresa t lo sabrán hasta mañana-dijo Litzy con rotundidad, y evitando dar mas información de la necesaria pues no quería echar a perder lo que había estado preparando por esos dos meses, pues de alguna manera esperaba que con todo eso, un par de personitas captaran por fin el hecho de que estar separados no era correcto y que si ella no se había vuelto loca -al menos no mas de lo que ya estaba- era porque Merlín era demasiado bueno pues si ese distanciamiento entre Draco y Harry continuaba, así como el pleito con Granger, lo mismo que los acercamientos -en buen plan- de Ron Weasley para con su sobrino lo faltaría mucho para que "estallara" pues cada vez era mas y mas difícil mantener el control sobre la magia descontrolada de los malditos medallones que continuaba sin seguir en su lugar, pues desde hace un mes que Harry se había retirado su propio medallón aunque al igual que Draco, lo siguiera llevando consigo en el bolsillo de su camisa de uniforme exactamente junto a su corazón, lo cual solo conseguía volverla loca, sobretodo porque todavía llevaba su propio medallón al cuello y que irónicamente cada vez parecía pesar mas.

-¿No puedes darnos alguna pista?-cuestiono Flitwick interesado.

-¡No! Mañana por la noche, lo averiguaran-respondió la chica misteriosa.

Y a la noche siguiente....

-Sinceramente me angustia pasar por las puertas del comedor, sobretodo esta noche, si fuera otra cualquiera , no habría problema pero siendo el cumpleaños de la profesora Evans pues.....-dijo Ron preocupado, deteniéndose ante las puertas del gran comedor junto con el resto de sus compañeros de casa, lo mismo que las otras casas.

-Visto así, realmente es preocupante, lo que podemos encontrar detrás de esas puertas pero también se supone que somos valientes; así que hagamos uso de ese valor y entremos-sugirió Neville avanzando con decisión, abriéndose justo en ese momento las puertas del comedor, tan repentinamente que hizo a todos pegar un brinco del susto, pues por muy valientes que fueran si que habían sido sorprendidos.

-¿Qué están haciendo todos aquí afuera?-pregunto amablemente Dumblodore al ver a todos los alumnos reunidos ante las puertas del hall sin avanzar.

-Lo que sucede es que acaban de abrirse las puertas-dijo Ernie con calma o al menos eso aparentaba.

-¡Comprendo! Mas ahora ya se abrieron; así que entremos-sugirió Dumblodore, siendo el primero en avanzar y seguido por unos no muy convencidos alumnos pero no les quedo mas remedio que obedecer.

-Lo dicho: atraviesas esas puertas - en este día- y todo tiene que cambiar-dijo Ron al ver como sus ropas y las de sus compañeros, así como las de los profesores habían cambiado por completo, vistiendo ahora ropas totalmente blancas, algunos de ellos y ropas completamente negras, otros mas.

-Al menos hacemos juego con la decoración y estamos más uniformes que el año pasado-dijo Parvati al ver que el comedor estaba decorado en blanco y negro con juegos de luz y sombra a intervalos otorgándole así un aspecto fantasmagórico al sitio.

-¡Bienvenidos sean todos (as) esta noche! Sean tan amables de ocupar sus lugares, aquellos que vistan de negro deberán de sentarse en los asientos blancos e iluminados, los de blanco, en los asientos negros y en sombra-se escucho repentinamente la voz de Elizabeth que hizo volverse a los ahí reunidos.

-Podría saberse ¿Por qué esa disposición, Litzy?-pregunto Sirius curioso.

-Porque hay ciertas personas que se la pasan en las sombras y eso es caer en la monotonía, Sir-dijo la chica con una sonrisa.

-Pues antes prefiero permanecer de pie que hacer algo tan ridículo-dijo Hermione con sorna.

-¡Haga lo que quiera, Granger! Pero creo que es mi deber informarle que si desea permanecer de pie así se quedara por mas o menos tres horas pues una vez que la función inicie, empezara a correr un hechizo de tiempo, pues de lo contrario seria fastidioso estar todo el rato sentado y lamentablemente no se como podría afectar a quien este de pie pues el hechizo esta realizado para que haga mas cómodo el estar tantas horas sentados; pero por supuesto que ya nos podrá explicar que sintió una vez que todo termine y si no hay nada mas que decir, es mejor que empecemos-dijo Litzy con tranquilidad.

-¿Dónde te sentaras, Elizabeth? Después de todo tu ropa....-susurro Severus viendo detalladamente el atuendo de la joven, el cual era un vestido muy corto pues apenas si llegaba a medio muslo de cuadros blancos y negros -como un tablero de ajedrez- y llevando el cabello recogido en una larga trenza (idéntico al atuendo de Bercheraite cuando enfrenta a Amy en la torre de ajedrez en la serie de sailor moon)

-¡Yo no estaré aquí! Voy a estar detrás de esto, puesto que soy la profesora; es mi obligación asegurarme que la función se desenvuelva perfectamente, así que debo irme-informo Litzy dando media vuelta para retirarse.

-Entonces será mejor que nos sentemos-sugirió Harry sentándose bajo un rayo de luz, así como Severus, Remus, Neville, etc., mientras que en la oscuridad se acomodaron Draco, Sirius, Hermione, Ron, etc.

Y una vez que todos estuvieron en sus lugares dio paso a la historia, la cual hablaba de dos reinos muy parecidos entre si pero sus diferencias -que no existían en realidad- los mantenían apartados y como rivales mutuos durante generaciones, hasta que un día ambos reinos decidieron conocerse y entonces sucedió que...

-¡Mi nombre es Estefano, príncipe heredero del reino de la Luna!-dijo un chico elegantemente vestido en negro y detalles plateados, que los presentes reconocieron como un miembro de slytherin lo que acarreo varios aplausos de los alumnos de dicha casa.

-¡Bienvenido, príncipe Estefano! Yo soy Esperanza, princesa heredera del reino del Sol-susurro con suave dulzura, una chica preciosa con un bello vestido blanco y detalles en oro, mientras estrechaba la mano del príncipe.

-¡Es Ginny!-exclamaron Ron, Harry, Neville y algunos otros al reconocer a la pelirroja, quien en honor a la verdad estaba soberbia y su actuación como la de sus compañeros era excelente magnifica.

Así continuo desenvolviéndose la trama que se fue haciendo mas complicada conforme avanzaba pues pudieron ser testigos de como a poco a poco ambos príncipes se iban enamorando y eso no era correcto siendo sus reinos rivales, pero entonces...

-¡Hermano, despierta! Necesito hablar contigo, Ébano-susurro Estefano entrando en una nueva escena con una decoración mas tétrica que las anteriores puesto que la oscuridad era predominante en comparación a otras anteriores donde juegos de luz y sombra habían estado presentes y por lo mismo solo se podía apreciar el contorno de una silueta recostada en una amplia cama que en ese instante se desperezaba con una sensual gracia que a varios de los espectadores les resultaba conocida.

-¿Qué deseas Estefano a que vienes a despertarme?-dijo la sombra que pudieron reconocer como una chica.

-¡Elizabeth!-exclamo Severus al darse cuenta de quien era la joven que en ese momento se levantaba del lecho.

-¡Hermana, tienes que ser la primera en saberlo! Estoy enamorado de la princesa Esperanza; es tan hermosa y perfecta, realmente la amo-dijo Estefano con gran emoción y alegría sin percatarse de la mirada maligna que Ébano le lanzaba.

-¡Me da tanto gusto por ti, hermano! Supongo que me presentaras a tu princesa ¿Verdad?-pregunto con una calida alegría en la voz que contradecía por mucho la gélida mirada de la joven aunque eso no lo noto el príncipe en su emoción.

-¡Por supuesto que si! Lo arreglare todo para que puedas conocer a Esperanza-dijo Estefano con rapidez para luego abandonar el lugar.

-¡Ay hermanito cuan ingenuo puedes ser! No me conviene que te enamores y menos de la princesa solar, yo me encargare que tu romance no florezca pues tan solo el amor podría destruirme, así como la unión de ambos reinos y no he vivido entre sombras tanto tiempo como para que un tonto amor acabe con mis planes; mucho me temo que ni tu princesa, ni tú tendrán oportunidad de defenderse de mí, pero para eso hay que terminar con los enemigos-dijo Ébano con maldad mientras su mirada se tornaba rojiza y el brillo de una extraña sonrisa confundía a los espectadores, quienes no solo estaban sorprendidos por la mirada de la chica sino también por su aspecto puesto que el mismo era el de una joven de 17 años cuando mucho, lo cual les extraño ya que se suponía que tenia 25 años.

-¿Poción rejuvenecedora?-susurro Draco a su padrino, quien estaba a su lado y el cual solo se limito asentir sin dejar de ver ni un instante aquella chica que contra su voluntad lo volvía loco de anhelo y un deseo imposible.

-¡Que raro! No me comento nada al respecto, cuando me pidió ayuda-murmuro Draco viendo como Litzy se iba acercando hasta donde se encontraba.

-¿De que estas hablando, Dra...?-cuestiono Severus en voz baja, viéndose obligado a callar al ver a su ahijado levantarse para de inmediato arrodillarse ante Elizabeth, a quien galantemente beso en una mano.

-¡Mi fiel Anubis, mi exquisito amante! ¿Has conseguido lo que te pedí?-susurro de manera sensual Ébano, al mismo tiempo que recorría con una mirada devorada al joven arrodillado.

-¡Mi princesa amada! He conseguido lo que pidió; en este escrito encontrara todo detalladamente, le agradara saber que la princesa Esperanza es la heredera pero aun siéndolo existe un hermano que podría representar un obstáculo, lo mismo que un noble consejero que también puede ser un problema-dijo Anubis entregando un pergamino a la princesa, quien con una sonrisa sexy, le hizo ponerse de pie para de inmediato abrazarse estrechamente al pálido cuerpo, acomodando su cabeza en el pecho del rubio.

-¡Te deseo tanto, Anubis! ¿Qué haría sin ti? Eres justo lo que necesitaba pues no hay nadie que sea tan fiel a mí, ni tan buen amante; todo tú me vuelves loca de anhelo y deseo, mas se que abusare una vez mas de tus servicios pero quiero que hagas una ultima cosa en este reino-dijo Ébano deslizando suavemente una mano por el pecho del joven, abriendo un par de botones para acceder a su blanca piel y así acariciarlo a placer, arrancando uno que otro gemido de deseo de los labios de Anubis.

-¡Mi princesa! ¿Qué puede.... este humilde.... servidor hacer.... por usted?-cuestiono Anubis con voz ahogada.

-Quiero que viertas en las fuentes de agua potable, 12 gotas de esta poción; asegurándote que nadie te vea, del resto me encargare yo-susurro Ébano levantándose de puntillas para poder acceder a los labios pálidos de Anubis, quien se entrego gustoso al beso, devolviéndolo con igual intensidad de deseo y pasión, dejando ver a todos que en aquella caricia no existía nada de fingido para las malas pulgas de algunos presentes.

-¡He de marcharme y así cumplir sus ordenes, alteza!-dijo Anubis con voz ronca, dando por concluido el beso, viendo asentir a Ébano, la cual solo se limito a dar media vuelta separándose de su amante.

Luego de eso, las escenas siguientes fueron suscitándose con gran rapidez pudiendo los espectadores observar como el príncipe Estefano presentaba a su hermana Ébano a la princesa Esperanza, quien se mostró encantada al conocerla así como también vieron como los habitantes del reino solar comenzaban a mostrar extraños síntomas puesto que una rara enfermedad los estaba atacando de manera repentina y nadie podía encontrar un remedio adecuado para la misma.

Fue una historia de amor
Que acabo en poco tiempo
Una unión que iba a durar
Toda la vida
Los dos se encadenaron al placer
A sangre y fuego para ser
Un solo aliento con eso bastaba

Al mismo tiempo fragmentos de una melodía se dejaba escuchar por el lugar.

-¡OH, Estefano estoy tan preocupada! Por cada día que pasa mas y mas gente de mi pueblo continua enfermando y ni siquiera los sanadores han logrado identificar lo que esta provocando todo esto; y me siento tan impotente al no poder hacer nada al respecto-decía Esperanza mientras era consolada por un abrazo del príncipe.

-¡Todo esta bien! Veras como pronto encuentran la solución, solo es cuestión de esperar-dijo Estefano abrazando con ternura a su princesa.

-¿Cuánto hay que esperar? A este ritmo: no se cuanto pueda mi pueblo soportar, incluso si yo misma no he enfermado se ha debido a que como princesa que soy, tengo cierta fuerza y luz que me hacen mas resistente que el resto pero no se por cuanto podré continuar haciéndolo, ya que incluso hay veces en que me siento un tanto agotada. Creo que seria conveniente que hable con el consejero real y mi hermano, ellos sabrán lo que debo hacer y quizás tengan la solución a esta rara enfermedad-dijo Esperanza, separándose de Estefano, finalmente.

-¡Bien! Yo iré a hablar con Ébano, tal vez mi hermana pueda solucionar este problema; puesto que es muy buena manejando las curaciones-dijo el príncipe.

Como un eclipse de sol
Dos astros luchan por ser
Los dueños del día
Y de las sombras también
En un combate de amor
Se roban luz sin saber
Que agotan su fuerza
En un eclipse de sol

-¿Dónde se metió, Draco? Desde que se levanto y entro en esta obra, no ha regresado a su lugar y aunque no se ve mucho hay que rescatar el hecho de que SI lucen enfermos los habitantes del sol ¿En verdad los habrá envenenado? Todo esto cada vez se va poniendo mas feo, además de que Elizabeth también actúa raro, ya que imagino que así lo requiere su papel pero aun así da miedo en verdad-pensaba Harry sin perderse ninguna escena, sintiendo una fuerte aprensión en el pecho pues viendo como el sol y la luna se iban destruyendo sin percatarse de que lo hacían provocaban en él una sensación de desasosiego insoportable, puesto que también su dragón y él se estaban lastimando hasta destruirse sin querer reconocerlo así.

Después llego la hora
De comprender que no hay misterios
Que esperar solo silencio y miradas lejanas
No, no, no hay más revancha
Que intentar hacernos polvo
Desdibujados en cielos distintos

-¡Has cumplido muy bien tu trabajo, Anubis! Sin ti nada de esto habría sido posible-susurro con suavidad Ébano recostando su cabeza sobre el torso desnudo del rubio.

-Sabe bien que haré siempre lo que me ordene; para mí, sus deseos son ordenes-murmuro Anubis besando el hombro desnudo de la princesa lunar.

Como un eclipse de sol
Dos astros luchan por ser
Los dueños del día
Y de las sombras también
En un combate de amor
Se roban luz sin saber
Que agotan su fuerza
En un eclipse de sol

-¡Eres magnifico y fiel como no he conocido a nadie mas! Y por eso mismo requiero una vez más tus servicios-dijo Ébano con suavidad mientras alzaba una mano y acariciaba el pálido rostro.

-¿Qué puedo hacer por usted, alteza?-cuestiono Anubis con prontitud.

-Quiero que viertas esta poción en las comidas y bebidas de mi hermano y el resto de la corte lunar-respondió Ébano, entregándole un frasco pequeño al joven.

-¿Se trata de lo mismo que vertí en el agua del reino solar?-pregunto Anubis confundido, tras haber reconocido la poción.

-¡Tiene el mismo efecto que esa, pero esta modificada para que afecte a los habitantes de la Luna!-dijo Ébano tranquilamente.

-¿La misma poción? Pero si es así: ¡El príncipe Estefano y los demás también enfermaran!-exclamo Anubis confuso.

-¡Eso es precisamente lo que deseo, Anubis!-replico Ébano mientras se cubría con una bata para luego levantarse de la cama.

-¿Por qué?-cuestiono Anubis extrañado.

-¡Por venganza! Y no preguntes más; así que ve y cumple mi deseo, ya habrá tiempo para dar más explicaciones-dijo Ébano con sequedad.

-¿Por venganza? ¿Acaso no le importa que el príncipe, es decir su hermano pueda morir?-dijo Anubis suavemente.

A solas encontró
El placer de cantarle a la vida
Las horas perdidas
Como un eclipse de sol
Dos astros luchan por ser
Los dueños del día
Y de las sombras también

-Sino deseas hacerlo, solo tienes que decirlo y yo lo haré, Anubis-dijo Ébano con molestia.

-¡No es necesario, haré lo que ordenado, princesa!-dijo Anubis con sumisión, no queriendo que su alteza se enojara con él.

-¡Maravilloso! Ahora ve y hazlo, que por mi parte debo hacer algo pero antes de que te vayas, hay algo que quiero darte-dijo Ébano colocando sobre la muñeca izquierda de Anubis una esclava de oro unida a un rubí en forma de gota, para después dar un rápido beso en los labios del joven y abandonar la habitación antes de que pudiera retenerla, por supuesto que luego de colocarse su vestido.

-Imagino que deber de cumplir su deseo-dijo Anubis extrañado del comportamiento de su princesa.

En un combate de amor
Se roban luz sin saber
Que agotan su fuerza
En un eclipse de sol

Y mientras tanto Ébano caminaba de un lado a otro, esquivando eficazmente un encuentro con su hermano Estefano, así como con la princesa Esperanza, los cuales estaban en su búsqueda.

-¿Qué hace Elizabeth? ¿Por qué se queda aquí?-pensaban extrañados Severus y Harry al ver a la chica a un lado suyo.

-¡Finalmente lo encontré, consejero! Y no voy a permitir que arruine mi venganza; ni usted, ni el príncipe solar me lo impedirán-susurro Ébano mientras se sentaba sobre Severus aunque sin dejar de ver a Harry.

-¿Qué estas diciendo? ¿De que estas hablando E...?-cuestiono Severus confundido, callando súbitamente al sentir como la chica mordía su cuello, clavando con fuerza sus ¿Colmillos? ¿Desde cuando aquella chica tenia colmillos?-se preguntaba el pocimista, sintiéndose de repente muy extraño, como si su mente estuviera muy mareada o lo que era peor desconectada pero antes de que pudiera intentar hacer algo al respecto Ébano se movió con rapidez, colocándose encima de Harry, a quien también mordió en el cuello bebiendo ávida de su sangre. Luego de lo cual....

La princesa Esperanza no tardo en hablar con el consejero Severus -quien en contra de su voluntad- sobre la situación de su pueblo y el mismo le dijo que el responsable de la enfermedad en el reino era Estefano, por lo que era conveniente hacer algo acerca de eso pero al mismo tiempo Ébano se encargaba de envenenar a su hermano contra la princesa, asegurándole que era la responsable de que la gente de la Luna, se estuvieran enfermando de forma súbita.

-¿Por qué los has hecho? ¡Creía en ti, Estefano!-reclamo Esperanza mientras discutía acaloradamente con el príncipe lunar.

-¡No me vengas con reclamos! Puesto que si ha eso vamos, también tengo que decirte; ya que en realidad los habitantes del Sol solo saben causar daño y dolor ¡No debí de haberme enamorado en ningún momento de ti!-dijo Estefano con muchísimo dolor, reflejado en su voz.

-¡Soy yo la que no debió amarte, Estefano! Mi gente y reino se están muriendo por causa tuya y no te han hecho ningún daño; por lo que tengo que acabar contigo solo así podrá mi reino salvarse-dijo decidida Esperanza mientras empuñaba una lanza dispuesta a clavársela al príncipe.

-Entonces ¡Hazlo, destruyeme! No podría soportar vivir lejos de ti, te amo demasiado para desearte mal alguno pero al mismo tiempo no puedo negar el sufrimiento de mi propio pueblo, ni tampoco del tuyo. Así que ¡Mátame, si aun me amas, Esperanza! Y dame el descanso eterno que mi alma quiere-dijo Estefano con triste solemnidad.

-¡No pudo hacerlo, no puedo!-dijo con dolor Esperanza a la vez que apartaba la lanza del príncipe, quien estirando una mano detuvo el movimiento antes de que la alejara por completo.

-En ese caso ¡Lo haré yo!-susurro Estefano mientras que con rapidez se enterraba aquella lanza en el corazón.

-¡ESTEFANO!-grito Esperanza aterrada, viéndolo caer herido de muerte.

-Realmente mi hermano fue demasiado estúpido ¿No lo crees?-susurro la voz de Ébano, acercándose con lentitud a la acongojada princesa, quien sostenía ente sus brazos el cuerpo del príncipe.

-¿Qué dices, Ébano?-susurro extrañada Esperanza, viendo sorprendida como la chica extraía con brusquedad la lanza del pecho de Estefano, consiguiendo que se desangrara con mayor rapidez.

-¡Que mi "querido" hermano, lo mismo que tú son en verdad muy tontos! Decían amarse profundamente y con algunas pocas dudas bien colocadas -debo admitirlo- he conseguido su destrucción ¿No crees que fue brillante poner la voluntad de tu consejero a mi servicio, así como envenenar el agua del reino solar y de esa forma hacer que enfermaran?-dijo fríamente Ébano.

-¿Qué estas diciendo? ¿Acaso todo ha sido idea tuya? ¿Por qué, Ébano?-dijo consternada Esperanza.

-¡Por venganza! Porque Estefano y tu misma son los hijos de aquellos hombres que tanto hicieron sufrir a mi madre, aun cuando uno de ellos era mi propio padre pero a pesar de serlo no solo hizo daño a mi madre, sino que también me lo hizo a mí ¿Desearías saber lo que quiero decir?-Esperanza asintió levemente- Mi madre fue la primera esposa de tu padre, princesa pero un día llevada por el deseo de cobrarse la ofensa que el rey le hizo - ya que tu padre había estado con otra mujer que no era mi madre y de la cual nació tu querido hermano Edmon (Harry)- tuvo una aventura con el joven rey de la Luna, quien visitaba el reino solar-pero de tal suceso mi madre resulto embarazada por lo que al saberlo tu padre la desprecio y expulso de su hogar ya que se dio cuenta de que no era hija suya; por lo que a mamá no le quedo mas que ir al reino lunar, ya embarazada solo para descubrir que mi padre se había casado en esos meses transcurridos y mi "adorado" papá al darse cuenta de la situación, tomo la decisión de que su esposa no supiera de su aventura por lo que se desligo de la responsabilidad con la excepción de darle un sitio donde ella pudiera criarme, mas desgraciadamente todo se descubrió porque mi madre pereció con mi nacimiento, pues tantas penas y sufrimientos terminaron con sus fuerzas por lo que a mi padre no le quedo de otra que llevarme a palacio, donde no fui bien recibida y menos aun tratada pero para cuando tuve edad suficiente como para ser enviada a otro sitio, mi medio hermano Estefano ya me había tomado cariño y afecto, siendo tal el mismo que por su intervención continué en el palacio y el reino lunar, siendo aceptada como princesa del mismo y su amor es ahora causa de su destrucción ya que por años he esperado la oportunidad para vengarme y ambos me proporcionado el medio mas que perfecto para hacerlo. Fui yo la que ha estado detrás de todo, yo quien enveneno a los habitantes del Sol y la Luna, yo quien hizo actúa en contra de su voluntad a tu consejero diciéndote justo lo que deseaba, lo mismo con tu hermano Edmon, cada paso, cada acción ha sido llevada de tal forma con la única idea de su mutua aniquilación; pero mi hermano Estefano es muy tonto se deja dominar por sus sentimientos y no ha podido matarte, Esperanza. Ha preferido ser él, quien lo hiciera pero lamentablemente para ti, yo no tengo esos sentimentalismos-dijo con frialdad Ébano para de inmediato enterrar la lanza en el pecho de la princesa, quien lucia horrorizada por todo aquello pero no tuvo oportunidad de comentar nada ya que cayo fulminada sobre el cuerpo de su príncipe, ahora muerto también.

-¿así que ha sido la responsable? Todo ha sido planeado cruel y fríamente, sin importarle que se tratara de su hermano, princesa Ébano-resonó con veneno una fuerte voz, que no sorprendió a la chica.

-¡así es! Todo fue mi idea, consejero, Severus-ironizo Ébano, volteando a ver a los recién llegados: Severus, Edmon y Anubis, quienes lucían bastante alterados por lo que habían descubierto pero antes de que alguno dijera algo...

-¡Maldita! ¿Cómo pudo asesinar a la princesa Esperanza?-dijo indignado Severus mientras tomaba rápidamente una espada que de inmediato enterró en el pecho de Ébano, la cual devolvió el golpe al clavar en el consejero la lanza extraída del cuerpo de Esperanza, hiriéndole mortalmente.

-¿Por qué lo has hecho, Severus? Ahora no ha quedado nadie, excepto yo-susurro Edmon, sosteniendo el cuerpo del consejero con cuidado, así como lo hacia Anubis con el cuerpo de Ébano.

-¿Qué has hecho? Solo has logrado la destrucción de los príncipes herederos, así como de sus reinos, pero ¿Para que? Es todo inútil, solamente un derramamiento innecesario de sangre-dijo con tristeza Anubis abrazando con fuerza a la joven en sus brazos.

-¡No ha...sido inútil todo.....esto! Ya que aun existen...un heredero... por cada reino....pero que al mismo....tiempo...no tienen...nada que.....ver con.....los reinos....destruidos...tú y Edmon.....podrán forjar.....nuevamente al....Sol y a la Luna.....puesto que tienen.....nobles corazones....de lo cual carecían....antes...los herederos.....ahora ustedes son....responsables de su.....destino...no lo desperdicien.....absurdamente-dijo entrecortadamente Ébano, expirando al decir la ultima palabra.

-¿Qué significa esto? ¿Qué ha querido decir con lo de tú y yo?-cuestiono Edmon confundido.

-así que también traes colgada una esclava con una lagrima engarzada -salvo por la diferencia de que es de plata y esmeralda- ¡Ahora comprendo! Te salvo la vida, como me la salvo a mí, en realidad nunca fue su intención hacernos daño a ninguno de los dos. Lo que significa: que todo lo tenia muy bien planeado, mas solo una pregunta tengo por hacer ¿Cómo forjar de nuevo ambos reinos con toda la sangre inútilmente derramada?-pregunto Anubis con tristeza.

-¡No existe ninguna manera! Por lo que solo podemos aprender a confiar en y entre nosotros de tal forma que encontremos la suficiente fuerza para no dudar ante los problemas y así reconstruir ambos reinos pues solo cuando dejemos de ver nuestras diferencias, dándonos cuenta de que tenemos mas en común, solo entonces habrá merecido la pena todo el absurdo derramamiento de sangre que este día ha ocurrido-dijo Edmon con firmeza y tranquilidad.

-Solo cuando confiemos en nosotros, dejando nuestras diferencias atrás para ver que realmente nos parecemos mas de lo que pensamos llegando a tener el mismo destino a pesar de ser distintos; el Sol y la Luna volverán a renacer para volver a brillar con intensidad ¿No lo crees así, Edmon?-dijo Anubis con suavidad mientras veía levantarse al príncipe solar.

-¡así sea, Anubis, así sea!-respondió Edmon, ofreciendo su mano al joven rubio, quien miraba aquel gesto sorprendido pero no dudo ni un momento en aceptarla.

-¿Amigos, entonces?-dijo Anubis estrechando fuerte y firmemente la mano de Edmon para luego, levantarse hasta quedar frente al otro chico.

-¡Amigos, y juntos cumpliremos nuestro destino, Anubis!-susurro Edmon sin soltar la mano del otro joven, quien solo asintió levemente ante las palabras del chico, mientras se miraban mutuamente reflejándose el gris contra el verde y fue así como poco a poco todo fue quedando en penumbras, dando por concluida aquella puesta en escena de dos reinos que siendo diferentes descubrieron lo mucho que tenían en común.

-¡Creo que no han aprendido absolutamente nada!-dijo Litzy mientras se incorporaba y veía como Draco y Harry soltaban sus manos con gran rapidez, a la vez que dejaban de verse.

-¿Y que deberíamos aprender?-pregunto Draco con calma.

-Si tengo que decírselos....-comenzó la chica haciendo una breve pausa- ¡Significara que son realmente tontos!-termino Litzy burlona.

-¡Oye, no ofendas!-exclamaron indignados ambos chicos, mas antes de que la chica respondiera, una salva de aplausos se dejo escuchar, mientras la luz iba volviendo poco a poco al lugar, dejando ver aquellos fantásticos actores, que se felicitaban mutuamente unos a otros.

-¡Lo has hecho muy bien, Virginia!-felicito el joven slytherin, saludando a la pelirroja.

-¡Tú también lo hiciste excelente, Adams! Y por favor llámame Ginny-dijo la gryffindor con una sonrisa amistosa.

-En ese caso: ¡llámame Esteban!-dijo el slytherin amablemente.

-Por lo menos, no todo ha sido en vano; después de todo la obra esta dejando algo bueno y aunque no es un cambio radical esta sucediendo poco a poco, por lo que no todo esta perdido-pensaba Litzy gratamente complacida por los sutiles cambios que se estaban presentando en los alumnos, aun cuando los mismos no de dieran cuenta.

-Puede saberse hasta ¿Cuándo vas ha quedarte con esa apariencia, Elizabeth?-pregunto Severus, mosqueado.

-¡Recuperare mi verdadera edad en mas o menos 20 horas! después de todo la poción que bebí tiene una duración de 24 horas-dijo Litzy calmada.

-¡Ya veo! ¿Por qué no utilizaste una poción con menos efecto?-indago Severus curioso.

-Porque no estaba segura de cual utilizar y por lo mismo corría el riesgo de cambiar en mitad de la obra, por lo que prefería ir a lo seguro y antes de que sigas: ¡No, no quise preguntarte! Debido a que si lo hacia te enterarías de mis planes para la obra y mi objetivo era que no lo hicieras ya que de lo contrario no habrías asistido y eras -junto con Draco y Harry- necesario para el desarrollo y desenlace de la misma-dijo Litzy.

-Y lo que me recuerda: la casa de Hufflepuff obtiene 80 puntos, Slytherin 20 puntos, Ravenclaw 40 puntos y Gryffindor 30 puntos-musito la chica mientras iba otorgando los diversos puntos a cada una de las casas.

-No crees que es un tanta injusta la manera de dar puntos, Litzy-dijo Remus desconcertado.

-¡No! Especialmente si observas el contador, Moony-respondió ella.

-¡Todas las casas tienen el mismo numero de puntos!-exclamo mas de una voz, sorprendida.

-¡así es! Y ahora: me retiro, es tarde y me gustaría ir a dormir-dijo Litzy despidiéndose con un gesto para luego abandonar el comedor.

-¡Es cierto! Es tarde ya, por lo que será mejor que vayan a descansar para que puedan estar frescos para su visita a Hosgmeade-dijo el director, despidiéndolos a todos y así....

-¡Demonios, Draco! Esto no puede seguir así, ya es mucho tiempo sintiendo tu ausencia ¡Debo hacer algo! No quiero arrepentirme después y vivir una vida triste de soledad, tengo que recuperarlo pero antes hay que terminar con Hermione definitivamente -aunque me este rehuyendo constantemente- solo entonces podré hablar con mi dragón y demostrarle que hay sinceridad en mi amor, puesto que solo lo amo a él; así que debo darme prisa o de lo contrario lo perderé para siempre-pensaba Harry mientras se iba quedando dormido.

-¡Tengo que recuperar a mi fénix! Ya han pasado muchos meses sin Harry, debo encontrar la manera de que vuelva a mí, no quiero quedarme sin mi sol o peor aun que nos pase como a la luna y al sol, quienes se amaban tanto que por dudas terminaron destruyéndose, el uno al otro, creando así un eclipse; nunca creí cuanto lo iba a extrañar, por lo que hay que recuperarlo-se decía Draco intentando encontrar una forma de acercarse al gryffindor antes de perderlo definitivamente. Y al día siguiente.....

Continuara...

Notas de autora: Un nuevo capitulo de esta saga que espero les guste como los anteriores, el próximo capitulo, en el que veremos la ruptura de Hermione y Harry, así como lo que el moreno hará con respecto a Draco y lo que Seamus hará con respecto a Ron, y otras sorpresas que se me ocurran así que nos vemos el próximo mes. Les dejo con la lista de quienes me dejaron un comentario. Gracias.

*Yami_Jake
Luzy Snape.

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