Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Akihabara Love Dream por katzel

[Reviews - 23]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Kazuya caminaba enérgico de un lado a otro en el piso número 68 del magnífico edificio de la Fujiwara International Company.

Llevaba un equipo de comunicación de alta definición que constaba de un auricular y un micrófono sujetos a su perfecta estructura ósea.

En ese momento estaba cerrando tratos con 6 diferentes empresas alrededor del mundo y trataba de conciliar las ofertas, las demandas, las contraofertas, los blufeos, las mentiras y los porcentajes a una velocidad adrenalínica que su cerebro desentrañaba casi sin pensar.

Seika, su segundo al mando tomaba notas impresionado.

Kazuya no cometía ningún error y su pronunciación era impecable al pasar del alemán al chino, del chino al ruso y del ruso al inglés. En verdad iba a ser complicadísimo quitarle el cargo.

Seika había ascendido confiado en su belleza, su capacidad de trabajo y su impecable herramienta de maquiavelismo que apartó los obstáculos del camino, pero Kazuya era una fortaleza inamovible.

Por otro lado Seika tampoco negaba que sentía una fuerte atracción por Kazuya. Esos cabellos negros cortos, llenos de vida (y sobre todo el mechón que se acomodaba hacia la derecha) le parecían a la mar de sensuales. Kazuya era alto, atlético, plástico y por alguna extraña razón cada vez que Seika le miraba aparecían rosas a su alrededor.

"Concéntrate, Seika Yoshimura, no te dejes vencer, todo está en el estado mental"

Por su parte Seika era de estatura mediana, bastante delgado y el sueño de todo amante ejecutivo. Pero sus acercamientos a Kazuya no habían sido demasiado afortunados, de tal manera que hasta entonces no habían tenido ni una sola cita.

- Completo - dijo Kazuya cortando todas las comunicaciones.

- ¿Ya está?...

- Por supuesto. Todas las operaciones han sido terminadas con un 100% de efectividad. Ahora me retiro, debo revisar la parte legal del último contrato.

- Me quedo a cargo, Okano-san.

- Bien.

Seika quería decir algo... llamar su atención... invitarlo a algún lugar... pero otra vez ese marco de rosas rodeó a Kazuya y se quedó sin habla.

Kazuya bajó dentro de la caja de metal del ascensor sintiéndose un poco vacío.

El ritmo de trabajo era salvaje, tal y como le gustaba, pero había algo que faltaba.

Pensaba en esa vieja leyenda que le había contado su padre sobre los héroes que reconocían su destino con D mayúscula y se preguntaba si eso era lo que estaba haciendo en la empresa.

Salió por el lobby con todos los ojos puestos en él y caminó hasta la limosina donde su fiel Takanori ya le tenía la puerta abierta.

- Buenas tardes, Okano-sama.

- Buenas tardes, Takanori.

- ¿A casa?

- Sí, pero antes pasaremos por la filial, necesito recoger unos documentos.

- Usted nunca descansa.

Tenían la misma edad pero se trataban como correspondía a sus posiciones. Takanori era el chofer y mayordomo de Kazuya, repitiendo la relación que tenían sus padres. Era demasiado guapo para ser un empleado, pero a él no parecía molestarle servir a tal amo.

Kazuya soltó el nudo de la corbata, asfixiado.

Bajó la para poder respirar el aire de la calle llena de gente.

- Takanori.

- ¿Si Okano-sama?

- Tomemos otra ruta.

- ¿Por dónde sugiere que vayamos?

- Demos un rodeo simple, algo para evadir el aburrimiento.

- Correcto, señor.

Tomaron la calle transversal y la limosina se detuvo luego del giro.

- ¿Qué sucede Takanori?

- Pues... la verdad Okano-sama no lo sé. Pero le prometo que solucionaré el problema en un segundo.

Kazuya se apoyó sobre su mano. Le pareció reconocer uno de los edificios de la calle y se preguntó por qué no podría adelantarse hasta la sede. No debía ser nada complicado. Él había estado en Singapur, Seoul, Amsterdam y otros lugares, ¿acaso se iba a perder en un barrio como ese? Hasta le pareció divertido eso de andar como una persona común y corriente que no tiene chofer ni piscina temperada en casa.

"Vayamos... será interesante"

Cuando Takanori lo vio poner un pie en el suelo raso se maldijo mentalmente por no llevar la alfombra roja a todos lados para que su príncipe no se ensuciara los pies.

- Okano-sama, no salga de la limosina, ya casi...

- Será cosa de un momento. Buscaré los documentos y regresaré, para entonces confío en que ya todo esté arreglado.

- Pero Okano-sama...

- Ah ah... nada de réplicas... he tomado una decisión.

- Pero Okano-sa...

- En seguida vuelvo...

Takanori elevó una plegaria al cielo por el pronto regreso de su amo.

Kazuya, frente al edificio se dio cuenta de que se había equivocado de lugar.

"Oh, no es la sede, es un centro de producción de alguna cosa que se llama "Manga", pues la verdad que los perfiles son casi iguales"

Recién prestó atención a los brillantes carteles de neón y las personas que pasaban a su alrededor.

"¿A qué extraño mundo he llegado?"

"¿Vendrá un conejo?"
(*)

Un grupo de chicas vestidas de maid o sirvientas le llamaban para que pase a un café karaoke.

Kazuya experimentó el mareo de la persona abrumada por lo desconocido.

- ¡Los mejores doujin de todo Akihabara! - gritaba un chico sosteniendo fanzines en la mano.

"Akihabara... de modo que así se llama este lugar... me suena de algún lado..."


Completamente distraído se dirigía al cruce.

"Será este el sitio de mi destino con D"

El siguiente paso le condujo a darse un porrazo con algo de menor estatura que sin querer le propinó un golpe a la altura del estómago.

Kazuya Okano, poderoso gerente de la Fujiwara cayó sentado al piso mientras su contraparte hacía lo mismo lanzando un pequeño grito de daño.

Logró abrir un ojo y captó de inmediato las orejas de gato de Chiaki, su artísticamente desordenado overall y la cafarena negra.

Acababan de encontrarse el hombre de negocios y el pequeño cosplayer de Akihabara.
Notas finales: (*) Alusión al conejo de "Alicia en el País de las Maravillas". Kazuya cree que ha llegado a ese mundo ilógico y lo que sigue en la historia es que venga un conejo a invitarle tomar el té.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).