Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Siempre te amaré... por Masterred

[Reviews - 128]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capítulo 2- El accidente
En la mañana…
El demonio Kamijou entró en la universidad a paso rápido. Estaba llegando tarde otra vez, se había dormido y no tenía nada en el estómago aparte de una taza de café que tomó a las apuradas antes de salir.
Sólo había caminado uno corto trecho cuando Takashi Misaki le salió al paso;
_ Profesor Kamijou… _el joven alumno comenzó a caminar con él.
_ ¿Qué desea…? _preguntó Hiroki fríamente.
El jovencito pese a su apariencia de niño bueno; era una molestia constante para el profesor. Aunque se empeñaba –y esto Hiroki no lo negaba-, era terriblemente malo en literatura, casi disfrutaba decorando con enormes “D” en rojo las hojas de sus trabajos y ensayos.
Pero lo que más molestaba al profesor era que su joven alumno siempre terminaba convenciéndolo de que volviera a leer sus trabajos, incluso conseguía segundas oportunidades. Algo difícil de lograr con el demonio Kamijou…
_ Aquí está mi trabajo… _Misaki le entregó una enorme carpeta color verde_ Sé que lo estoy entregando con retraso pero le puse mucho empeño… creo que esta vez sí podré aprobar la…
_ Sí, gracias… _Hiroki tomó el trabajo _ Lo veré en clases Takashi… _lo despidió.
Dejó atrás al jovencito y siguió avanzando. Subió las escaleras en tiempo récord y llegó a la oficina jadeando.
Abrió la puerta con energía:
_ Buenos días… _dijo al entrar_ Lamento la tardanza…
Hiroki se quedó mudo ante la imagen que tenía enfrente;
_ Ejem… _carraspeó para que lo oyeran_ Profesor Miyagi…
El susodicho dejó de besar al jovencito que tenía en brazos un momento y volvió la cabeza:
_ K-kamijou…!!! _soltó a Shinobu y mientras lo empujaba para que saliera de la oficina hablaba atropelladamente_ ¿C-cuando llegaste eh…? Te retrasaste… _cerró la puerta_ Jejejejaja… Sé lo que piensas sobre lo que acabas de ver pero déjame decirte…
_ Sé perfectamente lo que acabo de ver, profesor… _le cortó Hiroki cruzándose de brazos_ Y no me diga que “no han estado haciendo nada…”
_ Sí… _Miyagi se pasó una mano por el cabello.
Estaba avergonzado. Que pescaran a un hombre adulto con las manos en la masa dos veces seguidas… Y en su lugar de trabajo… ¿Cómo era posible…?
“Sí, definitivamente el amor lo vuelve a uno más tonto y descuidado…” pensó.
El castaño dejó sus cosas sobre la mesa y se dispuso a trabajar;
_ Sé que no es asunto mío… _dijo mientras se sentaba_ Pero tenga más cuidado, es horario de clases…
_ Sí, lo siento Kamijou… Tienes toda la razón, no quiero meternos en problemas… _lo abrazó por atrás_ ¡Siempre preocupándote por mí…! ¡Gracias por ser tan buen amigo, Kamijou…!!!
_ Profesor!!! _Hiroki se lo quitó de encima de un empujón_ Es un inmaduro… _gruñó.
El destello dorado en su mano lo distrajo un momento de la discusión. Volvió a mirar el anillo que Nowaki le había dado y recordó lo feliz que se sentía. Movió la mano. Le quedaba ligeramente flojo, tal vez debería mandarlo a una joyería para que lo encogieran un poco… Por nada del mundo quería perderlo accidentalmente.
Se lo quitó un momento para observarlo a la luz; donde notó que tenía algo grabado del lado de adentro:
“NowakixHiroki. Por siempre”

Se concentró en no sonreír para no delatar que no estaba enojado con Miyagi, sino pensando en otra cosa y radiante de felicidad.
Pero la vista de águila de Miyagi detectó el destello de felicidad en los ojos de su compañero y le divirtió profundamente;
_ Vaya, vaya… ¿Pero qué tenemos aquí…? _se acercó a kamijou por detrás_ ¿Ese anillo es nuevo?
Hiroki se sobresaltó y no reaccionó cuando el profesor lo tomó de la mano para observar mejor el anillo:
_ Y no lo traías el otro día… ¿O sí…?
_ Q-qué le importa… _Hiroki retiró la mano, sonrojándose.
_ ¡Oh Kamijou ahora lo entiendo!!! ¡Yo sabía que te estaba yendo bien con él!!! ¡Se van a casar!! _lo abrazó riendo_ Y no ibas a decirme nada…eh? ¿Acaso no estaré invitado a tu boda?
_ ¿Pero qué demonios…? De qué habla, no se haga ilusiones es algo simbólico no es que nos vayamos a casar realmente y… _trató de sacárselo de encima_ ¡¿Y por qué tengo que darle explicaciones a usted?! ¡Ya suélteme!!!
Hiroki lo empujó y se encaminó hacia la puerta;
_ ¿Adonde vas, Kamijou? _Miyagi no podía parar de reírse.
_ A buscar más papel para la copiadora… _gruñó antes de salir.
Cerró de un portazo.
Al salir Kamijou se encontró a Shinobu dando vueltas por el lugar. No estaba literalmente detrás de la puerta, pero era obvio que se alejaba a paso rápido…
“Nos ha estado escuchando…” pensó Hiroki y comenzó a seguirlo disimuladamente “Es obvio… Yo también me preocuparía por saber si hablan de mí, si me encontraran como yo los encontré hace un momento…”
Pero Shinobu no tenía un solo pelo de tonto y no tardó en darse cuenta de que el demonio Kamijou lo seguía. Aterrado, aceleró el paso y Hiroki hizo lo mismo.
No es que el profesor fuera a reprocharle algo por lo que había visto; sólo quería verlo de cerca y saber quién era ese estudiante. Lo dominaba la curiosidad aunque una vocecita interior le advertía que no era asunto suyo. Parecía joven, de primer año…
Shinobu dobló en una escalera. Iba tan apurado que tropezó en el primer escalón y a punto estuvo de precipitarse escaleras abajo:
_ ¡Cuidado! _exclamó Hiroki al ver que el jovencito iba a caerse irremediablemente.

Todo ocurrió en cuestión de segundos…
Hiroki abrazó a Shinobu y alcanzó a cubrirle la cabeza con las manos. Rodaron escaleras abajo ante la mirada atónita de los otros estudiantes.
El profesor aterrizó a los pies de la escalera con un golpe atroz, lanzando lejos a Shinobu.
Un grito de chica, estridente y aterrado, interrumpió el trabajo de Miyagi; que salió de su oficina y corrió por el pasillo.
Los gritos de susto se multiplicaron:
_ ¿Qué pasa…?
_ ¿Quién ha gritado?
_ ¿Se ha caído alguien?
Miyagi llegó hasta la escalera y vio al grupo de chicos arracimados a los pies de ésta. Bajó a toda velocidad:
_ ¿Qué pasó aquí…? _exigió al ver a los dos cuerpos extendidos_ ¡Shinobu!!! _gritó.
_ Estoy bien… _aclaró éste incorporándose un poco. Estaba asustado, pero sano y salvo_ Es el profesor Kamijou… _gimió.
Kamijou estaba boca arriba, con las piernas separadas y un pie todavía apoyado en un escalón. El profesor Miyagi lo tocó, pero Hiroki no se movía. Trató de incorporarlo un poco:
_ Kamijou… Kamijou responde… _cuando colocó la mano en la parte de la nuca un líquido tibio y pegajoso le bañó los dedos. Sangre…
Una gota de sudor frío le recorrió la espalda y se le cortó la respiración:
_ ¡Llamen a emergencias! _gritó_ ¡Necesitamos una ambulancia! ¡Rápido!

-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0

Al otro día…

Nowaki se hallaba sentado en el borde de la cama y sostenía una de las manos de Hiroki entre las suyas. La acarició dulcemente y la besó. Sin embargo, el profesor de literatura todavía no despertaba.
“No trae su anillo…” observó algo extrañado. Pero en ese momento le preocupaban cosas más importantes.
El ojiazul lo observó en silencio y le acarició el rostro lastimado con los nudillos. Tenía un corte cerca de los labios y una porción de piel magullada cerca de la sien.
La cabeza del castaño estaba envuelta en vendas; los médicos habían tenido que darle unas puntadas para cerrar la herida. Su pobre Hiro-san había recibido todos los golpes…
La madre de Hiroki le dio unas palmaditas en el hombro;
_ Nowaki, ¿no quieres descansar un poco…? _propuso_ Yo vigilaré a Hiroki… Aprovecha y duerme un momento…
_ Se lo agradezco, pero estoy bien… _Nowaki le dedicó una sonrisa cansada, luego miró al profesor_ Está tardando en despertar… _comentó.
_ Pronto lo hará… _lo tranquilizó la mujer_ Los médicos dijeron que despertará solo de la anestesia…
_ Lo sé… _suspiró el más alto.
Ambos estaban cansados. Habían estado despiertos mucho tiempo;
_ Pobre Nowaki… Has pasado un buen susto ¿no es así…? _comentó_ Se nota que quieres mucho a Hiroki…
Nowaki se sonrojó pero sonrió. Le agradaba la mamá de Hiro-san, era una mujer muy buena…
_ Iré por un café… _ella se levantó_ Te traeré uno a ti también… _anunció antes de salir de la habitación que les habían dado en el hospital.
Nowaki siguió acariciando la mejilla del profesor. “Debo relajarme…” pensó “todo está bien, Hiro-san está fuera de peligro…”.

En ese momento, los ojos de Hiroki temblaron y los abrió suavemente. La luz de la mañana que se filtraba por la ventana le molestó. Frunció el entrecejo.
_ ¡Hiro-san! _exclamó Nowaki pero al instante recordó que debía hablar en voz baja_ Despertaste… Que bueno…
_ ¿Hiro… San…? _Hiroki repitió lo que había escuchado, sin entender. Tenía una voz gruesa, que no conocía. Intentó incorporarse y sintió el dolor en los huesos y la cabeza_ ¿Qué…?
_ No te muevas… Quédate recostado… _Nowaki acomodó su almohada_ Has tenido un accidente…
Hiroki se quedó viendo a la persona que tenía en frente, perplejo. No entendía de lo que le hablaba, ni sabía quién era el chico. “Es apuesto…” pensó observando sus ojos azules.
Nowaki parpadeó;
_ ¿Ocurre algo…? _preguntó sonriente_ ¿Necesitas que te traiga alguna cosa? ¿Agua? ¿Otra almohada…?
_ Agua… _pidió el castaño. Otra vez su voz era gruesa, extraña a sus oídos_ Agua… Tengo sed…
_ Está bien… _Nowaki le besó la mano_ Volveré en un momento…
El ojiazul salió del cuarto en busca de un vaso de agua.
Cuando se quedó solo, Hiroki se incorporó. Se sentía pesado y lento, como drogado. Por fin logró sentarse en el borde de la cama y se mareó un poco, pero aún así logró incorporarse.
Miró con ojos desesperados a su alrededor. Todo era borroso, revuelto… y en aquella habitación no había estado nunca en su vida.
"Cómo llegué aquí..." pensó y se tocó la cabeza. Palpó las vendas; "un accidente... es verdad..."
Se levantó con algo de esfuerzo y tambaleándose llegó hasta un pequeño baño que había en la habitación. Se apoyó en el lavabo y observó el reflejo. Seguía mareado y sólo distinguió una imagen borrosa.
Arrugó la frente apretando los ojos y lo intentó otra vez. La imagen se volvió nítida poco a poco...
La persona que le devolvía la mirada parecía tan asustada como él.
La boca apretada. Los ojos muy abiertos. La cara despojada de color, excepto una fea mancha púrpura de piel magullada. Alzó la mano hasta la mejilla, la mano reflejada lo imitó con la misma exactitud. Se dio la vuelta para mirar a sus espaldas, no había nadie…
Retrocedió, paralizado de miedo y chocó contra una pared.
La persona reflejada en el espejo… ¿Era él?
Si no reconocía su reflejo entonces…
Trató de pensar, de recordar… Su nombre, su cara, su apariencia, algún rostro familiar que apareciera en su memoria. Nada. Absolutamente nada.
Las piernas del joven cedieron. Lentamente fue resbalando, con la espalda contra la pared, con los ojos fijos en la nada. Las rodillas se le separaron cuando se sentó en el suelo. Respiró entrecortadamente y sollozó.
Le pareció que se le paraba el corazón al darse cuenta de que no sabía nada. Desesperado, se envolvió con sus brazos y ocultando la cabeza entre las rodillas se echó a llorar desconsoladamente…


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).