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Del Odio al Amor por Kitta

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Notas del capitulo: Kitta: Aquí con un nuevo capi.

Eleo: Espero que les guste n.n
Capítulo 3: Confesándonos

Peter se encontraba encerrado en la habitación cuando Remus y Sirius entraron riendo. Al ver su cara de horror callaron y lo miraron seriamente. Peter se encontraba temblando sobre su cama con su varita en la mano y los miraba a ambos con los ojos bien abiertos como si acabase de ver a un muerto. Al caer en la cuenta de que Peter estaba asustado ambos amigos se miraron de reojo con complicidad. Remus no solía hacer ese tipo de bromas pero luego de lo ocurrido no podía dejar pasar esta oportunidad. Sin que colagusano lo viera le lanzó un chorro de tomate a la túnica de Sirius y poniendo cara de espanto giró hacia su amigo y gritó:

-¡No! ¡Canuto! Estás sangrando. ¡No! Amigo, no te mueras.- Decía simulando desesperación.

-Oh, Lunático… Me falta el aire. Casi no respiro.

-¡Hay que llamar a James! ¡Hay que llamar a James!- Gritaba como loco colagusano y sin pensarlo dos veces saltó de su cama y se fue corriendo a donde fuese que pensara que James se encontraba.

Los dos merodeadores estallaron en risas en cuanto Peter se alejó del lugar y salió de la sala en busca de su amigo. Ambos rieron hasta llorar. Cuando lograron recomponerse, Sirius se quitó la túnica y la limpió. Se la volvió a poner y se acostó sobre su cama dispuesto a echarse una siesta. Remus se puso a acomodar sus libros. Cuando acabó, escogió uno y se dispuso a leerlo acostado en su cama también.

-¡James! ¡James!- Gritaba por los pasillos de Hogwarts colagusano. Todos los alumnos que caminaban por allí, pasaban y lo miraban con cara de desaprobación.- ¡JAMES!

-Aunque grites no va a oírte.- Le responde una voz gruesa desde atrás suyo. Sin saber si voltear o no, Peter agregó.

-Emm… y ¿Por qué no habría de oírme, eh?

-Porque está en la biblioteca. Hace más de dos horas por cierto. Seguramente fue tragado por un libro, o quizá esté utilizando uno como almohada.

-Já. Muy gracioso.- Dijo aún sin voltear y comenzó a correr en dirección a la biblioteca.

No tardó mucho en llegar a la velocidad que iba. Sin reparar en su acción tan bruta, entró de un golpe en la biblioteca haciendo sobresaltar a los estudiantes que estaban cerca de la puerta. Madame Pince lo miró con reprobación y le advirtió que si no se calmaba lo sacaría de la oreja de la biblioteca. Al recibir la advertencia de Madame Peter se calmó pero siguió buscando con desesperación a James. Este ya lo había visto y de inmediato había cerrado el libro que estaba leyendo. Se lo dio a Madame Pince cuando pasó por su lado, le dio las gracias y se dirigió hacia Peter.

-¿Qué pasa colagusano? ¿Por qué tan desesperado?

-Es Sirius, Sirius.

-¿Qué pasa con Canuto?

-¡Se está muriendo!

-¿Eh?

-Sí se está muriendo. Apresúrate James.

James comenzó a correr a la par de colagusano mientras lo miraba con extrañeza. ¿Canuto muriéndose? No se lo podía creer. Algo seguramente estaría pasando. Además para que Canuto se esté muriendo tendría que estar en el hospital del colegio y Albus tendría que haber dictaminado que su desastrosa situación no tenía cura. No podía imaginarse a Canuto en una situación así. Simplemente era imposible.

-Pero dime colagusano.- Le decía James mientras corrían.- ¿Canuto en donde está ahora?

-En nuestra habitación. Está sangrando.- Al oír esas palabras James se detuvo en seco. Colagusano al darse cuenta frenó también y lo miró. James lo miraba divertido.

-jajajaj.- Comenzó a reírse su amigo.- Colagusano. ¿No te das cuenta que te están cargando? Si Canuto estuviera sangrando, primero que Remus ya lo habría curado porque es muy bueno en esa materia y segundo que estaría en la enfermería, no en su habitación agonizando.

-Pe-pero…

-De acuerdo. Apresurémonos a ver si todavía Canuto se muere de la impaciencia por esperarnos.- Agregó su amigo al ver que colagusano aún no estaba calmado.

Llegaron rápidamente a la sala de Gryffindor y entraron, a pedido de James, lentamente en la habitación. Colagusano estaba a punto de hablar cuando Cornamenta le tapó la boca con su mano, se acercó a Sirius y alzando su varita dijo en voz baja: Aguamenti. Un fuerte chorro de agua calló estrepitosamente sobre el rostro de Canuto quien se despertó sobresaltado al ahogarse cuando el agua entró en su boca.

-¿Qué? ¿Qué pasó aquí?- Preguntaba desorientado.

-jajaj.- Rió James.- ¿No era que te estabas muriendo?

-Agh… Maldición… ¿Me mojaste todo y sólo por una broma que le hice a Colagusano?

-Lo siento amigo. Pero estaba muy tentador. No deberías dormir con la boca abierta.

-Muy gracioso Cornamenta. Ya me vengaré.

-jajaj. Claro… Por cierto. Nunca vi a Remus tan enfrascado en un libro.

-¿Lo dices porque se durmió o porque lo está usando de almohada?

-Por ambas.

-jajaj.- Comenzaron a reír los tres merodeadores despertando con su risa al cuarto quien no sabía ni en donde se encontraba.

-¿Dormiste bien Lunático?- Le preguntó James aún con una desbordante sonrisa.

-Emm… Estaba soñando algo lindo hasta que me despertaron.

-No sé si lindo. Pero que la estabas pasando bien seguro.- Acota Sirius.

-¿Por qué lo dices?- Pregunta Lupin quien aún estaba algo desorientado pero ya se había sentado en la cama.

-Porque estás todo mojado, por qué más Lunático.- Agrega Sirius señalando la parte baja de su pantalón.

Rápidamente Lupin se tapó con una almohada y se dirigió al baño. Sus mejillas se habían vuelto tomate. En cuanto cerró la puerta volvió a abrirla, abrió su baúl, sacó ropa interior, un pantalón y se volvió a meter en el baño con una velocidad anormal. Sirius y James comenzaron a reírse a carcajadas mientras oían las maldiciones que lanzaba su amigo por los aires. Al cabo de un rato se dieron cuenta que colagusano ya no estaba entre ellos. No le dieron mucha importancia ya que esa era la manera de ser de su amigo y siguieron con sus cosas. Al cabo de un rato Lupin salió del baño. Se había mojado la cara para quitarse lo rojo de las mejillas con un resultado no tan bueno pero que disimulaba más que antes. Los miró a ambos y les dijo:

-Tengo que contarles algo.

Su cara asustó a sus amigos ya que nunca habían visto a Lunático de ese modo. Era como si nunca se hubiesen enterado de que él era un hombre lobo y Lunático estuviese a punto de confesárselos.

-Este… Claro… Lo que quieras.- Dijo Sirius preocupado por su amigo. Lupin se acercó lentamente y se sentó en la cama frente a ellos.

-Sé que puedo contar con ustedes. Por eso quiero decírselos.

-Sabes que nos puedes decir lo que quieras. ¿Que sucede?- Preguntó James.

-Bueno… hace unos días… Yo, me di cuenta…

-¿De qué Lunático?- Preguntó impaciente Sirius.

-Me di cuenta… Que me gusta Lucius.

-¿Qué?- Gritó Sirius con sorpresa. James no llegó a tanto, simplemente se desmayó.

Escuchaba voces que lo llamaban desde algún lugar. Cachetazos. Trompadas innecesarias. Desesperación. Alguien gritaba su nombre. Lo repetía una y otra y otra vez. Pronto otra voz comenzó a oírse también. Esta estaba dudosa. No decía su nombre, lo preguntaba. Como si no estuviera seguro que hacer. De pronto comenzó a sentir frío, agua, en su cara, en su boca. SE ESTABA AHOGANDO.

James se despertó precipitadamente y comenzó a toser y a escupir toda el agua que había tragado. Con la mano se secó el agua de la cara y luego de toser un poco más se giró para ver a Sirius con profundo odio.

-Yo te advertí que iba a vengarme. Y bueno… Era el momento apropiado. Además, te acabo de salvar la vida.

-Sólo me había desmayado.

-Y yo antes también. Me desmayé del sueño en la cama. Sólo que tú no lo sabías.

-Claro.- Miró con cara de pocos amigos a Sirius y luego se dirigió a Lupin.- Dime que es una broma.

-Ojala…- Dijo esperando que su amigo lo comprendiera.

-A…- Comenzó a decir para reprocharle sus asquerosos gustos pero Sirius lo interrumpió.

-Bueno, si a ti te gusta a nosotros también.- Agregó sonriendo.

-Pero a ti no debe gustarte.- Le dijo cabizbajo Remus.

-Oh, claro. Perdón. Jeje. Me refiero a que lo aceptamos. Pero no esperes que sea nuestro amigo. Tú lo conquistas solo.

-No te preocupes. Tengo un plan. Me haré el difícil.- Dijo Remus triunfante. Sirius lo miró con pena al saber que en la situación en la cual ellos se encontraban con los Slytherin, hacerse el difícil no iba a servir de mucho y por el contrario pensarían que Remus jugaba con ellos.

-Sí. Utiliza ese plan y te irá a la perfección.- Agregó James contento al saber que su plan nunca funcionaría.

-¡Cornamenta!- Le reprochó a su amigo.- Hacerte el difícil no va a servir. Pero no te preocupes. Yo te ayudaré a seducir a Lucius. Serás el mejor seme de todos.

-¿Seme? Pero yo quería ser uke.

-No acepto amigos ukes. O eres seme o nuestra amistad acaba aquí.

-De acuerdo… Creo que… tendré que ser seme.

-Además es más rico. No sabes lo grandioso que se siente...

-¡Sirius! No des más detalles, gracias.- Interrumpe con cara de asco.

-¿Y tú que hablas James? Eres más pervertido que yo.

-Si, pero con mujeres.

-Claro, por eso te gusta Tom.

-¿Riddle?- Pregunta estupefacto Lupin.- ¿En serio te gusta Riddle, Cornamenta?

-¿¡RIDDLE!?- Grita Sirius fuera de si.

-Tú dijiste Tom, ¿No Sirius?-Dice confundido Remus.

-Sí, pero… Yo dije Tom, no Riddle… Dime que no es ese Tom el que te gusta James.

-Ehh… Bueno.

Y otro más cayó inconsciente. Sólo que esta vez Remus se apresuró antes de que James le lanzara agua al rostro y despertó a Sirius con un “Rennervate”. Aún atónito miró a James en tono de súplica para que este le desmintiera lo de Riddle. Pero la respuesta que obtuvo no era la que quería. Por el contrario recibió un reproche departe de su amigo.

-¡A ti te gusta Severus que te quejas!

-¿Quejicus?- Preguntó más sorprendido que antes.

-Ehh… Yo… Yo canté primero no se vale.- Fue lo único que salió de la boca de Sirius.

Remus comenzó a reírse a carcajadas. Le aliviaba saber que después de todo, al menos si a sus amigos no les agradaba que a él le gustase Lucius, no podrían decir nada por que ellos gustaban del resto de los chicos de Slytherin. Solamente faltaba que colagusano llegara diciendo que le gustaba Grabbe o Goyle, algo que todos esperaban que no sucediera porque a esos tontos ni muertos los aceptarían como pareja de sus amigos. Aunque claro, para James, ni Lucius ni Severus eran dignos tampoco. Mucho menos si lo que ellos tenían planeado era arrebatarles a sus dos mejores amigos.

-Por favor. No le digan a nadie. Yo guardaré el secreto de ustedes.- Suplicó Remus.

-No te preocupes. Esto no saldrá de acá. “¿Y que crean que lo merodeadores son unos debiluchos? Ni soñarlo”- Pensaba James.

-Yo no sólo guardaré tu secreto Lunático. Puedo asegurarte que serás el mejor seme de todos. Después de mí y de James claro.

-De James y de mí.- Le corrigió su amigo.

-Sí lo que tú digas.

-Sólo espero que Colagusano no se venga con un novio de Slytherin ahora.- Acotó James medio entre risas medio en serio. Y como si todo estuviera hecho a propósito Colagusano entró por la puerta sonriente.

-Tengo algo que decirles.




Continuará….
Notas finales: Kitta: Espero sus Reviews n.n

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