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The Show must go on por giovanetta

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Notas del capitulo: hola, ha pasado un tiempo ¿no lo creen? este capi lo dedico con mucho cariño a mi amiga pervertida yaoista, que siempre me está apoyando en mis proyectos, muchas gracias amiga por todo ^^, te quiero mucho!!!!!
Capítulo III “Evitando compromisos”


MANSI”N MALFOY…

Harry, ordenaba la habitación, evitando causar cualquier ruido que lo delatase. Parecía misión imposible, ya que a cada rato se escuchaban los pasos de Narcisa de un lado al otro, sin entrar definitivamente a la habitación.

-No me puede hallar- piensa el moreno, esperando el minuto adecuado para ocultarse- si Draco se llegase a enterar, no sé qué hará conmigo.

-Estoy segura de que hay alguien aquí- murmura Narcisa fuera de la puerta- pero tengo que llamar a la florería para los adornos del salón- saca su celular del bolsillo- ya te encontraré quien quiera que seas- se encierra en su habitación.

-Esa señora no tiene remedio- dice el pelinegro, guardando un par de zapatos en el clóset- y Draco no ha cambiado para nada- resopla y mira hacia la cama que estaba muy buen hecha- tal parece que seguiré siendo el ave cautiva dentro de esta jaula de cristal.

POV HARRY…

Un ave que no tiene vida propia y mantiene sus sentimientos bajo llave. Algunos en un cofre que jamás debiera ser abierto.

Cuando estuve en esta cama, con él, era tan iluso al pensar que podría tener una vida mejor.

Todos los días me levantaba con la esperanza de cambiar. Pensaba que si mi deseo era fuerte, tan poderoso como mi voluntad, eso bastaría. Sin embargo, estaba preso dentro de una mansión tan lujosa. Donde todos los días, era el mismo repertorio… obedecer a mis señores. Sobre todo a Vincent, cuando iba a mi cuarto y me poseía. Sin gritar, sin llorar, sin sentir absolutamente nada… sólo creí que en ese instante, había tocado fondo…

¿De qué me servía reprimir el dolor?... ¿de que me servía cerrar los ojos e imaginarme en que eras tú y no él?... sí, esa es la verdad.

Fuiste el primero, y el único en el cual he pensando y añorado todos estos años. No sabría decir si es amor o no.

Lo único que sé es que me han enseñado una cosa “el show debe continuar”… aunque tu cuerpo se esté cayendo a pedazos. Aunque tu alma esté desgarrada en dos.

Aunque tu corazón ya no esté latiendo. Aunque la esperanza se muera como un planta sin agua.

Por esa razón, los maté. Y no siento remordimientos… sé que no es algo de lo cual pueda escapar. Tampoco podré escapar. Su temor, la luz que se fue de sus ojos. La respiración que cesó ante los míos. Era mi vida o la de ellos. No tenía otra alternativa.

Y ahora, ¿qué he conseguido?... atarme a un nuevo dueño que tal vez haga lo mismo conmigo.

Tomará mi cuerpo cada vez que desee. Seré su fiel esclavo hasta que mis días acaben.

Si un día pensé que ser libre era el mayor sueño que podría anhelar… todavía no me he rendido.

También sé que está a punto de contraer matrimonio.

Seré por siempre y para siempre, un esclavo, que puede llamar y poseer cuando se le ocurra. Un simple muñeco que tiene voz, vida y sueños; sin embargo, tendrán que quedarse olvidados o eliminados ya que no podré hacerlos realidad…

FIN POV HARRY

Draco, escuchaba atentamente las clases y tomaba los respectivos apuntes. Ni siquiera estaba pensando en que pronto se casaría. Tampoco en cómo eso cambiaría su vida.

-Estás muy concentrado dragón- escribió Blaise en un pedazo de papel.

-Métete en tus asuntos- respondió el rubio, devolviendo dicho papel.

-¿Anoche no te resultó?- preguntó en otro papel.

-Eso no te interesa- responde y le mira, con profundo odio.

-Entiendo tu problema, mi más profundo pésame- alcanzó a escribir, pero el profesor le confiscó el papel y lo tiró a la basura.

-No son horas para mandarse cartitas de amor- dice el profesor, mirando a ambos chicos.

-Lo siento profesor- dice Zabini con respeto.

-Página 104 de su libro de leyes- ordena el profesor, volviendo a su escritorio.

Draco miraba a su amigo. Le encantaba cuando le llamaban la atención.

-Sr. Malfoy y Sr. Zabini, estarán en detención esta tarde- anuncia el maestro.

-¿Por qué profesor?- pregunta el ojigris.

-Porque yo lo ordeno- mira muy serio.

-Aunque sea tu padrino, es muy severo- dice Blaise, con algo de humor.

-Ni lo menciones, cierra la boca.

-Váyanse, la clase ha terminado- anuncia el maestro, esperando a que el resto del alumnado desalojara la sala- hoy tendrán que ordenar todos los libros de la sección de leyes criminales.

-¡Eso es demasiado!, por favor, profesor, reconsidere.

-Padrino…

-Háganlo o tendré que bajarles las notas.

-Padrino, hoy tengo una cena con mis suegros.

-Cancélala, y disfruta la detención- se retira a la sala de profesores.

-Habla con él Draco- dice Zabini aburrido- hoy tengo una súper noche con Theo en mi departamento.

-Ustedes siempre tienen súper noches en cualquier parte y no necesariamente en privado- recuerda el rubio- son unos ninfomanos.

-Y quien lo dice, no nos leamos la suerte entre gitanos.

-Estoy rehabilitado de ese mal.

-No lo creo del todo.

-¿Por qué lo dices?

-Porque puedo sentir cómo la sexualidad te brota por los poros, pero tendrás que conseguirte a otro- lo deja solo en la sala.

-Estoy rehabilitado de ese mal, claro que lo estoy- dice no muy convencido.

Cuando no estaba concentrado en clases, sólo podía revivir su deseo de posesión. Lo más extraño, era que cuando estaba cerca de su esclavo, podía controlarse.

Incluso cuando le curó la herida de bala en el hombro, se convenció de que sólo era eso…

-Maldición… esto es demasiado molesto- murmura.

Se abre la puerta dejando entrar a su prometida, Pansy Parkinson.

Aunque no estaba de lo más elegante vestida, aquellas medias negras con dibujos, caladas en los muslos, ya le daba una razón para que Draco se encendiera como una hoguera al imaginarse retirándolas con sus dientes.

-¿Qué pasa Drake?, ¿tienes fiebre?- se acerca otro paso y la minifalda se levantó un poco por el viento de la ventana.

-No podré ir a cenar esta noche a casa de tus padres- dice el ojigris, desviando la mirada, tratando de pensar en alguna otra cosa.

-¿Por qué lo dices?, ¿tienes algún problema?- dice la pelinegra, con cierto aire de inocencia.

-Algún problema- pensó el rubio y se bufó de sus pensamientos- no, para nada- dice irónico, permaneciendo a una distancia prudente- tengo detención.

-Si hablo con tu padrino, de seguro te levanta la detención, ¿quieres que vayamos juntos?- se acerca, tirándole del brazo y cayendo al suelo- veo que tu “problema” es en otra parte- dice la novia, removiendo su pelvis contra la despierta hombría de su novio.

-No hagas eso, mejor vete.

-Y que lo hagas solo- se levanta y cierra la puerta con llave- no es mejor si puedes acariciar y poseer un cuerpo, como siempre lo has hecho- se desabrocha la blusa y su sostén con seductores encajes semitransparentes hacían que la garganta de Draco se secara al instante- puedes tomarme- dice sentándose a horcajadas sobre él, restregándose un poco.

Y que le dijeron al futuro heredero de los Malfoy. Le desnudó casi desgarrándole la ropa y tirándola lejos. Pansy hizo lo mismo con la ropa del rubio.

Le encantaba cuando era tan apasionado. Era como si todo su fuego, le quemara la piel al contacto.

La besó, hasta que sus labios quedaron hinchados y levemente lastimados. Bajó por su cuello, dejándole algunas marcas. Mientras que con su mano, le acariciaba las piernas y los muslos.

La atrajo a su cuerpo y eso le ayudó para que ella, también participara, sacándole algunos gemidos de su garganta.

Cuando ya estuvo lo suficientemente alta la tensión, la embistió sin previo aviso, provocando un gemido de dolor que se transformó en placer. Con sus manos, se aferraba a la blanca cintura de ese cuerpo.

Le amaba tanto, desde que era niña. Por eso, era la mujer más feliz del mundo al contraer matrimonio con él.

-Sigue, así, de esa forma- decía entre jadeos, mientras se entregaba una vez más a él.

Verla allí, esa expresión de placer en su rostro. El contraer de su cuerpo. Lo acoplados que podían estar. Tantas otras cosas que hacían explotar la lujuria que llevaba en los poros y que salía a flote por pequeñas cosas.

-Córrete dentro de mí, inúndame con tu esencia- dice y se muerde un poco los labios, sintiendo que el orgasmo la colmaba en todos los sentidos.

Draco se corrió con mucha fuerza dentro de Pansy. Lo había hecho otra vez. Y eso lo aliviaba.

-Fue espléndido, como siempre- dice Pansy, esperando a que Draco saliera dentro de ella.

Pasaron unos minutos y así fue. Aprovechó de buscar su ropa y vestirse. De reojo vio a su prometido, que también se estaba vistiendo. Notaba algo raro en su mirada.

Parecía que estaba en otro lugar.

-No te preocupes, yo hablaré con mis padres- dice la novia, besándole y despidiéndose con la mano.

-Debo volver a la mansión, ahora mismo- tomó sus libros y se fue rápidamente dejando olvidado a su amigo Blaise en la biblioteca.

-¿A qué hora piensa llegar Draco?- murmura Blaise molesto.

-¿Dónde está su compañero?- aparece el profesor Snape.

-Tuvo que irse, tenía un grave problema.

-Grave será el problema que tendrá mañana si no aparece- dice el profesor, molesto por la actitud de su ahijado.

-Siga trabajando, así se le quitarán las ganas de mandar papelitos a su compañero- se retira.

-Me debes una dragón y por supuesto que me la cobraré- vibra el celular y era un mensaje de Theo- ven a buscarme, te espero en la entrada de la universidad- responde el mensaje de texto y lo manda.

Draco iba manejando su Ferrari descapotable, a toda velocidad. Necesitaba urgente una cura a su mal.

Se supone que estaba rehabilitado de ese extraño mal que lo aquejaba de una forma tan placentera y sucia.

Perdía la cabeza cuando veía un cuerpo frente a él. Si no lo poseía, estaría acabado.

Harry se estaba dando un baño. Por lo que no podía escuchar ningún ruido de afuera.

Draco entró a la mansión, corriendo como si se le fuera la vida en ello. Entró a la habitación y dio un portazo.

Escuchó el sonido del agua en el baño. Su esclavo estaba duchándose y esa imagen ya estaba maquinándose en su mentecita animal. Dio un paso y cerró con llave la puerta. No quería molestias.

Abrió la puerta del baño y el vapor lo envolvió. El olor a jabón y shampoo era tan afrodisíaco. En tres segundos dejó la ropa en el suelo. Necesitaba urgentemente un baño.

Y no precisamente solo.

Abrió la puerta de vidrio y contempló ese cuerpo moreno.

Era sencillamente perfecto.

Deslumbrante y fascinante.

-Potter, cúrame de este mal que me está volviendo loco- dice y cierra la puerta del baño- déjame poseerte, una vez más- dice acercándose y quedando cuerpo contra cuerpo, mientras el agua seguía corriendo por sus anatomías.

Harry quedó contra la fría cerámica de la ducha y Draco apoyó su cuerpo contra del moreno, afirmando ambas manos a la cerámica.

Mirada platina contra mirada verde esmeralda, enfrentándose en una batalla de quién debería ceder y quién debería dar el primer paso.

-Sólo sé una cosa- dice calmado Harry- el show debe continuar- termina diciendo mientras sus labios, eran tomados por los de su amo.

Continuará…
Notas finales: muchas gracias por todo, besos y abrazos, se despide, giovanetta ^O^

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