El sueño de una noche
Después de dos horas y media de actuación, en el escenario se apagaron las luces y solo se ilumino en el centro, el rubio vocalista y su guitarra se apostaron con temple.
- Esta noche – dijo al micrófono sin mirar a nada ni a nadie – cantare una canción que... – su respiración era agitada – es mas una petición – esta vez si miro al público – espero que esa persona este aquí... que la escuche y sepa que en ella le digo todo lo que en ese momento no pude expresar....
La incertidumbre se apodero el lugar, millones de murmullos se escucharon, pero al cantante le importo poco, tomo su instrumento y comenzó a tocar, poniendo todo su dolor y desilusión en aquellas notas que su fiel compañera le ayudaba a trasmitir, y cuando por fin su voz acompaño a los acordes todos enmudecieron.
Quiero, recordar esta noche,
momentos, que no volverán,
y hacer, de aquellos poemas,
tristes, como una oración.
Una oración, que tiene mucho amor,
como el que yo, te tuve alguna vez,
tanto amor, que no puedo explicar,
por que ya, no estas aquí.
Junto a mi, como ayer en mis brazos,
mirando el cielo, la oscuridad,
y así estoy, recordando, tu amor.
El profundo silencio que hasta ese momento había reinado se desvaneció cuando la canción termino y el cantautor hizo una reverencia y se retiro, los aplausos estallaron, las voces de las chicas gritando a mas no poder lo romántico que era.
El rubio detrás de tras del escenario callo al suelo, deslizando su espalda contra la pared, encogió las piernas ocultando su rostro con ellas, las lagrimas salían silenciosas. En su memoria los recuerdos se agolpaban y su cuerpo rememoraba cada roce, caricia y beso dado y recibido.
- Te amo… - aun te amo… - repetía una y otra vez como si con ese conjuro lograra hacer que aquellos momentos volvieran - maldición… - grito – no puedo vivir sin ti…
- Yo tampoco puedo vivir sin ti… - ese susurro casi inexistente pudo apenas ser captado
- Tai… - dijo al tiempo que se ponía de pie y secaba sus lagrimas
- Yama… yo también te amo… - en sus ojos marrones también había lagrimas – pero sabes que esto no puede ser…
- Perdóname… - pidió intentando acercarse
- No hay nada que perdonar… tu tenias razón… un artista como tu no puede tener cerca a alguien como yo… no esta bien – le regalo una sonrisa triste
- No… Tai yo me equivoque… - parecía que estar rogando en ese momento no era tan humillante
- El equivocado era yo por creer que el amor lo puede todo… - el moreno solo tomo la mano que el rubio extendió hacia el y con delicadeza la bajo
- Tai… - aquel gesto fue suficiente para que el rubio vocalista entendiera que no había ya nada que hacer
- Ya no digas nada… ahora tu tienes tu carrera, la fama y la gloria… y yo… bueno yo tengo unos sentimientos que poco a poco se van marchitando dentro de mi, y otros que van naciendo y que seguramente se convertirán en algo hermoso
- De que hablas… - la duda se apodero de el
- Pues veras… - desvió su mirada sin querer enfrentarse a esos ojos azules
- Tai… - alguien llamaba con algo de preocupación a uno de los dos protagonistas de tan emocional cuadro, un joven de cabello y ojos negros apareció, corriendo de inmediato a abrazar al castaño por la espalda – ahí estas amor…
- … - el rubio casi se cae de espaldas
- Matt el es Sano Mitzuki… y es mi novio desde hace dos semanas…
- Con que tu eres Yamato Ishida… un gusto… - sonrió el joven mientras le extendía una mano a rubio sin dejar en ningún momento de abrazar a Tai – mi pequeño me a contado mucho sobre ti…
- Pues… el… el placer es mió… - tartamudeo, en ese momento sentida todo menos lo que su palabras describían
- Ya… pues tenemos que irnos… recuerda que mis padres nos esperan para conocerte… - dijo el pelinegro apretando mas al castaño
- Si claro… adiós Matt
Tai tomo la mano de Sano y juntos caminaron asía la puerta, en la cabeza de Yamato solo se repetían una y otra vez las mismas palabras “adiós Matt” y esa era la verdad no lo volvería a ver
Sus parpados se abrieron en un solo esfuerzo, se enderezo con un mareo repentino, tomo con sus manos su cabeza para aminorar en algo el dolor.
- Mmmm …. Yama hace frió… - se escucho el quejidito detrás de el
Se le congelo el corazón, ahí emitiendo leves ronquiditos y acurrucándose cual gato se encontraba el castaño, su pecho subía y bajaba delatando su respirar pausado. De inmediato lo tapo, reaccionando a la afirmación anterior, el otro solo formo una sonrisa en sus labios, y el rubio coloco un dulce beso sobre ellos.
- Descansa amor…
Salio de la habitación, se acomodo en sala cerca de la ventana, con su guitarra en mano escribió una canción.
Dos semanas después…
El estadio de los deportes de Tokio estaba repleto, detrás del escenario una pelea se desencadeno al retomar la conversación que hace un mes había dejado inconcluso el vocalista con su manager.
- Y que has decidido Matt…
- No voy a dejar a Tai
- Es que estas loco… sabes todo lo que supondrá cuando lo sepan los medios…
- Si… y estoy dispuesto a enfrentarlo…
- Haz lo que te de la gana pero no esperes que este contigo…
- Esta bien…
- Estas dispuesto a todo…
- Si… - dio media vuelta – ah!! Y estas despedido…
Como cada concierto de los TeenaWolfs el ambiente fue de algarabía total, tras terminar se coloco en el escenario se apagaron las luces y solo se ilumino en el centro, el rubio vocalista y su guitarra se apostaron con temple. “como en mi sueño” pensó. “No algo ha cambiado, el aun esta a mi lado y lo seguirá estando”
- Esta noche – dijo al micrófono sin mirar a nada ni a nadie – cantare una canción que... – su respiración era agitada – es mas una confesión – esta vez si miro al público, y ahí lo encontro, sus enormes ojos café fijos en el – espero que esa persona tan importante... que la escuche y sepa que en ella le digo lo que a veces callo y me guardo…
La incertidumbre se apodero el lugar, millones de murmullos se escucharon, pero al cantante le importo poco, tomo su instrumento y comenzó a tocar, poniendo todo su dolor y desilusión en aquellas notas que su fiel compañera le ayudaba a trasmitir, y cuando por fin su voz acompaño a los acordes todos enmudecieron.
Hoy al verte con otro amor así sonriendo tanto
Yo me quede
Indiferente lo que hubo entre los dos murió para siempre
Tuve que sufrir para olvidar
Todos esos falsos juramentos
Hipocresía!!!
Morir de sed bebiendo tanta agua
Morir de amor fingiendo estar alegre
Queriendo amar y estar indiferente
Indiferente
Hipocresía
Mi sonrisa esconde el llanto
Mi cuerpo tiene aquel perfume Tuyo
Que me recuerda como estoy sufriendo
Y que de celos me estoy muriendo
Hoy al verte comprendí
Que te quiero tanto
Indiferente
Si al lado de el vive esta contenta
No le hago falta
Luchar para que
Te amo más que a mi vida
Hipocresía
Morir de sed teniendo tanta agua
Morir de amor fingiendo estar alegre
Queriendo amar y estar indiferente
Indiferente
Hipocresía
Hoy mi sonrisa esconde el llanto
Mi cuerpo tiene aquel perfume tuyo
Que me recuerda como estoy sufriendo
Y que de celos yo me estoy muriendo
El profundo silencio que hasta ese momento había reinado se desvaneció cuando la canción termino y el cantautor hizo una reverencia y se retiro, los aplausos estallaron, las voces de las chicas gritando a mas no poder lo romántico que era.
El rubio detrás de tras del escenario callo al suelo, deslizando su espalda contra la pared, encogió las piernas ocultando su rostro con ellas, las lagrimas salían silenciosas. En su memoria los recuerdos se agolpaban.
- Te amo… te amo… - repetía una y otra vez – no puedo vivir sin ti…
- Yo tampoco puedo vivir sin ti… - ese susurro casi inexistente pudo apenas ser captado – por que yo también te amo Yama… - el chico castaño se arrodillo para estar a su altura y lo abrazo – siempre estaré contigo…
Fin…
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