CAP 6. ANUNCIADORA DE LA LUNA
- ¿Qué les va a suceder?
- Siempre es cerca de la luna llena, las luciérnagas se elevan, en un baile de luces hermosas-
- ¿Cómo fuegos artificiales?
Esa pareja parecía desear molestarle hasta lo insano, porque se aparecía a su lado cada vez que deseaba alejarse, se sentaba a su lado en la cafetería mientras almorzaba y parecía seguirle a todas partes.
Naruto siempre acompañado de Gaara, y él sin poder hacer nada para impedirlo; porque solo era su amigo y nada más. Y Naruto se esforzaba en hacérselo entender; que nunca llegarían a nada más allá de la amistad.
Todos lo veían muy cambiado, demasiado encantador como para ser el mismo chico revoltoso e insoportable a la vez que totalmente antisocial, que había entrado con ellos a principio del curso que estaba por acabar. Ahora tenía muchos amigos distintos, y había aprendido a hacer muchas cosas nuevas.
Montaba bicicleta todos los fines de semana por aquellos caminos destapados que rodeaban la ciudad entre laderas de color verde cálido, casi como si fuera hierba apunto de quemarse, por el impacto de aquel sol abrasador que hace ver aún más cálido el atardecer.
A veces, sin permitir que Naruto le arrebatara al igual que su posibilidad de ser su amante, su puesto de mejor amigo, lo acompañaba en su bicicleta negra de carreras, aprovechando la amistad para acariciar con una suave dulzura a aquel que tanto amaba.
Gaara no dejaba de hacerle la vida imposible, cada vez que podía en cada lugar en que podía, sin importar quien estuviera allí, siempre dispuesto a recordarle que a pesar de las palabras de Naruto, él se había ganado por derecho aquel cálido corazón, parecido al de un hada, por que solo puede sentir una sensación a la vez por una persona…
Pasaba las noches enteras desvelado, pensando mil maneras de matar con un dolor demasiado profundo a Gaara, para tener por siempre, a Naruto a su lado. Era todo lo que pedía. Poder deshacerse de la competencia, para no tener que sufrir ser el segundo… nunca más.
- Naruto se ha puesto bastante atractivo ¿verdad?- Dijo Ino mirando al rubio- ¿No lo crees Hinata?
- Umm… a mi siempre me había parecido atractivo, pero, tengo que admitir que se ve demasiado encantador como para resistirlo ahora-
- Dejen de hablar de él así… …l no es nada del otro mundo- Insististe al verlas hablando de esa manera de aquel tierno chico al que tanto amabas, como a tu propia vida
- ¿Cómo puedes decir algo así, Sasuke? Siendo que todos saben que odias a Gaara por salir con él- Dijo Karin enojada
- ¡Eso no es cierto!- Dijo irritado
- Si lo es. Lo amas- Dijo Ino- Todos lo saben-
- No es cierto. …l no me gusta, si he estado con él es por amistad… o a veces por compasión- Dijo tratando de mantener su reputación straight.
- Creí que me querías- Dijo Naruto
No sabía desde cuando, pero Naruto había estado parado tras de él, con un libro que le había prestado hacía unos días para que pudiera estudiar, dispuesto a devolvérselo. Parecía realmente triste.
- Yo…- Intentó decir algo, pero, si le decía que le amaba su reputación se arruinaba, y si no decía nada, Naruto le odiaría por siempre
- Creí que tu sentías algo por mí… por eso estuve contigo esa noche en tu casa, pero… Parece que tomé la decisión acertada al dejarte-
- No es cierto- Dijo el moreno tratando de detenerlo de la manga del liceo, pero Naruto se soltó de manera intempestiva
- Suéltame, bastardo- Gritó dejando su libro en el suelo a la vez que salía corriendo a toda velocidad
El pelinegro trató de seguirlo pero como siempre era demasiado rápido para él. Siempre habituado a correr lejos de las personas cuando era lastimado, mientras Sasuke prefería encararlas.
No quiso volver a hablarle, como era de esperarse. Pasándole de largo, evitando su mirada. Como cuando a una estudiante de secundaria se le escapa de entre las manos el amor de su vida… Realmente parecía una colegiala con le corazón roto
Sin lograrlo, el moreno intentó reconciliarse con él, pero siempre, cada vez que le era posible, en cada salida o trabajo en grupo, Naruto veía la manera de recordarle el error que había cometido por su orgullo, argumentando que era esa la razón por la que había preferido no tener nada serio con él, incluso después de lo que había sucedido esa noche en su casa.
Sasuke era muy orgulloso para las empalagosas demostraciones de amor que le gustaban de sobremanera a Naruto, aquellas que disfrutaba con Gaara siempre que los veía en su pequeño paraíso terrenal, e incluso cuando le gustara mucho la idea de tener a Naruto a su lado, no sabía si sería capaz de soportar algo como eso por algo tan efímero como el amor; después de todo, era su reputación la que estaría en juego si se atrevía a hacer algo como eso.
Cuando dejaron de ser amigos, Naruto tuvo la oportunidad de entrar a una competencia de ciclo montañismo, y en poco tiempo, se inscribió a una competencia que todos consideraban imposible de superar, porque tendría que ganarle a uno de los mejores.
Gaara lo acompañaba a entrenar, mientras el había sido delegado de su puesto de mejor amigo (novio), que no solo podía debía preocuparse por esas cosas, sino que también tenía por obligación apoyarle y siempre confiar en él; pese a lo cuál no podía evitar hacerlo… Querer amarlo, como un amigo (o novio) capaz de estar siempre con él, sin que hubiera problema por eso.
- Suerte Naru-chan- Entre más tiempo pasaba, Gaara más pasaba por amigo, en vez del novio celoso, que se supone era, hablaba en bromas, jugaba con Naruto y se entretenía en bobadas infantiles, que ya no incluían ni besos ni caricias; como hermanos.
- Gracias Gaa-chan- respondió el rubio sonriendo con una dulzura infinita, tal y como le gustaría que le sonriera
- Si Uzumaki-san- Dijeron algunas de las chicas que, de ser suyas, habían pasado a ser fanáticas de Naruto- ¡Esperamos que ganes!
- Claro. No pienso perder- Fue la respuesta del ojiazul
- Si… Suerte Naruto- Se atrevió a decir Sasuke. Se había acercado acompañando a una de aquellas chicas, la pelinegra de nombre Hinata, como su novio.
- No era necesario que me desearas suerte. La suerte no influye en nada. Las cosas solo suceden- Respondió enojado- Vamonos Gaa-chan, prefiero no tener que hablar con este bakka-
Y con una mirada aireada, llena de una arrogancia infinita, Naruto se agarró del brazo que Gaara le tendía servicial y salió de allí, en busca de su bicicleta para la competencia.
Tal vez fue difícil, no lo sabía porque no había querido verlo, demasiado enamorado como para ver a aquel rubio sin que fuera suyo. Todo lo que sabía era que había llegado completamente embarrado, sonriendo, con un trofeo de primer lugar en las manos, mientras todas las fanáticas parecían volverse dementes al verle.
Y luego de eso fue un concurso de poesía, luego una competencia de patinaje sobre hielo… Y así, una a una, todas las disciplinas que llamaban la atención, fueron superadas por aquel rubio revoltoso, que las convertía en trofeos para decorar su habitación…
- ¿Qué estás haciendo?- le preguntó el azabache, al encontrarle solo en la silla del patio, bajo un manzano. Era tarde en la noche, por lo que sus fans se habían ido, y Gaara había ido por unas bebidas; era el momento perfecto.
- Todo lo que había querido hacer- respondió el rubio
- Realmente te tomaste muy enserio lo de esa lista- Aseveró el moreno
- No es algo de tu incumbencia- Respondió el rubio…
- Pero si te amo…-
- Si me amaras no te avergonzaría estar conmigo… ¿Verdad?- Señaló a la vez que se paraba de la silla- Dile a Gaara que luego nos vemos, no soportaría tener que estar aquí, contigo… todo ese tiempo-
Trató de detenerlo, pero la furia en esos ojos índigo le hizo retractarse, mantenerse sentado en su puesto, sin ver aquellas lágrimas furtivas, que podían simbolizar miles de cosas, que, si las hubiera vislumbrado, solo le hubieran confundido más.
- Deberías ir tras él- Dijo Gaara mirándole seriamente con esos ojos verde aguamarina que casi le molestaban.
- ¿A decirle qué? Le he dicho todo lo que se me ocurre- Confesó- ¿Además, no deberías tu estar en contra de que yo quiera hacer algo como eso?
- Estoy en contra. Pero tampoco puedo competir contigo- Declaró- …l te ama demasiado. Y nunca lograré que me mire así…-
- ¿Con odio?- Se burló
- No. …l ciertamente, te quiere y tu le rompiste el corazón. Te mira con decepción… Ya me lo dijo. En el fondo, quería estar contigo-
- ¿Cómo se que esto no es una trampa?-
- Eres un maldito bastardo Uchiha ¿Acaso crees que me es fácil andar diciendo que mi novio no me ama?- Ratificó enojado- Solo demuéstrale que lo quieres. No sabes lo molesto que es oírle decir mil veces cuanto te quería, antes de que repita que te odia y confirme por décima vez que lo decepcionaste. Habla con él. Invítalo al festival, se había comprado un yukata para ir contigo pero… lo decepcionaste… Aunque quizás aún quiera ir-
Luego se giró y, guardando las manos en su bolsillo salió de allí, quizás diciendo para sí, que Sasuke era el ser más ridículo en la historia de la humanidad, por no aprovechar el que alguien como Naruto le quisiera. Había dicho toda la verdad, por lo que, a la vez que sentía el deseo de llorar como una nena por él hecho, se sentía completamente liberado de aquel resentimiento contra el moreno.
Era muy susceptible a cosas como esas, y nada más esa noche, por más que tomó vasos de leche caliente y escuchó música clásica hasta que casi se la aprendió de memoria; con el estómago doliéndole y un dolor indescifrable en su cabeza, viraba y analizaba casi desesperado cada palabra que Naruto hubiera dicho, tratando de pensar la mejor manera de hacerlo enamorarse.
- ¿estás bien Sasuke?- preguntó su hermano al verlo en el sofá, mirando distraído la televisión, con montones de cartones de leche vacíos, apilados sobre una de las mesitas
- Sí… estoy bien- Dijo roncamente
- ¡Dios mío! Sasuke, pareces borracho-
- Solo he tomado leche… y leche, y leche…- Dijo casi entonando una de las canciones clásicas de Vivaldi
- ¿Seguro que te encuentras bien? ¿Acaso te peleaste con Naruto?-
- ¿Qué te hace pensar que es eso?-
- Supongo que intuición fraternal- Dijo sentándose a su lado
- Dile que lo quieres para algo más que botarlo de la cama después de acostarte con él- Dijo arreglándole el cabello
- ¡Todo este tiempo… tú… ¿lo sabías?!- Gritó fuera de sus cabales
- escuché los gemidos de “Um, Sasuke más” y “Ya casi Naruto, ya casi llego, ah, ah”- Replicó imitando los gemidos- ¿Cómo no lo sabría?
- ¿Entonces porqué tenías que hablar de mis revistas pornográficas?-
- para molestarte- Sonrió- deberías hacer dos cosas. Pensar en hacer más difícil que yo descubra tus amoríos y decirle que lo amas
- ya lo hice-
- Entonces dile que lo necesitas-
- Ya lo hice-
- Di que lo extrañas-
- También-
- Entonces solo entónale una canción-
- Ya… Digo… ¿Qué? No pienso hacer eso- Dijo enojado
- Solo, demuéstrale que lo amas… y deja de tomar leche… pareces un gato con problemas- y otra almohada fue tras Itachi
Estaba lleno de gente. La cafetería estaba rebosando de estudiantes, maestros, amigos… Y no sería raro ver a algún padre de familia colado por que “la comida de la cafetería es genial”. Pero no podía perder más tiempo; Naruto estaba solo en su mesa porque había pedido estar a solas con Gaara y él había salido hacía poco a arreglar algunas cosas.
- ¿Qué haces? - Dijo sentándose frente a él, para mirarle con sus ojos negros fríos y penetrantes
- Sé lo que TÚ, estás haciendo. Arruinando mi hasta ahora perfecto almuerzo con tu cara de amargado-
- ¿Qué tengo que hacer para que me creas?-
- ¿Creerte qué? ¿Qué no te “deshonro” en tu gran popularidad? ¿Qué me amas y me extrañas? Solo repites eso una y otra vez, como si uno de mis discos se hubiera rayado y no pudiera sacarlo- Dijo enojado, mientras su cabello dorado cubría sus ojos azules
- Es la verdad. No te enojes conmigo-
- ¿¡Qué no me enoje contigo!?- Gritó golpeando la mesa, haciendo que todos los voltearan a ver- después de que dijiste que estabas conmigo por compasión, o despecho, o una mierda como cualquier otra ¿Quieres que no me enoje?-
- Baja la voz, nos están mirando- Dijo haciendo una seña
- Eres un bastardo Sasuke. ¡y luego dices que no te avergüenza salir conmigo!- gritó enojado- Yo me largo, maldito anormal-
- No lo hagas. Por favor. Vamos al festival juntos-
- ¡Estoy harto!- Gritó enojado- es mejor que no estemos juntos ¡nunca más!
Y antes de que pudiera atraparlo, y convencerlo de ir juntos como en una cita el rubio ya estaba corriendo hacia la salida. Lo miró enojado, no le gustaba perder, y nunca lo había hecho… Era momento de usar medidas drásticas, para situaciones desesperadas.
Naruto acababa de hallar la puerta halándola, cuando se abría para él lado opuesto, cuando Sasuke se le lanzó encima, lanzándolo a través de la puerta para caerle encima y, sin importar el que algunos curiosos pudieran verlos, decidió simplemente besar a Naruto en los labios, como si fuera lo más normal del mundo.
El rubio lo miró totalmente sonrojado, con los ojos azules inusualmente brillantes y encantadores, disfrutando cada instante de aquel beso, tan perfecto e inusual…
El azabache ya no pensaba en los demás, ni siquiera en las razones por las que se había atrevido a hacer eso, solo lo besaba con todo lo que había aprendido de tantas chicas y citas que tuvo… Metió su lengua escurridiza entre los dientes del rubio, lamiendo toda aquella cavidad con una sensualidad exquisita, mientras él rubio, con su poca experiencia a penas si trataba de seguirlo, enroscando su inexperta lengua alrededor de la de Sasuke, arañando inconscientemente el suelo, tratando de evitar que unos excitantes gemidos huyeran de sus labios, a la vez que dejaba a Sasuke inclinarle suavemente hacia atrás, metiéndole las manos bajo la chaqueta, acariciándole sobre la camiseta, con una excitante calidez…
- Perdóname… ¿podrías hacer eso por mí?- Preguntó al separarse de aquel contacto, mirando con determinación esos ojos azules que seguían abiertos, sin poder creer lo que había sucedido, con casi media institución de testigo
- Claro, como fuegos artificiales que anuncian la Luna-
- ¡Cómo los fuegos artificiales que anuncian fechas importantes
- Si… Algo así… -
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