Ya era la hora de dormir pero por alguna razón no conseguía dormirme….¡ah! claro el hecho de que tengo a un niño de 4 años saltando sobre mi cama como si estuviera en Disney, todo porque sus padres se habían ido a no se que parte y no podía negarle la ayuda a Angel
-Cuentame un cuento- me suplico mirándome con carita de perrito abandonado bajo la lluvia
Me pregunto que clase de consecuencias apocalípticas se presentarían si mi hermano Sebastian pide algo con esa cara…
-mmm, pero no encuentro ninguno de tus libros- de seguro Thomas se los llevo a la universidad para leerlos en su oficina (lo se porque el otro dia lo descubri llorando con pulgarcito)
-Pero quiero un cuento- sollozo mi pequeño desconsolado
¿Qué hago?
Encima el muy tarado de mi novio esta en el salón viendo una maratón de El rey león…y cuando ve la maratón del Rey león no hay quien lo aleje de la pantalla
-Bien, pero no llores te contare la historia de…Sebas…tina-
-¿Sebastina?- repitió mirándome asombrado
Pobrecito, de tio me tiene a mi que tengo cero imaginación para crear historias...¡Es tu culpa televisión!
-Sip, Sebastina era una…niña que…tenia asi…suegra enferma y su suegra se llamaba…¡Tomasina!-
-¿Tomasina? ¿De donde eran?- pregunto inquieto
-De un país muy muy lejano donde los nombres que aquí sonarian de travestis alla sonaban bien, ahora, como el marido de Sebastina estaba en…la guerra, el no podía ir a ver a su madre y Sebastina decidió llevarle una…caja con…alimentos y medicinas…-
#1 Sebastina y su peluca roja
Sebastina era una chica muy linda, era alta, delgada, de ojos claros y piel palida pero donde vivía, todos eran pelirrojos, como su cabello era rubio (es decir era hija del extranjero que alguna vez paso por ese pueblo) los demás aldeanos la discriminaban por ser DIFERENTE, un dia conoció a un joven…peluquero
-Hola, mi nombre es Angelo- se presento aquel apuesto y masculino joven
-Buenas tardes, mi nombre es Sebastina- se presento ella
Ese dia su madre la había mandado a cortarse el cabello pues ellas trabajaban cocinando y a Sebastina se le caia el cabello en al comida y para no ser reconocida Sebastina llevaba una capa que cubria su cabello, cuando se quito el atuendo, Angelo se sorprendió mucho al ver que era rubia, sintió pena por ella y decidió regalarle una peluca de cabello rojo
-Ahora nadie dira que eres diferente- dijo el joven sonriéndole
Sebastina estaba tan impresionada por el gesto de aquel apuesto hombre que se enamoro de inmediato de el
-No sabe lo agradecida que estoy por esto ¿Cómo podría pagárselo?- pregunto la chica sonriéndole
-Pues considerando la escasez que hay en este pueblo, podrías casa…-
-¿Casarte conmigo? Por supuesto que si- completo ella
-Yo iba a pedirte que cazaras algun conejo para mi pero supongo que casarnos no esta tan mal- se encogió de hombros el peluquero
Un mes después se casaron y vivieron felices hasta que a el lo llamaron para ir a la guerra
-No quiero que vayas- lloraba ella sin querer deshacer el abrazo que los unia
-Yo tampoco pero el rey me necesita-
-¡Pero es muy peligroso!-
-Alguien tieneque hacerlo…-
-¿Y si te matan?-
-Al menos moriré feliz porque pude hacer que el ejercito tuviera un buen corte de cabello…-
-¡Por cierto! Mi madre me envio una carta hace un par de semanas, al parecer esta muy enferma ¿Podrias ir a verla en mi ausencia?- pidió Angelo
-Por supuesto que ire, aunque ella haya tirado mi peluca a la fuente de ponche el dia de nuestra boda- respondió Sebastina depositando un beso sobre los labios de su amado
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-yuuuuuuu-
-¿Qué pasa peque?-
-Loz bezos dan azco- refunfuño Erick
-Algun dia te gustaraaan- canturree feliz
-¿Y que pazo con Sebastina?-
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-Adios Sebastina y por favor recuerda…sacarte la peluca para ir a dormir, no sabes como pica ese pelo…-
Despues de la partida de Angelo, Sebastina se distrajo un poco cambiando de peluca diariamente, hasta que un dia recordó la petición de su amado
-¡Cierto, tengo que ir a ver a mi suegra!-
La muchacha junto algunas medicinas y algo de comer en una caja y después de conseguir una túnica negra del sacerdote de la parroquia, marcho hacia la casa de su suegra
En el camino se encontró con un lobo que le hablo
-Hola, soy Kevin y soy un lobo-
-¿Se supone que los lobos hablan?- pregunto Sebastina desconcertada
-¡Hey! Que yo no te discrimino porque usas peluca a los 17- replico el lobo encogiéndose de hombros
-¿Hay algo que pueda hacer por usted?- pregunto la chica con amabilidad
-Se supone que voy a la casa de Tomasina pero no tengo idea de por donde es, a saber por que una mujer se va a vivir a MITAD de bosque, pero con el hijo que le salió peluquero…cualquiera
-Yo también voy a casa de de Tomasina, si gusta vamos juntos- ofreció la amable joven
El lobo acepto y caminaron mucho tiempo, porque el bosque era muy grande y ellos caminaban muy lento, Sebastina cantaba mientras daba saltitos de alegría, finalmente llegaron a una casa cuyo buzon decía “Tomasina”
-Al fin, pense que iba a pasar el resto de mi vida escuchándote- gruño Kevin llorando de felicidad
-Yo no me quejo de tu olor- respondió Sebastina sin perder su sonrisa
Llamaron a la puerta pero nadie les abrió, cuando comenzaban a pensar que la dueña de casa se había ido para el patio de los callados, que había cruzado el rio y todas esas frases que hacen referencia a la muerte, la puerta se abrió y por ella apareció una mujer de mediana edad que cubria sus imperfecciones con alguna clase de ungüento extraño
-¿Sebastina?- llamo la mujer a la muchacha
-Si, soy yo, Angelo me pidió que viniera a ver como se encontraba pues el se fue a la guerra
-Uff, apuesto que el sonso de mi hijo fue a cortar cabello, podrías haber venido unas semanas atrás cuando me estaba muriendo por una infección gastrointestinal…¿Y tu quien eres?- le pregunto al lobo
-¿Qué usted se quedo ciega? Soy el LOBO, me llamo Kevin-
-Otro marica mas que se llama Kevin…¿Y a que vienes?- interrogo frunciendo el entrecejo
-Tenemos cuentas pendientes, su bisabuela adicta al rojo mato a mi tatarabuelo, asi que vine a buscar una indemnización- respondió Kevin
-¡No tengo por que pagar nada!- exclamo la mujer
De la nada apareció un guardabosques llamado…Luc… ¡Lucrecio!, el lobo expuso el asunto y el guardabosques le encontró la razón, como Lucrecio trabajaba para la mafia china, mato a Tomasina y le dijo al lobo que ahora la casa era suya
Sebastina se encogió de hombros y se volvió a su casa con la caja en manos, cuando llego al pueblo se encontró con su esposo
-¿Cómo esta mi madre?- pregunto Angelo
-Muerta…-
-¿Y la casa?-
-Se la quedo Kevin-
Como Angelo no era el verdadero hijo de Tomasina no tuvo que hacerse cargo del funeral y se fue a vivir con Tomasina al reino enemigo porque la reina se había maravillado con su habilidad para cortar el cabello
Y asi vivieron felices para siempre, hasta que Angelo quedo ciego y no pudo cortar mas el cabello y para mantenerlo Sebastina tuvo que vender pasteles que preparaba con la harina que Kevin le mandaba pues Kevin había hecho una plantación de trigo a mita de bosque y se había casado y tenia un hijo llamado…Natanol
The end
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Nuevamente Angel se había ido a no se que parte con Sebastian…creo que mi amigo ya se olvido de su hijo…miento, creo que Angel tiene estresado a mi hermano porque llama cada 10 minutos para saber si Erick esta bien…
-¡¡¡NO hagas esOOOOO!!-
Corro hacia el baño, donde se supone que Thomas esta bañando a nuestro mini sobrino, pero me encuentro con Erick atacando a mi novio con el aerosol…
-¡MIS OJOS NO VEO, NO VEO!-
-Thomas, ese aerosol es hipoalergenico- replique tomando en brazos a Erick y envolviéndolo en una enorme toalla
-¡Pero me arde!- sollozo
-ajajajaja- Erick se reia completamente divertido
-Vamos peque, tienes que irte a dormir o tu mami va a matarnos-
-Pero no quiero dormir- hizo un puchero ENORME
-¡No lo obligues a dormir!- exclamo Thomas quitándomelo de los brazos y apachurrándolo mientras se lo llevaba a su habitación
Dios…juro que en lugar de tener que cuidar a un niño, Angel me dejo a cargo de DOS
Cuando regrese a la habitación después de ordenar el baño, lease, después de poner a secar las toallas que no se de donde sacaron ni porque parecían esponjas, después de ordenar los frascos de shampoo que estaban tirados por todas partes y después de trapear el suelo.
-¡No cozquillaz no!- suplicaba Erick a mitad de un ataque de risa
Cuando se cansaron de reírse y lanzarse almohadas, tuve que intervenir
-Chicos, creo que ya jugaron lo suficiente ahora Erick tiene que dormir porque si llega Angel y lo encuentra despierto Thomas se quedara sin carne- ante mi inocente comentario Thomas se levanto rápidamente y envolvió como alfombra a Erick con las frazadas
-Debes dormirte para que crezcas sano y todo eso- sentencio con pose de superman
-Tio…hace calor- susurro el pequeño desde algun punto de la cama
-¡Thomas! Esa no es la forma- le reproche desenvolviendo a Erick y destapándolo para que consiguiera respirar
-¡Quiero un cuento!-
Thomas y yo nos miramos fijamente
-¿Trajiste los cuentos?- le pregunto sospechando cual será mi respuesta
-Se me olvido, voy en el tomo II de cenicienta- admite sonriendo orgulloso
Alzo los ojos al cielo y pienso que de nuevo tendre que inventar una historia medianamente homosexual para contarle a mi pobre sobrino de 4 años que no tiene la culpa de que su tio sea un profesor bipolar que ama Disney
-Entonces te contaremos la historia de “Lucacienta”- sentencio sonriendo
Siento como dos pares de ojos se me quedan viendo extrañados pero lo paso por alto
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#Lucacienta y el príncipe gay
Erase una vez hace mucho mucho MUCHo tiempo, tanto tiempo que si buscaras en algun libro o en la internet no encontrarías nada sobre esta historia, por lo cual debes creer lo que voy a decir…
Bueno, erase una vez una joven que no tenia nombre y por eso sus hermanastras le pusieron Lucacienta, sus “queridas” hermanastras se llamaban, Aliston, Letyna y Daniela ellas eran poco agraciadas y eran hijas de la madrastra de Lucacienta que se llamaba Cazarina, bueno la verdadera madre de Lucacienta murió al darla a luz y su padre de caso con esta mujer llamada Cazarina porque estaba medio ciego y medio sordo asi que no pudo ver con QUIEN se había casado realmente, luego el murió un dia que estaba cazando por el bosque y confundió a un lobo con un conejo, pero como Lucacienta era muy pequeña no lo recuerda.
La pobre Lucacienta siempre llevaba la ropa sucia media rota, su madrastra jamás le regalaba nada y cuando era navidad le regalaban los envoltorios de los regalos…
Sus hermanastras la obligaban a barrer, lavar, limpiar, sacudir y todo eso sin considerar que Lucacienta era alérgica al polvo, un dia se presento un mensajero del rey anunciando que su hijo ya estaba que se le iba el tren asi que mejor lo casaban para asegurarse de que el reino tuviera un heredero, por eso iban a dar un baile y el príncipe encontraría una esposa en ese baile
Aunque el mensajero encontró bastante feas a las hermanastras las invito porque le sobraban invitaciones y mientras mas personas fueran mas le pagaban a el, cuando iba saliendo se encontró con una hermosa joven de largo cabello negro y ojos verdes, le entrego una invitación pero le sugirió que se pusiera algo mas a tono con el baile
-Muchas gracias, no sabe lo feliz que me hace su invitación- agradeció Lucacienta sonriendo
-Y usted no sabe lo feliz que me hace verla después de tener que ver tanta fealdad-
Lamentablemente la madrastra encontró la invitación y se enfado mucho al darse cuenta que la de Lucacienta era una invitación VIP, osea que ella podía sentarse mas cerca del príncipe
-Querida Lucacienta, ¿Cómo crees que iras sino tienes carruaje?- le pregunto la mujer con rencor
-Caminando- obvio
-¿Y que vas a bailar si siempre estas limpiando?-
-¿Qué usted no ha visto las películas? Siempre limpio bailando-
-¿Y que te vas a poner si solo tienes ese vestido?-
-Pues mi padre me dejo un vestido para cuando me case- respondió Lucacienta sonriendo
-¡Ah! Lo olvide, la semana pasada lo vendi, pensé que no lo querías-
Lucacienta no podía creer que su madrastra hubiera hecho eso, pero tuvo que callar
-Bien, podras ir cuando termines de limpiar TODA la casa- finalizo Cazarina completamente segura de que su horrenda hijastra no podría ir
La joven estaba feliz porque le habían dado permiso, el único problema era limpiar toda la casa, pensó en llamar a sus amigos del bosque pero recordó que estaban ocupados ayudando a blancanieves
-La muy perezosa podría limpiar sola, la casa de los enanos es mas pequeña que esta-
Pero de nada le servia quejarse, pues quedaban dos horas para el baile y apenas había barrido, encerado y sacudido
Desconsolada, salió de la casa y se puso a llorar sentada junto al árbol que había plantado su padre cuando ella nació, pero como apenas recordaba a su padre, no recordaba esto
-¿Por qué ellas pueden ir y yo no?- se lamentaba Lucacienta
-No llores Lucacienta…-
La joven se asusto y comenzó a buscar por todas partes pero no encontró a la persona que le hablaba
-No llores Lucacienta…-
-¿Quién es?- pregunto asustada
-Soy tu madrina…-
-¿Mi madrina?-
-Si, y ahora ayudame a bajar de este árbol que llevo todo el dia aquí- refunfuño la amable madrina
Lucacienta le ayudo a bajar, resulto ser una mujer de unos 30 años, vestida con un hermoso traje negro que contrastaba con su palida piel
-Madrina, jamás había escuchado de ti-
-Porque cada vez que tu madrastra esta hablando mal de mi tu estas limpiando- replico la mujer
-Como sea, mi nombre es Bastia y soy tu madrina, vine a buscarte para el baile-
-¿Para el baile?- repitió la joven desconcertada
-Noo, para mi funeral, ¡Por supuesto que para el baile! Es dentro de una hora y tu aquí llorando-
-Pero no tengo vestido para ir- se lamento la joven
-No importa, mira esto- y saco una varita mágica de su bolsillo
-¿Una varita mágica?- cuestiono la chica sin creérselo
-¡Lo siento! Rama del demonio que se me metió en el bolsillo, ¡Y encima con hojas! A propósito hazte ver por un medico porque estas quedado ciega, igual que tu padre- gruño la mujer lanzando lejos la ramita
-¿Has escuchado hablar de tarjetas de créditos? Es la ultima moda de este año-
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-¿Tarjetas de crédito?- repeti mirando a Thomas que de la nada se había metido en la historia
-Pues claro, son esas tarjetitas de plástico con las que puedes pagar a cuotas- me respondió como si estuviera explicándole a un niño cuanto es dos mas dos
-¡Se lo que son las tarjetas de crédito Thomas! Lo que no entiendo es que hacen en la historia- replique
-Pues, lo de la magia es muy ñoño, no quieres que tu sobrino sea ñoño ¿verdad?-
Suspire profundamente y me encogi de hombros, Erick parecía perdido en algun punto del infinito, de seguro estaba imaginándose lo que le contábamos
Volviendo a la hitoria…
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-¿Has escuchado hablar de tarjetas de créditos? Es la ultima moda de este año-
-No, apenas me dan algunos centavos para cortarme el cabello cuando me molesta para barrer-
-Bueno, pues entonces apresurémonos porque tienes que bañarte y hay que escoger vestido-
Ambas se subieron al carruaje de la madrina que tenia forma de sandia y era conducido por dos hombres que tenían cara de raton
Llegaron a la casa del sastre y aunque este estaba a punto de irse a dormir, las atendió porque le gustaba que le pagaran con tarjeta de crédito
-¿Y este?- pregunto Lucacienta saliendo del probador
-Muy rojo- respondió la madrina mientras leia una revista con lo ultimo en moda
-¿Qué tal este?-
-Muy negro, no vas a un funeral cariño-
Lucacienta se mordió la lengua para no opinar sobre el NEGRO vestido de su madrina
Despues de mucho tiempo buscando, se decidieron por un vestido verde que acentuaba el color de sus ojos y de regalo llevaba un sombrero para bailar el jarabe tapatío (n/a es ese baile mexicano que se baila alrededor de un sombrero),feliz, Lucacienta se subió al carruaje pero su madrina parecía enfadada
-¿Qué pasa madrina?- pregunto la joven preocupada
-¡Esto es un robo! Ese vestido cuesta una fortuna, no pienso pagarlo en 58 cuotas asi que tendras que salir del baile antes de las 12 o no podremos devolverlo-
-Entiendo…-
Cuando llegaron al castillo las puertas estaban a punto de cerrarse, por fortuna Bastia sabia artes marciales y dejo a los guardias inconscientes para que ellas pudieran entrar, una vez en el salón principal, la madrina se alejo de Lucacienta para poder beber mucho y gratis pero antes de marcharse le dio un papel con la lista de las cosas que tenia que hacer
“Cosas que debo hacer”
1- Recordar que debo salir del castillo a la media noche o no podre devolver el vestido
2- Buscar al príncipe y bailar con el
3- Conseguir que algun noble se fije en mi
4- Si consigo que el príncipe se fije en mi el paso numero 3 no será necesario
5- No toparme con mis hermanastras
6- Recordar el primer paso
Durante toda la noche Lucacienta intento bailar con el príncipe pero siempre había alguna mujerzuela que estaba pegada a el, asi que no pudo, pero de paso consiguió que muchos nobles de enamoraran de ella
Cuando faltaban cinco minutos para la medianoche, Lucacienta pudo bailar con el príncipe el jarabe tapatío gracias a su sombrero, pero a mitad de baile el príncipe, que se llamaba Tomás , le confeso que era gay
-¿QUE TU QUE?- exclamo la joven decepcionada
-Si, soy gay, por eso mi padre busca un heredero- acepto el príncipe que era muy guapo pero resulto que jugaba para el otro equipo, se le derretía el helado, que era puñal, que se le quedaba la patita atrás y todas esas frases que hacen referencia a que le gustaban los de su mismo lado
Lucacienta estaba destruida, no podía creer que el príncipe del que se había enamorado en menos de dos minutos fuera homosexual, salió corriendo justo cuando las campanas de la torre anunciaban que ya era tiempo de devolver el vestido
-¡No me dijiste tu nombre! ¡Y se te quedo el sombrero!- exclamo el príncipe cuando la vio salir corriendo
A la mañana siguiente, la madrina tenia una ENORME resaca pero escucho a Lucacienta y se lamento de su mala suerte
-Debes aprender algo Lucacienta, los hombres guapos, inteligentes y con futuro, o están casados, o son gays, esa es la ley de la vida, nunca lo olvides-
-Pero yo lo amo y el es homosexual- sollozo la joven
En ese preciso instante apareció un carruaje que traia al príncipe, el joven heredero andaba en la búsqueda de la chica que había olvidado su sombrero a mitad de baile
-¡Que hago!- exclamo la joven confundida
Sus hermanastras intentaron que el sombrero les calzara pero eran muy cabezonas, asi que no hubo caso, incluso la madrastra lo intento para el horror del príncipe que se preguntaba con que clase de mujer había bailado sin darse cuenta
-Anda Lucacienta, ve y pruébate el sombrero-
-Pero no me servirá de nada- sollozo la chica
-Lucacienta, la verdad es que eres hermafrodita-
-¿HERMAFRODITA?-
-Si, tu padre jamás quiso aceptarlo pero yo lo se y por eso es que debes casarte con el príncipe, puedes enamorarte de un hombre y parecer hombre o mujer, da igual-
-¡Madrina no sabes cuan feliz me hace tu declaración!-
-Ya ya pero deja de gritar que me estas matando- espeto la pobre mujer victima de los estragos del alcohol
Lucacienta corrió hacia el salón y ante el asombro de todos los presentes se puso el sombrero y este calzo a la perfeccion
-¡Eres tu!- exclamo el príncipe contento
-Que pena que seas mujer- se lamento Tomás
-¡Soy hermafrodita!- exclamo Lucacienta
-¡Eso explica muchas cosas!- exclamaron las hermanastras
-En ese caso, quiero que te cases conmigo…-
Y asi Lucacienta se fue a vivir con su madrina al castillo del príncipe y se convirtió en reina y fue muy feliz para siempre
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-¿Y que pazo con las hermanaztras?- pregunto Erick mirándome con sus ojitos verdes muy abiertos
Mire a Thomas en busca de ayuda pero el muy traidor se había quedado dormido al lado de Erick
-Eran tan feas que un circo de fenómenos las contrato y también fueron muy felices-
-¿Cuándo volverá mi mami?- interrogo pestañando lentamente, se notaba que el peque estaba cansado
-Cuando despiertes, lo primero que veras será el rostro de tu mami, no te preocupes- sonreí mientras Erick era arrastrado al mundo de los sueños
Espero que no le cuente nada a Angel o me va a matar por narrarle algo como esto a su hijo…
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Un dia normal en la relación de Thomas y Lucas
Bien hoy es un dia especial porque AL FIN tendre un cita con Thomas…si, después de todo lo que ha pasado finalmente tendremos un momento para nosotros, no es que nunca salgamos pero nuestras citas siempre son…como decirlo…”especiales”
Me visto de forma casual, como siempre y camino hasta nuestro punto de encuentro, la entrada del centro comercial
Se supone que nos reuniríamos a las 3 en punto pero Thomas lleva diez minutos de retraso…suspiro profundamente, ¿no se supone que esto es normal?
-¡Lo sientoooooo!- exclama apareciendo de la nada
-¿Qué paso?- pregunto imaginándome que quizás tuvo algun problema con el trafico
-Angel dijo que no podía salir hasta hacer mi cama- refunfuño como niño pequeño
Bueno, esa era la otra opción…supongo
-¿Qué vamos a ver?- cuestiono mientras observo los afiches de las películas que hay en cartelera
Silencio…
Me giro lentamente para encontrarme a un Thomas enviándole miradas de muerte a un chico X que no se que estaba haciendo
-¿Thomas?- le llamo desconcertado
-Lo siento, mmm, ¿Por qué no vemos Alvin y las ardillas II?-
Me encogo de hombros, en realidad cualquier película esta bien, si la voy a ver con Thomas, exceptuando las películas de barbie que siempre hacen que llore y después se taime dos días enteros
Pago las entradas mientras el hace uso de sus encantos para conseguir que una señora le ceda el puesto
-Siempre hace lo mismo- susurro mirando como el vendedor lo mira sorprendido cuando mi novio le pide dos palomitas gigantes
Gigantes = medio kilogramo de palomitas por envase, de esas que piden las familias numerosas
-Vamos…-me empuja despacio mientras carga las palomitas
Nos sentamos lejos del monton de niños emocionados, porque a veces son molestos y porque la ultima vez que vine al cine con Thomas, este se puso a tirarles palomitas
La película empieza y uno nuestras manos, aunque quizás habría sido mejor no hacerlo, con una mano le cuesta mas comer
A mitad de película las palomitas se acabaron y de alguna forma Thomas consiguió que la pareja de al lado le cediera sus palomitas…
Me pregunto si serán sus alumnos…
Cuando salimos del cine Thomas esta muy contento, pero yo me siento cansado y como persona cansada ignoro sus comentarios sobre la homosexualidad de alvin y el hecho de que las ardillas que bailaban parecían unas cualquiera
Una señora le cubre los oídos a su hijo y golpea con su bolso a Thomas, haciéndome reir
-¿Vamos a cenar?- sugiere volviéndose momentáneamente serio
Asiento feliz
Aunque me pregunto donde guarda toda la comida que ingiere
Entramos a un restaurant de comida china y la mesera coquetea descaradamente con mi novio, siento que voy a cometer homicidio
-Disculpa, yo también quiero pedir algo y no creo que tu espalda pueda escucharme-espeto consiguiendo llamar su atención
-Si, ¿Qué quieres?- gruñe perdiendo toda la amabilidad con la que había atendido a Thomas
Sonrio interiormente
-No lo se, ¿Qué pediste tu CARIÑO?-
Thomas me mira desconcertado
-Pues, pasta…-
-Excelente, lo mismo que mi NOVIO, muchas gracias- le sonrio amablemente a la estupefacta mesera que se retira mirando varias veces a Thomas
Como si no pudiera creerse que tiene NOVIO
Supongo que algo parecido le pasa a Angel cuando sale con Sebastian
-¿Cómo vas en el trabajo?- le pregunto mientras esperamos nuestra orden
-Como siempre, aunque podría decirse que a los de medicina les estoy metiendo mas presión, es divertido-
-Algun dia alguien te hara sufrir como tu haces sufrir a los demás- le advierto sin evitar sonreir divertido
-Solo espero que no seas tu- se encoge de hombros
Nos quedamos mirando fijamente unos instantes, hasta que comprendo que se esta acercando a mi, sus labios se siente demasiado comodos sobre los mios, jadeo cuando siento como su lengua se introduce en mi boca, el sabor de Thomas siempre ha sido indescriptible como una mezcla de dulce y salado
-COFCOF disculpen, aquí están sus platos-
Nos separamos y sonrio al ver el rostro enfadado de la mesera
-Gracias- digo con tono de “Para que veas que yo tenia razón”
La muchacha se aleja y cuando vuelvo a mirar a mi novio, esta concentrado comiendo…como siempre
Con tranquilidad saboreo mi plato, preguntándome por que en un restaurant de comida china venden pasta con salsa
Extraño…
Verdaderamente extraño…
-No se si lo sepas pero escuche durante el consejo de profesores que van a adelantar a Sebastian…-
-¿Adelantarlo?- repito sin evitar mostrarme asombrado
Es decir, yo se que mi hermano es muy inteligente, pero jamás he escuchado de alguien a quien hayan adelantado de curso en la universidad, mucho menos en medicina
-Si, considerando el hecho de que trabaja y tiene la capacidad para ser adelantado, los profesores piensan que lo mejor seria que se demorara lo minimo en la universidad para que pueda concentrarse en su compañía-
Pense en Angel, si Sebastian se abocaba completamente al trabajo su relación podría vrse perjudicada, mi hermano siempre ha demostrado que si esta metido en algo TIENE que ser el mejor, asi le enseñaron nuestros padres y según lo que el mismo Angel me cuenta la mayoría de las ocasiones en las que se ven es gracias a la universidad…
-¿Y tu que crees?- pregunte con curiosidad
-Que el tiene que decidirlo, apenas tiene 19 años yo a su edad estaba preocupado de pasar ramos y salir con chicas, no de terminar mi carrera en el menor tiempo posible y en manejar una corporación de millones de dólares-
Toda la razón, pero asi le habían educado y no había nada que hacerle, gracias al cielo apareció el inocente de Angel en su vida
-Me fui de mi casa- solte de la nada consiguiendo que se atragantara con el vino
-COFCOFCOF ¿Por que hiciste eso?- me pregunto cuando consiguió respirar un poco
-Mi hermano ahora vive solo, la única razón por la que seguía en esa casa era para estar cerca de el, pero ahora se fue y decidi irme-
-¿Y donde estas viviendo ahora?-
A pesar de que parecía serio, pude notar el tono de preocupación en su voz, sonreí
-En un departamento, no te preocupes por mi, que tengo dinero para no morirme de hambre-
No parecía muy convencido, en realidad ya me veía venir un sermón
-¿Y si te pasa algo viviendo solo?-
Bueno ese el lado imaginativo de Thomas
-No me fui a vivir al barrio mas marginal del mundo, es un condominio y no queda muy lejos de tu casa, asi que podre ir a ver a Angel y a Erick mas seguido-
-¿Solo a Angel y a Erick?- pregunto frunciendo el ceño como niño pequeño
-No…tambien a ti pero eso es obvio ¿no lo crees?-
Es evidente que para el no es tan obvio
-¿Quién es el novio de Angel?-
Lo mire sorprendido ¿Por qué me preguntaba eso?
-¿A que te refieres?- intente evadir la respuesta
-Pues a que Angel me dijo que iba a llevar a su novio a mi cumpleaños pero no se quien pueda ser, quizás ese chico Nathaniel…-
-Ya vamos y deja de pensar en eso- le adverti mientras el dejaba dinero sobre la mesa y yo tiraba de su brazo
-¡pero tengo que saber con quien anda mi sobrino!-
-Thomas tienes que escoger, o sigues con eso o me llevas a mi departamento…-lo ultimo lo dije en un tono muy sugestivo
Su rostro cambio completamente y me sonrio de forma felina
-¿Quieres que inauguremos tu departamento?- pregunto acercándose a mi
-Si, de la misma forma en que inauguramos tu oficina, tu habitación, la cocina de tu casa y tu sofá…-
-Ningun problema-
Arranco su auto a una velocidad casi demente, en menos de cinco minutos estábamos besándonos desesperadamente mientras yo untentaba abrir la puerta antes de que los vecinos nos vieran casi tirando en el pasillo
-Dejame…abrir…la…puerta- jadee entrecortadamente cuando sentí sus manos perderse abjo mi camisa
--No te lo estoy impidiendo- respondió mientras besaba mi cuello con desesperación
-¿Vecino?-
Me gire rápidamente al escuchar aquello, la amable anciana que vivía en el departamento de enfrente nos miraba anonadada
Rapidamente introduje la llave en la cerradura y abri mi puerta
-Buenas noches vecina- me despedi mientras Thomas me empujaba hacia adentro
Una vez la puerta cerrada, Thomas siguio con su tarea de marcar todo mi cuello mientras mis manos comenzaron a moverse sola y le quitaron la chaqueta
-¿Apurado?- pregunto divertido
-No mas que tu- replique apuntando alla abajo
Seguimos besándonos con intensidad, no se en que momento mi camisa salió volando y mis manos consiguieron quitarle la suya, solo se que de repente estaba gimiendo su nombre mientras mis piernas rodeaban su cadera
-Te quiero dentro- susurre mientras pasaba mis manos por su cabello
-¿Dónde?- pregunto refiriéndose claramente al lugar donde lo haríamos
-¿En mi habitación?- sugerí entrecerrando mis ojos cuando su lengua paso por el borde de mi pantalón
-Prefiero la cocina- sonrio perversamente y me cargo hasta el lugar como si no pesara nada
Senti como me dejaba sobre el meson y se apartaba un poco
-Realmente te ves hermoso asi- sonrio antes de volver a besarme con desesperación
Siempre que lo hacíamos era asi, como si fuese la primera y la ultima vez que fuésemos a hacer el amor, como si el mundo se fuera a acabar cuando termináramos…como si no hubiese mañana
Con cuidado pero rapidez, me quito los pantalones y los lanzo a quizás que parte del lugar, luego mi ropa interior, arquee la espalda al sentir su mano sobre mi miembro…
-aaahh, no hagas, eso…-suplique al sentir que comenzaba a masturbarme lentamente
-¿Qué cosa?- pregunto inocentemente
Me eche hacia atrás sin importarme las cosas que cayeron al suelo, su forma de tocarme era demasiado para mi, demasiado excitante, demasiado placentera, demasiado ardiente…de repente y sin previo aviso aumento el ritmo, mis piernas temblaban y mi pulso se acelero aun mas
-Me voy a venir- anuncie mordiéndome el labio desesperadamente
-Cuando quieras- siguió aumentando el ritmo hasta que no pude mas y me deje llevar por el orgasmo
Me quede recostado sobre el meson el tiempo suficiente para conseguir respirar nuevamente, cuando volvi a abrir mis ojos, Thomas se había quitado los pantalones y tenia un pote de lubricante en su mano
-¿Cómo supiste donde lo guardaba?- pregunte con curiosidad
-Intuición- se encogió de hombros mientras untaba tres de sus dedos con aquella sustancia
Me acerque a el para permitir que comenzara con la tarea de prepararme, aunque según yo era algo innecesario, el siempre insistia en que prefería prepararme a tener que provocarme un dolor que podía evitarse
Su mano izquierda de aferro a mi cintura y con delicadeza introdujo su dedo por aquella estrecha abertura
-aahh- gemi cerrando mis ojos
El primer dedo no dolia tanto como los demás
Cuando el segundo dedo estuvo dentro me movi acercándome
-No hagas eso o no podre terminar esto- me advirtió Thomas mirándome con lujuria
Sonrei y me acerque aun mas
-Entonces no lo termines- susurre contra sus labios
El frasco de lubricante casi salió volando, yo mismo me encargue de lanzar su ropa interior hacia alguna parte del lugar
-Tu te lo buscaste- sentencio besándome para después ingresar en mi de una sola embestida
-¡AAAHH!- no pude evitar gritar mezcla del dolor y de un extraño placer
¿Masoquismo?
Thomas me miro algo preocupado, pero envolvi su cadera con mis piernas, avisándole que podía hacer lo que quisiera
Si mañana no podía caminar bien al menos seria porque me la había pasado de maravilla
Lentamente se movio en mi interior, aquella sensación era maravillosa, mis manos se afirmaron de sus hombros cuando comenzo a embestirme con rudeza
10…20…30…
Perdi la cuenta cuando su mano volvió a masturbarme, su pecho relucía por el sudor, su cabello se le pegaba a las sienes
Era la imagen mas erotica que había tenido la bendición de ver y cada vez que lo hacíamos lo encontraba mejor
-Thomas…Thomas…-lo llamaba como si fuera algo etéreo que pudiese desaparecer en cualquier momento
-Lucas…-su voz sonaba mas ronca
Parecia realmente concentrado en fundirse conmigo, mas y mas adentro, mi cuerpo lo llamaba a gritos pero apenas tenia la fuerza suficiente para aferrarme al meson
Volvi a experimentar la excitante sensación de un orgasmo cuando alcanzo aquel punto que me hacia olvidar el lugar en el que me encontraba, se vino en mi interior, gimiendo mi nombre de forma deliciosa
Solo me interesaba escuchar mi nombre de sus labios…
Nos quedamos en silencio varios minutos, Thomas intentaba recuperar el aliento y yo estaba maravillado de lo bien que se puede sentir hacer el amor con la persona que amas, acariciaba su cabello con ternura…
-¿Vamos a la ducha?- sugirió depositando un beso sobre mi frente
-Primero tienes que salir de mi- respondi sonriendo
-No quiero- hizo un puchero y sin separarse me cargo hasta el baño de mi habitación
-No te muevas tanto- pedi sintiendo que asi como íbamos volveria a excitarme
-¿Por qué? ¿Acaso te excita que siga en tu interior?- pregunto mordiendo ligeramente mi cuello
-¿Tu que crees?- me rei
Pero mi risa se congelo cuando Thomas me afirmo contra la fría pared de la ducha
-Hora de un baño- anuncio dejando que el agua tibia cayera sobre nosotros
-Thomas, no me puedo duchar si sigues dentro de mi- replique intentando concentrarme en cualquier otra cosa
Si seguíamos asi terminaría convertido en un ninfomano
-¿Quién dijo que quiero que te duches? Solamente sugerí que viniéramos a la ducha- sonrio perversamente
-¡Thomas!- exclame fingiendo estar enfadado
-Piensa positivo querido alumno, después de esto, tendremos menos lugares que inaugurar- susurro contra mi cuello mientras comenzaba a moverse nuevamente
Sonrei divertido…
¿Y que importaba si me hacia adicto al sexo?
Mientras pudiese hacerlo con Thomas todo estaría bien…
-Eres un maldito ninfomano y me lo estas pegando- murmure antes de besarlo
De seguro no podría caminar bien mañana pero valia la pena…
-Lucas...te amo...-
No era el mejor momento para decirlo considerando que el agua apenas me dejaba respirar pero sonrei como idiota
-Yo tambien...AHH-gemi intentando afirmarme de algo
Amor, amor amor...y sexo...mucho sexo
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