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SI TU ME QUISIERAS... por Orseth

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Harry le quitó los calcetines y comenzó a besarle los pies dándole al mismo tiempo un masaje.

 

            -¡Ah! –Exclamó Draco al sentir su dedo gordo en la boca de Harry- ¡oye!

 

            -¿Sí?

 

            -¡Eso es…! ¡Oh…!... ¡sé… se siente muy bien!

 

            -¿Nunca te habían hecho esto?

 

            -No… pero se siente rico… ¿pero no te da asco?

 

            -Es que esto no se lo hago  a cualquiera –dijo Harry pasando al otro pie- además acabas de bañarte y tienes los pies limpios.

 

            -Eso sí –respondió Draco extendiendo los brazos y dejándose atender- eso es muy erótico… siento que se me quiere parar otra vez.

 

            Harry dejó los pies y comenzó a subir por los tobillos y pantorrillas… los tersos muslos… acarició, besó y lamió esas largas y perfectas piernas que fueron su tormento e ilusión durante tanto tiempo; llegó de nuevo al semi erecto pene y dándole besitos pasó al plano vientre, el cual al tocar con sus labios la cicatriz, Draco abrió los ojos.

 

            -Harry…

 

            -Espera… -susurró Harry besándola de nuevo.

 

            -Espera –dijo Draco de nuevo mientras se sentaba.

 

            -¿Por qué tanto problema? –Preguntó Harry sabiendo de antemano lo que el rubio quería decir- tu cicatriz no tiene nada de raro, hasta tú has tocado la mía.

 

            -Si, pero es desagradable, está muy fea.

 

            -No exageres, yo la tengo en la cara y me aguanto.

 

            -Si, pero tu cicatriz tiene una estilizada forma de rayo, en cambio la mía tiene una estilizada forma de zipper.

 

            -De acuerdo –dijo Harry rodando los ojos y volviendo sus labios a la satinada piel- seguiré mi camino.

 

            -Eso está mejor –respondió Draco acostándose de nuevo sintiendo como la boca de Harry revoloteaba sobre su vientre hasta llegar a sus pezones.

 

            -mmm… riquísimos… -masculló succionando uno para después mordisquearlo suavemente.

 

            -Oh… si… -gimio Draco abrazándolo.

 

            Harry pasó un buen rato jugueteando con ese par de botones sensibles para después decirle al oído:

 

            -Date vuelta.

 

            Draco obedeció embriagado en un sinfín de sensaciones para después suspirar al sentir más besos en su espalda.

 

            Con manos anhelantes, Harry comenzó a recorrerlo comenzando por la espalda… esa espalda blanca y tersa que fue el motor de un sinfín de pajas; le encantaba poder verla finalmente a su antojo y no furtivamente cuando lo atendía… poder probarla y besarla hasta la saciedad.

 

            Así que como muchos de sus sueños comenzó dando mordiditas a los hombros sonriendo al ver como esto le provocaba escalofríos a Draco; volvió a succionar esa piel tan provocativa dejando de nueva cuenta varios chupetones sintiendo que de alguna forma marcaba esa espalda como suya y de nadie más.

 

            Sus manos no dejaban de tocarla sintiéndola estremecerse bajo ellas; con su mano derecha fue recorriéndola hasta llegar a la suave curva de sus nalgas, las que desde que vio por primera vez estándo el rubio dormido, lo volvían loco… tan suaves… tan tersas como la piel de un durazno…. Y tan tentadoras como la manzana del árbol de la tentación.

 

            -Parecen de payaso circo muggle, ya lo sé… -exclamó Draco de repente.

 

            -¿Eh?

 

            -Si, una vez vi una revista muggle y había personas con la cara ridículamente pintada y globos en el trasero.

 

            -No tienes trasero de payaso, tienes un culo apetitoso ¿Por qué tanto complejo, Draco? En Hogwarts no eras así.

 

            -Por supuesto que no era así, en Hogwarts tenía otra vida –exclamó Draco dándose vuelta y sentándose para desilusión de Harry- mira, sé que estoy comportándome como un tonto, pero… no puedo evitarlo, me siento diferente, no es como cuando creces y te salen pelos ahí, esto es… distinto; Harry solo mira mi piel, está muy suavecita, no tengo ovarios pero tengo tanto estrógeno en mi cuerpo que es un milagro que no tenga tetas y amamante a mi hijo.

 

            -Eres el mismo –dijo Harry poniéndole un dedo en los labios- solo con ideas y circunstancias diferentes; todo lo que te sucedió es muy extraño y aun no acabas de aterrizar, pero no te pierdas Draco, intenta recuperarte a ti mismo.

 

            Draco suspiró pensando que Harry tenía razón, aunque…

 

            -No es tan fácil.

 

            -Lo imagino… pero míralo desde otra perspectiva.

 

            -¿Y cuál es esa? –preguntó Draco torciendo la boca.

 

            -Que te quedaron unas nalgas muy sabrosas –respondió Harry sonriendo con picardía.

 

            -Tarado.

 

            -Y por eso me muero por meterme entre ellas… ya en serio Draco… -dijo Harry besándole el cuello- quiero ser yo quien te la meta…

 

            -Pero… Harry… -jadeó Draco al sentir los dientes del auror en el lóbulo.

 

            -Quiero sentir como te vas abriendo para mi… -continuó el moreno metiéndole la lengua en la oreja haciendo que Draco se encogiera.

 

            -O sea… o sea que quieres partirme el culo… -balbuceó Draco a punto de perder.

 

            -Si Draco –exclamó Harry tomándole fuertemente de la barbilla mirándolo con pupilas dilatadas- quiero partirte el culo.

 

            Ahí Draco se soltó del agarre para estamparle un furioso beso que lastimo los labios de Harry, el cual lo correspondió con fuerzas iguales rodando ambos por la cama.

 

            Hasta arañazos hubo en ese manoseo frenético, hasta que Harry se separó para tomar su chaqueta del suelo.

 

            -¿Qué buscas? –preguntó Draco con el pelo alborotado y la cara roja.

 

            Sin bajarse de la cama, Harry rebuscaba en los bolsillos de su chaqueta.

 

            -¡Maldición! ¿¡Donde esta?!

 

            -Harry…

 

            -Voy… ¡rayos! –Exclamó palmeándose la frente- lo dejé en la mesa ¡que idiota!

 

            -¿Qué pasa?

 

            -El lubricante… con las prisas lo dejé en la maldita mesa –respondió Harry aventando la chaqueta al piso.

 

            -Ah…

 

            -Estaba segurísimo que lo agarré.

 

            -Tengo aceite de bebé –dijo Draco con los ojos muy abiertos- supongo que sirve ¿no?

 

            -Segurísimo que si ¿Dónde está?

 

            -Espera… -dijo Draco girándose para abrir el cajón de la cómoda que estaba junto a la cama mostrándole a Harry su redondo trasero- ¡aquí esta! –exclamó triunfante mostrándole una botella de plástico transparente casi llena.

 

            -Genial… haber…

 

            Divertido, Draco lo vio batallar con el tapón de la botella  hasta que finalmente se decidió a auxiliarlo.

 

            -Así no torpe, no se le da vuelta, solo se oprime, así no se derrama si se vuelca.

 

            -¡Ah perdón! –Respondió Harry estallando en carcajadas- creo que estoy un poco ansioso.

 

            -Ya lo vi.

 

            Cuando Harry mojó su mano derecha con  una buena porción de aceite, miró a Draco de forma significativa.

 

            -Date vuelta.

 

            Draco se recostó de costado sintiendo los labios de Harry en su hombro y cuello haciéndolo estremecerse para luego dar un respingo al sentir los resbalosos dedos en sus nalgas jugueteando en la hendidura para finalmente hundir uno buscando la tan deseada entrada.

 

            Harry por su parte ya se sentía duro otra vez mientras masajeaba la entrada de Draco rodeándolo con la yema del dedo.

 

            -mmm… -gimio Draco sacando mas el culo.

 

            -¿Te gusta? –susurró Harry mordiéndole la nuca.

 

            -Si, me gusta…

 

            Harry bajó un poco mas su mano acariciándole el perineo para después volver a la entrada masajeando de nuevo.

 

            Draco suspiró descansando su cabeza en la almohada relajándose totalmente, hecho que aprovechó Harry para centrar su dedo y comenzar a empujar.

 

            -¡Ah! –Se quejó Draco bajito al sentir la intromisión tensándose inmediatamente- lo siento, es que hace tanto tiempo que no… ya sabes…

 

            Harry no dijo nada, solo sonrió mientras le lamia la parte trasera de la oreja al tiempo que hundía mas su dedo girándolo despacio disfrutando el sentir como Draco se apretaba por reflejo.

 

            -¿Así me vas a apretar cuando te penetre, Draco? –susurró hundiendo mas su dedo.

 

            Ignorando la molesta intromisión, Draco respiró profundo mientras relajaba la parte baja de su cuerpo sintiendo claramente como Harry encajaba mas su dedo para después sacarlo y hundirlo nuevamente.

 

            -Eres maravilloso… -dijo Harry revolviéndole el cabello y bañándolo de besos.

 

            -Lo sé –contestó Draco con risitas contenidas.

 

            Un par de minutos después, la molestia había desaparecido haciendo que Draco dijera:

 

            -Puedes meter el segundo.

 

            Harry volvió a verter mas aceite en su mano dirigiéndola nuevamente a la entrada, en donde cuidadosamente comenzó a hacer presión con los dedos índice y medio juntos.

 

            -¡mmm! –Se quejó Draco cerrando un ojo mientras sentía como Harry hacia presión para poder entrar.

 

            El moreno continúo con su juego de besos para relajarlo hasta lograr meterlos por completo y reiniciar el juego de meterlos y sacarlos despacio disfrutando enormemente el solo hecho de prepararlo; disfrutaba los pequeños jadeos y gemidos del rubio, su resistencia natural en sus dedos, su disposición para dejarse penetrar.

 

            Cuando llegó el momento de meter el tercer dedo, Harry, quien estaba acostado atrás de él, sacó su mano para masturbarlo un poco antes de nuevamente hacer uso del aceite; y después de plano de hincó en la cama tras de Draco, quien simplemente se mordió un labio al sentir como Harry introducía primero dos y finalmente tres dedos en él.

 

            -¡Uff!

 

            -Tranquilo… -susurró Harry comenzando a girarlos.

 

            -No me calmes, no soy primerizo.

 

            -De acuerdo –respondió Harry divertido.

 

            -Es más, ya estoy listo.

 

            -¿Seguro?

 

            -Claro.

 

            -Bien –dijo Harry retirando la mano y tomando la botella vertiendo mas aceite untándolo ahora en su propio miembro- ¡ah!... –gimio por el alivio proporcionado por el mismo para después acostarse atrás de Draco decidiéndose por esa posición por no ser de penetración profunda.

 

            Draco sonrió al percatarse de ello, le enternecía que Harry lo tratara tan cuidadosamente.

 

            -Bésame… -dijo girando el rostro, por lo que Harry se acercó para atrapar sus labios explorando su boca ansioso.

 

            Después se separó, tomó su pene y en la misma posición de cucharitas de estante se dispuso a penetrarlo.

 

            El brillante pene se abrió paso por entre las aceitadas nalgas ante la delicia de Harry, quien sosteniéndolo comenzó a empujar; el glande entró sin ningún problema, la dificultad vino un poco más adelante.

 

            -¡Ah! –se quejó Draco ante el nuevo pinchazo de dolor.

 

            -¿Todo… todo bien?

 

            -Si, está bien, sigue.

 

            -Bien…

 

            -¡Ay! –Brincó Draco haciendo que Harry se detuviera- No, estoy bien… sigue.

 

            -Pero…

 

            -Estoy bien, no es la primera vez ¿recuerdas?... es solo que hacia tanto tiempo que nada de nada que… bueno, pero no hay ningún problema.

 

            Con el simple tanteo, Harry supo que apenas la tercera parte había entrado, por lo que seguir adelante iba a ser un poco difícil.

 

            -No quiero lastimarte.

 

            -Llevas rogándome lo que lleva de la noche para metérmela y ¿ahora tan considerado? –exclamó Draco divertido ante la preocupación de Harry.

 

            -Es que…

 

            -No soy el primero al que lastimas cuando lo penetras.

 

            -Pero si el primero al que amo.

 

            Esas palabras dejaron callado a Draco, quien finalmente sonrió mientras decía:

 

            -Sigue… sé que lo bueno viene después.

 

            Harry comenzó de nuevo a empujar su cadera sintiendo de nuevo como Draco se tensaba involuntariamente intentando ahogar un quejido, por lo que comenzó  a salir despacio.

 

            -¿Qué sucede? –Preguntó Draco temeroso de haberlo desalentado de algún modo- te digo que casi no duele.

 

            -Todo está bien, no creas que te me vas a escapar –dijo Harry dándole un rápido besito- levántate y pon las almohadas en el centro de la cama.

 

            -Bien –dijo Draco haciéndolo.

 

            -Ahora acuéstate sobre ellas, boca abajo.

 

            -Quedare con el culo levantado ¿verdad?

 

            -Ajá.

 

            -De acuerdo –respondió Draco un poco reticente por quedar en esa posición tan expuesta.

 

            -Ahora… -dijo Harry cuando tuvo a Draco acostado- abre las piernas.

 

            -Oye, pero…

 

            -A callar, soy tu custodio y debes obedecerme –exclamó Harry dándole una sonora nalgada.

 

            -¡Ay, maldito hijo de puta! –gritó Draco medio girándose ceñudo al tiempo que se sobaba la nalga.

 

            -¡Perdón, perdón, no lo pude evitar! –dijo Harry con una falsa expresión de disculpa.

 

            -“No lo pude evitar" –repitió Draco regresando a su posición entrecruzando sus manos bajo su barbilla.

 

            -No te enojes, no lo vuelvo a hacer –dijo Harry colocándose entre sus piernas abiertas mientras se relamía los labios por lo que estaba a punto de hacer.

 

            -Eso espero.

 

            Sin decir nada más, Harry puso sus manos en las redondas nalgas y las acarició por unos momentos para finalmente separarlas viendo ante sí una pequeña entrada.

 

            -Que linda… -dijo casi babeando.

 

            -Pues gracias –respondió Draco sonrojado por el escrutinio tan intimo.

 

            -Es perfecto… -pensó Harry observando hasta el último detalle, viendo que la fruncida piel de la entrada era de un tono rosado y algo enrojecido por la actividad anterior; entonces acercó su cara y pegó la lengua a ella haciendo jadear al rubio.

 

            -Delicioso… -dijo repitiendo la acción para después clavar su lengua en ella haciendo que Draco crispara las manos ante el torbellino de embriagantes sensaciones.

 

            -¡Por todos los…! –gimió Draco cerrando los ojos con fuerza al sentir la lengua de Harry haciéndole prácticamente el amor; eso y su pene friccionándose en los almohadones, estaban poniéndolo a mil.

 

            Harry en tanto chupaba goloso mientras sus hambrientas manos estrujaban las carnosas nalgas aumentando así las sensaciones de Draco.

 

            -Mil veces soñé con tenerte así… -masculló Harry con su cara enterrada en el apetitoso trasero- con tu delicioso culo dispuesto solo para mí…       

 

            -¡Sí, sí!... para ti… -balbuceó Draco estrujando las sabanas.

 

            Un buen rato pasó Harry dilatándolo con la boca para después meter de nuevo sus dedos hasta introducir los tres.

 

            -Ya Harry… -gimió Draco despatarrado en la cama- ya métemela…

 

            -Dilo de nuevo… -exclamó Harry mordisqueando la tierna piel del interior de los glúteos.

 

            -Q-que ya… ya me… ¡ah!... qué bien  se siente eso…

 

            -¿Quieres que te la meta, Draco?

 

            -¡Ajá, ajá!

 

            Sonriendo, Harry se levantó, tomó su endurecido pene y lo dirigió a la entrada de Draco comenzando así una suave penetración.

 

            -mmm… -gimio el moreno viendo extasiado como iba hundiéndose milímetro a milímetro… abriendo poco a poco ese estrecho y ardiente canal.

 

            Teniendo ya casi la mitad del miembro adentro, Draco sintió la conocida punzada de dolor.      

 

            -¡Mgg! –se quejó cerrando los ojos.

 

            -¿Estas…?

 

            -Sigue idiota, te aseguro que no soy tan delicado.

 

            -Que bueno, porque no me iba a detener… -respondió Harry con la frente perlada de sudor hundiéndose de un suave pero firme movimiento.

 

            -¡Ah! –Gritó Draco levantando el torso- ¡diablosdiablosdiablosdiablos!

 

            Harry no dijo nada, simplemente se quedó quieto, seguro de que si se movía, acabaría corriéndose.       

 

            -¡Uff!... Draco… que todo se vaya a la mierda… aprietas delicioso…

 

            Draco no le prestaba mucha atención a sus palabras, estaba muy ocupado relajando la parte baja de su cuerpo adaptándose a la invasión de sus entrañas.

 

            -Bien… -dijo el rubio después de unos minutos- creo… creo que ya…

 

            Harry puso sus manos en los costados de la cama mirando hacia abajo para ver como su hinchado miembro salía de Draco para volverlo a meter despacio… y volver a salir y volver a entrar dándole tiempo a Draco de adaptarse.

 

            -Mierda Potter… -mascullo Draco- la tienes enorme…

 

            -¿Es halago o es reclamo?

 

            -Ambas cosas.

 

            Harry se inclinó para besarle la espalda y volverse a clavar aumentando poco a poco el ritmo.

 

            Sin dejar de arderle el culo, Draco empezó a disfrutar las embestidas y recordó entonces porque le encantaba ser bottom… le gustaba la sensación de recibir tal trozo de carne dentro de su ser, de percibir claramente como sus entrañas eran invadidas por algo duro y suave al mismo tiempo.

 

            -¿Ya me… me aguantarás si te pones en cuatro?

 

            -Yo creo que si –respondió Draco poniéndose de rodillas apoyándose con las manos.     

 

            -¡Oh diablos! –exclamó Harry sintiéndose mas cómodo para penetrarlo comenzando con un ritmo suave y delicado, permaneciendo así un rato para después comenzar a hacerlo cada vez más rápido notando que Draco no se oponía, por lo que comenzó a dejarse llevar por la exquisita sensación de meterla.

 

Draco inclinó la cabeza sin terminar de adaptarse aun a tal actividad, pero disfrutando del pene de Harry cada vez que se lo metía, por lo que dejándose llevar no impidió el aumento del ritmo por lo cual pronto se comenzó a escuchar un “clap, clap, clap” por el sonido de los muslos de Harry chocando con las nalgas de Draco, quien no dejaba de quejarse, gemir y estrujar las sabanas.

 

            -Si… me gusta… -mascullo con el rostro sudoroso y la espalda brillante invitando a besarla, por lo que sin dejar de ondular su pelvis, Harry se agachó a lamerla haciendo que Draco se retorciera.

 

            Luego se enderezó para seguir embistiendo cada vez más fuerte.  

 

            -Espera… no tan duro… -susurró Draco sintiendo su vientre algo dolorido.

 

            Pero Harry no lo oía, seguía embelesado en lo suyo, tanto así que no vio cuando Draco levantó una mano para llamar su atención embistiendo con fuerza mandando al pobre de cuernos contra la cabecera.

 

            -¡Ah!

 

            -¡Perdón, perdón! –exclamó Harry viéndolo sobarse la testa.

 

            -¡Eres un tarado! –exclamó Draco sentado en la cama.

 

            -¡Perdón, es que no te oí! –respondió Harry apenado pero a punto de estallar en carcajadas.

 

            -Idiota… -dijo Draco comenzando a sonreír.

 

            -Ven, probemos otra cosa –dijo Harry dándole la mano para levantarse y sentarse ahora él recargado en la cabecera después de acomodar unas almohadas- así tu llevarás el ritmo.

 

            -De acuerdo –dijo Draco tomando la botella de aceite y aplicando una buena porción al pene erguido de Harry, el cual esperaba anhelante en todo lo alto.

 

            -Estás resultado delicioso –dijo Harry viendo como lo masturbaba al tiempo que le untaba el aceite- tal como lo imaginé.

 

            -Si, claro.

 

            -¿No me crees?

 

            -Vamos Harry… -dijo Draco sin dejar de friccionar el rojo pene- la verdad es que no estoy dando el ancho, eso hasta yo lo sé.

 

            -¿De qué rayos hablas? Si la mamas muy bien.

 

            -Bueno, eso sí, soy muy bueno haciendo mamadas… -dijo Draco sonriendo- pero… creo que lo demás no es como debería.

 

            Harry no respondió al momento, simplemente se le quedó mirando mientras Draco seguía en lo suyo; el daño era más de lo que había pensado y Draco no estaba recuperado no solo físicamente, sino psicológicamente tampoco… su inseguridad no pegaba nada con la imagen que tenía en Hogwarts; los mortífagos y Voldemort no solo le habían arrancado una vida normal, sino también la confianza, la fe en sí mismo, y por mas palabras bonitas que le dijera,su autoestima no se curaba con una bandita.

 

            -Bueno, ya esta –dijo Draco interrumpiendo sus pensamientos.

 

            -Maldito rubio.

 

            -¿mmm? ¿Y ahora porque? –refunfuñó Draco ceñudo ante el insulto.       

 

            -¿Cómo es posible que te ame tanto? –exclamó Harry con gesto intrigado haciendo que Draco rodara los ojos intentando ocultar su alegría.

 

            -Ay Potter, pues porque soy Draco Malfoy y seguramente ya te gustaba desde Hogwarts, sino ¿Por qué me seguías a todas partes?

 

            -Te seguía porque eras un hijo de puta traicionero y nada mas por eso; en aquel entonces no tenía tiempo de pensar en culos, además andaba tonteando con Ginny.

 

            -Bueno, dejemos eso –dijo Draco montándosele a horcajadas y tomando el pene de Harry para colocárselo en su entrada.

 

            -Uy… que rico –gimio Harry sintiendo como Draco se abría poco a poco conforme iba sentándose.

 

            Verlo cerrar los ojos y arrugar la nariz hacía brotar en Harry los más oscuros deseos, deseos de acostarlo y penetrarlo salvajemente… Draco poseía una sensualidad innata que nada tenía que ver con la experiencia… o quién sabe, tal vez era el amor, pensó el moreno sonriendo al verlo morderse un labio cuando al fin pegó  sus nalgas con sus muslos; pero lo que fuera lo volvía malditamente loco.

 

            Draco abrió sus ojos grises mientras una sonrisa traviesa de dibujaba en sus inflamados labios al tiempo que se sujetaba de los hombros de Harry y se levantaba para empalarse de nuevo.

 

            -¡mmm!... –gimió Harry al sentir la ardiente y suave presión en su miembro.

 

            De forma tortuosamente lenta, Draco comenzó a  cabalgar a Harry, quien se dio vuelo acariciando las piernas abiertas, lo mismo que sus pezones para después masturbarlo.

 

            -¡Por Salazar!... –masculló Draco con voz ahogada tocando su próstata con cada sentón.

 

            Harry jadeaba de placer junto con él, por lo que comenzó a masturbarlo con más fuerza mojándose la mano con el líquido transparente.

 

            Draco en tanto se empalaba cada vez con más fuerza deseoso de sentir más y más.

 

            -¡Oh mierda!... ¡es genial! –Balbuceó Draco sudoroso- solo que… -añadió deteniéndose mientras respiraba entrecortadamente- ya me cansé…

 

            -¿Eh? –masculló Harry con espasmos de placer.

 

            -Que ya me cansé… diablos, hasta para coger se necesita condición.

 

            -¿Quieres estar abajo? –preguntó Harry algo agitado.

 

            -Si –dijo Draco levantándose y dejándose caer a un lado del moreno- me gusta… -añadió dejándose abrazar- que la tengas grande, siento que me llenas todito.

 

            -Es que tú me la pones dura –respondió Harry comenzando a chupetearle el cuello- no tienes idea… de cuanto te he deseado… -mascullo mientras se daba vuelo manoseándolo en tanto se aplicaba otro poco de aceite.

 

            -Tú te la vives teniéndola dura, no creas que no me doy cuenta.

 

            -Muy bien –susurró Harry contra sus labios- abre esas piernitas que aquí voy.

 

            Riendo, Draco se giró diciendo:

 

            -Primero métemela de lado, me gusta esa posición.

 

            -Lo que el cliente pida –respondió Harry viéndolo darle la espalda al tiempo que flexionaba una pierna para detenerse y no irse de frente o quedar boca abajo mientras descansaba cómodamente su cabeza en la almohada.

 

            Verlo así, lánguidamente acostado de lado prácticamente ofreciéndole el culo, fascino a Harry mientras le pasaba la mano por entre las nalgas cubiertas de aceite.

 

            -Bien… –dijo acomodándose de modo de poner penetrarlo recargando una mano en la cama mientras que con la otra dirigía su miembro a la ahora oculta entrada.

 

            Draco arrugó el ceño pues el dolor no se había ido y no se iría del todo esa noche, pero encontrándose ya más relajado no presentó gran problema; Harry lo sabía, sabía que sus penetraciones lo lastimaban, pero estaba seguro que todo eso valdría la pena.

 

            Cuando se encontró dentro, Harry se quedó quieto para disfrutar la simple sensación de ardiente humedad.

 

            -¡Oh carajo! –Exclamó inclinando la cabeza- ¡Draco, estas tan apretado… pareces virgen!

 

            -Pues te recuerdo que no lo soy.

 

            -Si, si… tienes un hijo, ya lo sé y muy lindo por cierto –respondió Harry sin moverse aun.

 

            -Sé que es lindo, pero te agradecería que no habláramos de mi hijo mientras me la metes.

 

            -Hecho –respondió Harry haciendo su cadera hacia atrás para salir y volver a entrar despacio en tanto veía divertido como Draco colocaba sus manos bajo su mejilla como si se fuese a tomar la siesta- ¿tan aburrido soy?

 

            -¿Sabes cómo le llamo yo a esta posición? –dijo Draco con los ojos cerrados.

 

            -¿Cómo? –preguntó Harry sin dejar de moverse.

 

            -“Coger dormido”

 

            -Si no me dices porque, ni cuenta me doy.

 

            Draco solo sonrió mientras se arrellanaba en la cama y levantaba mas el culo recordando cuanto le gustaba esa posición; ciertamente casi nunca su próstata era tocada así, pero precisamente por eso le gustaba; porque se sentía cercano a quien se lo estaba haciendo, y tanto en su momento la disfrutó con Roger, ahora lo estaba disfrutando con Harry; y así como Roger sabia que esa posición era una muestra de confianza e intimidad de parte de Draco, el rubio deseó que Harry también lo comprendiera así.

 

            Suspiró satisfecho sintiendo como Harry entraba de nuevo en él; así… despacio… lento… resbaloso y caliente… podía sentir claramente como sus paredes internas eran abiertas por su pene.

 

            Y Harry… simplemente lo observaba embelesado; su expresión tan tranquila, tan en paz… con sus hermosos ojos grises cerrados y su faz tan relajada como si en verdad estuviera tomando la más reconfortante y reparadora siesta del mundo… y entonces lo entendió; comprendió el porqué del gusto de Draco por esa posición, y lo único que atinó a hacer fue cerrar los ojos con fuerza aceptando más que nunca que Draco en verdad lo amaba… que con esa simple posición, el rubio le daba toda su confianza… y sintió que lo amaba más que nunca.

 

            -¿Pasa algo?

 

            -¿Eh? –exclamó Harry abriendo los ojos encontrándose con la mirada atenta de unos ojos grises- si… -respondió después de un momento- que creo que también ya es mi posición favorita.

 

            El entendimiento entre ellos fue tan claro que sin necesidad de decir mas, Draco sonrió y volvió a cerrar los ojos; Harry en tanto bajó la vista para mirar como su pene era tragado por las nalgas de Draco, por su entrada estrecha y apretada que no alcanzaba a verse en esa posición.

 

            Después de disfrutar aquello por un rato más, Draco miró a Harry tendiéndole una mano en señal de que se detuviera; el moreno la tomó ayudándolo a levantarse para también darle un beso, beso sobre el cual el rubio murmuró:

 

            -Si esa posición te gustaba, esta lo hará más.

 

            Harry lo vio tumbarse de nuevo, pero esta vez boca arriba flexionando las piernas para después abrirlas lo más posible ondulando su cadera de forma obscena mientras se acariciaba los muslos y el interior de ellos.

 

            -¿Te gusta esto? –susurró sin dejar de acariciarse.

 

            -Si –respondió Harry con voz ronca.

 

            -¿Quieres entrar de nuevo?

 

            -Si, si quiero… -exclamó Harry tragando saliva y remojándose los labios.

 

            -Y dime, Harry Potter… -preguntó Draco mirándolo fijamente y sin pestañear- ¿quieres romperme el culo?

 

            -Claro que quiero… -respondió Harry entre dientes sintiéndose a punto de explotar.

 

            -¿Y qué demonios estas esperando?

 

            Ya sin decir nada, Harry lo tomó de los muslos y lo jaló hacia sí quedando en medio, le sujetó la cadera con una mano mientras que con la otra tomaba su pene para hundirse de golpe en Draco, quien dejó escapar un pequeño grito mientras se aferraba a las sabanas.

 

            -Si… -murmuró Harry clavando fuertemente los dedos en las blancas piernas comenzando a embestir con ganas provocando un rítmico rechinido en la cama y un suave balanceo en el pene de Draco.

 

            -¡Mngg!

 

            -¡Demonios!... –masculló Harry clavándose con fuerza una y otra vez- ¡Dios!

 

            -¡Ah!... ¡ah!... ¡ah!...

 

            -¡Me… me encantas Draco!

 

            -¡L-lo… lo sé!... ¡ay!... ¡oh!... –gimoteó Draco soltando las sabanas para sujetarse de la cabecera y no estrellarse de nuevo mientras sentía como su próstata enviaba electrizantes sensaciones a todo su cuerpo comenzando en su bajo vientre.

 

            Cuando las fuertes embestidas empujaban a Draco, Harry lo volvía a jalar de los muslos para regresarlo a su lugar.

 

            En la habitación solo se escuchaban jadeos, quejidos, el chocar de cuerpos y el rechinido de la cama; Harry entonces lo tomó de los tobillos y le flexiono las piernas haciendo que sus rodillas tocaran su pecho sin soltarlo para mantenerlo hecho un ovillo, Harry se sentó en sus talones para mirarle la entrada, una entrada dilatada y roja.

 

            -¡Ups!... –dijo deseando hundirse de nuevo ahí- creo que mañana alguien tendrá dificultades para sentarse.

 

            -¡M-me vale una mierda, Potter! –Jadeó Draco- ¡Métemela ya y deja de perder el tiempo!

 

            Harry le tomó las rodillas y las separó para acomodarse entre sus piernas abiertas empujando su cadera penetrándolo así con fuerza intencional provocando que Draco arqueara el cuerpo en una enloquecedora combinación de dolor y placer.

 

            -¡Dios mío! –jadeo el rubio con voz gutural.

 

            Harry apoyó sus manos en la cama, a cada costado de Draco y comenzó a embestirlo con fuerza.

 

            -¡Ay!... –gritó Draco poniendo sus manos en los brazos de Harry clavándole las uñas sin percatarse de ello mientras recibía una tras otra las fuertes embestidas de Harry, quien ya tenía mechones de pelo oscuro pegados a su sudoroso rostro.

 

            Ver los gestos de Draco, sus gemidos, quejidos y pequeños gritos, hacían que deseara penetrarlo lo más posible, por lo que se enderezó sujetando a Draco de las nalgas con ambas manos levantándole el culo sin dejar en ningún momento de penetrarlo.

 

            -¡Ngg!... ¡oh!... ¡Harry!... –balbuceo Draco arqueando el cuello sintiendo a Harry penetrarlo hasta lo más recóndito de su ser.

 

            -¿Te gusta? –mascullo Harry moviendo su cadera en un ritmo rápido.

 

            -¡Ssssi…! ¡Así… fuerte!...

 

            Con la respiración entrecortada y con Draco levantado del culo, Harry miró hacia abajo viendo hipnotizado como su resbaloso e hinchado pene desaparecía entre las nalgas del rubio.

 

            Draco giraba el rostro de un lado a otro sintiendo la boca seca de tanto jadear, pero no podía evitarlo; cada penetración provocaba sensaciones en su bajo vientre que lo hacían gritar de placer deseando que no terminara nunca, que el hombre que se encontraba entre sus piernas lo sujetara fuerte y no lo soltara jamás.

 

            Verlo así, derretirse… deshacerse entre sus brazos, entregarse totalmente mientras le hacía el amor, hacían que Harry contuviera su orgasmo para poder seguir disfrutándolo, para poder seguir bebiendo con los ojos esa visión del hombre que amaba gemir de puro placer, y también para seguir sintiendo esa sensación húmeda y ardiente cada vez que entraba… apretándolo… recibiéndolo… amándolo…

 

            -¡Draco!... –gimio Harry deseando también derramarse ya dentro de él y dejar estallar el éxtasis que gritaba por salir.

 

            -Ya… ya… -balbuceó Draco con los ojos cerrados fuertemente.

 

            Harry entonces lo bajó llevándose en sus antebrazos las piernas de Draco recostándose totalmente sobre él quedando pecho con pecho y sin dejar de embestirlo ni un momento.

 

            Ya teniéndolo tan cerca, Draco le rodeó el cuello con los brazos abriendo la boca ansioso para recibir el hambriento beso de Harry.

 

            -Te amo Draco… -susurró Harry sobre sus labios- te amo tanto…

 

            -Y yo… y yo a ti… -respondió Draco ladeando la cabeza para recibir los mordisqueos y lamidas del moreno- ¡oh Dios!... ¡ah!.. ¡Ya no puedo….!

 

            Harry sintió los espasmos internos de Draco oprimiéndole el pene, por lo que por fin dejó escapar el orgasmo arqueándose contra el rubio, ambos en un grito.

 

            En medio de su éxtasis, Draco abrazó fuertemente a Harry al tiempo que sentía algo caliente quemándole el interior.

 

            -¡Ah!... –gritó Harry clavándose lo más fuerte que podía corriéndose al fin dentro de Draco, el cual jadeaba y gemía con fuerza en su oído.

 

            Sintiendo aun suaves embestidas post orgásmicas de parte de Harry, Draco dejó caer los brazos extendidos en la cama mientras cerraba los ojos agotado; Harry fue deteniendo sus penetraciones poco a poco para finalmente quedarse quieto sobre Draco respirando agitadamente y tratando de no cargar todo su peso en el rubio a pesar de sentirse cansado; en cambio recargó su mejilla en el hombro de Draco escondiendo su rostro en su cuello sintiendo después de unos instantes una mano acariciándole el cabello.

 

            De hecho no quería salir de Draco, quería seguir dentro de él sintiendo su calor, pero necesitaba recostarse, por lo que comenzó a salir despacio para después echarse a un lado dándose cuenta de que ambos tenían manchado el vientre por la eyaculación de Draco.

 

            Con los ojos cerrados y hombro con hombro ninguno dijo nada… se sentían tan satisfechos, plenos y adormilados que simplemente se tomaron de la mano dejándose vencer por el sueño.

 

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            Un incómodo frio despertó a Harry, quien se encontró abrazando a Draco en la habitual posición de cucharitas de estante, por lo que al puro tanteo jaló las mantas para cubrir sus cuerpos desnudos; no tenía idea de si habían dormido unos minutos o un par de horas… supuso que unos minutos, pues el rostro dormido de Draco mostraba unas aun muy arreboladas mejillas; sonrió pegando su frente en la nuca de Draco mientras se pegaba mas a él.

 

            -mmm… -gimio Draco al sentir los besos en su hombro- no… boes… tes… Potty…

 

            -¿Qué dijiste?

 

            -dije, no molestes Potter… -respondió Draco sin abrir los ojos- aunque quisiera no aguanto otra ronda… la verdad no estoy listo para el segundo raund.

 

            -Ya lo sé, no te preocupes –respondió Harry acariciándole el vientre- debes descansar.

 

            Un tranquilo silencio se hizo por unos minutos hasta que Draco dijo mas dormido que despierto:

 

            -Harry…

 

            -¿Sí?

 

            -Estoy enamorado de ti…

 

            Harry sonrió cerrando los ojos disponiéndose a dormir, pero antes…

 

            -Draco…

 

            -¿mmm?...

 

            -¿Quieres que mande a hacer unos calzoncillos para ti que digan “Este culo se lo cogió Harry Potter”?

 

            -Púdrete Cara Rajada –respondió Draco bajando una mano y dándole un pellizco en la pierna.

 

            -¡Ay!

 

            -Mejor hazte tú unos que digan “Soy un tarado y le comí el culo al que no debe ser nombrado”

 

            Harry comenzó a carcajearse mientras se sobaba la pierna.

 

            -Mejor me haré unos que digan “yo amo a Draco Malfoy”

 

            -¿Y debo sentirme halagado porque lleves mi nombre en tu trasero? –dijo Draco con fingida indignación mientras se giraba para quedar boca arriba.

 

            -Tranquilo, no necesito hacer eso… -dijo Harry acurrucándose junto él disponiéndose a dormir- ya llevo tu nombre en el corazón.

 

            Abrazando a Harry contra su pecho, Draco cerró los ojos dejándose arrastrar por el sueño mientras una sonrisa se dibujaba en sus labios.

 

 

 

 

 

.

 

 

Notas finales:

BUENO, X AHORA ESO ES TODO, ESPERO HABER CUMPLIDO SUS ESPECTATIVAS, ASI Q ME VOY A PRESIONAR A MI MUSA.

Y LES DEJO EL LINK DEL CUAL LES HABIA HABLADO AL PRINCIPIO, LOS ESPERO!!

BESITOS!!!

http://www.metroflog.com/Orseth


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