Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

SI TU ME QUISIERAS... por Orseth

[Reviews - 516]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

______________.

 

 

 

 

 

            Al cabo de un par de minutos, el pequeño Harry comenzó a tranquilizarse para sorpresa de Molly, pues Harry llevaba ya varios días muy inquietos sin que nada ni nadie pudiese calmarlo.

 

            -Eres un buen niño –dijo Draco mirándolo de nuevo.

 

            Todos vieron los desconsolados gimoteos de Harry mientras Draco le acariciaba una mejilla con su dedo para después acercarlo a su cara y aspirar el suave aroma a bebé  para finalmente llorar sin tapujos sintiendo que una enorme losa era retirada de su espalda.

 

            Nadie dijo nada, pues todos comprendían el sentimiento del rubio y simplemente guardaron silencio mirándose sonrientes unos a otros.

 

            -Gracias… gracias a todos… -dijo Draco después de un rato- si no hubiera sido por ustedes, esto no hubiese sido posible, de verdad… sé que nunca podre agradecérselos lo suficiente…

 

            -A mi me basta con que cuides a este bribón como debe ser –respondio Molly acariciando las sedosas hebras castañas que escapaban del gorrito.

 

            -Dios mío… aun no lo puedo creer… -musito Draco abrazando de nuevo a su hijo.

 

            -Eres libre, ya no tienes que regresar a San Mungo –dijo Remus.

 

            Fue entonces que Draco regresó de golpe a la tierra.

 

            -¿Ya no?... ¿y a donde iré? No tengo a donde ir –preguntó mirándolos a todos con ojos ansiosos.

 

            -Si quieres puedes quedarte en  mi casa –exclamó Molly solicita- no creo que a Arthur le moleste.

 

            -De hecho… -intervino Harry como no queriendo la cosa- yo pensaba que en Grimauld Place hay mucho espacio, también podrías quedarte ahí.

 

            -Ven Molly, ayúdame con algunos reportes que debemos llenar –dijo Remus pasándole un brazo por la espalda.

 

            Cuando quedaron solos, Harry se sentó en la silla en la que había estado Molly y comenzó a acariciar también la tierna mejilla del pequeño mientras seguía hablando.

 

            -Lo pensé hace tiempo, como no tienes donde quedarte y yo tengo mucho espacio, puedes venir conmigo, a Sirius no le molestará.

 

            -¿Vives con él? –preguntó Draco sorprendido.

 

            -Si ¿Qué no te lo había dicho?

 

            -No.

 

            -¿Entonces? –preguntó Harry sonriente.

 

            -No sé, Harry… podría incomodar a Black y…

 

            -Claro que no –interrumpió el moreno entusiasta- anda Draco, tendrás tu propio espacio, no pienses que viviremos juntos como pareja… bueno si, algo habrá de eso –añadió Harry con sonrisa picara- pero por lo demás tendrás tu propia habitación; por lo menos hasta que sepas que vas a hacer.

 

            Draco miró a su bebé, quien aun con ojitos llorosos hipaba mientras le sujetaba un dedo con la manita.

 

            -De acuerdo –respondio sonriéndole al pequeño- iremos a vivir con ustedes por un tiempo.

 

            -Genial.

 

            -Aunque de todos modos debo regresar a San Mungo, mi lujoso guardarropa esta allá.

 

 

 

______________________________________________________________________________________.

 

 

 

            -Las noticias vuelan –dijo Sirius a Remus, el cual había ido a ayudarle con la vigilancia callejera- las protestas están en su apogeo, ya tengo diez arrestados.

 

            -La gente está inconforme por el veredicto, el ministro enviara un informe a todos los medios de comunicación para evitar especulaciones erróneas que causen más problemas.

 

            -Mientras tanto, la casa estará con más jaleo; fue bueno que tapiáramos el retrato de mi madre, sería una locura oír sus gritos a media noche despertando al crío.

 

            -¿Y tú, Padfoot? –preguntó Remus observando a su amigo- ¿Qué piensas de tener a un niño en casa?

 

            -Pues te diré, Moony… -respondió Sirius alzándose de hombros mientras sonreía como no queriendo la cosa- esa casa es algo tenebrosa, un chiquillo no le hará mal.

 

            -La casa, claro… -dijo Remus alzando una ceja.

 

 

 

______________________________________________________________________________________.

 

 

 

            -¿Seguro no te causo problemas con que me acompañes, Harry?... con todo el revuelo de allá afuera seguro te necesitarán.

 

            -No te preocupes por eso, Remus me dio la tarde libre –respondio Harry guardando en una caja los medicamentos de Draco mientras el rubio metía sus pocas pertenencia en una maleta que el señor Jackson le había dado.

 

            -Tienes mi dirección, puedes llamarme en cualquier momento –dijo el viejo medimago sentado en una silla observándolos empacar mientras él cargaba a Harry, quien dormía después de haber bebido su biberón.

 

            -Si, gracias, espero no necesitarlo, no es que no quiera saludarlo de vez en cuando –dijo Draco- es solo que si voy a visitarlo es porque me siento mal.

 

            -Lo sé, no te preocupes.

 

            Unos toquidos en la puerta los interrumpieron para dar paso a un sonriente rostro.

 

            -Hola de nuevo –saludó Molly con una enorme bolsa de tela.

 

            -Hola Molly –respondio Harry tomándola.

 

            -Son las cosas del pequeño Harry, se le compraron durante la investigación con el presupuesto asignado, las necesitaras.

 

            -Gracias –respondió Draco sonriéndole a la matriarca Weasley- de verdad, nunca me cansaré de agradecerle y… bueno, aprovecho para pedirle disculpas de todas las ofensas que mi familia y yo llegamos a hacerle.

 

            -Eso ya está olvidado hijo, ahora vienen cosas nuevas –dijo Molly sentándose en el sofá- ¿me dejaras visitarlo? Es un encanto de niño.

 

            -Por supuesto, eso no debe ni preguntarlo.

 

            -Es un niño hermoso, y déjame contarte que sus ojos aunque son azules, con la luz y sus estados de ánimo suelen tornarse entre verdes y grises.

 

            -¿En serio?

 

            -Si, además es muy risueño... bueno, al menos así era, porque últimamente estaba muy llorón, la verdad no sé por qué; cólicos no eran ni hambre tampoco; yo intuyo que ahora estará bien.

 

            -Bueno, ya está todo –dijo Draco cerrando la maleta.

 

            -Es hora de irnos –exclamó Harry viendo a Molly- pronto podremos platicar sin que nadie nos presione.

 

            -Claro cariño, espero verlos pronto –respondio ella dándole un beso al moreno para luego darle uno a Draco, lo cual sorprendió al rubio.

 

            -Y tu, corazón, pórtate bien –dijo inclinándose a ver al pequeño y dándole un beso en la frente- me voy chicos.

 

            -Adiós.

 

 

 

_______________________________________________________________________________________.

 

 

 

            El traslado de Draco, Harry y Harry bebé fue muy discreto; el auror los sacó por la chimenea de Grimauld Place sin ningún problema y así se encontraron en la sala de lo que por el momento sería la casa de Draco y Harry Malfoy.

 

            -Bienvenido –dijo Harry dejando en el sofá la bolsa del pequeño y la maleta de Draco- ponte cómodo.

 

            -Gracias –respondio Draco dando una mirada a la sala mientras se dirigía al sofá más cercano para sentarse.

 

            -Y bueno… -exclamó Harry emocionado extendiendo las manos a los lados- esta es tu casa.

 

            -Rayos Harry, me estas apenando –dijo el rubio con una pequeña sonrisa.

 

            -Lo siento, no era esa mi intención, solo quiero que sepas que aquí estarán seguros, ¿quieres que tomemos un cafe primero antes de ver cuál será tu habitación?

 

            -Si, me gustaría.

 

            -Ven, vamos a la cocina, puedes acompañarme mientras lo preparo.

 

            -De acuerdo.

 

            Sentado a la mesa de la cocina, con el pequeño durmiendo en sus brazos, Draco veía a Harry sacar cosas de aquí y de allá para cocinar, por lo que la estancia pronto se inundo de un delicioso aroma a waffle.

 

            -Dijiste que solo sería un café.

 

            -Si, pero se me antojo algo casero, esa comida de hospital no me llena.

 

            -Todo esto me parece una alucinación –dijo de pronto el rubio- apenas ayer estaba angustiado pensado en que pasaría y ahora míranos… cocinando waffles en la cocina de tu casa, nosotros tres.

 

            -Si, es increíble –concordó Harry sacando la miel y la mermelada de una alacena- todo estará bien ahora, ya lo veras –concluyó el moreno colocando los frascos en la mesa.

 

            Por toda respuesta, Draco solo sonrió mientras Harry seguía cocinando.

 

            -Déjame buscar la cuna que el señor Jackson miniaturizó y colocó en un empaque en la maleta –dijo Harry cuando todo estuvo listo ¿comerás de mis waffles?

 

            -Pero ya…

 

            -Draco.

 

            -De acuerdo.

 

            Cuando terminaron de desayunar, fueron a recorrer las habitaciones para que Draco eligiera la suya.

 

            -De hecho, la casa es algo oscura, pero hay luz donde debe haber.

 

            -Cuando era niño vine algunas veces –dijo Draco asomándose a un cuarto para continuar con el siguiente.

 

            -¿En serio?

 

            -Si, venia con mi mamá, ella tomaba el té con la tía Walburga.

 

            -Claro, no sé porque no lo pensé.

 

            -Esta me gusta ¿no hay ningún problema? –Dijo Draco deteniéndose en una habitación que recibía el sol por  la ventana- hay habitaciones que son muy frías y oscuras, pero esta se siente cálida.

 

            -Adelante, es tuya, traeré tus cosas y te ayudaré a limpiarla porque no tenemos elfo domestico –añadió Harry en un todo de disculpa.

 

            -No te preocupes por eso, durante años viví cuidando de mi mismo en todos los aspectos, además suficiente haces con darme asilo.

 

            -No hay nada que agradecer, si quieres podemos ver cuál será la de Harry.

 

            -No, este pequeño no se separará de mí ni para dormir, suficiente tiempo estuvimos separados.

 

            -Entiendo, yo haría lo mismo, voy por la cuna para que pongas a Harry ahí y nosotros nos pongamos manos a la obra.

 

            -De acuerdo.

 

            La tarde transcurrió tranquila limpiando la habitación y renovando lo que se podía utilizar de nuevo.

 

            -Este fin de semana iremos a comprar cortinas nuevas –dijo Harry restaurando con un hechizo, las cortinas de encaje que se encontraban raídas y sucias por el tiempo- por lo pronto esto debe bastar.

 

            -No es necesario comprarlas, estas están bien –respondio Draco tendiendo la cama con las sabanas limpias que Harry le había dado.

 

            -Y también te hará falta una varita.

 

            Ante ese nuevo comentario, Draco guardó silencio mientras terminaba de tender la cama y finalmente sentarse en ella.

 

            -¿Sucede algo? –dijo Harry finalizando su hechizo de restauración.

 

            -No, es solo que para eso se necesita dinero y yo no tengo.

 

            -No te preocupes por eso.

 

            -Sí me preocupo Harry, porque tu intención es comprármela ¿o me equivoco?

 

            -Pues no, no te equivocas, pero yo no veo el problema –dijo Harry sentándose a su lado.

 

            -El caso es que no quiero que gastes tanto en mí, no me gusta.

 

            -Pero por mí no hay problema, de verdad –dijo Harry sonriéndole tierno.

 

            -Ya lo sé –respondio Draco sonriéndole también mientras le pellizcaba la nariz- es solo que me siento apenado, sé que tú lo haces con gusto, pero me incomoda, espero que lo comprendas.

 

            Harry asintió mirándose las manos, pues en verdad entendía que el rubio se sintiera mal con otra persona comprándole algo de primera necesidad.

 

            -Veámoslo así –dijo al fin el moreno mirándolo- considéralo un préstamo ¿vale?... necesitas la varita para facilitarte muchas cosas, la necesitaras con Harry.

 

            -Pues sí, eso sí… -convino Draco mirando la cuna- pero considéralo así, un préstamo.

 

            -De acuerdo, iremos mañana a comprarla ¿te parece?

 

            -Si, pero… oye, no quiero ir donde Ollivander´s... tu comprendes ¿no?

 

            -Si, entiendo.

 

            -Hay otras tiendas, aunque la de él era la mejor.

 

            -Pues sí, pero tienes razón, no es muy conveniente aparecerse por ahí, pero bueno, eso lo veremos mañana, ya son las 2:00 de la tarde y ya tengo mucha hambre.

 

            -Igual yo.

 

            Un aparato semejante al que tenía Draco en la casa de seguridad para que Harry estuviera atento a sus llamados, fue colocado en la habitación por si el pequeño Harry despertaba; entonces ambos bajaron a la cocina a preparar la comida.

 

            En eso estaban, cuando una lechuza hizo su aparición entregando una carta para Harry.

 

            -¡Vaya! –Exclamó el auror sonriendo al leerla- es de Hagrid, dice que si puede venir a visitarnos, ya le llegó la noticia, seguro fue Remus, me contó que Hagrid le había pedido hacía tiempo que por favor le informara apenas se diera el veredicto ¿tú qué dices? –preguntó viendo a Draco mientras éste partía unas zanahorias sentado a la mesa.

 

            -Bueno… -dijo él dejando de cortar el vegetal- creo que debo darle las gracias por lo que hizo por mí.

 

            -¿Entonces lo invitamos a cenar mañana?

 

            -Me parece bien.

 

            -Genial, le enviaré la respuesta enseguida.

 

           

 

______________________________________________________________________________________.

 

 

 

            Horas antes, la matriarca Weasley había arribado a su hogar causando verdadero revuelo.

 

            -¡Chicos!

 

            -¡Mamá! –exclamó Ron levantándose a abrazar a su madre en cuanto la vio entrar a la cocina.

 

            -Molly, que gusto –añadió Hermione abrazándola también.

 

            -Que gusto me da verlos –exclamó la bonachona mujer con lagrimas en los ojos- hacia tanto que no los veía.

 

            -Platicamos cada semana por chimenea, mamá.

 

            -No es lo mismo que tenerlos aquí y lo sabes.

 

            Arthur veía todo desde su lugar con una sonrisa mientras bebía un té.

 

            -Arthur… -saludó Molly dándole un beso en los labios cuando termino de saludar a su hijo y a su nuera-estoy contenta de regresar.

 

            -Y nosotros de verte mamá, pero cuéntanos ya como estuvo el asunto –intervino Ron acercándole una silla.

 

            -Tu siempre tan sutil, Ron –respondio Hermione rodando los ojos.

 

            -Solo digo lo que todos pensamos, me dirás que tú no te mueres por saber el asunto del hurón y de su huroncito.

 

            -No le digas así a Harry –exclamó Molly ceñuda.

 

            -¿A Harry? –respondio Ron extrañado ya sentado a la mesa mientras Hermione comenzaba a servirle el almuerzo a Molly- yo hablaba del hijo de Malfoy.

 

            -Pues de él estoy hablando –dijo ella sonriéndole agradecida a Hermione cuando ésta le servía un té.

 

            Ron hizo un gesto de incredulidad antes de exclamar:

 

            -¿El bebé de Malfoy se llama Harry?

 

            -Ajá.

 

            -¡No inventes!

 

            -¿En serio, Molly? –preguntó Arthur igual de sorprendido.

 

            -Si, hablo en serio, ese bebé se llama Harry y es un encanto de niño.

 

            -A ver, a ver… -respondio Ron agitando las manos frente a sí- empecemos desde el principio… ¿de verdad es el hijo de Malfoy? Es decir ¿es cierto eso de que lo gestó dentro de su cuerpo?

 

            -Si, así como lo oyen.

 

            -Nos enteramos del veredicto por una edición especial del “Profeta” –dijo Hermione terminando de servirle el almuerzo a su suegra y sentándose junto a Ron- sabemos que lo declararon inocente a él y al bebé, aunque eso fue todo, aun no hay información de nada, por lo tanto los detalles del caso son un misterio.

 

            -¿De verdad el Wizengamot dejó ir al niño “ese” así como así? –preguntó Ron serio.

 

            -Ron… -respondio Molly dejando su taza y mirando a su hijo con gesto grave- ese niño tiene un nombre.

 

            -Ese es otro punto, no entiendo porque el hurón le puso ese nombre, por ahora lo que yo quiero saber es que tan peligroso es ese bebé.

 

            -No es peligroso.

 

            -Pues yo no estaría tan seguro de eso, fue concebido antinaturalmente y no me refiero precisamente a la relación que tuvo Malfoy con el otro tipo, ultimadamente cada quien se acuesta con quien quiere; yo me refiero a que se uso magia oscuro en ese asunto y eso ni tú me lo puedes negar, mamá.

 

            -Pues no, no lo niego; pero yo te puedo asegurar que no hay nada malo en ese niño.

 

            -¿Y como estas tan segura?

 

            -Un momento –intervino Hermione- si el Wizengamot lo dejó ir así como así es porque no encontraron nada malo en él ¿no?

 

            -Pues tampoco lo dejaron ir así como así, hay ciertos lineamientos que Draco debe seguir.

 

            -¿Draco? –Repitió Ron alzando una ceja- ¿desde cuándo lo llamas por su nombre?

 

            -Desde que conocí de primera mano su situación.

 

            -¿Su situación?... ¿Qué situación? ¿Qué por su culpa muchos inocentes murieron en la batalla de Hogwarts?

 

            -A ver… -intervino Arthur viendo ya la discusión avecinarse- el Wizengamot ya juzgó todo eso y consideró que no había causa para que Malfoy fuera a Azkaban, aun no sabemos los detalles pero yo creo que debieron tomar en cuenta muchos aspectos para llegar a esa conclusión, solo que aun no los sabemos.

 

            -Claro y como el Wizengamot no se equivoca… nada más pregúntenle a Sirius –respondio Ron recargándose en la silla mientras cruzaba los brazos.

 

            -Mira, no voy a discutir contigo –exclamó Molly levantándose molesta- cuando no tengas la cabeza tan cerrada platicaremos.

 

            Nadie dijo mientras la vieron salir de la  cocina y subir a su habitación, hasta que exhalando un suspiro, Ron dijo:

 

            -¿A qué hora llega Harry de trabajar?

 

            -Harry se tomó el día libre –respondio Molly bajando de nuevo las escaleras para tomar su taza de té y subir otra vez ante la aprensiva mirada de Hermione al verla irse sin haber probado bocado.

 

            -¡Genial, vamos a verlo!

 

            -Esperemos un rato, si se tomó el día seguramente fue para descansar, esperemos hasta la tarde –sugirió Hermione a su impaciente marido, quien aceptando que ella tenía razón, solo asintió con la cabeza.

 

 

 

_______________________________________________________________________________________.

 

 

 

            -Se siente raro que ahora me dejes tomar un cuchillo –exclamo Draco riendo mientras cortaba ahora unos tomates.

 

            -Es que antes eras un peligroso mortífago, ahora solo eres un mal cocinero –respondio Harry alzando los hombros al tiempo que le subía el fuego a la olla con agua de la estufa recibiendo en el acto un tomatazo en la cabeza.

 

            -¡Yo no soy mal cocinero!

 

            -¿Aprendiste a cocinar cuando estuviste con ellos? –rebatió Harry esquivando otro tomate.

 

            -Bueno… pues nunca tuve la necesidad de cocinar, primero me daban una sopa fría de mierda y cuando pude salir, cocinaban los elfos domésticos que tenían –respondio Draco justificándose.

 

            -Entonces no sabes cocinar.

 

            -Una cosa es que no sepa cocinar y otra que sea mal cocinero.

 

            -Bueno, pues eso sí, pero tengo hambre de algo que solo tú me puedes dar.

 

            -¿Ah sí? ¿Y qué será? –respondio Draco viendo a Harry acercarse a él.

 

            -¿Tu qué crees? –dijo Harry besándolo mientras le quitaba el cuchillo de la mano y lo levantaba para después tomarlo de las piernas y sentarlo en la mesa.

 

            -¡Estoy aplastando los tomates! –protestó Draco al sentir humedad en su trasero.

 

            -Si quieres después te los quito con la lengua –masculló Harry  besándole el cuello y la oreja.

 

            Draco separó mas las rodillas para acercar más al moreno al tiempo que entremetía sus dedos entre la alborotada melena negra.

 

            Estando en pleno apogeo, una campanilla se escuchó dando aviso de una llamada por la red flú.

 

            -Antes de que contestes, déjame tu varita para quitarme los tomates del trasero… -susurró Draco lamiendo el lóbulo de la oreja de Harry, quien se estremeció por aquella caricia.

 

           

 

______________________________________________________________________________________.

 

 

 

            Sonriendo por lo ocurrido en la cocina, Harry se dirigió  a la sala para recibir su llamada, grande fue su sorpresa al ver un conocido rostro verde emerger de entre las llamas.

 

            -¡Ron!

 

            -¡Hola Harry! –saludó el pelirrojo casi queriendo saltar ya mismo de la chimenea.

 

            -¡Harry! –intervino una familiar voz femenina que al cabo de unos instantes apareció junto a Ron.        

 

            -Hermione… -exclamó Harry sintiéndose feliz de ver a sus queridos amigos- chicos, lamento no haber respondido ninguna de sus cartas –añadió sentándose en cuclillas frente a la chimenea.

 

            -No te preocupes, entendemos que no podías –respondio Hermione.

 

            -Además… -intervino Ron sonriendo de oreja a oreja- será mejor cuando platiquemos en persona ¿podemos pasar?

 

            -¿En persona?... ¿¡están en Inglaterra?! –exclamó Harry feliz.

 

            -Si y queremos ir a visitarte.

 

            A punto de responder “Adelante”, recordó que no estaba solo en su casa, por lo que mostrándose dudoso se quedó callado unos minutos.

 

            -Pues si no nos das autorización, no podremos pasar compañero.

 

            -Lo siento, pasen –respondio Harry retirándose de la chimenea para dejarles lugar sintiéndose al mismo tiempo en una encrucijada.

 

            Cuando sus dos amigos estuvieron en la sala de Grimauld Place, los abrazó uno por uno, feliz de verlos a pesar de su “asunto pendiente” en la cocina.

 

            -Siéntense chicos ¿quieren una soda o una cerveza de mantequilla?

 

            -No gracias, me la he pasado comiendo las galletas de mamá que ya no me cabe nada.

 

            -Yo tampoco, estoy igual que Ron.

 

            -Y cuéntanos Harry ¿al menos te dieron alguna comisión por todo este asunto del que no debe ser nombrado?

 

            -Ron, ya puedes llamarlo por su nombre –exclamó Hermione- ya está muerto ¿recuerdas?

 

            -¿Qué quieres? Es la costumbre –respondio Ron alzándose de hombros- lamentamos no haber estado aquí, ayudándote.

 

            -¿Y cómo iban a estar si yo soy auror y tu un mecánico de escobas y Hermione una estudiante de medicina? –Respondio Harry restándole importancia- recuerden que cada cosa tuvo su tiempo y su lugar.    

 

            -Eso mismo nos dijo Arthur –dijo Hermione sonriendo levemente- pero es difícil… no sé explicarme.

 

            -No hace falta, yo te entiendo –respondio Harry cariñoso tomándole una mano- pero cuéntenme ¿Qué tal les va?

 

            -Nuestra aburrida vida puede esperar –exclamó Ron- lo que queremos es que tú nos cuentes de la tuya.

 

            -Nuestras vidas no son aburridas, Ron –dijo Hermione indignada.

 

            -Lo siento cariño, fue un decir… -se disculpó el pelirrojo con su esposa.

 

            Harry simplemente sonreía al verlos discutir; aquello le recordaba sus tiempos en Hogwarts.

 

            -Bueno Harry, una cosa si es segura –dijo Hermione volviendo al asunto- estamos felices de que Voldemort finalmente este muerto y tu estés en casa.

 

            -Muchos mortífagos huyeron.           

 

            -Si, pero la fuente de ese mal está destruida, es lo que cuenta.

 

            -Hablando de fuentes del  mal –intervino Ron- ¿Cómo es que dejaron ir al hurón y a su hijo?... ¿acaso en el Wizengamot se volvieron locos?

 

 

 

.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).