Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

SI TU ME QUISIERAS... por Orseth

[Reviews - 516]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

HOLIS HOLIS DE NUEVO!!!

POR FIN AQUI ESTOY CON UNA NUEVA ENTREGA DE CAPITULOS, QUE DICHO SEA DE PASO, ESPERO QUE LES GUSTE.

Y SIN MAS QUE AGREGAR, COOOOOMENZAMOOOOOSSS!!!

________________________________________________________________________________________.

 

            Cuando Draco salió a la sala de Grimauld Place, lo que hizo fue subir en seguida las escaleras mientras Harry salía hecho una furia.

            -Shhh… -musitó acostando al nene en su cuna para después bajar de nuevo a la sala, no sin antes haber ido al baño para tomar unas cuantas cosas.

            -Es un idiota… un maldito imbécil ¡¿pero qué se cree?! –mascullaba Harry caminando de un lado a otro en el centro de la habitación.

            -Siéntate –dijo Draco en cuanto llegó sin que Harry le hiciera caso- que te sientes te digo –añadió jalándolo de un brazo.

            -No puedo creer que en todo este tiempo, sus ideas retrógradas hayan ido en aumento –exclamó sentándose sin protestar- ¡Hey! –se quejó al sentir ardor en su boca debido al algodón con alcohol que Draco le había puesto.

            -Toma –dijo el rubio tendiéndole un pañuelo para que se limpiara la nariz.

            -¿Acaso no pudo simplemente dejar pasar el asunto y ya?... pero no, tenía que comenzar a insultar el muy estúpido –exclamó tomando el pañuelo limpiándose la sangre de  su nariz.

            -Bien, ahora que veo que no tienes la nariz rota, me voy al cuarto –dijo Draco poniéndose de pie siendo tomado al instante por la mano.

            -Espera, lo siento…

            -Tú no tienes por qué disculparte; no tienes la culpa de que ese Weasley sea tan idiota… aunque si la tienes  por esperar algo de razonamiento de su cerebro de gorila, sin embargo no quiero que te sientas mal conmigo por algo que no está en tus manos resolver.

            -¿No estás molesto? –preguntó Harry extrañado.

            -Claro que lo estoy, es más, tengo unos deseos espantosos de patear algún mueble… sin embargo el dolor de cabeza que me acaba de empezar me está matando… y las nauseas que siento cosquillear en el estomago aumentan con alarmante rapidez, así que mejor me voy a acostar un ratito.

            -¿Quieres que llame al señor Jackson? –preguntó Harry poniéndose de pie para estar a su altura mientras lo miraba preocupado.

            -Lo que quiero es que Weasley se pudra en el infierno… pero como no se puede, mejor acompáñame al cuarto, siento que me puedo marear en cualquier momento.

            -Espera, solo tardare un minuto en llamarlo.

            -Estoy bien, solo quiero descansar, no lo llames.

            -¿Seguro?

            -Sip –respondio sonriéndole tranquilizador.

            Rato después, el moreno salió de la habitación habiéndolo dejado acostado en tanto él bajaba a seguir rumiando su suerte.

            Sin embargo, a pesar de sentirse muy cansado, Draco no dormía,  pues no podía dejar de pensar en Ron Weasley y Hermione Granger… más en el primero, pero contrario a lo que cualquiera pensara, a él le importaba un soberano pito lo que ese weasley pensara de él, pero con Harry el asunto ya era otro, pues a pesar de todo, sabía que el tipo había sido su mejor amigo, no… su hermano durante muchos años y el que no lo apoyara ahora le afectaba mucho; y Harry podía ser muy explosivo y temperamental, pero el muy cabrón tenia corazón de malvavisco y sabia que la actitud del pelirrojo le dolía bastante, más de lo que pudiese admitir ante cualquiera.

            -Harry, Harry… -pensó mientras se enderezaba y recargaba en la cabecera- ¿Por qué eliges amigos tan idiotas?... los míos eran perversos y abusivos, pero no idiotas… bueno, Vincent y Gregory eran idiotas pero leales, así que con ellos eso no cuenta.

            Suspiro con pesar mientras se sobaba el bajo vientre y después la parte alta de su nalga derecha.

            -Rayos, no ahora… -pensó torciendo la boca al sentir un pinchazo en ese lugar, pues era el preludio de un fuerte dolor de su ciática, algo que había comenzado a afectarle hacía un mes y que había logrado ocultar a Harry pues no quería agobiarlo más de lo que el pobre ya estaba.

 

_________________________________________________________________________________________.

 

            Mientras tanto abajo, Harry vio a Sirius salir de la chimenea media hora después.

            -¿Y Draco? –pregunto el auror viendo a su ahijado tumbado en el sofá.

            -Esta arriba, descansando.

            Sirius se sentó junto a Harry sabiendo ya que el chico no le preguntaría sobre lo ocurrido después de haberse ido, por lo que simplemente comenzó a hablar.

            -Se fueron a un hotel, solo Ginny se quedó en la Madriguera.

            -Me siento mal por los señores Weasley… esto no debió pasar.

            -Los gemelos están de acuerdo en que Ron exageró, pero de cierta manera entienden el sentir de los chicos.

            -Pues si pero cuando ellos no estaban de acuerdo, simplemente se apartaron y ya, no nos insultaron ni nada de eso.

            -Eso sí… -respondio sin saber que mas decir.

 

_____________________________________________________________________________________.

 

            -Vamos Ron, el dinero que tenemos no es para vivir en un hotel, eso está fuera de nuestro presupuesto- exclamó Hermione a su marido tumbado en la cama.

            -Lo sé, lo sé, pero no estoy dispuesto a vivir en un lugar en donde no somos bienvenidos.

            -No seas torpe, el asunto de Harry es aparte, Molly y Arthur no nos han cerrado las puertas.

            -¡Pero es que…! diablos Herm, no sé que les pasó –respondio sentándose de repente en la cama.

            -Sé a qué te refieres Ron, pero seamos realistas –exclamó ella sentándose a su lado- tenemos el dinero justo para instalar el consultorio y tu taller, no para comprar una casa; si compramos la casa, no tendremos para nuestras fuentes de trabajo y no estamos como para buscar un empleo en donde cobremos el mínimo por iniciar apenas… nuestro plan es estabilizarnos y después buscar casa –añadió tocándole una pierna- tus padres no están en nuestra contra solo porque hayan aceptado la relación de Harry con Malfoy.

            -¡Pero es que Harry está equivocado!... y mis padres lo solapan, no puedo creerlo.

            -Ron… en todo este tiempo yo me he negado a asimilar la situación de Harry, pero la verdad es que el problema se reduce a que eligió a Draco Malfoy como compañero…

            -¿Y te parece poco?... es como una maldita burla.

            -Pero no lo hizo con ese fin, así no es Harry.

            -El no, pero Malfoy si… vamos Hermione, que casualidad que con quien el maldito hurón escoge refugio y protección es Harry Potter.

            -Pues sí, pero…

            -No Hermione, yo no seré parte de esa farsa, si Harry lo prefiere a él en vez de a nosotros, pues ni hablar.

            -Ajá ¿y cómo le haremos entonces con lo de la casa? ¿Serás capaz de instalarme un consultorio solo con tu indignación? –exclamó molesta poniéndose de pie.

            Ron torció la boca mientras desviaba la vista, pues lo que su esposa decía, al menos en ese aspecto era totalmente cierto; su economía no daba como para ponerse dignos.

            -Tendremos que disculparnos por el escándalo que armamos en La madriguera –dijo Hermione dando unos pasos por la habitación- y no se hable más del asunto –añadió al verlo abrir la boca para protestar.

            -De acuerdo.

 

________________________________________________________________________________________.

 

            Cuando Harry se acostó para dormir, Draco lo abrazo por la espalda mientras le daba pequeños besitos en la oreja.

            -Draco cariño, sabes que no podemos…

            -Si, ya sé, pero no quiero tener sexo… bueno, si quiero pero sé que no me harás nada aunque me pare de cabeza.

            -¿Entonces? –respondio dándose vuelta para quedar frente a frente.

            -Comprende a Weasley… -dijo sintiendo una especie de nauseas espirituales al decir eso.

            -¿Quién eres tú y que has hecho con Draco Malfoy? –exclamó Harry viéndolo extrañado.

            -Sé que es inusual que yo diga eso –respondio sonriendo por la actitud de Harry- pero Weasley siente que el mismísimo señor Tenebroso está cogiendo contigo, así que por ese lado, entiendo su preocupación.

            -Pues si pero no deja de ser un idiota, no debería ser tan agresivo… y a todo esto ¿a qué viene esta actitud conciliadora?

            -A nada… simplemente se me ocurrió –respondio sintiéndose incapaz de seguir abogando por el idiota aquel.

            Sin decir nada mas, abrazó a Harry dándole besitos en la cara y haciéndole cosquillas; Harry entendió al momento que lo único que Draco quería hacer, era hacerlo sentir mejor, por lo que abrazando el tibio cuerpo, oculto su rostro en su cuello.

            -Mientras tu estés conmigo, puedo soportar lo que sea… -susurró en ese cálido rincón.

 

_______________________________________________________________________________________.

 

            -¡Hay!... –gritó a las 3:00 am al sentir un fuerte calambre en la pierna.

            -¿¡Que sucede?!...

            -¡Un… un calambre!...

            Harry quitó las mantas y sin siquiera encender la luz comenzó a masajear la pantorrilla acalambrada.

            -¡Ay… mi pie!...

            Harry sobaba la pantorrilla izquierda intentado deshacer el nudo en los músculos mientras el pobre rubio se retorcía en la cama.

            -¡Me duele!... ¡oh!...

            Al cabo de cinco minutos de masaje, el calambre por fin cedió dejando tras de sí una pantorrilla adolorida.

            -¿Quieres un vaso de leche tibia?... o prefieres un té –dijo Harry arropándolo.

            -Quiero una pierna nueva... al menos Harry no se despertó con mis berridos…

            -Se te espantó el sueño ¿verdad?

            -Si pero no importa, la pantorrilla es lo mas incómodo –respondio haciendo gestos- y para acabarla de joder, ya me duele la…

            -¿La qué? –preguntó Harry inquisitivo al verlo quedarse callado.

            -Nada, quisiera la leche por favor.

            -Draco no estamos jugando, algo más te duele ¿Qué es?

            Maldiciéndose interiormente por haber hablado de más, Draco no tuvo más opción que responder.

            -Me duele la ciática.

            -¿Desde cuándo?

            -Desde hace un mes.

            -¿¡Y no me lo habías dicho?! ¿¡Lo sabe el señor Jackson?!

            -Sí.

            -¿Y porque yo no? –preguntó evidentemente enojado.

            -No quería preocuparte mas, últimamente se te está cargando el trabajo y…

            -Te importa un cuerno como me vaya en el trabajo, eso no debe preocuparte.

            -O sea que no me meta en  lo que no me importa ¿verdad? –exclamó Draco molesto sintiéndose excluido.

            -No dije eso.

            -Exactamente dijiste eso… ¿Quién te crees que soy, una incubadora con pies?

            -Claro que no ¿de dónde sacas eso?

            -De tu maldita actitud… somos compañeros ¿sabías? No solo estoy para tener a tu hijo ni para coger, soy tu compañero, tu pareja ¿de qué sirve que vivamos juntos si quieres excluirme de lo que sucede allá afuera? ¿Crees que no es suficiente con no poder salir?

            Harry se quedó callado, pues francamente no había pensado en que Draco se sintiera encerrado, pues solían dar sus paseos por el parque dos o tres veces por semana.

            -Sé qué crees que con sacarme a pasear un rato es suficiente, pero no soy un perro para que me saques a pasear.

            -Nunca fue mi intención ofenderte con esos paseos –respondio Harry verdaderamente dolido, a lo que Draco respondio exhalando un suspiro mientras le tomaba la mano.

            -Siento portarme como un verdadero tirano… la verdad es que amo esos paseos y  los disfruto mucho porque  es cuando me siento muy cerca de ti, pero sinceramente no es suficiente… yo quiero salir, hacer cosas y no puedo.

            Harry encendió la lámpara del buró haciendo que ambos entrecerraran los ojos debido a la luz, que aunque escasa, incomodaba.

            -Ya me resigné a eso, así que tranquilo –continuo Draco- pero el que ya no me cuentes cosas de tu trabajo me desalienta.

            -Y el que tú no me cuentes cosas de tu salud debido a mi trabajo, también me desalienta.

            Ambos chicos se quedaron callados después de esas revelaciones, por lo que después de unos segundos, Harry lo miró mientras sonreía y decía:

            -Dejemos esto de lado, no quiero que nos enojemos por esto, los dos cometimos un pequeño error pero trataremos de que no vuelva a suceder ¿vale?

            -Vale –respondio el rubio sonriendo.

            -Y entonces… ¿Cómo está eso de la ciática? No sé muy bien qué es eso.

            -Es un dolor en la parte baja de la espalda, se produce al inflamarse el nervio ciático, es el nervio más ancho y más largo del cuerpo, comienza en la pelvis, continua en la parte trasera de los muslos y se ramifica detrás de las rodillas llegando hasta los pies; suele ocasionar un dolor referido en la pierna, ya que comienza en la parte baja de la espalda y se extiende en la parte trasera de la pierna hasta el pie.

            -¿Y a ti cual pierna es la que te molesta?

            -La derecha.

            -O sea que en este momento ya tienes dolor en ambas piernas.

            -Sí… -musitó Draco desanimándose.

            Harry le besó la frente deseando transmitirle toda su solidaridad, por lo que Draco sonrió mientras decía:

            -¿Qué hay con mi vaso de leche? No creas que se me olvidó.

            -En seguida te la traigo, pero oye, debe haber algo para tratar eso ¿no?

            -Ejercicios, pero la verdad me siento muy cansado para hacerlos.

            -Ay Draco,  ¿pero entonces como mejoraras? –preguntó preocupado.

            -Tráeme la leche, quiero dormir y ya se me espantó el sueño –gimoteó  lastimeramente haciendo que Harry rodara los ojos y finalmente se levantara.

            Cuando regresó, Draco ya estaba acostado de nuevo hecho un ovillo.

            -¿Cómo te sientes? –preguntó dejando el vaso de leche en la cómoda y recostándose encima de las mantas.

            -Me duele todo pero es soportable… oye Harry.

            -¿mmm?

            -¿Qué piensas hacer respecto a Weasley?... es decir, no podemos dejar de visitar a los señores weasley, ellos quieren mucho a Harry y Harry también los quiere mucho, pero… ya sabes.

            -Sí… pues no sé, creo que primero habrá que ver en que quedó el asunto en la Madriguera, no podemos presentarnos así no más.

            -Eso lo sé.

            -Déjame eso a mi ¿vale? No quiero que te preocupes por eso y NO… -añadió apuntándole en la nariz al tiempo que alzaba una ceja- estoy dejándote de lado, es solo que este asunto es muy desagradable y preferiría que no te estreses sin razón.

            -Si… la verdad es que no me dan ganas de pelear con ese tipo –respondio exhalando un cansado suspiro.

            -Ya sé, te daré un baño de tina para que te relajes, eso le hará bien a tus piernas ¿te gustaría? –dijo Harry levantándose y yendo al baño sin esperar respuesta saliendo de ahí cinco minutos después- vamos –dijo levantando las mantas.

            Draco obedeció sin chistar, pues en verdad deseaba ese relajante baño.

            -Si quieres, puedo cargarte –dijo Harry al verlo hacer gestos al ponerse de pie.

            -No, yo puedo… -respondio dando vacilantes pasitos apoyándose en la mano de Harry.

            El moreno le espero pacientemente cuando el chico se detenía a cada momento hasta finalmente llegar al baño.

            -¿Te ayudo? –ofreció de nuevo solicito al ver a Draco resoplar para quitarse el calcetín que le quedaba.

            -Si, gracias.

            Harry se hinco frente al él para quitarle el calcetín, después, sonriéndole amoroso, le ayudo a quitarse toda la ropa.

            -Me harás un perezoso.

            -¿Y?... eres mi perezoso –respondio sosteniéndolo para que pudiese meterse a la tina, en donde por fin quedó instalado- Draco… -exclamó después de unos minutos de silencio.

            -¿mmm?

            -¿Eres feliz?

            Draco volvió sus cristalinos ojos grises hacia Harry, quien se encontraba sentado en la orilla de la tina.

            -¿Acaso lo dudas? –respondio mirándolo curioso.

            -Bueno… sé que me quieres y que por eso vives conmigo, eso a mí me hace muy, pero muy feliz… pero ¿y tú?... te la pasas confinado en esta casa, con tus achaques afligiéndote todo el tiempo, con un bebé que exige atención… dime ¿eres feliz?

            Draco sonrió mientras se sumergía en la espumosa agua hasta quedar solo con los ojos a la vista.

            -Anda, responde, es importante para mí.

            -Lo sé –respondio sacando la cabeza- eres muy aprensivo.

            -No puedo evitarlo.

            -Pues yo creo… -respondio tomando una esponja- que nadie es 100% feliz; la felicidad no es solo un sentimiento, sino muchas cosas…

            -Ya lo sé, pero…

            -Sí lo soy –respondio al verlo quedarse callado- es verdad que quisiera salir y hacer otras cosas, es verdad que mi salud es una mierda y mi profesión de “amo de casa” no es la que siempre soñé ejercer precisamente… pero tengo otras cosas, tengo a Harry, te tengo a ti ¿comprendes lo que te digo?

            -Pues si… básicamente si –respondio Harry con aire pensativo.

            -Pues básicamente eres un tonto –exclamó Draco rodando los ojos al tiempo que dejaba la esponja flotar en el agua mientras tomaba la botella de shampoo.

            -Si,  acepto eso –concluyó el moreno quitándose la camiseta y agachándose para meter sus brazos al agua.

            -¡Auch, con cuidado! –se quejó al sentir el masaje en su pierna derecha.

            -Si lo hago suavecito no servirá de nada.

            -Pero me duele… -gimoteó el rubio con aire dramático.

            Harry sin embargo no cedió a los ruegos del rubio, así que continuo con sus masajes por un buen rato.

            -Listo ¿ya quieres salir de la tina?

            -Si.

            Lo ayudó a ponerse de pie para después darle la regadera con manguera para quitarse la espuma del cuerpo.

            -Con cuidado –musitó al ayudarlo a salir para después ponerle una mullida bata de baño color melón.

            -Harry… -dijo Draco haciendo una mueca de dolor al dar un paso.

            Sin necesidad de que dijera mas, Harry le paso un brazo por la espalda y el otro atrás de sus rodillas para levantarlo y caminar con él a la habitación; esta vez Draco no protestó, simplemente se dejó llevar hasta la recamara en donde fue depositado en la cama.

            -Gracias –dijo sonriéndole al tiempo que le estampaba un pequeño beso en los labios.

            -De nada –respondio Harry - voy a cambiarme, acabe todo mojado, oye Draco...

            -¿Si? –respondio el rubio secándose el cabello con una toalla.

            -¿Te gustaría que hiciéramos un pequeño viaje, algo así como unas mini vacaciones?

            -¿Unas mini vacaciones?

            -Ajá, podríamos ir a un lugar con mar –continuó Harry untándose crema en las manos después de cambiarse los pantalones de la pijama.

            -No quiero sonar aguafiestas, pero Londres no tiene playas así que por lo general a esos lugares solo podemos ir por traslador y yo a esos aparatos no los tolero en mi condición, son una tortura para mi estomago.

            -Podemos ir a través de red flú, pero sería trasbordar muchísimas veces y es agotador, especialmente para ti, y lo que se supone que quiero es que descanses y te relajes, no todo lo contrario.

            -No te preocupes, no es necesario que viajemos, estoy bien –dijo quitándose la bata hasta sacar sus brazos- dame crema –añadió extendiendo las manos.

            -Yo creo que te haría mucho bien… mira, mantienes toda la casa en orden y Grimauld Place es enorme, cuidas a Harry, quien ya agarra todo y  quiere caminar aunque aun no pueda y casi no sales, yo pienso que necesitas olvidarte de todo por un par de días.

            -Tranquilo, que a fin de cuentas Betsy es la que limpia todo, incluyendo los biberones de Harry y eso de no salir, no hay tanto problema, sé que me quejo mucho sobre eso, pero a fin de cuentas ni ganas tengo de poner un pie afuera, lo único que quiero es dormir, pásame ropa interior por favor.

            Harry se levantó para sacar de un cajón unos calzoncillos azul marino mientras Draco se quitaba completamente la bata y se la daba a Harry para que éste la colgara de nuevo en el baño.

            -Pero quiero ver el mar contigo –exclamó Harry sentándose en la cama mientras Draco se subía a ella para extender sus piernas.

            -Ya lo haremos –respondio al verlo untar crema en sus extremidades mientras él se recargaba en la cabecera.

            -Claro…

            Draco lo vio responderle con tanto desaliento que sin poderlo evitar, sonrió mientras decía:

            -De acuerdo… hagamos un viaje.

            -Te va a gustar mucho, ya lo veras –dijo el moreno sonriendo de oreja a oreja mientras le pasaba los calzoncillos por los tobillos.

            Draco solo negó con la cabeza mientras se ponía de rodillas sobre la cama para poder ponerse la ropa interior.

            -Quiero dormir así, últimamente tengo mucho calor.

            -De acuerdo, pero no me des tentaciones ¿eh? –respondio Harry ayudándolo a meterse bajo las mantas.

            -Claro, con este cuerpo gordo.

            -No empieces… bueno, voy por tu leche tibia, ahora regreso.

            Draco sonrió al verlo salir muy contento por su vaso de leche.

 

_______________________________________________________________________________________.

 

            -¿Un viaje, y a donde? –preguntó Sirius al día siguiente mientras desayunaban.

            -Aun no lo sé, pero buscare un lugar cercano, Draco no puede viajar largas distancias.

            -Hay playas artificiales –dijo Sirius tomando un sorbo de café.

            -Mientras no sean en plena ciudad –exclamó Draco escandalizado- Pero por Merlín, eso no había cuando aun iba al colegio ¿tan bajo ha caído la ciudad?

            -Dicen que son para gente que no tiene para viajar a playas de verdad.

            -Olvídalo Harry, no vamos a ir a un lugar de esos, capaz que  pesco un bicho o algo peor; prefiero quedarme aquí a jugar en la bañera con el niño.

            -Claro que no vamos a ir a ninguno de esos lugares, no estoy loco.

            -Vaya, creí que ya habías dado el corrientazo – respondio el rubio sirviéndose más té.

            -Deja todo en mis manos, lo arreglaré pronto.

            -¿Cuántos días serán? –preguntó Sirius.

            -Solo un fin de semana, recuerda que ya gaste mis vacaciones; Draco ¿Qué te parece si al rato vamos a una agencia de viajes? Ellos podrían recomendarnos algo.

            -De acuerdo.

 

_________________________________________________________________________________________.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).