Por la mañana Kaoru despertó entre los fuertes brazos de su hermano mayor sintiendo su cuerpo desnudo en contacto con la piel de él.
-Hikaru…- murmuro Kaoru.
-¿mmm…?- fue su respuesta.
-¿Esta noche podemos jugar?- pregunto Kaoru algo cohibido.
-Aght…no tienes llenadera, pero a decir verdad yo tampoco, hay que hacer algo mas excitante- dijo Hikaru mirando el techo.
-¿Quieres que busquemos algún nuevo juego en la computadora?- respondió el menor apoyado en sus codos para ver el rostro de su hermano.
-aparte, creo que debemos intentar el juego de las provocaciones, pero en un nuevo nivel. Hay que escoger parejas nuevas y por la noche cuando lleguemos a casa nos contamos todo cuanto hemos hecho con ellos ¿Qué te parece?- dijo Hikaru mirando a su hermano.
-pues…no se…- murmuro el menor algo sonrojado.
-sabes que no te voy a obligar, si no quieres, antes que ser tu novio soy tu hermano y siempre te voy a apoyar y a proteger- hablo el mayor tomando la mejilla de su hermano.
-Hika…te quiero mucho, como mi hermano y como mi novio ¿sabes? Soy muy afortunado de tenerte-
-de los dos soy yo quien tiene mas suerte, que quede claro ¿Qué dices entonces?-
-¡¡hai!!-
Hikaru miro atentamente a su hermano pequeño, su nuevo juego comenzaba y ambos estaban tan emocionados que no podían ocultarlo. Ambos se miraron totalmente seducidos ante la magia del momento, se acercaron sin decir nada y entonces se besaron suavemente, sin pasión, solo amor. De esos besos santos que ya casi no existen y que ellos conocían perfectamente porque aunque su amor no fuera permitido por la sociedad, la jaula en la que los encerrarían de ser descubiertos no era para mantenerlos aislados del mundo, era para mantenerlos protegidos y hacer que su bello romance perdurara por siempre.
Mas tarde, una vez terminaron las clases y se encontraron ambos gemelos en las afueras del host se miraron en silencio
-¿has elegido ya pareja, hermano?- pregunto Kaoru.
-creo, quiero a Tamaki-
-yo quería un reto así que me decidí por Kyouya- dijo Kaoru levemente rojo.
-¡¡my good!! ¡Eso no es un reto, es suicidio!- explico un escandalizado Hikaru.
-eso lo hace aun mas divertido ¿no? Además Tamaki tampoco es un facilote-
-es verdad- dijo Hikaru con una sonrisa difícil de interpretar -pero será divertido
Ambos gemelos penetraron en el aula de música.
Allí comenzaba todo, era el inicio de su pequeño juego diabólico en el que ellos eran los reyes.
Después de un buen tiempo sus deberes en el host se dieron por terminados por el día debido a lo cual llego el momento de poner en práctica su juego. Kaoru (H/J= me enfocare en lo que hace el puesto que es protagonista) se recostó sobre uno de los sillones del host boca abajo y como siempre la madre del host no tardo en darse cuenta del extraño comportamiento de uno de sus hijos.
-Kaoru ¿todo esta bien?- pregunto el rey demonio al acercarse
-hai…es solo que me siento algo mareado pero Hikaru aun quiere quedarse- dijo el menor usando sus excelentes dotes de actor para fingir dolor.
-bueno, vamos, entonces yo te llevare a casa-
Kaoru sonrió malignamente ante el hecho de que su plan había tenido éxito.