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Cristales del Valhalla por PrincessofDark

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Notas del capitulo:

¡Hola! Acá llega un nuevo capítulo que espero que les guste y les interese. ¡Les agradezco mucho a todos aquellos que leen y se toman un momento para dejar comentarios y sugerencias que animan a seguir escribiendo!

Espero poder subir en pocos días la actualización de Destellos de oscuridad, porque las musas andaban inspiradas con este fic y por eso cayó primero esta actualización.

Algunas aclaraciones que quizás vengan mejor ahora que al final:

VALHALLA: según la mitología nórdica era el lugar regido por Odín a donde iban a parar las almas de los guerreros caídos en combate. Tenía más de quinientas puertas para entrar y en su interior las valkirias se encargaban de atender a los soldados.

ODÍN: señor de los dioses nórdicos. Se lo considera dios de la guerra, la justicia, la sabiduría y de las artes adivinatorias, etc.

THOR: dios del trueno, de la guerra, el clima, las cosechas, etc. Utilizaba como arma un martillo de guerra. Según los mitos es uno de los hijos de Odín.

LOKI: según la mitología nórdica es el dios del fuego y del engaño.

FREY: dios de la lluvia, la fertilidad y el sol naciente según la mitología nórdica. Como arma utiliza la espada de la Victoria que se mueve y pelea sola.

 

¡Ahora sí, a leer! Ojala les guste. Dedicado a ti que estás leyendo y especialmente a Aleinad... ¡¡espero que ya estés mejor!! Besos

El dios del Sol lo mir durante unos cuantos minutos antes de comenzar a hablar, con un marcado tono de fro desprecio en su voz.

-Te divertiste con el grandioso y poderoso Hades?

-Disculpe, seor. Creo que no es asunto suyo saber eso. Permtame pasar. Tengo que regresar a m templo.

-No. T y yo tenemos una pequea charla pendiente. Lo primero que debes saber es que yo no me encariara tanto con el seor del Inframundo… porque tarde o temprano tu dueo ser yo.

Shun hizo unos pasos para atrs, sorprendido.

-Qu?

-Pero claro! Si tu poderosa diosa y tu estpido maestro no te han dicho nada. Sabes por qu no se ha formado la alianza? Por tu culpa. Para que yo firme la alianza te he exigido a ti como una de mis condiciones. Aunque Saori todava no ha aceptado, tarde o temprano lo har, porque si yo no acepto su ideal de alianza se terminar y yo ser su enemigo. Adems… digamos que ahora Hades y yo nos estamos entreteniendo contigo.

-Entreteniendo?

-Crees que Hades te invitara a cenar slo porque s. Hades es demasiado orgulloso como para rebajarse a invitar a un simple caballero de bronce a compartir su mesa. Todo forma parte de nuestro juego… hacer que te enamores de l pero que termines conmigo.

Abel se hizo a un lado y Shun pas corriendo por su lado, sin siquiera decir ms nada. El recorrido por los templos Shun lo hizo con tanta rapidez que evit cruzarse con cualquier caballero en el camino hasta que entr jadeante en la casa de Virgo. Por sus bellas orbes esmeraldas fluan lgrimas de intenso dolor y sin embargo su espritu ya haba tomado una decisin.

Shaka sinti la llegada al Templo de un cosmos terriblemente apesadumbrado y reconocindolo como el de Shun abandon su habitacin y sali al living, donde la imagen que encontr pareci quebrar su calmado espritu. Shun estaba de rodillas, llorando en silencio y abrazndose a s mismo.

-Shun… qu ha sucedido? – pregunt sentndose junto al menor e intentando abrazarlo, aunque la mano de su discpulo lo detuvo bastante violentamente.

-Usted lo saba!

-Qu cosa?

-Lo de Abel… que no ha firmado porque me quiere a m para firmar.

Shaka asinti suavemente.

-Quin te lo dijo? Hades?

-No! Fue Abel. Por qu no me lo dijo?

-No me corresponda decrtelo.

-Mentira! Usted deba decrmelo. Saori tambin me ocult las cosas. Quizs hasta mi niisan lo saba y no me dijo nada.

-Cremos que era lo mejor para ti que no lo supieras. Si lo sabas, conociendo tu actitud aceptaras sacrificarte por el bien de la alianza.

-La alianza es ms importante que yo! – acept Shun vehementemente – yo… lo har…

-No. No lo hars.

-S lo har. No pueden impedrmelo.

-Shun, Saori no aceptar que te sacrifiques as.

-Es mi vida no la suya.

-Shun…

-Si arranca una guerra, Abel debe ser un aliado de Atena, no uno ms de sus enemigos.

-No es una solucin! Sers infeliz.

Shun no pudo responder a eso, pero s pudo levantarse y encerrarse en su habitacin dejando a Shaka con la palabra en la boca. Ninguno de los dos pudo dormir esa noche.

* * *

Ese lugar lleno de nieve con el que Shun llevaba soando durante varias noches, era un territorio ubicado en las fras regiones nrdicas y encima de un monte completamente cubierto de nieve se encontraba un castillo gigantesco y enigmtico.

La fortaleza era de impresionante envergadura, con murallones formados por grandes bloques de piedras cuya terminacin eran terribles lanzas de mortal filo. No se vea una sola puerta para ingresar a ella, sino que a simple vista podan contarse ms de quinientas puertas que cambiaban mgicamente de lugar de cuando en cuando. Los pisos de la fortaleza eran muchos, distinguindose a simple vista ms de diez. Sin embargo, lo ms aterrorizante no era el inmenso tamao sino el impenetrable conjunto de tonos grises y negros que la dominaba. La nieve no invada ese lugar por ms que el fro era terrible y calaba la piel del ms resistente ser humano.

En el interior del castillo, todo pareca irse recomponiendo luego de un gran perodo de abandono. Lleno de polvo, suciedad y telas de araa, un cosmos poderoso estaba realizando una exhaustiva limpieza, ayudado por un grupo de mujeres de esbelta complexin y fuertes, aunque de rostros bellos y crueles.

-Terminen de una vez con esto! Ya no queda tiempo… los otros llegaran pronto – orden el dueo del ms poderoso de los cosmos, en cuya mano llevaba un bculo con un nix negro.

-S, seor Odn – respondi una de las mujeres, la que pareca ser la lder del grupo.

-Brunilda, cuando terminen de ordenar el castillo. Vigilen las puertas de Valhalla y abran apenas lleguen los invitados.

-S, seor – respondi la misma mujer acomodando sus rojos cabellos.

Odn, seor del Valhalla, el ms poderoso de los dioses nrdicos y portador del bculo cuyo cristal simbolizaba la tierra regres a la sala del Trono en espera de sus tres invitados. Su enorme cuerpo se coloc ocupando todo el espacio del trono real y su nico ojo se perdi contemplando el exterior del castillo a travs de uno de los tantos ventanales. La espera le estaba resultando demasiado larga. …l saba que alguien estaba soando con los bculos e incluso que haban intentado tomarlos y slo una persona aparte de los cuatro que iban a reunirse poda tener esos sueos.

Los tres hombres se encontraron frente a una de las tantas puertas del palacio de Valhalla. Los tres eran diferentes entre s, pero estaban unidos por sus cosmos y poderes.

El primero en acercarse lo hizo con una sonrisa bromista en la cara. De complexin mediana y sin aparente fuerza su mirada era la que transmita todo el poder. Cabellos pelirrojos y ojos verdes resaltaban en una piel de un blanco casi enfermizo. Llevaba en sus manos un bculo con una rutilante gema roja, smbolo del fuego.

-Loki – dijo al presentarse, extendiendo la mano a los otros dos hombres.

El primero que respondi al saludo, fue un hombre mayor que l, de cabellos de un blanco casi nveo y ojos de un celeste lmpido. La voz fue serena, aunque no dejaba de transmitir poder en cada una de las letras.

-Thor – se present y seal el bculo con el diamante incrustado – portador del aire.

El ltimo fue el ms joven de los tres, de cabellos rubios y ojos del mismo tono celeste lmpido que Thor y con la palidez que produce la escasa exposicin al sol. Su voz fue suave y firme al presentarse.

-Frey, portador del agua.

-Creen que Odn nos espere? – pregunt Loki.

-S. Estoy seguro de que nos espera.

Thor fue el que le haba respondido, sealando a un grupo de mujeres lideradas por una pelirroja.

-Las valquirias ya estn listas – murmur Frey.

-Entonces debemos entrar – contest Loki y los tres iniciaron el breve camino que les faltaba para introducirse al palacio.

Odn los recibi con un semblante por dems serio y sin hacer ningn intento de levantarse. Los tres recin llegados, reconocan la superioridad del dios frente a sus poderes y se inclinaron respetuosamente.

Las cuatro gemas brillaron intensamente al encontrarse juntas, pero ese brillo dur breves instantes para luego regresar a la normalidad. Frey, Loki y Thor se pusieron de pie antes de escuchar las primeras palabras de Odn.

-El tiempo ha vuelto a reunirnos para recuperar lo que es nuestro por derecho propio. Valhalla recuperar muy pronto toda su gloria cuando cada regin de la Tierra nos rinda homenaje y nos adore como antao lo hizo. Los bculos ya estn en nuestro poder y eso ya es un gran adelanto para nuestra victoria.

-Son imperfectos – indic Loki.

-No por mucho tiempo – asegur Odn.

-Lo ha encontrado tan pronto? – pregunt interesado Thor.

-S y no. S donde se encuentra y que ha estado teniendo sueos respecto a los bculos y al altar que se encuentra dentro de m palacio de Odn, a pocos kilmetros de aqu. Sin embargo, no he podido ver su rostro todava.

-Alguien intent tomar m bculo hace unas noches. Puede haber sido esa persona? – pregunt Frey.

-S. Es lo ms probable. Pudiste ver su rostro? – pregunt Odn.

-Sus ojos es lo que ms recuerdo, unos ojos verdes con el tono de las esmeraldas ms pulidas, totalmente transparentes.

-Por lo menos es algo – dijo Odn – Lo primero que haremos ser ir por l al Santuario de la diosa Atena.

-Ser difcil poder llegar a l si se encuentra protegido dentro del Santuario – indic Thor.

-Esperaremos el momento propicio. Quiero que t y Loki vayan por l. Frey y yo nos quedaremos aqu y entrenaremos a las valkirias para que estn listas para el combate y realizaremos todos los preparativos para el sacrificio. Atena ser la primera enemiga a vencer una vez lo tengamos a l en nuestro poder y el ritual del sacrificio sea llevado a cabo.

-Es completamente seguro que con ese ritual los cristales recuperarn todo su poder? – pregunt Frey.

-Por supuesto que s! Cuando la sangre del alma ms pura bae los cristales estos alcanzarn todo su esplendor y sern indestructibles – afirm Odn vehementemente.

* * *

Shun sali de la casa de Virgo apenas haba amanecido, sin prestar atencin a los llamados de su maestro de que regresara a hablar con l. La decisin estaba firme en su mente porque saba que era un mero pen en medio de un inmenso tablero de juego en el cual los dioses eran ms importantes que los caballeros y la paz del mundo el objetivo ltimo. Por ese objetivo l era capaz de hacer cualquier cosa, incluso de sacrificarse a s mismo.

Pas por todos los templos sin prestar atencin a sus amigos y a los dems caballeros dorados, dndoles el simple saludo de rigor antes de atravesar los fros suelos de mrmol.

Cuando lleg al Recinto Principal ya haba pasado un tiempo prudencial y aunque Shion se puso frente a l lo dej pasar despus de informarle que los cuatro dioses estaban desayunando. Shun agradeci con un gesto y el Patriarca contempl el dolor y la decisin en esos ojos verdes que ahora estaban causando tantos conflictos entre los dioses.

Saori y Hades parecieron sorprendidos de verlo all tan temprano, mientras Poseidn se limitaba a seguir desayunando aunque mirando de reojo al joven de cabellos verdes, Abel por su parte dej el desayuno para mirar atentamente lo que estaba seguro sucedera a continuacin.

-Buenos das, Shun. Qu necesitas? – pregunt Saori esbozando una sonrisa.

-Slo vena a comunicarles que ya me he enterado de todo – Saori y Hades quedaron paralizados, Poseidn dej el desayuno expectante y Abel puso una sonrisa triunfal.

-Shun – Saori quiso interrumpirlo pero el joven la detuvo con un simple gesto.

-Es m decisin! Yo debera haberme enterado de todo y no participar en un juego estpido. Yo lo har. Abel firmar la alianza.

Shun dio media vuelta y sali sin esperar respuesta por parte de los otros cuatro. Las reacciones fueron lentas, Saori se dej caer en la silla y rompi a llorar.

-Me odia! Yo deb decirle… cmo se enter? – Saori mir de Hades a Abel alternativamente.

-Yo se lo dije – asumi Abel sin ningn sentimiento aparte del saber que haba triunfado por encima de Hades.

-Eres un… - comenz Poseidn, visiblemente molesto.

-Ahora firmaremos la alianza – respondi Abel en respuesta – no era eso lo que queran a fin de cuentas.

Hades que no haba hecho ningn comentario, se retir sin decir nada y baj el camino que una el Recinto Principal con las doce casas del Santuario, intentando alcanzar a Shun. Algo no le pareca bien en todo el asunto, la cena entre ambos la noche anterior haba sido a su entender un xito y ahora no se ganaba ni siquiera una mirada de desprecio por parte del joven.

Logr alcanzarlo justo antes de que entrara al jardn de la casa de Piscis y pese a sus reiterados llamados el joven no volte. Con tal de detenerlo lo sujet del brazo y lo volvi contra s para que ambas miradas se cruzaran.

-Sulteme, ahora!

-No. Quiero una explicacin a tu actitud. Anoche…

-Me minti! Todo era un juego, cierto.

-De qu rayos ests hablando? – pregunt Hades sacando con rapidez algunas conclusiones - Qu demonios te dijo Abel!

-La verdad. Todo lo que yo tendra que haber sabido desde un comienzo. Lo que le exigi a Atena para firmar el pacto y que ustedes estaban jugando conmigo – Shun pareca a punto de quebrarse en ese momento y Hades not el imperceptible temblor que sacuda ese joven cuerpo.

-Es cierto que Abel te exigi para firmar la alianza, pero yo jams he jugado contigo. Nunca!

-Por qu no lo hara? Abel tena razn cuando dijo que usted jams se rebajara a compartir la mesa con un caballero como yo!

-Eso es mentira! Si te invit es porque quise acercarme a ti… porque me importas – murmur en voz tan baja que Shun calm algo de su furia para mirarlo – cuando Abel te exigi como parte de una alianza jams sent tanta rabia contra alguien. T tienes que tener la capacidad de elegir lo que quieres para ti…

-No puedo elegir nada. Soy un pen en un juego.

-No para m…

-Aunque fuera verdad, tengo la obligacin de aceptar.

-Saori te lo orden?

-No. Pero por el bien de…

-Una alianza no es ms importante que una persona! Pero si quieres eso, hazlo… pero yo no firmar.

Shun palideci an ms si era posible y neg con la cabeza, convencindose a s mismo.

-Por qu me pone en esa posicin?

-Porque no me has dejado otro remedio. Nunca firmar un acuerdo en el que una persona se sacrifica de por vida para ser infeliz. Y menos firmar cuando esa persona que se sacrifica eres t.

Hades call mirando el tormentoso rostro de su interlocutor. En el bello rostro se reflejaban las dudas, la inseguridad y la preocupacin junto a un sinfn de emociones diversas que incluso le sorprendieron. Sin saber exactamente como su rostro se acerc al del ms joven y sus labios se entreabrieron para buscar los sonrosados labios de Shun. La distancia era cada vez menos y el tiempo mismo pareca haberse detenido cuando las dos bocas tomaron contacto, la del mayor buscando dominar y la del menor recibindolo inconscientemente.

Un cmulo de sensaciones atravesaron ambos cuerpos durante todo el tiempo que dur ese beso que finalmente se rompi por la falta de aire. Hades le impidi separarse del todo al ms joven para poder estudiar la respuesta del beso en su rostro. Sin embargo, su mirada cambi al instante cuando not los ojos verdes con un deje de ausencia que lo asust.

-Shun! Qu pasa? – inquiri.

-Ellos… han despertado – murmur Shun en respuesta antes de caer inconsciente en brazos del mayor.


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