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Cristales del Valhalla por PrincessofDark

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Notas del capitulo: ¡Hola! Muchas gracias por continuar leyendo y comentando la historia. La demora en este capítulo en esta ocasión escapa a mi voluntad porque la página estuvo desactivada un par de días y no pude subirlo antes. Espero que lo disfruten y que les agrade. Dedicado a ti que estás leyendo... ¡gracias!

Shaka e Ikki que aún conversaban en el templo del primero sintieron la misma sensación dolorosa y horrible que oprimió sus corazones a la vez. Era un terrible mal presagio los que los hizo ponerse de pie y mirarse entre sí.

-¡Shun! – gritó Ikki.

-No puedo sentir su cosmos en el Santuario – murmuró Shaka preocupado.

-Hay que subir. ¡Rápido! – Ikki comenzó a correr rumbo al Recinto Principal mientras Shaka corría apenas unos metros detrás.

No les importó despertar a los demás caballeros a medida que subían que notaron la excitación y preocupación de ambos y supieron que algo estaba mal.

-¡Shun! – gritó Ikki al alcanzar la entrada y ver a Abel, Hades, Poseidón y Saori mirando el horizonte sin pronunciar palabra.

-¡Oh, Ikki! – Saori volteó a verlo con los ojos llenos de lágrimas - ¡se lo llevaron!

-¿Quiénes? – preguntó Shaka al ver que Ikki no podía pronunciar palabra.

-¡No lo sé! Dijeron algo acerca de Odín, de que es el nuevo enemigo y necesitaban a Shun – respondió Saori – Eran dos hombres jóvenes.

-Eran dioses como nosotros – indicó Poseidón – aunque sus cosmos eran más fríos que los nuestros.

-¡Tú sabes algo! ¡Tú sabes para qué se llevaron a Shun! ¡Habla! – gritó Abel mirando a Hades.

Ikki miró al dios de la muerte y habló por primera vez.

-¿Qué sabes tú? ¡Contesta!

Hades que parecía concentrado en analizar las palabras de sus enemigos, volvió a la realidad al escuchar las palabras del Fénix.

-Shun tiene el alma más pura de este mundo. Su sangre también es la más pura y se ve que ellos necesitan su sangre por alguna razón. Es la única explicación que se me ocurre por las palabras que dijeron.

-¿Su sangre? – jadeó Ikki - ¿Van a lastimarlo?

-Van a matarlo – dijo Abel al cabo de un momento – si necesitan su sangre lo matarán para extraerla.

-¿Te han dicho que tienes el don de la delicadeza? – gritó Saori molesta y horrorizada - ¡Hay que buscarlo!

-¿Dónde comenzamos? – preguntó Shaka.

-¡Cállense y déjenme pensar! – gritó Hades intentando volver a concentrarse – analicemos los hechos: esos dos se desaparecieron con Shun. Shun no resistiría un viaje demasiado largo porque aún está débil y ellos todavía lo necesitan vivo. Lo habrán transportado a algún lugar relativamente cercano al Santuario y lo sacaran o en avión o en barco para que no desgaste su cosmos aguantando la transportación.

-Los aviones no salen muy a menudo – murmuró Saori – a menos que sean jets privados.

-Entonces deben de estar en el puerto de Atenas. ¡Hay que ir para allá!

                                                 *          *          *

Shun despertó con la sensación de que todo se estaba moviendo a su alrededor y con un dolor de cabeza terrible.

-Así que despertaste

Shun sintió esa voz sonar en alguna parte de la habitación en la que se encontraba. No podía distinguir mucho del lugar porque estaba casi a oscuras, la única fuente de luz provenía de una vela que ardía cerca de donde se escuchaba la voz. El lugar era pequeño, sucio y se movía. Shun se dio cuenta de que no había ventanas, excepto una pequeña escotilla.

-¿Dónde estoy? – preguntó sintiéndose cansado.

-En un barco rumbo a las tierras nórdicas. El señor Odín te está esperando impaciente en el palacio del Valhalla – contestó la misma voz en un tono monótono.

-¿Odín? ¿Por qué?

-Tú debes saberlo… Odín nos dijo que tú has soñado con los báculos y con los cristales de Valhalla. Frey nos dijo que quisiste tomar su báculo y que no pudiste, creo que por eso es que estás tan débil.

Shun intentó ponerse en pie pero no pudo hacerlo y la voz se rió antes de responder.

-Te transportamos hasta el barco y eso te ha debilitado más de lo que estabas. Además, aunque pudieras moverte no podrías escapar. Ya llevamos rato navegando y estamos lejos del puerto.  

-¡Veo que el ángel ha despertado! – dijo una segunda voz, entrando por una puerta que Shun no había notado.

-Así es, Loki. Despertó hace poco.

-Bueno, está débil así que no molestará. Si se pone pesado lo dejas inconsciente de nuevo.

-Intentó moverse pero no pudo. No creo que nos moleste.

Loki rió abiertamente, con una risa que a Shun le pareció siniestra.

-Lástima que tu amado Hades no haya podido defenderte. Lo intentó, te lo aseguro, pero nosotros somos demasiado poderosos para él y para Atena y para cualquier otro dios que se meta en nuestro camino.

-¿Lo hirieron? – se atrevió a preguntar Shun.

-No mucho. Fue más un buen susto que otra cosa. Además nuestro objetivo era conseguirte y lo logramos. Odín estará contento – contestó Loki.

-Le traeré algo de comer. Tenemos que mantenerlo en buen estado, por lo menos hasta el sacrificio – dijo Thor y se puso de pie, abandonando la habitación.

Thor caminaba por la cubierta del barco cuando sintió un golpe seco y una espada posándose en su cuello empujando sin ninguna duda.

-¿Dónde lo tienen? – preguntó la fría voz de Hades.

-¿Cómo demonios… llegaste?

-Llegamos dirás. ¿Dónde tienes a mí hermano? – susurró Ikki intentando acercarse pero el cosmos del dios se elevó amenazante y lo detuvo.

-Sí no regreso… Loki lo matará.

-No lo hará. Lo necesitan vivo – murmuró Hades en respuesta – tú me diste la pista. Quiero que llames a ese tal Loki… ¡dile que salga!

-¿Para qué?

-Tú sólo llámalo. Ikki… quiero que apenas salga ese bastardo te metas en el cuarto de donde haya salido y busques a Shun. Sal con él y tráelo aquí. Después nos transportaremos de nuevo al Santuario.

Ikki, Shaka, Mu, Hyoga y Seiya asintieron ante las palabras de Hades.

-¡Loki! ¡Ven! – llamó Thor en voz alta amenazado constantemente por la espada de Hades.

El nombrado se encontraba frente a Shun, contemplándolo larga y tranquilamente, considerando que era innegable el hecho de que ese joven era hermoso y de que estaba indefenso. Una de sus frías manos rozó la tersa piel del rostro y Shun se apartó o intentó apartarse, porque esa mano se convirtió en una garra que le impidió volverse.

-Ni lo intentes. No puedes luchar y sería mucho más placentero para ti si no te resistes – murmuró con voz burlona.

Cuando Loki estaba por acariciar de nuevo el rostro de Shun, escuchó la voz de Thor llamándolo varias veces.

-Maldito inoportuno… bueno… no importa. Regresaré en un rato, pequeño y terminaremos con esto.

                                                             *          *          *

-¿Me quieres decir qué demonios quieres? – gritó Loki abriendo violentamente la puerta y saliendo al exterior sin prestar demasiada atención.

-Oh, tu hermano quería decirte que tenías visitas – contestó con voz siniestra Hades.

-¿Qué haces aquí? – la voz de Loki demostró su sorpresa y avanzó unos metros en dirección a Hades.

Ese fue el momento que aprovechó Ikki para entrar corriendo y buscar a Shun.

-¿Quién es ese? – preguntó Loki.

-El hermano de Shun. Ikki el caballero del Fénix – respondió Shaka.

-Y tú eres uno de los caballeros dorados – dijo despectivo – creí que eras más inteligente, Hades – indicó a continuación – si lo sacas de aquí morirá. Está muy débil.

-Resistirá. Estoy seguro de eso – contestó Hades lanzando un ataque poderoso en contra de Loki que tuvo que saltar para esquivarlo.

Ikki apareció después de que la nube oscura del ataque de Hades se disolvió en el aire. Parte del barco había sido destruido por el ataque y Loki jadeaba por el esfuerzo que había realizado. Sin embargo, el dios de las tierras nórdicas devolvió el ataque y Hades tuvo que soltar a Thor para poder burlarlo.

-¿Lo tienes? – gritó Hades acercándose a Ikki que sostenía un pequeño bulto envuelto en una raída manta.

-Sí. Pero está inconsciente.

Hades se acercó y ojeó con rapidez el rostro de Shun, no le gustó nada el tono por demás pálido y la agitada respiración. Sin embargo, sabía que debía llevárselo de allí enseguida.

-¿Listos? ¡Nos vamos! – Hades encendió su cosmos al máximo, repeliendo a Thor y a Loki para que todos se agruparan a su alrededor. Un minuto después todos desaparecían en medio del vendaval oscuro que era el cosmos del señor del Inframundo.

Ikki apareció y cayó violentamente al piso sin soltar su preciada carga. Al investigar se dio cuenta de que estaban frente a la casa de Aries.

-¡Shun! – Hades quitó a Shun de los brazos de Ikki y comenzó el ascenso hasta la casa de Virgo donde recostó al joven.

Le quitó la manta y lo revisó buscando alguna herida que se hubieran atrevido a hacerle. No pudo hallar nada aparte de la extrema debilidad que comenzaba a angustiarlo.

-Ikki… ¡enciende tu cosmos! – gritó Hades mirando al Fénix que obedeció de inmediato – toma la mano de Shun y relájate. Pasaré parte de tu cosmos al de tu hermano para que se reponga.

Ikki asintió y tomó la fría mano de Shun para transmitir parte de su energía mientras Hades pronunciaba una serie de palabras que al Fénix le sonaron a griego arcaico. Un hilo fino de su cosmos se fue fundiendo con el de Shun hasta que este pudo tomar su color normal. Recién entonces, Hades calló y tomó la mano de Ikki apartándola.

-Deberás descansar, Ikki. Te he quitado bastante cosmos, pero eres fuerte y te repondrás.

-No importa. Si es necesario le brindaré más.

-Por ahora no será necesario. Lo bueno es que resistió el regreso hacia aquí. Ahora debemos procurar que ellos no puedan volver a acercarse a él.

-No pasarán. Me encargaré de eso.

                                                             *          *          *

Loki y Thor habían tenido que trasladarse a las tierras nórdicas porque el barco se hundió después de que Hades utilizara su cosmos para repelerlos. Ambos dioses llegaron a la conclusión de que no deberían subestimar el poder de Hades bajo ninguna circunstancia. Era un enemigo de cuidado que no volvería a descuidarse para proteger a Shun. La próxima vez que se vieran deberían tomar muchas más precauciones y medidas si querían obtener al joven.

-¡Han fracasado! – gritó Odín furioso cuando los vio entrar con las manos vacías.

-Perdón, señor.

-¡Se supone que la tarea era fácil con sus poderes!

-Es que no sólo estaba la diosa Atena en el Santuario, Poseidón, Abel y Hades también lo están. Pudimos capturarlo pero Hades nos siguió y destruyó el barco. Lo transportó de regreso al Santuario.

-¿Barco? ¡Barco! ¿Con sus poderes lo trajeron en barco?

-Estaba débil. Creímos que no aguantaría.

-¡Ineptos! Son unos ineptos… - Odín se puso en pie y caminó alrededor del trono mientras pensaba - ¿Por qué están Abel, Poseidón y Hades en el Santuario?

-No lo sabemos, señor.

-Seguramente sospechaban algo y están planeando una alianza entre ellos. ¿Fueron todos por el chiquillo o sólo Hades?

-Hades fue el único de los dioses. Después fueron algunos caballeros, entre ellos uno de bronce que es hermano del muchacho, Ikki el caballero del Fénix.

-Me pregunto porque fue Hades en lugar de Atena – murmuró Odín.

-Nosotros los vimos besándose antes de que lo capturáramos – informó Loki.

-Ya veo. Hades era un enemigo que no había tomado en cuenta. No creí que interviniera en los asuntos de la Tierra. Sin embargo, si ese jovencito está liado con él lo protegerá a cualquier costo – Odín calló durante un rato, meditando nuevamente – esperaremos unos días. Le daremos tiempo a que se recupere y luego iremos de nuevo por él cuando esté lo suficientemente recuperado para aguantar transportarse directamente hacia aquí.

-¿No cree que los caballeros lo protegerán a cualquier precio? Muchos morirán antes que entregarlo.

-Entonces morirán. Llevaremos al ejército de valkirias con nosotros. Atena preferirá entregármelo antes de que destruya todo su Santuario, estoy seguro de eso.

                                                             *          *          *

Shun despertó sobresaltado, recordando la visita de Thor y peor aún la de Loki. Las manos frías recorriendo su rostro fue el primer recuerdo que llegó a su mente.

-¡No! – se paró sobre la cama, preso de un terrible nerviosismo.

-Shun… calma – la voz no era la de ninguno de los dioses sino la de Hades, sonando con tranquilidad en la estancia.

-¿Hades? ¿Dónde estoy?

-En la casa de Virgo.

-Pero… el barco… Thor… Loki…

-Fuimos a buscarte – Hades se sentó en la cama del menor con tranquilidad - ¿cómo te sientes?

-Como si hubiera dormido mucho.

-Es porque lo hiciste. Dormiste casi tres días.

-¿No vinieron por mí? Ellos me necesitan. Precisan mi sangre para bañar los cristales del Valhalla y que éstos tengan todo su poder.

Shun y Hades se dieron cuenta de que por fin el muchacho podía hablar sin sentir los horribles dolores que lo atenazaban.

-Se ve que ya no les importa que hables. No han vuelto, Shun. Estoy convencido de que querrán tomarnos por sorpresa como hicieron la primera vez pero no podrán hacerlo. No dejaré que se acerquen a ti, Shun.

Shun alzó la mirada y analizó las palabras del mayor, transmitiéndole una seguridad que él sentía que había perdido. Algo le dijo que todo estaría bien mientras confiara en el hombre que estaba frente a él, que no había dudado en ir por él y rescatarlo.

-Lo sé – murmuró Shun en voz baja – sé que harás lo imposible por protegerme.

-Y sabes por qué lo haré, cierto – Hades tomó el rostro del menor entre sus manos, brindándole una delicada caricia – Te amo – susurró antes de apoderarse de esos cálidos labios en un beso tierno y suave pero posesivo.


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