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AMORTENIA por giovanetta

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Notas del capitulo: hola, jejeje, el new capi que les había prometido, al fin se materializó, jajaja, disfruten este new capi y apenas pueda responderé todos los coments y si tienen alguna pregunta, jajaja, ^O^
Capítulo XIX Cosechas lo que siembras


HOGWARTS…


Si esto fuese un sueño… no querría despertar.


¿Qué es esto?...


Hay una casa de madera frente a mí. Cómo deseo caminar hasta ese lugar. El olor del pasto verde, es tan fresco. La tierra mojada a mis pies, puedo sentirla.


Sigo caminando hasta llegar al frente de esa puerta de madera. Puedo percibir una voz masculina en el interior de aquella casa tan alejada de las demás.


Me quedo quieto, con mi mano a punto de girar el pomo de la puerta. Tengo miedo y un extraño escalofrío me recorre la espalda.


Giro el pomo de la puerta y no logro avanzar un paso más. La nostalgia comienza a invadir mis sentidos. Al igual que la culpa y el remordimiento.


Hay una figura blanca cerca de una ventana. Tenía un recién nacido en brazos y lo mecía con ternura. Le decía palabras dulces y esbozaba una torpe sonrisa.


-Eres igual a tu padre- decía mientras le acariciaba su pequeña frentecita.


-Ha…rry- balbuceaba el rubio, mientras sus rostro palidecía ante aquella visión.


-Bienvenido a casa- decía el aludido con una flamante sonrisa.


Draco despierta sobresaltado. Tenía el rostro bañado en sudor y la ropa estaba algo húmeda.


-¿Un sueño?- dice en apenas un susurro que sólo pudo oír el mismo.


Es verdad. Fue sólo una fantasía de mi mente. Una jugarreta de mis deseos.


Se levantó de la cama, con el cuerpo pesado. Fue hasta el baño y se lavó el rostro.


Buscó dentro de su clóset un pijama limpio. No sabía desde cuándo, pero ya no le apetecía dormir desnudo.


-Debo hacerme a la idea… los perdí- reclamaba y el dolor en su pecho volvía a tomar vida propia.


Mientras que en la habitación de Theo…


Theo se durmió profundamente. El sueño le había vencido y ese día había sido demasiado largo para su gusto.


Tomó aquella mano morena y no la dejó escapar. Se durmió a su lado, como si temiese que aquel cuerpo desapareciera sólo al abrir los ojos.


Sin embargo, aquel huésped abrió los ojos y sólo halló la oscuridad de la habitación. De un movimiento se sentó en la cama. Miró a su lado y sólo vio a aquella serpiente que le tenía sujeto de la mano.


-¿Por qué todavía estoy vivo?- pregunta y un dolor de cabeza tremendo se apodera de su cuerpo.


Como un video clip las imágenes se agolparon en su cabeza.


Si yo caí de la Torre. ¿Por qué sigo viviendo?...


Se zafa de aquella mano y se baja de la cama. Era muy cálido su contacto.


Fue hasta el baño para beber agua. Había pasado tanto tiempo que no ingería ninguna clase de alimentos que estaba hambriento. Abrió la llave del lavamanos y se acercó para beber.


Bebió y su sed al fin cedió. Se quedó tendido en el piso y su pecho subía y bajaba.


Podía apreciar algunas vendas que cubrían su cuerpo. Le dolían las piernas y los brazos.


Llevó ambas manos a su vientre y se quedó murmurando un canto. Con voz baja y queda, siguió cantando a su bebé. Aunque no fuese un gran cantante, quería saber de que a ese pequeño ser que crecía dentro de él, le agradaba oírle.


-Parece que no podemos morir- decía y volvía a murmurar su nana.


Theo se levantó sobresaltado a la mañana siguiente.


Pero su alma volvió al cuerpo, cuando vio que su huésped seguía muy tranquilo a su lado.


Harry abrió los ojos. Miró a su lado y vio a Theo. …ste le sonreía y le abrazó con fuerza.


-¡Eres un estúpido!- le retó- ¡tú no debes morir, imbécil!- seguía retando con tanta fiereza que Harry se desplomó en llanto.


Estaba muy sensible por su estado y no podía soportar que alguien le retase con esa expresión tan dura en el rostro y el ceño tan fruncido.


-Lo siento mucho- decía a modo de disculpa entre sollozos.


-Nos caíste del cielo como un ángel- decía Theo ahora un poco más relajado.


-¿Tú me atrapaste?- dice el ojiverde, haciéndose una imagen mental de cómo fue aquel suceso.


En el silencio de los dos, el estómago de Harry rugió.


-Lo mejor será que te traiga algo de comer- dice Theo, yendo al baño para darse una ducha rápida.


Pero por más que Harry trataba de recordar algo, sólo tenía impregnada aquella imagen de cuando saltó de la Torre.


Pasaron alrededor de 20 minutos y Theo salió del baño, ya listo para bajar a la sala común.


-Voy a dejar la puerta con llave- decía haciendo pausas- para el mundo tú estás muerto, ¿lo entiendes?


-Sí- responde obediente- ¿qué hago entonces?


-Sé un buen niño y quédate aquí.


-Está bien- se vuelve a acomodar en la cama y se queda pensativo.


Tocan la puerta y Harry se sobresalta.


-¿Quién es?- pregunta Theo con varita en mano.


-Soy yo, Blaise- responde en voz baja.


Theo abre la puerta y Blaise entra rápidamente. Traía algo de pan en una bolsa.


-Debes tener algo de hambre, Potter- dice la serpiente pasándole aquella bolsa plástica.


El olor del pan fresco, inundó los sentidos hambrunos de Harry, quien en cuestión de segundos, se los comió.


-Debemos bajar o sospecharán algo- dice Blaise, adelantándose.


-Tienes razón- mira a Harry- quédate aquí, volveré pronto.


-Está bien- responde como un niño obediente.


Theo deja cerrada la puerta y bajan con Blaise a la sala común, donde Draco y Pansy, les esperaban.


Ambos, tanto el rubio, como la pelinegra, tenían un aspecto de no haber dormido en 10 años. Demacrados y la culpa que apenas podían cargar con ella.


-Sin comentarios- dice Draco por adelantado y comienza a caminar, aunque éste fuese el esfuerzo más grande de su vida. Todo un desafío.


Y si le contamos…- pensaba Blaise. Nunca había visto a su amigo de tal forma.


Era la primera vez que le veía sufrir por alguien que no sea el mismo. A menos que siempre se trate de él y eso ya es cuento conocido.


De seguro Draco fue el que ocasionó todo este lío- pensaba Theo con el ceño fruncido.


Aunque su vista se fue directamente hacia el rostro acongojado de Pansy. Aquellos ojos verdes, eran hermosos. Cristalinos por las lágrimas que impedía que salieran.


Sin darse cuenta casi choca con otro alumno. Al menos eso provocó que Pansy esbozara una leve sonrisa. Pero que no llegaba a sus ojos.


Llegaron al Gran Comedor y se fueron directo a sus puestos. Draco sentía la mirada penetrante de los amigos de Harry. Aquella expresión de odio y rencor que no disimulaban en absoluto.


Hermione tampoco estaba mejor que digamos. Sus ojos estaban hinchados de tanto llorar y su rostro muy pálido.


Como si en cualquier momento se fuese a desmayar.


Ron estaba entre la rabia y el llanto. Aunque a veces alguna que otra lágrima escapaba de sus ojos azules, las limpiaba con rapidez y seguía con su lucha interna.


Siguieron desayunando, aunque para ninguno fue de lo más agradable. Salían chispas de ambas partes y sólo querían matarse el uno al otro.


-Esto es de niños pequeños, Ron- dice la castaña bastante cansada. Se levantó con prisa y se fue directo al suelo.


Los que estaban cerca de ella, la llevaron a la enfermería, donde Madame Pompfrey sólo les dijo que la dejaran descansar. Era una leve anemia.


Ahora Ron, sólo tenía a un Zabini ausente. No había ningún hombro en el cual llorar y desahogarse como quisiera.


Fue hasta el baño de prefectos del tercer piso y se dio un largo baño, acompañado sólo de las burbujas que subían y se reventaban en el aire. Sólo de esa forma, pudo llorar todo lo que tenía guardado de la noche anterior.


No sabría que hacer. Hoy serían los funerales y ni siquiera tenía ganas de comer.


En ese estado, era para preocuparse y mucho.


Mientras Hermione dormía en la enfermería, las serpientes regresaban a las mazmorras para prepararse para el funeral que sería a las cuatro de la tarde.


Se separaron en la sala común y Blaise, había decidido hablar sobre aquel huésped que tenían escondido.


-Dragón, espera un poco- dice Blaise, pensando bien lo que iba a decir.


Theo que se percata de la acción de su amigo, interviene.


-Ve Draco, de seguro es una estupidez la que te va a decir éste- dice Theo, mirando con furia a su amigo.


-No quiero que vengas a mi habitación o te mataré- dice literal el rubio y se fue dando pasos agigantados hacia su cuarto.


Pansy suspira y se retira.


Theo le sigue con la mirada y Zabini tiene la ligera impresión de que aquí pasaba algo.


-No me digas que… ¡te enamoraste de Parkinson!- dice Blaise, algo sorprendido.


-Sólo cierra el pico y subamos al cuarto.


Theo suspira y ambos suben al cuarto. Abren la puerta y el huésped no estaba en la cama.


Theo entra con rapidez, mientras que Zabini cierra la puerta y le pone seguro.


-Le dije que se quedara aquí- reclamaba por lo bajo- ¿dónde te has metido?- preguntaba y abría las puertas del clóset y no vio a nadie. Luego fue al baño y allí le vio, lavándose los dientes- con que aquí estabas- dice y suspira aliviado- ven, te trajimos algo de comida- dice y Harry al escuchar esa palabra se fue muy rápido hasta hallar una bolsa con budín de vainilla.


Blaise se sienta al lado de Harry y se acuerda de pronto de algo…


-Theo, supiste que el profesor Snape fue despedido de Hogwarts- dice con una expresión sorprendida.


-Eso no puede ser cierto- dice Theo y se sienta al lado de Blaise. Aquella noticia fue un duro golpe para ambos.


Harry se llevó ambos brazos hacia el pecho y su expresión volvió a ser vacía. Sus ojos quedaron desenfocados. Quedó sumergido en sus pensamientos totalmente.


-¿Despedido?- pregunta después de un largo rato.


-Dumbledore lo despidió, pero la razón es desconocida- dice Blaise y nota algo extraño.


-¿Entonces quién será nuestro nuevo maestro?- pregunta Theo, asimilando la información.


-Todavía no lo sé.


Harry siguió comiendo, pero no podía estar quieto. Algo dentro de él se sentía culpable. Ni siquiera quería ver su cuerpo desnudo, porque tenía las marcas de él.


Todo su cuerpo le recordaba de quién ha sido.


Pero su bebé… ¿quién era el padre de su bebé?... ¿era de Malfoy o de Snape?...


Sólo dentro de su corazón quería que fuese de Draco. Y tenía la sospecha de que así era, ya que su vientre reaccionó a su magia. Pero… Draco debe pensar que están muertos…


-Theo… quiero verle.


-No puedes- responde categórico.


Los ojos del moreno se llenaron de lágrimas al instante.


Y con su mano tomó la mano de Theo.


-Por favor- le suplicaba.


-No puedo dejar que salgas de aquí- decía y desvía la mirada. Aquella expresión de tanto dolor, le partía el corazón.


-Yo te ayudaré- dice Blaise y Theo le mira enfadado.


-¿Qué crees que vas hacer?... no lo salvamos para que vuelvan a matarle.


-Potter, te enseñaré una magia que en tu estado si puedes usar.


Theo se siguió interponiendo. No quería ver sufrir de esa forma tan desgarradora.


-Cierra los ojos y dentro de tu mente enfoca la figura de la persona a quien deseas ver… debes ser muy preciso con todos los detalles físicos, el tono de voz, su olor…


Harry asintió y dentro de su mente, fue dibujando la figura de Draco. Recordando cada detalle con precisión. Su voz que le lastimaba y hería.


-Cuando ya lo tengas listo, recita estas palabras…dreaming in corporea- recita.


-Dreaming in corporea- recita y una luz celeste rodeó su cuerpo.


-Ahora puedes comunicarte con él a través de tu mente… imagina el lugar, el espacio donde estuvieron tanto tiempo juntos…


Y como si flotase, llegó hasta el cuarto donde habían pasado tantas cosas.


Se paró frente a él y deslizó su mano sobre aquel pálido rostro. Deseó poder tocarlo y así fue. Sintió aquella fría piel en su mano y la retiró con brusquedad.


-Cuántas veces nos hemos herido el uno al otro- decía y se iba acercando hasta rodearle con sus brazos- si lo único que te pedía era que me abrazases y te quedaras así, conmigo- seguía hablando al oído- estamos bien… por favor… perdóname.


Draco estaba tan pasmado. No sabía a ciencia cierta si aquella imagen que le abrazaba era una especie de fantasma o una ilusión. Pero era tan real que sólo le rodeó con sus brazos y hundió su rostro en su pecho.


Las palabras serían para después.


Juntaron sus labios y la ilusión desapareció.


Harry cayó en los brazos de Theo. Estaba muy cansado, producto de la magia que había utilizado.


Draco cayó de rodillas al suelo y se llevó los dedos a sus labios. Había sido tan real, pero después de todo, era sólo una ilusión. Nada más.


En cuanto a Severus Snape, estuvo ese tiempo llorando toda la noche sobre aquel féretro que tenía el cuerpo de su amado.


Después de la noticia de que Harry estaba embarazado de Draco, la culpa terminó por derrumbarle. Incluso después de saber que fue despedido como maestro y debía irse del colegio, eso sería sólo una parte del pago por sus pecados. Tal parece que el amar a alguien, se había convertido en un pecado por el cual debía pagar un alto precio. Y si el amor se había encaprichado con él, hasta el punto de ponerle una venda en los ojos, tendría demasiado tiempo para pensar y recriminarse.


Ya no tenía más lágrimas. Lo había perdido todo.


Absolutamente todo.


Al llegar las cuatro de la tarde, todo el alumnado fue testigo del funeral de Harry Potter.


Una tumba que estaba dentro del colegio. Para que de esa forma, cualquiera pudiese ir a visitarle. Dejarle flores o simplemente platicar con él.


Las puertas se abrieron de par en par y Dumbledore dio otro discurso a nombre del niño-que-vivió. Después, bajo una música triste, el féretro fue puesto en la tumba. La cual, unos segundos después, fue sellada.


Sólo quedó grabado el nombre de Harry Potter, la fecha de nacimiento y muerte.


Hermione a pesar de los cuidados que debía tener, no pudo seguir en el funeral.

Colapsó cuando el féretro quedó dentro de la tumba.


Ron la recibió y se la llevó del lugar. Todos estaban preocupados por su estado de salud.


Draco se mantenía imperturbable ante la escena. Sólo tenía un gran hueco en el pecho y la esperanza muerta.


Miró fijamente aquellas letras doradas y la fotografía que acompañaba esa pieza de mármol tan fría e indolente.


Se acercó y acarició la fotografía. No quería olvidar ningún detalle de aquel rostro y cuerpo que unas veces, tuvo entre sus brazos y que ahora, sólo eran parte del recuerdo.


Blaise y Theo estaban más tranquilos. Ya todo había terminado. Ahora sólo debían esperar a que Potter diera a luz al bebé de Draco y que de alguna u otra forma, todo se arreglara por el bien de ellos. Mientras tanto, debían callar.


Pero Theo, no podía olvidar lo que pasó ese día. Ver que en los brazos de Blaise, cayó el cuerpo inconsciente de Harry y de cómo toda aquella multitud venía por él, gritando que estaba muerto.


-¿Qué hacemos ahora?- pregunta Theo, ocultando el cuerpo con una manta negra.


-Dame un poco de cabello y sangre del- estira la mano y Theo se los da. Luego ve que Blaise mataba un pequeño animal y con su varita en mano, pronunció las siguientes palabras…- metamorphose in corporea- y una luz blanca destelló, transformando aquel animal en el vivo retrato de Harry Potter. Después tomó una piedra y golpeó reiteradas veces la cabeza.


Theo le pasó los lentes de Harry y se los colocó al cadáver. El efecto duraría unas 12 horas, así que debía confundir a todo aquel que se le acercase o tuviese contacto con el cadáver.


-Te ayudaré sólo porque si mueres de verdad, Ron se pondría muy triste- dice Blaise y la multitud llega.


Hermione fue la primera en ver el cuerpo de su amigo y su llanto le partió el corazón. Y también ver que le había producido un gran dolor a su amado león.


Sólo podía confiar en que de algún modo las cosas se arreglarían, pero por ahora, sólo les restaba esperar y ver cómo todo se iba desarrollando…


Continuará…
Notas finales: espero que les encante, en el siguiente capi, más detalles de aquel hechizo que inventé, jejeje, ya que también tiene sus reglas, jajaja, ^O^

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