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AMORTENIA por giovanetta

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Notas del capitulo: ^-^
Capítulo 5

MAZMORRA SLYTHERIN

-Me besó… él me besó- Harry se quedó pasmado por el cambio de actitud. Sus piernas se doblaron y fue cayendo al suelo, donde el agua seguía corriendo y golpeaba su cabellera rebelde.

Reaccionó. Cada fibra de mi ser, se estremeció. Una vez probado, no podré detenerme… aún así, esta poción desaparece, quiero que sea mío.

Yo lo hice. Le besé. Perdí la cabeza unos breves segundos. Quiero besarle, sé que es “él”, pero… no podré frenarlo por mucho tiempo.

Harry cierra las llaves. A tientas busca la toalla para enrollarla en su cintura.

Su rostro estaba triste, decepcionado.

Sus frías manos se entibiaron con mi cuerpo.

-Hora de salir- el moreno sale sólo con la toalla en su cintura- Malfoy- le llama desde la puerta del baño.

-¿Qué quieres ahora?, estoy ocupado- dice el rubio y se da vuelta.

Su Némesis estaba con una sola toalla, en esa estrecha cintura. Del cabello negro azabache, caían gotas al rostro, bajando por el cuello, llegando al torso, secándose o perdiéndose en esa toalla.

-¿Qué quieres, cara-rajada?- dijo y tuvo que tragar saliva ante tanta visión provocadora y desvió la vista.

-Quiero ir a cenar al Gran Comedor- dice para salir del paso.

A decir verdad, quería tocar el tema de “la ducha”, pero todavía estaba hilando algunas palabras en su cabeza.

-Ya veo- responde seco- vístete y vamos.

-Voy- entra- hasta más tarde- se encierra en el baño, con seguro.

-Si no le beso, todo estará bien- dice el ojigris, para sí mismo y comienza a arreglar su ropa.

-Lo mejor es que me vista- se saca la toalla de la cintura y se seca el cuerpo- a ver, los bóxer- tantea donde pudo dejarlos y así va juntando la ropa en un solo lugar.

Se vistió más lento de lo normal, ya que tenía que ir tocando la ropa y de acuerdo a la forma, reconocía su vestuario.

Draco estaba listo. Eso creía él. La respiración estaba calmada. El ánimo estaba muy malo. ¿Cuánto tiempo durará esa poción?

Por un segundo, se le olvidó que su ropa estaba empapada. El incidente de la ducha apareció en su memoria.

Rápidamente buscó dentro de su armario y se cambió.

-Tendré que matarlo, antes que sea demasiado tarde- murmura por lo bajo el sly, abotonando su camisa.

-¿Decías algo?- dice el ojiverde, a unos 3 pasos más atrás.

Estaba tan sumergido en sus pensamientos que no se percató de la llegada de su némesis. Daba gracias al cielo de que no veía, porque la expresión de su rostro, por unos segundos, fue de impacto.

-Nada que te importe- sisea y se acomoda la corbata.

-Si vas a matarme, sí me importa- dice como si fuese lo más normal del mundo.

-Literalmente, nada más.

-Vamos al Gran Comedor, todavía no anochece, ¿verdad?

-Ya es de noche, ¿estás listo?- se voltea y observa al pelinegro.

La ropa estaba bien, dentro de lo que se puede decir, pero el cabello era un desastre sin remedio. Tomó una peineta y sin nada de tacto, le desenreda el cabello, tirándolo a propósito, como pago por los “malos ratos”

-Ahora si, vamos- bota la peineta en el basurero y da un paso, pero la mano del moreno, lo detiene- ¿ahora qué te pasa?

-No importa- dice y calla- lo que pasó, no tiene importancia- dice y baja su mano de la túnica de su compañero de cuarto.

-Ni siquiera lo pensé, mejor olvídalo tú- abre la puerta- si es que puedes, claro- sale de la habitación.

-Espera, Draco- dice, pero no recibe respuesta.

Sale muy rápido de la habitación y deja la puerta entreabierta. Baja las escaleras y allí estaba el rubio, esperándolo.

-Draco, quiero estar con mis amigos.

-No.

-No me lo vas a prohibir, que te quede claro, serpiente rastrera.

-No.

-Quédate en tu nido de serpientes, déjame con mis amigos.

-Has lo que quieras- dice porque venían Pansy y Blaise a su encuentro y no quería hacer más público su odio hacia el niño-que-vivió- vamos, cara-rajada- se adelanta.

Harry asiente con la cabeza y se pone en marcha, guiándose por las voces de los amigos del sly.

Ahora ya no era tomado de la mano. Solo, caminaba quejándose internamente de las heridas, ya que no se las había vendado y la camisa, la sentía húmeda. Alguna debió abrirse.

-Vamos juntos, mi amor- dice Pansy tomándole del brazo.

Draco sólo la mira. Esos dos días en que su humor era de lo más irritable, lo que menos quería era oír “mi amor”, pero bueno, al menos sólo fue eso.

-Dragón, relájate- dice Blaise- y cuenta, ¿cómo es Potter en la cama?- le pregunta al oído.

-Sólo cierra la boca de una vez- sisea sólo de imaginar aquella escena.

-Te vas a envejecer pronto- dice Blaise, entrando al Gran Comedor.

El sly sólo lo ignora, estaba cansado de ese día, quería terminar lo antes posible con esa pesadilla.

Draco entró al Gran Comedor, del brazo de Pansy y Harry unos pasos más atrás.

-¡Harry!- exclama Hermione al verle entrar y fue a buscarlo.

-¿Estás bien¿- pregunta Ron, al llegar a su puesto- tu camisa tiene unas manchas de sangre.

-Se me olvidó colocarme los parches, debió abrirse una herida- contesta, buscando a su amigo.

-Después de cenar, te llevaré a la sala común- dice la castaña, comiendo.

-Gracias Herm- con los dedos, toca lo que podría ser un vaso- ¿dónde está el vaso?- pregunta.

-Yo te ayudaré- Ginny le toma la mano y le guía en la cena.

-Muchas gracias, Ginny- dice el ojiverde, luego de beber su jugo de calabaza.

-De nada- Ginny se sonroja- ¿qué le pasa a tus ojos?, están un poco rojos- se acerca peligrosamente.

El rubio miraba la escena desde su puesto serpiente.

Algo parecido a una ira, fue surgiendo en su interior.

Por cada contacto, reacción o acercamiento, crecía, quemaba.

-Estoy ciego, Ginny- retira la mano de la pelirroja y le da un beso en la palma.

-Lo siento- dice la chica y le abraza.

Ron se quedó de una pieza. Hermione sólo rió bajito.

-No te preocupes, es algo temporal, creo- se deshace del abrazo- gracias por lo de hoy.

-De nada- bebe su jugo de calabaza.

En el territorio del lado oscuro de la fuerza ^-^

-¿Celoso dragón?, no te preocupes, tienes tu lugar primero- dice Blaise al oído.

-No conozco esa palabra- dice cortante, mirando su comida.

-Si la conocen a la perfección quienes han sido heridos por ti.

-Se lo merecían- responde por lo bajo.

-Como sea, esta cena se ha acabado- dice Blaise y se levanta de su puesto.

Prontamente, Draco hace lo mismo y se dirige a territorio de los leones.

-Harry deberías verte tus ojos, tienen un color muy extraño- dice la castaña.

-Lo haré Mione, descuida- dice el ojiverde, que ya había terminado de cenar.

-Vamos a la sala común, te limpiaré las heridas- dice Hermione, poniéndose de pie.

-No hay tiempo para eso, vámonos- dice aspero Draco.

-¿Vas a curarlo tú acaso?- interviene Ron, molesto por la presencia de Draco.

-Métete en tus asuntos, comadreja- dice muy frío.

-Eso es, comadreja, déjalos actuar libremente- Blaise le corrió mano a Ron.

-Gracias amigos- se levanta de su puesto el ojiverde.

-Ten cuidado, Harry, te vas a caer- le dice Hermione.

-¿Dónde?- alcanza a preguntar, antes de que su pie se doblara y cayera encima del ojigris.

-Ten más cuidado, cara-rajada- dice molesto por la situación.

No había que olvidar que los rumores eran muy rápidos y más encima, al parecer era la noticia del momento.

-Lo siento- no se aparta.

-Estás sangrando Potter- dice el sly, notando las manchas de la camisa y algunas gotas de sangre en su mano.

-No es nada, serpiente rastrera- se levanta y queda cerca del rostro de Draco.

-Vamos Potter, apártate.

-Tú quítate.

-Severus, no intervengas- dice Dumbledore.

-Pero Dumbledore, estos dos- no alcanza a terminar la frase, se temía lo peor.

-Apártate- reitera Draco.

-Sólo hazlo- dice Harry, con cierto tono desafiante.

-¿Qué quieres?

-No importa, sólo me iré- con paso torpe llegó a la entrada del lugar.

Draco se quedó allí, en su sitio, de pie. Mira el suelo, donde las gotas de sangre le guiaban el camino hacia su némesis.

Fue hasta la entrada y lo ve. Paso a paso, con su mano apoyada en la muralla, dejando huellas escarlatas. Parece tan solo, desvalido, como un héroe en decadencia.

-Vamos cara-rajada- le toma la mano y se van juntos.

El sly se acomodó al lento paso de su compañero. El silencio entre los dos, se prolongó, al igual que la tensión. Nuevamente su mano era presa de esa fría piel.

Sentía la fuerza, de ese cuerpo, el cual se lo imaginaba dentro de su mente.

Soy tan patético. Me aferro a una nula relación entre los dos, con todas mis fuerzas y sólo consigo hundirme más en el lodo.

-Mañana vas a quedarte en la mesa de slytherin- es el rubio quien rompe la armonía inexistente- no tengo que irte a buscar como si fueses mi novia.

-No te pedí que lo hicieras- dice en su defensa el gry.


Un encuentro sin color,
Es atravesado por el blanco y el negro.
Te entregaré cada parte de mi dolor.

-Sólo quédate en ese cuarto y ya- dice con un poco de enfado- lo que hagas fuera, no me concierne- era la bala directo al corazón.

-Estás tan equivocado- resopla Harry- ¿no puedes sentirlo?- tira de la mano de Draco con brusquedad y la pone sobre su pecho- ¿esto puede provocarlo la amortenia?- dice con desespero.

El dolor de esta cicatriz,
Me persigue fuertemente,
El otoño llega sin misericordia,
Y sigue enredándome entre sus fríos dedos.

-No sabes lo que estás haciendo- retira la mano con rudeza- somos enemigos desde hace 6 años, no voy a cambiar esa situación a estas alturas- dice, queriendo herirle, Draco.

-Entonces, no ignores lo que nos está pasando- refuta.

-Tú entiéndelo, todo es por la maldita poción, tú no sientes nada por mí- dice remarcando las palabras.

-Eres tú quien no sabe nada- retoma el camino.

-Hablaré con mi padrino, él debe tener la solución a todo esto- dice el rubio, no moviéndose de su sitio.

-No, no lo harás- dice, casi riendo, Harry.

-Haré lo que quiera, no lo que tú quieras- dice el ojigris, retomando el paso.

Soy como un molesto,
Trozo de hielo que se derrite.

-No hay forma de que lo entiendas- se detiene- fui un iluso al creerlo- se queda quieto.

-No soy estúpido.

-Sí que lo eres.

-Todavía estás sangrando.

-Por eso mismo, voy a la enfermería- dice como si tuviese muchas ganas de ir.

-Lo dudo mucho- saca su varita- ¡desmaius!- invoca y el moreno cae inconsciente entre los brazos de Draco- dije que haré lo que yo quiera- se lo lleva a rastras hasta las mazmorras.

Levántame gentilmente,
Y juega conmigo entre tus labios.

Harry en su estado de semiinconsciencia, tenía una visión para nada parecido a lo que en verdad estaba ocurriendo.

Estoy recostado, en un prado. Las flores, son mi mantilla. El cielo me da en el rostro. Entreabro mi camisa y esa luz, da en mi torso. Quisiera quedarme aquí, donde mis ojos pueden ver y donde soy aceptado por él.

Aún así seguiré buscando,
Una forma única de amor.

-¿Dónde estoy?- murmura el moreno, abriendo los ojos.

-Ahora duérmete de una vez- Draco le termina de vendar las heridas.

Harry se sienta en la cama y toca su torso, el cual estaba cubierto de parches y vendajes.

-Gracias- murmura y esboza una leve sonrisa.

-No lo hice por ti- rompe el poco encanto del ambiente- de otra forma, habrías manchado mi sábanas con tu inmunda sangre- dice, desquitándose.

Más que a lo lejano, esos ojos,
Marchitos se aferran al presente.

-Para ti, eso es lo que soy- su expresión es tan triste, que el sly, desvió la mirada y no respondió- buenas noches- dice y Harry se queda al lado derecho de la cama, cerrando los ojos.

¿Por qué sigo cayendo?, o ¿son mi lágrimas las que caen sin que yo pueda detenerlas?... no puedo cambiar el pasado, ojalá alguien pudiese hacerlo. ¿Por qué lo poco y nada que nos une, te encargas de destruirlo?, ¿tanto me detestas?

De ser posible, me gustaría acabar,
Atrapado de esta forma.

Draco se queda allí, mirándolo. Viendo como ese rostro, era cubierto de lágrimas.

Silenciosas lágrimas que caían, contra voluntad.

Fue hasta el baño y botó todo lo que ocupó para curar las heridas de su némesis.

Convocó su pijama y se acostó al lado izquierda, dándole la espalda. Estaba harto de toda esa situación. Era como el malo de la serie, siendo que ni siquiera le había dado la dichosa poción para tener ese efecto.


Escondidos juntos, tu pálida piel,
Y que la luna se esconda también.

-En ningún momento pedí que me amaras- dice el rubio, sin conseguir una respuesta de la otra mitad de su cama.

-¿Tienes miedo de que todo esto salga de control?, ¿tienes miedo de llegar a sentir algo por mí?- pregunta, dándose vuelta, topándose con la espalda de su compañero.

-Ni en un millón de años llegaría a sentir algo cercano a lo romántico por ti- dice.

-Entonces, ¿por qué estás nervioso ahora mismo?

-Yo no estoy nervioso.

-Me parece que es cierto.

-Te equivocas- se voltea.

-¿Tienes miedo de acercarte a mí?, quien lo diría, Malfoy también tiene miedo, a veces- dice con sarcasmo.

-Miedo de ti, ya quisieras.

-Entonces, dame una prueba de tu valentía.


Desde ese entonces, me he convertido
En algo parecido a la noche.

En un mar de dependencia,
Se me ha olvidado respirar.

Antes de entrar en ese trance,
Dejando atrás únicamente tibieza,
La estética del perdón,
Hace que odie tus besos de orgullo.

-¿Qué quieres?- temiendo lo peor.


No me dejes solo, y deja ya
De amarme por consideración.


-Bésame, si te crees tan valiente.

Cualquier palabra que digas en tu habitación,
Se escapará rápidamente.

A enredarme y a dormir,
¿Es eso todo lo que puedes enseñarme?

Unos segundos pasaron y fueron eternos.

-Lo sabía, estás aterrado- dice y esboza una sonrisa traviesa el ojiverde- acéptalo Malfoy, tienes miedo.

Las preguntas que dejan una sonrisa,
Un suspiro perdido,
Y sólo la luna los ve.

-Cierra la boca, cara-rajada- dice cerca de su rostro.

Podía sentir sus cálidos alientos. Como levemente se iba acelerando.

Draco observó los labios de Harry. Eran finos, apetecibles e invitaban para ser gobernados.

En el momento en que la próxima aguja larga,
Alcance el techo,
Tú ya no estarás, y yo no seré necesario.

Sin previo aviso, terminó sellando esos labios. La resistencia poco le duró. El deseo lo estaba mandando y quería volver a sentir esa cavidad que ya había aprendido a conocer contra su voluntad.

Se fundieron en ese letargo pasional, hasta quedarse sin aire.

Aún así, estoy seguro de que
Buscábamos la forma del amor.

Más que a lo lejano, esos ojos
Marchitos se aferran al presente.

Harry se sentía caminar en una nube. Esos labios eran expertos y no quería apartarse de ellos.

De ser posible, me gustaría
Acabar atrapado de esta forma.

El rubio volvió a besarle, desatando de a poco, lo que antes mantuvo contenido.

-Sí eres besado por mí, nadie más tocará esos labios- dice y se separa.

En vano, ese deseo de la noche traerá la mañana
Con un beso gentil, cálido y lleno de cobardía,
Démosle color a esta última noche,
Que la luna iluminará.

-No he dicho lo contrario, Draco- dice y queda quieto, con las mejillas un poco rojas.

El sly le seca las lágrimas con sus dedos.

Continuará...
Notas finales: bye bye ^-^

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