Capítulo 3
Hogwarts...
Harry quedó inconsciente sobre el cuerpo de Draco, el cual estaba malherido.
Dumbledore tenía grandes dudas sobre la precedencia de la poción. No creía que Draco tuviese algo que ver en la preparación, ya que lo rechazaba totalmente, así que fue descartando a sus posibles “causantes”.
Ambos quedaron aislados en la enfermería, aunque cerca de todas formas.
DESPACHO DUMBLEDORE...
-Eso es una completa locura Albus- decía el profesor de DCAO, Severus Snape- Draco no puede hacerse cargo del estado de Potter- termina con un tono de desprecio en la voz.
-No debería, pero lo hará, ya que alguien de su casa, Severus, hizo la poción- dice el anciano, con un caramelo de limón en sus manos.
-Recapacite- dice el profesor como último recurso.
-No lo haré, Severus- termina enfático el director, comiendo su caramelo de limón- ¿quieres uno Severus?- le ofrece.
-No, gracias- muy enfadado, saliendo del despacho.
-A ver si eso ayuda un poco- dice el anciano, con una sonrisa en los labios.
EN LA ENFERMERÍA...
Draco despertaba de su letargo, por los calmantes.
Encontrándose con su brazo derecho vendado y un molesto dolor de espalda.
-¿Qué pasó?- preguntaba el rubio a la figura que tenía enfrente, su padrino, Severus Snape.
-Draco, me temo que tengo malas noticias para ti- dice el mayor, quien se sienta en la silla.
-¿Qué pasa padrino?- dice dejando entrever un tono de preocupación- tengo algunos vagos recuerdos del estúpido de Potter azotándome a la pared.
-¿Prefieres que te lo enumere o te lo digo de una vez?- con tono ansioso.
-Como quiera, padrino.
-Potter se ha enamorado de ti, está ciego por tu culpa y aunque casi te mata hoy, tendrás que cuidarlo- termina el profesor, esperando la reacción de su ahijado.
-¿Qué?- pregunta sin asimilar todo lo dicho anteriormente.
-Tendrás que cuidarlo- dice sin repetir nada más.
-No soy una maldita niñera- dice el ojigris, cortante- puede cuidarse solo.
-Son órdenes de Dumbledore.
-Me importa un bledo las órdenes de ese vejete- dice Draco, quien se levanta de su camilla.
-Te aconsejo que no te levantes todavía- lo vuelve a recostar- esta misma noche será transferido a slyhterin.
-Más encima tendré que soportarlo en la misma casa.
-Misma habitación.
El rostro de Draco era todo un poema. Cabe decir que sólo quería largarse de ese lugar.
-No puede ser cierto- sólo se escucha un murmurllo.
-Lo es- asiente Snape.
-¿No puedo regresar a Malfoy Manor?
-Al único lugar al cual vas a regresar es a tu habitación- dice cortante el mayor- sólo será hasta que pase los efectos de la poción.
-Vaya consuelo, padrino, muchas gracias- dice sarcástico.
A UNA CAMA DE SEPARACI”N...
Harry apretaba las sábanas con las manos. Casi había matado a Draco con el desborde de su magia y más encima le había besado. Todas esas imágenes, eran un verdadero rompeacabezas nada agradable de armar.
También, al escuchar las constantes blasfemias y reclamos de ese chico serpiente, le dolía.
En eso llegan Hermione y Ron a visitar a su amigo.
-Acabamos de enterarnos, Harry- dice la castaña, sentándose en la silla.
-Y yo acabo de escucharlo... de Draco- dice triste, el ojiverde.
-Harry, cálmate, es la poción la que te mantiene controlado- dice la chica, tomándole la mano.
-Lo siento, Hermione, Ron, los lastimé con mi magia- dice disculpándose.
-No te preocupes por eso- dice Ron.
-¡Casi lo maté!- exclama el moreno- no creo que pueda contenerme- termina avergonzado.
-¿No piensas besarlo?- pregunta algo histérico el pelirrojo- no por favor, ¡razona!- con un tono nervioso.
-Ya lo hice, Ron- recuerda el episodio- no sabía que tuviese unos labios tan suaves.
-¡Harry, por Dios!, ¡reacciona!- Ron lo toma por los hombros- ¡es Malfoy, el hurón!- lo zamarrea.
-Lo sé Ron- dice al terminar el zamarreo.
-¡Es por la poción chicos!- exclama la castaña algo histérica.
-Estoy conciente de ello- murmura y escucha unos murmullos por parte de sus amigos- no hablen como si yo no estuviese aquí- reclama.
-¡Lo besaste!, ¿cómo no te envenenaste?- le toca la frente- ¿tienes fiebre?, ¿alucinaciones?
Draco, quien hasta ese momento estuvo blasfemando de su mala suerte, escuchó y como no hacerlo y faltaba que Weasley lo hubiese publicado en El Profeta de que se habían besado.
Fue un golpe bajo para el sly, quien en ese entonces, no sabía que había sido “besado” por San Potter de las causas perdidas.
-¿Qué me hiciste qué?...- Draco se levanta de su cama, aparta a empujones a los amigos de Harry y jala por el cuello de la camisa al moreno- repite lo que dijiste, muy despacio.
-Yo-te-besé- dice a modo de burla- ¿te parece lo suficientemente despacio para que lo capten sus sensibles oídos?
-Creo que debería ir al baño- suelta al ojiverde y se va de la enfermería.
Cuando llegó al baño, si se lavó 10 veces la boca, fue poco. Además de unos caramelos de menta y enjuague bucal.
-Si es así de impetuoso, me costará contenerme- dice el moreno.
HORAS MÁS TARDE... LAS SUFICIENTES PARA LO QUE ES TRASLADO Y RECLAMOS DE GRYFFINDORS, SLYTHERINS Y MALDICIONES POR AQUÍ Y ALLÁ...
-Saca tu sucia maleta de aquí, cara-rajada- Draco estaba muy molesto, por varias cosas...
1- Podía entender que Potter estuviese “enamorado de él” puesto, ¿quién no lo estaría?
2- Compartir habitación y demás.
3- Definitivamente dormiría en el piso.
-Estoy ciego por tu culpa, hurón- dice en su defensa- tendrás que hacerlo tú.
-Ni lo sueñes, no soy tu niñera, menos tu elfo doméstico- termina de decir el rubio y ordena “su habitación”.
-¡Dobby!- exclama el moreno, al no ser escuchado.
Un Pluff se escuchó y apareció el elfo doméstico.
-Dígame amo Harry- dice el elfo doméstico.
-¿Podrías ayudarme a dejar la maleta donde no moleste?- pide el gry.
-Por supuesto amo Harry- el elfo busca un espacio donde no moleste la maleta.
-De preferencia, fuera de esta habitación- dice el rubio.
-No le hagas caso a este cretino, Dobby- sale Harry a la defensa.
-Cretino será tu abuelo, cara-rajada- dice el ojigris, quien entra a “su baño”.
-¿Aquí está bien amo Harry?- indica el elfo.
-Perfecto Dobby, puedes irte, muchas gracias- dice el moreno, viendo a otra parte.
Un pluff y el elfo desapareció.
-¿Cómo puedes saberlo si estás más ciego que un miope?- dice sarcástico el sly.
-Aquí tenemos al culpable- Harry da vueltas en su punto central y con las manos, comienza a reconocer un poco su entorno.
No faltó que se pegara contra algún mueble o en la pata de la cama.
-¿Dónde está el baño?- pregunta, tocando una puerta.
-Búscalo tú solito- Draco sale un momento.
-Ya veo- camina y choca nuevamente contra la cama, cayendo al piso que estaba alfombrado- soy un inútil- murmura para sí mismo.
-Eres patético Potter- dice el sly, al entrar a su cuarto y ver al gry en el suelo.
-Al igual que tú- se levanta y guiándose por la voz y el olor del rubio, lo empuja.
-¡Ten más cuidado!, ¡estoy lesionado por tu culpa!- dice el ojigris, molesto por el dolor más que por la torpeza de su no invitado.
-Lo que te mereces, cretino insensible- dice el pelinegro, quien se levanta rápidamente, perdiendo un poco el equilibrio.
-¿Por qué simplemente no te tomas el antídoto?- le reclama- déjame en paz.
-No quiero- dice cortante- después de la muerte de Sirius, esto aunque sea falso es lo único que me queda- dice con tono melancólico.
-Potter y sus tragedias- dice sarcástico Draco- sólo lo hago porque no tengo alternativa- se levanta del suelo- si no te importa, el piso te espera.
-¡Dormiré en tu cama!
-Bájate de tu nube, es mí cama y tú duermes en el piso, punto.
-Si tú me haces eso... yo- el moreno amenazante.
-¿Qué?... ¿vas a decirle a Dumbledore?, que miedo tengo- dice burlándose.
Harry sólo se guía por la voz. Empuja a Draco y caen ambos a la cama.
-No me provoques, hurón- Harry se aferra al cuerpo de Draco con todas sus fuerzas- ¿cuál es tu respuesta?
-En el piso- no pensaba doblegarse por él.
-Mala respuesta, Draco- dice acercándose.
-No digas mi nom...- no alcanza a terminar porque sus labios eran presa de su némesis.
-Hueles a menta, como la poción- murmura al haber quedado casi sin aire.
Draco al escuchar eso, lo aparta bruscamente.
-Búscate a otro- se limpia los labios con el puño de la camisa.
-Tal vez tengas razón- dice el moreno- ahora te toca a ti.
Se levanta de la cama y se marea un poco. Abre y cierra los ojos, pero sigue el molesto síntoma.
-¿Qué rayos te pasa ahora?- dice el rubio, molesto.
-No lo se- busca en la oscuridad, donde afirmarse.
-Potter, mírame- se acerca el sly y trata de que enfoque su vista.
-No consigo verte, ¡maldición!
-¿Qué estás sintiendo?- el ojigris, sostenía el cuerpo, helado de su némesis.
-Un dolor de cabeza... y...- se desmayó en los brazos del ojigris.
-Lo único que me faltaba...- bufa de su mala suerte, aunque pronto, no estuvo solo.
-Dragón, no tenía idea de que te querías ligar a Potter- dice Blaise al ver la escena que “parecía lo que no era”- no interrumpo más- cierra la puerta y se va ignorando los gritos del rubio.
Claro que Blaise entendió todo mal. Draco estaba abrazando a Potter y éste tenía las mejillas muy rojas.
Continuará...
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