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Una nueva oportunidad para amar por angel travieso

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Notas del capitulo:

hola a todos! bueno aqui traigo la conty, espero k les agrade ^^ el capitulo es doble y por tal razon es largo u.u

ya saben que kio kara maou no me pertenece (para mi mala suerte) es propiedad de sus respectivos autores, porque si fuera mio upfff que es lo que no haria jajaja me llevaria a wolfy y no lo compartiria con nadie ò.ó a conrad (diosito que no haria contigo *w*) a yuuri ehhh que haria con yuuri? ah si, se los diera a los perros pa que se lo coman muajajaja, y a los villanos de la historia los utilizaria para dominar al mundo  y asi esclavisaria a toda la humanidad y adelantaria el apocalipsis MUAJAJAJA... eto gomen por mi locura u.u es que esta mañana tome cafe ¬¬ (bendito cafe!) jajaja me pone muy hiperactiva y con unos animos! ja! mi madre y mi hermana dice que me llevaran nuevamente al psicologo, primero me amarran antes qeu llevarme con ese loquero otra vez! >o<

bien ya mejor me callo, ustedes diran que estoy loca pero no es asi! siimplemente amaneci alegre sin razon alguna ^^ (seguramente eso es lo que le preocupa a mis padres XDDD) ¬¬ disfrutar de este capitulo que esta largo ¬¬ 

Capitulo 23: doloroso sentimiento.

Los últimos rayos de sol iluminaban el campamento, dos personas combatían con sus espadas. Se podía escuchar el sonido del metal al chocar. Uno de los contrincantes hizo un movimiento rápido y la espada salio disparada de su mano, apunto con la punta filosa de la espada al cuello de su contrincante que yacía sentado en el suelo y lo miraba sorprendido.

-eres increíble con la espada Ariel.- dijo el que se encontraba sentado en el suelo con una sonrisa en su rostro. El otro que mantenía una expresión seria suavizo su rostro y ayudo a su colega a ponerse de pie.- eres muy bueno con la espada.

-mi tío solía decirme lo mismo.- contesto el pelirrojo mientras guardaba la espada en su funda.- el fue el que me enseño el arte de la espada, aunque aun me falta mucho para poder superarlo.

-entonces tu tío debió ser un gran espadachín

-así es.- Ariel miro al cielo que en ese momento se estaba tornando de colores amarillos y anaranjados.- pero el murió hace mucho tiempo.- hablo con cierto pesar.

-oigan, mire lo que encontré!.- hablo entusiasmado otro soldado, ambos se voltearon a ver a su compañero.- ¡es un gato zephyria de dos colas! Lo conseguí por el rió y eso que están en peligro de extinción!.- alzo al animal que estaba en sus brazos.

-thiago.- hablo un poco preocupado Ariel.- si tomas a un bebe gato de dos colas, en especial si es de la raza zephyria, su madre te va a perseguir! Y no solo eso ¡seguro que traerá a toda una manada!

-nah esas son puras pamplinas.- hablo despreocupadamente mientras acariciaba al pequeño gato de dos colas.- como te llamare?...mmm…¡ya se! Te llamare fufu pachucho!

-que clase de nombre es ese? =_=

-uno que solo yo podría poner.- sonrió benelovamente, cuando de pronto sintieron que la tierra vibraba… a los pocos minutos toda una manada de gatos de gran tamaño había aparecido y se veían molesto.

-¡te dije que traería a toda una manada!

-¡madre santa! O.O.- y todos tuvieron que correr al ver a los gatos aproximarse corriendo hacia ellos.- ¡por mi vida que jamás vuelvo a agarrar un gato de estos!.- grito mientras huida de aquellos animales.

Después de haber corrido todo un maratón pudieron escapar de los gatos, no podían atacarlos ya que eran una especia en peligro de extinción y se les tenían prohibido atacar a uno de esos animales.

Hacia ya varias horas que el sol se había ocultado tras el horizonte. Habían ido en una misión la cual no era muy difícil pero que necesitaba a unos cuantos soldados. Se habían convencido de seguir su camino a shin makoku cuando el sol saliese nuevamente, habían encontrado un pequeño claro y habían acampado allí para pasar la noche.

Entre los soldados que había elegido se encontraba dorcas, que aun seguía siendo calvo y mantenía su jovial y firme actitud. También había elegido a thiago, un soldado que le inspiraba confianza aunque a veces solía ser demasiado bromista y se tomaba las cosas con mucha calma, tenia el cabello castaño y sus ojos eran de un color miel.

Y por ultimo estaba uno de los soldados que antes formaba parte del escuadrón de wolfram, y que este tarde o temprano volvería a organizar su escuadrón. Su nombre era Leonidas, era un soldado digno de confianza y honesto, su cabello era rubio y sus ojos eran de un color violeta oscuro.

Ariel había cortado unos troncos con los cuales habían excedido una hoguera, todos estaban reunidos alrededor de la llama y cenaban tranquilamente.

-escuche que wolfram ha vuelto, es cierto eso? Digo, es que el estaba muerto.- hablo de repente Thiago el de cabello castaño.

- pues si.- contesto el que pertenecía al escuadrón de wolfram.- no lo he visto en persona pero ya es una noticia que se sabe por todas partes, de hecho mañana harán una fiesta en honor a su regreso.-hablo mientras miraba a cada uno de los presentes.

-yo si le he visto en persona.- dijo tranquilamente Ariel, quien cenaba. Todos le miraron curiosos.

-¡¿en serio?.- cuestiono curioso y emocionado thiago.- ¿donde? ¿Cuando? ¿Como?

-ya cálmate Thiago, deja que el capitán hable.

-pues ese día me toco recibir al embajador de arden y fue a buscar a su majestad cuando lo vi, solo fueron unos segundos.- todos se miraron unos a otros.

- ¡¿y no te dio miedo? ¡Digo es como si vieras un fantasma! ¡De solo pensarlo me dan escalofríos! ¡yo tan solo lo vi un par de veces cuando era cadete y tenia un carácter terrible!.- Thiago quedo agitado después de su desesperada exclamación permaneció sin aliento. Ariel solo le miro sin expresión alguna.

- deberías alegrarte de que haya vuelto.

-e-es cierto.- dijo dorcas sin poder contener las lagrimas.- wolfram-sama ha vuelto!.- y se hecho a llorar allí mismo contagiando a los otros dos. Y así lloraron los tres siendo consolados por Ariel.

-ya…ya…¬¬U.- decía Ariel mientras trataba de consolar a sus compañeros.

oOo

El sol había comenzado a salir por la cadena montañosa, el barco en el que se encontraba yuuri y los demás iba tranquilamente. Un rubio se encontraba por las barandas del barco, miraba ensimismado el mar, este reflejaba al fulgoroso sol.

-estas bien? Te veo muy pensativo.- hablo una voz detrás de el, se giro y observo a yuuri. -buenos dias sara.- saludo.

-buenos dias yuuri…estoy bien, es solo que…es difícil creer que todo esto este pasando.- yuuri camino tranquilamente hasta su lado pero sara no se dio cuenta y observaba el mar pensativo. Después de algunos años el había podido caminar nuevamente gracias a la ayuda brindada por Yuuri, se sentía seguro a su lado y creía que ya nada lo apartaría de su lado. Pero ahora aquel molesto rubio había vuelto y aquello le molestaba en cierta parte. Seguramente haría todo lo posible para Yuuri lo dejase, suspiro largamente sin percatarse de que yuuri aun seguía a su lado. El moreno adivino sus pensamientos y poso su mano en su hombro.

-te prometí que siempre estaría contigo… así que no te preocupes.- le sonrió, y el rubio lo miro sorprendido.

-buenos días.-saludo greta mientras llegaba hasta ellos.

-buenos dias.- saludaron ambos.

-y eso?.- Yuuri señalo la cantidad de doncellas que tenia detrás de ella, Greta se giro y su rostro se desdibujo. Miro luego a Yuuri y río nerviosamente.

-me lo ha mandado marcosius.

-marcosius? Tu prometido?.- Greta asintió y suspiro largamente al tiempo en que recordaba todos los regalos mandado por su prometido. A ella no le gustaban ese tipo de regalos costosos. Miro a las jóvenes que esperaban para que entrara, ellas se encargarían de vestirla y de probarle los vestidos mas caros y lujosos de su tierra natal. Seguramente su mayordomo estaría poniendo un grito en el cielo al ver que su amo hacia semejantes cosas.

-marcosius-sama! Ha gastado una considerable cantidad de dinero.- regañaba un hombre mayor a un joven de cabellos plateados y de ojos violetas.-que acaso no sabe usted que estas cosas son muy costosas?

-mmm a decir verdad no me interesa.- hablo despreocupadamente mientras abajaba de su caballo.

-hace dos meses mando millones de flores al castillo!

-si ¿y?

-y esa tiara hecha de diamantes y piedras preciosas que le mando hace poco!

-aja…- el joven caminaba sin prestarle atención al mayor.

-el baile dedicado a ella, trajo a los mejores músicos tan solo para tocarle a ella! Zapatillas hechas de cristal! Carruseles solo para ella! ¡lo único que falta es que le haga un museólogo!

-fausto eres un genio!.- aclaro el joven con una sonrisa.- sabia que me faltaba algo mas por regalarle! Y un museólogo no es mala idea! Consigue un constructor lo mas rápido posible!.

-marcosius-sama!- el mayordomo suspiro cansadamente al darse cuenta de que había hablado de mas.

-si, algo como eso estaría pasando.- hablo para si misma al imaginar la posible reacción de ambos. Yuuri sonrió un poco ante las concurrencias de su hija. Entonces escucho un leve sollozo. Miro a Sara pero no era él el que sollozaba.

De nuevo escucho el sollozo pero nadie en el barco lloraba, fue entonces cuando en medio del barco vio a una niña hincada, con sus dos manitas se cubría el rostro. Sus ropas eran blancas y vaporosas, sus cabellos eran de un color castaño y se encontraban amarrados en dos coletas bajas.

Yuuri escucho que lloraba así que se acerco a ella. La niña se percato de su presencia y elevo su mirada. Tenía unos ojos de un color violeta y estaban llorosos.

-yuuri…heika…- murmuro llorosa la niña. yuuri retrocedió unos pasos y fue entonces cuando una mano se puso sobre su hombro y salio de su trance.

-yuuri estas bien?.- cuestiono preocupado el rubio.

-si, estoy bien.-Yuuri estaba pálido y miraba a un punto vació en medio del barco. La niña había desaparecido, un escalofrió recorrió su espina dorsal y un dolor de cabeza llego de repente.- solo estoy un poco estresado por el viaje, eso es todo. iré a descansar un poco.- hablo con una sonrisa y se dirigió hacia su habitación en aquel barco y recordó lo ultimo que había dicho la niña antes de desaparecer: "todo será destruido…"

oOo

Cecile se encontraba rebozando entusiasmo y alegría por todos sus poros. Aquellos tres dias para wolfram habían sido un infierno, una verdadera calamidad. No le tuvieron piedad y pasaba toda la mañana de pie rodeado de mujeres con cintas y telas para probarle. Su madre no paraba de ir de un lugar a otro cuando había que elegir entre un traje u otro tan solo para el final elegir ambos. Se preguntaba cuando recuperaría la movilidad de sus pies, sentía los dedos encalambrados.

Mientras estaban ocupadas arreglando algunos ajustes aprovecho para salir de ese lugar lo más pronto posible y ahora mismo se encontraba escondiéndose de su madre. Cuando escucho el trote suave de un caballo, miro hacia el frente y observo que una linda mujer de cabellos cenizos se acerco con pequeños pasos hacia donde se encontraba

- -¡oh Wolf! ¡Wolfie! Donde estas?.- llamaba cecile, wolfram se entremedio ya que había llegado muy cerca de el, por suerte estaba escondido tras un árbol pero ese escondite no le duraría mucho si ella lo viera.- oh Eries querida!.- saludo a la joven de cabellos cenizos, venia vestida con una camisa de magas cortas de color lila, unos pantalones de color marrón claro y unas botas que estaban por encima del pantalón.

Tenía el cabello de color cenizo recogido en una trenza de medio lado con pequeños rizos cayendo a los lados de sus orejas. Sus ojos eran de un hermoso color turquesa.

-buenos dias Cheri-sama.- saludo cortésmente mientras se acercaba a ella.

-cuando has llegado?

-llegue esta misma mañana.

-ya veo… por cierto no has visto a Wolf? Ese niño se me ha escapado y ahora mismo quisiera probarle un traje pero no lo encuentro.- La chica miro por el rabillo del ojo a la persona que se ocultaba tras el árbol, luego miro a Cecile y le sonrió.

-lo siento pero no le he visto, además de que no se quien es…mis disculpas.

-no te preocupes querida, ya lo conocerás, tiene un carácter bastante temperamental!.- hablo gesticulando dulzura.- bueno te dejo, disfruta del paisaje.- y se alejo buscando a wolfram, este por su parte suspiro aliviado.

-tu eres wolfram cierto?.- el rubio miro a su lado y se dio cuenta de que aquella joven estaba muy cerca de el.

-así es.- contesto no muy convencido.- y tu eres…?

- saludos su excelencia, Eries Von Mankienwicz, es un placer para mi conocerlo.- hizo una leve referencia.

- Von Mankienwicz?.- se sentía un poco confundido. La joven elevo su mirada hacia el.

-somos mazokus provenientes del otro lado del océano.- explico tranquilamente la joven.- mis antepasados nunca quisieron aliarse con otros países. Sin embargo mi padre: Erasmo Von Mankienwicz, nuevo rey de Antalia quiso establecer contacto con esta tierra y hacer una alianza con shin makoku. Y hoy hemos venido a la celebración que se estará realizando esta misma noche.- término de relatar la joven.-en mi viaje hacia shin makoku escuche muchas cosas de ti, y aun cuando no estabas aquí cheri_sama y otras personas hablaban mucho de ti, me gustaría conocerte personalmente, cabalgarías conmigo? Tengo cierta curiosidad hacia su persona?.- la invitación le sorprendió- que dice? Acepta?.- el rubio observo a la joven, realmente era hermosa. Medito por unos instantes la invitación.

-Esta bien.- respondió después de unos segundos, seria de mala educación rechazar la invitación de una dama, en especial si esta provenía de otro país. El rubio se fue a los establos en compañía de la bella dama, allí wólfram tomo a su caballo y salieron a cabalgar un rato, mientras lo hacían estuvieron platicando y a wolfram le cayo bien la chica.

-un caballo no es un animal cualquiera sino un corcel, esta hecho para correr sin límites, aprisa y ágil.- hablo gentilmente la chica, wólfram la escuchaba atentamente, era una joven muy educada y habían comenzado a platicar sobre temas triviales y no sabia como era que habían llegado al tema de los caballos.- ¡que sensación de libertad y de hermosura produce cuando cabalga sin parar, a todo dar! En su trotar muestra nobleza, valentía e hidalguía.

-estoy de acuerdo.- y fue entonces cuando una voz flotó desde la distancia.

- ¡Oh, W-o-l-f-i-e querido!.- Cecile lo había visto, los hombros de Wólfram se encogieron ´adiós paz´se dijo interiormente.

La chica al lado suyo pudo oír un suspiro que sonó como una mezcla de miseria y vergüenza. Entonces ella miro a la rubia acercarse y también suspiro, no un suspiro de derrota sino más bien uno cargado de tristeza y nostalgia. el rubio la miro.

-que envidia.- dijo en un susurro.- a mí me gustaría tener una madre.- wólfram enarco una ceja.

-Y que paso con la tuya?.

-ella dejo a mi padre hace muchos años…era un dio frió cuando mis padres me dieron a escoger con quien me quedaría ¿con mi padre o con mi madre?... Me querían dividir como si yo fuera un mueble o algún otro objeto.- relato con cierta amargura mientras veía como la rubia se acercaba a ellos.-En ese momento me pregunte si ellos no habían pensado que yo no tenia mitad, que ellos no podían dividirme… al final decidieron que lo mejor era quedarme con mi padre.

Wolfram solo escucho la historia y no la interrumpió.

-esa noche llore mucho, sentía rabia, mucha rabia. Me estaba quedando sin mis padres…ya no los iba a tener juntos sino padre por un lado y madre por otro… la rabia es como mezclar el día con la noche, la tristeza con la alegría, lo dulce con lo amargo… pero con el tiempo entendí que nada puede hacer el agua si la semilla esta muerta…sin embargo sentía aun el dolor de su separación…dicen que el tiempo cura las heridas pero eso no es cierto. Uno aprende a convivir con el dolor.

Wólfram abrió ampliamente sus ojos al escuchar aquellas últimas palabras "dicen que el tiempo cura las heridas pero eso no es cierto. Uno aprende a convivir con el dolor" aquello era muy cierto, el había aprendido a convivir con el dolor. En su vida pasada el no había tenido un padre y a veces por tal motivo sufría pero en silencio, sentía que si demostraba aquella debilidad sentirían entonces lastima por el y odiaba cuando la gente lo miraba de aquella forma lastimosa. También recordó el tiempo en el que estuvo comprometido con Yuuri, allí también había aprendido a convivir con el dolor pero tampoco demostró ese dolor por lo mismo, solamente llego a demostrar sus celos mas no el dolor de un amor no correspondido. El no decía a las personas lo que de verdad e molestaba porque hacia que le tuvieran lástima

-Oh wolfie querido, Tengo algo para ti!.- dijo ella al tiempo en que ambos jóvenes abajaban de sus caballos.

-¿En serio?- hablo no muy animado- ¿Qué?.- sus labios eran una linera delgada.

-trajes! hay muchos trajes que quiero que te la pruebes ahora!.- dijo con un tono encantador pero determinado - necesito ver si queda bien en todo tu cuerpo, te veras precioso esta noche!.- hablo en su habitual tonillo musical.

-madre.- observó el suelo incómodo.

-Oh, ¡Qué lindo! Estás avergonzado!

Wolfram suspiró. No había forma de pararla.- Bien, debemos continuar.- dijo deslizando las largas uñas rojas sobre la mejilla del chico.- hay muchas cosas que hacer.- y se lo llevo caminando tomándolo del brazo.

- nos vemos luego Eries.- se despidió la rubia.

-hasta luego cheri_sama. Hasta luego wólfram.- dijo Eries al ver que se alejaban.

oOo

El sol hace mucho que ya se había ocultado. Las estrellas adornaban hermosamente el firmamento, y muchos carruajes llegaban al castillo. Ya todos en el castillo se encontraban celebrando, los meseros pasaban de un lado otro para complacer a los invitados.

Un carruaje se estaciono frente al castillo, la puerta fue abierta y tras ella bajo una hermosa joven de porte noble ayudada por unos de los acarreadores, su cabello largo lo tenia adornado y como vestimenta llevaba puesto un vestido de seda color crema que realzaba su elegante figura.

Tras ella bajo un joven de cabellos negros seguido de un rubio, subieron unos escalones. Dos guardias estaban apostados en la puerta, con sus armas y todo.

-bienvenido su majestad.- dijeron al unisolo los guardias con voz firme y abrieron las puertas dejando entrar a los reyes. Al entrar pudieron divisar a un gran número de personas, todos conversaban y comían animadamente.

-Oh heika!.- dijo Cecile al acercarse a ellos, venia vestida con un vestido rojo.Venia caminando del brazo de Conrad. Este último estaba vestido con un traje marrón con accesorios de oro.

-buenas noche Cheri-sama. Conrad- saludo Yuuri.

-me alegra tanto que haya venido! Wolfie aun no ha abajado pero ya esta por bajar!.- sin previo aviso las trompetas sonaron, Yuuri dejo escapar un ahogado sobresalto y miro a su alrededor, fue entonces cuando noto que wólfram venia bajando las escaleras, le miro embelezado…definitivamente wólfram era una belleza hecha en shin makoku.

Wolfram por su parte abajo con pasos elegantes y armónicos, aunque hubiese preferido que no hubiese hecho una fiesta pero no podía contradecir a la rubia, esta se acerco a el. Iba vestido con un abrigo maravillosamente de color azul, con una camiseta blanca (con cuello y pantalones de bajo coste) y azul. No se veía tan lejos de su uniforme normal, pero mucho más formal.

-sabia que ese traje te quedaría perfecto!.- dijo aplaudiendo con sus manos.

-estoy de acuerdo con Cheri-sama.- comento Yuuri al llegar a su lado.

-si, te ves muy bien.-agrego Conrad. Wólfram miro a los ojos del castaño, sus profundos ojos color avellana y sintió que se perdía en ellos, Conrad le sonrió y el rubio se sonrojo

¿Qué significaba aquello? el sentirse atraído de aquella manera por Conrad.

¿Qué significaba aquello latidos tan rápido en su corazon cuando estaba cerca de el,

Cuando le miraba…

Cuando le sonreía…?

¿Qué significaba que de pronto todo se redujera a el?

- aprovechando que estamos aquí me gustaría presentarte a mi prometido.- sugirió Greta sacando al rubio de sus pensamientos. Wólfram movió su rostro hacia un lado pues vio una linda figura de cuerpo esbelto al lado de Yuuri. El rubio pensó que su hija se había convertido en una mujer muy hermosa y que por ello merecía lo mejor. Si, su hija merecía lo mejor.

Conocería a su prometido para cerciorarse personalmente que quien cuidaría de ella fuera una buena persona. La joven lo guió hasta un pequeño grupo de personas que charlaban tranquilamente.

-marcosius.- hablo la joven muy cerca de el y él joven la miro.- sabes que la fiesta es en honor a wólfram, así que quiero presentarte a mi padre.- el joven dejo la conversación y se acerco al rubio.

-wólfram el es mi prometido.- pronuncio con su suave y dulce voz mientras abajaba la mirada un tanto avergonzada y juntaba sus manos.

-saludos, soy Marcosius Sonnenfeld, es un placer para mi conocerlo.- hizo una leve reverencia.

-el placer es mío.- hablo seriamente.- me gustaría saber cuales son tus intenciones para con Greta.- directo al grano.

-para mi Greta es la persona mas importante del mundo.- hablo con gentileza mientras le sonreía.- pienso contraer nupcias con ella dentro de cuatro meses y no lo defraudare, se lo aseguro.- el chico sonaba sincero lo cual alivio al rubio, no quería que su hija se fuera con alguien que la hiciera sufrir y si ese marcosius la hacia llorar estaba seguro de que perdería el control y lo incendiaria vivo. Recordaba que Greta le había dicho que el padre del joven era el mayor mercader de pequeño shimaron y el muchacho era embajador de relaciones externas.

-es un alivio saberlo.- el joven sonrió en respuesta.

-nunca pensé que volvería a verte wólfram.- dijo una voz tremendamente familiar, el rubio miro al lado suyo.

-tío…

Greta y marcosius se alejaron dejando a ambas personas solas.

-pensé que solo eran puros cuentos lo que decían acerca de ti.- aclaro.- pero ahora que te veo en persona es imposible no creerlo.

-a mi también me da gusto verte tío.

-supe que conviviste con humanos.

-así es, ahora mismo aunque me cueste admitirlo soy uno de ellos, pero aun sigo conservando mis poderes.- Waltorana dio un elegante sorbo a su copa y lo miro.- puede que no te agrade eso, soy humano esta en tu decisión aceptarlo o no.

El mayor pareció meditar esas palabras, movió la copa sutilmente y el líquido vinotinto giro sobre su copa.

Aquella mañana fría obligaba a los presentes a usar abrigos y ropas gordas. Se encontraba en su oficina firmando algunos documentos, recargo su cuerpo en el respaldo de la silla y la pluma bailoteo en sus dedos por unos segundos. Suspiro largamente y se puso de pie. Camino hasta el balcón y desde allí se apreciaban las formas verdes y frondosas de las copas de los árboles. Miro hacia abajo y se dio cuenta de que la servidumbre parecía inquieta, muchas de ellas iban de un lado a otro. Aquello le inquieto ¿Qué estaría pasando?.

Ecos de pasos se escuchaban en el vestíbulo. La sirvienta miro hacia otro corredor con prisa pero sin dejar de caminar. Examinó las entradas abiertas. Todavía nada. Siguió su camino

-que esta pasando?.- cuestiono a la sirvienta que venia pasando aprisa por el pasillo.

-su excelencia, lo que ha pasado es que el niño wólfram se ha perdido, no lo encontramos por ningún lado.- hablo con cierta preocupación. Waltorana suspiro largamente, había ciento de lugares en los cuales wólfram se escondía, seria difícil conseguirlo.

-también lo buscare.-hablo seriamente el mayor, suspiró mientras caminaban por otro vestíbulo. Revisó cada habitación y armario con que se cruzó. ¿Dónde podría estar wólfram? Y entonces se dirigió a los establos, tomo un caballo y comenzó a buscarlo. Ya se estaba comenzando a preocupar. Busco en el pueblo pero no lo encontró, entonces recordó que wólfram le había mencionado un lago que estaba cerca de allí así que cabalgo en esa dirección y en efecto allí lo consiguió. Iba a regañarlo por su repentina fuga, había estado muy angustiado ya que wólfram estaba a su cuidado y que se fugase de esa manera no era algo aceptable pero al acercarse se percato de que el niño sollozaba en silencio y con el estaba un oso de peluche. El pequeño aun no se había dado cuenta de su presencia y comenzó a hablar en voz baja.

-si tu estas conmigo no me sentiré solo…aun si papa, ni mama, ni Conrad... ni Gwendal estén conmigo no me sentiré solo…no estaré solo.- hablo el wólfram que parecía tener la edad de un niño humano de cinco años, su voz sonaba quebrantada.

Waltorana supo entonces que el niño se sentía solo, aquello le entristecía. Hacia solo un par de semanas que se había traído a vivir a wólfram con el para encargarse de su educación. Y entonces el niño comenzó a sollozar en voz baja. Waltorana se acerco a el con pasos lentos, se arrodillo ante el. El niño se estremeció ante su presencia y no se atrevió a elevar la mirada, su tío lo había visto llorar. Había demostrado que era débil, había demostrado que no estaba preparado para ser un soldado como el quería. Sintió entonces la mano de su tío en su hombro que se posaba con gentileza, con esfuerzo elevo su mirada sin dejar de llorar del todo.

- No es muy propio de ti llorar y me rompe el corazon verte así.- hablo con gentileza.- tu siempre has mirado al frente y te esfuerzas, ese es el wólfram no?.- el niño asintió.

-no estas molesto porque este llorando?

-claro que no, esta bien llorar.- el niño sonrió en respuesta.-y aunque los demás se alejen yo siempre estere contigo, te lo prometo… vamos a comer algunas galletas junto con un vaso de leche si? .- el niño asintió y se puso de pie.

-quiero de las que tiene chispitas de chocolate!

-muy bien! Entonces vamos! Tío Waltorana también te preparara una deliciosa tarta de fresas!.-

-tu sabes cocinar tío?.- pregunto el niño maravillado.

-por supuesto! Hay muchas cosas que no conoces del tío Waltorana.

-entonces me harías un pudín de leche?

-cocinare lo que tu quieras!-y tomando la mano de niño se encamino hacia la cocina.

-aunque seas humano te seguiré queriendo como mi sobrino, es mas te daré mi apellido nuevamente…porque tu siempre serás un Von Bielefield.- afirmo con orgullo.

-tío…

Wólfram se sintió aliviado de que su tío no le rechazara por su condición. Dirigió luego su mirada hacia los invitados. Observo que Yuuri conversaba con saralegui y otros invitados, se veía algo incomodo, supuso que el moreno aun no se acostumbraba a este tipo de festividades. Junto a el estaban Conrad y Eries, al verlos juntos sintió un vuelco en el estomago.

-ya te has enterado de la relación de su majestad Yuuri no?.- el rubio asintió. Waltorana dio un elegante sorbo a su copa y prosiguió.- parece que te lo estas tomando bastante bien, pensé que cuando supieras de esto te quedarías en shock y que incendiarias todo.

-la verdad es que no he pensado mucho en eso.- contesto sin mucho interés en el asunto.

-ya veo.

Los músicos se organizaron. Como entrada el maou tenia que bailar. Gwendal y Anissina se situaron en el centro, Gwendal se inclino levemente mientras la pelirroja tomaba su parte de su vestido y se inclinaba, pronto sonó la música y ambos hicieron el baile de entrada, después de ellos tenia que entrar el invitado de honor ósea wólfram.

-me concedería el honor.-Waltorana le tendió la mano en una clara invitación de que bailase con el.

-seria un placer.- Wólfram acepto el gesto y poso su mano en la de su tio y juntos entraron al centro y comenzaron a bailar. Al cabo de unos minutos más personas se unieron al baile.

Durante la noche estuvo bailando con más invitados, ya se sentía inmensamente cansado de bailar. Decidió que ya era hora de descansar. Sintió sed y tomo una copa de vino que había traído un camarero.

-ya te has cansado?.- pregunto una voz detrás de el, con lentitud se giro.

-ah hola Eries.- hablo sin mucha emoción. La chica bestia un elegante vestido de seda azul y llevaba alhajas de oro que decoraban su cuello. En su cabeza lucia una hermosa tiara de diamantes. - ya me he cansado de este baile.

-ya veo…

Conrad los observo conversar a los lejos, con pasos lentos se acerco a ellos.

-hola wólfram.- ya había llegado hasta ellos, poso una mano en el hombro de la chica que era dueña de una amplia sonrisa.- que te ha parecido la celebración Eries?

-ha sido bastante agradable.- contesto con una sonrisa, luego el castaño miro al rubio y le sonrió.

-wólfram quiero presentarte a Eries Von Mankienwicz, mi prometida.- wólfram sintió como un balde de agua fría le había caído en la cabeza.

-t-tu prometida?.- pregunto incrédulo, no podía creer aquello.

-cuando cabalgábamos ahora te conté que mi padre quiso hacer un pacto con shin makoku.- relato con tranquilidad la bella dama.- bueno, el pacto consistía en lazos matrimoniales.- termino con una sonrisa. Wólfram se quedó en blanco al ver a su hermano compartiendo tan tranquilamente unas palabras y sonrisas con otra persona que no fuera el.

Aquello le desconcertó enormemente, dio un sorbo a su copa ¿Por qué se sentía así? ¿Por qué sentía que de repente el mundo se había parado? ¿Por qué el corazon le dolía? Era un sufrimiento que le quemaba las entrañas de una manera tan cruel. Se llevó la copa a los labios de nuevo nerviosamente. Se bebió lo que le quedaba de un trago.

-iré por otra copa.- Conrad y Eries lo miraron.

-no tomes mucho vale?.- sugirió el castaño con una de sus encantadoras sonrisas. Wólfram asintió, no iba por otra copa tan solo quería alejarse de allí, no soportaba la idea de ver a conrad con otra persona pero ¿porque?

-wólfram estas bien?.- pregunto Yuuri al acercarse a el.

-estoy bien.- contesto con dureza, a yuuri le sorprendió el tono de voz al parecer algo molestaba al rubio.

-seguro?

-¡por supuesto que si!.- estaba que lanzaba llamas por los ojos –literalmente-

El rubio lo observo molesto y prosiguió.- ¡¿que te hace pensar que este enojado?

-yo no dije que estabas enojado.- se defendió temeroso de que en cualquier momento le lanzara una bola de fuego.

-pues no estoy enojado!.- dicho esto subió las escaleras con rabia, Yuuri se pregunto interiormente si habría dicho algo malo. No quiso quedarse con la duda así que lo siguió, a lo lejos conrad había observado la escena así que también decidió seguirlos.

Yuuri entro a la habitación del rubio, observo que wólfram se encontraba observando las estrellas, lucia molesto.

-que quieres?.- hablo secamente sin girarse a verlo.

-yo solo quería saber si estabas bien.- hablo mientras se acercaba a el.

-ya te dije que estoy bien.- su expresión decía todo lo contrario, yuuri no se alejo y se quedo viendo las estrellas a su lado. El silencio reino durante unos minutos hasta que el rubio hablo.

-yuuri…quiero que me beses.

-…¡¿Qué…?

-que acaso estas sordo, dije que quiero que me beses.

-¡p-pero ¡¿porque?.- estaba totalmente alarmado ante aquella petición.

-¡solo bésame!.- ordeno y luego desvió la mirada.- hay algo que quisiera comprobar…-

el pelinegro bacilo un momento, suspiro resignado al parecer el rubio necesitaba aquello para poder saber algo.

-esta bien…

El rubio lo miro firmemente.

-entonces hazlo.- hablo firmemente, al parecer no iba a retractarse de sus palabras.

"¡Un beso...!" pensó asustado el pelinegro, si bien había soñado tantas veces con ese momento y ahora estaba a punto de suceder. Se imagino como seria y al hacerlo, su piel se le puso de gallina y su corazón aumento a tres mil pulsaciones por minuto. El rubio cerró sus ojos esperando a que este se acercara. A Yuuri las piernas le temblaron, aun dudoso se acerco a los labios sonrosados del rubio y al mirarlos los nervios desaparecieron y le entro unas enormes ganas de querer probar aquello labios.

Y fue entonces cuando los rozo, fue una sensación maravillosa, jamás había experimentado semejante cosas.

oOo

Conrad había subido las escaleras y se había dedicado a buscar a su ahijado y al rubio pero no los encontraba, hasta que llego a la habitación del rubio. La puerta se encontraba un poco abierta, quiso entrar pero entonces escucho voces y vio por requiso de la puerta y al hacerlo sus ojos se abrieron ampliamente. Y entonces retrocedió un par de pasos…

Wólfram estaba siendo besado por yuuri. Cerró la puerta cuidadosamente y se alejo de allí, la tristeza gobernó en su corazon que había sido torturado al presenciar aquella escena. Wólfram amaba a otra persona y esa persona le correspondía.

Abajo las escaleras con la mirada perdida.

-estas bien conrad?.- cuestiono Eries al verlo pensativo.

-si estoy bien, no te preocupes.- sonrió para ocultar el dolor que estaba haciendo pedazos su corazon.

oOo

Algo era extraño en la sensación de recibir un beso por parte de Yuuri, no sentía nada ante aquello. Trato de separarse de yuuri pero este se lo impedía.

-y-yuuri…detente.- yuuri había tomado las muñecas del rubio y las tenia aprisionada impidiendo que este pudiera hacer algo para detenerle y lo había arrinconado a la pared.- por favor...d-detente.- wólfram forcejo pero al parecer Yuuri tenia mas fuerzas. el pelinegro no quería detenerse, sentía sed de mas…quería mas.

No escuchaba las palabras de wólfram que le pedían que se detuviera, lo callo besándolo ferozmente y descendió por su cuello, besando cada longitud de este. Aspirando el suave aroma que desprendía el rubio. Era un aroma embriagador, una presencia enloquecedora.

Wólfram sentía que yuuri iba a hacer algo que el no deseaba, quería que se detuviera pero no escuchaba nada de lo que le decía. Cerró sus ojos fuertemente, yuuri había comenzado a abrir su chaqueta, no quería ser cociente de lo que estaba punto de suceder. Trato de pensar en otra cosa y entonces a su mente vino la imagen de conrad… si conrad fuese el que lo estuviera besando…

Yuuri lo besaba como hacía tiempo había soñado. Y después de un tiempo sintió que wólfram también le estaba correspondiendo. Le soltó las muñecas y beso sus labios que quedaron completamente rojos por la intensidad con la que había sido besados. Siguió desabrochando su chaqueta y abajo un poco y beso su torso, saboreo su piel. El rubio emitió un quejido de placer.

-ahhh c-conrad.- aquello lo devolvió a la realidad, se separo de el y lo miro horrorizado.

-me dijiste…conrad.- dijo en un tono apenas audible, wólfram se dio cuenta entonces de lo que acababa decir, abajo su vista y no dijo nada, entendió entonces que a quien amaba realmente era a conrad y no a yuuri

Wólfram se acomodo la ropa y elevo la mirada, yuuri tenía la mirada gacha llena de dolor y tristeza.

-no dirás nada?.- hablo de repente el rubio.

-no se que decir.- desvió su mirada. El silencio se volvió cada vez más pesado.

Wólfram camino hacia el balcón y poso sus manos en el borde de la baranda para permitir sostenerle, sus cabellos rubios se mecían por el continuo movimiento del viento. La expresión de wólfram era serena y tranquila, sentía un gran cariño por yuuri pero solo amistad… aparentemente alguien había comenzado a ocupar su corazon.

Yuuri se acerco a el y después de unos segundos hablo.

-que dichoso es.- susurro con tristeza.- aquel que es amado por ti.

-yuuri…

-esta bien wólfram.- le sonrió.- te dije que cuando esa persona especial apareciera yo quería ser el primero en saberlo.- hablo mientras miraba las estrellas.- aunque nunca me imagine que seria en tales circunstancia jeje.- el rubio se sonrojo y desvió su mirada.- el amor es hermoso pero…terrible cuando no es correspondido.- wólfram miro las estrellas.- aunque ames a conrad el ahora mismo esta comprometido…

A Wólfram le dolió esa aclaración, tenia claro que conrad jamás le correspondería, pero aun así le amaba. Aquello iba mucho más lejos que cualquier relación fraternal. Era el ser más estúpido del planeta al dejar que eso acabase sucediendo. Pero no podía dejar de amarlo.

- Oh wolfie aquí estas!.- Cecile entro a la habitación.- te he buscado, eres el invitado de honor que haces aquí. Vamos a bajar. Oh usted también venga heika!.- y así Cecile los llevo nuevamente a la celebración.

Wolfram sintió que su corazón se encogía al descubrir a conrad hablando con su prometida. Conrad lo miro y ambos mantuvieron la mirada, una mirada que iba mas allá de emociones y sentimientos pero que ninguno de los pudo descifrar el contenido de aquella mirada.

"el esta comprometido… nunca podrá corresponderme" pensó con impotencia y tristeza. Wolfram rompió el contacto visual y miro a yuuri quien lo estaba invitando a bailar, acepto el gesto y se alejo de allí bajo la atenta mirada de conrad.

"es de otro no de mi" pensó el castaño y comenzó a sentir una sensación de impotencia. Apretó fuertemente sus puños.

Lo perdería… siempre lo había lo había sabido pero…

¿Cómo iba a perderlo si nunca lo tuvo?

oOo

Ya era de madrugada, los invitados se habían ido pero algunos se habían quedado. Wolfram Von Bielefield se encontraba en su habitación, estaba sentado en el borde de la cama. Por mas que quería no podía dormir. Se puso de pie y se encaminó hacia el ventanal que presidía el muro más cercano. Las cortinas estaban descorridas y la luna entraba por la ventana iluminando la estancia. Se apoyó en la pared sobre un hombro, taciturno y pensativo.

-porque dudas tanto de si ir o no a su habitación?.- hablo una voz en la oscuridad. Wolfram supo reconocer a quien pertenecía. Entrecerró sus ojos.

-podrías dejar de leer mis pensamientos.- hablo irritado.- necesito privacidad rose.

-yo no leo tus pensamientos, simplemente puedo escuchar lo que piensas.- el silencio se hizo presente.

Rose era aquella chica que había pasado con el la mayor parte de su infancia, aquella que se había hecho pasar por otra persona tan solo para vigilar sus pasos. Su cabello rojizo llegaba hasta su cintura y sus ojos del mismo color eran penetrantes y agudos como el de un águila, te hacían decir solo la verdad.

- ya deja de dudar.- hablo mientras miraba hacia fuera.- No creo que el se haya dado cuenta de que estas enamorado de el y si lo supiera no te recriminaría o si?.- el rubio medito esas palabras, y se dio cuenta de que era cierto. Conrad no era ese tipo de persona. Suspiro largamente. Se incorporo y comenzó a caminar lentamente hacia la puerta.

-a donde vas?.- cuestiono divertida.

-no dices que escuchas mis pensamientos, entonces adivina a donde voy.- hablo goteando sarcasmo y salio de la habitación ante la mirada divertida de rose.

Conrad por su parte daba vueltas en su cama, no podía dormir. Aquella imagen de Wolfram y Yuuri besándose había quedado gravada en su mente y lo atormentaba. La puerta de la habitación se abrió con un leve chirrido y conrad supo que se trataba de Wolfram.

Destapo una parte de su cama haciendo una clara invitación, el rubio subió lentamente y se acurruco junto a el. Durante aquellos tres días Wolfram había ido a su habitación así que ya no le extrañaba que se viniera. Pero hubo algo que si le extraño: Wolfram le había metido la mano por debajo de la camisa y estaba haciendo pequeños círculos sobre su pecho.

Trago saliva en un acto nervioso.

-no hagas eso.- hablo tratando de ocultar su nerviosismo, tomo las manos del rubio y las saco de allí.

-porque?.- hablo neutro.

-porque no quiero que hagas eso.- el rubio se sentó y lo miro serio y luego ensancho una sonrisa traviesa.

-prefieres que haga esto.- casi al instante conrad sintió que wolfram lo besaba, abrió los ojos ampliamente. Sentía cada caricia y empezó a corresponder.

Sus ojos se abrieron de golpe y se apartó. Fue entonces cuando se dio cuenta de que estaba en la parte superior del rubio con una pierna entre las suyas. Se quedó mirando con horror los hermosos ojos verdes de wolfram.

-porque te detienes?.- pregunto confuso

- wolfram esto…esto no esta bien.

- no quieres hacerlo conmigo?

- no es eso, es que…es que no podemos, no estaría bien.- Intentó levantarse, pero sintió como Wolfram lo envolvía en sus brazos impidiéndole levantarse.- Wolfram suéltame.

- ¡no!... yo…te amo, quiero estar contigo.- conrad miro sus profundos ojos verdes y sin pensarlo lo beso. Sentía como su conciencia se iba perdiendo con cada caricia. Se besaron como si no hubiera mañana, ambos no paraban de besarse y acariciarse, realmente era algo que ambos deseaban.

El rubio con sus manos acariciaba por bajo la camisa del castaño…aquella espalda tan fuerte y ancha…clavando a veces sus uñas al sentir las intensas caricias de su acompañante y luego accedió a desabróchale la camisa. Conrad suspiro al sentir sus manos recorrer su torso.

Conrad empezó a acariciar su cuerpo por encima de la ropa pero luego introdujo su mano bajo el camisón y acaricio el muslo, la piel desnuda, hasta llegar a una de sus caderas, allí comenzó a bajar la ropa interior del rubio, la deslizo lentamente por sus piernas sin dejarlo de besar. Quito aquella prenda tan sugerente y sonrió complacido. Luego accedió a quitarle el camisón rosa.

Miró detenidamente su torso desnudo, y con las yemas de sus dedos comenzó dibujar algo no visible, quizás escribiendo una palabra. El castaño miro el rostro de Wolfram, sus mejillas estaban hermosamente sonrojadas y sus parpados estaban completamente caídos, seguramente para sólo atenerse a sentir. Rápidamente se despojo de su pantalón y comenzó a prepararlo para lo que venia. Introdujo primero un dedo y luego dos.

Iba a comenzar a penetrarlo pero se vio obligado a desistir de aquella idea, eso no estaría bien… y fue entonces cuando lo miro a los ojos, vio en su mirada algo que le pedía que se quedara, que continuase... y entonces lo envistió con fuerza.

Empezó a entrar y salir lentamente hasta que Wolfram se acostumbrase al dolor y la plenitud.

Cuando noto que wolfram se había acostumbrado al dolor comenzó a entrar y salir aun ritmo mas acelerado. La cama crujía debajo de ellos.

- ahhh…ahhh c-conrad…ahhh…ahhh.-Wolfram gemía descontroladamente mientras cerraba sus ojos disfrutando de aquella sensación.- ahhh…c-conrad…c-conrad…conrad.- el nombre se escucho a larga distancia y fue entonces cuando un grito lo asusto.- ¡CONRAD!.- abrió de repente sus ojos, el sudor corría por su frente, miro a su alrededor y observo a wolfram de pie junto a la cama pero ahora estaba vestido con su camisón rosa.

-Wólfram…?-pregunto confuso, se paso la mano por la frente al darse cuenta de que solo había sido un sueño. Se tapo la cara con ambas manso al tiempo en que se dejaba caer en la cama, suspiro largamente y entonces una pregunta lo desconcertó.

-con quien estabas soñando?.- sonó mas bien como una orden. Un flequillo cubría los ojos del rubio y entonces elevo su mirada. Conrad pudo ver, ira, dolor y tristeza mezclado. Se pregunto interiormente si habría dicho el nombre de Wolfram en sus sueños, lo observo aun recostado sobre su cama, no entendía porque le pedía esa explicación

-estabas soñando con ella verdad!.- esta vez hablo enojado.

-con...ella…?.- se sentía confundido. No sabia de que estaba hablando. Y entonces wolfram dirigió su mirada hacia la parte de sus piernas, el también miro hacia allí y se dio cuenta de que cierta parte de su cuerpo se había despertado ante el erótico sueño. Se sentó apresuradamente mientras tapaba su miembro que se encontraba erecto. Sentía la vergüenza en sus mejillas.- estabas soñando con Eries verdad? ¡eres un pervertido!.- le dio un almohadazo y salio corriendo de la habitación.

-estupido conrad!...es un idiota!...el idiota mas idiota de todos los idiotas! Maldita sea!...maldita sea!...¡maldita sea!- entro molesto a la habitación y cerro la puerta de un solo portazo.-¡¿y tu que haces todavía aquí?.- le pregunto airado a la pelirroja, quien estaba observando a la luna. Ella al verlo entrar en aquel estado enarco una ceja.

-pareces molesto.- dijo con simplicidad.

-valla! Hasta ahora te das cuenta!.- hablo goteando sarcasmo.

-parece que el niño si esta molesto.- dijo otra voz.

-Asdrúbal si no cuidas tus palabras vas a salir rostizado de aquí.- el joven Asdrúbal era uno de sus compañeros. Su cabello plateado se mecía la compás del viento que ligeramente entraba a la habitación. Era alguien que siempre estaba bromeando y se tomaba las cosas sin mucha importancia como si todo fuera un divertido juego, además de que era el más infantil de sus compañeros. Su cara en estos momentos mostraba curiosidad y asombro.

-y ese quien? Sabes que? ¡no me importa! Ahora váyanse de mi habitación que quiero dormir!.- se metió en el lecho y se arropo con furia.

-uy pero que carácter ¬¬.- murmuro bajito el peliplateado.

-que no oyeron! Lárguense que no estoy de humor!.- iba a lanzarles una almohada a las dos figuras que estaban en su habitación pero estas ya no se encontraban.

Mientras conrad en su habitación suspiraba largamente, tenia los brazos tendidos a cada lado de su cama como si no tuvieran vida mientras miraba fijamente el techo, sinceramente el admitía que no era la primera vez que tenia esa clase de sueños con Wolfram.

-no me sorprende este sueño.- dijo para si descaradamente mientras cerraba sus ojos y pensaba en lo placentero que había sido tocarlo.

 

Notas finales:

Eso ha sido todo por hoy. Disculpen por abusar de su paciencia para leer u.u pero como dije anteriormente este capitulo era doble, por tal razón salio tan largo. Es que no quería dividirlo y lo subí los dos de una vez. Espero que no se hayan aburrido de la lectura, trate de acortarlo lo más que pude, es que cuando empiezo a escribir ya no puedo parar jeje n_nU pero tratare de que de ahora en adelante no me salgan tan largo los capítulos.

En el próximo capitulo pasara algo interesante entre conrad y Wolf, digamos que su relación avanzara un poco ¿Cómo lo harán? En el próximo capitulo lo descubrirán (valla O.ó eso rimo no? Jajajaja)

Bien ustedes ya dirán ¡pero pónganle un tirro en la boca a esa autora, habla demasiado! Así que me voy antes de que me corran jeje n_n

Gracias por leer


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