Boys Love
Capítulo II
La música resonaba suave en sus oídos y los peces flotaban libremente como si el acuario se tratase del mar. Akiharu a veces chocaba su mirada con la del modelo, pero no podía descifrar lo que esto quería decir. Unos minutos después llego el mesero, puso la comida sobre la mesa y haciendo una reverencia se alejó de la pareja, comieron unos momentos en silencio.
-¿Alquilas ese taller? –preguntó el periodista mirando al modelo tomar un sorbo de su zumo
.-Lo hace la agencia –
-Ya veo. ¿Normalmente duermes ahí?- siguió con sus preguntas. El modelo solo se cruzó de piernas
- Algunas veces- respondió después de acomodarse.- Normalmente me quedo en hoteles… o en casa de algún amigo.- Se terminó de acomodar antes de respirar sonoramente.- Me acuesto con cualquiera.-
Akiharu tomo la copa de vino en sus manos, aún con su vista fija- Llevas una vida muy liberal. ¿Faltas mucho a la escuela?-el modelo se cruzó de brazos y lo miró fastidiado.
-¿Esto que es? – Suspiró - No me sermonee.-
-No te sermoneo. Pero aún eres estudiante por lo menos acaba el instituto.- El modelo se removió molesto, Akiharu dejo su copa en la mesa recordando una duda que le asaltó.
-Por cierto… con respecto a ese dibujo…-
-¿El dibujo?-
-Aquel el del chico y el mar- del dijo para refrescarle la memoria al modelo que endureció su mirada.
-No está a la venta- soltó evidentemente molesto.
Una pequeña sonrisa se asomó por los labios del periodista.
-No me malinterpretes. Me preguntaba si se trataba del Cabo de Misaki.- El modelo desvió la mirada.- Yo soy de Misaki, me apetecía preguntar. ¿Has estado allí alguna vez? – termino de preguntar emocionado, esperando que la respuesta fuera una positiva.
-¡No es asunto tuyo!- se molestó de nuevo con el periodista que tenía un rostro de decepción por sus palabras, salió de su posición de descanso para sentarse mejor en la silla - ¡No me preguntes acerca de ese cuadro!- trato de ser suave al decir lo ultimo.
-Entendido- se movió ligeramente de su asiento entendiendo el mensaje- ¿Sales con alguien? – trató de seguir con las rondas de preguntas mientras volvía a tomar su copa de vino para tomar un trago. Ambos se volvieron a acomodar en su asiento. El modelo le dedico aquella mirada sin significado al periodista.
- Pues no.- ladeó su cabeza.
-¿Por qué no?- su copa estaba a centímetros de su boca y volvió a tomar otro trago. La música envolvía el ambiente.
-Sabes… eres bastante atractivo.- vio al periodista casi ahogarse con el líquido que estaba bebiendo tratando de reírse, cambio su posición en el asiento - ¿Por qué se ríe?-
-Es lo último que esperaba escuchar.- dijo divertido – En serio.- volvió a tomar otro sorbo de vino.
- Debes tener mucho éxito-
-La verdad es que no. No soy como tú…- el modelo soltó una especie de risa.
-Ahora no estoy de moda.- Akiharu asintió.
- Yo soy una persona normal, tú eres un modelo profesional.- Concluyó – Un momento, voy al baño.- se levantó de la mesa para caminar.
-Tsukiyama-san – detuvo sus pasos al sentir como el modelo lo llamaba, se dio vuelta para mirarlo unos segundos hasta encontrar de nuevo aquella extraña mirada. – No, no es nada- dijo el moldeo tranquilamente, entonces siguió su camino.
Cuando cruzó la puerta del baño se detuvo unos segundos, soltó algunos suspiros y se trataba de calmar, había tenido mucha paciencia con el modelo pero su mirada, sus gestos y palabras lo colocaban en un estado que poco podía entender. A pasos lentos se dirigió hasta el lavabo, apoyó sus manos en él y miro su rostro en el espejo, volvió a suspirar pesadamente y se quedó así unos cuantos minutos antes de bajar su rostro. Al levantarlo de nuevo y fijar su vista en el espejo pudo ver al modelo recargado en la pared, este lo miraba fijamente… aquella mirada se hacía presente.
-¿También tenías que venir?- los labios del modelo se curvaron ligeramente en una especie de sonrisa - ¿Qué pasa? – sus ojos sujetaron su mirada unos cuantos segundos esperando una respuesta que no pensaba llegar. Akiharu se alejó de su vista para en caminarse a los urinarios bajo la atenta mirada del modelo, quien se quedó quieto en su lugar, ignorando eso el periodista se dispuso a desabrocharse la cremallera de su pantalón cuando sintió unas manos ajenas tocar las suyas.
Dio vuelta su rostro alarmado para encontrarse con la fija mirada del modelo.
-¡Oye!, ¿Qué estás haciendo? – el modelo sólo curvó más sus labios, a lo lejos se escucharon risas de personas que estaban entrando, Akiharu sólo sintió que era jalado hacia uno de los cubículos que ahí se encontraban, una vez adentro se apresuró por cerrar con pestillo.
Las voces de los hombres que habían entrado se escuchaban por todo el lugar. Poco se escuchaban los quejidos de una de los que estaban encerrados en el lugar, se escuchó el sonido del agua de los baños correr y el modelo salió dejando a un aturdido periodista en posición incómoda.
Cuando terminó de arreglarse, salió en dirección a la mesa donde había estado momentos antes, su acompañante se había retirado del lugar sin despedirse. Aún recordando su cara, pagó la cuenta de todo lo que habían consumido y se fue del lugar.
Poco sabía de sentir en esos momentos, la confusión lo atacaba constantemente y cada paso para llegar a su departamento se le hacía eterno. Una vez que llego, sólo se desvistió, se colocó una playera y se recostó en su cama esperando que el sueño llegara.
Se podía apreciar un lindo amanecer y aún no podía conciliar el sueño. Seguía acostado sobre su cama sus manos descansaban en cada uno de sus costados y su mente era asaltada por imágenes que sólo conseguían perturbarlo.
Nunca supo como llegó hasta el baño, pero cuando fue conciente el agua ya recorría su rostro y cabello, sus ojos estaban fuertemente cerrados y trataba de tener su mente en blanco pero las imágenes llegaban a su mente una y otra vez.
El modelo lo había encerrado en el baño mientras el periodista forcejaba con él para que soltara su agarre firme, tenía los pantalones de su traje abajo y eso lo colocaba en una situación difícil. Se alarmó cuando vio el rostro del modelo acercarse peligrosamente a su miembro, se movió más fuertemente pero sus intentos eran detenidos por las sensaciones que llegaban de golpe en ese momento.
Acercó su mano al pene del periodista y comenzó a masturbarlo, mientras que la otra la posaba en su estómago y hacía presión para que este no se le escapara, podía escuchar los quejidos y las negaciones de este pero nada lo detendría para conseguir lo que quería.
“-¡No!, ¡Oye!, ¡Basta!, ¡Detente!- traba de articular Akiharu nerviosamente mientras cerraba los ojos fuertemente y sentía su piel enrojecer, lo que nunca supo es si fue debido a las caricias que estaba recibiendo o al forcejeo que había entre los dos cuerpos. Miro al modelo que estaba de rodillas con su rostro al frente de su entrepierna mientras lo miraba a su vez lujurioso y deseoso.
-No tengas miedo…- su sonrisa le causo escalofríos pero sus quejidos aumentaron cuando sintió aquella boca rodear su sexo para dar una fuerte succión antes de comenzar el movimiento. Subía y bajaba por toda su largo lentamente, disfrutando el sabor del periodista mientras este sólo se contenía en soltar pequeños gemidos. Sacó el miembro que estaba ocupando su boca y bajo su vista hacia este, dio un pequeño beso en la punta para limpiar un poco el líquido viscoso que se escapaba, luego saboreó sus labios antes de seguir repartiendo aquellos besos mojados por toda la extensión.
Akiharu se sujetaba fuertemente de la pared o de la taza del baño, apretaba con fuerza sus dientes para no dejar escapar sonido alguno y su cabeza se golpeaba con la pared cuando intentaba zafarse del contacto que mantenían pero sus piernas temblaban ligeramente y eso le impedía moverse más allá del estrecho espacio en el cual estaban encerrados. Sintió los besos en su pene y la lengua gustosa del modelo lamer cada rincón de este para después volver a devorar su ‘presa’, sintió también su boca húmeda y tibia encerrarse en él y por un momento perdió la noción del lugar en donde se encontraban.
Succionó con fuerza, mientras apuraba los movimientos de su cabeza y boca para hacer que el pobre periodista se viniera en su boca. Después de unas cuantas lamidas sintió el semen tibio salir el cual saboreó y trago gustoso, escucho el sonido del agua correr al mismo tiempo en que se corría en su boca. Lo miró a sus ojos y le dedico una sonrisa que denotaba su satisfacción completa después se dio el trabajo de volver a meter todo en su lugar para cerrar la cremallera y abrochar el botón del pantalón de Akiharu, se levantó y salió del baño.”
Todo aún estaba confuso en la mente de él. Terminó de ducharse y salio a pasos lentos, su cuerpo tenía vida propia y mientras repasaba su cuerpo con la toalla para secarlo en su mente sólo estaba aquel modelo de cabellos castaños y mirada traviesa que había abusado de él en un baño público. Se puso unos boxers y se acercó al espejo de cuerpo completo que se encontraba en su habitación, se observó unos cuantos minutos y lo notó, algo en su mirada había cambiado.
Terminó de ponerse su traje y sin comer algo, partió hacia su trabajo. Caminaba distraídamente, la gente a su alrededor era ignorada por su mente. Su cabello rubio se movía al compás de una pequeña brisa a la espera de que el semáforo cambiara de luz para poder cruzar la gran avenida.
-¡Oye Tsukiyama! – un grito lo sacó de sus pensamientos, al girar su rostro lo primero que vio es que ya se encontraba en su oficina, lo segundo fue a su jefe al lado suyo sonriéndole.- ¿Qué tal la entrevista?-
-¿Eh? – exclamo sorprendido.
- El artículo sobre Kobayashi Takuya- replicó
-Estoy… estoy en ello.- respondió titubeando. Su jefe se sentó en la silla que estaba al lado de la suya.
- Es un irrespetuoso, ¿verdad? – Akiharu sólo soltó un pequeño suspiro.
-Eh, pero es joven todavía.-
-En cada entrevista da una imagen diferente. Pero su insolencia saca de quicio a todos. Le va bien pero parece no tener ambición, es un desagradecido.- el periodista solo lo miró asintiendo mientras su jefe apoyaba la cabeza en una de sus manos para observar la imagen que Akiharu tenía de Takuya en el monitor de su portátil junto a sus ilustraciones, tragó duro mientras las imágenes de lo que había pasado volvían una y otra vez sin dejarlo tranquilo.
~*~
El silencio que reinaba en cada rincón de la gran escuela, estaba totalmente justificado. Todas las aulas estaban en clases. En un aula la voz de un profesor inundaba cada rincón, estaba hablando de historia mientras sus alumnos le ponían la debida atención.
Un alumno se atrevió a mirar hacia atrás, a la fila que estaba a un lado de él… específicamente el último asiento, el cual observó detenidamente.
-Profesor- trató de llamar la atención de la única persona que en esos momentos hablaba.
-¿Qué pasa? – se interrumpió uno segundos para mirar al alumno.
-¿Puedo ir a la enfermería? –
-¿Estás enfermo? – preguntó el profesor por curiosidad.
-No me encuentro bien.- dijo convencido.
- Claro. Adelante.- Se dio media vuelta para seguir con la lección del día.
Caminó con paso lento hasta llegar a la puerta y salir por ella, cuando se vio seguro comenzó a correr por las escaleras hasta llegar a la azotea central. El viento dio de lleno en su rostro apenas abrió la puerta de entrada, siguió avanzando hasta encontrar a la persona que andaba buscando desde que llego a la escuela.
-Sabía que estarías aquí- le dijo emocionado y feliz mientras avanzaba hacia él. No espero respuesta y se sentó aún lado dando un gran respiro. –Faltas demasiado a clase. ¿No quieres ir a la universidad?- miró el rostro de Takuya, el cual estaba sentado en el suelo mientras tenia su espalda apoyada en uno de los pilares del aire acondicionado y observó su cabello mecerse con el viento.
-Tú también te estas saltando la clase – respondió con los ojos cerrado y su voz calmada.
-no tendré problemas, soy listo – Takuya soltó una carcajada
-Pues entonces yo tampoco. Tú me enseñaras. ¿De acuerdo?- sintió a su amigo reír con el comentario.
- ¿Qué tal te fue en esa entrevista sobre tus obras?, ¿Te fue bien? –
-¿Mmm.....?, lo de siempre- su voz sonaba algo cansada. –Ya sabes como son.- terminó de decir molesto antes de levantarse. Comenzó a caminar mientras se sacudía el polvo en dirección a la salida bajo la atenta mirada de su amigo
- ¿A dónde vas? – sus manos se apoyaron en sus rodillas.
-Voy a trabajar- replicó poniendo sus manos en los bolsillos de su pantalón antes de seguir caminando hacia su destino. Su amigo lo observó alejarse antes de poner su vista al frente y torcer la boca en forma molesta.
"No cabe duda que el amor existe en este mundo. Lo que me preocupa es como expresarlo." (Osamu Dazai)
Las calles en la ciudad estaban llenas de vehículos y gente caminando, aún era temprano y el día se había vuelto frío. Era un bien clima para estar en la oficina alejado de tanto ajetreo y ruido, así que aprovechaba de revisar páginas en su computador personal y ofertas para sus modelos de la famosa agencia ‘Macchiato Dulce’ , estaba concentrado que el sonido de su móvil sonar, lo asustó. Revisó el número en la pantalla antes de contestar.
-¿Diga? ¿Eres tú, Takuya?- escucho la respuesta afirmativa del otro lado - ¿Qué pasa?-
-¿Te acuerdas de esa entrevista para ‘Splash’?- el modelo se encontraba hablando en los pasillos de su escuela, estaba apoyado en una pared lejana.
- Si. ¿Y qué? ¿Algún problema?- después de decir eso se levanto de su escritorio para alejarse y escucharlo mejor.
-Ese periodista… era un idiota- dijo acentuando el tomo de su voz molesto. – Me ha tratado a mí y a mis obras con un aire de superioridad.- Mintió.
- Eso no está bien – el agente se apoyo en una mesa cercana.- Me pondré en contacto con ellos enseguida.- dijo después de suspirar.
- No hace falta.- Interrumpió – Dile que venga a disculparse.-
-¿A qué te refieres?-
-Quiero que me pida perdón a la cara – se removió apoyándose aún más en la pared.
-¿Mmm? ¿Estás seguro? – el agente dudó de las palabras del modelo. A lo que este respondió afirmativamente antes de colgar.
Por su parte el castaño modelo cerraba su móvil antes de guardarlo en su bolsillo y dejar sus manos en ellos. Sonrió perversamente para después morderse el labio, en sus ojos un brillo extraño apareció, mientras terminaba de hacer planes para cuando el periodista llegar a pedirle perdón por su supuesta insolencia.
Akiharu estaba redactando un artículo antes de ser publicado, concentrado en cada detalle de redacción eso lo ayudaba a distraer sus pensamientos del caprichoso modelo que había conocido el día anterior. A lo lejos escuchó el teléfono sonar.
-¿Diga?, Un momento por favor… Tsukiyama-san – levantó su rostro para mirar a una de sus colegas en el escritorio de al frente.- Le llama el señor Nagata de Macchiato Dulce-
-¿Eh? ¿Es para mi?- preguntó dudoso.
-¡Si!- respondió la mujer.
Se sintió un poco confuso y las imágenes volvían a su mente, pensó que después del aquel ‘incidente’ no volvería a saber más de Takuya y mientras se apresuraba a contestar los nervios se apoderaron de él.
- ¿Si? Soy Tsukiyama- escuchó la voz del hombre un poco molesto.
-¿Usted fue el que entrevisto al modelo el día anterior verdad?-
-Si, soy yo – Sus se abrieron con sorpresa y palideció mientras escuchaba al hombre hablar -¿Eh? ¿Podría concretar un poco? – siguió escuchando su voz y su mente más se confundía, sentía una mezcla de enfado y molestia- Bueno, lo siento.- a la vez era observado por su jefe quien miraba cada una de sus expresiones preocupado a pesar de que estaba escuchando a otro de sus periodistas hablar.- Comprendo – dijo asintiendo. – De acuerdo, esta noche- luego de una despedida algo tosca.
- Tsukiyama. ¿Qué pasa?- preguntó su jefe apenas colgó el teléfono.
-No, no es nada- trató de sonar seguro antes de seguir retomando su trabajo. Siguió con su redacción pero cada cierto tiempo las palabras del agente del modelo se venían a su mente y miles de preguntas se juntaban a la vez haciendo que se distrajera de todo lo que le rodeaba.
¿Por qué mintió? ¿Para qué quería verlo?, aquellas no desaparecieron de su mente, llegó de improvisto la hora de salida, ordeno sus cosas lentamente y su nerviosismo aumentaba a cada minuto que pasaba.
Caminó hasta llegar a un chocolatería, apenas entró un olor a cacao dulce inundó sus narices, miró unas cuantas cajas y decidió llevarse una rectangular que contenía bombones, pensaba llevárselas al modelo castaño y hablar seriamente con él, en su mente se formulaban las mil y una formas en que le diría que el no era el juguete de un mocoso caprichoso.
Siguió en dirección hacia el taller del famoso, la noche reinaba por la ciudad y esta aumentaba su belleza, haciendo uno de los espectáculos más lindos que podían ver sus ojos. No tardó mucho en llegar, cruzó la puerta principal y entró en el ascensor con pesadez.
Llegó al piso indicado y cuando salió del ascensor su vista se detuvo en uno de los lugares donde se posaba el apellido Kobayashi, su vista oscureció. Levantó su mano temblorosa hasta alcanzar el timbre del lugar el cual presionó después de unos segundos, este se escuchó por todo el pasillo. Esperó unos cuantos segundos, extrañado de que nadie le abriera, y volvió a tocar.
La puerta se abrió hacia fuera asustando al periodista y la imagen de Takuya apareció ante sus ojos. Estaba en el filo de la puerta y tenía una sonrisa boba en sus labios.
-Llegas tarde Tsukiyama-san.- le dijo en un tono que lo llevó descifrar que el modelo había estado tomando, una carcajada se asomó- No te quedes ahí. Pasa- se hizo aún lado para dejar que el periodista entrara. Lo siguió hasta donde estaba la mesa de estar, la luz se hizo presente y examinó el cuerpo del modelo: estaba notoriamente desnudo sólo lo cubría una sabana blanca que llevaba en forma de toga romana, dejando uno de sus hombros descubierto su piel estaba de un color rojizo y caminaba de mala forma.
Takuya camino hacia la punta de la mesa donde habían dos botellas de licor su rostro giró hasta encontrarse con el de Akiharu, su sonrisa boba apareció por arte de magia al mismo tiempo que tomaba una de las botellas para acercarla a sus labios para beber su contenido y tambalearse. Caminó con pasos inseguros hasta acercarse de nuevo al periodista y estiro su brazo con la botella.
-¿Quieres un trago?- Akiharu vio como la mirada de Takuya se ponía más intensa. Tomó la botella en sus manos y miró su cara.
-No bebas. Eres menor de edad.- le dijo de forma reprobatoria poco después una risa burlona y cínica se dejó escuchar por todo el apartamento. Desvió su vista molesto hacia un lado, más sus ojos se abrieron con sorpresa al ver una persona extra en la que era la habitación del modelo, su boca se abrió de la impresión y sus nervios aumentaron, su quijada tembló por querer decir algo, aquella persona le daba la espalda y estaba subiendo sus boxers despreocupadamente.
El regalo que llevaba calló pesadamente por la sala de estar. Su corazón latía rápidamente y su mente ya era el mismo caos presente, poco entendía que era lo que estaba pasando ahí y por que él tenía que estar presenciando aquello.
Takuya se apoyó en el marco de la puerta de su habitación, miró al periodista antes de voltear la mirada y ver al hombre que ahí se estaba terminando de vestir.
-Ahora, largo.- Habló con autoridad, aquella persona lo miró sonriente antes de acercarse a él.
-No. No seas malo, Takuya.- acercó una de sus manos al pecho del modelo y este la tomó a medio camino para alejarla y empujarlo despectivamente, su vista seguía fija en su habitación y no la cruzaba con la del periodista que aún se sentía ajeno a todo.
El extraño hombre miró de pies a cabeza a Akiharu sin sorpresa alguna.
-No te había visto antes por aquí- el periodista lo miro de reojo aun con la botella en sus manos.
-¡Que te vayas!- gritó Takuya para empujar de nuevo el cuerpo del hombre. Este se alejó pero mirando aún sorprendido Akiharu se acercó al modelo.
-Esta bien – Susurró. –el dorso de su mano chocó con su pecho semidesnudo. –Llámame- terminó por decirle cerca del oído.
Ambos miraron como el hombre se alejaba hacia la salida.
-No lo haré- respondió el modelo alzando su voz sin alterarse.
Cuando escuchó el sonido de la puerta principal cerrarse, Akiharu se giró sobre su cuerpo para encarar a Takuya, su mirada quería reproducirle todo lo que en esos momentos sentía, cosa que al parecer el modelo poco tomó atención.
-¿Qué es esto? - dijo molesto. Aquella actitud extraña que tenía el modelo, la escena que había montado en sus narices, primero tenía que aguantar sus mentiras y después esto que no tenía sentido ¿Acaso el modelo quería que viera con cuantas personas se acostaba?, su molestia creció igual que un odio que poco a poco se iba haciendo dueño de su ser pero el no se comportaba así.
El modelo se acercó, casi pegando su rostro al del periodista, su mano tomó la botella.
- Me parece que es muy obvio.- su mirada estaba fija en la ajena y su aliento alcoholizado invadió su nariz, lo vio quitándole la botella de sus manos y se alejó de su cuerpo.
-No me refiero a eso.- no podía ocultar su voz molesta, Takuya le dio la espalda y se apoyó en la mesa - ¿Por qué le has mentido a la empresa? – sólo lo vio acercar esa botella a sus labios para empezar a tragar.
-Si no, no habrías venido.- dijo simplemente como si fuera la verdad más obvia del mundo y eso molestó aún más a Akiharu. Su vista giró rápidamente - ¿No te parece bien? – preguntó con un tono inocente que no le quedó para nada.
-¿Qué es lo que quieres de mí?- fue lo único que se le ocurrió decir bajo la insistente mirada de Takuya.
Este sólo se levantó, dejó aquella botella fuertemente sobre la mesa y se fue acercando a su cuerpo posó su mano en el hombro de Akiharu y acortó violentamente la distancia entre sus dos cuerpos.
-Quería seguir lo que habíamos empezado – susurró en su oído mientras su mano libre iba subiendo por una de las piernas del periodista lentamente hasta llegar a cubrir con su palma el miembro de él cubierto por el pantalón del traje que llevaba.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español