46º A mis soledades voy...
Con la eliminación de Italia en la primera ronda del mundial Enrico decidió vigilar noche y día a Federico, no fueran a darle ganas de hacer como sus ancestros Antonios y abrirse las venas para evitar el deshonor. Afortunadamente, Alemania venia con todo y conforme pasaban los partidos y se repetía su cuadrado éxito de cuatro goles a cero Federico fue animándose, recordando que la sangre de Barbarroja también corría por sus venas y que esta prefería permanecer dentro, aunque fuera con menoscabo de la dignidad.
Cuando Alemania pasó a la final derrotando a España, el joven, barbudo y exultante prorrumpía en exclamaciones tudescas que Enrico le contestaba para animarlo. Teo, a quien se le hacia feo de plano ignorar a las otras dos personas con quienes compartía casa pero que no iba a desperdiciar su tiempo mirando a un par de docenas de tíos corriendo tras una pelota estaba de cuerpo presente, arrellanado en el sofá individual, con un montón de libros en las mangas del mueble y en el piso, investigando todo lo posible sobre la ley de la entropía a la vez que acompañaba a su familia.
-Lo siento mucho pequeño - llamó su atención Federico - pero los hemos reducido, los hemos aplastado, ¡los hemos aniquilado! - la barba de tres días del hombrezote resaltaba su aspecto feroz, así como el brillo ligeramente insano de sus pupilas.
-Cuatro a cero. - dijo Enrico con el tono de quien repite una formula invariable.
-Nuestro equipo forma una maquina de piernas que cuando se pone en marcha es imparable. ¡Los españoles no pudieron hacerr nada contra nuestro ataque rrelámpago, contra el zig-zag mortal! - Federico empezaba a usar mas su acento alemán, sin darse cuenta - ¡Los hicimos papilla Teo, los molimos bajo nuestros pies! ¡Los aplastamos, los descuartizamos! Untermensch spanisch!
Hay gente que se trasforma cuando juega al ajedrez: de simpáticos y comedidos, algo tímidos, pasan a bestias sanguinarias que hablan de descuartizarte sobre el tablero. Lo mismo le pasaba a Federico, de natural tan gentil, cuando miraba el futbol. O cuando lo jugaba: Teo anotó mentalmente el nunca jugar contra su cuñado, si no quería ser molido, aplastado y descuartizado sobre el terreno de juego.
-Ya Federico - lo reconvino Enrico - no llames subnormales a los españoles. - miró comedido a Teo.
-Déjalo que diga la verdad. - se encogió de hombros, sin quitar el dedo de la página del libro de mecánica cuántica aplicada, capitulo de la entropía cuántica - Los españoles, en general, somos una panda de subnormales. Hay días en que me avergüenzo de ser español.
-¿Cómo hoy que no pudieron meter ni un gol? - preguntó Federico.
-Mas bien como cuando España solicitó a la FIFA que la apuntaran no como una nación sino por cada una de las comunidades autónomas, forales y demás. Cataluña fue la de la iniciativa.
-¿O sea que cada... - Federico hacia un exfuerzo por pensar en esos momentos de euforia - condado pretendía competir solo?
-Y hablando su lengua oficial. - puntualizó Teo.
-Mein Göt!
-Und welche gehaltserhöhung die verwunderung. - concedió Teo.
Federico silbó.
-¿Y que tanto estudias chico? Creía que este año lo ibas a dedicar al amor...
Enrico se puso alerta, era la primera vez que Federico hablaba das liebe desde que Oriana lo abandonó.
-La ley de la entropía.
-¡Vaya! - exclamó abriendo mucho sus límpidos ojos - Justo lo que estudiaba Oriana.
Enrico se puso tenso, era la primera vez que Federico hablaba de Oriana desde el día que lo encontraron llorando cuando el primer partido de Italia.
-¿En serio? - Teo puso un lápiz para marcar la hoja en estudio y cerró el libro - ¿Qué decía ella?
Enrico le hecho miradas de que se callara, pero Teo las ignoró. Necesitaba contar con toda la información posible sobre la entropía.
-Pues, tenia ideas raras... - Federico frunció el ceño - Tenia una teoría sobre la fórmula de la muerte y la fórmula de la vida, y, según ella, la entropía era la fórmula de la muerte... - meneo la cabeza para alejar la melancolía - algo así. La verdad no hablábamos mucho de sus estudios.
-¿Es física? ¿Dónde puedo encontrarla? - preguntó aprehensivo Teo. Enrico le hizo un puchero.
-No, y no sé. Trabaja de corresponsal de guerra, hasta donde yo sé.
-¿Por qué estudiaba la entropía si era periodista?
Federico se encogió de hombros: no sabía tantas cosas sobre Oriana...
-Creo que era por su teoría, buscaba la manera de anular la formula de la muerte con una formula de la vida. Buscaba eso, creo, la formula de la vida.
Federico se miró las manos como reprochándose el no habérsela podido dar.
-¿Dónde puedo encontrarla? ¿Tiene su número?
-Dio de baja su número, para que no pudiera encontrarla. - dijo con tristeza Federico - Lo único que puedo decirte de ella es que se apellida Fallaci y andará donde la muerte ronde.
***
Facebook. MikaElric 4ever etiquetó una foto tuya en Facebook. MikaElric ha etiquetado una foto tuya en el álbum "Tomodachi 4ever". Para ver la foto, sigue este enlace.
Henno lo siguió, temiendo que su amigo lo hubiera etiquetado en una foto que ni al caso, hentai en el peor de los casos, pero no. Para su sorpresa, en las fotos de veras aparecía él. Abrazado a Mikael y con la torre de Tokio de fondo. Y otra de los dos, sonrientes y juntos, presumiendo sendos tomos 24 de Fullmetal Alchemist autografiados por Hiromu Arawaka. Una donde compartían un granizado en Akibahara.
Conforme pasaba las fotos a Henno se le inundaban los ojos de lágrimas que terminaron por salir frente a la foto de Mikael y él vestidos de kimono bajo un árbol de cerezos. Lloró como no lohacía desde aquel lejano día en que frente a las gradas mojadas de la Soberana Orden del Temple se dio cuenta de que todos los caminos conducen a Roma.
Del día en que asimiló, por fin, que no hay nada que puedas hacer para modificar el curso de las monstruosas fuerzas del universo.
Aquel día había llorado hasta que las lágrimas se le agotaron, y después, había seguido con su vida. Monseñor le mandó al RERISRC, donde purgó sus pecados y conoció a un ángel. Porque eso era Mikael para Henno, un ángel, una criatura demasiado inocente, indefensa. Perdida en este mundo de maldades.
Aún en contra de su voluntad resolvió protegerlo, pues el instinto de protección era más fuerte que su determinación de no volver a encariñarse con un ser humano para que se lo mataran en los brazos. Desde lo mas íntimo de su ser Henno se juró que a Mikael no lo vería morir. No esta vez. No a él.
Mikael no lo sabia, pero los dos mejores exorcistas que la orden tenia en Sevilla velaban sobre él. Su teléfono y conexión a Internet estaban intervenidos, y había micrófonos ocultos en la casa parroquial. Fue una verdadera faena, el lograr que aquel cura de pueblo adicto a la high tech no se diera cuenta de que estaba monitoreado, y los dos sacerdotes, que entre sus tareas de rutina tenían el monitorearlo no sabían cual podía ser el interés del futuro gran maestre de la orden por ese curita raro.
Henno sintió que le había pasado como a los hombres de negocio que descuidan a sus familias. Físicamente, Mikael estaba bien, económicamente, no le faltaba nada... pero aquellas fotos realizadas con photoshop, aquellas fotos jamás tomadas que hablaban de momentos jamás vividos gritaban sobre la necesidad que Mikael tenia de él, de su tiempo.
De lo solo que se sentía y de lo mucho que lo quería, tanto como para dedicar incontables horas a crear aquel álbum de recuerdos felices que solo existían en su imaginación, y que, no obstante, quería compartir con él.
Tocó la campanilla para llamar al padre Lorenzo. El sacerdote se apareció tan de súbito como solía, y sin pronunciar una palabra contestó con un asentimiento a su solicitud de cancelar todas sus citas por una semana, hacerle la maleta y no pasarle a nadie al teléfono, ni al mismísimo Papa, pues se iba de vacaciones.
Una vez a solas marco el número de Mikael.
-¡Henno! - el navarro sonaba sorprendido.
-Konichiwa. - saludó con un sollozo que quebró en risa.
-Konbanwa.
-¿Qué?
-Se dice konbanwa, ya es de noche.
-Konbanwaaa - dijo alargando la a con su suave acento francés.
-Konbanwaaa! - contestó Mikael, súper chan. - ¿Te gustaron las fotos?
-Voy a ir a Castilleja, y vamos a hacer un montón de fotos reales. - dijo con voz quebrada - Te lo juro. Aunque me vuelvan a mandar al RERISRC con Felipín.
Los dos rieron, aterrados, frente al recuerdo de Felipín.
-RERISRCC, con doble C al final, pues Felipín le ha cambiado el nombre a Retiro espiritual de reintegración integral para sacerdotes y religiosas confundidos y confundidas.
-¿Sacerdotes y religiosas confundidos y confundidas? - exclamó incrédulo Henno.
-Ajá, él y Andalucismo Andaluz opinaban que no quedaba bien que solo ellos estuvieran confundidos y ellas no.
Henno le buscó la lógica a esa explicación unos momentos; después desistió.
-Tremendo. Así que ahora Felipín estará "reloaded"
-¡Y que lo digas! Hay quien quiere que se le nombre arzobispo, a Dios gracias que eso no es posible.
Ambos se santiguaron a la distancia.
-¿De verdad vas a venir? - preguntó Mikael vehemente.
-Si.
-¡Kyaaa!!! - Mikael estaba súper emocionado - Tendrás que ver Fullmetal Alchemist Shintetsu conmigo.
-Por supuesto. Veré lo que quieras mostrarme.
Con aquella promesa se despidieron por esa noche.
***
"Ummm! Ah! Mas, masss!"
Enrico cabalgaba entusiasmado a Teodoro. Le gustaba lo ardiente que estaba el muchacho a ultimas fechas, más aun que al principio de su relación. Era como después de haber estudiado todo el día necesitara despejar su mente gozando toda la noche. Así el podía aprovecharse.
"Lo estas haciendo muy bien"
En su mente, dirigió una mirada tierna como una caricia a la mejilla sonrosada debajo de él. Con los ojos cerrados, tomó su mano y la dirigió a su pecho, mostrándole como le gustaba ser acariciado. Le encantaba ser quien iniciara en los misterios del sexo a ese adorable caballero.
"Tócame ahí, si. Aprieta mi botón. ¿Te gusta como te monto? Una vez que aprendas podrás montarme como quieras."
En su mente, sus palabras tenían el efecto de hacer ruborizar el hermoso bajo suyo. Con los ojos cerrados se inclinó a besarlo. ¡Oh, sus labios, rosados de tanto besar! Su pelo desordenado sobre la almohada. Si aquello era pecado valía la pena ir al infierno, como pago por haber visto una visión tan hermosa.
"Ah, ah... te voy a hacer llegar. ¡Ummm!!!- meneó la cabeza - ¡como me gustas - las manos de su seme lo sujetaban por las caderas - Lotario!
Con los ojos obstinadamente cerrados para no romper el encanto de su fantasía Enrico se corrió, gritando su mente el nombre de Lotario. ¿Solo en su mente, verdad?
Teo lo quitó de encima suyo cuando se desplomó, ahíto de placer, y se sentó mirando hacia otro lado.
Temeroso de no haber podido controlar su lengua en el arrebato de su fantasía el rubio se le abrazó delicadamente por la espalda.
-Si todo el tiempo ibas a tener los ojos cerrados mejor te los hubiera vendado. - gruñó hosco el chico.
No le gustaba nada el comportamiento de Enrico durante el sexo a ultimas fechas: parecía como ausente, y demasiado dominante, enseñándole cuando él ya sabia.
-Lo siento. - la duda de si habría pronunciado o no el nombre de Lotario en voz alta lo atormentaba, como nos atormentan siempre las cosas que estamos seguros de haber hecho.
¿Qué tenia de malo el fantasear con Lotario? Imaginar que era su noche de bodas en el medioevo y que, por una vez, a la novia le tocaba desvirgar a su recién casado... Lotario: era tan adorable. De haber estado en el lugar de Teodora se habría enamorado como un borrego.
-Voy por un vaso de agua.
En la oscuridad Teo se puso la bata y salió. Cuando media hora después todavía no volvía se hizo evidente que no tardaría tanto ni habiéndose ido por ella al pozo.
Continuará...