47º Prophetess or fond?
-Lotario, ven a mi.
-Ya estaba aquí Teodora. - el apuesto caballero se materializo a su lado - Sentí el llamado de tu alma.
"¿De mi alma?" se pregunto Teo "Si yo acabo de decidir que quiero verlo... que este es un momento tan bueno como cualquier otro para darle a conocer mi resolución." Dejo el vaso sin agua sobre el alfeizar de la ventana y le dijo:
-Lotario, voy a casarme con Enrico.
-¡Hasta que por fin te lo ha pedido! - exclamó el fantasma, dejando atónito a Teo. - Comenzaba a dudar de la honradez de sus intensiones, Teodora, pues desde el día en que lo curé le indiqué la manera de pagar su deuda, que era contigo, y era convertirte en una mujer honrada.
-Espera - Teo lo alejó con las manos y meneó la cabeza - ¿Tú le pediste a Enrico que se casara conmigo?
-Su dignidad misma debió de habérselo pedido desde antes. Si es un noble, debe de actuar con nobleza.
-Pero, ¿tú le pediste que se casara conmigo? - recordó la súbita propuesta del rubio, tan fuera de lugar, justo salido del hospital.
-Si Teodora. - dijo apesadumbrado - Le recordé su deber. Te había desflorado, así que no había marcha atrás.
¿Era eso? ¿Enrico solo le propuso matrimonio porque su querido Lotario se lo ordenó? ¿Y Lotario? ¿Solo renunciaba a ella porque ya estaba usada? ¿Qué coño le pasaba a esos dos? ¡Ya mejor que lo desecharan y se casaran entre ellos! Se sentía terriblemente celoso. Destilaba veneno. Tomó el vaso de cristal y lo giró en sus dedos.
-Así que... ¿te parece bien que me case con Enrico? - ¡el, que había estado buscando el momento mas oportuno para darle la noticia con anestesia!
-Naturalmente Teodora, es el curso natural.
-¿Qué ya no me quieres? - le preguntó con sus ojos azulitos brillantes.
-¿Cómo puedes decir eso? Para mi eres como la vida misma Teodora, te tengo metida en lo mas profundo... - se tocó el pecho - Si tú te sales, yo me muero.
-¡No digas eso Lotario! - Teo se lanzó a abrazarlo, estrechándolo, tan calido, contra su pecho. Había visto en que se convertiría, y eso no podía permitirlo.
Si Teodora Ortelano hubiera tenido voz le habría dicho: ¡chúpate esta, Teodoro de Haro! Tomó la cabeza de Lotario en sus manos, mirándolo directamente a los ojos le dijo:
-Lotario, por el cariño que me tienes, júrame que no te quitaras la vida.
-No me mataré Teodora, pero me voy a morir de tristeza.
Haber dudado del amor de aquel hombre que lloraba como un niño le hizo sentirse vil. Tampoco podía dudar de la veracidad de sus palabras. Lotario le amaba tanto que se moriría de pena en cuanto se casara con Enrico, en cuanto lo supiera irremediablemente perdido el amor que sentía lo consumiría, y terminaría como una de aquellas cosas.
-No Lotario, tú no morirás. - lloraba el también - Te lo juro. - dijo, conociendo el terrible alcanze de su juramento. - Te lo juro. Tú estarás bien, mi amigo.
-Teodora... - tomó su nuca y lentamente acercó sus labios. Teo no se negaría, no lo haría: era su amigo. Sus labios temblaban trémulos, pero al final, el caballero, deposito un casto ósculo en la frente de su dama. - A veces me pregunto... - Lotario tenia oculto su rostro en el cuello de Teo, no podía verlo a la cara mientras le hacia esa confesión - si no debí haber seguido el consejo de tu padre y tomadote a la fuerza para que no pudieras negarte, para que tu opinión no contara frente al sacerdote al recibir el sacramento... A veces lo pienso Teodora, y me arrepiento de ser tan malo.
Las palabras se le ahogaban en la garganta a Teo. Lotario era tan bueno... ¡como podía imaginar siquiera lo contrario!
-Tú eres el mejor hombre que conozco. - dijo al cabo, tragando con dificultad - Vales mas que yo y... vales mas que Enrico. Te quiero. - terminó, estrechándolo mas fuerte que nunca.
***
Federico vivía en el castello, pero como si no lo hiciera. Llevaba la vida soñada de cualquier hombre macho: una televisión gigante repleta de canales deportivos, una copa del mundo de fútbol y el frigorífico lleno de carnes frías y cerveza gracias al diligente Igor.
El domingo del partido final de la copa del mundo su hermano ya estaba un poco harto de él.
-Que lastima que mañana te vayas. - Federico lo había despertado temprano para que viera el partido luego de haberse desvelado hasta altas horas de la noche teniendo sexo.
-¿Yo? - preguntó Federico. Estaba barbudo y en 1200 habría pasado por un eremita: dedicado las veinticuatro horas del día a su dios, los siete días de la semana, sin tiempo ni ganas para rasurarse o ir a orinar al baño. (las flores secas bajo la ventana lo denunciaban)
-Si, tú, caro. Hoy se termina el mundial, mañana te vas.
Federico lanzó una mirada aprehensiva a la televisión: ¿separarse de ella? ¿tan pronto?
-Si Alemania gana solo hablaré alemán.
-Razón de más para que te vayas, no soporto el sonido malévolo de ese idioma. - era verdad, había algo perverso en tanto ensen, ansen, dach...
-Alemania ganara. - dijo con los ojos iluminados como de eremita viendo los cielos abiertos y al arcángel San Miguel entre ellos. - Yo creo en ella.
-Ein reich, ein führer, ein Got! - se burló Enrico.
Federico le disparó una catapulta de leche con su cuchara, como cuando eran niños.
-¡Oye! - le reclamó el refinado rubio.
-Ya... - se burló - de seguro que cuando te lo hace Teo te gusta.
Enrico se rió y le perdonó la ofensa a su hermano.
-La leche de Teo esta más rica. - dijo relamiéndose los labios.
-¿Y donde esta?
-Durmiendo. O investigando. Últimamente solo hace eso.
-Y el facial. - dijo Federico.
-Y el facial. - concedió Enrico.
Federico meneó la cabeza, envidioso, con envidia de la sana, de la ardiente vida sexual de su hermano.
-¿Qué iras a hacer en tu noche de bodas? - dijo como reprobatorio.
-Lo acostumbrado. - dijo pícaro - Estrenarme a mi cónyuge.
-¿Nunca?
-Nunca.
-Se ve muy machito. No entiendo como no le gusta el futbol.
Enrico reflexionó.
-Eso si lo entiendo. Lo que no entiendo es que pretende investigando tanto sobre física y química y esas cosas muy interesantes pero muy inútiles.
Federico se encogió de hombros, como diciendo que a la pareja no hay que tratar de entenderla.
-Cada que le pregunto que hace me explica lo que esta haciendo en ese preciso instante, como: "analizo el ciclo de Krebs" o "interpreto el ensayo de Einstein", pero no me dice que pretende con todo esto, en que...
Federico lo veía como cachorrito. Había cosas femeninas en su hermano, como eso de hablar y hablar de las relaciones en las que el simplemente se perdía. Aquello de "femenino" no tenía nada que ver con que a su hermano le gustaran los hombres: Ludovico, que era completamente gay, no era nada de femenino. Enrico, por su parte, sabia que su hermano se perdía en las conversaciones que usaban amplia gama de matices emocionales, así que calló.
-Quiero ayudarlo. Pero creo que el no quiere.
El rubio de ojos grises asintió.
-¿Estarás bien con lo de Oriana?
-Cuando Alemania gane lo estaré. - sonrió - Una cosa compensa a la otra. - Enrico se preguntó si su hermano se habría suicidado de coincidir la derrota de Alemania en el futbol con el fracaso de su vida amorosa: no quiso responderse. Los limites de cada cual un tema demasiado fuerte - ¡Exprimiremos a la Naranja Mecánica!
-¡Por la cuarta copa del mundo! - levantó la jarra de leche para brindar.
***
Teo estaba cada vez mas convencido de que la formula de la vida que anulaba el terrible valle creado por la ley de la entropía era el ciclo de Krebs, también conocido como ciclo del acido cítrico. Sus complejas reacciones levantaban un puente, una cima exquisitamente construida con la cual pasar sobre la tajante depresión de la seca ley de la entropía: S = k * ln Ω, entropía igual a la constante de Boltzman por el logaritmo natural de las probabilidades de distribución.
La formula de la vida era mas compleja, así como vivir es mas complicado que morir. Morir es fácil, y harto ordinario, aunque la gente no quiera admitirlo. Vivir era lo difícil, el verdadero reto. Su intuición le había guiado a buscar su objetivo entre las páginas de una disciplina menos dura. La química estaba mas viva, chisporroteaba adornada de 118 símbolos y millones de combinaciones posibles entre ellos, combinaciones tan intrincadas que habían generado aquello que la ciencia llama vida.
Efectivamente, de acuerdo a la teoría de Oparin y Haldane, el caldo primigenio contenido en el mar de la época prehistórica un día, quizá por efecto de una corriente eléctrica, sintetizo una molécula tan compleja que fue capaz de hacer por si misma. De tener voluntad: capaz de crecer, de multiplicarse, de evolucionar. De crear conglomerados de moléculas cada vez mas grandes.
Teo quería ganas de encontrar una sentencia matemática que explicara la vida, el desorden generado por la vida, encantadoramente aleatorio, así como creía haber encontrado la que explicaba la muerte y el orden frío, y por eso alimentaba con fe cualquier indicio prometedor.
Había dudado si elegir el ciclo de Krebs, la reacción mediante la cual la glucosa, el combustible estándar de todas las células, se convierte en energía y dióxido de carbono y agua, o la fotosíntesis, la reacción mediante la cual el dióxido de carbono y el agua, mas una dosis de energía, se convierten en glucosa, la moneda energética entre los seres vivos.
Todos los seres, desde la más pequeña bacteria hasta la ballena más grande viven gracias a la glucosa. Todos los nutrientes deben convertirse en glucosa para poder ser aprovechados. Incluso las plantas usan el ciclo de Krebs para poder vivir. La fotosíntesis sola no los llevaría a nada. Una planta que hiciera fotosíntesis pero no ciclo de Krebs no podría vivir. Por esto Teo se decidió por el ciclo de Krebs, por su universalidad. Los animales, haciendo solo ciclo de Krebs, pueden vivir.
No era que el muchacho despreciara a las plantas, a la fotosíntesis: como primer eslabón de la cadena alimenticia, como únicas productoras de glucosa, como verdaderos sufridos soldados de infantería de primera línea, Teo las respetaba mucho. Por un par de veces había dejado a sendos vegetarianos con la boca abierta y sin saber que contestar al hacerles notar que, desde un punto de vista, eran unos malditos sádicos que se encarnizaban en exclusiva contra los más trabajadores e indefensos de las criaturas vivas de la biosfera azul. Y se cagó de risa para sus adentros, inteligente y malvadillo como era.
Así que dejando de lado la fotosíntesis y concentrándose en el ciclo de Krebs, este podía resumirse así:
Acetil-CoA + 3 NAD+ + FAD + GDP + Pi + 2 H2O → CoA-SH + 3 (NADH + H+) + FADH2 + GTP + 2 CO2
Si, asi, porque la formula mas simple, C6 H12 O6 → H2O + CO2 era demasiado sencilla.
Una reacción química que era un verdadero proceso de producción, una línea de montaje donde las moléculas se trasformaban una y otra vez, de oxilacetato acido cítrico a acido succicico a fumarato hasta que que finalizada la cadena de trasporte de electrones se obtenía el adenosin trifosfato. Fosforo, una vez mas, un elemento cuyo nombre te remitía al brillo, a lo vivo, a la llama.
¿Eres tu lo que busco, ciclo de Krebs? ¿Tienes en tus recovecos la respuesta a la pregunta "como puedo ser feliz con Enrico y salvar a Lotario al mismo tiempo"? ¿O eres un falso Apolo? ¿Profeta o fraude?
Continuará...