Yurari yureru hikari hitotsu
Itami iyasu koto naku kieru
I take your life forever
You take my life forever
Los rayos del sol apenas querían empezar a salir, lo que quedo de la noche aun no desaparecía por completo. Se removió por entre las sabanas molesto por el sonido proveniente del celular. Se tapo los oídos con la almohada esperando con eso, ya no escuchar el molesto ruido.
Hirari ochiru namida hitotsu
Omoi todoku koto naku kieru
I take our life forever
You take my life
Más sin embargo la melodía continúo sonando en aquella habitación. Ya molesto por ello, se incorporo quedando sentado sobre la cama y mirando con clara molestia a la persona que yacía dormida a su lado
-Ey estúpido moyashi contesta- le hablo en un tono “cariñoso”
-quiero más dangos…- se removió el susodicho entre las sabanas dejando salir un pequeño rastro de saliva que caía sobre la almohada.
Tomaranai (Modore ochita namida no ato)
Toki ni hisomu (Kobore sou na namida no iro)
Ai wa kitto furisosogu
Ame no yori
Una venita apareció en la frente del mayor, de esa forma su querido koi no despertaría ni atendería el maldito teléfono, lo que daba como consecuencia más llamadas durante toda la mañana y un japonés muy, pero muy molesto y un tanto desvelado. Y eso no era bueno para nadie, menos para le menor que seguía pidiendo más dangos debido a la escases de los mismos. Ya harto de la situación y de la estúpida melodía que no dejaba de sonar y de la poca atención que el moyashi ponía a la misma, decidió tomar medidas para remediarlo.
-¡con un carajo moyashi contesta el puto teléfono!- le dijo de forma “amable” y dándole una “cariñosa” patada que causo que el menor cayera de la cama
-¡Bakanda!- grito indignado y con un gran chichón en la frente -¡¿por qué hiciste eso?!- se incorporo un poco recargándose en el borde de la cama y mirándole con clara molestia
-contesta el maldito teléfono- le señalo el objeto en cuestión, el cual se encontraba en un mueble cercano, el albino giro su vista hacia el objeto, se levanto y contesto finalmente
-¿si diga?... ¿he? ¿Ahora?... ¿no hay nadie más?...si ya veo, voy enseguida….- colgó el móvil y sus piro –debo irme hay una emergencia y no hay nadie más regresare en unas horas- se dirigió al armario sacando su prendas para comenzar a vestirse ya que se encontraba en su “traje de Adam” debido a la noche que había tenido con el mayor.
Por su parte Kanda solo le observaba mientas se vestía sin decir comentario alguno. El menor termino de vestirse y se giro hacia el otro. Se acerco dándole un pequeño beso.
-Cuida bien de Yume y no maltrates a tim- le miro con el ceño levemente fruncido ya que le conocía y sabía que haría cualquier cosa con tal de deshacerse del pobre perro
-che como sea- exclamo volviéndose a recostar en la cama
-nos vemos y ya sabes Kanda nada de deshacerse de tim- le dijo en un tono de advertencia para después salir de la habitación y marcharse.
Kanda se quedo ahí recostado mirando hacia la pared, cerro de nuevo los ojos intentando volver al mundo de los sueños, más le resulto imposible hacerlo. Se giro varias veces en la cama acomodándose de varias formas pero no logro conciliar de nueva cuenta el sueño, por lo que, chasqueo la lengua molesto y se levanto; no tenia caso seguir recostado si no podía dormir.
Se vistió y salió de la habitación directo a la sala para poder hacer su trabajo en paz, al menos podía hacer eso sin que el estúpido perro y la niña estuvieran por ahí. Se acomodo sobre el sofá con sus respectivas cosas, unas cuantos hojas y una laptop y comenzó a adelantar su trabajo de la universidad.
o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o
El reloj marcaba las 9:13 a.m. y su estomago comenzó a reclamar algo de comida, acomodo todo, había terminado a tiempo para preparar el almuerzo; se levanto llevándose consigo las cosas, no fuera a ser que al estúpido perro se le ocurriera jugar con ellas. Las guardo y se dirigió a la cocina para preparar un poco de soba.
Al cabo de unos minutos apareció en el marco de la puerta la niña sonriéndole dulcemente.
-el almuerzo- le dijo señalándole los tazones de soba que se encontraban sobre la mesa, la pequeña asintió y se sentó en la silla frente al mayor.
Ambos comieron en completo silencio, la menor no hablaba y el mayor no tenia deseos de hacerlo, un silencio era lo que había entre ambos, pero no era un silencio incomodo.
Timcampy se había acercado a Yume con los típicos ojos de cachorro indefenso, mientras se recargaba sobre sus piernas pidiendo un poco de comida, Yume le miro tan solo unos instantes y se decidió a darle un poco de lo que comía, pero en eso fue detenida por Kanda.
-ni se te ocurra hacerlo- dijo de repente el mayor aun comiendo soba sin siquiera mirar a la niña, por su parte esta se sobresalto un poco y se detuvo en seco antes de darle algo al animal.
Se quedo unos instantes mirando al mayor y luego al perro, al mayor y después al perro, no sabiendo que hacer. Por su parte tim solo miraba al japonés
-deja de verme así estúpido perro- le miro de mala forma, la verdad es que el animal ese no le agradaba para nada. Aun se maldecía por haber pensado que sería un buen regalo de cumpleaños para el moyashi. Deseaba no habérselo regalado hace un par de años.
El perro le seguía mirando y Kanda podría jurar que le veía de la misma forma en la que él le miraba, odio mutuo era lo que había entre ellos, la niña miraba con atención la escena mientras en su frente resbalaba una gotita de esas que en los animes son tan comunes.
De un momento a otro el animal se di o la vuelta y se marcho; cualquiera podría decir que se fue un tanto ofendido, pero era un perro y ¿los perros hacían eso? Se pregunto el mayor mientras le miraba marcharse
Al poco rato el lindo Tim regreso con su plato de comida en el hocico topeando a Kanda con él en la pierna y gruñendo levemente
-che estúpido perro- le dedico una de sus típicas miradas, aunque sabía que éstas no funcionaban con el animal del demonio; así que después de unos segundos de mirar feo a Tim se levanto con fastidio, se encamino a la cocina, abrió un estante donde guardaban la comida para perro, le quito el plato a Tim jalándoselo con fuerza del hocico, le sirvió y se lo dejo en el piso.
-ahí tienes y deja de estar jodiendo- le señalo el plato y se marcho de la cocina, recogió la mesa y observo a Yume, ésta estaba muy atenta hacia la cocina, probablemente preocupada por el perro
-che ya le he dado de comer- contesto como siempre lo hacía, mas sin embargo, ella seguía mirando ese lugar, fue entonces cuando Kanda giro su vista hacia la cocina y miro al perro salir de esta; se le hizo raro pero supuso que el demonio perro tenía hambre y había terminado pronto de comer.
Termino de recoger todo y se dirigió a la cocina, coloco los trastes sucios en el fregador y giro su vista hacia el palto de Tim Una enorme venita Salió de su frente, el animal ese le había estado jodiendo solo para que no se comiera nada.
No le prestó mayor atención y lavo los trastes y salió de la cocina mientras que Tim entraba en ella, se quedo en el marco de la puerta tan solo para observarle. El perro se acerco al plato, mirándole por unos instantes para después volverse a salir por donde entro.
Kanda sintió que su vena palpitaba más fuerte, no entendía porque el animal no tragaba, así que decidió acercarse al mentado plato para poder ver qué era lo que hacía que éste no comiera, a simple vista todo parecía normal, tal vez era porque era mañoso y ya, se agacho un poco para mirar mejor.
Un ligero tic apareció en su ojo no podía creer la razón por la que no había querido comer. El animal volvió a entrar a la cocina acercándose al plato y deteniéndose al lado de Kanda
-¿es por esto que no has tragado?- dijo molesto señalando el plato y mirando al perro – ¿por una estúpida mosca no has tragado?- alzo un poco la voz mientras Tim se daba vuelta volviéndose a largar de la cocina.
Tal vez, solo tal vez si lo deseaba y lo pedía con todas su fuerzas (y lo planeaba bien) Algún día podría deshacerse de la cosa llamada “tim” .Si, ese día sería el más feliz de su vida.
o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o
Habían pasado el día tranquilo, solo dedicándose a los quehaceres de la casa. Era ya de tarde y Kanda se encontraba leyendo un poco en la sala. Fue entonces que sintió como le jalaban la manga de la playera, levanto su vista y observo a Yume
-che ¿Qué quieres?- pregunto mirándole, la niña le mostro la correa del adorable Tim -¿quieres salir con “eso”?- señalo al perro que se encontraba al lado de la pequeña. La niña asintió feliz -che- exclamo de nuevo y se levanto dejando el libro de lado –pero a la primera que hagas- viendo a Tim de forma amenazante mientras le colocaba la cadena para salir.
La tarde estaba soleada, por lo que se dirigieron a un parque cercano para dar un paseo con el demonio perro, Kanda era quien lo llevaba porque sabía que si se lo dejaba a Yume el perro le vería la cara de tonta y haría sus maldades. Sujeto bien la correa y continúo caminado con la menor.
Yume se detuvo de repente tomándole del brazo
-che ¿qué quieres ahora?- giro su vista hacia ella, la niña señalo al Tim y la correa que se encontraba en las manos de Kanda, ella quería pasearlo –sabes que se aprovechara de que lo lleves ¿verdad?-
La menor asintió con la cabeza y aun así continua con su idea de querer llevarlo, el peli largo suspiro un poco y le extendió la correa.
En todo el rato que Yume trajo consigo a Tim no paso nada, el perro se había portando sospechosamente bien, por lo que Kanda se pregunto qué estaría planeando la mascota de Satanás.
Sin darse cuenta, el cielo se había nublado y unas pequeñas gotas comenzaron a caer sobre su cara.
-vámonos- le hizo la indicación de marcharse, pues la lluvia comenzó a caer con más fuerza; pero fue ahí cuando los planes del adorable tim salieron a flote, jalo fuertemente a Yume y la arrastro hacia un gran charco e lodo en el cual se refregó una y otra vez, llevándose consigo a la pequeña.
-¡estúpido perro! – grito mientras corría hacia el charco. Tim se encontraba sobre Yume lamiéndola y llenándola más de lodo.
Kanda se acerco a ellos intentando apartar el animal de la menor, pero termino resbalado en el lobo y el adorable tim no dudo ni un instante en lanzársele encima ensuciándole más.
Como odiaba a ese hijo de *cerberos…
o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o
Se encontraban afuera de su departamento completamente empapados y sucios
-entra de una vez y date una ducha- le ordeno Kanda a la niña mientras amarraba a Tim en un pilar cercano para que no ensuciara dentro, la niña asintió y entro dejando la puerta levemente abierta
So close so far. I'm lost in time.
Ready to follow a sing, If there was only a sing.
The last goodbye, burns in my mind.
Why did I leave you behi…
Su teléfono comenzó a sonar, lo saco de su bolsillo sacudiéndolo un poco sorprendiéndose de que aun sirviera y contesto aun intentando amarrar a Tim
-¿Qué quieres moyashi?- se colgó el móvil al hombro pegándolo al oído
-que romántico eres bakanda- se escucho al otro lado de la línea –llamaba para saber cómo se encuentran y para decir que llegare pronto-
-che estaría todo bien de no ser por tu estúpido perro- siguió tratando de amarrarle pero se encontraba muy mojadas sus manos y resbaladizas -mierda- exclamo cuando la correa se le resbalo de las manos y ni tarde ni perezoso Tim aprovecho la oportunidad entrando al departamento -¡MIERDA!- grito dejando caer le móvil y corriendo detrás del perro-
-¡Kanda! ¡KANDA!- se escucho detrás de la línea, pero no hubo respuesta
-¡¿Dónde estás endemoniado perro?!- le busco siguiendo el rastro de lodo que había dejándolas cuales le llevaron al baño –mierda- volvió a exclamar entrando y observando al lindo tim en la tina muy felizmente con Yume, quien solo trataba de sacar a Tim de la bañera.
Una nueva venita apareció -¡maldito perro salte de ahí!- le grito y se acerco, pero resbalo con una barra de jabón estrellándose en el piso.
La adorable mascota pego un gran salto de la bañera a la espalda del japonés y salió volando (literalmente) rumbo a la sala. Kanda se incorporo aun mas cabreado
-vuelve a asearte- le indicio y salió a buscar al perro, llego a la sala, la cual era nueva y se encontró con que esta estaba realmente sucia, era oficial, mataría al perro y a su dueño por ello.
Con esos pensamientos homicidas y ya con mugen en mano, busco al perro encontrándolo en el cuarto de lavado, restregándose en toda la ropa limpia.
El japonés desenfundo a mugen mientras el aura asesina le rodeaba completamente, finalmente podría vengarse del animal del demonio y haría *tacos con él
-¡¿Kanda?!- se escucho una voz en la entrada - ¡¿Kanda están bien?! ¡¿Yume está bien?!- entro un poco preocupado yendo a dar al marco de la puerta del cuarto de baño –Kanda me tenias preocupado porq…- se detuvo en seco al ver el aura asesina que su pareja desprendía y tembló ligeramente.
El japonés se giro lentamente mirando al albino de forma un tanto siniestra. Dejo al animal pro el momento y tomo del brazo al menor llevándoselo consigo
-¡Kanda espera! ¿Qué haces?- intentaba zafarse del agarre en vano –Yume estas bien me alegro no sab…- observo a la niña, la cual se encontraba fuera del baño observando la escena, pero ya no pudo seguir hablando con ella porque fue encerrado en el baño junto a un Kanda mugroso.
Ya después se encargaría del perro y de limpiar el lugar, ahora el japonés tenía otros planes en mente para el dueño responsable de Tim…
Sería un largo, pero muy largo baño…