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Cartas a Distancia por Malfoy

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Un hombre de apariencia formal y seria entró en el piso en donde ahora se hospedaba una de las nuevas promesas del básquet profesional; Kaede Rukawa.

El chico de cabellos negros alzó una ceja. Estaba tumbado sobre un sofá color carmín. El tipo dejo unos papeles encima de la mesita que había justo en la entrada.

-Le dejo el correo.

-Está bien -Contestó mientras se levantaba perezosamente -Puedes irte.

Hizo un leve asentimiento con la cabeza y desapareció por donde había llegado.

Rukawa removió las cartas fijándose en la cubierta de cada una. La mayoría eran de admiradores o fans que al haber conseguido descubrir donde vivía no tenían ningún reparo de acosarle constantemente.

Una en particular llamó su atención. Venía de Kanagawa. De repente sintió un leve escalofrío.

-Mitsui….

oOoOo

No te creas...Nada es como pensé. Reconozco que puse muchas ganas a esta nueva vida y sobretodo a cumplir mi meta pero supongo que me excedí antes de tiempo.

Aquí si no te integras te joden. Gana quien lográ pasar por encima de todos. A un alto precio algunas veces. No se parece en nada a nuestro juego en Japón.

Al llegar y pisar la cancha perdí el control de mi mismo. Mi estilo y jugadas individuales no hacen más que empeorar el liderazgo del equipo y eso hace que me sienta un fracasado.

Con el tiempo he mejorado en ese aspecto pero me pierdo fácilmente entre tantos talentos a los cuales me veo incapaz de llegar.

Pensé...En serio creía que no tenia futuro allí. Necesitaba marcharme. No espero que lo entiendas.

Era mi último sueño. El único desde que tengo consciencia. Jugar en la NBA. A pesar de no ser como yo esperaba, ahora no puedo dejarlo.

Si volviera...

Joder Mitsui ¿Como puedes decirme esa clase de cosas y quedarte como si nada? Y luego ¿Pretendes que conteste a esta jodida carta sin más?

¿Por qué haces que todo sea tan difícil? Bastante complicada es mi existencia como para que encima tú...

No, no puedes...

oOoOo

Estrujo el papel entre sus manos con rabia.

- Esto es una mierda.

Cogió su maleta de deporte y salió disparado hacia la calle. La misma rutina de todos los días volvió como si nunca hubiera recibido aquella carta. Entrenar de buena mañana, estar en alguna entrevista, los partidos, reuniones...Estaban surgiendo el efecto deseado; olvidarse de todo.

Una mañana no muy diferente de las demás, el encargado entró dejando como siempre encima de la mesita el correo y un aviso en un papel escrito.

Cuando Rukawa lo leyó jamás pensó que a partir de ese momento toda su vida cambiaría.

Cogió el teléfono y marco el número que había escrito en la nota. No era algo extraño. La mayoría de veces altos dirigentes del deporte querían concretar citas. Era un era forma rápida de ponerse en contacto con él.

Esperando toparse con una voz madura, al escuchar la de su compañero de equipo, todo su mundo se vino abajo. Dudo unos momentos en si colgar o no. Estaba paralizado con el auricular en mano.

-"¿Sii? Si es una puta broma no tiene gracia" -No se había fijado en que el prefijo era extranjero.

-"Yo..."-Logró articular después de unos segundos.

-"¿Rukawa? ¿Eres tu?" -Si, estaba seguro del todo. Estaba más que acostumbrado a su voz.

-"Si"-Hablaba muy bajito, casi susurrando.

De repente el numero 14 recordó todo lo que le había escrito unos días antes. Y si había recibido su carta...¿Sería por eso que le llamaba? Su cuerpo se tensó de inmediato.

-"Es raro oírte después de tanto tiempo..." -No tenia ni idea de como afrontar la situación. Pero ya que tenía la oportunidad de hablar con él, no la dejaría escapar.

-"Ya..." -Estaba punto de cortar la llamada. Lo haría.

-"¿Como te va?" -

-"Uhm..." -Sus repuestas no ayudaban en lo más mínimo.

Mitsui desesperaba a cada aliento que escuchaba detrás del teléfono. Ya de por si suponía que no hablaría mucho. Pero por alguna extraña razón le hacia sentir bien que Rukawa estuviera ahí, aunque fuera en silencio...

-"¿Estás bien?"-Insistió con ansias.

-"Si "-

-"Pensé..."-Calló al darse cuenta de lo que iba a decir.

-"¿Tú..?" -Cuestiono al ver que a Mitsui le costaba seguir hablando.

-"He tenido épocas mejores" -Suspiro desganado.

-"Entiendo..." -

Cuando ya los segundos en silencio parecían hacerse eternos Mitsui echo del todo su valor y recobro la compostura.

-"La verdad...estoy echo polvo" -No esperó a que Rukawa le contestará, no lo haría -"Tengo que estudiar el doble para poder recuperar todas las asignaturas que suspendí y prepararme para la temporada de invierno".

-"Lo superaras" -

-"Si claro, Hisashi Mitsui, el que nunca se rinde" -Ironizó -"Vaya puta pena"

-"¿Qué a pasado con ese Mitsui?" -Aquella pregunta si que descoloco al numero 14 por completo.

-"Eh?" -

-"El que nunca se rinde" -Por un momento su cuerpo se estremeció al escucharlo de los labios de Rukawa.

Y tenia razón. ¿Qué había pasado con ese luchador nato? ¿Con el que nadie se atrevía a enfrentarse? Con aquella confianza desbordante en si mismo. Su firmeza y determinación. Se habían esfumado del todo.

-"No lo sé..." -Murmuro pensativo-"Quizás...Nunca fue real"

-"¿Y entonces?..." -A cada pregunta su corazón se encogía más y su desesperación aumentaba.

-"Soy un mentiroso..." -La cabeza empezaba a darle vueltas.

-"¿De que hablas?" -

-"Nada...Simplemente, bah olvidalo" -

-"Esto es estúpido" -

-"Lo sé" -Resultaba tan incomodo y a la vez agradable estar hablando con él -"Rukawa"

-"¿Qué?" -¿Por que estaba alargando esta jodida conversación?

-"¿Estás cabreado?" -

-"No..." -Contesto firme. Se escucho un gruñido desde la otra linea -"¿Debería?..."

-"Yo qué sé...Contigo es imposible saber como estás, como te sientes..."-Y el no saberlo le hacía sentir de lo más inseguro.

-"Estoy bien" -

-"¿Y eso es todo? " -Está vez acentuó su tono convirtiéndolo en uno más duro -"¿Para eso me llamas?"

-"Yo no te he llamado..." -Se limito a decir crispando los nervios del otro.

-"¿No? Pues hace un momento a sonado el teléfono y aquí estamos hablando como dos gilipollas" -Espetó malhumorado.

-"Alguien dejo tu numero" -

-"¿Quién?" -

-"Ni idea" -

-"Oh...Ya entiendo..." -No sabía que era peor, si enterarse de que Rukawa no le había llamado por propia voluntad o tener que lidiar con aquella situación.

-"¿Y bien? " -Esta vez fue Mitsui quien sintió deseos de colgar.

-"..." -

-"Mitsui ¿Estás ahí?" -

-"Claro" -

-"Dentro de media hora tengo que estar en el estadio. Hoy es nuestro último asalto" -Mitsui miro el relog de la pared.

-"¿Vas a llegar?" -

-"No pienso ir" -Se sincero dejando claras sus intenciones.

-"¿Por qué?"-

-"Fue un error" -Pronuncia por primera vez con un deje de inseguridad.

-"¿Un error? Acabas de entrar en uno de los mejores equipos de esta liga. Pronto muchísimos otros equipos querrán tenerte en su plantilla ¿De que cojones hablas?" -No solo estaba enfadado por los comentarios de Rukawa, sino consigo mismo.

-"Tú no lo entiendes..." -

-"Eres un completo gilipollas" -Gruño con rabia -"Si yo estuviera en tu pellejo ni por un momento dudaría. Me convertiría en el mejor sin importarme nadie más. Eso es lo que deberías hacer tú" -Terminó de decir con energía.

-"Lo tenia claro hasta hoy..." -Se atrevió a murmurar.

El corazón de Mitsui bombeaba con furia.

-"¿Por el partido? Es normal que estés nervioso...Yo...Lo harás bien tío" -Concluyo.

-"Si..." -

-"Ahora vé y demuéstrales de que están echos los jugadores del Shohoku" -

-"Mitsui..." -Su voz apenas se oyó -"Gracias"

Al otro lado Mitsui sonreía.

En ese momento Rukawa colgó cogiendo con rapidez su bolsa de deporte. Salió disparado hacía su último partido.

Al día siguiente, por las noticias Mitsui se enteró de que habían logrado ganar gracias a los fabulosos mates del novato Japonés.

No le había dicho nada de la carta. Aunque suponía que la había recibido y leído.

Él no se veía con suficiente valor para sacar el tema. Había echo lo correcto. Y estaba feliz por ello. Cuando todo su ser gritaba por decirle que volviera, que deseaba apoyar cualquier decisión suya, que le esperaría con los brazos abiertos...De su boca solo había salido un; Vé y enfrentate a ellos con todo lo que tengas. Vé y superales. Vé y deja a este idiota enamorado. Perdidamente enamorado de ti...

En las semanas siguientes los resultados no cambiaron. La buena racha del equipo de Rukawa continuaba como si nada. Imparables.

No llegó ninguna respuesta en su buzón. Y mucho menos volvió a tener ninguna llamada suya. A veces se quedaba despierto hasta casi al amanecer, incapaz de dormir. Pensando en que pasaría por su cabeza al enterarse de lo que le había dicho.

Tenia muchísimas ganas de llamarle. ¿Pero como hacerlo? ¿Con que excusa?.

Desecho cualquier intento de mantener el contacto con él hasta que pasaron dos meses.

Era invierno y las noches eran demasiado frías como para estar afuera, así que esa tarde volvió temprano a casa. Se tiró en el sofá cansado y sin más ganas que entregarse al sueño.

En todo ese tiempo al menos había logrado apaciguar el deseo de la duda. Ahora podía volver a entregarse al máximo al baloncesto y descansar sin demonios que le atormentaran.

Cuando llamaron a la puerta, para nada esperaba a quien se encontraba detrás. Sus ojos se abrieron sorprendidos. El otro hizo una pequeña reverencia y Mitsui le dejo pasar aun algo conmocionado.

-No esperaba tu visita -Añadió después de cerrar la puerta e invitarle a sentarse.

-Es agradable volver a verte.

-Lo mismo digo -Trajo un par de tazas de té y se sentó acompañándole.

-¿Como va el equipo? -

-Bien. Parece que Sakuragi ya pronto podrá volver a jugar como siempre. A sido agotador tener que aguantarle durante tanto tiempo. No soporta ver como los demás juegan sin él.

-Eso está bien. Me alegro que por fin lo este superando. A madurado mucho desde entonces -Dio un sorbo al té y fijo la mirada en Mitsui -Pero no es de él de quien quiero hablar. Sino de ti.

El número 14 se quedo unos instantes parados sin mediar palabra.

-¿Por qué? ¿A pasado algo? -Cuestiono nervioso.

-¿Como va esa carta? -El cuerpo del jugador se tensó. Sabia perfectamente a que se refería, hacerse el tonto no iba a servir para cambiar de tema.

-Bien, supongo. Bueno la verdad es que no lo sé -Su semblante se transformó a un más serio y decaído -No me contesto.

-Ya veo...-

-Aunque es lógico. Acabé escribiéndole un montón de tonterías. No creo que ni siquiera tuviera tiempo de leerla -Suspiro algo triste.

-Los sentimientos son algo a tener en cuenta. Rukawa lo sabé -Se levantó no sin antes despedirse como era debido.

Mitsui al volver a estar solo entre el silencio de la noche algo en su interior se removió.

-Entrenador...

Apenas pudo dormir 3 horas pero no se sentía cansado. En la mañana desayuno algunos cereales y salió temprano. Con tiempo suficiente para pararse un rato en la playa. Lo hacía a menudo. Le gustaba sentir el frescor del aire salado en su cara. La libertad que le transmitía era desbordante.

Saco de su bolsillo su móvil. Podía llamarle. Podía hacerlo. Marco el botón de rellanada al número que tenía guardado en la memoria desde ese día. Ahora ya no había marcha atrás.

Dos...tres tonos...Nada. La segunda vez acabó saliéndole el contestador automático.

-Mierda -Maldijo -Rukawa cógelo.

Cuando ya empezaba a desesperarse del todo y no podía con su propia incertidumbre se escucho una voz masculina.

-"¿Quién?" -

Las miles de frases que minutos antes había ideado en su cabeza. Todo lo que iba a decirle se esfumó por completo dejándole la mente en blanco. Nada que decir.

-"Soy yo" -Contesto como si fuera lo más obvio del mundo.

-"No te conozco" -Respondió con tono grave.

¿Se había olvidado de su voz? ¿En serio? Él nunca sería capaz de hacerlo, aunque quisiera. Sobretodo con gente cercana con la que había pasado mucho tiempo. Pensó que sonaba extraño, pero prefirió dejarlo de lado.

-"Mitsui"-

-"¿Mitsui? ¿Qué quieres?" -¿Qué que quería? De todo y nada. Cualquier cosa que le hiciese despejar sus dudas. No solo sobre la carta en si, sino más bien sobre lo que le había confesado en ella. Y no es que necesitase la aprobación del chico moreno, pero de alguna forma y después de saber como reacciono Sakuragi, apoyándole, quería ver si con Rukawa iba a ser del mismo modo.

-"Hablar contigo" -

-"No tengo tiempo" -

Por momentos sentía que esa persona con la que estaba tratando no era la misma que meses antes le había llamado. ¿Qué había pasado con ese Rukawa?

-"Me da igual" -Contestó Mitsui mientras empezaba a caminar cada vez más hacía la orilla.

-"Esta bien. Habla" -El moreno resoplo fastidiado. Lo recordaba perfectamente y también recordaba que no había contestado su carta. Se sentía un miserable por no haberlo hecho. Había ignorado a su compañero de equipo. Cuando él, no solo había dedicado su tiempo a escribirle e informarle, sino que le había confesado algo impotente. ¿Y como se lo agradecía? Pasando olímpicamente. Odiaba esa sensación de no poder controlar sus propias emociones. Por un lado saber que había sido un capullo, sintiéndose un mierda y seguir siendo un capullo. No merecía que Mitsui siguiese esforzándose por él.

-"Todo lo que te escribí en la carta iba en serio. La leíste ¿no? -El hecho de habérselo dicho en palabras sonaba forzado a los ojos de Mitsui. No pretendía preguntárselo directamente pero con Rukawa tenía que ser de ese modo, ya que sabía que no iba a hablar mucho y no creía que fuese a sacar el tema. Y ya había pasado un tiempo.

-"..." -

-"¿Como de costumbre no piensas hablar?” -indago intentando serenarse. Mitsui era de armas tomar y a la mínima se ponía en alerta. Lo cierto era que la actitud de Rukawa no solo le sacaba de quicio sino que estaba empezando a exasperarle -”¿Te la suda, no?”

-”No, no es eso”.

-”Vaya tío...” -soltó dándose cuenta que quizás había estado perdiendo su tiempo intentando establecer algún tipo de contacto con alguien como Rukawa. Incluso empezaba a arrepentirse de haberle confesado algo tan intimo como que le gustaban los chicos, a alguien que ahora no mostraba el más mínimo interés.

-”Leí tu carta y te agradezco enormemente que me la escribieses. Si te soy sincero, era la primera vez que recibía una carta que mereciese la pena leer”.

Después de oír aquello la tensión de Mitsui se relajo.

-”Vaya, hasta puedes sonar simpático”.

Mitsui no lo vio pero al otro lado del teléfono una leve mueca a modo de sonrisa se instalo en la cara de Rukawa.

-”No se me da bien esto. Hacer amigos en general, no se me da bien”.

-”Eso no hace falta que me lo jures. Hemos estado en el mismo equipo el tiempo suficiente como para darme cuenta que eres un completo antisocial”.

-”Supongo que sí”.

No se estaban diciendo gran cosa. Las veces que habían hablado, solamente habían intercambiado frases cortas. Pero para Rukawa sobretodo estaba siendo un alivio a nivel emocional , ya que no estaba pasando lo que se dice una buena racha emocional en Estados Unidos. Volver a recordar viejos tiempos, entablar conversación con su antiguo compañero de equipo y haber hablado un poco le habían echo salir de esa oscuridad en la que estaba sumido desde que se fue y vio que todo era muy diferente a como él esperaba que fuese.

Mitsui sin dudarlo ni pretenderlo le había hecho despertar.


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