No puedes comprar mi amor por zandaleesol

Título: “No puedes comprar mi amor”


Personajes: Harry Potter/Draco Malfoy


Disclaimers: Los personajes no me pertenecen, son de propiedad de J.K. Rowling, sólo los tomo prestados para divertirme con ellos, no percibo ningún beneficio económico.


Advertencia: Post Deathly Hallows, sin Epílogo. Esta historia comienza a desarrollarse justo cuando faltan dos días para el primer aniversario del enfrentamiento final entre Harry y Voldemort.


Capítulo 11. El Encuentro II Parte


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Ron y Hermione estaban impactados. Apenas podían creer que la madre de Draco Malfoy dijera que su hijo a lo menos había aceptado hablar de la posibilidad de casarse con Harry.


——Harry no puedo creerlo, ¿qué le habrá dicho para convencerlo? ——dijo Hermione después de leer la carta que había enviado Narcisa a su amigo.

——No sé. Malfoy es un idiota presumido, pero no puedo negar que adora a su madre ——respondió Harry.

——Es una suerte que las hayas convencido tan rápido Harry, y sin tener que revelarle la verdad ——terció Ron.

——Yo creo que en el fondo ella no confía en los hermanos Umbriedge, y su intuición no está mal encaminada ——dijo Harry.

——Y ha sido una suerte que sí haya confiado en ti Harry ——repuso Hermione.

——No creo que sólo sea suerte, ella agradece que salvara a su hijo en el incendio.


Los tres amigos guardaron silencio por un instante. Luego Hermione reanudó la conversación.


——¿Harry estás preparado para todo lo que sucederá una vez que Malfoy acepte y se casen?

——No será fácil Hermione, pero estoy hecho a la idea, y por último ya me enfrenté a cosas más difíciles.


Volvieron a quedar en silencio.


——¿Harry, si Malfoy acepta, se lo dirás a mamá y a papá antes o después de casarte? ——preguntó Ron de improviso.


Harry se quedó en silencio. Esa era otra de las cosas que le preocupaban, si Malfoy resultaba ser menos idiota de lo que él creía y finalmente lo aceptaba, debería explicárselo a la familia de su amigo, después de todo siempre había tenido lazos estrechos con ellos, aunque la señora Weasley aun no le perdonara del todo por no volviera a ser novio de Ginny.


——La verdad Ron, no sé que sea mejor, de una forma u otra será un golpe para ellos ——respondió Harry.

——Sí, creo que es cierto, de cualquier modo se sentirán decepcionados ——dijo Ron.

——Diciendo eso no ayudas a Harry, él se sacrifica por el bien de todos ——reprochó Hermione a su novio.

——Ron tiene razón Hermione, de la forma que sea no estarán felices, no lo comprenderán, después de todo saben que Lucius quiso entregarme a Voldemort.

——En ese caso, quizá sea mejor decirles la verdad, para que comprendan porque haces esto ——respondió la chica castaña.

——Bueno ya veremos, primero hay que esperar a ver si Malfoy acepta el matrimonio.


Ron y Hermione asintieron en silencio.



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A las siete en punto Draco recibía otra vez la visita de su prometido. Los tres Malfoy sentados en la sala contaban ahora además con la presencia de Dolores Umbridge.


Lucius, pese a haber estado dispuesto en hacerle un grave desaire a la bruja que era secretaria del Ministro, ahora conversaba con ella como si tal cosa nunca hubiese pasado por su cabeza. Ya que su hijo se había negado en rotundo a oír hablar de Potter, pues no le quedaba más remedio que seguir con el plan inicial.


Narcisa estaba acostumbrada a ese comportamiento de su marido, por lo que no le asombraba, ni siquiera se permitía hacerle una recriminación. En cambio Draco miraba esa noche a su padre con un enojo que le costaba ocultar.


——Lamenté mucho no poder venir a cenar con ustedes anoche, pero el Ministro requería mi ayuda en un asunto urgentísimo ——explicó Umbridge con esa risita taimada.

——No se preocupe Dolores, contamos con la agradable presencia de Magnus ——respondió Lucius.

——Esta noche no quise desairarlo otra vez Lucius ——dijo Umbridge ——. Además me gustaría que nos pusiéramos de acuerdo para anunciar el compromiso.


Draco miró a su madre, sabía que la bruja tenía prisa por concretar el asunto, pero de todos modos el estómago se le recogió.


——¿Estás de acuerdo querido? ——preguntó Umbridge a Draco.

——Claro será cuando ustedes lo dispongan ——respondió el rubio dándole una mirada a su padre que asintió con la cabeza.

——¿Cuándo le gustaría Dolores que hagamos el anuncio? ——preguntó Lucius.

——Creo que la próxima semana estaría bien ——respondió la bruja y luego miró a Narcisa que estaba más tiesa que nunca ——. ¿Está de acuerdo usted señora Malfoy?

——Por mí no hay problema, sólo desearía saber como se hará tal anuncio, ¿será a través del periódico?

——Creo que esa sería la mejor forma de hacerlo ——respondió Umbridge ——. De ese modo la comunidad mágica se irá acostumbrando a la idea, aunque también quisiera, si a ustedes no les molesta, que anunciáramos la fecha de la boda.


Draco sintió un frío recorrerle la espina dorsal.


——Ah eso significa que ya ha pensado en una fecha ——repuso Lucius.

——Sí, por supuesto, creo que el 1 de septiembre sería una buena fecha para realizar la boda.


Draco miró a Narcisa. Con la fecha ya definida el asunto tomaba otro cariz. De pronto se encontró recordando las palabras suplicantes de su madre para que aceptara la petición de matrimonio que le había hecho Potter.


Sin que Draco casi se percatara Magnus se había acercado más a él y en ese momento le susurraba al oído.


——Muy pronto seremos esposos, querido te prometo que te haré el ser más feliz de este mundo.


Draco sintió una sensación de nausea repentina, debió hacer gran esfuerzo por no levantarse y salir corriendo del salón. Miró a su prometido deseando sonreírle, pero no pudo.


*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~


Draco se paseaba de un lado a otro dentro de su habitación, esperaba ansioso que su madre llegara. Por fin la puerta se abrió y Narcisa entró mostrando mucho nerviosismo.


——Madre, el 1 de septiembre, sólo restan tres semanas y en unos días lo anunciarán en el periódico.

——Realmente pensé que tendríamos más tiempo hijo.

——No entiendo porque tienen tanta prisa.

——Yo tampoco ——respondió la mujer.

——Bueno, lo de Potter queda descartado, ni siquiera tendré tiempo para pensarlo.

——Ya le escribí diciendo que tú lo pensarías.

——¿Cuándo le escribiste?

——Hace dos horas le había enviado una carta, pero ahora acabo de enviarle otra.

——¿Otra y ya te respondió?

——No, pero no importa, en la segunda que le envié recién le he dicho que iremos tú y yo hasta la casa de los Weasley, en cuanto tu padre se duerma partiremos.

——Pero madre…

——Nada hijo, tú lo has dicho, no queda tiempo, ya oíste a Dolores, de seguro que el mismo lunes aparece el anuncio, estamos a miércoles, si vas a aceptar a ese muchacho lo harás esta misma noche ——dijo Narcisa con tono resuelto.


La idea de casarse con Magnus no le causaba alegría a Draco, pero el pensar en un matrimonio con Harry Potter tampoco lo emocionaba, quizá hasta le daba algo de miedo.


——Madre ya estoy resignado a casarme con Magnus… Olvidemos eso de Potter…

——No, no Draco… no me digas eso, si no quieres que me muera de un disgusto, está noche veremos a ese muchacho, iremos a esa casa.


Draco arrugó el ceño.


——¿Madre y si Potter pretende humillarme? No iré a la casa de esos para que se burlen de mí.

——Déjate de niñerías Draco. Iremos hasta allá, pero sólo nos veremos con Harry Potter, creo que ninguno de los Weasley sabe de la proposición que te ha hecho.

——Pensarán que está demente, hasta yo lo pienso.

——No digas eso, es un buen muchacho y está dispuesto a salvarte de la que será la mayor desgracia de tu vida, así que no vuelvas a decir algo malo con respecto a él.


Draco miró con algo de asombro a su madre, sabía que ella estaba agradecida de que le salvara la vida, pero su simpatía por Potter era más que extraña.


*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~


Harry leía más que preocupado la segunda carta que Narcisa Malfoy le había enviado, diciéndole que las cosas se habían complicado y que esa misma noche debían verse para hablar, vendría hasta la misma Madriguera y además traería a su hijo con ella.


No podía creerlo, había llegado el momento más crucial de todos, vería a Draco. Estaba nervioso, pues no sabía como haría para recibirlos ahí sin que los dueños de casa se dieran cuenta. Tendría que contar como siempre con la complicidad de Ron y Hermione.


Eran casi la una de la madrugada la noche estaba muy oscura y Harry escudriñaba el patio esperando ver o escuchar a alguien cruzarlo.


Ron pese a estar cansado tenía los ojos más abiertos que nunca. Harry le había insistido en que se acostara, pero el pelirrojo no iba a hacerlo, había decidido que iría con Harry, no pensaba dejarlo solo con dos Malfoy.


——Ron te agradezco la preocupación, pero necesito hacer esto solo, no podré pedirle a Malfoy que se case conmigo si tú estás ahí.

——Harry, si todo es una trampa de parte de ambos y pretenden atacarte estarás en desventaja.

——Ron, compréndelo por favor, este asunto va más allá de viejas rencillas estudiantiles. Además ella me da confianza.

——Harry por favor, lo tuyo con Malfoy siempre fue más allá de sólo rencillas de estudiantes y lo sabes perfectamente, Malfoy siempre te odió, ¿por que su madre no lo haría?

——Porque le salvé la vida a su hijo, a su único hijo. Ron yo estuve en el bosque prohibido, sólo yo conocí la desesperación de esa mujer por saber si Malfoy aún vivía.


Ron no estaba de acuerdo con que Harry confiara tanto, pero comprendió que una vez más no podría disuadirlo.


——Además será más fácil pedirle a Malfoy que se case conmigo si tú no estás ahí escuchando, sería demasiado embarazoso para mí.

——¡Soy tú amigo! ——se escandalizó el pelirrojo.

——A eso me refiero Ron.


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Draco sintió que el corazón casi se le arrancaba del pecho cuando se dio cuenta de que estaban frente a la casa de los Weasley. Tenía ganas de dar la vuelta y salir corriendo, sólo su orgullo, y que daba gracias a Merlín que fuese lo bastante grande, lo salvaba de la tentación de decirle a su madre que prefería casarse con Magnus a tener que verle la cara a Harry Potter. Ya había aceptado verse con Potter y si ahora se marchaba, con justa razón el héroe le llamaría cobarde. Pensaba el rubio que su madre se aprovechaba del inmenso amor que él sentía por ella, de otro modo no se hubiese dejado convencer por esa idea tan descabellada.


Draco sintió una sacudida en el estómago cuando vio que una figura oscura y de su misma estatura cruzaba el patio, sabía que era Harry Potter.


A pesar de lo tarde que era Harry estaba más despierto que nunca y para nada cansado, sus sentidos estaban completamente alertas y despejados. Era extraño para él darse cuenta de que a pesar de todo la situación lo tenía bastante nervioso, si lo que había dicho Narcisa en su carta era cierto tendría que hacerle una petición de matrimonio a su hijo de manera formal en unos cuantos minutos más. Había pasado muchas cosas en su vida, pero esta era la más extraña. Una vez había estado casi seguro que le pediría matrimonio a una chica, específicamente a Ginny, sin embargo, ahora estaba a punto de pedirle a Draco Malfoy que se aceptara casarse con él.


——Buenas noches señora Malfoy ——dijo Harry tratando de imprimirle a su voz un tono calmado.

——Buenas noches Harry ——respondió Narcisa, a pesar de las circunstancias bastante extrañas en las que se daba ese encuentro no creyó que debieran pasarse por alto ciertas normas de educación ——. Hijo no vas a saludar a Harry.


Draco entrecerró los ojos y luego saludó a Harry escuetamente.


——Hola Potter.

——Hola ——respondió Harry.

——Creo que sería un avance que se llamaran por sus nombres ——repuso Narcisa.


Se produjo un breve silencio.


——Será mejor que entren para que hablemos ——propuso Harry.

——Pero la familia Weasley podría escucharnos ——objetó Narcisa.

——No se preocupe, todos están dormidos, en todo caso Ron se ha quedado montando guardia por si acaso.

——Entonces vamos ——dijo Narcisa.


Draco siguió a su madre y a Harry en completo silencio.


Entraron a la cocina, Draco y Narcisa no pudieron evitar mirar el lugar con curiosidad,
Harry les indicó que se sentaran.


Narcisa lo hizo primero. Draco no podía dejar de mostrar incomodidad de estar en la casa de los Weasley, lugar que siempre había calificado con el epíteto de “pocilga”. Sin embargo se sentó junto a su madre y vio que Harry se sentaba frente a ellos.


Pese a estar quizá más cerca de lo que habían estado jamás y poder mirarse de frente, ninguno de los dos muchachos se miraba directamente a los ojos. Harry con su mirada en Narcisa y Draco mirando hacia el frente como si Harry fuera transparente.


Narcisa sabía que su hijo sólo por una cuestión de orgullo no le haría las cosas sencillas a Harry, por lo tanto ella debía iniciar la conversación.


——Bueno Harry, como te dije en mi carta, Draco está dispuesto a escuchar tu propuesta ——dijo Narcisa.


Harry no apartó sus ojos de la mujer rubia.


——¿Quieres casarte conmigo para vengarte de Umbridge? ——preguntó Draco de pronto.


Harry no se sorprendió por la pregunta, pero igual le preocupó que debido a eso el rubio le rechazara finalmente.


——¿Realmente te importa tanto el motivo de mi propuesta?

——No quiero ser usado como un trofeo… Potter.

——No tengo ninguna intención de usarte como trofeo ni de ningún otro modo.


Por primera vez se miraron directamente a los ojos.


——Creo que hay cosas de que deben decirse y será mejor que lo hagan en privado ——dijo Narcisa levantándose de la silla, tocó el hombro de su hijo y luego salió hacia el patio oscuro.


Luego de la salida de Narcisa, Draco observó de forma insistente a Harry, queriendo adivinar sus reales intenciones.


——¿Estás enamorado de mí Potter? ——preguntó Draco de un modo socarrón.


Harry estuvo a punto de insultar al rubio, pero se contuvo, eso no ayudaría.


——¿Y tú Malfoy, estás enamorado de tu prometido?

——Claro que no, sólo lo hago por conveniencia, mi madre ya te lo dijo.

——Entonces no debería importante tanto el motivo, casarte conmigo te conviene más.

——Eso lo dices tú, pero yo no estoy tan seguro de ello.

——Conocí a tu prometido, y es tan encantador como su hermana.

——Hmm… tal vez a mí me agrada…


Harry lo miró con sorna.


——Malfoy, ni en mil años te agradaría ese sujeto y lo sabes.

——Quizá me agrada más de lo que me agradarás tú nunca Potter.

——Olvida que me odias Malfoy y piensa en el beneficio que obtendrás casándote conmigo, te aseguro que será mucho más de lo que obtendrás con ese hombre.

——Tu propuesta llega tarde Potter, mi compromiso se anuncia el próximo lunes.

——Faltan cuatro días, aún podemos hacer algo.

——¿Qué estarías dispuesto a hacer Potter?

——¿A qué te refieres?

——Para que yo te acepte.


Harry se puso de pie, miró en derredor y luego fijó otra vez su vista en Draco.


——No voy a ponerme de rodillas y a suplicarte Malfoy si es eso lo que estás esperando. Eres tú quien más ganará si te casas conmigo. Me imagino que tu prometido está planeando que le des un hijo enseguida.


Draco sintió incomodidad de que el moreno mencionara ese tema, ni siquiera lo había tocado con Magnus.


——No hemos hablado de hijos.

——Pero él debe desearlos estoy seguro. Si te casas conmigo jamás te forzaré a que tengas hijos.

——No estás enamorado de mí, no quieres hijos, tampoco puedo decir que deseas mi fortuna o el prestigio de mi apellido, ¿de qué se trata Potter?

——No voy a explicarte mis motivos Malfoy, sólo debes decirme si aceptas o no.


Draco se quedó mirando a Harry un par de segundos, intentando leer en esos ojos verdes que le miraban ahora con fijeza.


——En el supuesto de que te aceptara, cómo lo haríamos… Se supone que deberé casarme en tres semanas.


Harry volvió a sentarse frente al rubio.


——Naturalmente que deberá ser en secreto, y antes del próximo lunes.

——¿Podrás conseguir que alguien nos case así de rápido?

——Bueno de algo tiene que servir el que me llame Harry Potter.

——Por supuesto. Espero también que tu poder de héroe alcance para proteger a mi familia, porque cuando esto estalle Umbridge querrá vengarse, supongo que has pensado en eso.

——Lo he pensado y creo que lo mejor es que dejemos fuera a tu familia, así Umbridge no podrá culparlos de nada.

——¿Cuál es tu plan exactamente, Potter?

——Bueno, he pensado que podríamos ir al Valle de Godric, estoy reconstruyendo la casa que era de mis padres, aún no está terminada, pero ya una parte es habitable, nos casamos ahí y nos quedamos unos días luego regresamos para informarle a tu familia.

——Mi madre lo sabe todo.

——Es cierto, pero tu padre no, él está convencido de que tú me rechazaste y después de todo fue él quien hizo el trato con Umbridge, no será necesario que mienta puesto que no se esterará de que te has casado.

——¿Pretendes que no se lo diga a mi padre?

——De ese modo lo pretejerías de Umbridge, si él no se entera esa bruja no podrá acusarlo de nada luego, con toda tranquilidad podrá decir que has actuado a sus espaldas.


Draco se quedó pensando. Se daba cuenta de que Harry ya había planeado todo, al parecer contaba con que él aceptaría al final.


——Supongo que sabes que mi familia está en la ruina. Umbridge prometió darle una cantidad de oro a mi padre, mientras ella hacía gestiones para que recuperáramos los bienes que nos quitó el Ministerio.

——Yo no necesito el lujo Malfoy, con lo que me dejaron mis padres me basta para vivir bien. Estoy dispuesto a entregarle todo lo que me dejó Sirius a tu familia.


Draco hizo todo lo posible para no mostrarse impresionado aunque en realidad lo estaba. Sin embargo, aceptar el oro de Umbridge era más fácil, puesto que tenía el convencimiento de que la bruja no estaría haciendo otra cosa que restituir lo que por derecho les pertenecía, pero aceptar que Potter renunciara a la herencia de su padrino para entregársela a ellos era algo muy diferente.


——No creo que debas renunciar a lo que te dejó tu padrino. Me bastaría tu promesa de que usarás tu influencia para que a mi familia le devuelvan lo que esa bruja les robó.

——No sé si pueda cumplir con eso Malfoy, no creo que mi poder llegue a tanto.


Draco lo miró desconfiado no estaba seguro de que Harry hablara en serio.


——Potter libraste al mundo mágico del Señor Tenebroso.

——Así es Malfoy, pero no te creas que por eso todo el mundo me ama, todavía hay mucha gente a la que no le agrado, Umbridge entre ellas.

——De seguro que el número de tus admiradores disminuirá mucho cuando te cases conmigo.

——¿Debo entender ese comentario como un sí, te casarás conmigo entonces?


Draco guardó silencio un instante.


——Sí Potter, me casaré contigo.


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Eran casi las dos de la madrugada cuando Narcisa se despidió de su hijo en la puerta de la habitación de éste en la mansión.


——Descansa mi cielo ——dijo la mujer rubia ——, todo saldrá bien, estoy segura.

——Madre estoy seguro que esta es la mayor locura de mi vida.

——Posiblemente lo sea hijo, pero estoy segura que será para mejor.


Draco entró a su habitación, se sentía abrumado por todo lo sucedido en apenas unas horas. Aún seguía pareciéndole inverosímil toda la situación. Había aceptado la locura de Potter, estaba medio aturdido preguntándose si todo eso no era más que una alucinación suya. Se quitó la ropa con inercia y se puso el pijama, luego se deslizó en la cama para intentar dormir; sin embargo pese a la hora no tenía una pizca de sueño.


Estaba indudablemente preocupado por el rumbo que tomarían las cosas ahora. Había aceptado casarse con Harry Potter. Presentía que el lió en el que se había metido era tan grande como la miseria que vivía su familia. No podía dejar de preocuparse por lo que podría opinar su padre cuando se enterara de aquello, era cierto que había partido de él la idea de que aceptara a Potter, pero él se había negado y resultaba que ahora sin casi saber cómo había aceptado.


La única cosa que le daba algo de tranquilidad era pensar que con su decisión hacía feliz a su madre. Era un hecho que a ella le simpatizaba Potter, eso le molestaba un poco, hasta sentía un poco de celos por eso.


Draco dejó de pensar en lo sucedido esa noche, pero su imaginación no pudo evitar divagar por otros rumbos. Se preguntaba cómo sería estar casado con el héroe del mundo mágico. Cómo reaccionarían todos al saber de su matrimonio, y no estaba pensando en Umbridge o en Magnus, sino en la demás gente, los amigos de Potter, los Weasley, toda esa gente que tanto estimaba al héroe. Esperaba que Potter no arruinara su reputación con ese matrimonio, porque eso de nada le serviría a su familia y a él mismo. La fama de Potter tenía que servir para sacar a su familia del poso en el que se había hundido.


De pronto Draco se sintió asaltado por las dudas otra vez ¿Y si ese matrimonio en apariencia tan conveniente para él resultaba un completo fracaso? En realidad no quería que le ganara el pesimismo, no podía ser que el desprecio que sentía la gente por la familia Malfoy perjudicara a Potter. No podían ser todos tan mal agradecidos con el héroe, después de todo había estado dispuesto a morir para salvar el mundo mágico.


Lo último que Potter le dijo era que en cuanto amaneciera se pondría en contacto con alguien que había conocido en su reciente viaje al Valle de Godric. Ese personaje tenía un pariente que trabajaba en el Ministerio de la Magia y tenía licencia para realizar bodas, de esa forma Potter pensaba asegurar que ese matrimonio se mantuviese en secreto a los menos por unos días. Miles de ideas le pasaban al rubio por la cabeza en ese momento, Potter le había asegurado que no le obligaría a tener hijos, y eso le llevaba a preguntarse si después de casados Potter tendría alguna intención de que el matrimonio se consumara. Con Magnus nunca le había cabido ninguna duda de que las cosas se darían como debían ser, pero con Potter era otra cosa, estaba más que claro que ese matrimonio no sería normal en ningún sentido.


Draco jamás se había imaginado enfrentándose a algo así, recién comenzaba a entender que prácticamente iba a casarse con alguien desconocido para él, y era muy extraño puesto que Potter había sido su compañero de escuela por años y rivales la misma cantidad de años y sin embargo él recién tomaba conciencia de que sabía muy poco sobre el héroe del mundo mágico. Sabía lo que todos los demás, lo que era de público conocimiento, pero íntimamente Potter le era tan desconocido como lo era el hermano de Umbridge.


Aunque con respecto a Potter sí sabía algo esencial, que era bien intencionado por naturaleza, jamás andaba ideando estratagemas para dañar a otros , era un noble y tonto Gryffindor, que deseaba casarse con él por alguna extraña razón que tal vez algún día podría llegar a comprender cabalmente.


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