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No puedes comprar mi amor por zandaleesol

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Título: “No puedes comprar mi amor”


Personajes: Harry Potter/Draco Malfoy


Disclaimers: Los personajes no me pertenecen, son de propiedad de J.K. Rowling, sólo los tomo prestados para divertirme con ellos, no percibo ningún beneficio económico.


Advertencia: Post Deathly Hallows, sin Epílogo. Esta historia comienza a desarrollarse justo cuando faltan dos días para el primer aniversario del enfrentamiento final entre Harry y Voldemort.


Capítulo 13. La Boda


&&&


Draco sintió una sacudida en el estómago, debió levantarse de la cama y correr al baño. Unos minutos más tarde salió pálido y sudoroso, se sentía enfermo. Sin embargo estaba seguro que todo se debía al terrible pánico que experimentaba a medida que veía avanzar las agujas del reloj de su mesa de noche. Ahí estaba la carta que había recibido de parte de su “prometido secreto”, Harry Potter. La carta decía que al siguiente día debían reunirse en las afueras de Hogsmeade y desde ahí partirían al lugar donde se casarían en secreto. Además, Potter le sugería que fuese preparado para una estancia que seguramente se prolongaría por varios días.


Por una cuestión de orgullo Draco no podía permitirse sentir asombro por el hecho de que Potter al parecer siempre conseguía lo que se proponía, y claro cómo no iba a suceder de ese modo si todo el mundo lo idolatraba. De pronto el rubio pensó que a partir del momento en que se casara con Potter sería testigo obligado de la adoración que le dispensaba la comunidad mágica al héroe.


Pero otras ideas también vinieron a ocupar la atribulada mente de Draco. Tendría que vivir con Potter, sólo de pensarlo el dolor de estómago regresaba. Y para Draco era extraño sentirse así de angustiado el héroe le había asegurado que tendría más garantías que al casarse con Magnus. El héroe nunca le obligaría a tener hijos, pero Draco no estaba totalmente seguro si aquello significaba que no estaría forzado a consumar el matrimonio. Eso sí tenía la certeza de que la unión se llevaría en términos de igualdad producto de que ambos tenían la misma edad; la ley mágica era clara al respecto. En matrimonio de magos de igual sexo el que tenía más edad era quien ejercía potestad sobre el menor, una soberana estupidez para Draco, pero así era la ley.


En este caso le hacía sentir bien el saber que por lo menos Potter no podría gobernarlo como un objeto, él no sería usado por el héroe y se lo dejaría muy claro desde el segundo siguiente en que firmaran ese contrato mágico, aunque a veces lo asaltaba la duda de que quizá no fuese esa la intención de Potter. De todos modos no bajaría la guardia ni pensaba fiarse; todo ese asunto tenía matices muy extraños. Recordaba que le había preguntado a Potter de un modo burlón si estaba enamorado de él y por eso aquel interés en casarse; pero era cierto, aunque jamás lo confesaría, que una pequeña duda se había instalado dentro de él con respecto a los sentimientos del héroe.


Todo siempre le había indicado que Potter le detestaba y, sin embargo, le había salvado la vida en aquel incendio. También era cierto, como su madre se lo recordaba más veces de las que a él le gustarían, que Potter había testificado a favor de su padre y de él mismo ante el Wizengamot. Otro hecho que Draco reconocía que no dejaba de ser curioso, era que Potter no había reanudado su noviazgo con la hermana de Weasley, algo muy raro, en el sexto curso parecía estar muy enamorado de ella.


Draco comenzó a pensar que eran muchas las cosas extrañas que rodeaban los actos de Harry Potter, resultaba bastante enigmático el héroe, aunque también imaginaba que en todos esos actos había mucho de esa ridícula nobleza de Gryffindor. Cerró los ojos para intentar dormir, al siguiente día le esperaba el desafío más grande de todos, tener el valor de cumplir con la palabra empeñada y casarse con Harry Potter.


*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~


Una gran zozobra rondaba el corazón de Narcisa, sabía que no tendría tranquilidad hasta no saber que su hijo estaba casado con Harry y que ningún poder en el mundo mágico podría disolver ese vínculo. Las cosas no serían fáciles a partir de esa boda, pero se sentía con el valor suficiente para afrontar lo que fuera con tal de que Magnus jamás le pusiera una mano encima a su hijo.


Lucius no se encontraba junto a ella en ese momento, pues se había quedado en su despacho como hacía cada noche. Eso resultaba mejor para ella, pues de ese modo se fingiría dormida y Lucius cuando llegara a la habitación no se daría cuenta de la tremenda preocupación que estaña sintiendo. El siguiente día no sólo era decisivo para su hijo, sino también para ella y su esposo.


Cuando Draco se marchara sin regresar ella tendría que fingir angustia y pesar. Lucius debía creerle, convencido él también lo estaría Dolores, porque al final de cuentas de un modo u otro ella se enteraría de la desaparición de Draco.


*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~


Finalmente Harry y Ron regresaron a la Madriguera, justo a la hora en que Molly servía la cena. No pasó inadvertido para ella el hecho de que Harry despidiera un ligero olor a Whisky de Fuego, sin embargo no dijo nada, después de todo el muchacho era mayor de edad desde hacía rato y por lo tanto libre de hacer lo que le pareciera.


Harry se mantuvo totalmente silencioso durante la cena. Al día siguiente su destino quedaría sellado y unido al del muchacho que tanto había detestado, Draco Malfoy, ex Mortífago, aunque no por opción propia, eso lo reconocía.


Para los integrantes de la familia Weasley era claro que algo sucedía, hasta Ron estaba silencioso en exceso, era como si un problema sin solución se le presentara. Después de concluir la cena, Harry no se quedó para la sobremesa, se excusó diciendo que estaba cansado y que se iba a dormir. Ron tampoco se quedó mucho más tiempo, pronto se despidió y subió a su habitación.


Aquellas actitudes extrañas no hicieron más que acrecentar las sospechas que tenían de que los dos muchachos andaban en algo raro.


*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~


Ron sabía que al llegar a la habitación encontraría muy despierto a su amigo, él mismo no tenía sueño.


——Creo que ya todos comienzan a sospechar ——dijo Ron mientras se tendía en su cama sin quitarse la ropa.

——¿Por qué lo dices? ——preguntó Harry.

——Me miraron raro cuando dije que estaba cansado y venía a dormir.

——Es natural que así suceda, pero creo que es lo mejor —repuso Harry.

——¿Cómo mejor?

——Si comienzan a sospechar que algo sucede cuando les diga la verdad quizá no se asombren tanto.


Ron miró a su amigo con escepticismo.


——Bueno Harry imagino tu deseo de que todos tomen bien el asunto de la boda, pero honestamente no creo que ocurra.

——¿Por qué me tuve que meter en este lío Ron?

——Porque seguiste a Lucius Malfoy a “Las Tres Escobas”, sino no hubieses escuchado esa conversación nada de esto pasaría.

——Soy un perfecto idiota, no cabe duda de eso.

——Vamos amigo piensa que haces lo correcto.

——Por culpa de mi curiosidad y la intención de hacer siempre lo correcto sólo me provoco problemas.

——Fue así desde que te conocí ——dijo Ron ——. Recuerdo cuando estábamos en primero Harry y topaste con el espejo de Erised.


Las facciones de Harry se relajaron y sonrió.


——Me acuerdo, quería que también lo vieras, para que conocieras a mis padres.

——Pero se reflejaban los deseos más profundos del corazón ——recordó Ron ——. Yo me veía ganando la copa.

——Por causa de eso terminamos en un gran lío, recuerdas que huimos del señor Filch y acabamos en ese sitio con ese perro de tres cabezas.

——Estuve seguro que nos devoraría ——dijo Ron.

——¡Faltó poco! ——repuso Harry ——. Siempre tuve talento para los problemas tal como decía el profesor Snape.

——Y Hermione y yo te secundábamos ——dijo el pelirrojo sonriente.

——Igual que ahora. Fui realmente afortunado al conocerte Ron.

——Bueno Harry, tu hiciste que los años en Hogwarts fueran agitados, pero fue genial.

——No siempre Ron, a veces nos metimos en líos muy graves y no sólo peligró mi vida sino también la de ustedes.

——Sí, pero lo importante es que al final triunfaste Harry.

——Pero no me siento como un triunfador Ron.

——Harry, enfrentaste muchas cosas difíciles, Malfoy no puede ser tan terrible.

——¿Ron, piensas que le temo?

——No me refiero a eso Harry. Será complicado convivir con Malfoy y enfrentar el juicio de todos, pero tú siempre te sobrepones a lo difícil y sé que esta vez no será la excepción.

——Es y será muy valioso tener tu apoyo Ron.

——Hmm sí… Te apoyo y por eso sugiero que intentemos dormir, mañana nos espera un día difícil, sobretodo a ti.

——Es cierto.


Ron se levantó para quitarse la ropa, mientras Harry seguía con la vista fija en el techo.


&&&


Hacía dos horas que estaba preparado para partir. Lo cierto era que estaba acostumbrado a madrugar, pero esa mañana había superado inclusive a los elfos que trabajaban en la mansión.


Se había esforzado todo lo posible por utilizar la túnica más sencilla que tenía, pero sin éxito, pues él no se caracterizaba por vestir atuendos sencillos, él era Draco Malfoy, la elegancia hecha persona. A parte de eso había preparado un pequeño equipaje con lo más esencial, estaría varios días fuera de la mansión; eso había dicho Potter aunque no había sido muy precioso con la cantidad de días. Había utilizado un hechizo para reducir su equipaje y guardarlo en el bolsillo de su túnica, a las nueve en punto debía encontrarse con Potter en las afueras de Hogsmeade.


Tendría que intentar lucir como siempre para que su padre no sospechara cuando bajara a desayunar. Tal como había dicho su prometido secreto era mejor que ignorara la situación, así cuando estallara todo eso, su padre estaría libre de cualquier culpa.


Draco bajó de su habitación y enseguida se dirigió al comedor, no tenía apetito, pero se obligaría a comer porque no quería que por ningún detalle, por nimio que fuese su padre sospechara que su comportamiento era diferente al habitual.


El muchacho rubio quedó asombrado de ver a su madre tan compuesta sentada junto a su padre. Cualquiera que hubiese presenciado aquella escena la catalogaría como la típica escena de una familia desayunando con la tranquilidad de saber que su vida era perfecta y sin tropiezos de ninguna clase. Draco sabía que el único que en realidad estaba tranquilo en aquella mesa era su padre, pues pronto todos los problemas quedarían en el olvido cuando se casara con Magnus. Nada más lejos de la realidad, era justamente ahora cuando estaba seguro que los problemas se acrecentarían.


Narcisa sólo deseaba que su hijo saliera pronto de casa y cumpliera con la palabra que le había dado a Harry, no quería que tuviera tiempo para dudar ni mucho menos para arrepentirse. Por eso cuando Draco dijo que iría a Hogsmeade ella sólo se limitó a decirle que le haría muy bien salir de la mansión por algunas horas, desde que había dejado la escuela no salía a sitio alguno.


*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~


Draco apareció en el sitio donde le esperaba Harry justo a las diez en punto. Aunque no le sorprendió que estuvieran ahí Weasley y Granger, no por eso dejó de molestarse.


——Potter no dijiste que vendrías acompañado, de haberlo sabido hubiese traído a mi madre ——reclamó Draco.

——Están aquí por que es necesario, además no sería conveniente que tu madre viniera, tu padre podría sospechar ——razonó Harry.

——¿Y se puede saber para que los necesitas a ellos?

——Necesitamos testigos para la boda, sin eso no valdrá nada.


Draco arqueó la ceja de esa forma que Harry detestaba.


——Pero supongo que ellos serán testigo tuyo, ¿y yo?

——No te preocupes, los tuyos ya están listos.

——¿Y quienes son?

——Los conocerás cuando lleguemos al pueblo.


Ron y Hermione no dijeron una palabra sólo se limitaron a decirle a Harry que le esperarían en el Valle de Godric y luego desaparecieron.


Harry miró medio molesto a Draco. La actitud arrogante del rubio con sus dos amigos no era nueva, pero le resultaba molesta sobretodo porque ahora que se casaban estarían más cerca, él no se apartaría de ellos por ningún motivo.


——Bueno Potter entonces, ¿ya nos vamos?

——Sí vamos.


Los muchachos desaparecieron para reaparecer enseguida frente a la casa de Harry en el valle de Godric.


Draco sintió algo extraño al verla, sin querer se encontró pensando que cuando el Señor Tenebroso perpetraba ese ataque al muchacho que estaba ahora a su lado, él estaba protegido y feliz en los brazos de su madre. De pronto nacía en él un sentimiento de vergüenza por haber tantas veces insultado a la madre de Potter.


——Aún quedan algunos arreglos por hacer, pero ya está habitable —dijo Harry de pronto, haciendo que Draco regresara al presente.

——¿Lo hiciste tú?

——No, un señor que vive aquí en el pueblo se encargó, yo sólo arregle un poco el jardín.

——¿Cuánto nos quedaremos?


Harry notó la preocupación evidente que había en la voz del rubio.


——Supongo que sólo unos días, supongo que después todo dependerá de cómo se vayan dando las cosas.

——Te refieres a cómo se lo tomen todos cuando lo sepan.

——Sí, y sobre todo me refiero a tu prometido, quiero decir ex prometido porque ahora que estás a una hora de casarte conmigo no creo que debemos seguir considerándolo como tal, ¿no te parece?


Draco le miró con seriedad.


——¿Tus amigos ya están aquí?

——Sí, ya deben estar, a no ser que Hermione se le haya ocurrido pasar por el cementerio.

——¿Los esperaremos aquí? ——preguntó el rubio, que no deseaba quedarse parado ahí, aunque no lo aceptara la casa de Harry le provocaba mucha curiosidad.

——Creo que deberíamos entrar ——propuso Harry y abrió la verja de entrada.


Cruzaron en silencio el jardín delantero, estaba despejado de maleza aunque todavía se veía algo triste, Draco recordó los rosales que su madre cultivaba con tanta pasión, se verían bonitas aquellas rosas en ese jardín. Pero de pronto el rubio se censuró por estar pensando en semejante tontería, él nunca había pensado en cultivar rosas y mucho menos en el jardín de la casa de Harry Potter.


Harry abrió por fin la puerta. Draco quedó asombrado de ver el lugar, aunque era pequeño si lo comparaba con la sala de su casa, pero era luminoso, no había muchos muebles sólo un sofá algo viejo, pero no se veía mal, el piso de madera estaba reluciente así como las paredes. El rubio se sintió asombrado de sentirse tan cómodo y agradado por aquella simplicidad.


——¿Ese sofá es el único mueble que tienes? ——preguntó el rubio dándole una mirada a Harry.

——Por el momento sí. Tras la puerta está el comedor y más allá la cocina. Contamos con lo esencial para estos primeros días.


Draco asintió silencioso.


——¿Quieres ver el segundo piso? ——preguntó Harry.

——Sí.


Harry comenzó a subir la escalera y Draco le siguió. Al llegar al segundo piso Harry se detuvo y se volteó a mirar a Draco.


——Hay tres habitaciones y un solo baño que deberemos compartir.

——Entiendo y cual será… la habitación que…


Harry comprendió que era lo que estaba intentando preguntar Draco.


——Esta es la habitación principal ——dijo Harry deteniéndose frente a una puerta y luego la abrió.


Draco se asomó para mirar lo que le mostraba el moreno.


El cuarto era luminoso, tenía un ventanal que daba al que debía ser el patio trasero de la casa. No había mucho ahí, sólo una cama amplia de bronce que parecía ser nueva, una mesa de noche y era todo, le resultó extraño pero era agradable a pesar de la escasez de comodidades.


——¿Qué te parece? ——preguntó de pronto Harry.


El rubio se sorprendió de que Harry le preguntara.


——Creo que esta bien, es tu casa Potter y…

——Malfoy ——interrumpió el muchacho de ojos esmeraldas ——, en unos cuantos minutos estaremos casados así que también será tu casa, puedes dar tu opinión sin problemas. Me imagino que en comparación con tu casa es demasiado sencilla.

——Esta bien así, creo que es agradable ——dijo el rubio sin mirar a Harry.


Draco estaba a punto de preguntar si dormirían ambos en esa cama, sin embargo, su intención quedó trunca, pues en la planta baja se oyó la voz de Hermione llamando a Harry.


El moreno de inmediato salió del cuarto para reunirse con sus amigos, dejando a Draco solo en la habitación.


Draco se sintió tan extraño de estar en esa habitación, en realidad todo en su vida era extraño, tal como había dicho Potter dentro de unos minutos estarían casados y partir de ese momento compartirían todo, quizá dormir en la misma cama sería el comienzo de esa nueva vida. Otra vez Draco recordó lo que Harry había dicho sobre que no le obligaría a tener hijos, no era su deseo. De pronto sin querer se encontró tratando de imaginar como sería compartir con el héroe del mundo mágico hechos tan triviales como lo sería compartir una casa, un almuerzo, un cuarto de baño y quizá una cama.


*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~


Draco decidió que le daría unos minutos a Potter a solas con sus dos amigos. Se quedó contemplando a través de la ventana la hermosa vista que podía apreciar. Poco a poco esos nervios que le habían invadido durante la noche anterior y esa mañana habían desaparecido; no entendía cómo ni porque, tal vez sólo era la serenidad de saber que hacía eso por la tranquilidad de su madre.


Estaba tan ensimismado en sus pensamientos que no escuchó la voz de Harry que le llamó por su nombre por vez primera.


——Draco.


El rubio se volteó hacia Harry con una mirada extraña, era como si recordara por vez primera que Draco era su nombre.


——Ya llegó el mago que realizará la ceremonia y los esposos Tyler.

——¿Quiénes son los esposo Tyler? ——preguntó el rubio mientras asentía con la cabeza.

——El señor Tyler es el que me ayudó con el arreglo de la casa, él y su esposa se ofrecieron para ser tus testigos de boda.

——Ah ——fue todo lo que pudo decir Draco.


Harry se acercó un poco más con gesto que Draco notó inseguro en Harry por primera vez.


——Ellos no conocen nuestra situación. Les dije que nos casábamos en secreto porque tus padres no me aprobaban como tu esposo, era el único modo de explicar la prisa y la discreción.

——Entiendo ——dijo Draco sin mirar al moreno.

——Draco… bueno creo que sería conveniente que delante de ellos nos llamemos por nuestros nombres, ya sabes… Sería muy raro que nos escucharan llamarnos Potter y Malfoy.


Draco sintió que esa sensación incomoda regresaba a instalarse en su estómago. Él y Harry por un breve segundo se miraron a los ojos cómo intentando encontrarle una explicación coherente a toda esa situación, pero casi al instante cada cual apartó la mirada.


——Creo que no debemos hacer esperar a esas personas… Harry.


Harry sin sabe porque sintió de pronto que su nombre en los labios del rubio sonaba muy agradable.


*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~


La señora Tyler era quien estaba más ansiosa de conocer al prometido del héroe del mundo mágico, era para ella un motivo de orgullo que el muchacho le pidiera a su esposo y a ella ser los testigos de su prometido.


Ron y Hermione intercambiaban miradas de preocupación, sin decir nada comprendían que a los dos les preocupaba lo mismo; que Malfoy en el último segundo desistiera.


Sintieron alivio el pelirrojo y la chica castaña al ver bajar por la escalera a Harry, Draco venía tras él, más sería que nunca les pareció a ellos.


Harry se acercó con una sonrisa a los esposos Tyler.


——Señor y señora Tyler, él es Draco Malfoy, mi prometido ——dijo Harry.

——Es un placer ——dijo Jared tendiéndole la mano a Draco.


El rubio aceptó la mano del hombre con una gentileza y una sonrisa que dejó impresionados a Harry y a sus dos amigos.


——El placer es mío señor Tyler ——dijo Draco y, luego volvió sus ojos hacia la mujer que le observaba con una sonrisa radiante y le respondió del mismo modo ——. Señora, es un placer conocerla finalmente, Harry me ha hablado mucho de usted.


Harry intercambió una mirada incrédula con Ron y Hermione, que a su vez estaban con la boca abierta. Luego volvió a mirar a Draco que en ese momento era besado en la mejilla por la señora Tyler. Reconocía que no había esperado esa actitud del rubio, estaba seguro que se mostraría menos amable y más tosco; sin embargo era todo lo contrario, se mostraba comedido, no cabía duda que había recibido muy buenas lecciones de parte de su padre en el arte del enmascaramiento pensó Harry.


Después de intercambiar saludos con el funcionario del Ministerio, finalmente se inició la ceremonia. El hombre que sin duda conocía su oficio al revés y derecho, dio un pequeño discurso relativo al matrimonio mágico y las implicancias para los contrayentes, sus derechos y deberes. Parecía que cada palabra dicha por el hombre calaba profundo en los dos muchachos, sus rostros se notaban tensos. Harry estaba totalmente rojo a causa de los nervios y la palidez de Draco parecía haber aumentado.


Cuando hubo terminado el discurso, el hombre les preguntó si estaban ahí de forma espontánea y por voluntad propia, los dos muchachos intercambiaron una mirada y respondieron sí al unisonó.


El hombre hizo aparecer un pergamino sobre la mesa que se desenrolló dejando a la vista los nombres de Draco y Harry. Hizo aparecer una pluma y se las ofreció, el primero en tomarla fue Harry a quien le temblaba la mano levemente, sin más dilación estampó su firma en el documento; él mismo le tendió la pluma a Draco que lo miró por unos breves segundos, pero luego tomó la pluma y tras una ligera pausa que a Harry se le hizo eterna el rubio firmó con su nombre.


Un sólo pensamiento vino a la mente de Harry “está hecho”, su destino había quedado atado al de Draco Malfoy, su otrora rival, ahora su esposo, hasta el último día de su vida.


Tras las firmas el funcionario terminó la ceremonia con las palabras finales que impresionaron más todavía a Draco y Harry.


——Los declaro unidos por el resto de sus días, que tengan un feliz y prospero matrimonio. Pueden besarse ——terminó diciendo el hombre.


Draco abrió los ojos y sus mejillas se tiñeron de un leve color rosa, no había pensado en esa parte de la ceremonia, miró a Harry sintiéndose completamente idiota.


Harry ni siquiera había recordado que ese rito formaba parte de la boda y eso que había presenciado la de Bill y Fleur, dos años antes. Comprendió que tenía que besar a Draco pues sería muy raro que no lo hiciera, de estar presentes sólo sus amigos lo hubiese evitado, pero estando ahí los esposos Tyler sabía que a los ojos de ellos la boda debía ser todo lo normal posible así que se armó de valor una vez más y fue él quien acercó sus labios a los del muchacho rubio.


Draco sintió algo extraño al comprender la intención de Harry, le hubiese gustado mostrarse menos sorprendido y más seguro, pero no pudo. Cuando sintió que las manos de Harry rodeaban su cintura se quedó como petrificado, los labios del moreno rozaron los suyos torpemente, pero con extrema gentileza, lo permitió sin resistirse.


Ron tomado aún de la mano de Hermione, miró impactado a su amigo. Pensó que Harry tenía más agallas de las que él jamás tendría, sin duda que el besar a Draco Malfoy era un sacrificio que iba más allá del heroísmo.


Tras unos segundos se apartó de Draco sin mirarlo, sentía todo irreal, era abrazado por la señora Tyler después, todo era una locura.


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