Tal vez tú... porque tal vez nosotros...
Su pulso se mantenía intacto.
El carboncillo se deslizaba veloz por la nada porosa y sus ojos minuciosos buscaban ver todo detalle de aquel cuerpo que se mecía por el cansancio, las telas enmarcadas en sus hermosos brazos perdían la inmovilidad cuando aquel viento se colaba por el gran ventanal, y aún así aquello solo hacía más perfecta aquella imagen.
De repente se alejó del caballete, observó detenidamente el primer esbozo realizado. Sería complicado el ondular de las telas, pero tenía su imaginación y no habría problema al fin y al cabo. Volvió a tomar asiento y dio algunos toques antes de dar por terminada la sesión... entonces se detuvo en sus ojos semiabiertos... en verdad era hermoso. Dio un suspiro y dejó de lado el lápiz. No pudo reprimir el deseo de observar aquella pálida piel, esos lunares curiosos que se asomaban por sus brazos y el cabello a medio caer sobre su frente recta... se perdió por sus líneas ocultas también, por aquellos contornos que ocultan aquellos secretos que él siempre había querido descubrir, pero que solo a través del dibujo podía tantear con el lápiz... hasta que se dio con sus ojos y el rubor se le subió a la cara.
Atontado se irguió y dándole la espalda le dijo que ya podía marcharse, que él le llamaría cuando lo necesitase otra vez.
El crujir de las sábanas le notificó que el muchacho ya estaba poniéndose de pie. ¿Desde cuando se sentía arder por aquel joven?... ya había perdido la cuenta, puesto que cada día en que lo tenía en el taller le hacía rememorar e intensificar aquella primera vez en que sus alumnos lo trajeron para que fuera el modelo del día. Desde esa vez no se lo pudo sacar de la cabeza, cualquier excusa o trabajo era necesario para volver a verlo, para solo verlo y escuchar su delicada voz diciéndole "¿maestro me desvisto?", "¿cuántas horas serán hoy?", "¿no se aburrirán de ver en sus cuadros la misma cara?"... aquella vez en que se lo preguntó su lengua se enredó y no supo que contestar, tuvo suerte en que él estaba vistiéndose y en los segundos que duró aquel silencio pudo contestar que había ideado hacer una serie con un mismo personaje. No sabía si le había creído pero la respuesta estaba dada, así que podía dormirse en esa excusa...
Buscó distraerse recogiendo los lápices y un par de cosas para simular su nerviosismo, solo cuando alcanzó a oír el biombo deslizarse supo que faltaba muy poco para que se marchase. Sus ansias crecieron... no deseaba dejarlo ir, quería quedarse con su imagen detenida siendo acariciada por el viento, con sus ojos a medio abrir... con las islas inundando su pálida piel...
¿Qué se supone que haces?
¡Ahhh , me asustaste!
Me quedó con la mano en el pecho respirando fuertemente. Fácilmente me asusto cuando me sorprenden al estar concentrado en alguna historia.
¿Y qué estás haciendo?
No puedo evitar el que tome mi cuaderno y empiece a ojear lo que ya llevo escribiendo, hago una mueca de espanto, ¡él no puede leer esto! , trato en lo posible de arrebatárselo, pero es mucho más alto que yo, así que...
No lo leas, no por favor...
¡Pero, perooo! ¡Kaya!
¡Jejeje... ay, jejeje, ya dámelo Isshi!
La cara horrorizada, ruborizada y estupefacta de mi amigo hace que me alarmé a más no poder, se suponía que no volvería a hacerlo, pero es que todo lo de Isshi vende, vende muy bien...
Antes que digas algo, ¡no eres tú!, la persona de la que hablo no eres tú, por más que las coincidencias sean notorias ¡no eres tú!
¡Cómo que no soy yo, tiene mi nombre!..." Ishi no pudo reprimir sus deseos y besándolo desaforadamente" ¡aahhhh!, pero...
Jejeje... Isshi-san no eres tú...
Demasiado tarde, Isshi puede ser muy tierno y distraído pero no tonto. Se sienta a mi lado y lo noto deprimido y avergonzado. Le quito por fin el cuaderno de las manos y lo guardo en mi mochila, no vaya a ser que de un arranque asesine lo que escribí.
¿Por qué sigues haciendo esas historias tan extrañas eh?... y por qué con el otro nombre encima...
¿Con Ni-ya?
Sí...
¡Pues porque ambos venden muy bien!
Isshi me mira sin entender, pero es la verdad, por un lado se encuentra el buen chico de Isshi, a pesar de ser aún muy joven ya está como practicante en el taller de arte y aunque aquel porte que siempre mantiene nos trate de engañar, una vez que inicias la conversación con él te darás cuenta que es una persona tímida y cálida, que sus comentarios pueden escurrirse entre lo cómico y dulce. Isshi es aquel hombre por él que la mitad de las chicas de la facultad suspira, aquel que a ellas les gustaría como novio y al que los chicos buscan para hablar de sus problemas, con Isshi todo parece ir de mejor manera, incluso un día horrible lleno de exámenes puede ser salvado con un par de horas de salvación en el taller.
Pero no todo es felicidad con Isshi, hay cierto grupo de personas que lo toman por idiota y buscan molestarlo de cualquier forma, sin embargo él nunca se entera de aquellos comentarios o acciones ya que basta un solo indicio de burla para que cierta persona los asesine por haberse metido con...
Y Kaya me parece extraño que no andes con mi hermano, ¿no está por aquí?
Doy un suspiro hondo y niego con la cabeza.
No está en la Facu...
¿Entonces?
Hora-chan debe de estar ahora tonteando con Takanori.
¿Con el pequeño Taka-chan?
Sí.
Y qué haces tú aquí entonces, si los tres parecen un asombra o eso es lo que dicen todos, ¿mmm?
Pues, creo que es mejor que los dos anden más juntos...
Es la verdad... Hora-chan, Taka-chan y yo siempre hemos andado juntos, en las clases, en el patio, en el baño, en el balcón, pero hay algo que ha hecho que busque apartarme de esos dos...
¿Te molestaste con mi hermanito?
¿Eh?, no, Isshi-san, claro que no, cómo podría, jeje... solo que creo que tenían que hacer un par de cosas con Taka-chan...
La verdad era que la mirada de Hora había cambiado. De la nada se volvió más amable con el enanito, de la nada me enteré de sus largas sesiones de conversaciones virtuales... todas esas cosas no hacían más que deprimirme...
Mira ahí está Ni-ya...
¿Eh?...
Como siempre rodeado de chicas lindas y estúpidos chicos.
Busqué cambiar el tema y de suerte que el bendito casanova hacía aparición con su sequito. Ni-ya era el otro lado de la moneda, al igual que Isshi, era el otro tío por el que muchos y muchas babeaban y que solo pocos elegidos alcanzaban, aunque claro está que momentáneamente, ya que por lo general no se le veía con las mismas personas.
¿No te parece atractivo, Isshi-san?
¿¡Qué!?
Jajaja, te haz puesto rojo, jajaja, así que sí te parece atractivo el idiota de Ni-ya.
¡No es eso!
Sabía que algo rondaba por la cabeza del hermano mayor de Hora. Era más que obvio que por aquel motivo sus historias se vendían muy bien en el blog que teníamos con Kazen-chan, gracias a mis grandes alucinadas ya íbamos por las dos mil visitas teniendo en cuenta que los capítulos dedicados al par estrella eran los más visitados y comentados.
No te preocupes Isshi-san solo son historias ficticias y todo el mundo lo sabe. Así que cambia esa cara, ya sabes que aunque te diga que no volveré a escribir sobre ustedes...
Sí ya sé... pero deberías de procurar no colocar mi nombre.
Oh pero sí...
Antes de terminar la frase vi que Shimita nos saludaba muy eufórico con los brazos extendidos. Se acercó corriendo.
Hola chicos, saben dónde se metió el jodido de Takanori.
¿Taka-chan?, pues salió un rato con Hora.
Esos locos, bueno...
¿Sucede algo malo Takashima-kun?
No Isshi-san, solo que, ¿vanos al cine?, estamos con dinero así que queríamos ir en grupo a ve una película.
¿Con todos?
Claro.
Asuu, con tanta gente, debes de bromear...
Ya vamos Shima-chan, ya vamooos, tenemos que buscar a Yuya y Aki.
Espérate Kyo, qué desesperado que eres. Kaya llámale al móvil y se vienen a la plaza central ahí nos vamos a reunir todos, vamos a ver una de terror, así que el cuarteto macabro tiene que asistir, tú también ven Isshi-san.
Oke, iremos, yo les llamo, no te preocupes.
¡Ya vamooos Shimaa-chaaan!
¡Qué ya te oí Kyo!
Los vimos alejarse, al parecer mi plan de dejarlos solos no había dado resultado, di un soplido y me dispuse a buscar el móvil en mi bolso...
¿Por qué cuarteto macabro?
La pregunta de Isshi-san me sacó de foco... busco el nombre de Taka-chan y lo marco sin llamarlo aún...
Ah, bueno... lo de cuarteto macabro es por... cómo explicarte... el cuarteto macabro somos Hora, Taka, Yuya y yo, así nos apodaron luego de echar a perder el clímax en las películas de terror... aunque la otra vez fue genial, casi Aki se hizo del miedo en sus pantalones, jajaja...
¡Eso es cruel Kaya!
No, fue genial a decir verdad, jajaja.
¡Hora, Taka!
Volvimos, mejor que no viniste Kaya-chan no había nada, por gusto caminamos tanto.
¡Día de cineee!
¿En serio?, waaaaaa, muhjajaja, me vengaré de Tora, jujuuuu, le diré a Kyo para hacer algo que tengo en mente, jojo...
Qué maldades piensas Taka-chan, ah con razón el enano te buscaba desesperado...
¿Kyo?, jajaa, hoy Tora nos las paga, jaja, qué malo soy. ¿Crees que Aki nos quiera ayudar?
Aki sí, basta con que Kyo este metido para que haga todo lo que le pidas.
Sonreí a mis amigos, y nos fuimos a la plaza central, para mi sorpresa Takanori no cesaba de parlotear conmigo, había dejado de lado a Hora y me prestaba toda la atención del mundo.
Cuando vi la cantidad de personas que iríamos una amenaza de taquicardia pareció venirme. De inmediato Yuya se me colgó y junto con Taka empezamos a sortearnos las ubicaciones para cuando estuviéramos en la sala. Por otro lado, Hora conversaba con Shima y Tora, vaya suspicaz mi amigo trataba de distraer al papá del grupo para que no sospechara nada de la broma que Taka tenía en mente, más allá estaba Aki conversando con su querido Kyo, eran el uno para el otro. Por allá estaba Mana con Kazen, Reina, Teruki-chan, Yuu y Sakito de seguro viendo como le harían para comprarse un buen combo de palomitas para pasárselo bien en la película. Al final no pudo ir Isshi por que le salió algo en el taller...
No hace falta decir que el plan de Takanori y Kyo fue todo un éxito. El cuarteto macabro los hizo desternillarse de risa con la broma que le hicimos a Aki y Yuu... ya casi a la mitad de la película sentí la cabeza de mi amigo recostada sobre mi hombro... mi respiración se inmovilizó...
Oye Kaya...
Mis ojos miraban directo a la pantalla...
¿Estás bien?
¿Mmm?
La pregunta de Hora hizo que me quedara en blanco.
¿Por qué lo dices?
Últimamente no te nos unes tanto... o bien estás con Isshi o si no con los tontos de Yuu y Sakito.
No son tontos Hora...
Ya sé, pero aún así... ya ni quieres estar con Taka... o conmigo...
¿Eh?
Desvié la vista hacia mis piernas... qué se suponía que era esto...
Ya ni me llamas o te conectas en las noches... solo está Taka y se supone que tú también estás dentro...
Hora...
Toma...
Hora acercó algo a mis manos, la oscuridad era tanta que no podía distinguir bien lo que era.
¿Y es?
Lo compré hoy, hubiera sido bueno que vinieras, pero como tú al parecer no querías, tuve que comprarlo sin saber si es del color que querías...
Lo acerqué a mis ojos y al fin logré verlo... un colgante para el móvil... desde hacía semanas que lo había visto en una tienda en el Centro, solo que me resultaba imposible comprarlo ya que estaba algo caro... un pequeño conejo negro saltando, lo que me había gustado de aquel colgante era el ojo brillante que tenía, aparte que el acabado era de muy buena calidad.
Gracias...
¿Te gusta?...
Sí....
Así que ya no estés extraño ¿oke?, me gusta estar con Takanori, pero me fascina estar contigo...
¿Qué?
Moví mi cuerpo para buscarle la mirada a Hora...
¿Qué haz dicho Hora?
¡Yaaaa dejen de cuchichear!
¡Parecen viejas chismosas!
No pude decir nada más, salvo guardarme muchas preguntas, ¿desde cuando Hora se salía con ese tipo de comentarios?
Solo después de que salimos del cine y buscáramos un lugar dónde comer fue que...
¡Quiero pizza!
¡Nonono, mejor helados!
Por qué mejor no Takanori y Kyo a la parrilla...
¡Toraaaa, Tora es un canibal!
¡Vas a ver, mañana no te paso las respuestas del examen de Geografía Política!
¿Teníamos examen?
¿Dónde tienes el cerebro Reina?
¡Cada uno a su casa, mañana vamos a comer juntos!
Pensaba que los tres nos iríamos a tomar el bus donde siempre...
Vete con Takanori, tengo que ir a ayudarle a llevar unos lienzos a Isshi...
Bueno...
Nos alejábamos ya cuando...
¡Kaya!
¿Dime?
Te llamo en la noche así que no te duermas temprano... o mejor voy a tu casa, así que prepárame una buena cena ¡eh!, quiero pollo enrollado.
¿Qué me crees?, jaaaa, ni que fuera tu esposa estúpido Hora.
Hora me miró seriamente y ruborizándose enormemente me soltó eso...
Obvio que sí, quién más estaría conmigo.
No pude oír nada más, ya que el resto me llamaba...
Ya he llegado a mi casa y estoy como idiota haciendo el pollo enrollado que tanto le gusta a Hora.
Observo mi móvil y sobre él está el pequeño conejo negro... doy un suspiro...
El timbre suena y voy corriendo a abrir. Me encuentro con un Hora tan bien arreglado que no puedo reprimir una sonrisa de satisfacción...
Hora me alcanza unas flores... no puedo evitar sonrojarme cuando las veo... un ramo de iris, un ramo de mis flores preferidas, un beso en mi mejilla es dejado y su paso como un rayo veloz huyendo a la cocina me deja boquiabierto...
¡Hey creo que esto se está quemando!
Mis piernas tiemblan al escuchar sus palabras... me sonrojo y voy a su encuentro aún esbozando una sonrisa... sonriendo porque tal vez él... porque tal vez nosotros...