CAPITULO III
Severus había traído a Draco a casa de Harry por que el rubiecito lo tenia loco el morenito le había prometido una serpiente para que la tuviera de mascota y el rubio la fue a buscar la culebrita era verde esmeralda no tenia un veneno mortal pero si muy desagradable era de unos 20 cm. y delgada como el dedo de un adulto Zeus le había cedido algo de magia para que reconociera al niño Malfoy y lo protegiera
-Harry ya estoy aquí-grito un rubiecito-Harry
-Draco no grites-regaño el Prof.- que diría tu mama
-Déjalo Severus-dijo un castaño- es un niño no un robot que solo tiene que obedecer hola Draco como estas
-Bien señor Lupin –contesto el niño- donde esta Harry
-En su habitación –dijo Remus- sube te tiene una sorpresa
-Vamos Lupin –dijo Severus-tu solo dices eso por que Harry juega a la pelota contigo
Severus y Remus se fueron a la cocina a tomar te mientras los niños en la habitación jugaban con las culebras
-Como la llamaras-pregunto el moreno- es hembra y crecerá otro poco pero no mucho
-Afrodita ¿Qué te parece?-pregunto el rubio- o tal vez Nahomy o no se que sugieres tu
-Me gusta Nahomy-dijo el moreno- es distinto exótico
-Se queda Nahomy-concluyo el rubio- iras al colegio dentro de tres meses seremos unos niños grande, mi papa me quería mandar a uno que esta en Bulgaria pero mí padrino lo convenció de que me mandara a Hogwarts
-Si yo también iré a ese colegio pero por un tiempo tenemos que fingir que no me conoces-dijo Harry- por que si no tendremos problemas entiendes
-Si tranquilo mi padrino me explico no podemos ser amigos en el tren-dijo el rubio- me tengo que ir te mandare una carta cuando valla a comprar mi varita
Pasaban los días y los hombres planeaban como hacer para que Harry recibiera la carta del colegio ya habían comprado los útiles libros y hasta la varita
Esta la compraron disfrazado con poción multijugo, aunque el Sr. Ollivander supo que era Harry prometió guardar el secreto dando su palabra de mago ya que Severus lo amenazo con echarle un hechizo para que olvidara hasta lo que había desayunado
Superando los traumas de las compras decidieron que Severus y Harry esperarían en un hotel muggle a recibir la carta apenas llegara se irían en un carro para no dejar rastro mágico luego desaparecerían unos días en escocia ya tenían una cabañita donde los esperaría Remus
-Harry estas listo-pregunto Severus –te dejo en la estación y nos vemos en el colegio recuerda que eres Potter y no te conozco y no trates a Draco al menos por unos días
-Si Severus –dijo Harry- tu cuidaras a mi papi Remus creo que esta enfermo estaba vomitando y no quería chocolate eso me asusta mucho
-Desde cuando esta así-pregunto Severus pensativos-yo no sabia que se sentía mal
-Harry toma-Remus le dio unos chocolate y lo abrazo llorando- cuídate por favor no se que me pasa que estoy tan llorón
-Papi no llores –dijo el niño- yo me portare bien no me quiero ir si te quedas llorando
-Remus desde cuando estas así-pregunto Severus- por que no me dijiste que no te sentías bien
-No es nada solo me estoy deprimiendo y odio el chocolate y eso me deprime mas –dijo el castaño abrazado a Harry – váyanse no me hagan caso
-Dejo a Harry en el tren y vengo a buscarte-dijo Severus – para que Poppy te revise tengo mis sospechas tomate esta poción y acuéstate