Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sunshine por hugo_lovegood

[Reviews - 28]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aaaaaa no había podido actualizar porque mi lap estaba muerta!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Pero aquí esta un nuevo  capítulo

Espero que les guste

Solos

 

Al llegar a casa de Charlie, no encontró ninguna novedad. Permaneció un par de horas cerca de la ventana de Bella, pero nada fuera de lo normal sucedía por ahí. Alrededor de las tres de la madrugada, decidió regresar. Apenas llevaba unos cuantos metros corriendo cuando escucho las voces:

 

-Edward, tienes que explicarme lo que está sucediendo, eso de que estén los lobos merodeando complica las cosas para mí- decía una chica a la que Jacob no alcanzaba a reconocer muy bien -¿De verdad pensabas hacerle daño a la chica?

 

Jacob se estremeció. Entonces tenía razón. Pensó.

 

-No lo sé, no lo sé, Alice. No puedo estar seguro- le respondía Edward desesperado  –por un momento estaba dispuesto a todo…

 

-¡Edward, por Dios! ¡Qué locuras estás diciendo!- decía la chica –Tú no eres así ¿Cómo es posible que después de tantos años? ¿Tienes idea de cómo lastimaría eso a Carlisle y a Esme?

 

-Claro que lo sé, pero nunca había sentido una atracción así.

 

-¿Qué es lo que tiene ella de especial?

 

-No lo sé, no lo sé- repetía Edward desesperado -su aroma es demasiado particular.

 

-Vamos, Edward, tú eres mucho más que eso. Estoy segura de que puedes.

 

-No, creo que no puedo- respondió.

 

-¿Qué quieres decir?-preguntó Alice asustada.

 

-Creo que será mejor que me marche por un tiempo, no creo que ella vaya a quedarse mucho- respondió

 

-Supongo que es lo mejor por el momento. Pero te voy a extrañar demasiado.

 

A Jacob le asustó esa idea. También a él le preocupaba el bienestar de Bella, pero implicaría que Edward se fuera por tiempo indeterminado y Jacob lo único que sabía era que no quería que eso sucediera.

 

Además ¿Qué sucedería si realmente convencía a Bella de que se quedara? ¿Implicaría que Edward se fuera para siempre?

 

¿Por qué demonios me preocupa tanto? Pensó de repente. Por supuesto que lo que importa es Bella. Si el chupasangre tiene que irse, que se vaya.

 

Un par de segundos después, notó que Edward miró en dirección hacia donde estaba él. Aunque era imposible que lo viera, Jacob cayó en la cuenta de que seguramente había notado su presencia desde el momento en que llegó y se había dado cuenta de todo lo que había pasado por su cabeza. Tendría que aprender a arreglárselas con eso. Ya habían sido demasiados descuidos.

 

-Vamos a casa, Edward. Jasper está a sólo unos metros de aquí. Prometí que lo alcanzaríamos en seguida, Carlisle nos espera- comentó Alice.

 

-Ve tú, yo los alcanzaré en seguida.

 

-Edward…

 

-Alice, por favor, confía en mí. Puedes ver que no haré nada. Cuéntale a Carlisle mi decisión por favor.

 

-Está bien, no tardes –respondió Alice, quien después de besarlo en la frente, se alejó y desapareció.

 

En el mismo instante en que Alice se fue.  Edward miró hacia donde se encontraba Jacob. Éste se estremeció, aunque estaba seguro de que Edward no alcanzaba a verlo. Entonces, sin siquiera pensarlo, bajo de la rama y se acercó a Edward.

 

-Nada más quiero advertirte… -gruñó.

 

-No tienes nada que decirme- respondió Edward desganado. Sabes cuál es mi decisión, me alejaré de Forks por un  tiempo. No pienso hacerle daño.

 

-Más te vale. Primero, ella ya está bien protegida. Y si te atrevieras a acercártele a ella, no me quedaría otro remedio que asesinarte.

 

Y realmente no quisiera tener que hacerlo.

 

-Sí, lo sé- respondió Edward con tranquilidad.

 

A pesar de que esa última no se le había escapado a Jacob, tampoco era que lo hubiera hecho con intención, simplemente no le importó.

 

Aún así, no sabía a qué se refería Edward. Si a su obligación por matarlo, a que no quería hacerlo, ó a ambas. Se estremeció de sólo pensarlo.

 

Edward meneó la cabeza y después de mirar a Jacob fugazmente comenzó a caminar a paso lento. Jacob lo siguió.

 

-Con que te gusta la chica eh- preguntó Edward.

 

-¿Qué? ¿De qué…?- balbuceó Jacob.

 

-Bella- respondió Edward con cierto esfuerzo. Jacob rió.

 

-Es guapa- respondió Jacob sonriendo.

 

-¿La has convencido de que se quedé en Forks?

 

Jacob tardó unos segundos en comprender el verdadero significado de la pregunta.

 

-No está dispuesta a hacerlo. Y dudo que yo sea capaz de convencerla- mintió. Pues estaba seguro de que podría hacerlo.

 

-¿Realmente te gustaría que se quedara?- preguntó Edward.

 

-Claro-. Jacob le sonrió.

 

-Sería demasiado perfecto para ti ¿No?

 

-¿Por qué lo dices?

 

-Encuentras a la chica de tus sueños y los vampiros se largan.

 

-Sólo los más fastidiosos- respondió Jacob.

 

Edward sonrió y asintió.

 

-¿Tu qué dices? ¿Tan bien huele?- preguntó Jacob, aunque le hacía sentirse terriblemente extraño preguntar aquello.

 

-No creo que puedas comprender eso. Tú la ves como a una chica, como a una pareja potencial. Para mí no es así. Quisiera que lo fuera. Aunque no es sólo eso…

 

-¿De qué hablas?- preguntó Jacob con el seño fruncido.

 

-Ella es especial.

 

-Vaya que lo es.

 

-No lo digo de manera ordinaria.

 

-¿Entonces?... creo que no sé a qué te refieres

 

-Ella… Yo no puedo leer su mente- respondió Edward.

 

-¿Qué? ¡Wow! Eso es… completamente envidiable.

 

-¿Lo es?

 

-Por supuesto, chupasangre. ¿De qué privilegios goza? Imagina vivir sin que tú tuvieras que estar en mi cabeza todo el tiempo.- Después de terminar, Jacob lamentó no haber ocultado su entusiasmo.

 

-Claro, ahora que eres libre debes saber apreciar muy bien eso- respondió Edward sin preguntar por el entusiasmo de Jacob- Nunca me había sucedido ¿Sabes?

 

-¿Y a que crees que se deba?

 

-Quisiera tener al menos una teoría. Creo que simplemente es eso, que es demasiado especial.

 

-Si tú lo dices.

 

Habían andado por el bosque sin darse cuenta de que habían aumentado considerablemente su velocidad. Tanto, que casi estaban en la cima de una montaña. Cuando se percataron. Corrieron hasta llegar a la cima, dónde podían asomarse algunos rayos de sol.

 

Edward se recostó sobre una roca. La postura en la que estaba permitía que los rayos del sol dieran de lleno en su cara. Jacob se sentó y apreció por primera vez desde cerca, la belleza incontenible de Edward.

 

Sus rostros se encontraban muy cerca el uno de otro cuando le dijo:

 

-No tienes por qué irte.

 

-¿Qué dices? Hace unos minutos querías matarme y ahora me dices que puedo quedarme y poner en peligro la vida de esa chica.

 

-Ella no estará en peligro, sólo tendrías que mantenerte alejado de ella. No será muy difícil.

 

-No sabes lo que dices.

 

-Claro que lo sé- respondió Jacob- no tienes por qué estar cerca de ella

 

Edward permaneció en silencio por un par de minutos.

 

-No estoy seguro de que sea tan sencillo- dijo Edward menos seguro que segundos antes.

 

-¿De verdad te crees tan débil?

 

-Es que simplemente no estoy seguro, no quiero que haya riesgos.

 

Permanecieron unos segundos mirándose. Edward recostado y Jacob apoyando con su brazo sobre la misma roca de frente a Edward.

 

Después de unos segundos, Edward rompió el silencio:

 

-¿Sabes una cosa?- preguntó serio.

 

-¿Qué?

 

-Realmente apestas- respondió riendo.

 

-Si para ti apesto tanto como tú para mí. Creo que puedo entenderlo. Y soportarlo.

 

Edward se limitó a cerrar los ojos y permitir que Jacob palpara su rostro. Para Jacob, era una textura completamente nueva. Podía sentir la dureza, pero era indiscutiblemente suave. Y por supuesto, inevitablemente fría.

 

-¿Entonces es cierto?- preguntó Jacob sin retirar su manos del rostro de Edward.

 

-¿El qué?- preguntó Edward con voz apenas audible.

 

-Sobre tu veneno ¿En verdad podría…matarme?

 

-Me temo que sí. Eso me han dicho- le respondió con pesar.

 

-¿Quieres decir que no estás seguro?

 

-Técnicamente no- dijo Edward sonriendo -¿Quieres hacer la prueba?

 

-Podría correr ciertos riesgos- mientras Jacob hablaba, fue acercándose su rostro lentamente al de Edward. Éste abrió los ojos repentinamente y lo detuvo con delicadeza.

 

-Yo no dije que yo también lo estuviera.

 

-¿De qué hablas?- exclamó Jacob –Realmente son escasas las probabilidades ¿No?

 

-No lo sé.

 

Antes de darle tiempo de decir algo más, Jacob sello los labios de Edward con los suyos. Edward le respondió sin titubear.

 

La sensación le hizo sentir frío por primera vez en mucho tiempo, pero no era la temperatura de Edward la que se lo provocaba, sino un estremecimiento tan intenso que lo hizo olvidar todo lo que aquel beso implicaba. En ese momento no había otra cosa en el mundo que Jacob y Edward, Edward y Jacob. Sin razas, clanes,  ni humanos vulnerables que estuvieran en peligro. Sólo ellos.

 

Hugo Lovegood

Notas finales:

Y????

Jeje de alguna manera todos esperabamos por esto jeje

Saludos! y espero comentarios


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).