El mayor secreto de la tribu Kuruta
Hunter x hunter
Estos personajes no me pertenecen, son del autor Yoshihiro Togashi
Cap 2: confusión x sueños x ¿cigüeña?
Aquella tarde en un laboratorio privado una computadora analizaba el contenido de un frasquillo rojizo, arrojando como resultado la existencia de 115mlu/ml de (*) gonadotropina ¿en un hombre?
-¿están listos los resultados Marc?-preguntó Leorio poniéndose un delantal blanco de doctor y sus anteojos, el otro joven peliazul se veía desconcertado leyendo el informe que había arrojado la computadora.
-si Dr. al parecer su paciente está embarazada-dijo dándole las buenas nuevas al pelinegro.
-imposible… trae acá- dijo el médico quitándole el documento y casi se cayó de espaldas cuando lo leyó, o la máquina estaba fallando o se había equivocado de muestra, se sentó pesadamente en una silla haciéndose miles de preguntas existenciales sobre su amigo peli rubio, de entre las posibles hipótesis que surgieron en su mente estaba si kurapica era en realidad una chica y no un chico como todos pensaban, descartó esa teoría cuando recordó haber visto su níveo pecho plano.
-… no será que… no, eso sería muy fantástico…
-¿qué pasa Dr?-preguntó el joven viendo como su superior permanecía concentrado y pensante en algo que ignoraba.
-Marc, tienes la tarde libre, necesito hacer unas investigaciones.
-¿no necesita ayuda?
-no gracias ya puedes irte-dijo con una gran sonrisa, aunque todo su yo interno era una maraña de confusión y emociones encontradas, ¡¡¡por todos los cielos kurapica estaba esperando… un hijo!!! Según sus estudios aquello solo sucedía en organismos como plantas y flores, la probabilidad de que eso ocurriera en un humano era de una probabilidad en un millón… pero kurapica no era un ser humano cualquiera, era uno de los descendientes de la extinta tribu kuruta… ¿y si algunos hombres de aquella tribu tenían esa capacidad? ¿Y si kurapica era uno de ellos?... ¿acaso kurapica sabía que estaba en cinta?... eran tantas dudas en su mente que creyó volverse loco, se levantó de la silla, se sacó el delantal y se puso la chaqueta, si quería respuestas lo mejor era preguntárselo directamente.
Al otro lado de la ciudad un joven rubio continuaba sumergido en sus sueños, la fiebre había bajado un poco, pero su cuerpo seguía traspirando a raudales…
Un pequeño niño rubio se acercaba con curiosidad a ver lo que un tumulto de gente presenciaba, se metió buscando un espacio para poder ver mejor y pudo contemplar a un joven de largos cabellos rojizos apoyado contra el suelo intentando dificultosamente de sostener su barriga abultada, los ojos del joven estaban rojos y se quejaba dolorosamente, unas mujeres se lo llevaban con urgencia a una de las vivienda de la aldea mientras era seguido por los sabios.
-¿kurapica?
-¡papá!-exclamó asustado por la voz a sus espaldas.
-¿no deberías estar estudiando la cultura de nuestro pueblo?
-si, pero me faltaba uno de los libros menores y quería preguntarle al Sr. Nobus si lo tenía.
-¿viste algo que te haya perturbado hijo?
-no…
-tus ojos se han vuelto carmín.
-bueno, sí, vi… a un hombre con una barriga y quejándose ¿qué le ocurría a ese chico papá?-preguntó el niño con inocencia, el padre se agachó hasta quedar a su altura.
-cuando tengas la edad suficiente para iniciarte comprenderás, solo puedo decirte que lo que le ocurrió a ese muchacho, es una bendición para nosotros ya que la sangre de nuestros dioses habita en su descendencia-el pequeño se quedó pensativo intentando comprender el significado de ello, pero como no pudo se alejó sonriente avisándole a su padre que continuaría con sus estudios.
De pronto toda la escena se llenó de fuego y sangre, el sonido de caballos galopantes en medio de la noche y gritos de terror hizo que el joven kuruta despertara sobresaltado y jadeando…
-fue un sueño…-dijo atónito percatándose de que seguía en su cama como la noche anterior, el recuerdo de sus sueños iluminó de pronto su mente, no se trataba de un simple sueño, aquello ya lo había vivido y evocó las palabras que le había dicho su fallecido padre…
-lo que le ocurrió a ese muchacho es una bendición para nosotros… ya que la sangre de nuestros dioses… habita en su descendencia… ¿Qué quiso decir con eso?-estaba pensando en ello cuando alguien comenzó a tocar la puerta como desesperado.
-¡¡kurapica soy yo Leorio, tengo que hablar contigo, es muy importante!!-ante los alaridos el joven rubio se levantó con pesar, le dolía todo el cuerpo y como por si fuera poco las nauseas le venían otra vez…
-ya voy, no tienes que gritar Leorio-dijo abriendo la puerta de su departamento con fastidio, pero al hacerlo se encontró con los ojos del Dr. mirándolo como bicho raro, como la criatura más paradójica que hubiera visto en su vida.
-… ¿Qué sucede Leorio? ¿Tengo algo extraño en el rostro? ¿Por… por qué me miras así?-preguntó nervioso evadiendo su mirada… el castaño llenó de aire sus pulmones y lo fue soltando lentamente, ante el molesto silencio kurapica lo hizo entrar invitándole a sentarse en uno de los sofás, pero Leorio estaba tan nervioso que rechazó la invitación y comenzó a pasearse de un lado a otro.
-entonces… ¿a que se debe tu visita?-Leorio suspiró resignado.
-kurapica analicé las muestras de tu sangre en mi laboratorio y…
-¿y?
-…………………….
-…….. ¿Y?-repitió con algo de mal humor, el moreno detuvo su caminata y se acercó a él mirándolo directo a los ojos.
-kurapica ¡ah! ¡Diablos como te digo esto!-berreó con frustración.
-¿tengo algo grave? Si es así solo dilo.
-no es que sea algo grave es solo que… es… es increíble, es…
-dilo de una vez Leorio-ordenó serio mirándole con preocupación.
-el resultado arrojó gonadotropina… 115mlu/ml-al escuchar esto kurapica hizo uso de su intelectualidad y cuando supo de que se trataba abrió los ojos como platos.
-…-el kuruta estaba demasiado sorprendido como para hablar.
-así es, estás… embarazado-en ese instante kurapica no pudo más y se encerró en el baño a devolver, las nauseas eran inminentes y peor ahora que había escuchado el diagnóstico de su supuesto mal.
-kurapica ¿te sientes bien?-preguntó del otro lado de la puerta, pero kurapica no respondió, después de vaciar su estomago lo único que hizo fue sentarse en el suelo y unir cabos sueltos…
-*entonces… ese chico que vi cuando era niño… iba a dar a luz… no lo entiendo, acaso… ¿éramos hermafroditas y yo no lo sabía? Yo lo sabía todo sobre mi pueblo, hasta el último detalle ¿por qué…? ¿Por qué nunca supe eso?……………………….estoy equivocado…… debería haberlo sabido si me hubieran iniciado, pero el ataque a la tribu kuruta fue antes de que eso sucediera, la iniciación de los kuruta es a los 15 y el geney Ryodan llegó cuando tenía 12 años…-inconcientemente se llevó una mano al vientre sintiéndose muy extraño al hacerlo.
-¡¡kurapica!!-ese grito sobresaltó al rubio que de inmediato abrió la puerta con las mejillas sonrosadas… al verlo Leorio se quedó algo embobado.
-Leorio…-dijo y no pudo más, cayó desmayado en sus brazos, con cuidado el Dr. cargo a su extraño paciente llevándolo hasta su cama y se sentó en una esquina de ella esperando que despertara.
Cuando el joven rubio abrió los ojos, lo primero que vio fue su mirada preocupada…
-¿te sientes mejor?
-si, gracias-dijo incorporándose.
-que bien, oye kurapica.
-si, te escucho.
-me disculparás por la pregunta, pero ¿de quién es el niño?-la pregunta era tremendamente estúpida, pero necesitaba saberlo, más que por un asunto científico el médico estaba inquieto por saber si alguien había tocado el cuerpo de kurapica.
-¿me estás tomando el pelo? ¡¿A qué te refieres?!-exclamó indignado.
-¡pues a lo obvio! ¡¿Quién es el padre de ese bebé?!-apuntó colérico al vientre del rubio.
-yo… pues… no lo sé-dijo confundido, comenzando a formularse la misma pregunta.
-¿Cómo que no lo sabes? Tú perfectamente deberías saber con quien te metes-lanzó sin medir sus palabras.
-¿Q… qué… has dicho?? -preguntó atónito ¿acaso eran celos lo que oía en esa enfadada voz?
-no te hagas el que no sabe ¿con quien tuviste relaciones?-habló mordaz con la mirada llena de furia.
-¿¿¡¡que yo… quéeeeeee!!??-Kurapica estaba horrorizado y rojo como una brasa ¿Cómo ese idiota podía preguntarle algo tan íntimo? si supiera que hasta había estado guardándose para él…
-para que sepas un bebé se hace de a dos, así que dime… ¿Quién fue el que te embarazó?
-¡¡ya te dije que no lo sé!! ¡¡¿Quieres saber la verdad?!! ¡¡Pues soy virgen, nunca he tenido relaciones sexuales en mi vida!! ¡¡Así que si no me crees puedes lárgate!!-estaba agitado, con las iris rojas y una expresión de ira en su rostro… Leorio bajó la cabeza avergonzado dándose cuenta que había metido las patas hasta el fondo.
-yo… lo siento kurapica, actué irracionalmente, te suplico que me perdones por favor.
-¿¿después de todas las sandeces que me acabas de decir?? ¡¡Eres un grandísimo idiota!!-le gritó con toda su furia, para luego sentarse en la cama de donde se había levantado y agregó ya más calmo- entiendo que estés confundido, pero también entiéndeme a mi……… no sabía nada acerca de esto, esto no cabe en mi lógica y te confieso que estoy algo… asustado, lo único que tengo como referencia es que una vez cuando fui niño, me pareció ver a un hombre de mi tribu con trabajo de parto, en ese momento no lo entendía, así que le pregunté a mi padre… y me dijo que cuando estuviera iniciado respondería mis preguntas, pero… la araña……lo impidió, compréndeme… es difícil… para mi saber de un día para otro, que estoy… embarazado-habló con dificultad por el nudo que tenía en su garganta, no sabía por qué estaba se sentía tan vulnerable y más con las palabras hirientes del castaño nadando en su cabeza.
-tienes razón soy un estúpido, un cabeza hueca, no debí haber dudado de ti… lo siento… es que me cuesta imaginar que tu mismo te hayas fecundado, es como… como si fueras una… especie de flor-dijo ruborizado el Dr. mirando como la expresión de kurapica cambiaba.
-ya veo, así que es así
-¿de que hablas?
-mi tribu tenía una diosa a la que veneraban, Selise, en los escritos aparecía una mujer alada saliendo de una orquídea… aparecían hombres y mujeres danzando en torno a ella y también habían seres asexuados que también portaban alas…
-esa leyenda podría tener información del por que te has embarazado, debemos investigarla.
-eso sería posible si tuviéramos esos escritos, pero todo lo de mi tribu desapareció después de que se incendió la aldea, no quedó nada…
-¿estás seguro?
-…………….eso creo-dudó.
-mi otra pregunta es…………. ¿quieres tenerlo?
-para serte sincero, me siento incapaz de atentar contra la pequeña vida que está creciendo en mi interior y menos si es de la sangre de mi tribu.
-sabes lo que eso significa ¿verdad? pañales, llanto, berrinches, travesuras ¿te sientes preparado para ello?
-admito que mi parte racional aún no puede creerse todo esto y está en completo desacuerdo con la idea, pero es mi sangre y siento que debo hacer lo que me dicte el corazón, sé que es una enorme responsabilidad, aún así… quiero tenerlo Leorio-confesó con una sonrisa que dejó ver la cálida emoción que lo embargaba, con la llegada de su hijo ya no sería el único kuruta sobre la faz de la tierra, ya no se sentiría tan solo y tendría a quien narrarle su legado.
-sabia decisión, te doy todo mi apoyo y si me lo permites seré tu médico personal a partir de ahora-le dijo el castaño acercándose a él, depositando un suave beso sobre su frente.
-Gracias Leorio…
-no me lo agradezcas, sabes que siempre estaré ahí cuando me necesites.
-aunque… lo mejor sería que consultara a otro especialista, ya que… con un medicucho de cuarta como tú podría perder al niño-dijo a sabiendas que ese comentario iba a irritarlo.
-ya ¿es que nunca vas a perdonarme?
-vas a tener que hacer méritos y muchos.
-¿Cómo cuales?
-mmm… tengo algo de hambre.
-pues vamos a comer, mira que lo necesitas como nunca ¿qué te apetece?
-algo fresco, últimamente no he hecho más que vomitar.
-una ensalada de fruta estará bien-dijo sonriente, apartándole un mechón de cabello de la cara y de pronto sin previo aviso sintió aquellos brazos níveos rodeándole como si la vida dependiera de ello, le correspondió abrazándole con tanta intensidad que escuchaba el corazón danzante del joven en su pecho.
-todo va a salir bien… te dije que estaría contigo…-un sonrojado leorio le sobaba la espalda cariñosamente y luego de unos segundos atinó a mencionar-por cierto, me sorprendí mucho cuando dijiste que eras virgen-susurró en su oído mientras el joven kuruta se ponía granate de vergüenza.
-¿tiene eso algo de malo?-expresó con fastidio y una venita comenzando a hincharse en su frente.
-no, para nada, aunque es muy propio de aquellos que esperan guardarse para su persona amada-ante lo dicho, el rubio no tenía donde meter la cabeza mientras que la expresión de ternura en el moreno era todo un poema… en eso.
Toc toc toc (disculpen los malos efectos de sonido)
-deben ser los chicos.
-si, voy a abrir…*y tenían que llegar a interrumpir otra vez-pensaba el castaño mal humorado.
Nada más abrir la puerta, el par de adolescentes entró como si fuera su propia casa, al llegar a la habitación, saludaron a su amigo que aún estaba arrebolado por las poco cuidadosas palabras del Dr.
-vaya kurapica parece que tienes fiebre-dijo Gon poniéndole una mano en la frente.
-si, debió haber subido un poco mientras dormía-dijo el rubio para salir del paso.
-¿y cual fue el diagnóstico?-habló killua mientras los mayores se miraban entre si, después de un momento que se hizo eterno kurapica asintió a leorio en señal de afirmación, por lo cual éste comenzó a explicar.
-amigos, lo que kurapica tiene no es nada grave, pero si muy extraño para alguien humano de nuestras características.
-al grano por favor-dijo el chico canoso sin entender lo que trataba de decir su amigo.
-chicos, kurapica… va a tener un bebé-dijo en vocablos simples, resignado a escuchar una palabra que ya tenía grabada de hace rato.
-¡¡¡¡¿¿¿¿qué dijiste????!!!!-chillaron a dúo con las caras desencajadas.
-lo que oyeron, sé que es difícil de creer e incluso para mi lo fue, no obstante, hay pruebas irrefutables y me consta de que es posible, recuerdo haber visto una vez a un hombre de mi tribu embarazado-declaro el joven rubio.
-¡¡¡felicitaciones kurapica!!! Eso quiere decir que dentro de poco serás mamá y nosotros ¡pues vamos a ser tíos!-habló Gon totalmente entusiasmado dándole un gran abrazo, la cara del aludido se encendía aún más si podía, mientras que leorio y killua no pudieron evitar imaginárselo con una barriga enorme, llevando ropas de prenatal en tonos rosa.
La tarde pasó bastante rápida entre divertidas charlas, el joven de ojos ámbar y el ex asesino narraron cada una de las aventuras ocurridas en las misiones que llevaron a cabo, Gon se había vuelto más fuerte que la última vez que se vieron, su habilidad para dominar a las bestias se había incrementado, ahora incluso domaba dragones, además había perfeccionado su aura desarrollando nuevos poderes de ataque, killua en tanto había creado nuevas técnicas de elemento rayo con el poder suficiente como para dejar a gran parte de la ciudad sin energía eléctrica, lo único que no mencionó el par de chicos fue aquél (*) incidente bochornoso en isla ballena, ese era un secreto exclusivamente de ellos dos.
Situado muy lejos de allí hacia el noreste, se encontraba la isla de Ardabis, una isla rica en bosques nativos y selvática vegetación, prácticamente deshabitada de civilización, poblada solo por salvajes y feroces criaturas… excepto por una oculta base científica construida dentro de una gran montaña rocosa, allí al menos unos treinta investigadores en conjunto con tecnología de último nivel estudiaban los misterios de un curioso cofre blanco que no podían abrir, intentaron romperlo a la fuerza con fuertes armas, pero fue imposible… un antiguo dialecto estaba grabado sobre la blanca madera hermética, que según decían era el de la extinta tribu kuruta… lo que hubiera allí adentro resolvería en parte el misterio que no habían podido descifrar en el libro de los antiguos sabios.
Una mujer de cabellos rojizos y ojos esmeraldas miraba pensativa una caja blanca en el centro de una plataforma de estudio… se quitó las gafas frotándose las orbes con cansancio.
-no puedo ver lo que hay adentro, está sellado con un nem tan poderoso que evade cualquier otro tipo de energía-habló una cazadora sentándose en un sofá mientras un joven arqueólogo le hacía compañía.
-eso es increíble, pensar que tienes la habilidad de ver hasta dentro de los huesos…
-ni siquiera la técnica para romper el nem que está concentrado en él, funcionó ¿realmente es tan importante lo que hay en este cofre?
-eso no lo sabemos-dijo cuando de pronto, entró un hombre completamente vestido de negro, con una mascarilla negra cubriendo su boca.
-Dr. Haksen, lo hemos intentado todo de una y mil formas… mas no hemos podido abrirlo, hay algún tipo de energía que está impidiendo que se abra…-dijo el arqueólogo a cargo de la caja.
-¡¡estupido!! Por supuesto que está protegido por una energía ¿probaron abrirla rompiendo el nem que la protege?
-si, es inútil Dr. hay algo más que nem protegiendo la caja-habló el arqueólogo.
-¿a qué te refieres?-habló con curiosidad mirándolo fijamente.
-este cofre fue hecho para uno de los kuruta en especial, según el libro, el elegido debía recibirlo al cumplir los quince años… en el libro también se habla de una marca secreta, pero no logro entender la cita que dice: “solo aparecerá en los alados hijos de selise” todo parece parte de un ritual.
-Selise era una diosa… La diosa de la fertilidad… interesante… ¡¡¡¡jajajaja interesante!!!-acotó el científico riendo como desquiciado-tal vez un joven de ojos rojos que venció al genei ryodan con una cadena, pueda contestar sus dudas profesor, jajajajaja…
Continuará…