Capitulo 2- La llegada de Misaki.
La mañana era agradable, su tierna brisa, el sol que anunciaba su llegada. En la estación se encontraba un muchacho, a decir verdad algo malhumorado. Él era a plena vista guapo, con sus casi 19 años que cumpliría dentro de dos meses, se dirigía hacia la salida ya que hay lo esperaba su hermano mayor.
Se quedaría un tiempo a vivir con él para seguir estudiando, lo que para él era la más grande de las pasiones: la gastronomía, ya había estado en diversas escuelas; pero él quería especializarse más allá y la mejor escuela se encontraba muy cerca del departamento de su hermano, que sería un poco incomodó ya que estaría la prometida de su hermano que apenas conocería y a él no le gustaba estorbar; pero era su sueño, ya lo había estado meditando hace tiempo y por la insistencia de su hermano aceptó no muy convencido aun.
Se acomodo un poco la mochila, ya que lo cansaba un poco, estaba muy malhumorado porque el viaje había sido largo y él se mareaba fácilmente, se había tenido que tomar una pastilla para dormir casi todo el camino, así que aun estaba soñoliento, se rascaba los ojos y aun bostezaba un poco, camino a paso muy lento; el ruido lo estaba matando, las voces de la gente, de la estación, los gritos de los niños, los bebes llorando y un muy molestó celular que sonaba, tuvieron que pasar al menos unos segundos para darse cuenta que era el zulló. Se estiro un poco, para quitar todo el sueño que tenía de más, y de su suéter saco lo que lo estaba volviendo loco.
-¿Bueno?-dijo aun bostezando- si ya estoy aquí y tu ¿Dónde estás?, ah… voy para allá –colgó el celular y lo coloco de nuevo en el suéter.
Sé encamino lo más rápido que podía; pero sin muchas ganas, todavía se sentía cansado, cerro por un momento los ojos y siguió caminando, ignorando todos los ruidos a su alrededor.
Siguió caminando hasta que sintió como chocaba contra algo duro; pero a su vez suave, de pronto sintió como caía al suelo, haciendo que al instante se preparara para el golpe; pero no llego ya que algo lo detuvo, confuso abrió los ojos, al ver a aquel ser le hirvió la sangre ya que lo conocía muy bien, ni siquiera lo pensó y quiso reclamarle al instante; pero algo extraño lo detuvo y es que era una sensación rara, nunca la había sentido y era que estaban a pocos centímetros ya que era agarrado de la cintura para evitar caer al suelo, sus respiraciones las sentían y esos ojos, esos ojos que lo perdían, se percato después de unos minutos que toda la gente se les quedaba viendo, sintiendo al instante vergüenza. Después de unos segundos más se incorporo, gracias a que le habían tendido una mano, se sentía confuso y lleno de vergüenza.
-¿Estás bien?- le pregunto él ser que hace unos minutos lo tenía perdido en sus ojos y no entendía porque-
-¿Qué haces aquí Usami?- pregunto levantando su mochila y agarrando nuevamente su maleta, tratando de ocultar la vergüenza y es que por todo lado al que volteara miles de miradas lo observaba-
-Ya te dije que me digas Usagi y estoy aquí para –lo pensó por un momento- no creo que aun mocoso como tú le importe porque estoy aquí, y pensándolo bien para ti soy el Sr. Usagi –rio burlón pero a la vez victorioso ya que sabia la reacción muy explosiva que iba a tomar Misaki, se volteo para seguir caminando –
-ahh que te pasa tú fuiste en primer lugar el que dijo que te llamara Usagi y respecto a lo que estás aquí – pensó un poco- mm….si como no, seguramente te enteraste que venía y que mi hermano estaría aquí, aprovecharías y arias como si solo fuera una coincidencia lo abrazarías y nos acompañarías y todo eso lo arias para verlo y abrazarlo ya que eres un ¡pervertido! –giro un poco para mirar al susodicho-
- ¿Takahiro está aquí? –pregunto apenas en un susurro-
- no me digas que no lo sabías, seguro lo venias siguiendo- bufo-
- mm…-puso su mano en su rostro en forma pensante y luego miro directamente a Misaki a los ojos lo que hizo que este se sonrojara un poco, lo cual nuestro querido Usagi noto y recordó lo que le decía Aikawa- creo que no me tienes confianza alguna –dijo ofendido- siempre has pensado así de mi? - lo miro nuevamente a los ojos-
- ¿cómo? – Se hizo el desentendido y se volteo dándole la espalda a Usagi para no verle al rostro-
- que…- se acerco un poco más a Misaki, quedando frente a su espalda, haciendo que este sintiera un escalofrió- siempre quiero abusar de la confianza de Takahiro – se detuvo esperando una respuesta, al ver que no llegaba prosiguió- pues, si es así estas equivocado, creo que tú te has percatado de mis sentimientos hacia él y sería incapaz de hacer una cosa así – dijo melancólico, no sabía porque; pero desde las pocas veces que había hablado con Misaki, no se le hacía difícil abrirse con él, más bien era inevitable, reacciono un poco y noto como Misaki se quedaba ahí parado casi petrificado- así que no te preocupes no los molestare, me tengo que ir adiós –siguió su camino-
- Ah, solo una cosa – se detuvo y volteo- salúdalo de mi parte si? – Sonrió tan alegremente que era difícil creer que era el mismo Usagui que hace unos segundos se había puesto melancólico con aquel muchacho-
- Usa-g-gi – dijo en un susurro casi inaudible; pero que pudo escuchar Usagi-
- Que pasa? – se acerco un poco-
- per-d-don, no debí de decir eso. –parecía que ni siquiera estaba en este mundo, no miraba al susodicho solo parecía estar en transe-
-¿Estás bien?- paso su mano hacia arriba y abajo, esperando respuesta; por lo cual Misaki lo noto y apareció un muy notable sonrojo en sus mejillas-
- ah? si, si estoy bien, yo-yo le daré tus saludos – jalo su maleta y se dirigió lo más rápido que pudo a la salida, dejando a un Usagui algo confundido-
Se encamino, por todo el gran pasillo que quedaba algo libre ya que, parecía no terminar estaba la gente algo amontonada, lo cual hacia que se irritara mas y luego ese pensamiento que no se podía quitar y es que ¿Por qué sintió esa sensación? se supones que lo debía de sentir con una mujer, ni siquiera con una mujer había sentido esas ganas desgarradoras de querer besarlo, sin importarle que estuviera la gente viendo solo quería tomar esos labios, ese aliento y esos ojos: pero en qué demonios estaba pensando se supone que él era hombre no?, eso está mal – se golpeaba la cabeza de vez en cuando-
-A mi no me pueden gustar los hombres! –sin percatarse lo había pensado en voz alta, haciendo que la gente voltease hacia él, camino más rápido y con la cabeza baja cuando escucho – mamá ese chico me da miedo y escucho cuando la mamá solamente cargaba al niño y le decía que ese muchacho le gustaban los hombres o estaba loco-
-Estoy loco – se decía hacia sí mismo-
No tardo mucho, en salir y ver como su hermano lo esperaba en el auto, camino hacia él y se subió al auto.
-Hola Misaki, ¿cómo estuvo tu viaje?- preguntaba con una sonrisa despreocupada en su rostro, lo que a Misaki le hizo recordad a Usagi que había olvidado, cuando escucho al niño y se regañaba a sí mismo-
- mal –dijo sin mucho ánimo, pues recordaba a Usagi-
- ¿mal?; pero ¿Por qué?- pregunto curioso-
- por nada – recordó lo que le había pedido Usagi- ah, por cierto te-te ma-ndo….
- ¿me qué?, ¿te sientes bien?- pregunto mirándolo por el rabillo del ojo; pero sin quitar la mirada del camino-
- te mando saludos Usa-gi – dijo al fin; pero mirando por la ventana a la ciudad, que ni siquiera podía mirar ya que no podía quitarse esa sonrisa tonta de Usagi de la cabeza-
-Usagi, ¿estaba aquí?- pregunto extrañado- ¿por qué no vino a saludar, es extraño?, jajá – rio divertido-
- de que te ríes? – pregunto fastidiado-
- es solo que ya no lo he visto, me pregunto si estará irritado por el trabajo jajá – rio de nuevo, lo cual ya no molesto a Misaki e incluso hasta le saco una sonrisa, el solo imaginar a Usagi así de irritado le daba demasiada gracias-
Pasaron unos minutos en silencio, lo cual para Misaki era perfecto, ya que no tenía ganas de hablar. Estaban ya a punto de llegar unas cuantas calles y ya, Misaki estaba a punto de quedarse dormido cuando Takahiro se detuvo.
-Bien, ya no te duermas- lo jaloneo un poco- ya llegamos
-Bien, bien ya voy- se incorporo, bajo del auto y saco las maletas para dirigirse a la puerta principal. Después de unos pasillos llegaron al elevador, el cual abordaron.
-Te gustara mucho la compañía de Manami –le sonríe tiernamente apretando el botón 3-
-Si estoy seguro –le dedica una sonrisa no muy convencedora-
------Espero les allá gustado n.n ----- comenten