En el desierto pasillo, dos bocas se devoraban con frenesí. El moreno había mandado la razón a la porra y se había abrazado con fuerza al pelirrojo buenorro. Kyuubi se quedó un poco parado, porque el Uchiha le había empotrado contra la pared y estaba llevando la iniciativa, por primera vez…
Madara arrinconó al bijou, mientras intercambiaban posiciones, y esta vez el dominado era el hermoso bijou…Kyuubi comenzó a sudar en frío, porque se estaba temiendo lo peor kukuku, este hermoso moreno parecía incluso más dominante que él >_< y un pensamiento cobró vida en su mente…Madara sería el seme. Kyuubi abrió los ojos cuanto pudo y apartó al moreno con brusquedad, mientras lo miraba con ojos horrorizados. El bello moreno lo miraba con cara de susto, porque no entendía que le pasaba al pelirrojo. Kyuubi se alborotó de golpe y echó a correr.
El Uchiha se quedó con la boca abierta cuando vió huir al pelirrojo. Estaba totalmente confundido por la súbita escapada de Kyuubi, el ser que llevaba meses acosándolo sin descanso. Una suave risita lo sobresaltó y se dio la vuelta. Naruto y Sasuke se acercaban a él, con sus gemelitos en brazos. El rubio era el que se había reído musicalmente.
-No te preocupes, Madara.-dijo con una brillante sonrisa, mientras Sasuke le miraba lleno de diversión y los gemelitos le alzaban los brazos para que les cogiera-Mi padre se ha dado cuenta de un pequeño detalle y se ha asustado un poco.
-¿Y cual es, Naruto?-preguntó el moreno perdido, mientras cogía a los dos gemelitos, uno por cada brazo, haciendo sonreír a Sasuke y Naruto. El pobre Madara aún no había despertado del todo sus instintos naturales, esos que habían sobresaltado al pelirrojo y le habían hecho huir, por eso estaba tan perdido.
Sasuke le comprendía muy bien, él mismo tenía ese impulso apremiante, pero su marido era extremadamente fértil y aún no habían hablado sobre tener más hijos. El ser el uke no le molestaba en absoluto, pero deseaba devorar el cuerpo de su rubio hermoso. Estaba esperando pacientemente a que los gemelitos fueran más mayores, para cumplir su deseo y dejar embarazado a su hermoso y rubio marido…y Naruto lo sabía perfectamente, pero era demasiado arriesgado quedarse embarazado por un calentón, y los pequeños gemelos ocupaban casi todo su tiempo.
-Pronto lo sabrás, amigo mío.-sonrió el rubio abrazando a su esposo-Muy pronto el mismo Kyuubi te dirá la razón de su huída.
El Uchiha mayor se quedó como estaba y decidió dejarlo correr. Los pequeños Mizuki y Kazuki, le estaban pidiendo su atención y se olvidó de todo…eran unos niños tan monos ^^.
Mientras los gemelitos, Madara y los dos esposos pasaban un rato juntos, el precioso Kyuubi había saltado por los tejados de la aldea hasta llegar a la Torre del Hokage, casi por instinto había acudido al despacho de la Hokage, una de sus mejores amigas en la aldea. Pues los dos adoraban el sake y se pasaban las horas muertas bebiendo y charlando. La rubia madura era su mejor amiga y el pobre zorrito estaba muy confundido. Entró por la ventana, sorprendiendo un poco a la Godaime y a su ayudante, Shizune.
-Buenos días.-murmuró el No Youko, un poco contrito-Siento molestar.
Las dos shinobis le sonrieron calidamente y le saludaron también, mientras le aseguraban que no molestaba en absoluto. La morena kunoichi se retiró con una pequeña reverencia y los dos amigos se quedaron solos.
-A ver, zorro molesto. ¿Por qué traes esa cara de pena? ¿Qué te ha pasado?-rió la rubia llena de diversión, el pobre pelirrojo parecía un perro apaleado-¿Madara te ha vuelto a rechazar?
El pobre Kyuubi al escuchar el nombre del Uchiha, sintió un escalofrío enorme y se erizó como si fuera un gato, dejando a la Godaime con los ojos como platos y bastante preocupada. Esa reacción no era normal.
El pobre zorro nueve colas se alteró entero y comenzó a hablar atropelladamente, mientras se paseaba como una fiera enjaulada y Tsunade se quedaba flipando.
-No te lo vas a creer, porque no me lo puedo creer ni yo. Es lo más increíble que me ha sucedido en la vida, que no es poco precisamente. Porque llevó más de cuatro mil años dando vueltas por el mundo…y nunca me había pasado nada igual. Y yo me pregunto, ¿por qué a mí? Soy el demonio zorro más poderoso de todos y no debería encontrarme en esta situación, y menos por un humano…Pero debería haber sabido que los Uchiha no eran nada normales, con esos aires de grandeza y superioridad. Porque no pueden ser como los demás, que va. Tienen que ser los reyes del mundo y blablabla.
La rubia estaba cada vez más sorprendida, en todo el tiempo que llevaban siendo amigos, que ya iba a hacer los dos años, nunca había oído hablar tanto al zorro. Un momento, se le estaba pareciendo a…Naruto.
-Kyuubi.-llamó ella incrédula, interrumpiendo el monologo del pelirrojo. Este la miró un poco molesto.- ¿Estás armando todo este escándalo porque has descubierto que vas a ser el uke?
¡Toma! Puñalada trapera y zorro derribado. La Godaime comprendió que había dado en el clavo, cuando el guapo pelirrojo comenzó a echar pestes de Madara. Que si era un prepotente, un amargado, un tonto sin remedio, un estupido reprimido, blablabla. En fin, la canción que conocía de los Uchiha por Naruto. Sus ojos ámbar se llenaron de un afecto aún mayor, porque Kyuubi era clavadito a Naruto, y hasta ese mismo momento no se había dado cuenta. Sin saberlo, Kyuubi no Youko pasó de ser el mejor amigo de la Quinta a ser adoptado como miembro de su familia, justo como Naruto, Sasuke y sus hijitos kukuku.
Pero había un pequeño problemilla ^^, Madara Uchiha lo había escuchado todito y una sonrisa maliciosa curvaba su boca perfecta. Ahora entendía el porqué Naruto le había dejado caer que se pasara por la oficina del Hokage. Ese chico rubio sabía desde el principio lo que iba a ocurrir y las razones de la súbita huída del nueve colas, que llevaba meses acosándole. Su naturaleza dominante se despertó de golpe y le sucedió lo mismo que a todos los Uchiha que encontraban a su pareja. El zorro era sólo suyo.
Dentro de la oficina, el hermoso Kyuubi sintió un horrible presentimiento y pegó un saltito, mientras se movía con sigilo hacia la ventana. Segundos despues entraba a la habitación Madara Uchiha con una sonrisa de oreja a oreja. Sorprendiendo a la Quinta y llenando de miedo al precioso zorrito.
-Perdón por la intromisión, Hokage-sama.-ronroneó el Uchiha, sonriendo, pero sin dejar de vigilar a su presa. Kyuubi se sintió súper acosado por primera vez en su vida-He estado buscando al zorro por toda la aldea. Si me disculpa, me lo llevaré, porque tenemos que hablar.
El zorrito negó con la cabeza repetidamente en dirección a la Hokage, para risa de la rubia y maliciosa diversión del moreno Uchiha, que se sentía en su salsa. Kyuubi retrocedió suavemente para escapar por la ventana, pero antes de que escapara, el Uchiha llegó hasta él y le aferró por un brazo. Ganándose una mirada de sorpresa por parte del pelirrojo, que no había visto moverse a Madara. Cuando lo miró a los ojos oscuros, musitó una maldición. El moreno ya sabía porqué había salido por patas y se temía lo peor, porque esos ojos negros estaban llenos de posesividad y deseo, muy lejos de su frialdad e indeferencia ya conocida. Kyuubi se sintió zorro cazado kukuku.
Madara sacó al pelirrojo del despacho, sonriendo serenamente a la Quinta, mientras el hermoso bijou intentaba zafarse del Uchiha por todos los medios. Dejaron a la Godaime de muy bien humor, pues esa parejita iba por buen camino, como la formada por Naruto y Sasuke…y con suerte le darían más nietecitos kukuku.
Cuando llegaron a la calle, Madara sujetó con más fuerza al pelirrojo, acercándolo mucho a su cuerpo y paralizando al hermoso zorrito, que lo miró con sus ojos rojizos.
-No intentes escaparte, zorrito.-murmuró Madara seductoramente-Llevas buscando esto durante meses, así que puedes huir de mí, pero nunca lograrás esconderte.
-Ieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee.-aulló el zorrito desesperado, mientras Madara lo arrastraba hacia el barrio Uchiha, debatiéndose desesperado. Para diversión de toda la aldea, que supieron que el hermoso bijou había dado con la horma de su zapato kukuku.
La pareja entró a la gran casa, con Madara muy pagado de sí mismo y Kyuubi gruñendo y aullando sin parar, porque no conseguía soltarse del agarre del moreno. Itachi y Deidara, que estaban desayunando, fueron con rapidez hacia la puerta, porque se oían unos ruidos y gritos muy fuertes. Cuando vieron a su pariente con el zorro bien agarrado y cara de victoria. Los dos se rieron a mandíbula batiente.
Kyuubi No Youko era el cazador cazado.
Continuará...