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SORPRESAS DE HALLOWEEN por Orseth

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Notas del capitulo:

HOLA HOLA QUERIDISIMOS AMIGOS Y COCHINOTES AMANTES DEL LEMMON.

AQUI ESTOY DE NUEVO CON LO Q HABIA PROMETIDO... ESPERO  LE GUSTE ^^

Y BUENO, PUES QUIERO DEDICARLO A TOD@ AQUELL@S QUE ME MANDAN REVIEWS... NO PODRÍA PONERLOS A TODOS XQ NO ACABARIA Y TAMBIEN XQ USTEDES SABEN DE QUIENES HABLO, YA Q USTEDES CON LOS Q ME DAN ANIMOS PARA SEGUIR ECHANDOLE GANAS; PERO YA SE QUIENES SON LOS Q SIEMPRE ME DAN ANIMOS CON SUS COMENTARIOS TAN BONITOS, X ESO A ELL@S ESPECIALMENTE SE LOS DEDICO, Y ASI SIN MAS, ¡¡¡A LEER!!!

 

 

            -De acuerdo –dijo finalmente  dándose la vuelta- pero te lo advierto Potter... si una sola palabra de esto se llega a saber, juro por mi vida que te mataré ¿entiendes?, no me importa ir a Azkaban.

 

            -Por eso no te preocupes –respondió sonriendo- si el mundo sabe con quienes me he acostado, ha sido por boca de ellos, puedo jurarte que de mí no se sabrá nada.

 

            -Pues entonces júralo.

 

            -Lo juro.

 

            -¿Solo así? –exclamó Draco frunciendo el ceño.

 

            -Pues si ¿Qué más quieres?

 

            -Júralo por tus padres muertos –respondió  con firmeza.

 

            -¿Es necesario? –exclamó  rodando los ojos.

 

            -Adiós –dijo Draco dándose la vuelta.

 

            -De acuerdo, de acuerdo... –exclamó  con las manos en la cintura sonriendo mientras negaba con la cabeza- lo juro por mis padres.

 

            -No estas diciéndolo en serio –afirmó Draco cruzando los brazos provocando que los pompones rojos bailotearan a su alrededor.

 

            -¡Por Gryffindor! –exclamó  alzando las manos dramáticamente.

 

            -Bien... –dijo  alzándose de hombros volviendo a darse la vuelta.

 

            -De acuerdo –exclamó Harry tomándolo por un brazo haciendo que Draco se volviera a verlo.

 

            -¿De acuerdo qué? –preguntó  alzando una ceja.

 

            -Lo haré como quieras –dijo Harry poniéndose serio al tiempo que levantaba su mano derecha exclamando solemnemente- juro por la memoria de mis padres que nada de lo que suceda aquí se sabrá por mi boca ni por ningún otro medio que de mí dependa... ¿contento?

 

            -Pues... sí... –respondió  bajando los brazos con la inseguridad ya reflejada en el rostro- bueno... ¿y ahora?

 

            -Ven.

 

            -¿Cómo?

 

            -Ven aquí –dijo Harry haciéndole una seña con la mano.

 

            -Ya –respondió Draco dando un pasito cruzando de nuevo los brazos.

 

            -Más cerca.

 

            -Ya –repitió  dando otro pasito.

 

            -¡Por las putas bolas de Merlín, Malfoy no te voy a comer! –exclamó Harry acercándose a él poniéndole las manos en las muñecas para descruzarle los brazos añadiendo maliciosamente- bueno si, pero te va a gustar.

 

            Sin saber que responder, Draco guardó silencio mientras Harry lo arrinconaba contra un muro.

 

            -¿Qué haces? –preguntó  entonces al ser volteado de cara a la pared poniendo sus manos en ella a la altura de sus hombros.

 

            -Shhhh... –Siseó Harry pegando su cuerpo al del rubio mientras acercaba su rostro al cuello y nuca del Slytherin- calladito... mmm... –añadió cerrando los ojos al tiempo que aspiraba profundo- que rico hueles...

 

            Si Draco hubiese tenido un espejo frente a sí, se hubiera reído de su mismo al ver la cara de susto que puso al sentir las manos de Harry en su cintura, las cuales se colaron bajo el suéter comenzado a subir por su pecho.

 

            Dio un respingo cuando esas manos tomaron entre sus dedos sus pezones.

 

            -Ladea la cabeza... –susurró Harry en su oído mientras comenzaba a pellizcárselos.

 

            Obedeciendo automáticamente, Draco ladeo la cabeza dejando el blanco cuello expuesto.

 

            -Delicioso... –murmuró Harry haciendo a un lado la coleta rubia para después dar una lamida y pegar sus labios comenzando a chupar y a succionar hasta dejar manchas púrpuras que resaltaban fuertemente contra la piel clara.

 

            Draco crispó las manos en la pared mientras su corazón comenzaba a latir alocadamente, detalle que Harry percibió al acariciarle el pecho, así que abrió los ojos mirando de lado el rostro del rubio notando su expresión de terror.

 

            Harry sabia que ese latir acelerado no era precisamente por sus besos o manos, por lo que sin dejar de lamerlo, dijo:

 

            -Tranquilo...

 

            -¿Cómo?

 

            -Relájate, no pasa nada.

 

            -Es... estoy relajado –respondió con lo que más bien pareció un graznido.

 

            Harry continuó entonces disfrutando del aroma y sabor del rubio, el cual se relajó un poco al sentir las manos de Harry dejar en paz sus pezones; lo que no pensó es que esas manos se situaran a los lados de sus caderas comenzando a bajar hasta sus muslos para inmediatamente subir, pero esta vez bajo la falda.

 

            No pudo evitar moverse inquieto al sentir los dedos de Harry juguetear con la cinturilla elástica de sus bragas, y en donde definitivamente respingó, fue cuando de repente, Harry las jaló hacia abajo.

 

            -¡Espera! –exclamó  dándose vuelta rápidamente con las bragas a medio muslo y jalando hacia abajo el frente de su minúscula falda.

 

            -Tu tranquilito, no pasa nada –respondió Harry tomándole suavemente las muñecas deseando ya con ansias locas levantar la pequeña falda.

 

            -¡Pero, pero...!

 

            -Ya Malfoy, no seas llorón ¿ya tan pronto te rendiste? –dijo Harry azuzándole el orgullo para evitar que el rubio saliera corriendo de ahí al tiempo que se hincaba frente a él.

 

            -¡Pues no, pero...! ¿¡Qué vas a hacer?! –respondió  negándose a soltar su falda.

 

            -Confía en mí –dijo Harry sonriendo.

 

            -¿¡Confiar en ti?!... ¡antes preferiría confiar en el señor Tenebroso si se le ocurriera resucitar!

 

            -Suelta... –insistió Harry separando suave pero firme  las muñecas de Draco hasta ponérselas a los costados, luego tomó los bordes de la falda y comenzó a levantarla lento.

 

            Draco cerró los ojos con fuerza cubriéndose la cara con las manos sintiéndose enrojecer de vergüenza, se dio cuenta de que había retenido la respiración cuando sintió una mano tomar lo que con tanto ahínco ocultaba.

 

            -¿¡Pero qué...?! –exclamó abriendo los ojos.

 

            Sabiendo que si le daba más tiempo, Draco saldría despavorido, Harry inmediatamente abrió la boca metiéndose de lleno el pene del Slytherin.

 

            Draco jadeó por la impresión de sentir la ardiente humedad de la boca de Harry; no porque que no le hubiesen hecho antes una mamada, sino porque nunca se la había hecho un hombre,y mucho menos Harry Potter, el niño de oro de la comunidad mágica.

 

            Siendo un experto en hacer mamadas, Harry relajó de inmediato su garganta metiéndose hasta el fondo el miembro de Draco comenzando a chuparlo con verdadera maestría... al cabo de unos instantes, Draco abrió los ojos como platos al sentir un calorcillo subir por sus piernas y su vientre reuniéndose en...

 

            -¡Ah!... –gimió tapándose la boca inmediatamente al sentir la succión de Harry deseando con todo su corazón que aquel no lo hubiese oído.

 

            Pero Harry si que lo había oído y había sonreído aun teniendo el pene en su boca, el cual no dejaba de succionar una y otra vez mientras sus manos recorrían las pálidas piernas desde las pantorrillas hasta el muslo una y otra vez pasándolas con verdadero deleite por sus carnosas nalgas.

 

            Entre lamidas, mordisqueos, lengüetazos y mamadas, Harry pasó un buen rato hincado frente a Draco, quien simplemente se había tapado la boca con las dos manos intentando ahogar con nulos resultados los gemidos que emitía una y otra vez mordiéndose los labios y sintiendo sus piernas temblar.

 

            -¡Por... Salazar!...  –gimió el Slytherin al sentir que ya no podía contenerse más corriéndose de plano en la boca de Harry, quien simplemente tragó todo sin dejar en ningún momento de manosearlo.

 

            Finalmente Draco quedó recargado en la pared con la cabeza inclinada y respirando entrecortadamente mientras Harry se ponía de pie  quitándose lo más rápido que sus ansias le permitían sus enormes shoulders.

 

            -¡Malditas hombreras! –pensó Harry luchando con los broches con dedos ansiosos viendo como Draco se recuperaba lentamente.

 

            Finalmente se las quitó quedando vestido con sus pantaloncillos color oro y una camiseta blanca; cuando Draco alzó la cara, se encontró con Harry a un centímetro de distancia.

 

            -Aun no terminamos... –susurró el Gryffindor con voz ronca y pupilas dilatadas atrapando su boca al tiempo que le pasaba las manos por la cintura rodeándolo por completo.

 

            Draco solo atinó a poner sus manos sobre los hombros de Harry sintiendo como éste le abría la boca con la lengua, el moreno abrió los ojos encontrándose con unos color gris que lo miraban perplejos y sintió una punzada de culpabilidad, pues bien sabía que aunque Draco no era ningún niño inocente, él había sido lo suficientemente hábil en manipularlo para su propia conveniencia y que si Draco se dejaba hacer era porque estaba totalmente desconcertado, pero más grande fue la punzada que sintió en su entrepierna haciendo que mandara todos sus prejuicios Gryffindor a volar.

 

            -¡Sí!... –susurró dejando la boca y pasando al cuello mientras sus manos acariciaban la espalda habiéndose colado bajo el suéter blanco.

 

            Draco por su parte, sentía que estaba en la dimensión desconocida, lo que acababa de experimentar había sido la mejor mamada de su vida proporcionada ni más ni menos que por Harry Potter... ¿era una alucinación o en verdad esas manos y esa boca le estaban arrancando gemidos y escalofríos?... tal vez el whiskey de fuego que se había tomado cinco minutos antes de salir de su habitación para pasarse el sabor empalagoso de la poción para el resfriado tenía algo que ver... si, definitivamente eso tenía que ser, él no podía encontrarse en los brazos de Harry Potter, el cara rajada, el cuatro ojos, el niño que vivió para ser un tarado y demás, gimiendo como perra en celo al sentir la boca y dientes del Griffindor en su cuello.

 

            -¡Ah!... –jadeó  contra el cuello de Harry, quien al sentir el aliento en su oído, volteó al Slytherin nuevamente de cara a la pared para comenzar a restregar lascivamente su evidente dureza contra el trasero desnudo de Draco sosteniéndolo de las caderas.

 

            Con las manos en la pared, Draco sentía como Harry le levantaba el culo pasando entre sus nalgas un duro bulto, Harry en tanto ya no aguantaba más, por lo que comenzó a quitarse el cinturón y las riñoneras dándose patadas mentales por haberse puesto tanto equipo como si de verdad fuese un jugador de futbol americano para hacer más real su disfraz; cuando al fin quedó libre se puso los dedos en su pantaloncillo dorado bajándoselo de un tirón hasta las rodillas con todo y ropa interior dejando ver su pene ya totalmente erecto.

 

            Comenzó a besar la nuca de Draco en tanto le pellizcaba un pezón mientras que con su otra mano comenzó a friccionar su propio pene para darse un poco de alivio y lubricarlo un poco con su propio liquido seminal; Draco echó la cabeza hacia tras recargándola en el hombro de Harry sintiendo un delicioso dolorcillo en los pellizcos que recibía, pero abrió los ojos intentando voltearse cuando sintió una mano queriendo colarse entre sus nalgas.

 

            -Shhhh... –susurró Harry impidiéndoselo.

 

            -Pero...

 

            -Solo déjate llevar... –dijo Harry metiéndole la lengua en el oído haciéndolo temblar.

 

            Se moría por penetrarlo ya, su propio miembro ya le dolía, pero a pesar de su tremenda excitación estaba consciente de que era la  primera vez de Draco y no era capaz de ser tan desgraciado como para dejársela ir de un golpe como había hecho algunas veces antes con otros que le aseguraban ser el primero para poder pescarlo.

 

            Se metió un dedo en la boca dirigiéndolo después al trasero de Draco buscando la ansiada entrada; la posición no era la más idónea ni la más cómoda, pero estaba seguro que en cuanto Draco tomara conciencia plena de lo que estaba a punto de pasar, no le vería ni el polvo.

 

            -¡Rayos! –Pensó contrariado- necesito lubricante.

 

            -¡Ah! –se quejó Draco al sentir un pinchazo de dolor.

 

            -Dolerá Malfoy... –dijo Harry en su oído decidiéndose a ser sincero- y como es tu primera vez, te dolerá más.

 

            Draco se quedó quieto al escucharlo.

 

            -Pero te aseguro Draco... –continuó  llamándolo por su nombre- que cuando me tengas dentro valdrá la pena.

 

            -¿Para ti o para mí? –preguntó Draco intentando sonar irónico sin conseguirlo.

 

            -Para los dos... –dijo Harry volteándolo para seguir disfrutando de nuevo de aquella boca tan ladina que le había parecido deliciosa mientras le apretaba contra si levantándole una pierna poniéndola en su propio costado- quiero metértela Draco... –susurró en la oreja del rubio- déjame hacerte gritar...

 

            -Quieres hacerme gritar... –respondió Draco estremeciéndose al sentir como Harry jugaba con el lóbulo de su oreja- pero de dolor...

 

            -¡No, no! –Jadeó Harry presionándolo contra la pared- te haré suplicarme... te haré pedirme más...

 

            -Idiota... –respondió  con un hilo de voz al sentir el pene de Harry en su abdomen- yo... nunca haría eso...

 

            -Es lo que está por verse... –dijo Harry sin dejar de besarle el sensible cuello mientras pasaba su mano por todo el muslo que estaba en su costado lamentando no tener más tiempo para disfrutar de aquellas piernas que lo habían impactado desde el primer momento- pero sabes lo que te voy a hacer... ¿verdad?

 

            Draco no respondió al momento... su mente analizaba las palabras de Harry, no era ningún tonto y cuando Harry le había lanzado el reto, sabía que no era una simple agasajada, pero apenas tomaba conciencia real de lo que el Gryffindor deseaba hacer y del dicho al hecho... hay mucho trecho.

 

            Harry sintió su indecisión y con todo el pesar del mundo le dijo al oído:

 

            -Me muero por hacértelo Malfoy... pero si no estás seguro, podemos detenernos ahora...

 

            Draco tardo eternos instantes para finalmente responder:

 

            -Hazlo...

 

            Harry sonrió ampliamente al escucharlo, por lo que separándose de él tomó la playera que estaba en el suelo hecha un revoltijo con sus hombreras para extenderla diciendo:

 

            -Acuéstate, será más cómodo para ti.

 

            Draco asintió nerviosamente encogiendo inmediatamente las piernas al estar acostado al no saber cómo actuar; Harry sonrió al verlo así, docenas de veces había hecho enfurecer al Slytherin, pero nunca lo había hecho ponerse nervioso.

 

            -Relájate –dijo el moreno mientras se quitaba por completo la ropa quedando solamente con calcetines para después hincarse frente a Draco, el cual lo miró en silencio cuando éste le  puso la manos en las rodillas diciendo: -sepáralas.

 

            Harry se metió entre ellas poniendo sus manos a los costados de Draco para después acercarle un dedo a la boca diciendo:

 

            -Chúpalo.

 

            -¿Cómo?

 

            -Abre la boca, quiero que lo llenes de saliva.

 

            -No –respondió Draco frunciendo el ceño.

 

            -¿No? –Exclamó Harry un poco sorprendido- es para...

 

            -Ya sé para qué es... –interrumpió Draco- pero tienes las manos sucias, ni siquiera sé si te las lavaste antes y además ya las pusiste en el suelo ¿cómo pretendes que me meta tus manos sucias a la boca?... tú me la chupaste, pero yo me bañe hace una hora.

 

            Harry inclinó la cabeza sonriendo; nunca antes le habían salido con eso, por lo general le obedecían gustosos... definitivamente Draco Malfoy no era como los demás.

 

            -De acuerdo –dijo mirándolo con una sonrisa- lo haré yo.

 

            -No –volvió a decir Draco.

 

            -¿No?

 

            -Hazlo de una vez.

 

            -Pero Malfoy... –dijo Harry ya un poco serio- va a ser muy incomodo para ti.

 

            -¿Qué tan malo puede ser?

 

            -Pues...

 

            -Además tanto preámbulo me pone nervioso –interrumpió Draco de nuevo.

 

            -Ah Malfoy, a leguas se ve que es tu primera vez –dijo Harry negando con la cabeza- ¿nunca has cogido a una mujer así?

 

            -No ¿Por qué?

 

            -Ya... con razón no tienes idea.

 

            -Yo tengo mucha experiencia, Potter –declaró  indignado.

 

            -Claro... ¿aun quieres que lo  haga así, sin más ni más?

 

            -Sí ¿Qué tanto puede doler?

 

            Harry sonrió mientras rodaba los ojos al tiempo que friccionaba su pene para tener un poco de más lubricación, después lo acomodó en la entrada de Draco sosteniéndolo con su mano.

 

            -¿Listo?          

 

            -Rayos... –masculló Draco poniéndose una mano en los ojos- Potter, si alguien se entera de esto...

 

            -Relájate –dijo Harry comenzando a empujar.

 

            Al cabo de un par de minutos, Harry había escuchado tantas maldiciones como no había oído nunca en su  vida.

 

            -¡Malfoy! –Dijo sorprendido- ¿con esa boquita besas a tu madre?... cualquiera diría que te criaste en un burdel.

 

            -¡Si querías hacerme gritar de dolor, mejor me hubieses roto una pierna, maldito cara rajada! –Exclamó  sujetándose fuertemente de los hombros de Harry- ¡estos...! ¡estos gritos no valen!

 

            -Es que apenas comenzamos...

 

            -¡Por Salazar!.... ¡¿cómo les puede gustar esto?!... ¡por supuesto que te ruegan Potter, pero para que se las saques!

 

            Harry ya no respondió, la estreches de Draco era tal que hasta a él le había dolido al metérsela, pero eso le había parecido tremendamente delicioso, por lo que estuvo a punto de correrse en la primera embestida, así que simplemente comenzó a respirar profundo mientras comenzaba a mover su pelvis ante las protestas del rubio.

 

            -¡Que me partes el culo, imbécil!

 

            -Espera un poco... –jadeó Harry sin dejar de moverse suavemente una y otra vez.

            -La varita... -masculló con la frente perlada de sudor- hay un hechizo que sirve para lubricar las puertas...

            -¿Quieres que use un hechizo para lubricar puertas, en tu culo? -preguntó incrédulo.

            -Me duele, imbécil... -respondio tapandose la cara con las manos.

            Harry no quería lastimarlo más de lo necesario, asi que tomó su varita e hizo el hechizo que Draco le habia pedido, con lo que ciertamente hubo un claro y mejor deslizamiento.

            -Tranquilo... -susurró ondulando su cadera entre las piernas abiertas- todo esta bien.

            -¡Ay!

            -Sé paciente, te la encontraré.

 

            Sin entender nada y para distraerse del dolor, Draco siguió diciendo palabrotas, hasta que de repente se quedó callado de golpe con los ojos muy abiertos, detalle que Harry no pasó desapercibido, por lo que siguió moviéndose dentro de él enderezándose un poco para masturbarlo.

 

            -¡Por todos los...! –jadeó Draco sintiendo que con cada embestida Harry tocaba algo que le hacía vibrar en su interior

 

            Al cabo de unos instantes se encontró jadeando fuertemente mientras le clavaba las uñas a Harry en los brazos.

 

            -¿Te das cuenta?... –exclamó Harry sin dejar de penetrarlo- soy un hombre... y quien mejor que un hombre para saber tratar a otro...

 

            Draco no respondió y Harry miró su rostro perlado de sudor; sus enormes ojos grises, los cuales vistos tan de cerca tenían tonos azulados y que hasta ahora se daba cuenta eran bellísimos y con todo siguió observando su rostro húmedo y con la frente fruncida pues el dolor estaba mas que presente, la agradable sensación que su próstata estaba dándole no disminuía en nada el dolor.

 

            Sus largas coletas rubias esparcidas en el suelo le hicieron preguntarse cómo sería tenerlo debajo con su aspecto habitual, con su cabello corto y engominado, cabello que le gustaría desordenar.

 

            Draco clavó los talones en el suelo mientras arqueaba el cuerpo, por lo que de repente Harry se detuvo.

 

            -¿¡Qué...?! –balbuceó Draco con la respiración entrecortada mirándolo confundido.

 

            Respirando de igual manera, Harry le sonrió al preguntar:

 

            -Sé que aun duele... pero dime... ¿te gusta lo que estas sintiendo?

 

            Draco abrió la boca sorprendido, por lo que simplemente se quedó callado.

 

            -Bien... –dijo Harry haciendo gala de un autocontrol admirable mientras salía de Draco- como veo que no te gusta, no te importará que me retire ¿verdad?

 

            Draco puso tal cara de desilusión que Harry por poco rompe en carcajadas a pesar del molesto dolorcillo que sentía en su pene.

 

            -¿Me voy? –preguntó el moreno tocando tentativamente con la punta de su pene la ya dilatada entrada; Draco siguió mirándolo fijamente sin decir nada, por lo que Harry se enderezó diciendo:

 

            -En fin...

 

            -¡No! –exclamó Draco de pronto pescándolo con las piernas.

 

            -¿No? –Repitió Harry sonriendo- ¿No qué?

 

            Draco tragó saliva antes de decir:

 

            -No... no...

 

            -¿Ajá?

 

            -No te...

 

            -Vamos Draco, dilo... –susurró Harry deseando enterrarse de nuevo.

 

            -No quiero decirlo... –dijo Draco cerrando los ojos con fuerza.

 

            -¿No quieres sentir de nuevo lo que sentiste?

 

            -No, no, duele mucho...

           -¿Seguro?

           -Bueno... si... tal vez...

 

            -Entonces pídemelo... vamos Malfoy... –dijo Harry dirigiendo sus manos a una de las coletas desatando la liga para liberar el rubio cabello haciendo después lo mismo con la otra y masajeando el cuero cabelludo.

 

            -mmm... –gimió  suspirando al sentir un delicioso alivio en la cabeza al ya no tener más ese peinado tan apretado.

 

            -Anda... pídemelo y te lo daré... –susurró Harry en su oído mientras enredaba sus manos en la rubia cabellera y metiendo la cabeza de su pene en la lastimada entrada sobresaltando a Draco- Malfoy...

 

            -¿Sí?... –respondió Draco en un murmullo.

 

            -¿Quieres más?

 

            -Yo... yo... –tartamudeó Draco tragando saliva.

 

            -¿Ajá?

 

            -Si...

 

            -¿Sí qué?

 

            -Quiero más... –respondió Draco abriendo los ojos para encontrarse frente a sí un par de esmeraldas- dame más Potter... ¡dame más!

 

            -¿Más qué? –dijo Harry levantándose para apoyarse mejor entre aquellas blancas piernas.

 

            -¡Sigue metiéndomela, maldito idiota!

 

            Ni tardo ni perezoso, Harry se hundió de nuevo en el ardiente trasero de Draco arrancándole un grito penetrándolo cada vez más fuerte.

 

            -¡Sí!... ¡así!... ¡no te detengas!... –exclamó Draco moviendo frenéticamente la cabeza de un lado a otro hasta que Harry invirtió posiciones dejándolo arriba.

 

            -Muévete... móntame tú... –exclamó Harry entre jadeos.

 

            Draco lo miró desconcertado por un momento, hasta que haciendo fuerza con las piernas comenzó a bajar frunciendo el ceño y cerrando los ojos por el dolor, pero ansioso tanbien de volver a sentir lo que habia sentido hacía solo unos instantes.

              -Si, asi... -Musitó el moreno cuando comenzó a moverse, un tanto torpe por la inexperiencia de ser él quien estaba arriba, pero con la suave direccion de Harry comenzó a moverse mas rítmicamente- eso, asi... baja más, penétrate más.

               Draco comenzó a moverse con más fuerza, sintiendo dolor y placer al mismo tiempo que su cuerpo bajaba y se empalaba a si mismo con el duro miembro del Gryffindor, él mismo encontró el punto correcto por lo que continuó moviendose hasta sentír que no podía contenerse más.

 

            Harry sintió el preciso momento en que el interior de Draco se contrajo apretando su pene suavemente haciéndolo correrse dentro con un grito ahogado al tiempo que su vientre era bañado por la eyaculación del rubio para que después Draco se dejara caer en el pecho del Gryffindor con la respiración entrecortada.

 

            Estuvieron así un par de minutos hasta que Harry abrió los ojos al sentir las manos de Draco apoyarse en el suelo para levantarse, instintivamente le puso las manos en la cintura impidiéndoselo para encontrarse con  una cortina de cabello rubio que creaba cierta intimidad entre sus rostros sudorosos.

 

            -¿Qué haces? –preguntó Draco al intentar levantarse de nuevo encontrándose con las manos de Harry sujetándolo firmemente.

 

            -¿Qué haces tú?

 

            -Me voy... –respondió esquivando la verde mirada- yo... tú... tú ganaste...

 

            -Malfoy...

 

            Haciendo un poco de fuerza, Draco se soltó sintiendo claramente como el pene aun erecto  de Harry salía de él junto con su semen corriéndole por el interior de sus muslos haciéndolo sonrojarse al tiempo que buscaba sus bragas encontrándolas todas pisoteadas.

 

            -Genial... –masculló poniéndoselas así.

 

            -Malfoy... –dijo Harry  enderezándose.

 

            -Prometiste no decir nada... ¡ah!...

 

            -¿Estás bien?

 

            -No, no lo estoy, me duele el culo.

 

            Harry lo vio agacharse para ponerse sus bragas mostrándole su carnoso y enrojecido trasero.

 

            -No  te sientas mal –dijo Harry levantándose.

 

            -Recuerda que....

 

            -Si, si... –interrumpió Harry sintiéndose de repente desanimado- que no se lo diría a nadie.

 

            Después de vestirse ambos, Draco se paso los dedos en el enredado cabello mientras Harry tomaba su casco del suelo y sin decir nada buscaron el pasillo correcto separándose en la primera oportunidad.

 

            -¡Malfoy! –exclamó Harry antes de que el rubio doblara una esquina.

 

            -¿Sí? –respondió Draco mirándolo con rostro serio.

 

            -eee... nada –dijo  sonriéndole forzadamente.

 

 

______________________

 

 

            Al dia siguiente Harry cenaba o más bien picoteaba su plato desganadamente sin haber visto en todo el dia a Draco Malfoy.

 

            -¿Qué tienes Harry?

 

            -Nada Ron –respondió  con la mejilla recargada en su mano mientras jugueteaba con su tenedor en el plato haciendo rodar de un lado a otro sus chicharos.

 

            -Has estado así desde ayer –dijo Hermione.

 

            -Estuviste con cara de funeral toda la noche ¿pues qué bicho te picó compañero?

 

            Pero antes de que Harry les ladrara que lo dejaran en paz, cosa que sus amigos percibieron, una lechuza llegó a la mesa de los Gryffindor justamente delante de Harry.

 

            Al leer la nota, Harry se levantó de prisa tropezando con la banca siendo sostenido por Ron justo antes de irse de bruces al suelo, algo que no borró la gran sonrisa que iluminaba su cara.

 

            -¡Cuidado amigo! ¿A dónde tan de prisa?

 

            -¿De quién era la nota? –preguntó a su vez Hermione.

 

            Sin siquiera responder, Harry salió del comedor rumbo a su sala común releyendo la nota que sostenía en su mano mientras subía las escaleras de dos en dos.

 

            Nadie me gana y se queda tan tranquilo, Potter... quiero la revancha y la quiero ahora...

 

            Te espero en la sala de los menesteres en quince minutos.”

 

                                                                       Atte. D.M.

 

            P.D. Lleva tu disfraz... yo llevaré el mío.

 

 

Notas finales:

NOTA FINAL A NEKO CHAM... OLVIDE RESPONDERTE SOBRE LA SERIE QUE ME COMENTASTE, EN EL PROX REV PLATICAMOS XD

BESITOS A TODOS!!!!!!!!!!


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