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Si, quiero por mitko_kitsune

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Notas del capitulo: Me alegro de haber podido subir dos capítulos de esta historia hoy :B

Les comento que no va a ser muy extensa.. sólo dos o tres capítulos más (:

Y recuerden... no es una historia hetero xD ya vendrá lo que tenga que venir :B
Me desperté escuchando lejanamente un ruido estridente. Cuando logré entender dónde estaba, me levanté y fui a abrir la puerta. Yohei ni me miró, pasó por al lado mío y corrió a la cocina. Desganado y todavía cansado, debido a las pocas horas de sueño, lo seguí. No dije nada; sabía que, en segundos, él empezaría a hablar sin parar. Mientras hacía café para los dos, y sin mirarme, comenzó:

-No puedo creer que te tuve que despertar, Hana... menos mal que decidí venir, me tendría que haber imaginado algo así de tu parte, jeje.. ¿estás nervioso?. Es una pregunta tonta, ¿verdad?. Por supuesto, vas a casarte. Yo creo que el día que me case, me van a tener que sedar y llevarme a rastras hasta el altar.. Debes estar tan feliz... ah, llamó tu madre.. me dijo que le dijiste que podía traer al perro. Sólo a ustedes se les ocurren esas cosas.. Listo, café bien cargado y sin azúcar, como te gusta y para que estés bien despierto -finalizó sin perder oxígeno en ningún momento y entregándome el café.

Se quedó mirándome, como esperando que yo contestara a cada cosa que había dicho, pero yo apenas podía recordar las últimas palabras. El sueño no se me había pasado del todo y, además, ni siquiera Yohei, mi mejor amigo, sabía que yo no estaba muy seguro de casarme. Le di un sorbo a mi café, mirando la taza como si fuera la octava maravilla del mundo. Finalmente, me senté y le respondí:

-Ehhh... si, estoy nervioso, también feliz.. y... mi madre dijo que el perro estaba ansioso por venir o algo así, y bueno.. no podía decirle que no.. emmm... y no sé qué más dijiste.. -me miró con reproche-...vamos, amigo.. compréndeme.. dormí muy mal. Te agradezco que hayas venido a rescatarme, jejeje -mi risa pareció calmarlo un poco y se sentó frente a mí, suspirando.

-Lo siento, Hana.. creo que no eres el único que está nervioso. Si yo estoy así, no me quiero imaginar cómo estará Haruko, jejeje - Me guiñó un ojo de manera cómplice, a lo que yo intenté no atragantarme con el café.

-Si.. debe ser un manojo de nervios, pobre. Además con toda la cuestión del peinado, el maquillaje y el vestido. Agradezco no ser mujer - Casi inconcientemente evitaba el tema. Soy demasiado transparente y Yohei no es ningún tonto. Es mi mejor amigo, pero siento que ésto es algo que no le puedo decir a nadie. Seguramente intentaría convencerme de que son nervios y que, una vez que esté en la iglesia, se me pasará. Aunque yo no estoy seguro de que ésto se me pase.

No quiere decir que no vaya a hacerlo. Si, voy a casarme con Haruko, no existe la posibilidad de que no lo haga. Lo único que apunto es que, si hubiera una manera de evitarlo sin que ella sufriera, lo haría. Pero si no me presento, sé que le rompería el corazón y yo nunca podría perdonármelo. Simplemente no lo merece. La vida se basa en nuestras decisiones y yo tomé las mías, ahora debo hacerme responsable.

Levanté la mirada y Yohei ya no estaba en la cocina. Me dirigí a mi habitación y lo encontré hurgando en mi ropero.

-¿Qué haces?- le pregunté con una ceja levantada.

-Estoy fijándome en qué estado está el smoking. No te ofendas, pero siendo tú, me imaginé que estaría todo arrugado o manchado, o algo por el estilo. -Me respondió ríendo.

-Está en perfectas condiciones -le dije, entrecerrando los ojos y luego abrí la segunda puerta del ropero, donde estaba el smoking perfectamente planchado y reluciente.

-Está bien, Tensai! -pronunció, alegre- Ahora te vas a dar una ducha y te preparas para salir, que hay que estar en la iglesia dentro de dos horas.

Obedientemente me dirigí al baño. En realidad fue un alivio, la noche anterior había sido un martirio y necesitaba pensar. Me metí bajo el agua caliente, lo cual calmó un poco mis adoloridos músculos y distendió mi mente. Tardé lo más que pude dentro de la ducha, hasta que los llamados constantes de Yohei comenzaron a taladrarme la cabeza, y comprendí que mi comportamiento podía levantar sospechas. Salí del baño con el boxer ya puesto, mientras Yohei me ofrecía una aspirina o no sé qué. Realmente parecía una cuñada molesta.

-Yohei, estoy bien.. por favor, tienes que calmarte. Me vas a volver loco. ¿Por qué no te tomas un té mientras yo me cambio?. Necesitamos estar tranquilos, todo tiene que salir perfecto y hacer de todo una catástrofe no ayuda en nada -dije con las manos en alto y con un tono bajo que intentaba ser tranquilizador.

Yohei asintió con la cabeza, comprendiendo lo que yo quería decir. Se fue a la cocina y me dejó para cambiarme. Me acerqué a la cama y me quedé observando el smoking durante algunos minutos.

Sé que daría todo por verla sonreír. Voy a hacer que éste sea un día perfecto, que todos suspiren y nos feliciten. Tengo demasiado como para querer más.

Luego de vestirme, volví a la cocina, donde Yohei se encontraba más calmado. Me sonrió, como diciéndome que ya no iba a ser tan fatalista y me propuso salir rápido, para evitar el tráfico y hacernos cargo de algunas cosas antes de que empezara la boda, ya que Haruko no podía andar por ahí con el vestido. Llegamos a la iglesia y sólo estaba el gundam, ya que era bastante temprano. Cuando entré a ese inmenso lugar y vi el altar, estuve a punto de entrar en pánico. Rápidamente, me dirigí a hablar con el cura sobre algunas cosas de la ceremonia, mientras los chicos husmeaban por todos lados. Cuando quise darme cuenta, mi madre ya estaba en la puerta de la iglesia y, si, había traído al perro. Seiki, de pelaje castaño, tamaño mediano y ninguna raza en especial, corrió hacia mí emocionadísimo, moviendo la cola y saltando de alegría. En ese momento supe que él no podía faltar. Apenas estaba jugando con él, cuando empezaron a aparecer los demás. Ryochin entró con Ayako tomada de su brazo; detrás de ellos, Mitchy y el cuatro ojos con Touya, luego Yasuda e Ishii y más tarde el gori y sus padres... lo cual me dio el indicio de que Haruko había llegado. Probablemente, ya estaba en uno de los cuartos de la iglesia, arreglando los últimos detalles con las damas de honor.

-¡Hana! Por fin llegó el gran día... -dijo Ryochin, palmeándome el hombro.

-Nunca pensé que te casarías, con lo escandaloso que eras en la secundaria -agregó Mitchy, ríendo.

-Hisashi.. -reprochó el cuatro ojos-.. perdón, Hana. Estamos muy felices por ustedes ^___^

-Siii, tío Hana... a que la primera rebanada de pastel es para mí, ¿verdad? -pronunció Touya, arrancando las risas de todos.

-Gracias, chicos. Es muy importante para mí.. para nosotros -me corregí- que estén hoy aquí. Pueden ir sentándose si quieren, la ceremonia no tarda en comenzar.

Después de las palabras de los chicos, sentí que se aligeraba el peso sobre mis hombros. La tranquilidad no me duró mucho, puesto que luego se me acercó el gori, bastante amenazante. Afortunadamente, sus padres lo detuvieron antes de que decidiera darme un coscorrón por ninguna razón y me desearon mucha suerte. Luego, mi madre se acercó a mí para darme un beso y un abrazo de oso, a lo que tuve que separarme para respirar. Una vez que terminaron de llegar los invitados, suspiré profundamente. La espera se me hacía eterna y comencé a contar los segundos.

Gracias a dios, apenas un rato después, Yohei me tomó del brazo para llevarme hasta el altar, donde el cura iba a dar comienzo a la ceremonia. Todos se acomodaron en sus asientos, expectantes. El padre de Haruko ya había desaparecido, ya que tenía que escoltarla. Yohei me hizo una seña de apoyo y, de repente todos dirigimos nuestras miradas hacia la puerta de la iglesia. Cuando empezó a sonar la marcha nupcial, me tembló todo. Las puertas se abrieron lentamente y se vio radiante la luz del sol. Unos segundos después, Haruko comenzaba a caminar hacia el altar, tomada del brazo de su padre.

No se había puesto el velo sobre la cara, así que yo podía ver su rostro sólo un poco maquillado, bastante natural, radiante, sonriente. Sus ojos parecían ligeramente aguados por la emoción y sus mejillas presentaban un rubor, producto de la vergüenza y la ansiedad.

Sonrió y yo... le devolví la sonrisa como nunca.
Notas finales: Espero que les guste este segundo capítulo!! ^___^

La verdad que no tiene mucho contenido la historia.. pero me dieron ganas de escribirla :B jejeje

les dejo un beso gigante!!! ^____^

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