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El Amor del Príncipe por Mahozahamy Arisugawa

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Notas del capitulo:

Actualizaciòn prometida. Disfruten.

Pansy se sobresaltó al mirar a Draco. El rubio se había quedado callado desde hacía unos segundos, estaba pálido y sudaba copiosamente, sin razón, parecía que le costara trabajo incluso respirar. Miró en todas direcciones sin saber qué hacer, finalmente descolgó el teléfono de la Limousine en la que viajaban a la mansión Malfoy donde permanecería ella también en calidad de futura hija de la familia hasta el matrimonio fuera oficial y contactó con el chofer.

 

 

 

--- ¿En qué puedo servirle?-preguntó extrañado pero profesional el hombre, se preguntaba que podía necesitar el consentido junior que trasladaba en compañía de su novia, había sido su chofer durante once años y el jovencito jamás le había pedido nada.

 

--- ¡Es Draco!-dijo la voz al otro lado, era estridente y sonaba alterada, sin duda alguna la señorita Parkinson, prometida del joven Malfoy.

 

--- ¿Señorita Parkinson?

 

--- ¿Quién más podría ser?-preguntó perdiendo los nerviosos-Escuche por favor, Draco no se encuentra bien, creo que se encuentra enfermo o indispuesto, por favor haga algo.

 

---.... De inmediato-tras unos segundos de indecisión la limousine aparcó y el chofer abrió la puerta trasera encontrándose con un joven que no reconocía como el orgulloso hijo de su jefe y una chica embarazada al borde del colapso nervioso. Respiró hondo y Draco lo miró pidiendo silenciosamente ayuda, en verdad no lo reconocía, luego dijo una sola palabra, incomprensible para el chofer pero que logró que su prometida temblara.

 

 

 

---Dumbledore

 

 

 

Luego, Draco perdió el conocimiento. 

 

 

 

 

 

 

 

Harry despertó en medio de la nada, totalmente a oscuras en un lugar vacío, le había despertado un dolor profundo, una inmensa ira. Recordó. Había sentido ya antes aquel odio y desprecio, no hacía mucho tiempo cuando se había sentido traicionado.

 

 

 

Aquel odio tenía que ver con su propio corazón, pero no era suyo. Alguien más lo sentía, alguien odiaba con todas sus fuerzas a una sola persona y estaba transmitiendo al ojiverde aquellos sentimientos, aquellos pensamientos. ¿Desde dónde? ¿Cómo? Esas preguntas Harry no podía responderlas.

 

 

 

Alguien emitía las sensaciones, esa mente, esa alma tenía una increíble fuerza pero menguaba, estaba a punto de morir y de algún modo Harry supo, sin lugar a dudas ese alguien estaba muriendo.

 

 

 

 Se desintegraba pero no moriría, no dejaría este mundo antes de decir eso que lo retenía aún, el moreno lo tenía claro, la presencia parecía gritárselo en su propia mente, en su propio corazón, era un grito de venganza y rencor. Iría al infierno pero no se iría solo, si no había podido tenerlo, se lo llevaría con él.

 

 

 

El moreno sintió lo que aquella persona quería transmitirle y dejó que dentro de él esos sentimientos se transformaran en ideas y estas ideas tomaron la palabra en la cabeza de Harry, ese hombre, pensó su mente adolorida, lo odiaba y lo arrastraría al infierno por el dolor que causó a su corazón, no lo conocía, ni siquiera sabía a quién se refería, pero sabía que pagaría por la soledad que le había causado, por su cobardía, por ser el señor del mal y haber traicionado su amor.

 

 

 

Harry no estaba seguro de donde provenían, pero estaba claro que podía sentir el ardor del odio mezclado con un devastador sentimiento de tristeza como si fueran suyos, algo en sí mismo le decía que esos sentimientos le pertenecían, pero al mismo tiempo sabía que provenían de alguien más y luchaba contra ellos.

 

 

 

Los sentimientos llenos de ira, a flor de piel se transformaron en recuerdos, recuerdos borrosos que eran sus propios recuerdos insistía su mente tercamente pero Harry sabía en su corazón que no lo eran, con todas sus fuerzas trató de repelerlos, pero era tan difícil como tratar de arrancarse un brazo o una pierna, porque estaban dentro de sí mismo. Finalmente decidió que debía dejar de pelear contra las memorias que insistían en proyectarse.

 

 

 

Al instante el entorno se transformó, vio el cielo tachonado de estrellas y una oscuridad sepulcral, la luna, menguante era muy débil, pero no estaba solo dos perfiles borrosos discutían enfrentados.

 

 

 

"Me traicionaste"-dijo una voz suave y joven en aquella oscuridad. Una voz que se parecía a la suya pero no lo era, procedía del borrón que estaba justo frente a él. Distinguió su cabello, era negro como el suyo.

 

"Perdóname"-dijo otra voz que estaba seguro conocía, y procedía del borrón del frente, esa voz le parecía distinta pero conocida, esa voz era tan familiar... era de...

 

"Jamás te importó"-dijo el joven que estaba frente a él en el recuerdo, parecía que estaba llorando.

 

"Escúchame yo..."-continuó la persona del frente

 

"Cállate, ya no quiero escuchar tus mentiras"-respondió el joven, Harry escuchó sus sollozos y sintió el dolor de esa persona como propio, odiaba esa otra voz que lo hería-"Déjame solo"

 

"No quiero"-contesto su interlocutor.

 

"Elegiste, preferiste, yo elijo morir ahora"-Harry escuchó la voz convencida y se dio cuenta que estaba de acuerdo, todo su cuerpo quería morir también, si moría ahora terminaría el sufrimiento, nada horrible sucedería, sus pesadillas serían eso, pesadillas-"Lárgate o te obligaré a irte"-Harry levantó la varita y apuntó a la nada, era un recuerdo, la entidad había tomado su cuerpo por completo pero parecía revivir el momento realmente y en su agonía era más poderosa que nunca.

 

"Mátame"-le retó el otro-"Te pagaré con mi vida"

 

 

 

La presencia intrusa en el cuerpo y mente de Harry cuestionó lo que sentía por la otra voz,  esa voz del mentiroso, del odioso que le había traicionado, lo odiaba profundamente pero jamás tomaría su vida, porque lo amaba y ese amor no era correspondido, lo amaba con toda la desesperación de siempre, con el odio de siempre, de una forma totalmente absurda y llena de rencor, llena de deseo, llena de miedo, moriría o ese amor acabaría por matarlo. Sintió las lágrimas resbalar por sus mejillas. No soportaba tal sentimiento, moriría para acabar con él. Era su destino.

 

 

 

--- "Preferirás que hubiera muerto ahora" -dijo por último la voz que se parecía a la suya, con la que estaba de acuerdo y supo que tenía razón, el otro había decidido como siempre por los dos y afrontaría las consecuencias.

 

 

 

Un grito desgarrador perforó sus tímpanos y emborronó la visión del moreno, de un modo ridículo reconoció su propia voz, gritaba fieramente, escuchó las campanas tañer, a lo lejos una maldición. Miró sus manos, había sangre en ellas.

 

 

 

---Moriré un día, en tus manos. Contigo-dijo la voz del traidor y Harry logró identificarla por fin, se dio cuenta que no estaban a en la nada, sino cerca del agua... en Hogwarts... lágrimas nublaban los ojos azules de su interlocutor.

 

 

 

---Juntos-dijo el joven, su rostro estaba bañado en lágrimas de sangre, y miraba directamente al moreno, Harry miró sus ojos, su piel y su ropa, sabía en lo profundo de su ser quien era, intentó hablar pero se sintió muy pesado.

 

 

 

--- ¿Quién eres?-preguntó Harry a la oscuridad en que se había convertido todo y el eco le devolvió su pregunta.

 

 

 

 

 

 

 

Harry abrió los ojos y sintió la brisa. Seguía siendo de noche. Y algo sucedía en su mente, no estaba despierto, no era posible estar ahí. Se incorporó para mirar el bellísimo lago de Hogwarts. El calamar mostraba sus tentáculos a la luz de la luna. En la orilla del agua estaba una joven mujer de impactante belleza, a Harry los ojos se llenaron de lágrimas cuando la miró y cuando quiso hablarle su voz se cortó.

 

 

 

La preciosa mujer caminaba por la orilla del lago tan grácilmente que parecía bailar, su cuerpo entero desprendía un leve brillo, parecía un ángel, una Diosa, tenía la melena pelirroja larguísima y el viento jugaba con ella, su piel era blanca, un corto vestido blanco cubría su cuerpo. Sus ojos eran de un impactante verde esmeralda y tenían la dulzura del mundo tras ellos.

 

 

 

El joven moreno la conocía muy bien. No la recordaba pero sabía quién era ella. Aquella mujer era lo más sagrado del mundo para él. Era ella sin dudarlo. Su madre. Lily. Ella lo miró y sonrió, en un segundo estuvo a su lado, era realmente ella, Harry estaba llorando, su mamá, su ángel, estaba ahí, frente a él.

 

 

 

---Harry...--la voz era suave y dulce. Ella se acercó a él y lo abrazó con fuerza. El la estrechó también dándose cuenta de lo frágil que era, de lo delicada y suave que era, parecía hecha de cristal, pero era poderosa.

 

---Mamá...--sollozó el chico y lloró largamente el abandono, por primera vez desde hacía 16 años en brazos de su madre. Ella acarició su cabello por largo tiempo hasta calmarlo. Entre aquellos brazos tan frágiles Harry estaba a salvo, seguro. No quería ir a ninguna parte, quería quedarse con ella, para siempre. Porque Lily Potter era invencible. Y ella lo protegía para toda la eternidad. Lo amaba y jamás lo dejaría solo. Pasaron largo tiempo abrazados, luego el ojiverde se separó de ella lentamente.

 

 

 

---Mamá ¿Eres tú?

 

---Oh, ángel mírate cuanto has crecido, es mamá Harry, es mamá.

 

--- ¿Por qué puedo verte?

 

---Es complicado, ángel mío, muy complicado, quiero que escuches muy bien, lo siento amor, pero algo terrible a ocurrido, no estás vivo, pero...

 

--- ¿Estoy muerto?

 

---No ángel mío, no has muerto, no morirás ¿Sabes? Este es un lugar muy especial.

 

---Es Hogwarts.

 

---No tontuelo-rió Lily acariciando el pelo de su hijo-lo siento pequeño este sitio no es Hogwarts.

 

--- ¿Entonces dónde estamos?

 

--- Este lugar es tu corazón, pequeño-explicó Lily con una sonrisa en los labios-donde tu mente y tu espíritu se unen, aquí estás a salvo, es el último refugio de cualquier mago.

 

--- ¿Por qué estoy aquí? ¿Estás en mi alma? ¿Por qué?-Harry se alteraba por momentos, detestaba la idea de aprisionarla.

 

---Shh, tranquilo pequeño-susurró ella-él se apoderó de tu cuerpo, su odio le hace estar vivo aún cuando la mayor parte de su alma ha muerto, se aferra con desesperación a la vida y te ha expulsado al vacío, un alma sin cuerpo no puede sobrevivir, pero no dejaré que mueras pequeño, estoy aquí, no dejaré que nadie te arrebate la vida, cielo mío. Lucharé por ti.

 

--- ¡No mamá! Él debe decirles algo, hay alguien...

 

---Cielo mío, su corazón está lleno de odio, no podría sobrevivir, si se queda más tiempo podría matarte.

 

---No es malvado. Hay algo, alguien...

 

---Harry...

 

---Solo un momento, debe encontrarlo. Antes de morir debe decirle... Debe saberlo, yo quiero que lo sepa...Quédate por favor, solo un momento.

 

 

 

La joven bruja no tuvo corazón para abandonar a su pequeño y se quedó a su lado. Confiaba en Harry, todo iría bien. Unió sus manos en actitud de plegaria y Harry se sintió de pronto fuerte y protegido, la preciosa luz que despedía el cuerpo de su madre le cubrió también a él.

 

 

 

Pasó mucho tiempo y la oscuridad era más intensa a cada momento, Harry se sentía cansado, muy cansado, pese a la luz que lo envolvía, sentía que las tinieblas lo arrastraban, se tendió en la hierba y su madre a su lado le contaba historias.

 

 

 

---...Tu padre está muy orgulloso de ellos-dijo ella refiriéndose a sus amigos Remus y Sirius-lo supo desde siempre, incluso antes que ellos pero eran tan cabezas huecas, esperaron demasiado para darse cuenta, él los amaba tanto, eran como sus hermanos. Parte de sí mismo, inclusive planeamos mil locuras para dejarlos a solas-rió y su risa era como campanas de cristal-Nunca funcionó.

 

 

 

Siguió durante largo rato relatando al ojiverde aventuras y anécdotas de su tiempo con Severus en el colegio, de su hermana Petunia y Harry se sorprendió como nunca al saber porque su tía odiaba tanto a los magos. Y a Severus particularmente. Ahora comprendía el odio vivo que pareció nacer entre ellos a simple vista.

 

 

 

Ella le habló también de sus padres, abuelos de Harry, desde su más tierna infancia hasta la recepción de la carta que le señalaba como bruja, los abuelos maternos de Harry habían sido muy bondadosos y a él le hubiera gustado conocerlos, habló también del breve tiempo pasado con los merodeadores, de lo mal que se llevaba con Sirius, de las muchas bromas que Remus y ella habían hecho a Canuto solo para divertirse, y que el siempre achacaba a Severus, finalmente de su romance con James, de su nacimiento y de cómo Sirius se había convertido en su padrino. También le habló del miedo infiltrado en los merodeadores, del terrible sufrimiento de Sirius su desconcierto absoluto y total al escuchar de Moody que Remus podía ser el espía infiltrado, de lo mucho que juró a ella y a James en sus peores momentos matarlo y morir con él, de Voldemort, de la Orden del Fénix, de las batallas y de su trabajo como auror al lado de James.

 

 

 

Harry habló a su mamá de su vida entera, ella lloró por el dolor de su hijo, por el abandono, sintió las cálidas manos de su hijo secar sus lágrimas tibias, él nunca la culparía, él la amaba sin embargo no dejó de repetirle lo mucho que ella y James amaban a su pequeño y de lo orgullosa que se sentía de él. Y cuando Harry le relató su romance con las mejillas encendidas y retorciendo su camisa nerviosamente, ella sonrió y besó su frente, sentía la felicidad desbordarla, se le inundaron los ojos de lágrimas, sonreía sin poderse contener, emitiendo una luz maravillosa.

 

 

 

---Harry es maravilloso-dijo ella abrazándolo-cuanto lamento no haber estado a tu lado en esos momentos, pasaste por la duda y el miedo tú solo, se lo que significa temer no ser correspondido, pero ahora lo sabes bien él es perfecto para ti, quizá no puedas creerlo pero siempre lo supe. Mientras Severus estuviera en tu camino, habría esperanza, vencerían.

 

---Pensaba que no lo aprobarías.

 

---Severus es un caballero, y tu pequeño ángel eres un pedazo de mi corazón, serán felices juntos. A los dos los amo y les doy mi bendición. Papá ha tenido que hacerse a la idea.

 

--- ¿Papá?

 

---Si, él está feliz por ti, pero Severus no es de su agrado, sabe que es el hombre que has elegido y quiere que sepas que te ama Harry, que está siempre ahí para protegerte. Aun así refunfuña continuamente que hubiera preferido a Draco Malfoy antes que a Severus-rió de nuevo y Harry rió también, con fuerza.

 

--- Mamá ¿Cómo lo sabes?

 

---Nuestro amor querido mío, es inmenso, indestructible, juntos podemos vencerlo todo, si es por ti partiremos el cielo en dos más-ella calló abruptamente, sus facciones se entristecieron, el eco lejano de un rugido se hacía cada vez más fuerte- ¿Escuchas eso pequeño? Ya no queda tiempo, pronto, hijo mío, debes escuchar mis palabras con atención, partiré pronto, no quiero dejarte hijo querido más debo, debo marcharme ahora.

 

---Estamos juntos mamá, quédate-dijo Harry. El ojiverde tenía miedo, mucho miedo, esa energía. Esa magia.

 

 

 

---No cielo mío, volverás a casa, tu tiempo es largo-dijo su voz dulce-tres almas te mostrarán el camino, no temas siempre estoy a tu lado, siempre te amaré, esperaré paciente y orgullosa el día que volvamos a reunirnos, dentro de mucho, mucho tiempo.

 

Con un último toque de la varita del mago más poderoso del mundo, Albus Dumbledore selló su despacho como hiciera con una caja fuerte. Dentro Fawkes cerró los ojos para dormir, por mucho, mucho tiempo quizás. Atado en sus garras había un pergamino negro y una esfera dorada. Sobre el escritorio un pequeño reloj de arena seguía contando el tiempo, lenta, muy lentamente.

 

 

 

El Director caminó por el pasillo, en completa soledad recorrió sus dominios, su castillo, su hogar, su querida, querida Hogwarts y finalmente salió a los majestuosos terrenos del castillo. En la verja que separaba a su amado colegio del mundo y de los muggles el viejo mago sintió miedo por primera vez en muchos años. Se arrebujó la pesada capa negra, con un giro perfecto y elegante desapareció en la nada.

 

 

 

Apareció a kilómetros de distancia, en la pequeña población de Surrey, al final de Privet Drive, y con su acostumbrado paso sereno se dirigió al número cuatro, las miradas que ocasionaba su indumentaria le habrían hecho sonreír sin embargo Albus Dumbledore únicamente podía escuchar la reminiscencia de un grito, y en su mente solo quedaba la remembranza de un rostro hermoso, bañando en lágrimas de sangre.

 

 

 

 

Notas finales:

Harry ha hablado con su mamà. ¿Que hace Dumbledore en Privet Dirve? Las respuestas y explicaciones en el pròximo capitulo. Fleurs du Mal.


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