Capitulo 7 “Recuerdos de una niñez lejana II”
La tarde había caído rápido, y con ella había llegado la lluvia, cosa que fue por demás repentina, primero el cielo estaba azul y los pájaros cantaban y al final de la nada se nubla, el cielo y el viento se suelta, comenzando a caer poco después una lluvia ligera que se convirtió en tormenta obligando a todos los habitantes de la aldea correr a sus casa o refugiarse en algún negocio, de los cuales solo unos pocos como los bares eran los que seguían abiertos.
Sus padres estaban sentados en el sofá de la habitación y su hermano se encontraba sentado junto a la ventana en una silla que le habían hecho el favor de traer, mientras el seguía en esa cama, con el suero y medicamentos conectados, así como todo el cuerpo vendado. Mientras la enfermera a su lado cambiaba uno de los vendajes, Tsunade simplemente ya le había revisado minutos atrás y había dicho que en unas semanas podría salir pero tardaría unos meses en rehabilitarse pues algunos de sus músculos seguían entumidos por culpa de la pelea, he ahí el por que cuando el medicamento se termino pego un grito de dolor pues pudo sentir que incluso el mover un dedo o abrir la boca le dolía.
-deberíamos continuar mañana Sasuke-dijo su padre viéndole.
-hijo debes descansar, ya escuchaste a Tsunade-sama-su madre le decía algo preocupada.
-he dicho que no…-les miro luego que la enfermera salió-me lo dirán todo, así tengamos que pasar la noche en vela, me contaran toda la verdad-les dirigió una mirada fría-o jamás en la vida se los perdonare, al contrario los odiare tanto como lo hago ahora por habernos mentido.
Su hermano suspiro –iré por unos cafés al comedor del hospital-dijo viendo a sus padres y hermano antes de abandonar la habitación.
-Itachi…-llamo su padre-pese a la lluvia, podrías ir a casa, en mi estudio hay un libro con pasta de colores, azul, rojo y amarillo, ¿podrías traerlo?
-no tardare…-y desapareció en una nube de humo.
SASUKExNARUTO*.*.*SASUKExNARUTO*.*.*SASUKExNARUTO
Se había quedado dormido sobre la cama, había estado leyendo aquel libro que saco de ahí hace 3 días, hasta ahora entendía que para poder detener hemorragias debía acumular un poco de su Chakra en su mano y ponerla sobre la herida pero debía concentrarse, por que el Chakra que se moldeaba muchas veces podía cortar los canales de Chakra si no se tenía el cuidado necesario. Como decía se había quedado dormido en una mala posición, motivo por el cual ahora le dolía la espalda, se maldijo mentalmente.
Salió de la habitación, iría al bosque por algo de cenar y luego seguiría entrenando, aunque no durmiera en toda esa noche debía aprender a controlar esa maldita serpiente, luego vería que Orochimaru se encargara de entrenarlo.
Al llegar a la salida de la cueva se dio cuenta que estaba lloviendo, maldijo mentalmente la lluvia, los cielos, las nubes, y pego un brinco cuando un trueno sonó en el cielo iluminando todo el bosque nocturno. Ahora recordaba, el solía meterse en la cama de Sasuke cuando llovía, recordó a su hermano… a Sasuke su compañero de equipo, aquel con quien creció, aquel que era su hermano… mentía… aquel… ya no eres su hermano, el solo era Sasuke.
-¿así que ahora ya no te atormentas?-dijo una voz en su cabeza.
-creí que no volvería a escucharte-dijo el rubio recargándose en una roca cercana.
-me escucharas siempre mocoso-la voz sonaba fastidiada-me he dado cuenta de algo…
-a si… ilumíname-dijo burlón el chico.
-ya vas aprendiendo a ser una molestia… en fin, ten cuidado de no terminar muerto-le dijo seriamente.
-porque he de hacerte caso-su fastidio en la voz se notaba.
-mira mocoso, odio la aldea, odio al maldito Yondaime, pero te odio mas a ti-dijo gruñendo-pero no quiero terminar muerto, solo te diré que si tu mueres yo muero… y por más que te odie tendremos que cooperar.
-solo vez por tu bienestar ¿o no?
-lo que sea… nunca lograras controlarme, solo eres un mocoso confundido que no vale la pena-se burlo.
-cállate maldito zorro-el enojo aumentaba.
-jajaja… eso es lo que eres, un maldito mocoso, que solo está enamorado del que CREIA su hermano-se burlo el zorro con una gran carcajada.
-¡eso es mentira!-grito-tu qué vas a saber maldito bicho…
-solo digo lo que veo, yo vivo en tu mente y siento las malditas mismas cosas que tu, por ello disfrutaba mucho ver como sufrías día a día por el que según tu, era tu hermano jajajajajaja-la voz desapareció de su mente.
El rubio quedo fastidiado, lleno de ira, rencor, pero sobre todo odio, odio a todos y a todo, odio a sus padres, inclusive a Sasuke que era el nombre de su hermano, de su otra mitad…o eso creyó el por tantos años; sí, definitivamente odiaba a todos aquellos que le mintieron, al que siempre había amado y apenas había descubierto. Camino bajo la lluvia y se paro en el prado dejando que esta lo mojara, gritando su odio, su rencor, todo…
-¡¡SASUKE!!-grito con sus pulmones, con su garganta hasta desgarrarla-¡SASUKEE~~!
Y cayó al suelo, llorando porque era verdad el amaba a Sasuke desde niño siempre lo amo.
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-Naruto-le llamo un pequeño pelinegro a su hermano-¿estás bien?
El niño seguía llorando bajo ese árbol, sus ropas estaban llenas de tierra y sangre por los raspones que tenia, y es que unos niños del clan mas grandes le habían dicho cosas y pegado hasta hacerlo llorar, todo porque él solo pidio jugar con ellos, ese día su hermano había ido al mercado con su Oka-san y el quiso quedarse jugando en el estanque pequeño de su jardín con un barquito que su aniki le había hecho con un poco de madera. Pero las risas fuera de los muros de su casa llamaron su atención, por eso había salido, mas no era para que le trataran así, el solo quería hacer amigos.
-Sasu-nii-seguía llorando.
-no llores-le puso una mano en su cabeza consolándolo-sabes que no me gusta que llores…
-son malos-siguió llorando-solo quería jugar con ellos…-aspiro su nariz que escurrían mocos de ella-quería tener amigos.
-…-Sasuke no dijo nada, solo frunció la frente, tenían 4 años y siempre jugaban ellos dos solos, no necesitaban a nadie más, él mismo era amigo de Naruto, era su hermano mellizo ¿ acaso jugar con él no le bastaba?
-me gusta jugar contigo-dijo el pequeño calmando sus lagrimas y alzando sus ojitos rojos de tanto llorar-pero quisiera que tuviéramos más amigos…-hizo un puchero-quiero jugar escondidas, a las carreras y la pelota-se tallo sus ojitos.
-¿acaso no te divierte jugar conmigo a los carritos?-le dijo el azabache al rubio-o con las figuras de acción, o ir de pesca conmigo en el estanque-dijo ofendido Sasuke.
-no es eso…-volvió a sollozar-un día te vas a aburrir de mi, ¡porque solo juegas conmigo!-lloro esta vez con más ganas.
Sasuke solo sonrió, su pequeño hermano tenía miedo de que ya no quisiera jugar con él por eso quería hacer más amigos.
-yo nunca me aburriré de ti Naru-le dijo Sasuke abrazándolo-tu siempre serás mi hermano, nunca te dejare solo por irme con alguien más…
-¿de verdad?-el rubio pregunto hundiendo su cabeza rubia en el pecho de su hermano.
-nunca te mentiría-le dio un beso en la frente, lo que Sasuke no vio por estar así abrazados era que Naru estaba sonrojado, no solo por estar llorando si no por ese beso inocente que le había dado su hermano, aquel que le hacía sentir un calorcito agradable en su cuerpo.
-Naruto, Sasuke-llego su padre con su uniforme Jounin de la policía de Konoha-los he estado buscando desde hace rato…-se paro tras ellos viéndoles enfadado.
Ambos niños se habían separado del abrazo cuando escucharon la voz de su Oto-san llamarlos.
Pero cuando Fugaku vio que el rubiecito tenía sus ojitos hinchados y como Sasuke aun le agarraba su manita su semblante cambio a uno preocupado, su pequeño hijo había llorado.
-¿Qué te ha sucedido hijo?-dijo Fugaku agachándose a la altura de sus hijos y viendo como Naru tenía raspones en sus piernitas.
-me caí por estar jugando-mintió vilmente cosa que noto su padre al ver como Sasuke su hijo medio achicaba la mirada enojado-perdón por salir sin avisar a Oka-san.
-no pasa nada vale…solo no lo vuelvas a hacer-le dijo acariciando la cabeza de ambos y sonriendo solo para ellos dos, una sonrisa apenas alegre-vamos..-extendió los brazos para cargarlos cosa que ambos niños entendieron y se dejaron hacer.
Fugaku camino cargándolos a ambos entre sus brazos y atravesó el complejo Uchiha con orgullo ante la mirada de los miembros del clan, su mirada seria lo decía todo, no quería que volvieran a molestar a su pequeño hijo, que aunque no fuera de su sangre era eso: ¡su hijo!. El rubito venia junto con Sasuke riendo y Fugaku de vez en cuando intervenía en su infantil platica.
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-momentos como esos me hacen dudar-apenas salió la voz ronca del rubio que ahora estaba empapado por la lluvia que aun seguía-quien diría que solo me querían por el demonio que tengo dentro.
-deberías entrar a la cueva si es que ya has terminado de desahogarte-escucho la voz de Suigetsu.
-es de mala educación espiar a la gente-dijo este viéndole de mala gana.
-no pude evitar escuchar tu grito-dijo este burlón-pero es mejor olvidarlo todo…-le miro-mis padres nunca me quisieron, me abandonaron en la villa, crecí solo, entrene solo, y cuando
Orochimaru me lo propuso, no dude en ir con él, después de todo en mi aldea solo recibía maltratos y discriminación.
-…..-Naruto no dijo nada y simplemente entro a la cueva, debía secar su ropa y dormir otro rato, luego se preocuparía de comer algo, ahora solo quería descansar un poco y dominar por completo esa maldita serpiente para poder iniciar su entrenamiento.
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Fugaku miraba por la ventana las oscuras calles de Konoha, que mas podía decirle a su hijo. Como decirle una verdad que estaba guardada en su corazón, él sabía que Mikoto jamás le recriminaría nada, pero aun así, podía ser doloroso para ella escuchar las palabras de su esposo sobre su amor a otra persona, a otro hombre, a su único amigo.
-Fugaku… -llamo su mujer- debes decirle la verdad… no debes reprimirte más con ella, siempre he sabido que amabas a otro, y nunca me he sentido menos ya que a pesar de todo eres y siempre serás un buen esposo.
El hombre sonrió de medio lado, el había decidido casarse con ella por su forma de ser y comprender las cosas, además de evitar su unión con alguna otra mujer que buscara solamente el titulo de la esposa del Líder.
-gracias… -dijo sin mirar a nadie en especial, prefirió contar todo aun mirando la ventana.
-perdón si he tardado… -dijo Itachi entrando con una bandeja con tres cafés, le paso una a su madre se acerco a su padre que sin mirarle tomo el vaso con café y él mismo, dejo la bandeja a un lado de la mesita de Sasuke para luego tomar el suyo- he traído el libro que pediste…-dijo sacándolo de su bolsa de instrumentos.
-gracias Itachi… -Fugaku dio un trago a su café- cuando salimos de la academia no sabíamos qué equipo nos tocaría, no te mentiré pero estaba ansioso porque a Minato y a mí nos tocara en el mismo, antes no se anunciaba como ahora con quien debías hacer equipo, solo se te daba un día y la hora citada para reunirte, pasaron tres días luego de la graduación y no había visto a Minato desde entonces, no me preocupaba ya que había veces en vacaciones que duraba sin verle hasta por dos semanas, tenía la manía de entrenar a escondidas de todos y algunas veces me invitaba, a las chicas también pero no muy seguido…
***********Flash Back**********
“Campo de entrenamiento numero tres”, leía una y otra vez Fugaku aquel pergamino con el mensaje, una rana había aparecido ayer en su casa para entregarle ese mensaje, el mensaje solo decía:
“Reunión con el equipo nuevo, en el Campo de entrenamiento número tres, venir sin haber almorzado, hora de la reunión 6:30 am”
Maldijo su suerte y su tendencia por ser puntual, eran la 6:24, y no llegaba nadie.
-¿Fugaku?... –esa voz le saco de sus pensamientos.
-¿Minato?-volteo el mirándole incrédulo.
-¡estamos en el mismo equipo!-gritaron ambos chicos, cosa que les hizo sonrojarse para luego voltearse y distraerse con cualquier cosa.
-desde la graduación no te había visto… -le comento Fugaku.
-estuve ocupado…-sonrió socarronamente mirando a su amigo- dormí dos días seguidos y ayer moleste un poco al viejo Sarutobi… perdón por no haberte buscado.
-jajajaja no cambias verdad… -rio el pelinegro- y deberías tener más respeto es nuestro Hokage, pero en fin… tu siempre has sido así con todos.
-moo~ Fugaku como eres malo conmigo… -su amigo se pego a él haciendo un puchero-no me regañes…
-… ¡baka no hagas eso!-el pelinegro se sonrojo por esa cercanía-y deja de hacer esos gestos no te vez nada lindo.
-¡ash! Que amargado amaneciste Fugaku…-se quejo el chico mientras se separaba.
-¡¡chicos!!-llegaba junto a ellos Suyume una chica que conocían por estar en el mismo curso.
Luego de reunirse los chicos y de haber pasado unos minutos, un Jounin apareció de una nube de humo montado sobre una rana.
-¡¡Ero-sensei!!-grito Minato ganándose un golpe en la cabeza de parte del Jounin.
-¡¡que te he dicho de decirme así Minato!!-le reclamo el sensei-debes tenerme respeto, a partir de ahora seré tu sensei... claro si pasan la prueba.
-¡¡QUE!! ¡no es justo porque el viejo Sarutobi lo pone de sensei!-empezó una pelea con el mismo.
-estoy calificado para ser tu sensei, soy un Jounin y uno de los tres Sannin-dijo con orgullo el hombre.
-sobre todo… -dijo el rubio- un pervertido como tú no tiene finta de ser un Sannin…
-para tu información soy el gran Jiraiya, amo de los sapos-dijo este orgulloso aun arriba del gran sapo que se miraba aburrido por la pelea.
-ja…-se burlo de nuevo-insisto eres un pervertido…
-te recuerdo que tu también estabas ayer espiando el baño de mujeres…
-le recuerdo que soy un niño indefenso y no puedo ser juzgado por mi curiosidad…
Y así inicio una discusión entre ambos que les hizo no solo llevarse bien más delante si no ser amigos y no solo sensei y alumno.
Rato después. La prueba inicio, consistía en lo mismo obtener un cascabel del cinturón del jounin cosa algo difícil ya que solo podían obtener solo dos.
-ese viejo…-se quejaba Minato aun amarrado.
-tú tienes la culpa por atacarlo solo, sabes que ambos podemos hacer buenos ataques juntos… -le regañaba Fugaku mientras comía su almuerzo.
-de qué lado estas… -le miro mal.
-de ninguno sabes que siempre soy neutral…
-tengo un plan… -dijo la chica acercándose a ellos- que tal si…
Jiraiya ni cuenta de dicho plan estaba más interesado “leyendo” un libro con portada dudosa que prestando atención a sus alumnos, pero claramente se podía ver un hilillo de sangre escurrir por su nariz. Cuando de repente fue interceptado por Fugaku que le lanzo unos Shuriquen que le hicieron perder el libro y no saltar de su lugar, volteando la mirada observo que Minato no estaba amarrado así que se preparo para el ataque del chico revoltoso, pero este no llego ya que la única chica del grupo lo ataco con un doble se sombras mientras Fugaku hacia un Katon o mejor dicho varios. El Jounin estaba a punto de atacar cuando Minato apareció de la nada frente a él sonriendo divertido y le arrebato ambos cascabeles mientras sonreía y desaparecía al instante, esto desconcertó al hombre que cayó al suelo por el ataque de los chico.
-¡¡sí,i son nuestros!!-gritaban Minato y Suyume mientras Fugaku solo les miraba entre serio y divertido.
-¡¿Cómo rayos has hecho eso?!-le grito el jounin a su alumno rubio.
-jojojojojo… -el chico se subió al tronco donde había sido amarrado anteriormente y le enseño los cascabeles mientras se reía-es un secreto y no esta perfeccionado… -le guiño un ojo a su amigo pelinegro.
El hombre solo entrecerró los ojos y suspiro, ese chico era un estuche de monerías, sería divertido ser el maestro de todos ellos.
***********End Flash Back**********
El silencio se hizo presente en el lugar mientras el padre volteaba a mirar a su hijo.
-lo curioso es que… a ambos les toco estar en el mismo equipo-sonrió-el equipo siete con un Sensei pervertido…-una sonrisa nostálgica se formo en sus labios-tuvimos muchas aventuras juntos, al final Jiraiya-san y Minato terminaron llevándose bien e iban juntos a las aguas termales a espiar mujeres…
-¿Qué sucedió después?-dijo Sasuke mirando a su padre-¿Cómo es que terminaron así, separados?
-eso fue algo que sucedió luego de convertirnos en Jounin, el empezó a enfocarse con sus alumnos, mientras yo me enfoque en el clan debido a mi padre…
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-Orochimaru-sama… -llamo el chico de anteojos-¿cree que Naruto-kun pueda controlar a Shaka? recuerde que es una cobra y usted necesita al chico como contenedor…
-jujujuju…-la risa retumbo en la habitación-Kabuto… confía en ese chico, solo escucha y mira como se está comportando… su corazón se está llenando día a día de rencor…
-pero no le ha marcado aun…-dijo su asistente-¿Cómo planea quedarse con su cuerpo cuando aun no le ha dado la marca?
-no necesito marcarlo… él será mío por voluntad propia… tengo mis medios… además… -sonrió escalofriantemente- tiene un sello que coloque durante nuestro encuentro en el examen Chunnin… solo debo activarlo y ese chico me obedecerá.
-veo que está preparado Orochimaru-sama-Kabuto simplemente sonrió mirando como la sonrisa sádica que su maestro tenía en el rostro, esos ojos amarrillos proyectaban claramente que tenían un plan bien desarrollado.
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-¡Naruto-kun!-llego corriendo Karin donde estaba el chico inclinado en el suelo-no hagas eso te harás más daño…
-no te acerques Karin no necesito ayuda…-la miro fríamente.
-¡¡Kyaa~~ eres tan lindo!!-grito la chica pero luego se puso seria-tienes heridas muy graves debes curarlas.
-no tienes que hacer escándalo…-le dijo fríamente a la chica- soy un jinchuriki me curo con facilidad…
-pero Naruto-kun…-la chica trato de decir algo cuando el chico se alzo y la paso de largo saltando hacia la serpiente mientras hacía clones de sombra.
La serpiente miro al chico mientras elevaba su cola y golpeaba varios clones lanzándolos lejos provocando que estrellaran contra el suelo y desaparecieran, pero Naruto en un momento saco hilos finos -que usaba algunas veces su hermano Itachi y le había enseñado a manejar o al menos lo había intentado- Naruto simplemente volvió a hacer sellos y de nueva cuenta aparecieron clones pero esta vez no eran cinco o diez si no el doble que eso, era obvio que estaba agotando su chakra poco a poco pero que mas daba el tenia que controlar a esa estúpida serpiente.
Todos los clones se fueron contra la serpiente que peleaba o bueno coleteaba contra ellos sin esfuerzo alguno mientras Naruto estaba en el techo concentrando su chakra hasta que uno color rojizo le cubrió.
-maldito mocoso como has hecho eso…-grito una voz en su interior.
-no necesito de todo tu chakra…-respondió el chico en voz alta-y nunca me controlaras…-grito justo cuando saltaba sobre la serpiente formando otro clon que tomo el otro extremo de los hilos y le ayudo a envolver la boca de la cobra que al mirar que iban hacia ellos les escupió veneno cayendo un poco en el hombro del rubio original pero aun así no se quejo, envolvió el hocico de la serpiente con la ayuda de su clon mientras lanzaba sellos explosivos sobre las rocas del techo, explotando tan solo al haber hecho contacto y cayendo sobre el cuerpo del reptil que quedo atrapado por las rocas en ese momento.
El estruendo sonó en toda la guarida atrayendo con ello a Orochimaru, Kabuto, y Suigetsu que llegaron al lugar justo cuando el polvo aun hacia poco visible el lugar.
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-mi padre como dije era el líder del Clan, por lo cual yo al ser su único hijo debía enfocarme en ser su sucesor, así que para que me familiarizara mas con el poder me hizo jefe de la policía de Konoha con el permiso de Sarutobi-sama, mi padre estaba enfermo por lo cual no me negué a obedecerlo-volvió a mirar la ventana mientras veía como poco a poco amanecía- un día en esas reuniones que Minato y yo teníamos en su casa…
***********Flash Back**********
Un chico de cabello negro cenizo, alto de buen porte, mirada seria y ojos penetrantes, vistiendo un pantalón azul y una camisa negra con su chaleco jounin, las típicas sandalias ninja.
Iba camino a casa de Minato como cada que ambos tenían tiempo para reunirse, ya habían pasado dos años desde que eran jounins y aunque no lo admitiera se sentía algo solo sin su amigo, a veces las chicas se reunían con ellos, pero Kushina y Mikoto tenían un poco más el tiempo ocupado, una estudiando ninjutsu medico con Tsunade y otra con su cargo en la Torre Hokage, por lo cual eran esporádicas las veces que se reunían.
Ese día había sido algo extraño, ya que Minato simplemente le había mandado llamar sin decirle nada al respecto, solo quería que se vieran por lo cual y viendo el mismo, que tenía un tiempo libre y casi un mes sin verse, opto por ir a darle una visita a su mejor amigo.
Llevaba consigo lo normal, unas cervezas y algunas botanas, ramen claramente su amigo y su gusto por esa comida, eran pasadas las siete de la tarde por lo cual las farolas de las calles empezaban a encenderse, era claro que debían haber sido prendidas desde antes pero el pueblo era muy seguro gracias al clan Uchiha por lo cual andar en las calles oscuras no era un peligro para los ciudadanos.
Iba un poco distraído cuando vislumbro a lo lejos el apartamento de su amigo, o mejor dicho el complejo de apartamentos, vivía donde mismo cuando niño un viejo edificio que dejaba mucho que desear, las paredes malgastadas por el tiempo claramente mostrando la grietas que sobre salían por las paredes que ya no poseían mucha pintura, la vieja tubería estaba goteando como siempre y claramente se veía el desgaste total de dicho inmueble. Pero Minato insistía en seguir viviendo ahí, ese era su hogar, en el que había crecido, sus recuerdos, sus pertenencias, todo estaba ahí, por ello tampoco le insistía mucho.
Llego a la entrada y subió los escalones que lo conducían al segundo piso, mirando el pasillo sucio lleno de polvo y la barandilla desgastada por el paso del tiempo casi cayendo de su lugar, bufo con fastidio para comenzar a caminar por el mismo, que mas podía hacer, recorrió el pasillo mirando las puertas claramente gastadas con los números apenas visibles, sin duda el barrio más pobre de Konoha era este y ahí era donde su mejor amigo vivía, sonrió con nostalgia recordando las veces que de niños corrían ambos por ese pasillo, algunas veces huyendo de travesuras y otras simplemente persiguiendo a Minato por sus ocurrencias. Llego a la puerta de siempre la cual aun tenia marcado el rastro de pintura roja que habían derramado por ir jugando y peleando, la misma que Minato usaría para darle un poco de color al interior de su hogar, misma que nunca llego a usarse y ya hacia ahí la clara mancha muestra de aquel accidente, miro la puerta nuevamente y sonrió mientras tocaba la puerta y el sonido de alguien cayendo tras la misma se escuchaba, apostaba que Minato habían tropezado con alguna prenda de ropa o con un pergamino, él solía ser tan desordenado con sus cosas.
-perdón por el desorden… -decía su amigo rubio, más alto que cuando niño, pero aun así una cabeza más bajo que el azabache, su sonrisa seguía siendo la misma traviesa y sus cabellos brillaban igual, sus ojos tenían un toque más maduro pero sin perder ese brillo azulado que siempre había amado ver.
-es típico en ti, ya estoy acostumbrado-dijo Fugaku entrando y dándole la bolsa con botana y cervezas.
-no debías traer nada, ya te lo he dicho…-dijo Minato siguiendo a su amigo y poniendo las cervezas en la mesa.
-y… ¿Cómo te fue en la misión? –dijo sentándose en el sofá y mirando a su amigo más serio de lo común, extrañado de que no le diera el sermón completo de no traer nada a su casa cuando él no lo pedía.
-casi muero… -dijo con simpleza sentándose a su lado y bajando la mirada.
-¡que! ¿estás herido? ¿Qué sucedió?-se alarmo el azabache.
-estoy bien… pero vi la muerte frente a mis ojos… -aun sin mirarlo- y me dije a mi mismo que no quería irme sin antes confesarle a alguien mi secreto…
Fugaku le miraba extrañado, sin saber que decir… estaba asustado por el hecho de que casi perdía a su único amigo, pero también estaba aliviado de tenerle cerca, pero la curiosidad de saber a qué se refería con confesarse, era algo que lo tenía más atento. ¿A quién debía confesarse?, ¿y porque?, ¿había hecho algo para tener que hacerlo?
-yo… Fugaku… -el nombrado salió de sus pensamientos mirándolo- sabes que… somos amigos desde niños… -le mira con algo de pena y sin dejar de mirar esos ojos negros-…
-yo… -alza una ceja en ceña de extrañes- somos amigos desde niños, es obvio, quien más puede soportarte con lo revoltoso que eres, o con tus ocurrencias… siempre seremos los mejores amigos Minato…-le sonrió como solo lo hacia su amigo.
-… yo… -Minato bajo la mirada, solo eran eso… amigos…- Fugaku…
-Minato estas muy raro… -le dijo este mirándolo extrañado- demasiado diría yo…
-Fugaku me gustas… -dijo para alzar a mirada y acercarse al rostro de él azabache y besarlo…
