Bueno aquí se explican algunos detalles. La historia en sí tiene slash pero no en los primero capítulos.
Anixtri al fin cuenta la verdad a su hijo, aunque no toda. Todo esto luego de una acalorada discusión. Y es que ella no deseaba perder a su tesoro, él era su bebé y nada podía arrebatárselo.
El día había amanecido relativamente tranquilo y hermoso para cierto príncipe, pero no así para su queridísimo hermano y señor, quien se había quedado toda la noche en vela pensando en lo peor.
Habían llegado a FirstGarden el día anterior. Un trayecto de una semana para hacer los arreglos con los reyes, que incluía un futuro tratado matrimonial, ya que la reina estaba interesada en conceder la mano de su hija al emperador, pero este recomendó un plazo de unos años, ya que la infanta apenas contaba con sus 8 años. La reina estuvo dispuesta, en ausencia del rey, a considerar dejar de lado los roces con su primo, el magistrado de Stranburg, Lord Helgement.
Anaki le comentó su deseo de visitar nuevamente a su reino ya que en el trayecto del viaje había escuchado ciertos comentarios concernientes a las islas inhabitadas del reino y frontera del imperio que cautivaron su atención.
Hace años que no visitamos esas islas. Las Vertientes son tierras de reserva cuando escaseen las tierras en nuestro reino, pues como sabe nuestro territorio no es muy grande y estamos rodeados por mar. Por ahora no nos aventuramos ya que es un hábitat natural y por ende peligroso, no queremos perder vidas innecesariamente. Ya tuvimos una mala experiencia en el pasado — La reina empezó a llorar de repente y todos captaron que se refería al naufragio del hermano mayor de la reina, el verdadero rey de FirstGarden, el cual se perdió con su tripulación cuando surcaba entre las 5 islas que rodeaban Armoni, la isla que deseaba visitar. Bien sabían todos que quien naufragaba no sobrevivía por los tantos peligros que rodeaban las Vertientes, con sus rocas filosas y sobresalientes, una trampa para los mortales.
Un hecho lamentable.
Él era muy guapo. Podía recordar las veces que el orgulloso futuro rey de First Garden le visitaba en compañía de sus padres y hermanos, cuando fallecieron los hermanos de ambos y se simuló el entierro de la infanta Anixtree.
Basta de lamentos — se dijo y se dirigió a sus aposentos.
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Se levantó con un terrible dolor de cabeza, no recordaba la última vez que había sufrido de jaqueca hasta ese entonces y lo peor era que recién despertaba. ¡Valla forma de empezar el día!
Entró al baño y trató de disipar su mente y relajarse. Había ordenado a sus sirvientes que no le molestaran esa mañana, ¿o ya sería tarde?
Lo bueno de todo eso… ¿dónde radicaba…?
Se apresuró a salir de la bañera y rápidamente del baño para darse tremendo resbalón y caer sobre alguien.
¡O sí, esa era una excelente forma de empezar el día!
Aniki… Levántate…. ¡Pesas!
Esa voz solo hacía que su piel se erizara, eso tampoco había ocurrido en el pasado.
¿Acaso su vida estaba dando un vuelco?
Y… un momento… ¿Quién estaba bajo su cuerpo era… ¡el príncipe!?
Gracias al cielo que al caer se había llevado consigo las cortinas del baño.
¡Oh vamos Aniki! — exclamaba Elle. — Esa no es la mejor forma de empezar el día, y menos el día de mi boda…
Wow, si lo hubiese advertido ni opinaba.
Oh, sí. Muy cierto joven Eleonor. — la ceja derecha de Elle crispó al sentir el ambiente cargado y el sarcasmo en la voz de su emperador. — Justo en la víspera de su boda mi vida empieza a sobrecargarse no sé de qué pero lo cierto es que mi día amanece de malas. Y no soy de los que cree en augurios como bien sabe, príncipe. Pero ¿qué dirá usted a esto?
Solo su rostro ladeado estaba frente a Elle y sus ojos vagaron por la espalda del emperador, desde el inicio hasta…
¡No debes tomar decisiones apresuradas Elle! ¡No sabes lo que está en juego! — gritó Anaki sin contenerse. — ¿Acaso no piensas con la cabeza fría?
¡Claro que lo hago Anaki! — respondió Elle en el mismo tono. — ¿Acaso no eres tú el que no está pensando con la cabeza fría? No me negarás que ayer estuviste pensando en el fallecido hermano de la reina. ¿Acaso te gustan los hombres?
No veo por qué tenga que darte explicaciones ni motivos, ya que tú no lo has hecho. — se defendió el emperador.
Te hablo como tu hermano que soy… No te cierres — le dijo Elle casi en un susurro.
Quien lo escuchase y supiese la verdad…
Me estás dando razones para creer que te atraen los hombres puesto que he visto como evadías a la reina y a lady Helgement… como si las mujeres te diesen alergia de solo tocarlas… — decía sin poder creérselo —… Ahora que me doy cuenta… ¿por eso nunca has bailado con una? ¿En realidad no lo hacías para evitar contiendas por ti entre las damas de palacio? ¿Y es por eso que no te has casado…?
¡Basta! — le cortó Anixtri elevando los brazos en señal de fastidio. La verdad es que creyó que había descubierto algo, quedó estupefacto mientras le escuchaba. Y para que no sospechase mantuvo el mismo tono. — ¡No tengo por qué escucharte! ¿Y si fuese o no? No tengo por qué cometer un error sabiendo que está en mis manos el evitarlo, por eso me mantengo en raya. Y si lo que hiciste fue para impulsarme a mí ¡te equivocas! ¿Acaso crees que lograrás hacerme olvidar el pasado con eso? ¡Qué equivocado estás! ¡Recuerda que antes de siquiera tú nacer yo estaba sumido en esa desgracia!
¡Por eso quiero independizarme! ¿No lo entiendes? Mientras esté bajo tu cuidado no podrás vivir tu vida. Déjame vivir y vive tu vida, tarde o temprano esto iba a suceder, lo sabes. — Elle se le acercó y le rodeó en un abrazo por la espalda aferrado a su cintura. — Déjame a mí ahora cuidarte.
Solo no quiero que sufras — le respondió Anixtri mientras acariciaba esas manos que rodeaban su cintura, esas manos que había tocado con vehemencia en aquella ocasión por primera vez como si se tratara de lo más preciosos, y es que desde que Elle nació no había criatura más bella para Anixtri. — Sabes que eres lo más precioso para mí.
Me alaga, emperador. — sonrió Elle aferrándose aun más a su cintura con una dulce sonrisa. Después de todo, la acalorada discusión había dado buenos frutos.
Solo pasaron unos segundos cuando Anixtri sintió como unas manos se deslizaban por su cuerpo.
Hermano ¿Cómo es que tienes curvas y un cuerpo tan…?
Sabía que su hermano tenía una rara virtud al poseer una piel tan suave, algo que todo el imperio sabía desde su nacimiento, lo cual era una leyenda, pero el que tuviese curvas nunca se la había imaginado.
Elle, mírame. — Anixtri giró y le tomó el rostro en sus manos. — sé que esto te será difícil de asimilar pero por una promesa que hice no debía decirte esto hasta que decidieras formar una familia. Quiero que sepas que esto lo hice por temor a perderte y por unos acontecimientos que se dieron sobre los cuales sabrás en un futuro…
Aniki… me estas asustando — le dijo Elle perplejo.
Yo no soy tu hermano, soy tu madre. — le soltó sin más.
Elle calló sentado en la cama, estupefacto. ¿Había escuchado mal?
Luego de la muerte de tu padre y mi hermano tuve que montar todo esto; tomar el lugar de mi hermano para que el imperio no sea destruido — las lágrimas bañaban el perfecto y angelical rostro de su herm… madre. No lo podía creer. — No me odies por ello, mi hermano fue el que murió al rescatarme, se arriesgo para salvarnos a ambos cuando apenas te formabas en mi vientre.
¿Entonces lo que decía el hijo del sanador era cierto? — preguntó haciendo referencia a los comentarios de mal chiste que hacia su ex compañero de juegos cuando eran pequeños.
Toda la historia es cierta. Pero yo te quise, Anixtree y yo te amamos desde el primer momento que supimos de tu existencia, que te formabas en mi vientre. —Ahora era el turo de Elle para llorar, ambos lloraban.
¿Entonces fue mi padre quien murió por salvarme? ¿Todo este tiempo estuviste sufriendo y cagando con todo este peso solo para que yo fuese feliz? —Elle se sentía destrozado.
Sí, mi amor. — Anixtri calmó su llanto mientas enjugaba las lagrimas de su hijo y besaba su frente, cabeza, cabello y manos como el día en que nació.
Pues no hubiese deseado mejor ejemplo de padre y hermano que tú. — le dijo Elle rato después arrancando un nuevo llanto de su madre.
Te amo, te amo, te amo. Eres lo más hermoso que Anixtree pudo darme, ni todo el imperio se compara.
Papá estaría orgulloso de ti — le dijo Elle rato después mientras se acomodaba en el seno de su madre para luego entregarse ambos en los brazos de Morfeo.
Gracias Anixtree, gracias hermano. —con esto el silencio reinó en la habitación mientras dos seres descansaban sus corazones cargados por profundo dolor durante años.
Continuará ...