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7 años atrás
Desde hacía 3 años que Naruto había llegado al Konoha, en ese tiempo había empezado a entrenar con Zabuza y tal como se lo había prometido ahora era capaz de vencerle sin ningún problema (aunque esto costo más de 100 moretones, 19 cortadas con espada, 9 ojos morados, 3 heridas en los brazos, 5 desgarres de musculo, 3 dedos fracturados, 2 torceduras y más de 62 derrotas) y en cuanto empezó a ganarle 15 veces consecutivas Ibiki le empezó a entrenar en la pelea cuerpo a cuerpo, en cierto modo a boxear o, como él decía, a pelear a puño limpio, se había llevado bastantes golpes que le habían dejado fuera de combate casi de inmediato en los primeros enfrentamientos pero, tal como había sucedido con Zabuza le empezó a ganar, a causa de ese entrenamiento ahora era bastante más musculoso que cuando se había marchado de su casa, sus facciones se habían hecho más duras, pero seguía teniendo esa sonrisa y la mirada alegre por la que todos en el barco le conocían, mirada que cambiaba cuando se tenían que enfrentar a un barco enemigo.
Era bien sabido entre los piratas que los piratas bijus no atacaban barcos mercantiles, atacaban a aquellos barcos en los que iban prisioneros, personas que serian vendidas en algún país, esos barcos eran los que se convertían en sus presas, aunque claro, un pirata necesita un botín, por eso les despojaban de todo lo que llevaban, una vez que terminaban subían a todos como prisioneros, les tapaban los ojos y cambiaban de barco para poder tocar tierra y que nadie les reconociese, una vez en el puerto llevaban a los piratas delante de la justicia y cobraban la recompensa, ese botín se repartía con un 35% para el capitán y el sobrante iba directo a los demás tripulantes por partes iguales, de manera que así se evitaban motines.
En algún lugar del océano pacifico, antes del alba
La tormenta en la que se encontraba en estos momentos el Konoha era de las peores que Naruto había visto jamás, los relámpagos iluminaban como si fuese de día, las olas arremetían contra la tripulación y esta iba a dar hasta el otro lado del barco, el kiuuby intentaba mantener derecho el timón, pero con cada ola que sacudía al barco esa tarea parecía cada vez más difícil de realizar
- ¡cuidado abajo! – grito lo mas que pudo Izumo al ver que una gran ola venia directo hacia ellos
Después de ese grito todo sucedió muy rápido, Naruto se encontraba en la cubierta ayudando a los hombres a desalojar el agua, solo sintió un fuerte golpe en su costado derecho dándole apenas tiempo de sujetarse a una de las cuerdas del barco pero, pero tuvo un presentimiento, algo lo obligó a voltear hacia el timón y lo que vio lo dejado impactado, el kiuuby era arrastrado directo al océano, había sido lanzado por la ola y ahora se encontraba fuera de su vista, lo único que alcanzo a escuchar fue a Ibiki gritar “Hombre al agua” y a si mismo gritando:
- ¡¡¡ABUELO!!
Tan pronto como dejo de sentir la fuerza de la ola que lo empujaba tomo una de las tantas cuerdas que habían caído a la cubierta, la amarro lo más rápido que pudo al mástil mayor y el otro extremo se lo amarro a él, sin pensarlo dos veces se aventó tras su abuelo, el agua estaba bastante fría, pero en ese momento no le importaba, en lo único en lo que pensaba era en ese viejo, lo buscaba con la mirada pero no lo podía ver, la cortina de lluvia aun era demasiado cerrada como para ver más allá de 2 metros a la redonda, de pronto escucho una voz en su cabeza, esta le decía “a la derecha”, volteo y pudo ver a unos 5 metros la figura de su abuelo iluminada por un rayo hundiéndose, en cuanto la vio nado lo más rápido que pudo hacia él, debía salvarlo, por su madre debía de salvar a ese viejo, cuando llego lo único que hizo fue agarrarlo lo más fuerte que pudo y pasar uno de los brazos de su abuelo por su cuello, ahora debía nadar de vuelta al barco, el kiuuby se encontraba inconsciente y sería difícil nadar con un peso muerto entre esas olas, además la cuerda le empezaba a dañar la espalda y los costados, aun no sabía como lo haría, pero debía de llegar a ese barco costara lo que costara, seguir solo a flote no ayudaría en nada, de manera que empezó a nadar aun cuando las olas le impedían avanzar, de pronto empezó a sentir que jalaban de la cuerda, vio hacia el barco y aun cuando ya se encontraba bastante lejos de él podía ver como la tripulación jalaba de la cuerda, ahora lo único que debía hacer era no soltar a su abuelo y entre el ruido que producía la tormenta alcanzo a oír la voz de Yahiko diciéndole a los hombres que estaban atrás que jalaran con más fuerza, sentía como la cuerda le cortaba pero no importaba si con eso lograba salvar la vida de su abuelo, en cuanto sintió la madera en su lado izquierdo y las manos de alguno de los hombres que lo ayudaban a entrar de nuevo al barco supo que estarían bien
- Naruto, ¿estás bien? – Konan se había acercado al capitán y se verificaba que respirara, Nagato era el que estaba a su lado, era él el que le había ayudado a subir al barco
- Sí, estoy bien – volteo a ver a Konan - ¿Cómo esta?
- Esta respirando, estará bien – se volteo y le sonrió de manera tranquilizadora
- Bien – tan pronto escucho eso se puso en pie y por instinto empezó a repartir ordenes a la tripulación, ahora su prioridad era salir de esa tormenta – ¡¡Ibiki, Zabuza, llévenlo a su camarote, Konan, tu ve con ellos y ocúpate que este viejo este bien, los demás, a sus puestos, debemos salir de esta tormenta cuanto antes!! – todos le obedecieron de manera inmediata, así que soltó la cuerda del mástil mayor y corrió hacia el timón, en cuanto llego le ordeno a Yamato que fuese a ayudar a los demás, se amarro al timón lo mejor que pudo, lo enderezo con todas sus fuerzas y tomo el control del Konoha dirigiéndolo hacia donde las nubes parecían estar menos oscuras.
Salir de esa tormenta había llevado más de lo que él esperaba, todo ese tiempo se había quedado amarrado al timón y la cuerda lo había lastimado más de lo que esperaba, cuando por fin pudieron ver la luz del día (ya había amanecido) y encallar en una de las islas que sabían estaba deshabitada se desato y el dolor fue más intenso, la cuerda estaba bastante sucia de sangre así que se quito la camisa para que esta no rozara con su piel y le causara más dolor
- Naruto, nos lograste sacar de esa tormenta, demonios, te portaste como si fueras el capitán – Yahiko se le había acercado, en su rostro se notaba el cansancio y el entusiasmo – y más que eso, eres nuestro héroe – lo intento abrazar pero Naruto se retiro de el – ¿qué sucede? – vio el cuerpo de su amigo y pudo ver una línea por sus estomago bastante marcada – ¿qué te sucedió?, ¿te amarraste al timón?
- No tenia opción, de no hacerlo las olas me hubieran tirado al agua igual que al kiuuby, además, no duelen tanto, por cierto ¿Cómo está el capitán? – se estiro un poco y aun cuando eso le causo un dolor como el mismísimo infierno no lo mostro en su rostro
- Está en su camarote, Konan dice que aun no despierta, deberías de dormir un poco, tu eres el que más ha trabajado durante la tormenta, anda, ve a descansar
- Después, primero debo ver al capitán – volteo a ver a la demás tripulación, todos ellos se veían exhaustos – vallase todos a descansar, en esta isla nadie nos podrá atacar, así que recuperen sus fuerzas, ve a descansar Yahiko, te veré después – todos en el barco lo voltearon a ver con respeto, como si fuese el capitán, sabía que era por que ahora se parecía más a él que cuando llego y mucho mas con la ropa que usaba, botas hasta la rodilla de color negro, pantalones negros igual, aunque en ese momento no le importaba, debía ver por el mismo que el kiuuby, su abuelo, estaba bien así que se fue directo a su camarote, en cuanto llego vio en él a Konan y a Ibiki – ¿Cómo esta?
- Bien, aunque no ha despertado aun – Konan volteo a verlo y pudo ver la marca de la cuerda al igual que Yahiko – dios mío ¿Qué te sucedió?
- No es nada Konan – le mostro una sonrisa
- Espera aquí, iré por algo para curarte – tan pronto como dijo eso salió del camarote del capitán cerrando la puerta tras de si
- Fuiste muy valiente – volteo a ver a Ibiki que estaba sentado en una de las sillas que se encontraban clavadas justo a la cama de su abuelo – no cualquiera arriesgaría su vida de esa manera por alguien
- No podía dejar que el capitán se ahogara – se encogió de hombros – habría hecho lo mismo por cualquiera de la tripulación – y era cierto, lo habría hecho por cualquiera de aquellos a los que consideraba su familia
- Realmente eres muy valiente – se acerco a él y le sacudió el cabello como todos los grandes del barco solían hacer
- Bien Naruto, siéntate, te curare enseguida – Konan había entrado cargando con vendas, un par de trapos blancos y una bandeja con agua que parecía estar caliente, además de otros frascos que no supo distinguir que contenían
Naruto se sentó en una de las sillas que estaban cerca del escritorio de madera tallada que tenía el viejo, Konan se le acerco y lo empezó a curar, ardía bastante, pero debía de aguantar, no podía mostrarle a esa chica que quería como su hermana que realmente le dolía, una vez que lo termino de curar empezó a vendarlo con cuidado
- Bien, así esta mejor ¿Cómo te sientes? – se paso la manga de su camisa por la frente
- Te había dicho que estaba bien Konan, no era necesario pero gracias, ahora vallan a descansar un poco, yo me quedare aquí cuidándolo
- Pero eres tu el que debería de dormir – su rostro se mostraba bastante preocupado
- Es verdad niño, deberías de ir a descansar
- No podría, no en estos momentos, vamos, vallan a dormir, yo estoy bien, los veré después, además, toda la demás tripulación se encuentra descansando igual, de manera que deberían de aprovechar para dormir todo lo que necesiten
- Pero… está bien, gracias Naruto – Konan le brazo con cuidado y le dio un beso en la mejilla – nos veremos en unas horas
- Nos vemos niño, gracias – salió tras la chica y cerró la puerta
En cuanto supo que estaba solo se dejo caer en la silla, estaba bastante cansado, le dolían los brazos y las piernas, su cuerpo le rogaba que durmiese, que descansara, pero no podía hacerlo, no mientras su abuelo se encontraba inconsciente, debía de ver con sus propios ojos que estaba bien, debía verlo despierto y de pie, pero aun cuanto se obligaba a mantenerse despierto el cansancio pudo más que él y se durmió, no supo en qué momento ni cuánto tiempo, lo que lo despertó fue el crujir de la cama, cuando se volteo pudo ver a su abuelo sentado en la orilla de la misma
- ¿Cuánto tiempo has estado aquí? – su voz sonaba calmada, tranquila
- No estoy seguro – volteo a ver por la enorme ventana que estaba tras el escritorio – pero a juzgar por lo naranja del cielo, ha sido bastante tiempo
- Gracias
- ¿Qué dijiste?
- Gracias por salvarme la vida – en esos momento le estaba viendo directo a los ojos
- No fue nada – se encogió de hombros – después de todo, no podía dejar que mi abuelo muriese ahogado, a mamá le dolería mucho esa noticia
- ¿Qué has dicho? – el tono y los gestos de su cara mostraba claramente su sorpresa, después de ese pequeño momento de asombro le mostro una pequeña sonrisa - ¿desde cuando lo sabes?
- Desde antes de que fueras por mí a la casa de mis padres, mi madre me lo conto
Flash back
En la mansión Namikaze se llevaba a cabo una gran reunión de los amigos de su padre, no le agradaba salir cuando estaban presentes por que las mujeres se le acercaban con sus hijas para que las conociera, ¡¡demonios!! Solo tenis 8 años, así que prefería huir, literalmente, a las caballerizas, por lo menos ahí no lo irían a buscar esas señoras, o por lo menos eso esperaba
- ¿Qué haces hijo?
Su madre se había acercado sin que él la notase, siempre hacia eso
- Creí que estarías adentro comiendo algo, pero cuando te busque no encontré
- No quería estar adentro, sabes que no me agradan todas esas señoras y menos sus hijas e hijos
- Pero ¿y tus amigos?
- No han venido – se dejo caer en la paja que estaba regada en el piso de madera de aquel enorme lugar
- Pero he visto a Itachi – se sentó al lado de su hijo, sabía que no era propio de una mujer de su categoría, pero poco le importaba, de ser por ella siempre llevaría pantalones como lo hacía cuando estaba con su padre
- Yo también, pero su padre no le ha permitido retirarse de su lado – doblo sus piernas y oculto su rostro entre estas – solo es dos años más grande que yo y parece tener el tripe de tareas que yo
- Es que Márquez Fugaku Uchiha es un poco estricto – hizo un gesto extraño con su cara, uno entre pensativo y sonrisa – ¿por qué no le pides a su hermanito que juegue contigo?
- ¿A Sasuke? – levanto la cara y lo pensó por un momento – no le he visto en la reunión
- Es porque estaba con Mikoto en la sala, no le has buscado ahí ¿verdad? – le miro a la cara con una de esas lindas sonrisas
- No, pero de todas maneras no creo que quiera jugar, siempre que me ve huye de mi, además el es doncel y no creo que acostumbre a jugar lo mismo que nosotros, por si fuera poco le llevo 3 años y entonces yo sería el responsable de que no le pase nada, no, creo que eso sería problemático
- Suenas igual que el hijo del Vizconde Shikaku Nara – aun cuando quería reírse se tuvo que aguantar al ver a su hijo deprimido
- Es horrible ser el hijo de una familia con titulo
- No te creas, este aburrimiento no viene de mi lado de la familia – dijo muy orgullosa
- ¿A qué te refieres?, eres la hija de un conde, debiste de haber sido criada igual que Deidara, Sasori, Hinata y Hanabi, Ino, Sakura, Tenten, Hana y su hermano Kiba, todos ellos son hijos e hijas de familias distinguidas igual que tu mamá
- Tal vez debí de ser educada como ellas y ellos, pero no fue así, veras – encogió las piernas y se sentó como su hijo, solo que tuvo que abrazar sus piernas para poder aplacar el vestido rosa con encaje blanco que llevaba, seguro se ensuciaría, pero que mas daba – yo me crie en un barco – vio como sus hijo abría mas los ojos de sorpresa – en el Konoha para ser más exactos – levanto la cara viendo hacia el techo del establo recordando aquella época – tu abuelo es el capitán del Konoha, seguro le conoces por el nombre de Kiuuby, el 5° Hokage
- ¿eres… la hija de un pirata? – sus ojitos brillaron de emoción – soy el nieto de un pirata – aun que su voz sonaba bajo se podía oír llena de emoción
- De un Lord Pirata – le dijo con un dedo en alto – a tu abuelo le gusta que le digan así, el ha estado viajando y desde hace 10 años que no le veo – se puso un poco triste al recordar que era tanto tiempo el que había pasado sin ver a su padre
- Pero… el Kiuuby es conocido por ser un pirata sanguinario y…
- Tu abuelo es todo menos sanguinario, malo o cualquier cosa que hallas escuchado de él, es muy amable, gentil, le gusta ayudar a las personas y quiere mucho a su familia – lo volteo a ver directo a la cara – tú te pareces mucho a el
- Creí que me parecía a mi papá
- Si también, pero si tuvieras el cabello rojo al igual que los ojos serias igual a él – le paso su mano por el cabello alborotándoselo todo
Fin Flash back
Naruto seguía sentado viendo a su abuelo directo a los ojos, durante su relato pudo ver como su cara cambiaba cuando mencionaba a su mamá, su cara se iluminaba de felicidad, y cuando le conto como le defendió no pudo evitar poner una sonrisa melancólica
- Después de eso me llevo a tu mansión a ver tus pinturas, nos desaparecimos toda la tarde, cuando llegamos a la casa papá estaba platicando con Jiraiya-sensei, supongo que le estaba diciendo que te había pedido que me trajeras contigo – se encogió de hombros
- Eres un gran chico Naruto – bajo algo la mirada, pero después la levanto de manera decidida – un digno hijo de tu padre y de mi hija Kushina, estoy orgulloso de que seas mi nieto cachorro – la mirada que le dirigió fue la misma que le daba su mamá
- Gracias… abuelo – esa mirada le recordaba tanto a su hija y a su fallecida esposa, sin duda fue difícil el tratarlo con indiferencia durante estos años, fue cuando le vio de manera más detenida que vio la venda que llevaba alrededor del estomago
- ¿Qué te paso cachorro? – era claro para Naruto que se encontraba preocupado, pero aun cuando su tono no sonaba así lo podía ver en sus ojos
- Nada grave, ya sanara – poso su mano encima de la venda de manera cuidadosa, no quería lastimarse
- Bien, será mejor que vallamos a comer algo, no he probado bocado desde ayer – se levanto de la cama y se tambaleo ligeramente, en cuanto Naruto le vio corrió a su lado y le ayudo pasando el brazo del mayor por su cuello – gracias hijo
- De nada viejo – empezaron a caminar rumbo a la cocina, al capitán siempre le llevaban la comida a su habitación que también era usada como lugar para planear como abordar un barco
- ¿Tienes algo pensado para tu cumpleaños?, porque sería divertido ir a tierra a festejar y hacerte hombre
Ese día supo que la relación con su abuelo había cambiado, y no se había equivocado, desde ese día le empezó a decir cachorro y a tratar en verdad como su nieto, le empezó a enseñar las artes de un verdadero pirata y en cuanto tocaron tierra lo llevo directo a una cantina para sus primeros tragos y para su primera mujer… o doncel, lo que él quisiera, ese día descubrieron que Naruto poseía la capacidad de todos los Uzumaki de tolerar el alcohol en gran cantidad, muchos de la tripulación terminaron ebrios antes que él y eso que era la primera vez que tomaba.