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VENGANZA por DRAGIOLA

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Notas del capitulo:

Aqui les va la continuacion muchachas, gracias por leer la historia y a quienes dejaron comentarios.

Me van a creer ke por poco subo la continuacion en otra historia, la fiebre me tiene mal, mal, malllllllllllll.

Definitivamente le sacaba de quicio, a diferencia suya, cuando aquel sujeto se le acercaba, no salía huyendo, ni siquiera cuando le abrazaba, es mas, el muy infiel se lo regresaba con una gran sonrisa, la cólera que sentía no podía ser mayor, tantos años juntos y el apena dejaba que se le acercara, solo recordar como ponía a Greta en medio de ambos por las noches para evitar a toda costa cualquier roce involuntario.  ¡Como se atrevía, mas con un humano!

 

Nada de eso importaba ya, por fin, después de tanto esfuerzo se le declaro rojo como tomate, nervioso como el enclenque que siempre seria, todo estaba viento en popa.

 

Claro que debería soportar ciertos suplicios, como que le tomara de la mano y hasta que le diera uno que otro beso, que en un principio eran bastante tímidos pero que luego hasta el no creía que podían provenir de quien fuera su prometido, debía resistir, no le quedaba remedio, aun no era suficiente, terminar en ese punto no seria nada en comparación de causarle un dolor aun mayor, debía pagar por las humillaciones que viviera desde que lo conociera y eso debía ser pronto.  Si en un principio detestaba que la pequeña durmiera con ellos e insistía en darle obsequios con tal de que se marchara a su cuarto, ahora era todo lo contrario, desde que el enclenque aceptara sus sentimientos hacia el, sus avances románticos iban demasiado aprisa para su gusto, a tal punto que en varias oportunidades debía cerciorarse de no encontrase a solas o cerrar bien la puerta del baño, porque si no, el maldito pervertido que tenia por prometido se le tiraba encima como mosca a la miel.  Quizás ese fue el motivo principal para que se decidiera a formalizar aun mas sus sentimientos, en plena cena, frente a unos asombrados habitantes de palacio, sin siquiera pedírselo, ni  a el o a sus hermanos, les informo de su próxima boda, dando hasta la fecha e indicando a un iracundo Gwendal que no daría su brazo a torcer y que si era necesario encerrarlo en prisión para que no molestara con los preparativos lo haría.   No lo pudo evitar, mas que sorprendido estaba feliz, se río de lo lindo en aquella ocasión, tanto que su hermano acepto en seguida la rara petición de boda, lo que no sabían era que dicha alegría no se debía por lo que ellos pensaban, cerca, esta cerca, ya te veré sufrir desgraciado infiel.

 

Todo se volvió un gran alboroto desde que se hizo publica nuestra boda, tanto así que hasta los padres del enclenque llegaron a instalarse a palacio, debía respirar y contar hasta diez como me lo recomendara Gisela, muy a menudo, ya era bastante con la madre que tenia, pero ahora se sumaba mi supuesta futura suegra, ambas unidas eran un verdadero torbellino, como le odiaba por eso, si no fuera por la satisfacción de su venganza hubiese echado todo por la borda, pero no, debía ser paciente, ¡y que ni soñaran que usaría uno de esos ridículos vestidos, el no era una mujer!, si debía vestir algo para su boda, seria su uniforme militar, aun siendo aquello una farsa, no tenia porque verse mal vestido, eso si seria una ofensa para la noble casa a la que pertenecía.

 

El momento llego, ya acepto, idiota, eso es lo que eres, no sabes que dentro de un par de minutos quedaras expuesto como el enclenque que eres, la humillación que te haré vivir la recordaras hasta el día de tu muerte, je jeje, al fin mi venganza esta por culminar, si lo conseguí, ¡si!, de Wolfram Von Bielfield nadie se burla.

 

¡Pero que demonios!, me a besado, maldito atrevido, ¿pero porque todos aplauden?, que rayos ocurre, porque nos felicita Ulurike, ¿Qué?, ¿Qué a pasado….acaso yo…?

 

No lo puedo creer, como pudo pasarme esto, estaba tan sumergido en la gloria de mi éxito que sin darme cuenta….dije….si… ¡maldita sea, que haré ahora!

 

Si ríete, baila, ¡rayos yo no quiero bailar!, cálmate Wolfram, piensa con la cabeza fría, finge, no te queda de otra, ¡maldición ahí esta mi madre a risas con la que no debería ser mi suegra! ,  me pregunto que estarán planeando, porque de seguro es eso, claro, como no consiguieron que usara ese horrendo vestido, ¡ja!, si claro, yo usando esa cosa, que lastima que haya sufrido un terrible percance a último minuto.

 

Gwendal, solo el puede ayudarme, jamás le a agradado el enclenque, pero como lo abordo, que le digo, debe ocurrírseme algo pero ya, ¡maldita seas Anisina!, que rayos hace dándole a beber tanto, ¡desgraciada acaso quiere dejarlo fuera de combate!, ¿pero porque haría eso?  Conrad, el podría ayudarme, mmm, maldito bastardo, nos esta sonriendo e indicando a mi aniki, debí suponer que era cosa de el.

 

 

 

No puedo negarlo el cuarto esta precioso, si que se esmeraron esas dos, es obvio que fueron ellas, ¡rayos estoy nervioso!, un momento, eso es, el estar casados no significa nada si no se llega a consumar, je jeje, lo único que tengo que hacer es dejar fuera de combate al enclenque y ya esta, apenas llegue el alba gritare a todo el mundo que no cumplió, hasta que me amenazo o algo.  Pero que estoy diciendo, el único que será humillado nuevamente seré yo, ¡mierda!, piensa Wolfram, algo se te debe ocurrir no hice tantos planes para terminar así.

 

Escalofríos, eso es lo que siento cuando el me besa el cuello, que si me voy a preparar, ¡que diablos significa eso!, lo único que deseo es hacerte llorar, ¡maldito seas!, pero ni sueñes que me pondrás un dedo encima eso si que no, antes de ir a la cama con un mestizo, yo…yo…prefiero morirme, eso.  Yo no te amo, yo te odio, tu no me gustas, todo lo contrario, ni siquiera me agradas, te aborrezco, no sabes cuanto, nunca podrías llegar a imaginar cuanto, gritare, juro que lo are, te expondré como un infiel, no me iré a la cama contigo, ¡eso no!

 

 

 

 

El sol me molesta, siento el cuerpo pesado, ahaaaaa, me duele, no lo entiendo, ¿que paso?

 

Mi plan iba bien, lo patearía apenas intentara algo.  Me tomo por sorpresa, comenzó a besarme el cuello, justo cuando me alejaba de el, me cargo en brazos, ¿Qué es eso?, ¿Por qué lo hizo?, costumbre de su mundo claro.  Me beso en la boca y yo por supuesto de acuerdo a mi plan lo empuje apenas quiso quitarme la chaqueta, se río alegando que jamás pensó verme nervioso en aquella situación, “No tienes porque tener miedo mi amor”, en ese momento quería gritarle que yo no era su amor, golpearlo en la cara lo mas fuerte posible, entonces se me hecho encima para seguir besándome, “No tengas miedo, te prometo que seré gentil”.  ¡Miedo, yo, quien se creía que era!  Solo por eso permití que siguiera adelante, nadie diría que Wolfram Von Bielfield era un cobarde, mucho menos aquel cobarde que ahora se decía mi esposo.

 

Lo juro, no se como termine en paños menores, ni siquiera como llegue a permitir que el….bueno…ya saben….aunque quisiera negarlo no puedo, sus caricias, sus mimos, su delicadeza, todo, comenzó a hacer vibrar mi cuerpo, nuevas sensaciones se despertaban en mi, sensaciones que nunca sentí con otro, no es que yo hubiese tenido muchos novios, los idiotas que tengo por hermanos siempre espantaban a mis pretendientes y de los dos que tuve de incógnitos apenas quise presentarlos salieron huyendo. 

 

Hasta esa noche, yo juraba haber perdido mi virginidad con Roland Von, ya no importa, pero entonces un dolor punzante me saca del paraíso al que me había llevado con sus caricias, ¡ese pervertido!, introdujo su, no sus, ahí, justo ahí, apenas podía moverme y el muy campante diciéndome que respirara, que pronto estaría listo, listo que, a que se refería, que pasaba, no tenia la menor idea, entonces tomo mis piernas ubicándolas alrededor de sus caderas, en una pose muy vergonzosa, yo solo deseaba huir, creo que el se dio cuenta porque entonces me agarro con fuerza y lo metió.  ¡Por Shinoun!, nunca desee tanto que Gwendal apareciera y lo matara en el acto, tal como lo había propuesto al escucharlo fijar la fecha de la boda. 

 

Dolía, dolía, tanto que hasta la vergüenza que sentía se esfumo, mi cuerpo ya no era mío, el dolor quemante me partía en dos, lloraba por su causa y apenas podía respirar.  Se hecho encima besándome, pidiéndome perdón por el dolor que me provocaba, asegurándome que pasaría, pero no pasaba, se dio cuenta, debió ser eso, supo de mi venganza, de todo lo que planeé en esos años, esa era su venganza, me torturaba de la peor forma posible.  Comenzó a moverse y el dolor aumento, enterré mis uñas en sus hombros, de tal forma que lo obligara a dejarme ir, pero nada, el seguía moviéndose, lento, mediano, para mas tarde aumentar sus penetraciones, fue entonces que me perdí, aquella sensación tan extraña, sentí pánico, de mi boca salían unos sonidos lujuriosos, parecidos a los gemidos de placer que el emitía desde el principio, ¿Qué me pasaba?  De repente, no se porque, sentí la necesidad de besarle, abrazarle, todo se vuelve confuso luego de eso, lo único que recuerdo es un grito a la par y a el besándome en la boca.

 

“Cariño estas bien”, como puede preguntarme eso después de lo que me hizo, si hubiese sabido cuan pervertido era, jamás.  Ahora entiendo aquel dicho, si juegas con fuego no dudes que te quemaras, pero como me podía pasar esto a mi, ¡a mi!, que mi elemento es ese.

 

Le he rehuido desde aquella noche, claro que no puedo marcharme del cuarto, ya estamos legalmente casados, ¡bien casados!, esa noche me perseguirá hasta la tumba, como pude consumarlo, como pude caer tan bajo, yo y un mestizo, la piedra no cae tan lejos, sin lugar a dudas soy digno hijo de mi madre, cuanto me detesto por eso.

 

No me ha insistido últimamente, claro, el muy idiota se siente culpable luego de haberme dejado postrado casi todo un día, con una fuerte fiebre, que vergüenza, si hasta llamo a Gisela, si será idiota, lo único que ella hizo fue confirmar la perdida de mi maldita virginidad y hacerlo divulgar ante los curiosos de siempre.  Lo único que deseaba era ser tragado por la tierra, aniki ayúdame en esto por favor, aunque lo desee, no se cumplió, al parecer Anisina se encargo de dejarlo fuera de combate por varios días, que rayos le habrá dado a beber en los tragos.

 

Debía encontrar la manera de sacármelo de encima, nuevamente comenzaba a atosigarme en la cama y ya ni la culpa servia, si hasta llego a manosearme a plena luz del día.

 

Me lanzo sobre el escritorio de su oficina, sin importarle que yo no quería, me beso ansiosamente, me arranco la chaqueta con desesperación, ya estaba a punto de arrancarme los pantalones cuando fui salvado por Conrad, quien al vernos en aquella posición nos pidió disculpas y se retiraba cuando yo mande un grito pidiendo ayuda, eso le sorprendió, pero sobre todo a él que enseguida se quito de encima, su rostro confuso y apenado me persiguieron por todo el día.

 

 

Estaba decidido, me marcharía por un tiempo, le pediría a Gwendal que me enviase junto con mi patrulla a cualquier misión disponible, necesitaba estar lejos de el a como diera lugar, ya no aguantaba mas.

 

A mi hermano le extraño escuchar mi petición, mas no pudo evitar esbozar una sonrisa, para luego ponerse gris, “Te a hecho algo ese infeliz”, estaba claro que mi hermano aun lo detestaba, podía decirle muchas cosas en su contra pero preferí obtenerme, no deseaba darle alargues al asunto, mientras pudiera estar un par de semanas lejos de palacio seria feliz.

 

Estaba subiéndome a mi caballo cuando siento el agarre de una mano en mi brazo, que por poco me hace caer de bruces al suelo, todos, incluyéndome, estaban sorprendidos al ver de quien se trataba, mas en la expresión de su rostro, jamás pensé verle así.  Me llevo a la fuerza, casi a rastras por los pasillos de palacio, ¡infeliz aun seguía humillándome, para colmo frente  a mis hombres!  En el trayecto nos encontramos con Gwendal que lamentablemente intento brindarme su ayuda sin éxito, Conrad se interpuso alegando que  en pelea de parejas no era prudente intrometerse y mucho menos de casados. 

 

Nunca creí sentir esa mezcla de nervios y miedo por parte de alguien aparte de mi aniki, pero ahí estaba.  Cerro la puerta con llave, la cual tiro lejos, dio unos pasos hacia mi y por supuesto que yo también lo hice pero en sentido contrario, empezó a desabotonarse la chaqueta, su rostro ya no mostraba confusión, mucho menos serenidad o dulzura como lo hiciese antes, rabia, enojo, más, pero no sabría descifrarlo.

 

“Quítate la ropa” dijo con voz severa sin parar de desnudarse, “que esperas”, estaba mudo, por primera vez no sabia que responderle.

 

 

 

 

Continuara...........................................

Notas finales:

Si, lo se, a veces lo que planeamos no nos sale como lo habiamos planeado, pobre Wolf, aaaaaaaaaaaaa, pero asi es la vida, ¿no?

Les prometo que intentare de subir mañana el final de esta historia.

Gracias por sus comentarios.

A por cierto, cuando Wolf ser refuiere a ese humano, habla de Sara, es obvio pero por si acaso igual lo aclaro.


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