- Que poco me conoces…- dijo con claro tono de decepción, ya sabia que los meses de conocerse eran pocos, y menos los que tenían de relación, pero ¿tan pocos frutos habían dado?...
¡No!, no, le gritaba su conciencia, pero no sabia como interpretarla, tal vez era un alto a no seguir lastimando a Shima ya cansado de tanta podredumbre o había sido un: no, como alto a su estupidez, pues estaba a punto de arruinarlo todo.
Reita se volvió hacia su interlocutor, movido claro, por ese segundo pensamiento, clavando sus ojos en esos miel que lucían vidriosos, pero pese a ello no dejaban escapar el llanto, Kouyou lucia diferente, quizás un poco mas decidido.
- Que quieres que piense…- se dignó a hablar, pero había amargura en su voz- a pesar de que conoces mi estado de salud, has continuado presionándome para que me acueste contigo.
- Tal vez me he visto ansioso- aceptó, agachando un poco la mirada, meditando- Pero no comprendo tu reacción, ni tampoco entiendo que pensando eso sobre una persona, continúes con ella… ¿Por qué estas conmigo Akira? ¿Por qué?
Reita se quedó perplejo, eso que acaba de escuchar no lo podía haber dicho el Kouyou que él conocía, el imbécil que se había enamorado con boberías y era un mediocre pues siempre se rebajaba solo por darle gusto en todo.
Esto ultimo Uruha se lo había sacado de la manga, sabia que era una artimaña que podría revertírsele, pero necesitaba saber, ¿Por qué Reita estaba con él?, Además una parte le decía que si tenia que sufrir un desengaño que fuera de una vez, no cuando estuviese mas enamorado.
-Tonto- se dijo mentalmente ¿A quien engañaba? Ya esta demasiado enamorado pero debía ocultar bajo esa mirada seria una cargada de angustia y temor.
- ¿No piensas contestar?- cuestionó nuevamente, debía forzarlo un poco, necesitaba, ansiaba saber el pensar de Akira.
Desvió la vista por un segundo, lo justo para alcanzar a divisar en su mano izquierda el anillo que tiempo atrás le había dado el menor, lo había estado usando desde entonces sin darse cuenta, y mil cosas pasaron por su mente, volvió la mirada al frente, donde Takashima continuaba a la expectativa… ahora él podía ver con mayor claridad, podía leer en el rostro de Kouyou la lucha, la angustia y el miedo.
Caminó hasta él y sin decir mas lo besó.
Uruha se sintió atrapado entre dos brazos que se ceñían a su cuerpo, por una boca que ávida de sed lo besaba, Reita lo estaba besando sin importarle que fuera en plena oficina, que en cualquier momento pudiera entrar Aya a darle algún recado o a avisarle de alguna llamada… Akira se perdía en su boca y se maravilló de ello, después de la sorpresa solo atinó a cerrar los ojos y dejarse llevar por esa apasionante caricia.
Sus manos subieron hasta su cuello, acariciando con sus dedos el cabello claro de su nuca, sabia que ese simple toque lo descontrolaba, permitió a su lengua salir tímida a recibirlo, Akira lo hizo tenderse sobre el escritorio, haciendo volar con ello la pila de papeles, ese beso lo estaba asfixiando pero deseaba mas, necesitaba tanto que Akira le demostrara su amor, y que a su vez le dejara demostrarle el propio.
El rubio se detuvo, sacó sus manos del cuerpo de Shima y separó sus rostros solo unos centímetros, intentando normalizar su respiración y que Uruha lo hiciera también, pero no perdió el contacto visual con esos ojos claros que tanto le gustaban, porque era cierto, a pesar de todo le gustaba y la facilidad de leer un sentimiento en ellos.
- Te amo…- susurró quedo, lo justo y necesario para que Uruha lo escuchara.
Alzó los brazos y le acarició el rostro como si estuviera maravillado de él, al tiempo que colocaba su frente en la de Shima para descansar.
- Yo también te amo- respondió el menor abrazándolo por la cintura, mientras escondía el rostro en ese lugar perfecto entre su pecho y su hombro.
- No me dejes Kouyou- confesó en su oído casi en un susurró, mientras cerraba los ojos y aspiraba su olor- se que no debí decir eso… pero soy demasiado ególatra como para pedir perdón… pero te amo, desde el instante que te vi entre esa gente… incomodo en aquella fiesta, me conquistó la calidez de tu mirada, tu forma de actuar tan sencilla, deseaba conquistarte, pero termine a su vez siendo conquistado… te amo, aunque a veces suelo ser frío y distante, aunque a veces no sepa como demostrártelo… no lo dudes.
- Akira… Mi Akira- lo apretó más, quería sentirlo suyo, esos eran sus momentos, en los que dejaban de importar las apariencias y se entregaban y se decían lo que sentían el uno por el otro- Yo también me enamore desde esa noche… te me escapabas, te perdías entre la gente y después llegaste a mi de improviso, me hipnotizo tu forma tan cordial y tus ojos llenos de un dolor desconocido, me invadió el deseo de protegerte.
- Shima… - dijo mientras volvía a separarse para verlo a los ojos y de nuevo volvía a besarlo, pero esta vez no notaron la presencia de alguien mas en la habitación.
- Eh Uruha…- llamó Takanori para hacerse notar, un tanto nervioso por lo que sucedía.
Akira rompió el beso, dejando escapar al menor de su abrazo, la verdad estaba molesto por la interrupción, ese amigo suyo nunca le había caído bien y sabia que era mutuamente.
- ¿Qué sucede Ruki?- preguntó Uruha bajándose del escritorio y arreglando un poco su ropa, que se había desacomodado debido a la posición.
- Hay alguien esperándote en la oficina- sonrió pícaramente, definitivamente el témpano no era así después de todo.
- Esta bien, voy enseguida- respondió el castaño con desgano, se volvió hacia Reita y le beso rápidamente en los labios- ¿nos vemos mas tarde en el departamento?- preguntó sonriente.
- Si- dijo únicamente un tanto incomodo por la presencia de Ruki que no paraba de mirarlo de forma que interpretó burlesca.
Kouyou se fue junto con Ruki, dejando nuevamente solo a Reita, estaba a punto de sentarse en su escritorio y reanudar con sus labores, pero la pila de hojas regadas por el suelo le recordó que el culpable de ese desastre era él mismo… había colocado a Uruha sobre el escritorio… y…
- Le dije que lo amo…- la frase la terminó en voz alta, se rozó los labios con los dedos recordando la forma tan apasionada en que lo había besado y no pudo evitar sorprenderse de ello- eres bueno AKira- se dijo a si mismo mientras sonreía- por un momento luciste tan sincero que me dio miedo.
*~*
- ¡Waaa! ¡Que beso!- dijo Ruki apenas saliendo de la oficina de Suzuki- esas cualidades de Akira las desconocía, eh~ picarón- sonrió divertido- deberías decirme que más hace bien…
- ja-ja-ja que gracioso.
- Yo moriría si Sato me besara de esa forma- confesó emocionado, tanto que olvido que estaba con Shima.
- ¿Satoshi? Ruki… ¿te gusta Sato?- cuestionó intrigado, ellos tras habían sido amigos desde la universidad.
- ¿Dije Satoshi? Debiste oír mal- aclaró queriendo salir del paso.
- Si, dijiste Satoshi- insistió el castaño.
- Creo que el beso te afecto- comentó molesto, al tiempo que abría la puerta de la oficina de Uruha para entrar- Por cierto… te espera alguien.
- ¿Quién?- cuestionó entrando para ver a esa persona.
- Buenos días, yo soy quien te espera - informó Yuu saliendo a su encuentro- mi nombre es Shiroyama Yuu
- ¿Shiroyama?- preguntó interesado.
- Si, mi padre es accionista de esta empresa, precisamente de él quisiera hablar contigo Kouyou, si tienes tiempo- solicitó sonriente.
- Por supuesto… ¿Quieres tomar algo?- cuestionó gentil.
- Un café estará bien… sin azúcar- dijo dirigiéndose a Ruki.
- Dos cafés Taka, por favor- pidió Uruha, mientras se sentaba y con un claro ademán, invitaba a Shiroyama a hacer lo mismo.
- Si, en un momento- Dijo para luego cerrar la puerta tas él.
- Bien, como te dije deseaba hablar de mi padre contigo, yo estudie y ejerzo mi profesión, nunca me he inmiscuido en los negocios de mi padre, claro, hasta ahora, supe que esta muy interesado en implementar un proyecto en tu empresa Uruha- informó Yuu con claridad- sé que por motivos, que únicamente tu conoces, te has negado.
- Es cierto- aceptó Takashima con seguridad- tengo motivos muy bien sustentados para negarme al proyecto Mercurio.
- No vine a discutir- aclaró- ni a meterme en tus decisiones, es solo que mi padre me tiene preocupado, se ha metido tanto en eso, que ha cambiado, lo veo desesperado, simplemente irreconocible, lo ha trastornado la idea de realizar la fusión.
Aoi se levantó de su asiento sorprendiendo a Uruha, para dar un par de vueltas y volver a enfrentarlo, su gesto denotaba una gran intranquilidad, Shima no supo como reaccionar ante eso, pero le causo un poco de pena.
- Perdona si vine a molestarte…- murmuró cabizbajo- solo soy un hijo preocupado por su padre… la verdad no sé ni a que vine- sonrió con tristeza- será mejor que me vaya- caminó hacia la puerta con paso lento, Shima lo siguió con la vista, pero después se levantó y fue tras él.
- Si hay algo que este en mis manos para poder ayudar al Sr. Shiroyama, no dude en decirme- pidió inquieto.
- Muchas gracias Kouyou- Yuu se giró y al hacerlo quedaron ambos hombres relativamente cercas, sonrió agradecido- eres una buena persona… y discúlpame con tu secretario, le dejare pendiente el café.
- No te preocupes por eso.
Aoi salió de la oficina de Takashima con una amplia sonrisa, el primer paso para acercarse a Uruha había sido dado, quería crearle una buen imagen suya, conmoverlo con su abnegado amor filial, así cuando Akira lo dejara destrozado, podía él entrar en escena con mayor facilidad.
Se quedó parado un segundo tiempo que un par de secretarias aprovecharon para observarlo, debía admitirlo era todo un galán, se arregló un poco su cabello negro y continuó su caminar hasta que este fue interrumpido por alguien por demás conocido.
- ¿Qué haces aquí, Aoi?- cuestionó Akira un tanto asombrado por su presencia, pero no lo demostraba.
- Visitando a la familia…- mintió- nos vemos después, tengo un poco de prisa- la verdad no tenia nada que decirle a Suzuki, ni ánimos para conversar con él.
Caminó con su habitual elegancia mientras Reita lo seguía con la mirada, sabia que Yuu no hacia las cosas por que si, y esa visita a Maverick tenia una doble intención, pero eso ya la averiguaría después.
Continuara...