Había estado íntimamente con Takashima, la evidencia era contundente, ¿Cómo había llegado hasta ese punto de debilidad?, ya suficiente indigno era el haber fingido que lo amaba y tener que soportar su contacto, para ahora solo por unas copas llegar a esto, lo único bueno era que por más que lo intentaba no lograba recordar nada.
Se levantó sin hacer ruido, los menos que deseaba era que despertara y tener que soportar sus mañas, tenia que salir de ahí cuanto antes, creía que iba morir si continuaba un instante más en ese apartamento, la cabeza le daba vueltas, sentía que iba a explotarle de un momento a otro.
Solo tomó algo que ponerse encima y cubrir su desnudez, las maletas las había dejado hechas el día anterior, estaban escondidas dentro del armario, tenía ya todo listo para irse de la casa de Kouyou una vez firmado el traspaso de derechos, así que las tomó con decisión, no quería volverle a ver la cara a ese tipo.
*~*
Uruha despertó con una sensación de plenitud jamás tenida, solo de pensar en lo acontecido la noche anterior, podía sentir claramente como se le acaloraban las mejillas, al fin había hecho el amor con Reita, aun sin abrir los ojos estiró la mano para tocar a su amante, pero el rubio ya no estaba.
Se levantó de golpe un tanto asustado, pero en un segundo se tranquilizó, seguramente había ido a la cocina por algo, tal vez al igual que a él, le protestaba el estomago por algo de alimento.
Se desperezo sin prisa, para después vestirse con la ropa que iba recogiendo de la alfombra, cuando lo viera se le lanzaría al cuello y lo besaría hasta cansarse, solo como castigo por dejarlo despertar solo.
Caminó buscándole con la mirada, llegó hasta la cocina y no estaba ahí.
- Reita- lo llamó, alerta a cualquier ruido que pudiera indicarle donde estaba- Reita- habló nuevamente, pero igualmente no obtuvo ninguna respuesta.
*~*
Se dejo caer con pesadez sobre la amplia cama, no sabia si volver o no a la empresa, quizás mañana lo haría, había obtenido lo que se había propuesto, enamorar a Takashima Kouyou, había logrado que lo amara hasta la ultima célula de su cuerpo, ahora sabia con certeza que en el momento que el castaño supiera que no lo quería se derrumbaría como un castillo de arena, observó con triunfo el par de papeles que tenia en las manos, su futuro estaba asegurado, todo volvería a la normalidad, podría casarse con Miyu, ya tenia que ofrecerle… ahora solo tenia que olvidar los sacrificios que había hecho y todo lo que ello conllevaba para conseguir ser rico y cumplir su venganza.
Supuestamente la venganza era dulce...
Pero por un lado estaba feliz, por el otro...
Se metió la mano al bolsillo de su pantalón, ahí se encontraba su celular, ni siquiera lo había encendido, no quería que Uruha lo localizara de esa forma, aunque seguramente a esas alturas ya se había dado cuenta que se había ido y no quedaba nada de él en su departamento, por consiguiente lo estaría buscando como un loco y uno de los lugares a los que podría buscarlo era su antiguo departamento. Sin moverse mucho oprimió con uno de sus dedos la tecla de mensajes, había estado apagado la mayor parte de la mañana y lo mas seguro es que alguien hubiese intentado localizarlo.
10 mensajes, señalo el aparato electrónico... oprimió la tecla de escuchar para que empezara a hablar esa mecánica y típica voz femenina.
Primer mensaje: Sr. Suzuki, soy Aya, hablaba solo para recordarle la reunión con el Sr. Jin, 3 pm
Segundo mensaje: Habla Aoi, comunícate lo antes posible.
¿Cómo había conseguido Shiroyama su numero telefónico? Ese tupo era una caja de sorpresas.
Tercer mensaje: Hola Akira, soy Shima, me extraño no verte al despertar, ¿Estas molesto? Te quiero, háblame por favor.
Cuarto mensaje: Soy yo de nuevo ¿Dónde estas?, Necesito hablar contigo, te amo.
Quinto mensaje: ¿Aun no llegas? ¿Por qué no respondes el celular? Estoy preocupado Akira, llámame en cuanto escuches este mensaje.
Sexto mensaje: Fui a buscarte a tu antiguo departamento el portero me ha dicho que no había nadie... me dio la impresión de que no se refería únicamente a ti, sino que vivían mas personas... tal vez me confundí... por favor háblame.
Séptim-Apagó el aparato con fastidio... seguramente el resto también eran mensajes de Uruha.
- Ah si que vino a buscarme aquí...
Seguramente ni Miyu ni su Tío Kiyoshi se encontraban en ese momento.
*~*
El timbre de la entrada sonó un par de veces así que se apresuró a atender, seguramente era Reita que había olvidado sus llaves, sonrió ante tal idea, llevaba todo el día intentando localizarlo y nada, pero su sonrisa se esfumó rápidamente cuando el rostro preocupado de Ruki apareció del otro lado de la puerta.
- Ahh eres tu Taka... - dijo en tono desanimado al tiempo que se movía un poco para dejarle pasar.
- ¿A quien esperabas? ¿A Hide? No te apareciste por la empresa en todo el día, llamó para acá y suena ocupado, ya se que eres el accionista mayoritario pero también puedes tomar el teléfono y avisar que no iras a trabajar- regañó el baijto con su cruce de brazos característico.
- Lo siento, yo también estoy preocupado... - dijo dejándose caer sin cuidado sobre el sofá más próximo.
- ¿Qué sucede?- preguntó extrañado, mientras tomaba asiento a su lado.
- Reita se fue desde no se que hora y no ha vuelto... - se cubrió el rostro- se llevo todas sus cosas, lo busque en su celular y en su departamento y nada, parece como si se lo hubiese tragado la tierra- Ruki pudo notar la desesperación en sus palabras y sintió molestia por ello.
- ¿Se molestaron? Seguro fue por que ayer tomó como si fuera su último día en la tierra.
- No... Al contrario- dijo alzando la vista y sus mejillas lucieron un leve sonrojo.
- ¡Ohh que desconsiderado!- exclamó irritado, adivinando la intención detrás de las palabras de su amigo y levantándose precipitadamente de su asiento- No te preocupes Uru-chan seguramente al idiota de Akira no le ha pasado nada... - dijo mordiéndose el labio en clara señal de furia contenida, ya iba a decir hasta de que se iba a morir Suzuki, pero el estado de total depresión de su amigo lo detuvo, obviamente no era el momento.
- ¿Me acompañarías a buscarlo a su departamento? con suerte y esta vez lo encuentro allí- dijo recuperando un poco el optimismo.
- Bueno, pero démonos prisa, ya que Sato-chan va a matarme si llego tarde a cenar...
- Gracias Taka.
Uruha fue a su habitación y cogió algo para cubrirse, después volvió donde Ruki y salieron en busca del rubio con complejo de iguana.
*~*
Shima tocó el timbre una vez y espero a escuchar algún ruido del otro lado, al no oír nada oprimió el botón nuevamente.
Esta vez el ruido de la llave en el cerrojo hizo que sonriera, la puerta se entreabrió un poco y la cara de una chica se asomó un poco para ver quien era.
- Disculpe creo que me equivoque... - dijo Uruha sonriendo torpemente a la joven que esperaba.
- No se preocupe- respondió Miyu abriendo la puerta más para verse completamente, quizás esos jóvenes requerían de su ayuda.- Soy nueva en el edificio pero tal vez pueda ayudarlos.
- Si, por favor, buscábamos a Suzuki Akira- intervino Ruki dirigiéndose unos pasos al frente.
- Ahh Reita - dijo la chica como quien le conociera de toda la vida, reacción que sorprendió a Uruha.- ¿Ustedes son amigos de Akira?
- Algo similar- dijo el castaño sonrojándose un poco.
- Me agrada conocer a los amigos de Akira- dijo Miyu efusivamente- pero pasen no se queden aquí a fuera.
Ni Ruki ni Uruha se movieron ni un centímetro, no entendían porque la chica los trataba de esa forma tan amable.
- Disculpa... ¿De donde conoces a Akira?- preguntó Ruki directamente, eso le estaba dando mala espina.
- Discúlpenme ustedes, debe parecerles muy extraño que se encuentren a una perfecta desconocida abriéndoles la puerta del departamento de Akira.
- ¿Entonces este si es el departamento de Akira?- preguntó el chibi atando cabos.
- Si, mi nombre Miyu y soy su prometida.
- ¿Prometida?- preguntó Ruki contrariado, había escuchado lo que creía que había escuchado.
Aquella noticia le cayó como un balde de agua fría al castaño, que se quedo con los ojos muy abiertos y fijos en la joven frente a ellos, Ruki tampoco supo que decir solo atinó a volverse a su amigo y ver su rostro de total conmoción.
- ¿Quién es, Miyu?- la voz de un hombre acercándose se escuchó dentro del apartamento.
- Unos amigos de Akira Sr. Kiyoshi- informó la joven sin dejar de sonreír.
Kiyoshi abrió la puerta de par en par para ver de quien hablaba Miyu y grande fue su sorpresa al ver al mismísimo Takashima Kouyou.
- Debe haber un error, el Akira que yo busco no tiene prometida- dijo intentando entender lo que estaba sucediendo- vive solo en este edificio.
- Mi prometido se llama Suzuki Akira y el Sr. Kiyoshi es su tío- El anciano no perdió tiempo en inspeccionarlo con asco, ¿A sí que ese era el tipo con quien su sobrino tenia que revolcarse? ¿El causante de la pobreza y la muerte de su primo?
- Entra Miyu yo les atenderé- la joven obedeció confundía, entrando dentro del apartamento y cerrando tras de si - No te has equivocado Takashima... - vocifero maléfico el mayor- El Akira que tu buscas es mi sobrino y el prometido de la joven que viste.
- ¿Cómo sabe quien soy?- preguntó seriamente Uruha, lo que ese hombre decía no podía ser cierto.
- ¿Cómo no saberlo? Si eres el retrato de tu padre, ese maldito sumió a Suzuki Masato en la más absoluta pobreza- Uruha lo miró expectante- ¿No lo sabias? ¿No sabias que tu padre fue un canalla que despojó a Masato de su fortuna y se apropio de RT Corporation, para crear Maverick?.
- Usted esta loco... - dijo el castaño incrédulo, Ruki no dijo nada, había escuchado algo sobre uno de los antiguos socios, no podía ser que aquel hombre fuera el padre de Reita.
- Dime demente, pero no es mas que la verdad... al igual que es el verdadero motivo de Akira para estar contigo, él solo quería vengarse de ti, te odia.
- Esta equivocado, Reita me ama... usted miente...
- ¿Amor?- preguntó irónico- ¡Odio!- exclamó acercándose a Takashima- Ese es el único sentimiento que él alberga hacia ti, hubieras visto su cara de asco cuando me contaba lo que tenia que hacer contigo, su desesperación... pero él lo prometió, le prometió a su padre vengarse del hijo de su verdugo y recuperar lo que les pertenecía y les fue arrebatado.
Uruha recordó la expresión que Reita tenia al momento de que él firmó unos papeles en su oficina el día anterior………… ¿no podía ser cierto? ¡No!, la forma en que lo había visto en la reunión de Ruki...
- Mi sobrino te odia, te detesta, le eres repugnante- vociferó triunfante.
- ¡No es cierto!- gritó Uruha aterrado por la sola idea de que el amor de Reita fuera una farsa.
*~*
- Akira ¿Puedo pasar?- preguntó Miyu asustada, al tiempo que daba un par de golpes en la puerta de la habitación de Suzuki.
- Pasa... ¿Qué sucede?- preguntó el rubio viendo a la chica tan asustanda.
- Es tu tío, esta discutiendo con dos jóvenes en el pasillo...
- ¿Dos jóvenes?
- Si, te buscaban a ti, pero tu tío se ofreció a atenderlos...
- ¿Cómo eran?- preguntó extrañado.
- Un joven castaño y otro medio rubio bajito.
Reita se quedo en blanco cuando le cruzó por la mente la idea de que Uruha estuviera ahí y esa chico de la que hablaba Miyu fuera su amigo Takanori.
- Iré a ver que sucede- le dijo suavemente a la joven quien asintió en silencio, estaba a punto de seguirlo pero él la detuvo- tu quédate aquí, por favor.- ella asintió nuevamente.
A juzgar por las voces que se escuchaban efectivamente era su tío y Uruha quienes discutían, por un instante no supo que hacer, tal vez lo mejor era que el anciano les contara todo, así se evitaría verle la cara a Takashima, pero eso era huir y él no tenia de que huir, ¿o si? Además una parte de él, deseaba verle el rostro y disfrutar de su sufrimiento.
Abrió la puerta y se encontró con ellos, su tío lucia complacido ante el dolor de Kouyou que al verlo lo miró suplicante, en busca de una explicación, Ruki desencajado y lleno de furia.
- ¡Reita!- exclamó Uruha e intentó acercarse pero Kiyoshi se lo impidió interponiéndose entre ellos, tenia los ojos vidriosos, como luchando por no llorar, con la esperanza de que todo lo que decía ese hombre fuera una equivocación, pero necesitaba oírlo de la boca de Akira- Dime que lo que dice este hombre es mentira, por favor dímelo.
- Sigue haciéndote ilusiones... - arremetió el anciano sonriendo con burla.
- Deje que Akira hable- intervino el chibi con firmeza, el único que podía disipar las dudas era Suzuki, y por el bien de su amigo, esperaba que eso fuera un error.
- Es la verdad- logró decir al fin el rubio- No sabes cuanto te odio- reacciono, necesitaba sacar toda la rabia que tenia dentro, sabia que era la única forma de olvidarse de todo y continuar con su vida.
Uruha se quedó de piedra al igual que Taka, y las lágrimas brotaron de esos ojos avellana cuyo dueño aun se encontraba decididamente a no creer.
- Estas mintiendo, tu también estas mintiendo- intentó evadir la realidad, la verdad era demasiado dolorosa para ser cierta.
Esta vez nadie pudo impedir que se acercara a Suzuki, y lo tomó de los hombros, quería ver en sus ojos, esos que no podían mentirle… él podría descifrar en ellos la realidad, la verdad de todo, pero solo vio ira contenida, vio lo que su amor no le permitía ver, sus últimos meses al lado del hombre que amaba eran una comedia, todo ese amor era fingido y él había caído en la trampa como un tonto.
- ¡Suéltame!- arremetió con fuerza, tomándolo de las manos y aventándolas lejos, no quería volver a sentir sus sucias manos sobre él, ahora que lo pensaba había tantas cosas que deseaba decirle- Ah si que mi tío ya te puso al tanto.
-¿Tío?- Pensó el castaño, le había dicho que no tenia familia, hasta en eso le había mentido.
- Me acerque a ti solo con el afán de cumplir una promesa, la que le hice a mi padre el día de su muerte- dijo con crudeza, él también sufría al recordar- vengarme de aquel que le había llevado a morir en vida, yo jamás te quise Takashima y mucho menos amarte, lo único que siento por ti es odio, y te odio con todo mi ser.
Continuara...