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Por Culpa de su Padre por Tatsuya

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Notas del capitulo:

Perdon la demora, aqui les dejo el cap 30 *o*

 

Disfruten!

La cara de Hiko lo decía todo...


La pelirroja lo miraba totalmente contrariada, si hubiese estado de pie, la reciente noticia, le hubiera hecho perder el equilibrio, por un momento la idea de que aquello era mas que una estúpida broma le fue razonable, hasta en su mente trastornada estuvo a punto de buscar la cámara escondida en algún objeto de su oficina.


Pero no, Reita no era ese tipo de persona... menos tratándose de un asunto tan importante como ese.


El rubio lo observó sin decir mas...


Y por primera vez en toda la hora pasada, se daba cuenta de la proposición que le había hecho a Takashima.

 


- Todavía no me reponía de la noticia de que Takashima Kouyou es tu hermano... - habló al fin, realmente se sentía incoherente diciendo aquello- ¿y me sueltas así como así que piensas llevarlo a vivir contigo?- cuestionó sin entender.


- No puedo permitir que Aoi lo lastime más... me siento en la obligación de pro- Hiko lo interrumpió mientras se ponía en pie.


- Eso ni tu te lo crees, todo este tiempo has buscado una razón mas para sentirte culpable por todo lo que pasaba con Uruha, esa loca especulación de que son hermanos, solo es el pretexto, ¿No me digas que crees semejante estupidez?


- Te he dicho que tengo pruebas...


- Yo no lo creería solo con una carta y una confesión de un tío que se ha cansado de extorsionarte...

 


Hiko calló, sabia que se estaba excediendo, suspiró con pesadez, después de todo Kiyoshi era el único familiar que le quedaba y con el cual había convivido la mayor parte de su vida. Se colocó frente al rubio, recargándose sobre su escritorio y se agachó un poco para quedar a su nivel.

 


- Lo único que puede aclarar todo este “enredo”- haciendo el gesto de coillas con los dedos- es una prueba de ADN.

 


Reita  sonrió levemente, ni siquiera ese recurso se le había pasado por la cabeza.

 


- Tienes razón- sentenció tocándole la mejilla, Hiko tembló levemente, mas no se movió ni un milímetro, no deseaba que la sensación, por esa simple muestra de amistad, terminara- Voy a pedirle a Takashima que nos hagamos la prueba, pero entiende algo, no voy a dejar a Uruha en las garras de Aoi...


- Pero...

 


Hiko intentó replicar, pero la mirada profunda de Reita la silenció, dándole a entender que no había terminado.

 


- ¿Sabes cuanto daño más puede hacerle mientras nos dan los resultados? Si realmente soy su hermano y no lo protejo me sentiré terriblemente mal.


- ¿Y si no es tu hermano?- preguntó a la espera.


- Digamos que habré hecho la buena acción de mi vida...

 


EL rubio retiró su mano de la mejilla de Hiko y se puso de pie, seguramente Uruha ya había terminado la reunión urgente que tenia, que más bien le había sonado a pretexto para no irse desde antes de la empresa.


Hiko sonrió sintiéndose aliviada, pero solo un poco, sabia que detrás de todo aquello, había un trasfondo de sentimientos, en el que ni siquiera deseaba pensar, debía aceptar que lo que la tenia así, no era la noticia de su supuesta hermandad, todo lo contrario, debía sentirse contenta por ello, Takashima ya no era rival, pero la convivencia, eso era a lo que mas temía, que Reita descubriera en ese tiempo, los verdaderos motivos de su preocupación, y si se hacia la prueba de ADN y no resultaban hermanos... meneó la cabeza levemente alejando los pensamientos.

 


- ¿Ya te vas?- cuestionó cuando miró como Reita se dirigía hacia la puerta.


- Sí...

 


La pelirroja recordó que había algo pendiente que discutir con él, lo malo es que no sabia si era el momento.

 


- ¿Querías decirme algo?- cuestionó esta vez Akira.


- Bueno, es que algo que se me ha pasado contarte... aunque- lo pensó mejor- no, no es nada, dejémoslo para después...


- ¿Segura?- quiso confirmar.


- Sí, muy segura.


- Muy bien, nos vemos luego...

 


Fue la corta despedida...


Hiko se quedó mirando largamente la puerta después de la salida de su colega, ¿Por qué tenia que encontrar, después de tanto tiempo, a Reita en esas circunstancias, cuando su vida era un reverendo remolino? Aunque claro, uno siempre ansia que las cosas fueran diferentes, que las decisiones que tomamos siempre sean las correctas, para no arrepentirnos después de los resultados, pero la vida no esta hecha de caramelo.


Y Hiko más que nadie, sabia del amargo sabor del arrepentimiento.


Suspiró con cansancio y volvió al trabajo.

 

 

 

 

 

 

 


*~*

 

 

 

 

 





- ¿No piensas responder a mi pregunta?- cuestionó Aoi muy irritado.


Desde que su padre se había cerciorado de su presencia, nada había comentado, pero él no dejaría de insistir, merecía saber que tratos tenía con ese viejo decrepito, que era el tío de Suzuki.


El padre del pelinegro tomó aire con fuerza, decirle la verdad a Yuu, no la falsa, sino lo que realmente sucedió hace más de veinticinco años seria arriesgar demasiado, conocía los insanos impulsos de su hijo, no hacia mucho había tomado documentos importantes de su caja fuerte, aquellos que acreditaban al mismo Suzuki Akira como heredero de la mitad de la fortuna de los Takashima’s, como los pagares recuperados del mal gastar que el padre del rubio hizo de su fortuna.


Así que no le sorprendería nada que por causa de algun arranque terminara de echar todo a perder. Mas valía también mentirle a él y evitarse problemas futuros.

 


- No tuve nada que ver, pero conocía el verdadero origen de Suzuki... por boca de su tío- dijo intentando sonar lo más casual posible- Kiyoshi, mi hijo Yuu... - presentó, aunque algo fuera de lugar...


- Mucho gusto- se adelantó el viejo a saludarlo de mano, pero el pelinegro simplemente lo ignoró.


- Así que lo que dijo Reita es cierto- comentó atando cabos- es hermano de Uruha... ¿Lo que no entiendo es cómo? Además… si conocías el pasado del abogaducho ¿por qué no me lo dijiste antes? Tan siquiera para estar preparado.


- Primero... Takashima y Suzuki son hijos de Keisuke y no pienso entrar en mas detalles... - sintetizó, dando por terminada cualquier indagación que quisiera hacer su hijo.


- Pero yo necesito saber todo... - intentó refutar, pero fue callado inmediatamente por el mayor.


- Segundo... No me concernía a mi hacer saber el mayor secreto de mi difunto amigo Keisuke- comentó fingidamente melancólico.


- ¿Pero porque de buenas a primeras le soltaron todo esto a Akira? ¿Sabes lo que esto puede afectar mi relación con Kouyou?- cuestionó contrariado.


- Fue mi culpa... - intervino Kiyoshi, quien se había mantenido a la expectativa hasta ese momento- creí conveniente que mi sobrino tenia derecho a saber la verdad sobre su nacimiento.

 


Aquello era una excelente actuación de parte de ambos ancianos, pero Aoi no se tragaba esos cuentos, su padre estaba metido hasta el cuello, no solo como un mero espectador, sin temor a equivocarse, podía jurar que el distinguido Shiroyama-san, era el creador intelectual de toda esa farsa.


La cuestión era el motivo... él Por qué.

 


Y sabia bien que exaltándose y exigiendo no lograría saber absolutamente nada, si ese par eran astutos, él lo era aun más, además que hacia tiempo había perdido la confianza de su progenitor, debía realizar grandes meritos para recuperarla, de ahí su petición a su padre de manejar los asuntos en Maverick.

 


- Muy bien- respiró profundo- sentándose en el puesto vacío, junto a al tío de Akira- ¿Qué vamos a hacer ahora?- cuestionó mirando a ambos- a ninguno de los tres nos conviene que Reita y Uruha se alíen

 


Kiyoshi sonrió confundido mientras veía de reojo a su viejo amigo, inmiscuir a Aoi no estaba en sus planes.

 


- Tres cabezas piensan mejor que una... - sentenció a la expectativa.

 

 

 

 

 

 

 


*~*

 

 

 

 

 





Reita llegó en poco tiempo a la oficina del castaño, estaba a punto de entrar e interrumpir la reunión, pero se detuvo, chocando de lleno con la mirada atenta de Ruki.

 


- Shima esta ocupado... - sentenció el rubio, lo extraño era que el comentario no iba cargado de ese tono despectivo que siempre usaba para dirigirse a él- pero no va a tardar mucho- aclaró sonriendo.

 


Ni tampoco la sonrisa iba incluida en el paquete.

 


- Gracias- comentó apenas algo confundido.

 


Chequeo la hora en su reloj, faltaba al rededor de media hora para la salida a colación de los empleados, en otro momento hubiera sido suficiente tiempo para correr a su oficina y sacar algo de sus tareas del día, pero la realidad es que no tenia cabeza para llenársela de términos legales en esos momentos.

 


- ¿Quisieras un café?- cuestionó Ruki sacándolo de sus pensamientos.


- ¿Perdón?- se giró a mirarlo totalmente contrariado.


- Voy por un café, ¿quieres uno?

 


¿Takanori Matsumoto estaba siendo amistoso con él? Ni cuando fue pareja de Uruha lo llegó a tratar ni lejanamente así.

 


- No gracias- fue su cortante respuesta.

 


El rubio solo se encogió de hombros y levantándose de su puesto se encaminó a la cafetería. Pero justo en ese momento el castaño salía de su oficina junto con uno de los accionistas comentando el tema tratado y sobre su supuesto “asalto”.

 


- Así que un asalto... -meneó la cabeza negativamente una vez que el mayor se hubiera alejado lo suficiente- ¿no esa no es una versión algo gastada?- cuestionó con burla.


- Para la otra invento algo mejor- respondió irónico, girándose para entrar nuevamente a su oficina, tendría esperando a Reita todo el tiempo que quisiera, serviría para que se  cansara y, tal vez, se le iba de la cabeza la loca idea de llevarlo- obligarlo- a vivir con él.

 


Reita lo alcanzó en su huida, tomándolo del antebrazo.

 


- No habrá próxima vez- Uruha le lanzó una mirada inquisidora, pero el mayor la enfrentó con firmeza- no si yo puedo evitarlo.

 


Uruha devolvió sus pasos y se soltó del agarre, tomando la mano del rubio y alejándola, ese simple roce de piel le produjo una descarga eléctrica en todo su ser. Sentía unas ganas desesperantes de darle un par de golpes, de ponerlo en su lugar, por sentirse con el derecho de estropearle la vida, por su sola presencia bastaba para volver todo patas para arriba, lo cual siempre le impedía olvidarlo.

 


- ¡No estoy dispuesto a irme a vivir contigo... no entiendes que nuestra convivencia seria imposible!...- exclamó alzando la voz.


- ¿Acaso prefieres quedarte con los buenos tratos que te da Aoi?- cuestionó perdiendo la paciencia- ¡Si seguro te gusta el amor a golpes!


- ¡No te metas en mi vida!- gritó acercando su cara a la Reita retadoramente.


- ¡Si no te portaras como un idiota no lo haría!

 


Con el ultimo comentario quedaron a solo centímetros uno del otro, hasta Reita podía ver el esfuerzo que los pulmones del castaño hacían para proveerse aire, y Uruha sentir el aliento cálido del otro en el rostro a momentos, mientras sus ojos se perdían en unos oscuros cargados de enojo, hasta su piel nívea lucia sonrojada levemente, la imagino tan tersa al tacto, la recordaba así, desvió su mirada hacia el par de labios que se encontraba entreabiertos, se separó casi de inmediato, Reita también se percató del objetivo que tenían esos ojos avellana.

 


-No entiendes que seria demasiada la tentación... -rumió el castaño, pero de su boca no salió sonido alguno, meneó la cabeza para esfumar los pensamientos que le venían a la mente.

 


Ruki llegó de regreso con su humeante tasa de café en la mano, pero ante semejante escena se quedó de piedra, aquello no se veía bien, Uruha lucia acalorado y Reita ni hablar, parecía haber corrido una maratón.


El mayor fue el primero en notar su presencia y tomó nuevamente la postura de autosuficiencia que le caracterizaba, Uruha se giró a mirar a su amigo, al reparar el cambio de actitud del otro.


El pensamiento de “no pude ser menos inoportuno” le llegó de inmediato, así que decidió regresar en sus pasos, sino quería terminar siendo el centro en una pelea, quizás Sato necesitara un poco de compañía, sí… mejor ir con Satoshi.

 


- Ruki - lo llamó su castaño amigo, casi podía decirle con la mirada que no se atreviera a irse- Trae los expedientes de Davison, necesitó revisar algunos detalles del contrato...


- No será necesario Takanori- enfatizó Reita, con cara de pocos amigos- Uruha se va conmigo.

 


Ruki se quedó sin saber a quien hacerle caso, aunque claro, Uruha era su jefe directo, pero realmente Akira le había infundido terror, para que arriesgarse.


Reita se acercó un poco más a Uruha para decirle algo al oído.

 


- Será mejor que te vayas conmigo o te llevare a rastras, ¿tu eliges?- Susurró intentando contenerse.


- Esta bien- asintió refiriéndose a ambos- cuando vuelva reviso el expediente.

 


Uruha caminó enfrente de Reita rumbo al elevador, ninguno habló durante el trayecto, pero el menor no porque le faltara mucho que gritarle al otro, sino porque la sola idea de llegar al apartamento y enfrentar a Reita con Aoi le erizaba la piel, temía por el resultado del encuentro, más si Reita salía lastimado.


No se resistió cuando una vez en el estacionamiento, Reita le abrió la puerta de su deportivo rojo.

 


- El apartamento de Aoi esta...


- Conozco el camino- lo interrumpió, aunque inmediatamente se arrepintió de ello.


- ¿Por qué sabes donde vive Aoi?- cuestionó extrañado.

 


Quizás en algún momento lo sabría, así que, que más daba antes o después, así que mientras conducía el auto rumbo a la residencia de Shiroyama, le contó como fue su primer encuentro con él, como llegó a su oficina una tarde para ofrecerle su ayuda incondicional, como aceptó tenerlo de aliado, como conocía desde mucho antes los motivos de su relación con Aoi, Uruha lo escuchó sin creer del todo, pero no refutó nada, aunque omitió la forma tan cruel que había festejado su fallido intento de suicidio. Bastaba con que se diera cuenta que su intención siempre fue conquistarlo a como diera lugar.

 


- No puedo creer lo que me acabas de decir... - habló al fin, al tiempo que el otro estacionaba el auto.

 


Reita se giró a mirarlo por primera vez durante el recorrido, sentía cierto recelo de enfrentar su mirada, usando como pretexto el ir conduciendo, el trafico, lo que fuera, no lo había hecho, pero la verdad es que no se había atrevido, volvía a revivir la sensación de culpabilidad que lo había invadido durante aquella época no muy lejana.

 


- Quise decírtelo antes pero no querías escucharme, aun así supe, como me das la razón ahora, que no ibas a creerme- calló por un momento para después continuar- quería verte destruido para que te asieras a el cómo a una tabla de salvación.

 


Una lagrima rodó por su mejilla, era tan triste darse cuenta que nadie lo había amado con sinceridad.

 


- Y tu fuiste su mejor instrumento para destruirme, pudo detenerte y no lo hizo- un sollozó aun mayor lo sacudió completo, no quería lucir aun más débil frente a Reita, pero no tenia fuerzas ya para contenerse.


- Perdóname... - dijo con la mayor honestidad que le era posible.

 


Uruha lo miró con mayor fijeza al escuchar esa petición, los ojos del rubio no lo evitaron, leyó en ellos sinceridad, nuevas lágrimas rodaron por sus mejillas, sin importarle ahora que fueran vistas, ni como poco a poco le mojaban el rostro entero.

 


- No me niegues la oportunidad de ayudarte... de reivindicar aunque sea solo en parte el terrible daño que te he hecho... - Reita agachó la mirada, hasta sus ojos se cristalizaron levemente, se vio sorprendido por ello.


- Te perdono... te perdono... - respondió Uruha apenas en un susurro, pero lo mas alto que su llanto se lo permitía.

 


Quizás fue la situación, el ver en el estado tan deprimente que se encontraba el castaño, pero sin importarle mucho el lugar o la gente que pudiera verlos a esa hora del día, se abalanzó sobre él en un reconfortante abrazo, hundiendo su rostro en el perfecto arco del cuello de Takashima, para consolarlo y consolarse a él también, saber que tenia un hermano, una persona con su misma sangre, lo hacia sentirse menos solo en el mundo.


Por su parte Uruha no quiso resistirse, todo su ser le pedía que lo dejara sentirlo cerca, lo necesitaba, sabia a la perfección que jamás podría ver a Reita como un hermano, pero si el destino se había encargado de enlazar de esa forma sus caminos, debía arrancarse del corazón ese amor, ahora mal sano, y cambiarlo por un aceptable amor fraternal.


Se separaron gradualmente, Reita se limpió el rastro húmedo que aun quedaba en sus mejillas y Uruha hizo lo mismo.

 


- Tengo miedo de la reacción de Aoi, temo que pueda hacerte algo... - confesó con preocupación- no quiero exponerte...


- Por mi no te preocupes, no le temo... Vamos por tus cosas... - dijo Reita casi como una orden, abriendo la puerta del auto con la intención de salir de el.

 


El mayor vio la indecisión del otro y lo miró firmeza.

 


- No permitiré que te quedes con él... no permitiré que vuelva a causarte algún mal, te lo juro...

 


Quizás ya era hora de enfrentar a los demonios, Akira le estaba ofreciendo la oportunidad de volver a hacer alguien, de tener una vida nueva, desear recuperar su autoestima pisoteada, pero para ello debía sacar a Aoi de su vida, terminar con la dependencia que lo ataba a él.


Una nueva seguridad se apoderó de Uruha, aunque recordó las palabras que alguna vez le gritó Aoi, que mataría a Reita si se alejaba de él, el solo recuerdo le causo un gran escalofrío.

 


- Vámonos Reita- habló con decisión...

 


La cara de turbación del rubio no se hizo esperar.

 


- No necesito nada de lo que hay dentro de ese apartamento...

 


Reita entendió todo lo que conllevaba esas palabras y sonrió levemente, mientras cerraba la puerta y encendió el motor.

 

 

 


Continuara...

Notas finales:

Y? XD!

Reita es tan buenito ahora *--*

Cuanto le durara? XD

Que hara Aoi cuando se entere que Uruha se fue a vivir con Reita?

Matara a Reita?

Matara a Uruha?? XDD!

Cuando se decidiran a decir realmente la verdad los ancianos? -.-

 

Buenop.. Eso por Hoy... Feliz dia de los enamorados -.-

 

Prometo actualizar nuevamente dentro de esta semana y antes del sabado xD!

 

P.D.: En el prox cap se viene la convivencia *-*!

 

Gracias por seguir leyendo!!

Gracias a Todos ( ^-^)v


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