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Por Culpa de su Padre por Tatsuya

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Notas del capitulo:

Jeloouu!?

Que tal??

Yo aqui tapada en trabajos de la u... XD

Pero aqui les traigo un nuevo capítulo... algunos me odiaran...

Pero Reita tiene que sufrir tambien no? XD!

 

Enjoy!

 

Reita terminó la llamada sin dejar de mirar al frente, Matsumoto Takanori estaba al punto del llanto mientras hablaba con él, contó a grandes rasgos lo sucedido con Shima, sobre el golpe y su ida al hospital, quedaron de verse allá en escasos minutos, aunque sabía que no era santo de su devoción, ni ambos chicos lo eran para él, aunque tampoco tenia nada en contra de ellos, simplemente las circunstancias le pusieron en una posición difícil.


Un cierto nerviosismo le lleno el estomago, sonrió suavemente, sabia a que se debía y eso le causaba cierto desconcierto, miraría a Kouyou, ese era el motivo.


Se miró por el espejo retrovisor, sus ojos cafés oscuro, su rostro, todo en conjunto había cambiado, como si todas las verdades descubiertas le hubieran hecho quitarse ese halo oscuro de encima, se sentía más tranquilo.

 


- Uruha- murmuró, ahora solo la imagen del castaño invadía su mente...

 


Deseaba verlo mas que nunca, aunque definitivamente no sabia como debía actuar frente a él, una cosa era aceptar que le gustaba, que lo quería, pero otra muy diferente decírselo abiertamente y mucho más demostrárselo, pues siempre había sido un hombre frío, de pocas palabras, no era de abrazos o caricias, ni a solas, ni en público.


Meneó la cabeza negativamente, necesitaba despejar sus pensamientos, al tiempo que pisaba más el acelerador.

 

 

 

 

 

 

 


*~*

 

 

 

 

 






- Buenas tardes... - dijo cortésmente, la joven enfermera de la recepción se giró hacia él.


- Buenas tardes...


- Buscó a un joven que trajeron hace casi una hora... - comentó un tanto preocupado- su nombre es Takashima Kouyou...


- ¿Takashima Kouyou?

 


La enfermera miró la bitácora de pacientes nuevos y con ayuda de uno de sus dedos buscó el nombre indicado.

 


- Esta en la habitación 211 piso 4- señalo con amable sonrisa.


- Gracias

 


Caminó con rapidez hacia el elevador, apretando el botón del piso 4, siguió con gesto ansioso el parpadear de los números luminosos, indicando el ascenso.


Cuando las puertas se abrieron salió deprisa, varias personas caminaban por el estrecho corredor, las esquivó con apremio. Fuera de la habitación indicada no había nadie, seguro que los amigos de Shima no tardaban en llegar. Tocó suavemente la puerta del cuarto, por si algún medico o enfermera se encontrara dentro pero nada, así que aventurándose a entrar, abrió suavemente.


La habitación estaba iluminada por la luz blanca de las lámparas de techo, pintada de un tono perla que intentaba vanamente darle un aire acogedor al lugar, una ventana sin cortinas, con una vista hacia un parque y algunos cuadros de verdes paisajes en una de las paredes.


Uruha estaba en medio en una cama individual, sus ojos cerrados, indicándole que dormía, sus brazos a los costados, uno de ellos conectado al suero que goteaba paulatinamente, algunos otros cables conectados que monitoreaban sus signos vitales.


Se acercó con sigilo, lo menos que deseaba era irrumpir su tranquilo descanso, verlo así creaba nuevas expectativas en su interior, lo vio relajado, su rostro entero en armoniosa paz... Frunció levemente el entrecejo, a esa distancia podían distinguirse aun, los golpes que días atrás le había propinado Aoi, suspiró apesadumbrado, su recién conocido hermano, sentía algo de remordimiento con ese hecho, Uruha había sufrido lo innombrable a manos de dos seres que irónicamente llevaban la misma sangre.


Tenía una gasa sobre la cabeza ahí donde la dura madera de la mesa había golpeado, su cabello castaño revuelto dando un aire de despreocupación, tan característico de él. Takashima era como un niño grande, risueño y sonriente, claro cuando él lo había conocido. Ahora se daba cuenta de que podría hacer lo que fuera, para devolverle a aquellos días.


Puso un gesto triste en su siempre rostro serio, él había acabado con su jovialidad, su frescura, toda esa luz que irradiaba en el mirar de sus ojos avellana, tan vivos y risueños, todo eso lo convirtió en llanto y desdicha, dolor y pesar.


Una pregunta que se formó en su mente con una verdad cruel…

 

¿Tenia él, el derecho a estar a su lado, después de todo lo sucedido?

 

¿Después de su daño?

 

¿De su rechazo?

 

¿De su venganza?

 

¿Merecería, acaso, que Kouyou lo aceptara?

 

¿Que lo amara?

 


Que egoísta se sintió en ese momento, debió haberse detenido, aun cuando el padre de su castaño hubiese sido culpable, debió haberse negado, tomado aquella petición y su siguiente promesa como delirio de muerte de su padre. En cambio, se ensañó con un ser inocente como lo era Uruha, no le importó su confianza incondicional, su amor sincero, su entrega desmedida, lo único malo que había hecho el castaño fue haberlo amado y él le pagó terriblemente, despreciándolo, hiriéndolo en lo más profundo, despojándolo de su empresa, sumiéndolo en la más terrible desesperación, al punto de intentar quitarse la vida, y como único culpable de ese acto de nuevo era él.


Una lágrima rodó por su mejilla, agachó la mirada y no pudo impedir que un sollozo escapara de sus labios, se dejó caer a un costado de la cama y ocultando su rostro en la sabana blanca que cubría a Uruha, dejó que el llanto fluyera.


No supo cuanto tiempo estuvo en esa posición, pero poco a poco el llanto fue menguando, brindándole un poco de alivio, jamás había aceptado tan abiertamente su equivocación con Uruha, señalándose como culpable de la vida de altibajos del castaño, de su perdida de voluntad a manos de Aoi, su hermano, nadie más que él había contribuido para que todo terminara de esa manera. Y ahora que descaro de su parte al pensar que podía tener una oportunidad junto a Shima, además ¿Qué tenia para ofrecerle? Nada, solo un “Lo siento” y un “Hasta ahora me doy cuenta que te amo” ¿Amor? ¿Realmente lo amaba? O ¿También era esa una nueva confusión? Tantos rechazos, igual que noches de entrega, había disfrutado de su cuerpo a placer, saciando sus instintos, ¿podía decir ahora que no era mas que deseo?... Por supuesto, por supuesto que era más que deseo, no gustaba de otros hombres, solo Kouyou podía inspirarle esa clase de sentimientos tan contradictorios, le gustaba sus ojos, su boca, su cuerpo desnudo bajo el suyo, el placer que le proporcionaba el fundirse a él, la necesidad de tenerlo cerca, de protegerlo, de cuidarlo de quien fuera, incluso de él mismo... quería verlo feliz, recuperado, con la alegría perdida, con esos ojos café claro que tanto le gustaban llenos de luz, su sonrisa radiante, sus ánimos, todo en él, en conjunto le gustaba, le atraían como un polo opuesto a otro, y hasta ahora se daba cuenta de lo mucho que lo necesitaba, solo él, lo había conocido en el fondo, su necesidad de amar, su soledad, su incomprensión, en el tiempo que estuvieron juntos, cuando vivieron juntos, solo él había visto dentro de su corazón su falta de cariño y afecto, su gran dolor, pero claro… él necio y obstinado, perdido en esa maldita venganza se había negado a sentir, a tomar aquello que el castaño le ofrecía tan limpiamente.


Una mano en su cabello, acariciándolo dulcemente, alzó la vista confundido, sus ojos chocaron con unos hermosos castaños cargados de confusión.


Se alejó por inercia, su anterior debilidad apagada por su siempre semblante de autosuficiencia, no deseaba que Uruha lo viera en ese estado, que se preocupara por él, lo menos que deseaba era perturbarlo.


Se secó el rastro húmedo de sus mejillas, ese que las lagrimas habían dejado, y en su lugar le regaló una suave sonrisa de alivió, Kouyou estaba bien y eso era lo importante.

 


- Shima... - llamó despacio sin dejar de mirarlo, con oculta alegría.

 


El castaño se llevó una de sus manos a su cabeza, palpando el lugar donde se hallaba la gruesa gasa, dolía, sentía un terrible dolor de cabeza, como si una aguja se clavara en ahí, desgarrándole por dentro.

 


- Ahhhhh!- un grito de dolor inundó la habitación.

 


Reita se acercó inquieto, tomándolo por los hombros y después atrayéndolo contra su pecho, en su suave abrazo. Sintió como el cuerpo del castaño se tensaba ante la cercanía y el dolor, pero solo fue un segundo, después sus manos le pasaron por la cintura abrazándolo también.

 


- Todo esta bien ahora- susurró despacio en su oído.

 


Uruha lo soltó después de un cortó momento y se alejó para verlo. Sus rostros a escasos centímetros, Reita podía perderse en esos hermosos ojos, pasó de ellos, bajando, hasta deleitarse con su boca, rompió la distancia y lo besó suavemente, lo deseaba tanto, probar la dulzura de sus labios. Fue un beso cortó, solo una caricia, y se separó nuevamente.

 


- ¿Tu quien eres?- cuestionó Kouyou contrariado.

 


La expresión del rubio denotó todo su desconcierto.

 


- Soy Akira… Reita- atinó a decir, sin salir del asombro- ¿No me recuerdas?- cuestionó al tiempo que se ponía en pie, sin dejar de mirarlo.

 


Uruha meneó negativamente la cabeza, era verdad, no recordaba a ese hombre, sonrió algo nervioso, la verdad no recordaba ni que estaba haciendo en ese sitio.

 


- ¿Qué paso?- atinó a preguntar, mirando a su alrededor ¿Qué hacia él en un hospital?


- ¿No recuerdas lo que paso en mi casa? ¿Con Aoi?- siguió preguntando, ¿qué pasaba con el castaño?


- ¿En tu casa?- no pudo evitar ruborizarse ante una vaga suposición- Dudo haber estado en tu casa seguro lo recordaría- sonrió apenado- Escucha- musitó tranquilo- lo último que recuerdo fue que estaba con Ruki salí de su departamento, subí a mi moto- rememoró.


- ¿Moto?- se preguntó más que a Uruha a él mismo, era verdad alguna vez comentó que primero aprendió a usar una moto que a manejar su actual automovil y prefería mil veces la moto como modo de transporte, pero como ejecutivo de una gran empresa…. No era bien visto llegar así...


- Es eso, tuve otro accidente en moto... - murmuró con apremio- Ruki me va a matar... tantas veces que me ha dicho que sea precavido...


- No- respondió tajante y un tanto molesto, ¿Cómo era posible que el castaño no recordara nada? ¿Qué no lo recordara a él?

 


La puerta se abrió nuevamente, dándole paso a un hombre ya entrado en años y enorme bata blanca, quien lo miró un tanto extrañado de su presencia, pero paso de largo y se dirigió directamente al chico tendido en la camilla.

 


- ¿Cómo se siente?- se mostró interesado, mientras pasaba su vista por su expediente.


- Bien, solo un poco de dolor- dijo mientras tocaba su cabeza con aire divertido.


- Es normal... – inquirió revisando la dosis de calmante que había sido prescrita para aliviar las molestias del golpe- ¿Usted es Suzuki Akira?- cuestionó girándose hacia el abogado.


- Si- asintió.


- Me gustaría hablar con usted un momento... - su tono serio se cambió un poco más apacible para dirigirse de nuevo al castaño- Dejemos que Kouyou descanse un poco más, antes de autorizarle las visitas.

 


Aquello era una clara amonestación para Reita, pero permaneció inmutable.


Uruha vio como el doctor y el chico guapo salían de la habitación dejándole nuevamente solo, ¿Guapo? Se cuestionó a sí mismo... guapo era decir poco... delineó con sus dedos el contorno de sus labios, lo había tratado con tanta familiaridad, inclusive lo había besado, aunque fue un beso rápido, no pudo más que dejarse llevar por esa sensación de calidez que le proporcionaba ese corto contacto, sus café oscuro fijos en él, le ponían un tanto nervioso... pero le agradaba, le agradaba mucho.

 


- Ojala vuelva... - murmuró recostándose nuevamente.

 

 

 

 

 

 

 


*~*

 

 

 

 

 






- ¿Qué es lo que le pasa?- encaró Reita una vez solos en el pasillo- No me reconoció.


- El golpe que se dio en la cabeza le hizo perder la memoria...


- Eso es imposible - le interrumpió incrédulo- sabe que se llama Kouyou...


- Es verdad, hay varios tipos de amnesia- comenzó a explicar- su problema es más como una laguna mental, el Sr. Takashima no recuerda lo acontecido en los últimos tres años, cree estar en el año 2007, seguro que fue en ese lapso de tiempo donde ambos se conocieron- concluyó.


- Si... – murmuró cabizbajo, el doctor lo notó, sabía que esos jóvenes tenían un tipo de relación más allá de la amistad, y creía entender por el momento difícil que estaba pasando el Sr. Suzuki.


- Si me asegura no ponerlo nervioso o inquietarlo por su falta de recuerdos... puedo permitirle estar con él

 


Akira asintió suavemente, y en cuanto el doctor se alejó por el pasillo, se decidió a entrar nuevamente. El castaño no se sobresaltó cuando tocaron levemente la puerta.

 


- Adelante...

 


El rubio entró tranquilo, debía cumplir con el pedido del doctor, nada de exaltaciones que pudieran sobresaltar a Shima.

 


- Volviste- dijo conteniendo un poco la alegría que le proporcionaba eso, y extrañándose al mismo tiempo de ello.

 


Se levantó un poco para sentarse, intentando acomodar las almohadas para mejorar su posición, Reita se adelantó a ayudarle, colocando un par tras su espalda para darle mayor sostén. Tenerlo tan cerca y no poder decirle todo aquello que le estaba quemando por dentro, confesarle todos los sentimientos que había desencadenado, lo mucho que lo quería... lo estaba matando.

 


- ¿Qué dijo el doctor?- cuestionó un tanto inquieto, sabia que algo ocurrió y se lo estaban ocultando.


- Perdiste la memoria... - susurró sin alejarse, sin dejarle de ver directamente a sus ojos.


- Pero... yo sé quien soy, recuerdo mi vida entera... a mi padre, a mis amigos- inquirió sorprendido


- Te golpeaste fuertemente la cabeza y ahora no recuerdas los últimos tres años de tu vida...


- ¿Qué? ¿Qué paso en este tiempo?- cuestionó tomándole de los brazos fuertemente.


- No te inquietes... - susurró intentando reconfortarlo, no quería que sufriera alguna crisis que le afectara... le tomó del rostro, envolviéndolo con sus manos- confía en mi, lo recordaras poco a poco...


- ¿Tu y yo?- cuestionó ruborizándose un poco, Reita se alejó, sabiendo de antemano lo que preguntaría- ¿Somos pareja?


- No- respondió tajante, y era la verdad no mentía.


- Tú me besaste... cuando desperté. - dijo recordando sin entender mucho de lo que pasaba, rozando sus labios por inercia.


- No debí permitir que la efusividad dominara mis actos- se disculpó- yo solo soy Suzuki Akira, abogado y socio de Maverick.

 


Uruha no pudo evitar un gesto de desilusión ante esa negativa, al parecer tres años después continuaba solo. ¡Que novedad! Aun así continuaba sin entender el hecho de que lo hubiese besado. Reita comprendió su turbación y continuó.

 


- Y el beso... fue porque - ¿Qué podría decirle que sonara coherente?- porque siempre me haz gustado- atinó a decir- y jamás te lo había dicho- aquello era relativamente cierto- te ofrezco mis más sinceras disculpas por mi atrevimiento.


- No tienes nada que disculparte- se adelantó sonriendo con aire de complicidad- y espero, Akira o Reita… que en el futuro te dejes llevar más por la efusividad.

 


Aquello era un claro coqueteo, conjeturó el rubio, le recordaba al castaño cuando lo conoció, la manera en que lo había abordado en aquella fiesta, cuando dejo de ser el conquistador para ser el potencialmente conquistado.


Uruha lo miró fijamente, había algo en ese chico que le gustaba, que le atraía, además aun palpitaba en sus labios, el beso dado, sus ojos de ese intenso café oscuro, su mirada cálida a momentos y otros tan fría que le ponía nervioso, jamás en su vida había sentido esa combinación de sensaciones con una persona, menos que recién la conociera. Además le había confesado que le gustaba, vaya admirador secreto que tenia y él ni cuenta de ello, aunque claro, todavía faltaba saber lo que fue de su vida esos tres años de olvido...


Un nuevo golpeteó sobre la puerta los hizo volver de sus profundos pensamientos, Reita se dirigió a la puerta y abrió.

 


- Uruha!... - chilló Ruki dirigiéndose al castaño, sus ojos estaban vidriosos por un reciente llanto y amenazaba por comenzar otra vez.


- El no... - intentó decirles pero Satoshi lo interrumpió.


- Ya nos informó el doctor- se adelantó el chico, intentando no sonar tan descortés, aunque Akira no le cayera muy bien, había salvado a su amigo de Aoi.

 


Reita le regaló una ultima mirada al castaño, quien estaba siendo atrapado en un abrazo por castaño, Shima se perturbó un poco, entendiendo que se estaba despidiendo... por una extraña razón deseaba que no lo hiciera, que se quedara ahí, mas tiempo con él.


Sin mas Suzuki salió de la habitación, para darme mayor privacidad a los amigos.

 

 

 

 

 

 

 


*~*

 

 

 

 

 






Satoshi y Ruki salieron, dejando a Kouyou profundamente dormido, necesitaba descansar, según lo dicho por la enfermera.


El castaño miró con ojitos tiernos a Reita quien estaba con los ojos cerrados, sentando en uno de los sofás de la pequeña salita de espera.

 


- Debe estar cansado después de tantas emociones... - susurró, Satoshi se encogió de hombros, ajeno a su comentario, sinceramente lo que sintiera Akira no era de su incumbencia, una cosa era que se hubiera portado muy bien con Uruha últimamente y otra muy diferente olvidar por completo todo el daño que le propinado a su amigo, sí el castaño no tenia memoria, él sí.

 


Reita se estiró un poco y una sensación de vértigo lo despertó abruptamente, recordándole el lugar donde estaba y el motivo.

 


- ¿Y Uruha?- preguntó de lleno, sin importarle mucho que el tono de su voz había sonado autoritario.


- Se quedó dormido... - comentó sonriendo débilmente el más pequeño.


- Creo que debemos agradecerte lo que hiciste por Uruha... – inició el moreno, tras una mirada fulminante de parte de Ruki, de que hablara de una vez.


- Lo único que deseo es que este bien... - dijo mas para sí que para los otros dos.


- Eso es bastante nuevo... - comentó irónico

 


Un codazo de parte del chibi en su costado, le obligó a callar, no es que no creyera el cambio del abogado, pero creía que el motivo que lo originaba inicialmente era la posibilidad de un lazo de sangre entre Uruha y él, pero ahora que se sabia la verdad no entendía su preocupación, no podía creer que le naciera un amor de la nada. Además el hecho de que el maldito de Aoi y Akira fueran hermanos lo había desconcertado tanto, que no podía dejar de observarlo con un tanto de recelo, la locura también se hereda, pensó desconfiado.

 


- ¿De que hablaron con Shima?- cuestionó fríamente.


- Nada- se apresuró a decir Ruki- creí que seria conveniente esperar un poco...


- Parece atrapado en una fantasía... - murmuró Satoshi con aire tranquilo, para él, que el castaño olvidara todo aquel tiempo pasado era un buen presagio, significaba que tenia una oportunidad para empezar de cero, la cual era más factible, pues el doctor les había comentado que igual podía recordar mañana, como en un año, o como nunca- No veo la prisa para decirle todo... como si fueran alegrías y no tristezas... - le lanzó una mirada fría al abogado- además deberías esperar a ver que recuerda por propia cuenta.


- Hay cosas que es mejor decírselas... por ejemplo que su padre murió y que ahora él es director de Maverick , tampoco podemos alejarlo de todo... y de todos- inquirió, aunque sonó general, Akira lo sintió como una indirecta muy directa.


- Él tiene derecho de saber... – intervino Reita, el tenia una postura muy clara al respecto, Uruha debía saber todo, no es que no le gustaba verlo así, tranquilo, sin mayor preocupación, como cuando le había conocido, pero odiaba la idea de que pudiera desaparecer de sus recuerdos para siempre si es que no recordaba por si mismo, el solo pensamiento le generaba un profundo dolor en el pecho.


- Estoy de acuerdo con Ruki, en que hay detalles que no podemos omitir, como la muerte de su padre y sus nuevas obligaciones, pero ¿No te parece injusto lo que estas diciendo?- cuestionó directo a Akira.


- ¿Injusto?- cuestionó sin comprender.


- Si, quieres devolverle a Uruha tres años de malos momentos, sólo porque quieres que te recuerde, por qué no mejor dejar que si va a recordar que lo haga paulatinamente?, sin presiones de ningún tipo... y sino, si pierde para siempre esos terribles recuerdos, ¿no sería lo mejor que pudo pasarle? ¿No podrías hacer ese sacrificio por él?

 


Parecía como si hubiese leído su mente y la verdad sonaba tan egoísta puesto de esa manera, pero eso significaba no valer nada para Kouyou, y eso le dolía, pensar que todo ese amor que el castaño le profesaba se fuera a quedar junto con sus memorias perdidas.

 


- No será difícil para ti conquistarlo- comentó Ruki cómplice- por lo que Uruha me contó lo haz deslumbrado- sonrió esperanzado.

 


Aquello mas que tranquilizar a Suzuki le hacia sentir aun peor.

 


- Pero tampoco seria justo quedarme a su lado, actuar como si nada hubiese pasado, como si jamás lo hubiese herido... y si un día recuerda y me echa en cara el engaño, y aunque eso tampoco sucediera, no me sentiría tranquilo conmigo... lo que mas ansió en este momento es su perdón, un perdón que no puede darme porque no recuerda nada de mi...

 


Ruki no pudo evitar sorprenderse, Akira se expresó de una manera hasta entonces desconocida para el, jamás lo creyó poseedor de tan nobles sentimientos, y por primera vez desde que lo conoció, incluso cuando se enteró de su pasado que le ataba a la familia Shiroyama, sintió tanta pena por él. Además nunca había hablando tanto como en ese momento… y por supuesto que entendía su disyuntiva.

 


- Aunque tampoco significa que este en total desacuerdo contigo Satoshi- habló de nuevo, modulando su voz para no sonar tan áspero- Uruha merece ser feliz... aunque eso implique no estar presente en su vida...

 

 

 

 

 

 

 


*~*

 

 

 

 

 






Entró con sigilo, acostumbrando la vista a la profunda penumbra de la habitación, le había costado un mundo tomar esa decisión y estar ahí, para despedirse de Uruha.


El aun dormía... lucia apacible, sus manos en sus costados, su respiración paulatina, su expresión relajada, sus labios entreabiertos, pensar que esa seria la ultima vez que le veía en mucho tiempo, le partía el corazón, aunque también era demasiado doloroso permanecer a su lado, igual que obligarle a recordarlo, así que prefería el exilio.


Volvería cuando Uruha recordara todo, a pedirle perdón y si aun tenia una posibilidad con él no la dejaría escapar, esperaría, porque no deseaba aprovecharse de su estado y construir una relación en el completo desconocimiento de su pasado conjunto. Se sentiría vil y deshonesto.

 


- Volviste otra vez... - murmuró aun con ojos cerrados, sin mirar la expresión de asombró del rubio.


- Lo siento... no quise despertarte... - su voz suave inundó el lugar y Uruha supo que podía pasarse mucho tiempo simplemente escuchándolo.


- No estaba dormido... – murmuró abriendo los ojos y estirándose como un pequeño felino- Además es muy agradable verte... - sonrió amable.


- Vine a despedirme... - musitó con aire serio- necesito salir de viaje- mintió.

 


No supo él por qué pero sintió una molestia en el pecho al oír aquello ¿Cuál era el lazo real entre ellos? Se sentó sobre la cama, quería caminar hacia él, pero en su intentó un par de cables conectados a su cuerpo se tensaron, un dejó de impotencia apareció en su mirada.

 


- No te levantes... - ordenó aunque no sonó propiamente como una orden.

 


Era como si sus palabras frías, fueran menos frías solo por el hecho de estarlas pronunciando el rubio, pensó Shima.


Reita se acercó a él, lo suficiente para ayudarle a recostarse nuevamente, sus manos rozaron sus brazos, sintiendo la calidez de su piel, un escalofrió los recorrió a ambos con ese simple toque.

 


- Promete que volverás- pidió sin pensar, realmente no sabia por qué, porque necesitaba que le prometiera eso, porque quería volver a verlo, por una extraña razón lo necesitaba cerca.


- Lo haré, te lo prometo... - sonrió apenas mientras le acariciaba el pelo, con el pretexto de acomodar los rebeldes mechones castaños que caían sobre su frente.

 


Uruha se aventuró a tomar su mano, apresándola entre las suyas...

 


- ¿Qué éramos?- cuestionó, si en esos momentos sentía esa atracción descomunal, ¿Cómo había sido antes? No concebía el hecho de que Reita hubiese pasado desapercibido para él. Simplemente no podía aceptar tan ilógica idea.


- Nada...

 


Kouyou lo haló hacia así, para romper con la distancia entre sus bocas, cerró los ojos y lo besó suavemente al principio, para después profundizar el beso abriendo sus labios para darle paso a la lengua ávida del abogado. Reita lo atrajo hacia sí, rodeándole con sus brazos, masajeando dulcemente su espalda, pero era demasiada desesperación brotando que deseó fundirse en ese momento al cuerpo del castaño, hacerle el amor en esa impersonal habitación de hospital, sobre esas blancas sabanas.


El rubio rompió el beso, tras un golpe de realidad, no podía aprovecharse de la situación, no podía, aunque quisiera, no debía.

 


- Cumple con tu promesa y vuelve... - sentenció Uruha, sintiendo como poco a poco se formaba un molesto nudo en su garganta.

 


Akira asintió únicamente, luego salió de la habitación.


Una vez fuera dejó que esas lagrimas que había ocultado muy bien la penumbra de la habitación rodaran libres por sus mejillas, intentando darle consuelo, ¿Para que prometía algo que no sabia si podía cumplir?


Satoshi y Ruki no estaban, les había oído hablar sobre tomar un café en la cafetería del hospital... era ilógico despedirse de ellos, nunca tuvo una relación amistosa con ellos, y sinceramente era el momento menos propicio para hacerlo.

 

 

 

 

 

 

 


*~*

 

 

 

 

 






Dos meses después...

 

 

 



- Apúrate Uruha, vas a llegar tarde... - indicó Ruki con tono severo.

 


Ese día el castaño tenía una reunión muy importante con los accionistas de Maverick , era por así decirlo, su convenio de libertad.


Había pasado solo dos semanas en el hospital después de realizarle diversos estudios, para descartar cualquier problema, aparte de la perdida de memoria, que pudiera complicar su estado de salud, pero gracias a Kami-sama que Kouyou estaba completamente sano.


Por salud mental, prefirió albergarlo en su casa que dejarlo volver a su antiguo departamento, había demasiados recuerdos dolorosos anidando en los rincones que temía que un día, estando solo, recordara todo... aunque tuviera complejo de mamá gallina, el se desvivía por cuidar de su amigo.


Así como ahora añoraba esa reunión, también le daba miedo, después de dos meses que Reita se alejó de su amigo, seria la primera vez que volverían a verse, lo cual estaba por demás decir, le tenia muy emocionado al castaño.


- ¡Duras mas que una chica!- criticó desde la estancia.


- ¡Voy!- exclamó un tanto nervioso.

 


Dos largos meses sin mirar a Akira habían resultado desquiciantes para el castaño, lo peor de todo es que ignoraba el motivo que lo tenia así, pero como socio de la corporación, seguramente estaría ahí, en esa reunión, donde él pondría a la venta sus acciones, lo cual resultaría una sorpresa bastante agradable para mas de tres y para Kouyou una liberación, de una obligación que su padre le había impuesto después de su muerte, y a la cual para ser feliz no podía atarse.

 


- ¿Dónde esta mi abrigo gris?- cuestionó mirando a su alrededor, sin encontrar la prenda.


- La mande a la tintorería- gritó el otro con voz impaciente- busca otro en el armario, pero ya date prisa.

 


Uruha se miró por última vez en el espejo, sus ojos claros brillaron complacidos, se había esforzado por verse bien,  se había peinado detalladamente su cabello castaño y su atuendo, saco y corbata, bastante formal, lucia impecable. Los golpes que, según palabras de Ruki, se había dado al caer y golpearse la cabeza, habían desaparecido completamente.


Dejó su dubitativa observación y se dirigió al armario, abriendo la puerta sacó uno de sus abrigos, se lo colocó con rapidez, los pasos desesperados de Ruki, retumbaban en la salita de estar, era mejor darse prisa antes de que su amigo fuera por él, y se lo llevara a arrastras. Una última mirada rápida, sonrió, ¿Por qué le preocupada tanto verse bien? Aunque la respuesta era evidente... Reita, suspiró suavemente introduciendo sus manos en los bolsillos del abrigo.


Su semblante sonriente cambió a otro sorprendido, dentro de uno de ellos encontró algo extraño, sacó el objeto para mirarlo.

 


- ¿Un anillo?- cuestionó mirando el aro dorado que descansaba sobre la palma de su mano. Lo inspeccionó con detenimiento, sentía un aire familiar en él, miró mejor y vio que en su parte interior tenia una inscripción... más bien unas iniciales, leyó algo confundido- A&K ¿A&K?

 


Un fuerte dolor de cabeza le obligó a llevarse una de sus manos a la sien, sentía que iba a explotar en cualquier momento, punzadas taladrando su cerebro como miles de agujas, se dejó caer sobre el suelo y todo se volvió un grito de dolor incontrolable.


Ruki escuchó el estruendo y corrió hacia la habitación, Uruha arrodillado sobre el suelo, quejándose sonoramente.

 


- ¡Uruha!- exclamó acercándose, hasta quedar a su lado sobre la alfombra, sosteniéndole. Kouyou sintió como los recuerdos uno a uno llegaban a su mente y en cada uno su cabeza dolía aun más, ¿Qué era todo aquello?

 


El recuerdo de la noche que conoció a Reita, sus salidas, el día que le entregó ese anillo, cuando vivieron juntos, su desprecio, su amargura, su miedo a vivir, su terrible salida, la convalecencia en el hospital después de su intentó de suicidio, el corto cortejo de Aoi, su viaje a América, su convivencia, el cambio radical en su comportamiento, sus celos enfermizos, Donovan, la noche de pasión con Reita, la noticia de que el abogado era su hermano, Yuu apuntándole con una pistola... todos los sucesos arremolinándose en su mente y devolviéndole sentimientos olvidados...

 


- ¿Taka?- dijo con voz entrecortada, cuestionándole.

 


Ruki entendió con solo mirar su expresión aterrada, que había recuperado sus antiguos recuerdos, una lagrima rodó por su mejilla.

 


- Te lo diré todo... - murmuró sin dejar de abrazarlo


- Por favor... - pidió refugiándose en ese abrazo, que deseaba tranquilizarle. Bajó la vista un momento, abriendo su mano empuñada, el brillo dorado del anillo recién encontrado, que sirvió como detonante a su mente para recuperar la memoria.


- Akira y Kouyou- susurró, recordando que ese era el significado de esas iniciales.

 

 


Continuara...

Notas finales:

...........

 

Qué pasará cuando se reencuentren?

Qué hará Uruha? Cómo lo mirara?...

 

Averiguenlo en el próximo cap! xD

 

Gracias por sus revieeeeeews!!! m(_ _)m

 

Nos estamos leyendo pronto C:


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