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Por Culpa de su Padre por Tatsuya

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Notas del capitulo:

Ñeñeñe

Nuevo cap !!!

A Leer :D !

Había salido tarde de la oficina, hasta que el último papel de su escritorio fue revisado y archivado, no le gustaba dejar trabajo pendiente.

 


Hacia escasos minutos que Aya se había retirado igual que la mayoría de los empleados en el piso de presidencia y fue hasta que se dispuso a salir cuando se percato de lo tarde que era, afuera había anochecido hacia mucho tiempo, pues la alarma de su celular sonó dándole la hora, 10 pm.

 


Llevaba el nudo de la corbata deshecho, a esas alturas le importaba muy poco su apariencia, ya que si por la mañana le dolía un poco la cabeza ahora sentía que le iba a estallar y a eso se le sumaba el reclamo de su estomago por no haber comido nada.

 


Estaba a punto de oprimir el botón del ascensor para que se abriera cuando se giró hacia la estancia y miró el bulto que estaba sobre uno de los sillones. Parpadeó intentando mejorar su  visión y  sin saber de quien se trataba, pero no fue hasta que se acercó cuando lo supo.

 


Shima esta recostado en uno de los sillones, echó un ovillo, de cara al respaldo, una de sus manos le servía de almohada y la otra descansaba sobre la curva de su costado, estaba profundamente dormido y únicamente podía escucharse el leve murmullo de su respiración tranquila y acompasada.

 


¿Cuánto tiempo tendría ahí? Se preguntó mentalmente, si la hora de salida era a las 7 pm y ya eran las 10 pm… tenia ahí casi 3 horas, pero ¿por qué no había entrado a la oficina a buscarlo?.... Así por lo menos Reita no hubiese perdido la noción del tiempo, pero inmediatamente le llegó la respuesta y era porque él mismo le había dicho que no lo interrumpiera mientras trabajaba.

 


Un movimiento del joven castaño le hizo sobresaltarse, quien comenzaba a estirarse sin mucho éxito en el incomodo sillón, Akira lo miraba atento y una pequeña sonrisa apareció en su rostro cuando Uruha ronroneó inconforme por su precaria situación e intentaba acomodarse lo mejor posible revolviéndose nuevamente.

 


Reita se sentó sobre la mesita de madera que estaba en el centro, se sentía cansado y hasta en cierta forma envidiaba la habilidad de kouyou para dormir tan apaciblemente, se inclinó un poco para despertarlo pero el cataño se giró para quedar boca arriba y en su intento casi cae del sofá…  sino hubiese sido que Reita lo abrazo evitándolo, pero a causa del vértigo despertó de igual forma.

 


- Reita… - se sorprendió de verse en los brazos del otro a escasos centímetros del suelo y su primera reacción fue pasar los brazos alrededor del cuello para evitar caerse, mas en el movimiento sus rostros quedaron sumamente cerca.

 


- Al fin despertaste... - dijo un poco incomodo, intentando levantarlo y así terminar con la cercanía.

 


- ¿Qué hora es?- preguntó ya de pie mientras se restregaba los ojos de forma graciosa.

 


- Es tarde...

 


Akira se acomodó la corbata y un poco el pelo, no deseaba verse desarreglado frente a su pareja, no por agradarle sino por simple orgullo. En cuanto terminó se encaminó hacia el elevador con la firme intención de irse.

 


- Te estaba esperando y me quede dormido- sonrió divertido mientras caminaba rápidamente para alcanzarlo.

 


- ¿Ah sí?- dijo sin mostrar mucho interés, lo único que quería era que se abriera la maldita puerta del elevador y conducir a casa, no esta de humor para tolerar a Shima.

 


- Si, Aya me dijo que estaban muy ocupados así que decidí no interrumpirte, tú me dijiste hace tiempo que no te gustaba, así que no desee molestarte, pero en cuanto me senté en el sofá no pude...

 


- Uruha... - exclamó el rubio molesto.

 


- ¿Sí?- preguntó el otro atento.

 


- Cállate...

 


La puerta del ascensor se abrió al fin y ambos entraron, Reita con el entrecejo fruncido debido a la jaqueca y Uruha serio y un poco cabizbajo, preguntándose ¿Por qué Akira se comportaba así con é?... Si él solo había querido contarle y al moreno no le había interesado. Los segundos que duró el descenso nadie dijo nada, tampoco cuando salieron del elevador dirigiéndose al estacionamiento, Uruha tenia miedo de decir algo y que su novio se molestara aun más, así que no se quejó cuando ignorándolo totalmente el rubio subió a su auto y encendió el motor dispuesto a irse, solo se quedo de pie viéndolo alejarse.

 


Los ojos le vidriaron con la escena... él solo en medio del estacionamiento, solo quedaba su auto a unos metros.

 


- No llores Shima- se dijo a sí mismo caminando hacia su auto, quiso ser fuerte aunque a veces le doliera la frialdad de Reita, pero fue inútil, las lagrimas salieron sin permiso.

 

 

 


*~*

 

 



El semáforo se puso en rojo y se detuvo, instintivamente miró por el retrovisor, el auto de Kouyou no venia detrás del suyo, ese era el camino mas corto para llegar a su departamento, no podía haber tomado otro, por lo que supuso que aun no salía del edificio.

 


- Maldita sea- exclamó molesto pegándole un golpe al volante, al tiempo que se estacionaba para no detener el tráfico, ya que el semáforo había cambiado a verde.

 


Los autos siguieron pasando hasta que la luz cambió nuevamente, pero ninguna señal de Uruha, debía aceptarlo… se había excedido, no podía seguir comportándose así con él, sino quería arruinar todo los esfuerzos hechos, así que encendió el auto mientras daba la vuelta para regresar.

 

 

 


*~*

 

 



No tardó mucho en divisarlo, no había ni un alma en el estacionamiento, un sentimiento parecido al remordimiento le acecho, el castaño estaba recargado en su auto con la vista baja, enseguida estacionó el auto no perdió tiempo y bajó, no podía apartar la vista de él, estaba a unos metros y aunque no podía oír claramente sus lamentos, sabia que lloraba, al parecer no se había percatado de su presencia, pero se equivoco.

 


- Siempre busque alguien que me amara...- dijo en voz alta intentando hablar aunque el llanto seguía fluyendo calladamente, lo supuso porque había cambiando de posición- fue como buscar en la oscuridad, pero un día, en un de repente... conozco a la persona que deseo amar y entregarme y esa persona eres tu Akira...- murmuró girándose para encararlo, sus ojos estaban rojizos al igual que sus mejillas.

 


Lo miró seriamente y se limitó a escucharlo, sabia que no debía decir nada puesto que entendía que Kouyou aun no dejaba de hablar.

 


- No te conozco del todo... pero tu rostro refleja mas que una fría expresión, refleja soledad, tus ojos son bellos pero no solo por el color que tienen, sino por el alma que se ve si te asomas en ellos... quisiera calmar tu dolor Akira, solo dame una oportunidad, solo una... - pidió suplicante mientras una lagrima cruzaba su rostro cayendo al suelo.

 


- ...- era el momento de decir algo pero verdaderamente no supo que.

 


- No se que te atormenta, pero se que hay algo que te hace sufrir, veo el cambio cuando estas conmigo, no necesitas decir muchas cosas porque basta con mirarte bien para adivinarlas, pero soy persistente y quiero hablarte y buscarte, a pesar de que no sea el mejor momento, se que debo conformarme con lo que puedas darme, ya es suficiente con que te hubieses fijado en mi...

 


- Uruha... - Reita dio un paso al frente pero se detuvo ¿Por qué Shima veía todos esos sentimientos en él?

 


- Perdóname Akira... – dijo al tiempo que se cubría el rostro para que no le viera llorar.

 


- Shhh- le calló mientras rompía la distancia entre ambos y lo abrazaba fuertemente, los sollozos de Uruha se estrellaban en su pecho y sintió escalofríos recorrer su cuerpo.

 


Al percatarse de la situación Takashima comenzó a forcejear para separarse, lo que desconcertó a Reita, pero no le soltó.

 


- ¿Qué sucede?- preguntó extrañado.

 


- Te molesta que te abrace en publico... - dijo alzando el rostro y mirándole a los ojos- No quiero que te enojes conmigo.

 


- Tú no me abrasaste, fui yo quien lo hizo- dijo seriamente, apretándolo mas contra sí con uno de sus brazos, pues con la otra mano le tomo por la barbilla.

 


Shima estaba sorprendido por la cercanía de ambos, por las palabras que había dicho Reita, todo parecía un sueño del cual no deseaba despertar y se sorprendió aun más cuando el otro rompió la escasa distancia para tomar por asalto sus labios con una delicadeza carente hasta el momento, se dejo hacer… solo quería sentir, no importaba que el rubio no le dijera que lo quería, bastase con que lo tocara y lo besara de esa forma para creerle todo sin vacilar.

 


Akira rozó sus labios suavemente, solo deseaba tranquilizarlo, mientras sus manos le liberaban y ascendían hasta su rostro para tomarlo entre ellas, para profundizar el beso.

 


Mientras seguía con la caricia conjeturó muchas cosas, se había equivocado, estaba usando la táctica equivocada, si seguía así, en vez de causarle un mal cuando lo abandonara le haría un bien, ya que si lo seguía tratando de esa forma el que terminaría botándolo era Shima, debía ser mas sutil en su trato y tragarse su orgullo, ya faltaba poco, muy poco para terminar con esa venganza y estar en los brazos de su amada Miyu.

 


Miyu... pensó su mente, tal vez era así por naturaleza, su comportamiento tan frío y distante, su expresión falta de interés en otros, porque ni siquiera a su querida Miyu la trataba cariñosamente, hasta la había separado de él, para llevar a cabo su venganza.

 


Se separó de Uruha, el cual desea continuar el beso, Reita forjó una sonrisa cariñosa mientras le acariciaba el rostro, esa seria su táctica desde ahora, así él se enamoraría más de él, además tenia un trato con Shiroyama.

 


- ¿Cuándo quedamos en que me mudaría contigo?- preguntó fingiendo un tono meloso, bueno, solo un poco menos áspero.

 


- Dentro de una semana- dijo desilusionado secándose las mejillas.

 


- ¿Qué te parece si lo cambiamos para mañana?

 


- ¡Eso seria genial!- exclamó el castaño cambiando totalmente a una expresión alegre.

 


- Entonces eso haremos- decidió mientras era abrazado efusivamente por Talashima.- Bien, ahora a descansar.

 


- Si, Reita, te veo mañana entonces...

 


Uruha no quiso decir más, para que Reita no se fuera a arrepentir, así que inmediatamente subió a su auto y lo puso en marcha, al igual que Suzuki. El castaño fue el primero en salir del estacionamiento seguido del mayor.

 


- Lo que tengo que hacer para vengarte Papa- dijo molesto, al tiempo que se limpiaba la boca con la mano bruscamente.

 

 



Continuara...

Notas finales:

Yo tambien odio a Akira :C sus besos aun le son repugnantes >.< !!! ¬¬

Jum.... ojalá luego piense lo contrario... :z

 

Este está un pokito corto... peor bueno.... ya se viene lo bueno... o eso creo yo >.< !!

 

Gracias por leeeeeeeeeeer y por sus reviiiiieewwws !! ~  *o* !


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