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orgullo, miedo y negacion por urumelii

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Notas del capitulo:

waaa lo q es, no tener clases dos dias....lamentablemente tengo mucha tara y io aki haciendo esto, pero meh, vale la pena XD....espero q les guste, personalmente a mi me agrado mucho n_n  gracias a tod@s los que han dejado reviews *O* 

El jardín era enorme, ni siquiera se tenía que salir de la propiedad para disfrutar por lo menos media hora de caminata. No cabía duda que era un lugar completamente en medio de la nada. En verdad era eso lo que necesitaban, poder relajarse, incluso si en la casa se sentía un ambiente, por alguna razón; tenso.

 

Pensaba en Ruki, no la verdad pensaba en Hiroto, ¿a quien trataba de engañar? El guitarrista ocupaba su mente gran parte del día y al parecer era algo que no podía evitar, por más que lo intentara. De un lado estaba Hiroto, sonriendo, contándole todas aquellas cosas que no sabía y que no entendía porque no las había preguntado antes. Pues ahora, eran tan interesantes, quería escuchar hablar a Hiroto todo el día, y estaba seguro que jamás se hartaría. Sin embargo no era solamente escucharlo hablar, quería probar el sabor de sus labios; acción que lo hacia sentir terriblemente culpable, no podía  enamorarse de alguien mas, no cuando estaba con Ruki.

 

Ruki, quien últimamente se veía tan decaído, ya no quedaba nada de ese Ruki alegre del que se había enamorado ¿él había provocado eso? No. Había sido Ruki mismo quien había llevado los problemas a la relación. Él solo estaba actuando conforme a la situación, es que simplemente no podía confiar en él, quería, pero cada cosa que pasaba le mostraba que era imposible. Cada situación en la que el vocal estaba involucrado le daba a entender que tal vez, habían ocurrido más engaños de los que pensaba. Y él no era el idiota de nadie.

 

¿Dejarlo? No, ¿Por qué? lo amaba, le gustaba estar con él, cuando estaban de buenas, claro. Conocía a Ruki y Ruki lo conocía a él, tener que pasar un rompimiento, además de conocer a alguien nuevo, pasar por todos los procesos para llegar a una relación estable, no. Ya no tenia tiempo para hacer eso, con Ruki ya lo tenia, para que lo iba a perder. Amor, no costumbre. ¿Verdad?

 

Se levantó con pesadez, llevaba buen rato afuera, lo suficiente para darle tiempo a su novio para cortar relaciones con los dos guitarristas de su banda. Era su obligación después de todo, hacerlo sentir mejor. Se sacudió el pasto del pantalón y se giró hacia la casa, ni siquiera alcanzó a entender que ocurría cuando un furioso Aoi se le lanzó, tirándolo directo al piso.

 

-por fin te encuentro – sonrió de una manera extraña el pelinegro – te crees muy hombrecito para andarle prohibiendo cosas a Ruki ¿no? Bueno entonces veamos que tan macho eres conmigo – le soltó un puñetazo, el cual Shou no tuvo tiempo ni de esquivar.

 

-Aoi, ¡no hagas un escándalo! – se escuchó la voz de Uruha, la cual resonó aun mas lejana al recibir otro puñetazo por parte del pelinegro.

 

Listo, ese fue el último. El vocalista de Alice Nine se zafó de Aoi, sin lograr levantarse le lanzó una patada directo al estomago - ¿no te gustó verdad? Que Ruki por fin te dijera que no – le dijo levantándose y respirando con dificultad.

 

Aoi lo miró sin comprender.

 

-ya no tiene caso que mientan, ahora si vamos a hablar claro – vio como Ruki se acercaba, estaba hecho un mar de lagrimas y se cubría la boca con las manos – que bueno que llegaste Taka, así podremos aclarar todo de una vez – miró a los otros cuatro integrantes de Gazette que se encontraban ahí – dime que es mentira que te acostaste con Ruki, porque déjame decirte que él no se molestó en negarlo – se dirigió a Aoi.

 

-¿Qué? – fue Uruha el que habló – ¿de que hablas? ¿Cómo se te ocurre semejante estupidez? – en ese instante se arrepintió de haber sido tan duro con Ruki ¿en verdad el vocalista estaba soportando a Shou sin decir nada?

 

Shou sonrió amargamente – deja que Aoi lo confirme o lo niegue, espero que no se atreva a mentir. Vamos Uruha, es obvio, la relación entre ellos dos no es normal…-.

 

-Shou ¡ya basta, por favor! – Suplicó Ruki, las cosas se iban a salir de control, entre el temperamento de Aoi y las tonterías que su novio estaba diciendo – esto lo tenemos que arreglar nosotros, ellos no tienen nada que ver – Shou por su parte ni se movió, en realidad nadie lo hizo.

 

-¿Por qué, si ellos están involucrados? Niega que me fuiste infiel con Aoi – exclamó furico, de él nadie se burlaba – sabemos perfectamente que le gustan las putas, ¿Por qué no habría de acostarse contigo? – miró a Uruha de forma despectiva.

 

-hijo de…- Aoi se le volvió a lanzar soltándole tres puñetazos mas. La verdad el guitarrista era mas fuerte que él, además de que estaba bastante enojado, no le importaba cuanto daño le pudiera ocasionar al vocal. Se había pasado, la tenia que pagar, nadie insultaba a sus amigos y mucho menos a la persona que amaba.

 

-Aoi – Uruha lo llamó tranquilo, Ruki estaba hundido en su pecho diciendo cosas que no se entendían – ni siquiera se puede defender, déjalo – tenia la cara seria, parecía estar enojado, pero no encolerizado como el pelinegro.

 

Reita que hasta ese momento no había dicho nada interfirió en la pelea, logrando con mucho esfuerzo que se separaran – me das lastima Shou, no puedes estar mas equivocado – le dijo sosteniéndolo con una mano del pecho – y aun sin saber te pones a decir estupidez y media. Sin tener en consideración ni un segundo a Ruki, y no nada mas eso, estas tan dolido que hasta te pones a insultar a sus amigos – miró de manera seria a Shou – si te sientes tan mal al respecto, y no puedes confiar en él, entonces no hubieran regresado, no lo hubieras ilusionado haciéndole creer que tienen una oportunidad, porque es mas que obvio que no estas dispuesto a dársela – se giró hacia a Aoi – vámonos – los dos se encaminaron hacia donde estaba Ruki y Uruha.

 

Sin embargo Reita lo consideró dos segundos mas y se volteó de nuevo hacia el vocalista de Alice Nine le soltó un puñetazo del lado izquierdo – esto es por Ruki, ni se te ocurra a acercarte a él – le soltó otro golpe del lado derecho – y eso es por Shima, si crees que puedes juzgar a las personas, empieza por ti pedazo de escoria – se giró hacia sus amigos de nuevo y llevaron a Ruki dentro de la casa.

 

Shou se quedó estático, le dolía todo el cuerpo, dos contra uno, no había sido nada justo. Aunque no estaba seguro si eran los golpes físicos los que en realidad dolían, estaba muy confundido, no estaba seguro de que había ocurrido, es decir; lo habían defendido porque eran sus amigos, no porque estuvieran involucrados en una relación. De hecho, ahora que lo pensaba siempre que veía a Aoi, estaba sufriendo por Uruha, siempre que hablaba con Ruki era por algo relacionado con eso. Incluso habían habido ocasiones en las que el pelinegro llegaba borracho al departamento que compartía con el mas bajo, llorando por el castaño. Había dejado miles de veces que se quedaran toda la noche platicando, ¿de donde había salido la idea de que eran amantes? Inseguridad, celos.  Era cierto no era capaz de perdonar a Ruki por su infidelidad y solo se estaba descargando.

 

Se sentía mareado, su cabeza empezó a doler horrores, se llevó la mano a la frente y sintió un líquido en su mano. Sangre. Al parecer lo habían dejado peor de lo que había pensado.

 

-mira nada mas, estas hecho un desastre – le dijo Tora a medida que se acercaba.

 

A Shou le costó trabajo enfocar a su amigo – creo que me lo merecía – dijo con esfuerzo.

 

Tora sonrió – totalmente, ¿puedes caminar? – se pasó el brazo de Shou por los hombros y lo ayudó a entrar a la casa. Subieron directamente al baño de la habitación de Tora.

 

El guitarrista sentó al otro en la orilla de la tina, mientras él buscaba el botiquín de primeros auxilios. Mientras lo hacia no dejaba de reírse.

 

-¿me puedes contar el chiste? Digo para que me ria yo también – dijo un molesto Shou aun con la mano en la frente.

 

El otro sin decir nada mojó una pequeña toalla y se acercó a Shou – a ver, quita la mano – el vocalista hizo caso y Tora comenzó a limpiarle la cara – hace años que no te veía así – comentó Tora con ironía.

 

Shou sonrió de lado – cállate, ¿te acuerdas de la ultima? – lo dijo con amargura, pero también con cierta nostalgia.

 

Tora suspiró – esa vez yo acabe en el hospital, la verdad hace mucho que no recordaba eso – aquel pasado que tan desesperadamente quería alejar, parecía querer encontrarlo por todos los medios. Sin decir nada mas siguió limpiando las heridas de Shou, tenia la ceja partida, en la frente tenia una cortada inmensa que llegaba casi hasta la mejilla y tenia el labio sangrando. Sin contar los moretones que tenia en la cara – me sorprende que no te hayas defendido, no es como si no supieras pelear – enjuagó la toalla y siguió limpiando.

 

-creo que lo arruine – contestó Shou haciendo caras de dolor mientras le limpiaban la sangre alrededor de la cortada – creo que prohibirle a Ruki que hablara con Aoi y con Uruha fue una mala idea -.

 

El guitarrista hizo una mueca – eres un idiota, ¿Cómo se te ocurre pedirle eso? – No esperó a la explicación de su amigo – te lo dije, quieres estar con él, confía. Si no, acepta que se fue al diablo. No le hagas ¿quieres ser un novio psicópata o algo así? Lo peor es que Ruki se va a dejar que lo domines, él cree que tiene la culpa -.

 

Algo se revolvió en el estomago de Shou - ¿Qué no la tiene? – preguntó molesto.

 

-si, pero se disculpó, lo que pasé después depende de los dos y tu la estas cagando – dijo con honestidad el guitarrista. Acercó el botiquín, sacando hilo quirúrgico y las debidas pinzas, sonrió – hace mucho que no hacia esto, dudo que las puntadas me queden tan derechas como antes – midió el hilo y lo cortó.

 

Shou se mordió el labio, sin duda tenia muchas cosas que pensar. Decidió no abrumarse con eso, no al menos mientras estuviera con Tora, eso lo debía hacer solo – nunca te quedaron derechas –  bromeó.

 

Tora soltó una carcajada – me salen mejor que a ti, no hay anestesia, así que te aguantas – advirtió.

 

El vocalista se alzó de hombros –no será la primera vez – dijo haciéndose el valiente.

 

El guitarrista se acomodó para empezar a coser la herida – esa vez estabas drogado Shou, no creo que sea lo mismo – acusó en tono burlón.

 

-¡oye! Aun así se siente, como la vez del cuchillo caliente – se rió, pero duro poco pues sintió el dolor de la aguja atravesarle la piel.

 

- ¡el cuchillo! – Recordó Tora – también ahí estabas drogado idiota – se rió, pero de inmediato la risa se apagó – que bueno que salimos de esa vida ¿no? – trataba de coser con cuidado, para no hacerle mas daño a su compañero.

 

Él otro por su parte trataba de hacerse el fuerte, a pesar de que dolía mucho – si, pero no negaré que pasamos momentos buenos…ahhh – se quejó al fin doblándose un poco.

 

Tora se acomodó – no te muevas o será mas difícil – frunció el seño y después suspiró. Buenos recuerdos ¿realmente podía tener buenos momentos de aquella época?

 

Shou miró de reojo el semblante de su amigo, parecía estar teniendo una lucha interna - ¿estás bien? – le preguntó.

 

-no, es ese pasado que no me deja – contestó sin dejar de hacer su labor – parece que no puedo huir de él -.

 

- es porque no lo has superado – dijo su amigo seguro – si yo no lo he contado es porque tu no quieres que nadie sepa, pero no creo que tengan problemas si lo saben – se refería a Saga. Nunca había encontrado el motivo por el cual Tora tenía tanto problema para contar esa parte de su vida, no era fácil, ni bonita, pero estaba seguro que los entenderían, después de todo eran jóvenes. Y eso había quedado atrás, incluso antes de que entraran a Alice Nine. Su banda los entendería porque eran amigos.

 

Tora hizo una mueca – no puedo, me da pánico que Saga se entere, no es algo fácil de digerir, no quiero que me deje – aceptó, colocando mas hilo entre las pinzas.

 

-¿por eso andas detrás de Uruha? – lo cuestionó, la verdad era que hace bastante tiempo que no hablaba con su mejor amigo. Todos tan sumergidos en sus propios problemas, que a veces se te olvida que existen mas personas y que tal vez ellas necesiten mas ayuda de la que tú necesitas.

 

El guitarrista negó – Megumi – contestó reanudando su labor – esta vuelta loca por Aoi, y quiere alejar a Uruha de él, como sea – explicó.

 

Shou alzó con dolor la ceja - ¿y tu que tienes que ver con los problemas de tu prima? – no entendía, pero si podía intuir lo que le iba a contestar.

 

-quiere que yo le ayude a alejar a Uruha de Aoi, de maneras que ni siquiera me atrevo a mencionar – lo dijo con tanto pesar que hasta la voz se le cortó.

 

-¿sabes que no estas obligado verdad? – Shou no podía imaginar lo que Megumi planeaba, pero conocía bastante a la prima de Tora como saber que era una desquiciada de cuidado.

 

Tora asintió -  amenazó con decirles a todos de lo que hacíamos – tragó saliva de solo pensarlo, hasta sentía que los colores lo abandonaban.

 

-Shinji, deja de tener miedo de la reacción de los demás, lo que hiciste en el pasado ahí se va a quedar. No podemos modificarlo, tienes que aprender a vivir con ello….

 

No puedes ver hacia delante, sino estas contento con lo que hay detrás.

 

Ruki decidió que era mejor dejar de escuchar esa conversación y se fue a su habitación.

 

-x-

 

Tres horas. Había pasado las ultimas tres horas paseando por toda la habitación, pensando que decir, que hacer, no encontraba alguna forma de disculparse, estaba consciente que no había nada que pudiera remediar lo que había hecho. Pero había sido sin intención, no quería lastimar a la persona que mas amaba en el mundo, no quería.

 

Por fin, Reita entró en la habitación, lucia tan serio, algo tan raro en él a veces. Se miraron por minutos que parecieron horas.

 

-Rei…

 

-Kai…

 

Hablaron al mismo tiempo, acción que logró robarles un pequeño amago de sonrisa.

 

-déjame hablar a mi ¿va? – le dijo Reita. Kai se quedó callado, esperando un milagro, porque eso era lo que necesitaba, un milagro – te amo Yutaka, te amo tanto que va mas allá de mi, nunca había sentido esto por nadie; es mas ni creía que se pudiera amar de esta forma – los dos permanecieron de pie – quiero estar contigo, es la verdad. Pero no puedo, no puedo amarte sabiendo que tu amas a alguien mas – miró al piso tratando de no llorar – uno creería que después de tres años ya lo habrías superado, quería convencerme de eso, pero lo que pasó esta mañana solo me hizo darme cuenta de la realidad. Mi amor no es suficiente para ti, tu lo necesitas a él – siguió sin mirar a Kai.

 

Por su parte el baterista sintió como el corazón se le partía en mil pedazos - ¿Cómo puedes creer eso? Él ya no esta, tu si. Yo te amo – trató de argumentar.

 

Reita negó con la cabeza – sé que me amas, pero no de la forma en la que deberías. Ya sé que suena egoísta, pero en ningún momento te pedí que lo olvidaras, te pedí que te entregaras a este amor y no lo has hecho, me amas a medias y eso para mi no es suficiente, ya no. No quiero ser el premio de consolación – le dolía tanto decirlo, pero sabía que era necesario. Que ya no podía seguir haciéndose daño.

 

-no lo eres…- sollozó Kai sin saber que mas decir.

 

-no lo hagas mas difícil, es lo mejor. Seguiré siendo tu amigo, seguiré apoyándote en lo que tu necesites. Es solo que ya no puedo estar compitiendo con alguien al que nunca le voy a ganar – se acercó al baterista y lo abrazó – Te amo, pero es lo mejor – le dio un beso en la frente y se alejó. Se alejó y salió de la habitación.

 

Kai quería seguirlo, rogar que hablaran, pero por dentro sabía que sería inútil, que después de todo Reita tenia razón. Él jamás superaría  a Miyavi, si tan solo no se sintiera culpable de olvidarlo. Si tan solo no hubiera muerto, si tan solo no hubiera sido su culpa. Si tan solo pudiera dejarlo ir.

 

-x-

 

Hiroto entró a la cocina seguido de Saga, eran mas de las siete de la noche. No habían comido nada desde la mañana y tampoco parecía haber rastro de nadie; todos parecían estar encerrados en sus respectivas habitaciones.

 

-muero de hambre, eso definitivamente no me hace bien – dijo el pequeño guitarrista abriendo el refrigerador.

 

Saga por su parte optó por sentarse en una de la sillas, llevaba una pequeña pelota con la cual jugaba – yo también, pero quien sabe donde están los demás y eso de cocinar no se nos da muy bien – dijo apretando la pelotita roja.

 

Hiroto hizo una mueca – no hay nada instantáneo, ¡¡ni papas!! Todo se tiene que preparar – azotó la puerta de la alacena donde buscaba botanas – necesitamos a Nao – dijo cruzándose de brazos y haciendo puchero.

 

-¿para que me necesitan? – el nombrado entró en la cocina con cara de héroe.

 

Saga abrió los ojos efusivamente – tenemos hambre – anunció el bajista, mientras Hiroto asentía de manera exagerada.

 

Nao sonrió – deberían de aprender a cocinar ¿Qué van a hacer el día que no este para cocinarles? – se acercó al refrigerador y empezó a sacar ingredientes.

 

-comer mucha sopa instantánea – contestó el guitarrista muy seguro – además no es nuestra culpa, no hay ni botanas, ni nada de ese tipo – señaló con desden las alacenas.

 

-ni alcohol – soltó Saga. Los otros dos lo miraron confundidos – no hay ni una gota de alcohol – miraba hacia la nada como si hubiera descubierto algo fascinante – cada uno de nosotros toma y la mayoría fuma; pero no hay ni una botella de alcohol, ni cajetillas. ¿Cómo lidiaremos con eso? – Miró a los otros dos quienes seguían sin entender – yo no quiero ser quien aguante a Tora cuando este desesperado por un cigarro o a Uruha cuando se dé cuenta que no hay alcohol – tragó saliva ante el pensamiento – además es una gran manera de relajarse, no entiendo como no nos trajeron nada de eso. Piénsenlo ni botanas hay, no quieren que hagamos una fiesta nosotros diez – se sentía ofendido.

 

Nao abrió la boca - ¿quieres hacer una fiesta? – le preguntó sin poder creerlo.

 

Saga se revolvió en su asiento – bueno, no, pero que tal si queremos hacerla o mínimo sentarnos a tomar – se defendió.

 

-tiene razón – agregó Hiroto con una manzana en la mano y dándole una mordida.

 

El baterista giró los ojos, estaba seguro que lo que menos necesitaban las dos bandas era embriagarse, cosas extrañas siempre ocurrían cuando había alcohol de por medio, sin excepción – bueno, tengo las llaves de la camioneta. Supongo que podríamos comprar algo, pero con moderación – no terminó de decirlo cuando los otros dos ya estaban saliendo de la cocina.

 

Alcohol. ¿Por qué la idea sonaba tan mal de repente?

 

-x-

 

-es en serio – volvió a decir Aoi sonriendo. Él y Uruha estaban acostados en la cama, al revés y con los pies subidos en la pared, platicaban; llevaban horas haciéndolo – bueno si me gustaste desde la primera vez, pero así como enamorarme. Además como no podrías gustarme, vestías shorts – se quedó mirando al techo como si lo estuviera recordando.

 

Uruha sonrió – esa vez fuiste un grosero, yo todo emocionado porque por fin íbamos a tener guitarrista nuevo y después de escucharme tocar dijiste que no te unirías – a pesar de estar a oscuras, el pelinegro alcanzó a distinguir un puchero en la cara de su novio, gracias a la luz que entraba desde afuera.

 

- creo que fue la primera vez que heriste mi orgullo – aceptó – no creí que tocaras tan bien, al menos no mejor que yo, y para colmo ¡soy dos años mayor que tu! Cuando Yune me dijo que era muy bueno tocando, pensé que solo lo decía porque era tu novio – sintió como Uruha se tensaba al escuchar el nombre, sin pensarlo entrelazó su mano con la de él – ¿y tu? No me digas que te gusté a la primera – desvió el tema.

 

-la verdad no – admitió el castaño sonriendo levemente – pensé que eras un arrogante, la primera vez que te vi, no estaba equivocado, pero aun así – se burló – después tuve que ir prácticamente a rogarte que te unieras a la banda, eso hizo que me cayeras aun peor – rió con el recuerdo.

 

Aoi abrió la boca con indignación – bueno al parecer este sujeto arrogante tiene lo suyo – se defendió.

 

Uruha asintió – el día que me defendiste, ¿te acuerdas? Ese día supe que podría enamorarme de ti – no miró a Aoi pero apretó su mano.

 

El pelinegro miró a su novio, habían pasado tantos años de todo eso, en esa época Uruha era una persona totalmente distinta - ¿vale la pena que recuerdes eso? – le preguntó, lo menos que quería era que el castaño se deprimiera.

 

- no es algo agradable de recordar, pero hace mucho que ocurrió y quiero que sepas como pasaron las cosas – aseguró - ¿te acuerdas de esa vez? – preguntó de nuevo.

 

Aoi asintió. Cuando gazette estaba en sus comienzos, mucho antes de que Kai entrara a la banda, Uruha y Yune eran pareja; él solo era el segundo guitarrista y compañero de departamento de ellos dos. Al principio todo iba muy normal, hasta una noche que los escuchó discutir, Yune le reclamaba cosas al castaño que ni sentido tenían y el otro trataba de defenderse.

 

Al principio Aoi había pensado que era una típica pelea de pareja, sin embargo se inquietó al instante que escuchó un golpe sordo. Se iba a levantar a ver si estaban bien, pero Yune entró a su habitación, pidiéndole que saliera del departamento porque la discusión se había vuelto mas grande de lo que tenia planeado.

 

Aquella vez, Aoi hizo lo que le pidió su amigo, aunque por alguna razón toda la noche permaneció con un nudo en el estomago. A la mañana siguiente ni se sorprendió que la pareja estuviera como si nada, pero se le cayó el alma a los pies cuando descubrió que los brazos del castaño estaban llenos de moretones.

 

-¿estas bien? – le preguntó sin que Yune lo escuchara. El castaño solo se limitó a asentir con la cabeza baja.

 

Decidió no entrometerse en los asuntos de los demás, hasta dos semanas después cuando escuchó a Uruha gritar como desesperado. Se levantó de inmediato y se acercó a la puerta de sus compañeros. Dos segundos después se escuchó un golpe fuerte y un gritó bastante audible del castaño, mientas Yune gritaba que se callara.

 

Sin pensarlo dos veces abrió la puerta. Sintió que su sangre hervía cuando encontró a su amigo sobre Uruha, el castaño estaba atado a la cama y luchaba por zafarse, no tenia puesta la camisa y su pecho estaba lleno de moretones.

 

-¡LARGATE AOI ESTO NO ES TU ASUNTO! – le gritó Yune al verlo. En algún momento le pasó por la cabeza que eran juegos  enfermos por parte de la pareja, pero al mirar a Uruha se dio cuenta que no era nada de eso. El castaño tenía la mirada cargada de miedo, lo cual hizo que Aoi simplemente reaccionara.

 

Bajó a Yune de la cama de un solo golpe, hasta la fecha Aoi no recordaba como había logrado sacar a su amigo del departamento. El recuerdo había sido reemplazado, por él desatando a Uruha y consolándolo durante toda la noche.

 

-esa noche me di cuenta que no estaba solo – dijo Uruha al fin – tu me diste las fuerzas para romper con Yune – le dio un beso en la mejilla.

 

Aoi sonrió – después de eso, no había nadie que se metiera contigo. Aprendiste a defenderte, lo malo fue que te llenaste de miedo a tener cualquier otra relación – dijo un poco dolido.

 

-la verdad no te puedo negar que aun tengo miedo Aoi, Yune me lastimó mucho y de muchas formas -  se acomodó boca abajo recargándose en sus codos – no quiero volver a pasar por eso – agachó la cabeza.

 

Aoi le besó la frente – no estas solo, yo estoy aquí y no me pienso ir a ningún lado. Jamás haría algo para lastimarte porque te amo -  unieron sus labios delicadamente.

 

Uruha suspiró – te amo, quiero estar contigo siempre. Prométeme que no me dejaras solo – otro tierno beso.

 

- te lo prometo – aseguró Aoi.

 

No dijeron nada por unos minutos hasta que varios ruidos que provenían de la planta de abajo los hicieron levantarse. Se asomaron por el barandal y su sorpresa fue al ver a tres miembros de Alice Nine entrar a la casa con muchas bolsas.

 

-dije que con moderación y se trajeron toda la tienda – se quejó Nao entrando.

-¿Qué trajeron? – preguntó Uruha desde arriba.

 

-¡ALCOHOL! – Gritó un entusiasmado Hiroto – tenemos toda la noche, para acabarnos todo esto – se dirigió a la cocina.

 

Uruha sonrió – hoy será una noche larga – le dijo a Aoi y bajó las escaleras. 

Notas finales:

les gusto??? waaa dejen review.....

nos vemos a la otra ^o¬


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