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orgullo, miedo y negacion por urumelii

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Notas del capitulo:

no me maten!!! >.< dedico el capi a las q tuvieron la culpa q estas palabras se escribieran mirza y hirune........en serio no me maten........

Le acarició la cintura por debajo de la camisa – ¿estás seguro? Si alguien nos ve, nos matan – cerró los ojos al sentir la lengua de su novio jugando con oreja.

 

-dudo que nos vean, están en su asunto, además si nos ven puede ser mas divertido – hizo un movimiento para hacer que su entrepierna rozara con la de Aoi, robándole un gemido al segundo.

 

Aoi lo dudó un poco, pero decidió dejarse llevar, si tenían problemas, siempre estaba el alcohol para culpar – bueno pero no quiero que te acobardes – abrió la camisa del castaño de un jalon, estaba excitado, no habría vuelta atrás. Aceptaría lo que viniera. Deshizo el botón del pantalón del castaño – me encanta que te pongas así – sonrió masajeando la erección de Uruha.

 

-mmmmm….Aoi – se levantó y se sacó completamente el pantalón - ¿mejor? – preguntó traviesamente mientras se volvía a subir a sus piernas.

 

El otro sonrió de lado mientras aprisionaba los labios del castaño – estarías mejor sin nada – le dijo respirando con dificultad debido al beso.

 

De repente se sintió extraño al ver a Nao platicando como si nada con ellos, ya no quería estar ahí. Se sentía raro, primero besaba a Ruki y después hablaba con Nao como si nada nunca hubiera pasado, decidió dejar a los otros dos aun platicando, se veían extrañamente animados.

 

Sintiéndose terriblemente fuera de lugar entró a la casa por la puerta de atrás de la cocina, la música sonaba pero nadie hacia ruido. Le pareció extraño y se dirigió a la sala, se quedó pasmado ante la visión. Por supuesto, no había nadie más, solo Aoi y Uruha.

 

Aoi lamia uno de los pezones de Uruha, mientras este soltaba gemidos de placer. No sabía que hacer, simplemente estaba ahí mirándolos, si alguno de los dos volteaba de seguro lo veían, pero parecían tan absortos. Uruha se levantó seguido de Aoi, se subirían ¿verdad? Acabarían su numerito en su habitación ¿verdad? Su sorpresa fue al ver como Uruha se sacaba el boxer y se recostaba sobre uno de los sillones; entonces sintió como algo en su entrepierna despertaba. ¿Por qué no se movía, por qué no se iba?

 

Fue el segundo guitarrista quien alzó la vista – Reita – pronunció sonriendo - ¿Cuánto llevas ahí? – preguntó cínicamente.

 

No contestó, ¿Qué iba a contestar? Uruha se asomó un poco sonrojado, se giró hacia Aoi e hizo el ademán de recoger su ropa, pero el pelinegro se lo impidió.

 

-te dije que no te podías acobardar – dijo Aoi en tono autoritario, se dirigió de nuevo a Reita - ¿te vas a unir o que? – sonrió.

 

Tanto el castaño como el rubio se sorprendieron ante la pregunta del guitarrista – Aoi…-pronunció Uruha aun mas sonrojado.

 

-tranquilo amor, si estoy yo, no tiene nada de malo. Además sé perfectamente que ustedes lo hicieron alguna vez – le dio un beso tranquilizador, al menos trató de que así fuera.

 

Reita por su parte seguía sorprendido. Era cierto, Uruha y él lo habían hecho alguna vez, pero eso tenia años, cuando aun eran adolescentes y apenas descubrían el mundo; ahorita era completamente diferente. Eran adultos, y él estaba enamorado, meterse con una pareja no estaba contemplado en sus planes. Aunque la idea no le desagradaba tanto, es decir Uruha era hermoso, eso nadie podía negarlo y ahora no tenia ningún compromiso. La pareja estaba dando el consentimiento.

 

-ahhh…- el fuerte gemido de Uruha lo sacó de sus pensamientos. Solo alcanzaba a ver a Aoi arrodillado frente al castaño, no se necesitaba mucha imaginación para saber lo que estaba ocurriendo. Se acercó solo por curiosidad, aunque una parte de él le decía que no lo hiciera, su cuerpo reaccionaba solo.

 

La imagen era terriblemente provocadora, Uruha completamente desnudo con las manos sobre el cabello de Aoi, quien tenía el miembro del castaño en la boca. Uruha miró a Reita aun gimiendo y mordiendo su labio inferior, era como si lo invitara.

 

El rubio no podía quitarle la vista de encima a Aoi haciendo su labor con el castaño, sintió su miembro terriblemente despierto. Si pensarlo tanto, se sacó la camisa y se acercó a la pareja, se quedó parado junto a ellos, hasta que Aoi levantó la vista.

 

-amor – le dijo a Uruha quien lucia un poco molesto porque Aoi se había quitado - ¿Por qué no ayudas a Reita con eso? – dijo señalando con la cabeza el bulto en los pantalones del rubio.

 

Uruha sonrió – quien diría que eras tan pervertido Aoi-shi – sin dudarlo se acercó a Reita y comenzó a quitarle el pantalón – ¿y si te sientas? – le dijo hincado frente a él. El bajista obedeció de inmediato y se sentó en el piso de la sala, no sin antes quitarse el boxer, agradeció que la sala estuviera alfombrada. Que lugares para hacer este tipo de cosas, no pudo seguir pensando en nada mas pues la lengua de Uruha acarició la punta de su miembro.

 

Aoi se dedicó a ver la escena mientras masturbaba su miembro lentamente, no quería apresurarse y llevarse al límite tan rápido. Uruha estaba agachado frente a Reita, sin embargo tenia las rodillas dobladas, presentándose a si mismo a Aoi. El pelinegro no perdió tiempo y acarició con su dedo la espalda baja de su castaño, bajando hacia su entrada, la cual solo masajeó por encima.

 

El castaño gimió aun con el miembro de Reita en la  boca, lo cual provocó un gemido del bajista. No recordaba que Uruha fuera tan bueno en el sexo oral, lo siguió haciendo aun si Aoi ya tenia dos dedos dentro de él, acción a la cual Reita no podía quitarle los ojos de encima.

 

-mhh….Aoi – dijo el castaño separándose por fin, ya no soportaba sentir los dedos de su novio masajeando ese punto – hazlo de una vez – dijo desesperado.

 

El pelinegro sonrió – no seas grosero y ponle atención a Reita – contestó sin sacar sus dedos.

 

Uruha hizo una  mueca de suplica pero se volteó de nuevo con el bajista, de nuevo se llevó el miembro a su boca y comenzó a succionarlo. Aoi por su parte sacó los dedos de su novio, se acomodó entre sus piernas e introdujo su miembro dentro del castaño.

 

Las embestidas causaban que Reita entrara aun mas en la boca del guitarrista, al punto de hacerle toser varias veces. Sin embargo al rubio le encantaba la acción, sentía que llegaría en cualquier momento, aunque se estaba conteniendo, quería hacer más, quería ser él quien le diera esas embestidas al castaño. No porque quisiera algo serio ni nada, simplemente estaba muy excitado.

 

Aoi pareció leer su mente pues salió del castaño de repente, causando que Uruha lo mirara con reproche – adelante – le dijo a Reita – hazlo, estoy seguro de que te mueres por hacerlo, no te culpo – le dio una fuerte nalgada a Uruha - ¿quieres, patito? ¿Quieres sentir a Reita dentro de ti? – le dijo besando su oreja.

 

El castaño estaba tan excitado que ni siquiera podía pensar bien, la idea le agradaba por supuesto, que Aoi se lo dijera de esa forma lo hizo sentir como que podría terminar en ese momento. Reita por su parte abrió mucho los ojos, sin querer lamiendo sus propios labios de tan solo imaginarse dentro de Uruha.

 

-pero hazlo tu, quiero verlo – le dijo el pelinegro a su novio.

 

Reita se recargó en el sillón mientras Uruha se sentaba poco a poco en su miembro; el rubio no pudo gemir ante el contacto, el guitarrista era endemoniadamente estrecho, aun si Aoi había estado adentro minutos antes – arghhh….Shima – tomó al castaño por la cintura y lo sentó completamente en él sin cuidado.

 

-carajo – dijo Uruha al comenzar a moverse, sentía un inmenso placer al saber que Aoi veía aquella escena, gemía fuerte solo para el pelinegro, un espectáculo solo para él.

 

El bajista lo sostenía fuertemente por la cintura mientras él daba saltos. En un instante Reita miró a Aoi quien se tocaba sin quitarles la vista – entra tu también – lo invitó sonriendo – te apuesto que es lo que Shima quiere – abrió el trasero del guitarrista para incitar a Aoi.

 

Uruha gimió ante las palabras de Reita – Aoi….ahhh….-no podía articular bien las palabras ante el placer – hazlo – abrazó el cuello de Reita inclinándose un poco hacia delante.

 

Ni dos segundos pasaron cuando Aoi estaba detrás del castaño. Uruha mordió con fuerza el cuello del rubio al sentir como su novio se abría paso en él aun con Reita dentro. Sintió que podia terminar en ese momento, el solo tenerlos a los dos era suficiente.

 

-mira quien resultó ser el pervertido patito, tan insaciable – Aoi le dijo al oído mientras encontraba un ritmo junto con Reita.

 

-¡¡ahhhhhhhhh!! – gritó con descaro, pues Aoi había logrado dar con el punto exacto al empujar el miembro de Reita.

 

-¿así? – Aoi volvió a hacer el mismo movimiento – grita Uru, grita para nosotros – y así lo hizo, sin importarle si alguien mas en la casa podía escucharlos en ese momento, el placer era tan grande que nada mas importaba.

 

Después de segundos que parecieron horas, Reita no logró controlarse mas y llegó al clímax mordiendo el hombro del castaño para opacar su grito de placer; el acto ocasionó que  Uruha gimiera aun mas fuerte.

 

-¿quieres terminar? – le preguntó Aoi masturbándolo un poco. Uruha asintió como desesperado y haciendo un ligero gemido terminó sobre el vientre del bajista. En ese momento Aoi aumentó la velocidad de sus embestidas – no dejes de moverte Uruha – advirtió. Las embestidas eran tan fuertes que Reita salió del castaño para darle mas espacio al guitarrista, quien dándole una nalgada suave a Uruha terminó dentro de él.

 

Salió de él agotado, los tres lo estaban. A Uruha le temblaban las piernas, y le faltaba la respiración, nunca en su vida había pensado que su novio podía llegar así, y la idea le encantaba, aunque no deseaba que esto se repitiera pronto, quería disfrutar a Aoi egoístamente y estaba seguro que el pelinegro opinaba lo mismo.

 

-ustedes dos están locos – dijo Reita al fin. Se levantó y se puso el pantalón agarrando sus demás prendas, no sabía ni que decir así que no dijo nada. Se despidió con un gesto con la mano y subió las escaleras sin mirar atrás.

 

Uruha sonrió satisfecho – creo que lo asustamos – dijo riendo y vistiéndose. La verdad le costaba trabajo, sus piernas aun temblaban y no tenia fuerzas.

 

Aoi se limitó a ponerse el pantalón sin el boxer – estoy cansado – admitió sin ver a Uruha.

 

-x-

 

Relajado. Hace tanto tiempo que no se sentía de esa forma, como si de repente todo el peso que cargaba no estuviera ¿Por qué se sentía así? No estaba seguro, se preguntaba si tenía algo que ver con él. Realmente nunca le había prestado atención, ni siquiera había hablado con él durante tanto tiempo, y ahora parecía tan normal. Como si lo conociera de toda la vida. Sin duda el integrante más enigmático de Alice Nine, al menos para él.

 

De muchas formas le recordaba a Kai, el lider, el más tranquilo y por supuesto una hermosa sonrisa. Aunque no dudaba ni un segundo que él y Kai fueran completamente distintos. Kai tenía sus arranques que hasta miedo provocaban, sin embargo; no recordaba haberlo visto a él enojado. Levantaba la voz, si; regañaba a los demás, también; era serio cuando tenia que serlo; absolutamente. Pero jamás lo había visto gritar furioso, insultar o golpear cosas ¿era normal ser tan tranquilo?

 

¿Por qué de repente el baterista de Alice Nine era tan interesante? Seria el alcohol, porque de ninguna otra forma pensaría que tenía una increíble mirada, las palabras que decía  no resultarían tan interesantes. No encontrarían tantas cosas en común, no se sentiría tan bien hablar con él. Era solo el alcohol.

 

-¿Qué piensas? – le preguntó sonriendo. Que bonita sonrisa, tan sincera; hacia tanto que no veía una sonrisa así al menos no una que fuera dirigida a él.

 

Parpadeó muchas veces – ni siquiera yo sé – contestó devolviendo la sonrisa. Con él era tan fácil sonreír.

 

El otro rió negando con la cabeza – eres tan raro Ruki – dijo acomodándose. Estaban sentados en el pasto del jardín de la casa. Llevaban ahí como una hora, increíblemente sin sentir frío, sin querer entrar con los demás.

 

Ruki frunció el seño – no soy raro….creo…. ¿por qué dices que soy raro? – se sentía como un niño chiquito tratando de impresionar a alguien mayor que él. Si, exactamente era eso lo que sentía.

 

-bueno no raro – corrigió – es que eres absolutamente indescifrable para mi – dijo mirando a Ruki a los ojos.

 

El mas bajo  le devolvió la mirada confundido – si todo el mundo dice que soy bien transparente, especialmente cuando leen mis canciones – estaba sonrojado, ¿Por qué? que tenia Nao que lo estaba haciendo sonrojar.

 

Nao negó enérgicamente – leo tus canciones y el misterio de quien eres se hace más grande – suspiró al ver que el vocalista seguía con la misma mirada de confusión, había algo en Ruki que le causaba ternura. Quería abrazarlo y no dejarlo ir, se sentía así desde el día en que lo vio llorar por Shou; tenia esa necesidad de protegerlo y no entendía porque – si es cierto, plasmas lo que sientes en tus canciones, pero no lo haces de una forma muy transparente. Al menos no para mi, tal vez estoy loco y por eso no entiendo – sonrió – no entiendo porque escribiste una canción tan triste como es wakaremichi, pero en lugar de hacerla una balada, le pusiste un ritmo rápido. Como si quisieras que no le pusieran atención a la letra por estar moviéndose con la canción, como si quisieras que todo eso que sientes y plasmas, pase por debajo, que nadie se dé cuenta de lo que realmente piensas. La mayoría de tus canciones tienen frases que siento que son indirectas, que quisieras que alguien supiera interpretar, pero nadie lo ha logrado – se rascó la parte de atrás de la cabeza avergonzado – no sé, tal vez exagero y veo cosas que ni al caso – trató de reír pero se quedó callado al ver la expresión del vocalista.

 

Ruki tenia muy abiertos los ojos, no sabía que decir. La verdad era que cuando escribía, lo hacia con el corazón, jamás había escrito algo que no sentía, pero era cierto, nunca lo hacia mostrándose completamente. Claro, Nao no era el primero en notarlo, pero si el primero en decírselo, al menos de esa forma – Shou también lo hace – fue lo primero que se le ocurrió.

 

-claro, supongo que todos lo hacen, pero Shou es muy distinto, él escribe con metáforas que solo él entiende. Tú lo haces tan directo, que hasta parece que quieres dar a entender algo mas. Al menos creo eso, ahh olvídalo – hizo un gesto con la mano, claramente estaba avergonzado. Había pensado muchas formas de decirle lo que pensaba de su música, de hecho alguna vez se lo había dicho a Reita; sin embargo el bajista no pareció entenderle.

 

¿Qué pasaba? ¿Quién era Nao para venir y decirle eso? De repente se sintió tan molesto, no entendía porque, solo lo sentía. Se levantó, causando una sorpresa en el baterista – tengo que hablar con Shou –apretó los puños. Hablar con Shou era lo menos que quería, pero necesitaba salir de ahí.

 

-espera no quería ofenderte ni nada – dijo Nao preocupado ¿preocupado? ¿Qué le importaba si al vocalista de gazette le daban sus arranques bipolares? no quería que se fuera, hacia tanto que no sentía tan bien hablando con alguien.

 

Ruki se detuvo en la puerta de entrada sin mirar a Nao – no te preocupes no lo hiciste, solo que de verdad quiero hablar con Shou – forzó una sonrisa y entró a la casa. Tenia el estomago revuelto ¿Por qué? eso quería saber, no se sentía así desde….

 

-x-

 

No supo que mas hacer. Simplemente fue su primera reacción, fue lo único que pareció correcto. No podía responderle ¿Qué le diría? Yo también te amo, pero estoy con él. Además, seguramente mañana no recordaría la platica y no quería decirle nada, decirlo seria como darlo por hecho y aun quería negarse. Negar el sentimiento que sin querer, sentía por su guitarrista.

 

-no necesito tu lastima Shou – dijo Hiroto zafándose del abrazo del vocalista aun las lagrimas resbalaban por sus ojos. Se sentía tan mareado, arrepentido ¿Por qué había dicho todo eso? Había perdido el control de sus palabras. Ahora todo seria peor, porque ya lo había dicho, porque no podía retractarse. Perdería la amistad con Shou, lo único bueno que tenia de su vida, el único rayo de luz que le quedaba. La única esperanza de estar junto a él, aunque fuera de amigos. Lo había echado a perder.

 

Shou giró los ojos –no es lastima Pon – lo único que le quedaba por hacer era brindarle su apoyo como amigo. No le diría, no le diría que sus sentimientos eran correspondidos; estaba con él, tenia que estar con él. Había sido tan injusto con su novio que ahora tenia que volver a intentarlo. Ahí vamos otra vez. Tenia que resarcir el mal que le había ocasionado a Ruki y pensando en Hiroto no lo lograría – eres uno de mis mejores amigos yo jamás….-.

 

Hiroto alzó una mano – ni te atrevas a decirme algo así – dolía. El rechazo, lo vio venir pero no estaba preparado para recibirlo – te dije que ya sabía que no sentías lo mismo, no trates de consolarme, solo haz de cuenta que no dije nada – suplicó sollozando – solo haz de cuenta que no existo – cayó de rodillas – solo ignórame como siempre, solo vete con él y no me trates de forma distinta. Olvídate de mi, no puedes hacer nada – no pudo seguir hablando.

 

-siempre seremos amigos Hiroto. No importa que – trató de tranquilizar al guitarrista con sus palabras pero estas parecían tener el efecto contrario, pues el mas bajo lloraba aun mas fuerte.

 

-solo déjame solo – alcanzó a decir con dificultad.

 

-¡no puedo dejarte solo, estas mal! –exclamó casi gritando.

 

Hiroto se levantó aun mareado – entonces llama a alguien mas, pero tu vete. Hazme solo ese favor – sus ojos estaban rojos, pero su mirada era suplicante. La cual le provocó dolor de estomago a Shou.

 

Salió de inmediato a buscar a Nao. Era mejor así, que Hiroto pensara que no era correspondido, lo menos que quería era mas drama. No dejaría a Ruki y no estaría con Hiroto, no haría las cosas aun mas difíciles. Hiroto olvidaría la conversación y mañana estaría bien; nadie sufriría. Nada podía salir mal.

 

-x-

 

Era la primera vez en mucho tiempo que dormía tan placidamente. Tal vez era su compañía, tal vez era que estaba agotado por lo que acababa de ocurrir; lo que fuera, se sentía muy bien. Podía dormir en paz porque la persona que amaba dormía a su lado.

 

El sueño pudo haber sido aun mejor si su celular no hubiera comenzado a sonar insistentemente. Al principio trató de ignorarlo, pero el teléfono seguía sonando; se tapó completamente para dejar de oírlo, pero el teléfono seguía sonando. Se puso la almohada encima de la cabeza para bloquear el sonido, pero el teléfono seguía sonando.

 

-contesta, si sigue sonando es porque es importante – dijo Saga quejándose.

 

El bajista tenia un punto, nadie en su sano juicio hablaría a esas horas de manera tan insistente, nadie excepto.

 

-hola megumi – contestó sin mirar el identificador.

 

-¿ósea como? ¿Hola nada más? – Se notaba que trataba de sonar calmada, pero era demasiado obvia – Tora en serio no es por presionar, pero quiero que Aoi regrese de rodillas y la única forma en que eso pase, es si tu cumples con tu parte – dijo rápidamente.

 

Tora se levantó y se encerró en el baño de la habitación – no puedo hacerlo, no es cualquier cosa. Además…- se quedó callado.

 

Megumi suspiró - ¿no puedes? Haz hecho cosas peores y además ¿Qué? lo dices por el tal Saga ¿no? Ni siquiera se tiene que enterar, no se enterará de nada si haces bien tu parte. Aunque si no quieres esta bien, hablaré después con Saga y ya – advirtió.

 

-no digas tonterías…-.

 

-no me hagas tomar medidas drásticas Shinji. Créeme que puedo tomarlas….-.

 

En la mente de Megumi ya no había vuelta atrás. Si quieres que las cosas se hagan bien, tienes que hacerlas tu mismo, y eso era exactamente lo que iba a hacer. La llamada a Tora solo era una pequeña advertencia, ya no estaba dispuesta a esperar más. Aoi y ella estarían juntos. 

Notas finales:

reviews???? se agradecen mucho, mucho, acepto la critica y me retirare del lemon segun sea la respuesta XD.....en fin....si la prima loca ha vuelto y no nos libraremos de ella facilmente ¬¬


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