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orgullo, miedo y negacion por urumelii

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Notas del capitulo:

hola waaa, ok me tarde, pero es q esta vez me costó trabajo escribir el capi, cuando lo lean lo entendera. bueno, lo prometido es deuda aki esta....son las 3:31 d la mañana y estoi q me caigo d sueño @_@ por fa no me maten.....

-¿quieres estar conmigo? - .

 

Una simple pregunta. Pregunta cuya respuesta podía definir todo lo que pasaría de ahora en adelante. Si. Afirmativa  hubiera sido la respuesta hace tan solo un mes, pero en ese momento todo parecía ser confuso e incierto, ya no sabía ni que quería. Por supuesto, lo amaba, sin embargo, ese amor había cambiado, se parecía mas a la clase de amor que sientes por un amigo. Porque a pesar de todo el daño ocasionado, no podía olvidar como si nada el tiempo que habían pasado juntos; pues en verdad había sido maravilloso. ¿Valía la pena pelear por eso? Más si aquí parado frente a él, estaba Shou pidiéndole la ultima oportunidad.

 

Claro que valía la pena, no habían estado juntos en vano, se habían amado y los dos habían entregado lo mejor que pudieron dar en su momento. Los dos lucharon, pero a veces ni eso es suficiente, no cuando ya no hay confianza. No cuando ya no hay amor.

 

-no  – contestó después de meditarlo más de cinco minutos. Aun así, sintió como si su corazón estallara en muchos pedazos, después de todo decirle adiós a una persona de esa forma nunca es fácil.

 

La respuesta sorprendió a Shou de sobremanera, no esperaba ver a Ruki al borde de las lagrimas rechazándolo. Le había pedido perdón por su actitud en las ultimas semanas, le había prometido cambiar, que se dieran una oportunidad. Aun si él mismo no estaba seguro de la relación. Ahora, el vocalista de gazette estaba demostrando tener mas fuerza de voluntad que él.

 

-¿Por qué no? – si bien, el mismo no quería continuar la relación, la respuesta del mas bajo le hirió el orgullo – te estoy diciendo que las cosas serán diferentes - ¿Por qué estaba discutiendo? ¿Por qué no quería que terminara?

 

- ¿no te parece que es lo mejor? – estaban los dos parados frente a frente en su habitación. Shou recargado en un mueble y Ruki mirándolo – ya nos hicimos suficiente daño ¿no crees? Para que quieres mas – no le gustaba la idea de seguir su vida sin Shou, estaban acostumbrados a estar juntos, a hacer las cosas juntos, incluso vivían en el mismo departamento. Sinceramente la vida sin el vocalista de los ojos grandes sonaba triste, tenia miedo, ya se había acostumbrado a no estar solo. Sin embargo, era solo eso, costumbre – Shou, acéptalo, tu y yo ya no podemos estar juntos. Ya no es lo mismo, ya no nos…- se le cortó la voz, tomó aire profundamente – ya no nos amamos de la misma forma. Tú perdiste toda la confianza en mi y yo ya recibí bastantes castigos de tu parte – miraba al piso.

 

Shou no supo que contestar al principio - ¿estas diciendo que es mi culpa? – se indignó, pero trató de no gritar, lo menos que quería era pelear.

 

Ruki lo miró desafiante – es esto precisamente a lo que me refiero, no es tu culpa Shou, pero tampoco es mía – por fin lo había entendido. Aunque no estaba seguro como había ocurrido – los dos echamos a perder lo que teníamos, pretender que todavía se puede salvar seria un error. Acabaríamos peor – tragó saliva – prefiero que terminemos ahorita, a que terminemos en una pelea masiva y todos enojados los unos con los otros – pensó en la pelea con Aoi y Reita; definitivamente si seguían, las dos bandas iban a acabar mas involucradas de lo que ya estaban.

 

-no te entiendo Ruki, ¿vamos a tirar todo lo nuestro a la basura? - ¿Por qué estaba tratando de que no terminara? Porque tenía miedo, miedo de que si estaba soltero no habría ninguna excusa para no estar con Hiroto y tenia pánico a aceptar que estaba enamorado de otra persona. Que tendría que empezar todo desde cero. El cambio.

 

-Shou mírame a los ojos y dime que todavía me amas – lo miró fijamente.

 

El vocalista de Alice Nine no se atrevió a decirlo, se limitó a morder su labio inferior. Quería decirlo pero no era capaz, pues él jamás podría mentir de esa forma. Suspiró, era cierto, había acabado y había sido culpa de los dos. Ojala se hubiera dado cuenta del momento en que estaba perdiendo a Ruki, ojala Ruki se hubiera dado cuenta de cuanto lastimaría a Shou con sus acciones y ojala Shou no hubiera castigado a Ruki. A veces simplemente parece inevitable, es inevitable no lastimar a la persona que mas amas, de hecho, a la persona que mas amas es a la persona que mas lastimas. Inconscientemente. Ojala amor fuera todo lo que se necesita para mantener una relación – éramos muy felices – dijo con ironía. Ni cuenta se dio cuando todo se fue al carajo.

 

-hay cosas que no están destinadas a ser – se sorprendía a si mismo, estaba mucho mas tranquilo de lo que pensó. Antes, la sola idea de estar lejos de Shou lo ponía a temblar, de ahí que no le importara rebajarse y rogar. Sin embargo ahora estaba convencido que su lugar no estaba junto a él, que lo mejor seria separarse – pero quisiera que siguiéramos siendo….-.

 

-claro que si Ruki – interrumpió con lagrimas en los ojos – no imagino la vida sin hablar contigo – sonrió ligeramente. Había terminado y aun así dolía, dolía muchísimo; aunque  también entendía que era lo mejor. Dolía.

 

El mas bajo se acercó a Shou y lo abrazó por el cuello – eres un ángel Shou, me gustaría haber sido un mejor novio para ti -  sintió como el otro le rodeó por la cintura y le dio un beso en la mejilla.

 

La puerta se abrió en ese momento y los dos se separaron.

-perdón por interrumpir…-.

 

-no interrumpes Hiroto, no te preocupes – dijo Ruki con una sonrisa que el guitarrista no le devolvió.

 

-x-

 

Tocaba el bajo, era lo único que podía distraerlo en ese momento. Tenia revuelta la cabeza, maldito alcohol que te hace hacer estupideces y no solo era el alcohol, también estaba Kai. Kai, solo con decir su nombre sentía un dolor en el pecho, nunca imaginó que el amor podía doler así.

 

Tenia que olvidarlo, seguro. ¿Cómo? La pregunta del millón, estaba enamorado de cada cosa que tenia que ver con el baterista, de cada fibra de su ser. Ese amor que lo hacia sentir especial, ¿podría soportar amar y no ser correspondido? ¿No era lo que estaba haciendo ya? ¿De verdad el baterista valía tanto la pena? Si.

 

Entonces ¿Por qué iba y hacia tonterías como acostarse con Aoi y Uruha? Sacudió la cabeza con fuerza para olvidarse de aquello, pues las imágenes del recuerdo aun lo hacían sentir un punzada en el estomago. Maldito alcohol. Tocó con mas fuerza, quería sacar todas sus frustraciones tocando su amado instrumento y a pesar de que no estaba conectado al amplificador, el sonido que producía se escuchaba bastante.

 

Saga entró a la habitación, de inmediato Reita dejó de tocar y lo miró con una sonrisa tímida – es una tontería que dejen aquí a dos bandas y solo dejen un bajo – dijo Saga alzando los hombros. Necesitaba tocar, para liberar un poco de tensión, al parecer no era el único - ¿te puedo decir algo? – preguntó tímidamente rascándose la nuca.

 

Reita se limitó a asentir.

 

-luces terrible – le dijo sentándose frente a él – supongo que es por Kai – al parecer todo lo que pasaba en la casa, se sabía de alguna u otra forma, pues al bajista le habían llegado los rumores de que la pareja se había separado.

 

El bajista rubio se revolvió en su silla y apretó el puente de su nariz – pues si, esto de las relaciones esta acabando con mi cerebro – dijo suspirando.

 

Saga sonrió – sé a lo que te refieres, las personas son muy complicadas – miró hacia arriba recordando la situación con Tora.

 

Reita alzó una ceja - ¿Estás bien? – todos tenían problemas ¿o que? De repente, esa idea de no ser el centro del universo se acomodó en su cerebro. Tal vez estaba haciendo un drama donde no lo había, tal vez no estaba comprendiendo a Kai de la manera en la que debía, tal vez no estaba luchando lo suficiente.

 

El bajista de Alice Nine sonrió amargamente – de hecho no estoy mal, solo estoy molesto. Me hace sentir mal que Tora no confíe en mi, se supone que estamos juntos. Cuando estas con alguien debes de ser sincero ¿no? – Miró a Reita en busca de una respuesta y el otro asintió enérgicamente – en fin, no son muchas complicaciones nada que no se pueda arreglar con una conversación; pero eso será después, cuando se me pase el enojo – rió. Quería hablar con Tora pero sabía que debía esperar, de lo contrario la conversación podría terminar en una pelea y era lo que menos quería.

 

Hablar, en lugar de discutir, sonaba bien ¿Por qué cada vez que trataba de hablar con Kai terminaba en una discusión? Porque cada uno se ponía en su posición y ninguno salía de ahí. Claro, cedían en todo lo demás para llevar la fiesta en paz, pero cuando de ese tema se trataba….era una historia completamente distinta. Quería estar con él, sin embargo el interés debía de venir de los dos ¿verdad?

 

Un fuerte sonido lo sacó de sus pensamientos, fue un ruido estruendoso como si algo muy grande se hubiese caído. Algo muy grande. De inmediato Saga y él se levantaron y se dirigieron a donde ellos creían, se había producido el sonido.

 

La biblioteca no era muy grande, poseía un librero grande y alto, recargado en una de las paredes, y un librero mediano a la mitad de la habitación. Librero que en ese momento se encontraba en el piso, con la mayoría de sus libros regados por el piso y una persona sobre de este.

 

Ni siquiera sabía de donde había sacado fuerza para agarrar a Aoi por el cuello de la camisa y arrojarlo contra el librero, que al no ser muy grande había cedido con facilidad y había caído con todo y guitarrista. Ninguno de los dos se movía, Kai respiraba con dificultad, mientras que Aoi estaba con un golpe de adrenalina. No se pelearía, sabía que el baterista tenia que sacar su ira, estaba así por su culpa.

 

-¿¡CÓMO SE ATREVIERON A HACER ESO!? – Gritó sin pudor – NO ESTOY PARA TUS BROMITAS AOI -.

 

Aoi se levantó con dificultad, sentía una terrible punzada en la espalda y el brazo le dolía horrores – si no te importa, entonces ¿Por qué te pones así? Solo estábamos jugando, ya sabes, alcohol, sexo – sonrió cínicamente y entonces recibió un puñetazo de Kai - ¡ya! Es en serio, no me pegues, tampoco es como que lo haya violado o algo por el estilo – dijo como berrinche.

 

Ira, decepción, miedo, inseguridad. Todos estos sentimientos estaban en su interior, cada uno de ellos luchaba por salir y quería reprimirlos todos. En teoría Reita podía hacer lo que quisiera ¿no? Después de todo ya no estaban juntos, pero no creyó que fuese tan fácil para el bajista hacer esas cosas, no tan rápido, no así. No entendía, si el bajista decía amarlo como lo hacia, ¿Por qué había hecho algo semejante?

 

No te ama. Fue el primer pensamiento que cruzó su mente. Que alivio. Así sería menos doloroso para los dos, después de todo él aun amaba a Miyavi y no podía  estar con Reita, después de mucho meditarlo se había dado cuenta que no podía superar a su novio anterior y que jamás podría estar con el bajista como merecía. Estaban mejor separados, no lo amaba tanto.

 

Si no lo amaba tanto ¿Por qué sentía un terrible vacío en el pecho? era muy distinto a lo que sintió cuando Miyavi murió, cuando el entonces peliazul había fallecido, muy en lo profundo un sentimiento de resignación se instaló en él. Sabía que al menos en esta vida, no podrían volver a estar juntos. Esta vez era distinto, no era resignación, porque sabía que podía estar con Reita. Todo tiene solución menos la muerte; pero ahora ya era tarde, había perdido al bajista. El bajista nunca fue suyo. Ahora se daba cuenta, por eso estaba así.

 

Reita abrió la puerta de la biblioteca con mas fuerza de la debida, a mitad de camino había escuchado el grito de Kai y sin pensarlo dos veces había corrido hasta ahí. Él y el baterista se miraron instantes que parecieron eternos. Reita desvió su mirada hacia Aoi, quien respiraba agitadamente y sangraba de un labio, Saga entró segundos después.

 

-¿Qué pasó? – preguntó Reita increíblemente confundido.

 

-te acostaste con él – señaló a Aoi – eso fue lo que pasó – dijo Kai fríamente.

 

Reita se quedó helado, no tenia ni la menor idea de cómo Kai se había enterado. Estaba en problemas. Estaba perdido. Todo se había ido al carajo.

 

-Kai…yo…-.

 

-no te quiero ver en toda tu puta vida Suzuki, exceptuando en los ensayos, no me vuelvas a dirigir la palabra – dijo serio apretando los puños.

 

Las palabras le apuñalaron el corazón, pero se negó a demostrar cualquier sentimiento. Simplemente se limitó a ver a Kai de forma seria, como si las palabras no le importaran en lo absoluto.

 

-ahora si te importa ¿no? -  dijo Aoi haciendo que las miradas se dirigieran a él – vamos Kai ¿Por qué haces tanto escándalo si tu estas mas enamorado de Miyavi que de Reita? Total, lo que haga o deje de hacer no es tu problema – seguía tranquilo. En el fondo solo esperaba que funcionara, que se diera cuenta lo que el bajista significaba para él. Que valía la pena pelear por un amor que todavía podía ser salvado.

 

-x-

 

Caía a un vacío que parecía no tener fin, le dolía el pecho, le dolía la cabeza, le dolía todo. Veía borroso por la lagrimas y tenia la cabeza hecha un revoltijo; lo había perdido, ya no había nada, nada. Saga no quería hablar con él, era obvio ¿Quién querría hablar con él después de lo que había hecho? No sabía que hacer, quería hablar con Shou, quería gritarle a Megumi por su indiscreción, pero no ganaba nada, no perdía nada, no había nada. Sentía que el alma se le escapaba solo de pensar en que no volvería a estar con su amado bajista.

 

Por eso las cosas del pasado no debían salir a la luz, nadie sería capaz de entenderlo como había dicho Shou. Estaba solo, era un asesino, se merecía estar solo. Que tonto al pensar que podía haber huido de lo que hizo y ahora era tarde, para la mañana todos lo sabrían y le pedirían que se fuera. Lo verían con miedo, no se le acercarían y por mas que Shou tratara de hablar con ellos, no los convencería, y no los podía culpar. Nadie quiere vivir con un asesino.

 

Por mas que pensaba no hallaba la salida, la solución. Estaba aterrado, confundido, histérico. Paseó por su habitación sin saber que hacer y entonces su vista se detuvo en el estuche que estaba sobre la cama. No podía negarse, su cuerpo lo pedía a gritos, la única manera de aliviarse de la forma en la que su mente encontraba en ese momento. No quería, le había costado tanto mantenerse limpio, no quería echarlo a perder.

 

Ya estaba echado a perder, ya no había salida ni solución. No había nada que perder, ya lo había perdido, no existía una razón para no hacerlo, si se podía sentir bien ¿Por qué no hacerlo? Total, ya no había nada.

 

Se lanzó al estuche de manera desesperada y lo abrió aun dudando. Le brillaron los ojos al ver su contenido, un par de jeringas aun en su empaque, una cuchara que parecía nueva, un encendedor y…. en una bolsita transparente cuyo contenido era un polvo blanco se encontraba su alivio, la forma de olvidar sus errores.

 

Preparó la sustancia, derritiendo el polvo en la cuchara con el encendedor, sacó la jeringa y colocó la sustancia dentro de esta. Miró la jeringa con detenimiento, una vez que lo hiciera no había vuelta atrás. Respiró profundo, con un solo pensamiento, ya no hay nada, ya nada vale la pena. Alzó la manga de su camisa e insertó la aguja en la vena con una habilidad extraordinaria, se inyectó la sustancia y aventó la jeringa.

 

Se acostó en la cama esperando la calma, pero esta no llegó. Al contrario, la ansiedad se apoderó de él, el efecto estaba siendo el contrario. Sintió un gran mareo y en lugar de asustarse, rió con fuerza. Se levantó, todo daba vueltas y tenia colores muy fuertes. ¿Cuánto tiempo había pasado? No tenia idea, una hora, un minuto, un segundo ¿Qué? se le olvido que pensaba pues algo en la pared atrajo su atención. Se volvió aburrido de repente.

 

Estaba triste ¿Por qué? no podía recordarlo, no quería estar triste. Sonrió y se vio al espejo, que guapo era, rió por el pensamiento. Perdió la noción del tiempo y de repente se convenció que estaba en otro lugar, en otro momento, así de imperante era su necesidad de  olvidar. ¿Qué diría Megumi si lo viera así? Seguramente se decepcionaría, no quería decepcionarla, por supuesto que no. Tenia que hacer algo por ella, para que no lo regañara por estar drogado otra vez.

 

¿Qué podía hacer? Recordó que su prima le había pedido un favor, aunque no recordaba cuando ni porque, no recordaba las circunstancias pero poco le importaban. No quería que su prima se enojara por verlo drogado. Haría lo que le pidió y ella estaría tan feliz que ni notaria que estaba en esas condiciones. Que buen plan. Si tan solo recordara el favor.

 

Chocó contra la cama, se rió por su estupidez y de nuevo se distrajo con algo en el techo. Concentración. Se obligó a pensar en el favor, pensó en los colores, en las flores, en lo relajado que se sentía y de nuevo el favor llegó a su mente. Uruha. Fue lo primero que pensó, pero no entendió, no ubicaba en ese momento quien era esa persona. Tenia que ver con su prima, tenia que ver con él. Piensa, piensa.

 

Uruha. Entonces se acordó, claro, era tan obvio Uruha era su novio y se habían peleado, por eso se había drogado. Megumi le pidió que arreglara las cosas, era eso. ¿Si no? O solo se estaba acordando de una telenovela. No, estaba seguro que eso ocurría.

 

Salió de la habitación tambaleándose, ¿Dónde encontraba a Uruha? ¿Quién? Concentración, se pegó en la cabeza bastante fuerte, pero no lo sintió debido al efecto de la droga. Entró a la primera puerta que encontró, tal vez ahí lo encontraría.

 

Que bonita colcha de flores, la desordenó, giraban. Que bonito. Uruha. No podía distraerse en las flores, tenia que remediar las cosas con Uruha para que su prima no se enojara de lo drogado que estaba. Salió de ahí, era obvio que ahí no estaba.

 

Entró a la siguiente puerta y escuchó a alguien que hablaba desde el baño, no podía distinguir lo que decía, todo estaba difuso, hasta los sonidos. Se acercó y vio a alguien de espaldas, tenía una toalla amarrada a la cintura. Uruha. Su cabello castaño caía sobre sus hombros, se acababa de bañar, era obvio. ¿Uruha? No lo recordaba en lo absoluto, ni siquiera recordaba haber visto su cuerpo de esa forma. Debían ser los efectos de la droga, que tonto. Deseó que su “novio” no se diera cuenta de la condición en la que se encontraba.

 

Uruha acababa de salir de la regadera, necesitaba un baño, no se sentía para nada bien. Quería hablar con Aoi, quería disipar sus dudas de una buena vez, no quería desconfiar de él, pero a veces era tan difícil. Se sentía tan inseguro, tan frágil, odiaba sentirse de esa forma. Necesitaba a Aoi y lo necesitaba ya.

 

Escuchó como la puerta se abrió, por fin su pelinegro había regresado – estoy en el baño ahorita salgo – avisó pensando que era a Aoi a quien le hablaba. Estaba de espaldas a la puerta, no se veía al espejo pues este estaba muy empañado. Sintió un beso en su espalda y sonrió de inmediato – quiero hablar contigo y no puede esperar – se giró para detener a su novio. Sin embargo no era Aoi quien estaba frente a él – Tora – pronunció sorprendido.

 

Tora sonrió – amor, perdóname – dijo arrastrando las palabras haciéndolas casi incomprensibles para el castaño – ya sé, tengamos sexo de reconciliación, es el mejor – abrazó a Uruha y le besó el cuello.

 

El guitarrista de Gazette por su parte lo empujó con brusquedad – no sé que haces pero aléjate de mi – le advirtió.

 

La ansiedad regresó, era el rechazo por lo que había recurrido a su preciosa heroína, no iba a dejar que el castaño lo hiciera sentir mal, más si había consumido por eso. Como por arte de magia a ira invadió su cuerpo, no quería ser rechazado, no quería fallarle a su prima, no quería sentirse mal. Sin saber que hacer optó por lo único que se le ocurrió, haría sentir tan bien a Uruha que no lo volvería a rechazar, nadie lo rechazaba.

 

Sintió una fuerza extraordinaria atrapar sus muñecas y azotarlo contra la pared del baño – Tora detente – los labios de Tora aprisionaron los del castaño.

 

Nadie lo rechazaba, no decepcionaría a Megumi.

Notas finales:

en serio no me maten.....comprendan a tora u_U si saga hubiera sabido....reviews?? por fis U_U


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