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orgullo, miedo y negacion por urumelii

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Notas del capitulo:

ok, despues de 100, 730 palabras segun word XD 29 capitulos, estamos aki con el epilogo, bueno, es la cosa mas melosa del mmunod pero creo q lo merecen, atencion, no es naada parecido a los otros capis XD esto es mas relax q nada, solo es un cachito d lo q son sus vidas despues del drama, q si bien no todo es perfecto, la tranquilidad pues no tiene precio.

ahora me tarde mil años en decidir el nombre del niño XD entonces mi mana, vino al rescate y me encantaron los dos nombres q sugirio, sin embargo al final lo nombre de tora forma porq, una persona q salio de mi vida hace poco me dijo q ese nombre le gustaba muhco y bueno lo quise poner. 

ya no me vy a poner sentimental XD pero aki le digo adios a esta historia q tanto me dio, me invade felicidad y tristeza, pero la vdd estoy muy iorgullosa del resultado =)

y sin mas aki se los dejo, nos leemos abajo XD

Entró al departamento, estaba exhausto, había tenido grabación durante todo el día, pues algunos de los acordes no salían como él había previsto, tuvo que modificar algunas notas, sin mencionar que debían sonar en armonía con la canción. Terminó harto, cansado y con ansias de dormir tres días. Suspiró al cerrar la puerta detrás de él, con la intención de ir a su cama a recostarse dio tres pasos, cuando un bulto chocó contra sus piernas.

 

Bajó la mirada sorprendido, sonrió sin problema y se agachó a cargar el bulto - ¿se puede saber que haces? – le preguntó dándole un beso en la mejilla.

 

-Yasuhiro Shiroyama ¡ven acá! – se escuchó la voz de Aoi desde el pasillo.

 

El mencionado se escondió en su cuello abrazándolo fuertemente – papá es malo – dijo con aquel tono infantil que solo un niño de cuatro años posee.

 

Uruha soltó una carcajada - ¿Por qué es malo? – preguntó encaminándose a la habitación con el niño en brazos. Aoi salió en su encuentro con cara de enojado y el castaño alzó una ceja - ¿a ti que te pasa? – le dijo divertido.

 

-llevo dos horas… - contestó calmado – dos horas tratando que… - su tono comenzó a subir sin querer – que TU hijo se meta a bañar – lo señaló, no estaba realmente enojado, pero sonaba desesperado.

 

-NO – fue la única respuesta que obtuvo de parte del pequeño que aun se escondía en el cuello de Uruha.

 

El pelinegro miró suplicante al otro guitarrista, quien solo atinó a rodar los ojos - ¿Por qué no quieres bañarte? – preguntó suavemente.

 

-esperaba a mamá – se abrazó mas al castaño.

 

Aoi sonrió con suficiencia, mientras Uruha fruncía el ceño ¿Cómo decirle a un niño de cuatro años, yo también soy hombre no me digas mamá? Además que desde que había comenzado a hablar, Aoi se había empeñado en que el niño lo llamara de esa forma y antes de darse cuenta, ya llevaba la batalla perdida.

 

-le dije que debía estar limpio para cuando llegaras pero no quiso – suspiró el pelinegro – incluso le ofrecí su pato de hule, ya sabes para que no te extrañara – sonrió de nuevo.

 

-Mamá no es un pato – dijo el niño haciendo un puchero y sacando un poco los labios, acción que había copiado de Uruha inconscientemente que aunque no tenían la misma forma de los labios, nadie podría decir que ese niño no era hijo biológico del castaño, dado que imitaba sus mismos gestos y ademanes.

 

Aoi rió – tengo un par de patos en esta casa – negó con la cabeza.

 

-¿ves como es malo? – dijo el niño casi haciendo berrinche.

 

Uruha sonrió de lado – no le hagas caso, ya sabes que tu padre esta mal de su cabeza – se encaminó hacia el baño – mejor vamos a que te bañes, que ya deberías estar dormido – el cansancio se le olvido de repente, aunque sabía que caería rendido en cuanto tocara la cama – camina Aoi, no lo voy a bañar yo solo – advirtió entrando al baño.

 

El pelinegro avanzó cansinamente, debía estar poco menos igual de cansado que el castaño. Le había tocado cuidar a Yasuhiro todo el día, una labor para nada fácil, el niño no se cansaba nunca, tenía la atención dispersa y tocaba todo. Casi le da un infarto cuando se acercó a sus guitarras dispuesto a imitar el trabajo de sus padres. Afortunadamente logró distraerlo con dulces.

 

-¿Cómo te fue hoy? – preguntó Aoi posicionando la pequeña tina dentro de la regadera mientras Uruha le quitaba la ropa al niño.

 

-cansado – suspiró – Reita y Kai parecen el dúo maravilla y se les da por querer sacar todas las canciones el mismo día, estuvieron improvisando como dos horas y yo ahí secándome de aburrimiento – se quejó.

 

-yo quiero tocar como mi tío “Deita” – interrumpió el pequeño emocionado, incapaz de pronunciar el nombre apropiadamente.

 

Aoi casi se desmaya – lo que me faltaba, que fuera bajista – dijo en tono indignado.

 

Uruha lo miró sorprendido – ¿de donde sacaste la idea? – le preguntó parpadeando muchas veces.

 

-mi tío dijo que el bajo mejor que la “guitada”, son comunes – explicó mientras lo metían a la tina llena de agua tibia.

 

El castaño abrió la boca pero no dijo nada, iba a matar a Reita – si, son comunes – Aoi interrumpió sus pensamientos – por eso debes ser el doble de bueno, para que te pongan atención y tu debes ser el doble de bueno pato bebé – le guiñó el ojo.

 

-déjalo ser, si quiere tocar el bajo….

 

-¡¡¡¡guitada!!!! – interrumpió de nuevo el niño convencido de las palabras de su padre.

 

-ustedes dos no tienen remedio – dijo Uruha finalmente.

 

-x-

 

A pesar de que era fin de semana se levantó temprano, no tenía mucho sueño, además eran los pocos momentos que podía disfrutar de un poco de tranquilidad sin que Aoi o Yasuhiro estuvieran revoloteando por todo el departamento. Un poco de tiempo para él, tampoco era que no le gustara estar con su hijo o su pareja, pero todo el mundo necesita su tiempo ¿no?

 

Estaba sentado en la sala mirando el televisor apagado, fumaba con sus pensamientos vagando hacia distintos lugares. No podía creer lo rápido que pasaba el tiempo, cuatro años de que la vida le había regalado a ese hermoso niño. Cuatro años que por fin había decidido ser honesto consigo mismo y había aceptado sus sentimientos hacia ese pelinegro que ahora lo hacia tan feliz.

 

Pensó en todo el camino que había recorrido desde hacía tanto tiempo, pensó en el Uruha de ese entonces y sonrió al darse cuenta que ya no era para nada parecido, a aquel receloso ser que tenía tanto miedo de enamorarse y dejarse amar. Aun asistía a terapia, pues las cosas nunca son fáciles, pero en realidad la vida nunca había sido tan placentera de vivir.

 

Claro, era un reto constante criar a un niño y ser un músico con la fama que ahora había alcanzado Gazette, aun mas era ocultárselo al mundo, por lo que dos años atrás tanto él como Aoi habían decidido decírselo a todos. Al principio causaron un gran revuelo y casi ocasionan su despido de la disquera, pero con el tiempo terminaron por aceptarlo. Es mas, por alguna razón, las fans parecían mas contentas que nada.

 

Ese mismo año, durante un concierto Reita le dijo a todos que estaba enamorado de Kai tomando a todos por sorpresa. Todo había cambiado tanto….

 

-¿Qué piensas? – Sintió ligeros besos en su cuello – es muy temprano para que estés de autista – le dijo Aoi en su oido.

 

-también es muy temprano para que…. – se mordió el labio al sentir la mano de Aoi deslizarse por su pecho y sus labios rozar por su cuello una vez mas.

 

-deberíamos aprovechar que Yasu está dormido – el pelinegro recostó a Uruha en el sillón.

 

-tu solo piensas en sexo Shiroyama….

 

-¿Qué es secssso? – preguntó la voz de su hijo, provocando que los dos saltaran del sillón casi olímpicamente.

 

El alma de Uruha se le fue a los pies, mientras Aoi abría y cerraba la boca sin decir nada – cosas de adultos – resolvió a decir el pelinegro, ocasionando un puchero de parte del pequeño.

 

-todo son cosas de adultos – se frotó el ojo en señal de sueño.

 

-¿Qué haces despierto tan temprano? – Uruha se acercó a él, cambiando el tema.

 

- hambre…. – alzó los brazos para que lo cargaran, acción que Aoi hizo.

 

-¿Por qué no le hablas a los demás y vamos a desayunar a algún lado? – propuso el pelinegro.

 

-hambre – repitió Yasuhiro haciendo un puchero.

 

Uruha abrió el refrigerador y sacó varias cosas - ¿quieres gelatina Yasu? – preguntó tendiéndole el biberón y alzando la vista hacia Aoi – me parece buena idea, tengo bastante hambre – le respondió.

 

-geraaaatttttttttiiiinaaaaa, mamá geratinaaaaaaaaaaa velle – Yasuhiro se movió impaciente en los brazos de Aoi para que el castaño le prestara atención.

 

-verrrrrrrrde – lo corrigió Aoi acomodándose mejor, cargar a un niño que se mueve tanto no era una tarea fácil – además ya no hay verde, solo roja – añadió.

 

-papá malo, mi geratina velle – a punto estuvo de hacer berrinche cuando Uruha sugirió que en el restaurante pidiera su gelatina verde y todo el mundo en paz.

 

-x-

 

-en todo caso yo no me acabé la gelatina – finalizó Aoi al contarle a los demás lo que había sucedido en la mañana – nada más que el niño tiene algo en mi contra – sonrió de lado ante la ironía.

 

Kai sonrió alegremente – está en la etapa en la que adora a su mamá, es obvio – explicó dándole un bocado a sus panques.

 

El pelinegro abrió mucho los ojos – la semana pasada le dijo a Uruha que me dejara y se casará con él – estallaron en risas en la mesa.

 

-pues si, no quiere que cosas feas estén cerca de su mami – añadió Ruki con intenso sarcasmo y burla.

 

-enano del mal…..además nada mas es contra mi, mírenlo – señaló a su hijo quien estaba en el área de juegos junto con Reita, Tora y Saga – ama a sus tíos, ya hasta quiere ser bajista – hizo berrinche.

 

Uruha se aclaró la garganta – te recuerdo que lo convenciste que tocara la guitarra, ósea que no te odia tanto como tu crees – le dijo sonriendo.

 

Tora se acercó a ellos con paso decidió, parecía molesto con algo, puesto que cuando se sentó lo hizo de manera brusca, su cara proyectaba poco menos que perturbación. Sus acompañantes lo miraron esperando que diera una explicación y al no llegar, Uruha instintivamente se giró hacia donde estaba su hijo.

 

A pesar de que no podía escuchar lo que decían, se limitó a mirarlos. Reita hablaba y hablaba, Yasuhiro lo escuchaba muy atento, mientras que a Saga parecía que se le iban a salir los ojos. Uruha se giró hacia Tora exigiendo una explicación con la mirada. Sin embargo el guitarrista de Alice Nine refunfuñaba en voz baja.

 

-Tora ¿y si me explicas que demonios sucede? – preguntó Uruha en un tono mas severo del que había querido.

 

El nombrado se removió en su lugar – yo sabes que no me meto en la forma en la que crían a su hijo – fue lo único que dijo, logrando atraer la atención de todos en la mesa.

 

Aoi le dio un gran sorbo a su jugo de naranja - ¿de que demonios hablas? – él también miraba la escena de Reita, Saga y Yasuhiro - ¿Qué hace esa iguana? – no estaba preocupado, confiaba en sus amigos, habían pasado tantas cosas juntos que sabía que podía confiarles su vida, algo que no le costaba nada admitir. Muy por encima de su orgullo.

 

-Yasu apenas tiene cuatro años y ustedes son un par de enfermos – se quejó Tora. Uruha abrió mas los ojos y esperó a que el tío de su hijo de su hijo continuara - ¿me explican como aprendió la palabra sexo? – casi lo grita.

 

Nao se atragantó con el café, Kai dejó de comer, Shou abría y cerraba la boca sin decir nada, Hiroto volteaba de un lado a otro, mientras que Ruki alcanzó a sonreír de lado.

 

-fue culpa de Yuu – habló Uruha rápidamente – no se está quieto ni un segundo – lo miró mal.

 

-no es mi culpa si me dan ganas – dijo el otro.

 

-ahhh no hablen de eso – Hiroto movió las manos exageradamente – no es algo que necesite saber, gracias – hizo como que veía a la ventana.

 

Ruki alzó una ceja – bueno los niños son muy curiosos después de todo, pero ¿Por qué te enojas? – regresó al tema.

 

Tora se volvió a acomodar – porque este par de irresponsables – señaló a Aoi y Uruha – estoy de acuerdo en que hay que educar a los niños y todo eso, pero este par no le explicó nada a Yasu y ¿Quién crees que lo está haciendo ahorita? – apuntó con la mano a Reita.

 

Cinco.

 

Cuatro.

 

Tres.

 

Dos.

Uno…..

 

Se levantaron de la mesa tan rápido como pudieron reaccionar, Uruha por delante – iguana pervertida, no te atrevas a decirle ni una palabra mas a mi hijo – advirtió una vez que llegaron a donde estaban.

 

Los tres involucrados miraron a los demás con inocencia – no sé de que me hablas – dijo alzando una ceja.

 

-maaaaaaaaaaaaaammmmmmmmmmmmmmmá – Yasuhiro se acercó abrazando las piernas de Uruha – mis tíos ya me essssplicaron seccsssso – dijo satisfecho.

 

Aoi casi se desmaya – ¿ah si? – Fingió demencia – y ¿Qué te dijeron? – preguntó para saber si matar al par de bajistas.

 

-si – aplaudió con energía sin intimidarse con el hecho de que diez personas lo miraban con expectativa –  tío “Deita” dice que es un regalo que papá le da a mamá para que esté feliz y  tío Saga dice que solo se lo puede dar papá – explicó como si fuera lo mas obvio del mundo.

 

Lo único que rompió el silencio de ese momento fue la carcajada que soltó Ruki al escuchar la explicación, Yasuhiro lo  miró sin entender – perdón, Yasu, es que el regalo también se lo puede dar tu mamá a tu papá, pero nada mas es entre ellos – explicó y Uruha casi se le va encima, cuando los demás se empezaron a reír.

 

El castaño guitarrista giró los ojos y cargó a su hijo – bueno, aclarada la duda, vamos a desayunar – pronunció mirando con seriedad a todos y encaminándose de nuevo a la mesa.

 

-¿desde cuándo Uruha se volvió como Kai? – pronunció Reita, quien recibió un codazo por parte de su pareja.

 

-x-

 

-¿te arrepientes? – le preguntó. Estaban acostados bocarriba con los pies  recargados sobre su cabecera, una posición que al parecer se les hacía muy cómoda desde hacia tantos años. Con las manos entrelazadas casi en completa oscuridad.

 

Negó con la cabeza – jamás, nunca había sido tan feliz en toda mi vida – aceptó con una radiante sonrisa – aunque si hace cuatro años me hubieras dicho que todo esto pasaría, no te lo hubiera creído. Es mas me habría reído en tu cara – admitió.

 

-si te creo, eras malo Uruha – se burló Aoi.

 

Uruha le dio un pequeño golpe – no era malo, pero tenía miedo de aventarme a ese enorme precipicio y que al final tu no estuvieras ahí conmigo. Es mas, aun después de que lo hice me tardé en saber si tu me sostenías para cruzar al otro lado o simplemente ibas cayendo a mi lado – arrugó la nariz.

 

-pienso que los dos íbamos cayendo, hasta que decidimos agarrarnos fuerte y subir de nuevo a la cima – la metáfora se le hacía graciosa, pero describía muy bien lo que habían pasado – y pensar que por mi maldito orgullo todo pudo haber terminado – se recriminó recordando aquella vez que Uruha casi pierde la vida.

 

-no fue por tu orgullo, fue por el mío y por tu miedo – aclaró el castaño como si hubiera sido un trago amargo – todo de esa época se me hace tan lejano, como si solo hubiera sido un sueño, desde el momento en que nos besamos en aquel callejón hasta el nacimiento de Yasuhiro. Debe ser la época en la que mas sufrí, mas creí que iba a morir y resulta que es la que mas frutos y felicidad me ha traído – dijo.

 

Aoi lo miró - ¿tanto te hice sufrir? – preguntó serio.

 

Uruha sonrió de lado – NOS hicimos sufrir, creo que el dolor psicológico es mil veces peor que el físico, no se lo deseo a nadie sinceramente. Aunque, si tiene los mismos resultados que todo nuestro drama…. – se quedó callado al sentir un beso en la mejilla.

 

-Te amo Kou – dijo Aoi finalmente – gracias por estar aquí conmigo, por compartir tu vida con la mía, por soportarme, por aceptar ser la madre de nuestro hijo. Porque a pesar de todo, sigues aquí, sonriéndome como la primera vez que te vi. Porque al final, nuestro amor pudo con todo, aunque haya gente escéptica al respecto – rió.

 

Uruha le dio un beso en la frente – porque te amo fui capaz de salir adelante, porque te amo soy tan feliz en este momento que aunque no todo sea perfecto, vale absolutamente la pena, todas nuestras peleas, discusiones, berrinches, reconciliaciones, el simple hecho de estar juntos – sonrió.

 

-por un momento, por un instante, por una hora, un minuto, lo que sea me haces sentir tranquilo – dijo Aoi acercándose al castaño, repartiéndole besos por la cara.

 

Por un instante de tranquilidad se besaron…. Por un instante sin el menor problema, sin discusiones, enojos, presiones, trabajo, nada….solo ellos….solo….

 

-mamaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaá

Notas finales:

bueno ahi esta, q les parecio?? si yasuhiro se escribe con s, tmb hay con Z jajajaja 

dejen un review por ser la ultima vez va? 

e iba a poner lemon en la ultima parte pero Yasuhiro no kiso XD 

les recuerdo q tengo otros tres fics, por si gustan pasar a leer y si ia lo hacen prometo actualizar pronto es q el trbajo me trae loca, peor la prox semana estara mas relax, gracias y de verdad q las amo a todas y a todos XD


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